PIEDRAS VIVAS
CLE02 06
La Serpiente, La Lepra Y La Sangre
En el capítulo anterior vimos que Yahweh conocía la situación de Sus hijos y se disponía a liberarlos.
Y Yahweh continuó: "Yo he visto cómo mi pueblo está siendo oprimido en Mitzrayim y he oído su clamor por causa de sus amos, porque conozco el dolor de ellos. He descendido a rescatarlos de los mitsritas y a sacarlos de esa tierra para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, una tierra que fluye leche y miel, la región de los kenaanitas, los jititas, los emoritas, los perezitas, los jiwitas, y los yevusitas. Ahora el clamor de los yisraelitas ha llegado a mí; además, he visto cómo los mitsritas los oprimen. Shemot 3:7-9
No hubo "tal vez" o "vamos a ver qué pasa". No fue una invitación ni una oferta que se hizo a Yisrael. Fue la declaración incondicional y determinada de lo que haría Yahweh: "He venido a cumplir". Así es ahora. La Besorah sale sin ninguna tarea incierta. Elohim declara que
...así es la palabra que sale de mi boca: No vuelve a mí vacía, sino que hace lo que me propongo, logra lo que la envío a hacer. YeshaYah 55:11
Después de estas declaraciones, Yahweh ordena:
"Por lo tanto, ven, que te voy a enviar donde el Faraón, y tú libertarás a mi pueblo, los yisraelitas, de Mitsráyim". Shemot 3:10
Veamos ahora el cuadro que se nos presenta aquí, un cuadro profético de la Encarnación.
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Primero, vemos la misericordia que propicia el don de la gracia. Elohim contempló la condición miserable de los pecadores y su necesidad de liberación.
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En segundo lugar, la Encarnación misma: "HE DESCENDIDO". Esto era sombra de lo que sucedería más tarde, cuando Yahshua dejó la casa de Su Padre en lo alto y descendió a estas escenas de pecado y sufrimiento que son una copia de aquellas sombras de Shemot, para liberar a los cautivos.
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Tercero, el propósito de la Encarnación tiene dos partes: "liberar" a su pueblo y "sacarlo de la tierra de esclavitud", el Egipto que simboliza el mundo.
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Cuarto, el beneficio que se obtiene como resultado: "llevarlos a una tierra buena y grande, a una tierra que fluye leche y miel", es decir, llevarnos al lugar de la resurrección, al Reino de Yahweh, en lo que es el camino de la santificación.
Elohim no debe ser apresurado: nuestro negocio no es tratar de apurar a Elohim, es más bien esperar en Él y por Él. Durante muchos años, los gritos de los hebreos subieron; pero los cielos estaban en silencio. Cuarenta años antes, Moshe se había vuelto impaciente con la demora, y pensó en tomar el asunto en sus propias manos, sólo para descubrir que el momento de la liberación aún no estaba maduro. Los cuatrocientos años de servidumbre y aflicción determinados en Bereshit 15:13 habían seguido su curso ordenado, y ahora había llegado la hora de la intervención divina. Él había permitido que bajaran a Egipto para no morir de hambre, y también había permitido que fueran deslumbrados por las riquezas y el buen trato que allá recibieron inicialmente, porque quería que sus hijos, ayer y hoy, comprendieran cómo es el engaño del mundo: primero somos deslumbrados por promesas falsas, para finalmente ser esclavizados. Esto es como "la Isla de los Juegos" de Pinocho, donde los niños que iban disfrutaban de todos los placeres que los padres normalmente les prohibirían, para finalmente convertirse en burros. ¿Alguna metáfora puede ser más clara que la transformación que cualquiera sufre dentro del sistema? Somos convertidos en burros... ignorantes burros de carga, útiles sólo para ser explotados a favor del sistema.
Pero ahora había llegado el momento de que Yahweh tratara con el altanero opresor de su pueblo. Ahora los hijos de Yisrael estaban en condiciones de salir de la esclavitud para ser preparados para entrar en la herencia prometida. Sin duda, los agradables pastos de Goshen y las atracciones carnales de Egipto sofocaron todos los anhelos por Kenaán durante el tiempo del hambre, pero la deprimente condición posterior volvió a traer a sus memorias las promesas del pasado, como una esperanza de salvación. En su época de tormento, ellos se aferraron a aquellas promesas hechas a sus antepasados. Ahora que sus aflicciones se estaban volviendo insoportables, "la tierra que fluye con leche y miel" sería una perspectiva que ciertamente aceptarían. Así también es con nosotros: si estamos satisfechos en un lugar o una situación, NO DESEAMOS ABANDONARLA. Es necesario que Él permita que pasemos por sufrimientos para que clamemos a Él y nos saque del lugar en que nos metimos por nuestra propia voluntad, y en el que permanecimos por nuestro propio deseo... hasta que descubrimos que eraos esclavos y que no conseguíamos salir por nosotros mismos. Aunque Yahweh le dijo a Yaakov que subiera a Egipto, ciertamente no le ordenó que se establecieran allá por varios siglos. Sin embargo, Yahweh sabía que eso sucedería y simplemente hizo coincidir los tiempos de la disciplina con los del crecimiento de la planta, para obtener la madurez que necesitaba para conducirlos a la Tierra Prometida.
Y ahora que ha llegado el momento de la liberación, ¿cuál es el método del procedimiento divino? Un pueblo cautivo debe ser rescatado; una nación de esclavos debe ser liberada. ¿Cuál es, entonces, el primer movimiento hacia esto? Si Elohim hubiera querido, podría haber enviado a sus malajim, y en una sola noche había destruido a todos los egipcios. Pero este no era su camino, en ningún momento. Mashíaj también declaró que podía hacer las cosas "de la manera fácil":
¿O acaso piensas que no puedo invocar a mi Padre y que él no me daría ahora mismo más de doce legiones de malajim? MattiYah 26:53
Sin embargo, Él sabía bien cómo debían ser hechas las cosas, y el motivo:
Pero entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que sucedería de esta manera?" MattiYah 26:54
Esto debía cumplir las profecías del "siervo sufriente" de YeshaYah, pero también debía estar de acuerdo con todos los tipos que fueron "pintados" en los cuadros, hechos para representar lo que Mashíaj cumpliría. Por ese motivo, Yahweh designó un ministerio humano para efectuar una salvación divina. A Moshe le dijo: "Te enviaré... para que saques de mi pueblo... de Egipto". ¿En qué quedamos? ¿El salvador es Yahweh o es Moshe? ¿Es Elohim o es un hombre?
Los judíos aseguran que fue un hombre, porque se han desconectado de Yahweh y no pretenden regresar, al menos por ahora, y "glorifican" a Moshe como hacen con Avraham, elevándolos por encima de los "hombres comunes". No se diferencian en nada de los católicos y sus "santitos". La idolatría no es sólo una manifestación externa de adoración hacia algún objeto, sino la importancia que le damos al mismo en nuestra consideración interna.
Pero el asunto es simple cuando comprendemos que Moshe es un tipo de Mashíaj, POR ESO DEBÍA SER UN HOMBRE EL INTERMEDIARIO ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA, presagiando a Aquel que es "nuestro único Mediador".
Esto también debe ser aplicado a nosotros. No porque seamos "tipos" de Mashíaj, representando una historia que será mostrada a generaciones futuras, SINO PORQUE SOMOS LA PROPIA MANIFESTACIÓN DE MASHÍAJ SOBRE LA TIERRA, si es que lo tenemos en nuestro interior. Cuando decimos que somos el Cuerpo de Mashíaj, no se trata únicamente de una expresión corporativa que permita disculparnos de hacer las cosas (es el Cuerpo como un todo el que debe hacer las cosas), sino que LITERALMENTE SOMOS SU CUERPO. CADA PIEDRA ES SUS MANOS, SUS PIES, SU BOCA, para hacer el bien, ayudar a otros, llevar las buenas nuevas, declarar Su justicia y Su santidad, en otras palabras, REPRESENTARLO. Y si somos su Cuerpo, la forma que Él utiliza para expresarse al mundo, no podemos retraernos de hacer el bien, trabajar y colaborar, disponernos a hacer todo lo que Él desea que sea hecho para la edificación de Su Novia.
EL INSTRUMENTO HUMANO ES EL MEDIO QUE ÉL UTILIZA PARA TODA OBRA QUE REALIZA EN LA TIERRA, PORQUE ESE FUE SU DESEO INICIAL, QUE HASATÁN TRATÓ DE IMPEDIR. Pero no porque el acusador haya metido el dedo Yahweh mudará Sus planes o Su estrategia. La idea original era usar al hombre para manifestar Yahweh al mundo, Y LA IDEA CONTINÚA SIENDO LA MISMA. De manera que andemos con cuidado y no nos resistamos a ser usados porque, repito, NOSOTROS SOMOS SUS MANOS, SUS PIES, SU CUERPO Y SÓLO HARÁ COSAS A TRAVÉS DE HOMBRES. Muchos creen que deben orar para pedir ciertas cosas, alguna ayuda, y ciertamente eso tiene una gran medida de verdad. ¿Pero de dónde y cómo les llegará la respuesta a sus oraciones? Bien, la mayoría espera algo así como un fuego bajando del cielo o algún tipo de milagro. Y pueden esperar, si es que no hay piedras dispuestas a ponerse al servicio del Creador para que Él pueda responder a los que le piden. Sí, esto quiere decir exactamente lo que estoy diciendo: QUE ÉL USA A HOMBRES PARA RESOLVER (O COMPLICAR) LA SITUACIÓN DE LOS HOMBRES. Así como puede usar a los caldeos para castigar a Yisrael, también puede usar a un Ciro para que permita al pueblo reconstruir el templo. Y eso también aplica a las propias piedras vivas: puede usar a Kefá y Yahanan para curar a un paralítico en la puerta del templo, pero también usa a otros para ayudar en el problema de carencia de otros hermanos, como tantas veces se registra que juntaron cosas para hermanos necesitados. Y LOS USA PORQUE ELLOS SON SUS MANOS, SUS REPRESENTANTES, A TRAVÉS DE ELLOS PUEDE MANIFESTAR SU PODER.
El hecho de que en su momento haya utilizado señales para convencer a los corazones endurecidos no implica que todo deba ser realizado a través de señales. El propio Shaúl advirtió contra esto:
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán los idiomas y se acabará el conocimiento. Qorintiyim Alef 13:8
Él no quiere obtener un pueblo de magos, sino un pueblo de hijos obedientes QUE LO REPRESENTAN EN SU BONDAD Y MISERICORDIA.
¿Cuál es, entonces, la respuesta de nuestro patriarca? Seguramente él se inclinará en adoración ante Yahweh, ya que está siendo tan altamente honrado. Seguramente él le preguntará, en sumisión total, "Sí, Adonai, ciertamente obedeceré, ¿qué quieres que haga?". Pero no. ¿Cómo respondió Moshe?
Pero Mosheh le dijo a ha'Elohim: "¿Quién soy yo para ir donde el Faraón y libertar a los yisraelitas de Mitsráyim?" Shemot 3:11
Moshe a los ochenta años no estaba tan ansioso como a los cuarenta. La soledad le había dejado sobrio y con pocas ganas de aventuras. Las ovejas lo habían domesticado. Ahora veía dificultades en sí mismo, en las personas y en su tarea. Ya lo había intentado una vez y había fracasado, y durante largos años, había estado fuera de contacto con su gente. Pero a pesar de todo esto era cierto, era Elohim quien lo llamaba a esta tarea, y Él no comete errores. Él estaba diciendo que ESE ERA EL Moshe QUE ÉL QUERÍA USAR, no el antiguo Moshe.
La pregunta de Moshe puede parecer humilde a muchos, pero en verdad pone de manifiesto la resistencia del patriarca a aceptar el encargo. Cuando salió en la energía de la carne, Moshe estaba lleno de confianza en el éxito de su misión. Esto se ve claramente en MaAseh Shelijim 7:25: "Porque supuso que sus hermanos habrían entendido cómo Elohim por su mano los libraría, pero ellos no entendieron".
Pero ahora que es llamado por Elohim para esta obra, es muy consciente de las dificultades en el camino. La disciplina de la "parte trasera del desierto" no había sido en vano.
Yahweh, por lo tanto, lo alienta amablemente, prometiéndole estar con él y asegurándole el éxito final de su misión:
El respondió: "Yo de cierto estaré contigo. Tu señal que Yo te he enviado será que cuando guíes al pueblo fuera de Mitzrayim, tú adorarás a Elohim sobre este Monte". Shemot 3:12
Esto fue muy reconfortante. Elohim no le pidió a Moshe que siguiera adelante solo: el Todopoderoso lo acompañaría. Y ésta es todavía la promesa divina para cada sirviente llamado divinamente. No dudo que los apóstoles debieron sentirse como Moshe cuando el Salvador resucitado les encargó que fueran a predicar la Besorah a todas las criaturas.
Todos nosotros, como Moshe, recibimos un llamado a participar de Su obra, cada uno en su misión designada, y también todos lo aceptamos con alegría, felices por haber sido hallados dignos de hacer algo para Él. Pero indefectiblemente todos corremos delante del arca... y nos damos de cara con los problemas, sólo para descubrir que en nuestra prisa, olvidamos a Elohim antes de salir. Pero Él ya sabía que eso sucedería; entonces nos escondemos, huimos del fracaso y cuando Yahweh ha terminado nuestro quebrantamiento, nos recuerda el viejo llamado y dice "¿Recuerdas cuando te llamé para trabajar en Mi Obra? Bien, AHORA es el momento de comenzar". En cuanto escuchamos eso, en vez de considerar con alegría que hemos recibido una segunda oportunidad, RETROCEDEMOS ASUSTADOS. "¿Quién soy yo para que vaya?". Esto no es humildad, es miedo. Todavía, vemos que Él nos conoce, y tiene paciencia con nuestros defectos y temores, porque en seguida nos promete que esta vez no será como la primera, PORQUE NO IREMOS SOLOS. ESTA VEZ ÉL COMANDA, E IRÁ CON NOSOTROS. Hermanos, cuando Él nos llama abierta y claramente a una tarea, no teman sentirse insuficientes: ES LO QUE SOMOS. Realmente no tenemos la menor capacidad para realizar nada, pero si Él ordena, Él proveerá:
Ante esta realidad, ¿qué más se puede decir? Si Elohim está por nosotros, ¿quién podrá estar en contra? Romaniyim 8:31
Descansemos en Su promesa: "Ciertamente estaré contigo". Esta es una palabra que todos los que participan en el servicio creyente deben tomar en serio. Cuando pensamos en lo que implica sacar a un alma de la oscuridad para llevarla a la luz; cuando nos encontramos con la feroz oposición del enemigo y sus huestes; cuando nos enfrentamos a la irritación y las burlas del mundo, no es de extrañar que dudemos, y preguntamos: "¿Quién es suficiente para estas cosas?". Pero si Él prometió, ÉL LO HARÁ.
Entonces Mosheh le dijo a ha'Elohim: "Cuando yo vaya donde los yisraelitas y les diga que el Elohim de sus padres me ha enviado a ellos, y me pregunten cuál es su nombre, ¿qué debo decirles?" Shemot 3:13
Algunos han dicho que Moshe estaba aquí poniendo más "peros", pero en verdad es todo lo contrario. Esto habla de que estaba dispuesto a ir, por eso preguntaba el nombre, es decir quien lo estaba enviando. Es algo bastante lógico de preguntar, si es que estamos siendo enviados a hablar con otros. ¿Qué les diremos? A pesar de la promesa de Yahweh de ir junto con Él, esto no implicaba que Yahweh se manifestaría delante de los yisraelitas, e incluso tampoco delante de Faraón, ya que si ese fuera el caso, no habría necesitado intermediario. No, Él quería que Moshe fuera su enviado, como siglos después enviaría a su Hijo amado. Moshe debía ir solo a los hebreos esclavizados y presentarse como el libertador enviado divinamente. Él debía decirles que el Elohim de sus padres había prometido liberarlos. Pero, como veremos más adelante, no era probable que esto causara mucha impresión en un pueblo que, al menos en su mayoría, estaba sumido en las idolatrías de los egipcios. Era bastante lógico que le fueran a preguntar, que le pidieran pruebas de que realmente había sido enviado para cumplir la antigua promesa. Yo no encuentro nada de errado en la postura de Moshe ni tampoco en la que los ancianos tendrían al pedir referencias para no caer en falsas promesas.
Después de revelar Su Nombre, Yahweh agrega:
"Ve y congrega a los ancianos de Yisrael y diles: Yahweh, el Elohim de sus padres, el Elohim de Avraham, el Elohim de Yitzjak, y el Elohim de Yaakov, se me ha aparecido y ha dicho: "He tomado nota de ustedes y de lo que les han estado haciendo en Mitsráyim, y he declarado: Yo los sacaré a ustedes de la miseria de Mitsráyim y los llevaré a la tierra de los kenaanitas, los jititas, los emoritas, los perezitas, los jiwitas, y los yevusitas, a una tierra que fluye leche y miel". Shemot 3:16-17
Y asegura para terminar de tranquilizarlo:
Ellos te escucharán. Luego irás con los ancianos de Yisrael al rey de Mitsráyim y le dirás: "Yahweh, el Elohim de los hebreos, se manifestó a nosotros. Ahora, pues, déjenos ir a una distancia de tres días al desierto a sacrificar para Yahweh nuestro Elohim". Sin embargo, yo sé que el rey de Mitsráyim no los dejará salir si no ve un poder mayor. Así que yo extenderé mi brazo y golpearé a Mitsráyim con varias maravillas que realizaré sobre ellos; después de eso los dejará ir. Shemot 3:18-20
Con todas estas afirmaciones, nuestra fe debería afirmarse. Nuestro Yahweh nos está diciendo, paso a paso, cada cosa que va a suceder, Él sabe todo y tiene todo bajo control. Pero nosotros siempre dudamos.
Pero Mosheh tomó la palabra y dijo: "¿Y si no me creen ni me escuchan, sino que dicen que Yahweh no se me apareció?" Shemot 4:1
¡Ay, paciencia de las paciencias, paciencia kadosh del tres veces Kadosh! Gloria a Él que nos atiende y con amor busca disipar nuestros miedos y dudas. El Creador del universo nos envía a hacer un recado y nosotros le preguntamos "¿Estás seguro de que va a salir todo bien? ¿Y si se complica? ¿Y si no me creen? ¿Y si me lastiman?". Todas estas preguntas y muchas más las hemos hecho todos alguna vez, sin darnos cuenta siquiera que ESTAMOS DUDANDO DE SU CAPACIDAD DE RESOLVER LAS COSAS. En el mejor de los casos estamos diciendo que Él miente al decir que tiene todo bajo su control y que se ocupará de todo, ya que empezamos a imaginar circunstancias, y en el peor de los casos lo tratamos de malintencionado, como si nos enviara a hacer algo peligroso para que nos vaya mal. Mudemos nuestra postura ahora que la comprendemos, para que Su paciencia no sea probada por nuestra ignorancia.
Las Tres Señales
Con todo, Yahweh tomó el miedo de Moshe para presentar tres maravillosas señales, que podemos analizar desde más de un ángulo, porque son muy ricas en contenido.
Es importante que veamos la razón por la cual se dieron estas tres señales subjetivas. Al final del capítulo tres, el llamamiento de Elohim a Moshe parecía completo. Moshe había visto la señal objetiva de la zarza ardiente, y él había oído la voz de Elohim. Elohim dio a Moshe una revelación plena de Sí mismo. Por tanto, en cuanto a Elohim, el llamamiento de Moshe era completo, pero, por el lado de Moshe no era así. Moshe aún tenía dudas de qué podría suceder si no le creían. Esto indica que aunque Moshe había recibido una señal maravillosa y había oído la voz de Elohim, él no había sido inspirado ni conmovido por completo, al punto de perder su miedo. Por esta razón, se dieron las tres señales del capítulo cuatro. Estas señales serían evidencia concluyente de que Moshe había sido verdaderamente llamado por Elohim. El principio es el mismo con los llamados de Elohim hoy en día. Todo aquel que pretende ser llamado por Elohim debe tener la marca de estas tres señales, hoy subjetivas. Pero estas tres señales tienen también un aspecto objetivo, externo, y como tales representan tres juicios. Una cosa es lo individual y lo corporativo, que se aplica a Moshe y a nosotros como individuos y a Yisrael corporativamente, y otra es lo que esas mismas señales significan para el mundo.
Como todos sabemos, la serpiente representa a haSatán. En Bereshit 3 vemos a haSatán como la serpiente sutil. La serpiente en Shemot 4 es la misma serpiente de Bereshit 3, aquella que también es llamada "la serpiente antigua" en el libro de Hitgalut (12:9; 20:2). Toda persona llamada no sólo debe conocer a Elohim, sino también a la serpiente. No solamente debemos saber cómo hablar con Elohim, tener contacto y comunión con Él, y cómo confiar en Él; también debemos ser capaces de ver, discernir y vencer a la serpiente.
La lepra es la segunda señal y es un asunto de putrefacción, corrupción, inmundicia de la carne de pecado. Según el Tanaj, cada leproso tenía que declarar abiertamente que él era inmundo. El pecado representado por la lepra no es el pecado exterior, como tentación, sino el pecado subjetivo, el pecado en nuestra carne. La putrefacción, corrupción e inmundicia proceden de este pecado.
La tercera señal es la del agua que se vuelve sangre. Aquí la sangre representa la muerte introducida por el mundo con sus deleites. Por tanto, la sangre en la tercera señal está relacionada con el mundo.
La serpiente, la lepra, y la sangre están relacionadas respectivamente con haSatán, el pecado en la carne y la muerte introducida por el mundo. Los que han sido llamados por Elohim no deben tener solamente la señal objetiva de la zarza ardiente, sino las señales subjetivas de la serpiente, la lepra y la sangre. Como llamados, necesitamos algunas experiencias subjetivas, algunas evidencias subjetivas, para mostrar a los demás que hemos sido verdaderamente llamados por Elohim y mandados por Él. Estas evidencias son la capacidad de vencer al diablo, la carne pecaminosa y la muerte introducida por el mundo. Supongamos que cierta persona acude a nosotros pretendiendo ser enviada por Elohim. Esto sucede más veces de lo que puedan creer, y no estamos hablando de malvados satanistas disfrazados (que también los hay), sino de personas que, viviendo en la carne y el alma, buscan ejercer control o poder sobre otros alegando "mandatos divinos". Si esta persona no sabe cómo vencer a haSatán, a la carne y al mundo (es decir, no sólo si no les vemos los frutos, sino si no tiene la capacidad en su interior ya desarrollada), no debemos escucharlo. La señal de una zarza ardiente no es una prueba suficiente para demostrar que alguien ha sido llamado por Elohim. Una persona llamada debe ser capaz de vencer a la serpiente, la lepra y la sangre, y esto no es cuestión de hacer señales y milagros, que en los últimos tiempos serán las señales de los falsos maestros.
Hemos señalado que Shemot es un libro de cuadros. En estos cuadros vemos a haSatán, la carne pecaminosa, y el mundo de muerte. Si sabemos cómo vencer estas cosas, entonces seremos verdaderamente los enviados de Elohim. Es crucial que todos sepamos el significado de las tres señales subjetivas en este capítulo y que tengamos estas experiencias.
La Vara Y La Serpiente
Pero Mosheh tomó la palabra y dijo: "¿Y si no me creen ni me escuchan, sino que dicen que Yahweh no se me apareció?" Yahweh le dijo: "¿Qué tienes en la mano?" Y él respondió: "Una vara". Él le dijo: "Arrójala al suelo". Él la arrojó al suelo y se convirtió en una serpiente; y Mosheh huía de ella. Entonces Yahweh le dijo a Mosheh: "Extiende la mano y agárrala por la cola"; –él alargó la mano y la tomó, y se convirtió en una vara en su mano"– "para que crean que Yahweh, el Elohim de sus padres, el Elohim de Avraham, el Elohim de Yitzjak, y el Elohim de Yaakov, se te apareció". Shemot 4:1-5
La vara representa las cosas en que confiamos, en las que nos apoyamos. Cuando Elohim llamó a Moshe, él tenía una vara en la cual confiaba. Quizá cuando Moshe hablaba con Elohim, él, como hombre mayor, se apoyaba en esa vara. Su vara era su apoyo. Por tanto, la vara representa las cosas en las cuales confiamos.
Cuando la vara fue lanzada al suelo, la serpiente que se escondía allí quedó expuesta. Aún antes de que la vara fuese lanzada, la serpiente ya estaba allí, pero de una manera muy escondida. Las Escrituras revelan que la serpiente intenta siempre esconderse en algo, detrás de algo o debajo de algo. En realidad, la vara en la cual se apoyaba Moshe era la serpiente, haSatán. CUALQUIER APOYO QUE NO SEA EL PROPIO YAHWEH ES LA SERPIENTE. A los ojos de Moshe, la vara era simplemente una vara sobre la cual él podía apoyarse, pero a los ojos de Elohim, era la serpiente, cuya meta consistía en usurpar al hombre.
Todas las cosas en que nos apoyamos son una vara. Por ejemplo, si un hermano confía en su trabajo, éste se convierte en una vara para él. Y el trabajo ha sido una de las mayores varas de todos los tiempos, pero hoy mucho más especialmente, ya que existe todo un ritual alrededor del trabajo. Antiguamente, los padres enseñaban su oficio a sus hijos, pero hoy el ritual pasa por ingresar en las escuelas del sistema para ser rellenados de conceptos (la mitad de ellos falsos, la otra mitad condicionamientos mentales), para finalmente obtener un título que nos hace creer que somos ESPECIALES, es decir, especialistas en el tema elegido. La gente hoy no sólo trabaja, sino que coloca mucha importancia a "ser profesionales", como si eso los elevara en el estatus. Y es así, a los ojos del mundo ellos son considerados "más" que los que no lo son, pero a los ojos de Yahweh, todo eso es basura, invenciones de la serpiente que debemos lanzar por tierra. Para Elohim la serpiente está escondida en ese trabajo porque desde este escondite, haSatán, la serpiente, busca usurparnos. Podemos confiar en muchas personas o cosas: nuestra esposa o esposo, padres, hijos, capacidad, educación, propiedades, cuenta bancaria. Las Escrituras nos muestran que todas las cosas en que confiamos se convierten en la serpiente que usurpa. En la actualidad haSatán usurpa a toda la humanidad al esconderse él mismo dentro de las varas sobre las cuales se apoya la gente.
Todo aquel que ha sido llamado por Elohim debe darse cuenta de que toda cosa sobre la cual se apoya es un escondite para la serpiente. El usurpador, enemigo de Elohim, puede esconderse en cualquier cosa, asunto o persona en que nos apoyamos. Con el transcurso de los años, he aprendido a confiar en Elohim y no a apoyarme en ninguna clase de vara. La cuestión no es no trabajar, sino no apoyarnos en nuestra profesionalización, nuestros estudios, nuestras capacidades ni ninguna otra cosa, porque el Único que nos sustenta es el Padre. Debemos colocar el trabajo en su justo lugar y no permitir que ocupe el centro de nuestras vidas, por lo menos hoy, mientras esperamos salir del sistema.
Observemos por favor que Elohim no le ordenó a Moshe que se deshiciera de su vara. Por el contrario, Él le pidió a Moshe que la lanzara por tierra para que su verdadera naturaleza quedase expuesta. Aquí el punto es que todo lo que sea nuestra vara debe salir temporalmente de nuestras manos. Si la vara permanece en nuestra mano con la cabeza arriba, la serpiente no quedará expuesta. Pero si la lanzamos por tierra, entonces veremos con nuestros propios ojos, que nuestra vara en realidad es una serpiente. Shemot 4:3 afirma que cuando la vara de Moshe se hizo serpiente, "Moshe huía de ella". Esta vara debe haber estado en posesión de Moshe durante muchos años y debe haber sido preciada para él. Era su apoyo y también su autoridad para conducir a las ovejas. Pero cuando fue lanzada, dejó de ser agradable para él porque la serpiente que se había escondido dentro de ella durante este tiempo quedó expuesta.
Aquellos que pretenden llegar a ser reyes y sacerdotes son los que primero deben abrir mano de su vara y lanzarla por tierra. Como dijimos, esta vara también representa la autoridad, pero ningún pastor puede conducir ovejas con una serpiente. Nuestras varas deben ser lanzadas por tierra para que Él nos las devuelva. La autoridad que podamos ejercer (que es autoridad pero en servicio) sólo la recibiremos de vuelta por Él.
Yahweh ordenó a Moshe tomar la serpiente por la cola, y cuando él obedeció, ésta volvió a transformarse en una vara. El Adón quiere que lancemos nuestras varas por tierra, y no que nos deshagamos de ellas. No se deshagan de su educación ni de sus trabajos: lancémoslos por tierra. Este es el primer paso para colocar las cosas en su debido lugar. Ya llegará la hora de salir de Egipto y dejar ese trabajo y todo lo demás, pero para comenzar, debemos lanzar nuestras varas por tierra. Después de que la serpiente escondida haya quedado expuesta, debemos levantarla por la "cola". Esta es la mejor manera de vencer a la serpiente. No levantamos la vara con su cabeza erguida, como la usábamos antes. Imaginemos un cayado, y que la parte curva superior es la cabeza de la serpiente. Cuando usamos el cayado, lo tomamos por la mitad de la vara, elevando la "cabeza". Pero Yahweh nos ordena que lancemos la vara por tierra y la volvamos a tomar, PERO ESTA VEZ POR LA COLA.
Cuando Moshe obedeció, la serpiente volvió a convertirse en una vara, pero Moshe la sostenía al revés ahora, por la cola, o sea, por el extremo posterior de la vara. Sosteniéndola así NO SIRVE DE APOYO. No podemos apoyarnos en un bastón que sostenemos al revés. Pero ahora ese bastón que nos es devuelto en el poder del Padre es una señal de la autoridad que Él nos ha conferido.
El cuadro de Moshe tomando la serpiente por la cola muestra que debemos solucionar las cosas de manera opuesta a la práctica de la gente del mundo. Lo que hacen o lo que obtiene la gente del mundo es para ellos mismos. Pero todo lo que hacemos y todo lo que tenemos los creyentes debe ser para Elohim. Por ejemplo, cuando la gente mundana se casa, su vida matrimonial es para ellos mismos. Pero para los creyentes, nuestra vida matrimonial debe ser para Elohim. Muchos dirán "pero mi pareja (esposo o esposa) no es creyente, yo me convertí después de haberme casado". Es el caso de muchos, y se nos pide que no nos separemos por ese motivo, de manera que el entregar nuestro matrimonio a Elohim debe ser una tarea que realizaremos nosotros solos. Como dice Shaúl:
Y si alguna esposa tiene un esposo no creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el esposo no creyente se santifica mediante la esposa, y la esposa no creyente mediante el creyente. De otra manera sus hijos serían impuros, pero ahora son santos. Pero si el no creyente se separa, que se separe. En tal caso, el hermano o la hermana no está sujeto a esclavitud, porque Elohim los ha llamado a vivir en paz. Porque, ¿quién sabe si tú, esposa, puedes salvar a tu esposo? ¿O quién sabe si tú, esposo, puedes salvar a tu esposa? Solamente que viva cada uno como el Adón le asignó, y tal como era cuando Elohim lo llamó; así ordeno en todas las comunidades. Qorintiyim Alef 7:13-17
Esto es "tomar al matrimonio por la cola".
En el mismo principio, cuando la gente mundana va a la universidad, lo hace para su propio beneficio. Pero los creyentes que hayan asistido a la universidad deben lanzar sus estudios y títulos por tierra y entregarlos a Yahweh. No digo que seamos ignorantes porque Él tampoco nos pide eso, pero el peligro reside en los conocimientos que se enseñan hoy en el sistema. Aunque muchos son válidos, otros no lo son, y todos sin excepción están teñidos de condicionamiento mental para que las personas se inclinen al sistema satánico. En este sentido, no puedo aconsejar que los jóvenes vayan a la universidad PORQUE SON LOS MÁS VULNERABLES A ESTE TIPO DE ATAQUES. No por nada haSatán ha elaborado su sistema educativo en la forma en que es. Se necesita una MUY FIRME POSTURA en nuestra creencia en Yahweh para que un joven pueda asistir a la universidad y pasar a través de este ejercicio de muerte sin caer en tentaciones y errores, aunque tampoco es imposible si se afirma en Él. Con esto en mente, los jóvenes en la restauración de Elohim que asistan a la universidad deben estudiar diligentemente, PERO NO PARA ELLOS MISMOS, SINO PARA ELOHIM. Este principio se puede aplicar a nuestra relación con todo el mundo y con todas las cosas. Todo debe ser para Elohim.
Si tenemos cierta cosa o si hacemos algo de una manera común, es decir, al hacerla o tenerla para nosotros mismos, entonces nuestra vara tiene la cabeza de la serpiente arriba y la cola de la serpiente abajo. Pero si tomamos la serpiente por la cola, la manejamos de una manera opuesta a la de este mundo. Debemos llevar una vida matrimonial y una educación correcta; no obstante, no debemos tener estas cosas de una manera común, a la manera del mundo, sino a la manera de Elohim. La manera de Elohim siempre hace que la serpiente pierda poder y quede paralizada. Esta vara le fue devuelta a Moshe, pero ahora en resurrección. Así también nosotros debemos entregarlo todo en Sus Manos, para que Él nos lo devuelva en resurrección, y entonces lo tomemos por la cola.
Las Escrituras no nos piden renunciar a nuestro vivir humano en lo absoluto. Por el contrario, debemos tener un vivir adecuado, y eso es someter al alma para hacer crecer al ruaj. Por ejemplo, las Escrituras no prohíben que los jóvenes logren una buena educación. Pero los jóvenes deben aprender a tomar su educación por la "cola". Los jóvenes también necesitan casarse; sin embargo, al hacer eso, no deben tomar la serpiente por la cabeza, sino por la cola. Esto significa que no se casan conforme a la manera común, sino que deberían casarse de una manera que no es común, una manera que es para Elohim. Esta manera es opuesta a la práctica común de la gente del mundo. Todos los hermanos casados deben amar a sus esposas, pero no deben amar a sus esposas de una manera común, es decir, al tomar la serpiente por la cabeza, sino de la manera que no es común, es decir, tomándola por la cola. Todos los casados deben amarse, pero amarse PARA YAHWEH. En todos los aspectos de nuestro vivir humano, desde ir de compras hasta el corte de pelo, debemos tomar las cosas por la "cola".
Todo puede ser un escondite para la serpiente. Aún en cada detalle de nuestro diario vivir práctico, la serpiente usurpadora está escondida, lista para morder a aquel que la toma por la cabeza en lugar de tomarla por la cola. Todo aquel que pretende ser enviado por Elohim debe saber que la serpiente se esconde en cada persona, en cada asunto, y en todas las cosas. Además, debe saber cómo echar este lugar escondido por tierra y cómo solucionar esta situación por la "cola".
Finalmente, la serpiente que es tomada por la cola se convertirá en una vara de autoridad:
Miren, les doy autoridad de pisar serpientes, escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo; y nada los dañará. Luka 10:19
Cuando Moshe tomó la serpiente por la cola, la serpiente se convirtió en la vara por la cual Moshe fue capaz de realizar señales:
Y llévate esta vara, con la cual realizarás las señales. Shemot 4:17
Esto indica que en las manos de Moshe, la vara transformada se convirtió en una vara de autoridad. Si somos las personas que manejan toda situación por la "cola", tendremos poder, autoridad. Entonces la vara que tenemos no es una vara natural, sino una vara transformada. Esta vara está ahora en una posición invertida. Es esta clase de vara que constituye nuestra autoridad.
Hoy muchos creyentes hablan de poder, usando expresiones como "poderoso" o "empoderar". Pero cuanto más hablan de poder, menos poder tienen. No tienen el poder de vencer a la serpiente escondida. Nosotros los que somos ministros de Mashiaj, tenemos autoridad solamente al manejar las situaciones por la "cola". Por ejemplo, si un hermano sabe cómo manejar la situación con su esposa por la "cola", espontáneamente él tendrá autoridad. Esa autoridad nos viene del Ruaj, y no es dictatorial, sino autoridad. Las personas creen que cuando alguien ejerce autoridad está "dominado" o controlando a la otra persona, pero este es un concepto satánico. Este es el concepto que nace de una carne caída y rebelde, que no acepta ser sometida. Todos tenemos esa carne, y debemos aprender a dominarla, sometiéndola al madero. Aprender esto nos enseña no sólo a ejercer la correcta autoridad, sino a recibirla. Todos estamos en "relación" con otros, en diferentes "niveles"; algunos encima y otros abajo, sin que esto implique ningún tipo de superioridad en la carne, y en este sentido debemos aprender a ejercer y aceptar autoridad, y SIEMPRE BAJO LA CABEZA, QUE ES MASHÍAJ, nunca autoridad en el alma.
Moshe no usó su vara de una manera común. Si él la hubiera usado de una manera ordinaria, la serpiente todavía habría estado escondida dentro de ella. Sin embargo, después de lanzar la vara, la serpiente escondida quedó expuesta. Esto indica que a menudo debemos alejarnos de una situación y esperar para ver lo que sale de ella. Al mantenernos alejados de las cosas en que nos apoyábamos, su verdadera naturaleza quedará expuesta. Entonces diremos: "Esto no es algo querido ni agradable; es una tremenda serpiente". En ese mismo momento Elohim nos pedirá tomar la serpiente por la cola. Si la vara que se hace serpiente es nuestra esposa o esposo, debemos volverla a tomar y quererla de una manera totalmente nueva; debemos tomar toda la situación por la "cola".
Cuando alguien se casa, no puede abandonar la vida matrimonial. Los que hacen eso son inútiles para con Elohim. Deben permanecer casados, pero no de una manera común. Es fácil casarse de la manera común y también es fácil abandonar la vida matrimonial. Esta es la razón por la cual existen tantos divorcios hoy. En lugar de tomar una de estas determinaciones, debemos tomar nuestro matrimonio por la "cola" y manejarlo para Elohim.
La señal de una vara que se hace serpiente es el cuadro de una experiencia muy subjetiva. Si alguien asegura "ser enviado por Yahweh", esa persona debe tener esta experiencia subjetiva, saber aplicarla (dar frutos) en su propia vida, y también ayudar a otros a aplicarla. Las personas o las cosas sobre las cuales nos apoyamos deben finalmente ser lanzadas y luego ser tomadas de nuevo cuando Elohim lo indique. Cuando los santos están desilusionados por una situación particular, quizá quieran solucionarla deshaciéndose de ella. Pero no es eso lo que Yahweh nos pide. En lugar de deshacerse de ella, deben conservarla, no para ellos mismos ni por ellos mismos, sino para Elohim y por Elohim. No manejemos ninguna situación en nuestra capacidad natural; manejémosla por la gracia, que es tomarla por la "cola". Que todos aprendamos a manejar las cosas para Elohim y por Su gracia. Si hemos aprendido esta lección, esto es una señal firme, una evidencia clara de que hemos sido llamados por Elohim y enviados por Él, y que estamos en el camino de los que están siendo capacitados para ser reyes y sacerdotes. No todos atienden a este llamado, y muchos creen que reinarán sin prepararse para ello, pero tendrán una triste sorpresa. Que Él nos ilumine a este respecto.
La Mano Leprosa
Yahweh le dijo además: "Ponte la mano en el pecho". Él se puso la mano en el pecho; y cuando la sacó tenía la mano escamosa con escamas blancas. Shemot 4:6
Elohim le pidió a Moshe que pusiera su mano en el pecho. Moshe pudo haber pensado que al colocar su mano en el pecho, él encontraría una perla, un diamante, o algún tesoro precioso. Por el contrario, la mano de Moshe quedó leprosa. El pecho representa lo que está dentro de nosotros, es el corazón, el "seno", y la lepra representa el pecado:
Pero entonces ya no soy yo el que actúa así, sino el pecado que mora en mí. Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza carnal, el bien no es permanente. Porque hay en mí el deseo de hacer el bien, pero no alcanzo a realizarlo. Romaniyim 7:17-18
Esto indica que además de conocer a haSatán, debemos también conocer la carne. La vara sobre la cual nos apoyamos es una serpiente, pero lo que está en nuestro interior es lepra. Nuestra carne es leprosa, y sólo Yahshua puede sanarnos de esa lepra:
Y vino un leproso y se postró ante él diciendo: "Adón, si quieres, puedes limpiarme". Yahshúa extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero. Queda limpio". Y al instante quedó limpio de la lepra. MattiYah 8:2-3
Debemos saber que en nuestra carne, somos leprosos. En nuestra carne, no hay nada bueno, sino solamente lepra. Si miramos a nuestro interior, veremos nuestra lepra.
En los pasukim del 2 al 6, Elohim parecía decir: "Moshe, me pediste una prueba de que Yo te he enviado. La prueba es que ahora sabes cómo vencer a la serpiente y ahora estás usando Mi autoridad. Otra prueba es que te des cuenta de que tu carne no es más que lepra. Moshe, coloca tu mano en tu pecho y verás lo que saldrá de ti".
Existe un dicho que dice que una persona que se considera a sí misma como buena, debe colocar su mano en su corazón durante la noche y reconsiderar lo que realmente es. Si hacemos eso, descubriremos cuán leprosos somos, cuánta maldad hay en nuestro interior. Cuando decimos "maldad" no nos referimos únicamente a "malas intenciones", sino a todo lo que procede de nuestra alma caída no quebrantada, y eso incluye también sus buenas intenciones carnales, algo que muchos no saben distinguir correctamente. Quizá cuando alguno esté en compañía de otras personas, pueda jactarse de su propia bondad, paciencia, o lo que sea, cualquier virtud que posea. Pero cuando hemos puesto nuestra mano en el corazón y hemos visto nuestra lepra, comprenderemos que todo lo que sale del interior del hombre es lo que lo contamina, y que no tenemos nada bueno en nosotros. Pero gracias damos a Mashíaj, que nos libera de este cuerpo de muerte, si permitimos que nuestra alma sea quebrantada para que deje de proteger a la carne, que está clavada en el madero pero que no siempre lo aceptamos y así le permitimos que se manifieste. Debemos hacer que el alma se someta al ruaj, para que Mashíaj crezca en nosotros.
Alguien que se jacta de su bondad o cualquier virtud personal no es una persona enviada por Elohim. Toda persona enviada se da cuenta de que dentro de ella hay lepra. Después de que a Moshe se le dio la señal de la mano que se vuelve leprosa, él sabía que su carne era la corporificación de la lepra. Moshe pudo haber dicho: "Antes de que Elohim me mostrara esta señal, pensaba que era bastante bueno. Pero cuando Elohim me pidió que pusiera mi mano en mi pecho y que la sacara de nuevo, mi mano quedó leprosa. Esto me mostró que en mi carne no había más que lepra".
Hoy en día todo aquel que es usado por Elohim en la congregación debe tener esta conciencia acerca de su carne. Conocer la carne de esta manera subjetiva es una evidencia de que Elohim nos ha llamado y enviado. Como llamados y enviados, debemos llevar la señal que indica que nada bueno mora en nuestra carne. Todos estamos constituidos de lepra, somos la corporificación del pecado, de la putrefacción, de la corrupción, y de la inmundicia. Si no creen esto en cuanto a su carne, les sugiero que en el silencio de la noche, cuando todo esté tranquilo, le pidan al Ruaj que les muestre lo que hay en su interior, y escuchen lo que les dice en cuanto a ustedes. Revelará que su carne no es más que lepra.
Los enviados de Elohim deben conocer la carne hasta este punto. Cuando YeshaYah fue llamado por Elohim, él exclamó:
"¡Ay de mí! Que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al rey, Yahweh de los ejércitos". YeshaYah 6:5
Si nos encontramos con Elohim, esa reunión expondrá nuestra carne a nuestros propios ojos. Sabremos que dentro de nuestra carne sólo hay lepra. La Luz expone lo que está oculto, por eso dice que
Porque no hay nada oculto que no se haya de manifestar; ni nada escondido que no se descubra. Mordejai 4:22
Debemos permitir que nuestra lepra sea expuesta. Ocultarla no la cura, debe ser traída a la luz para que sea tratada. Si el leproso no hubiera ido a Mashíaj para pedirle ser curado, habría continuado leproso hasta su muerte. Si no aceptamos nuestra condición de lepra y no vamos al Ruaj para pedirle que nos limpie, nunca lo seremos. Y no esperen un milagro instantáneo. Las señales son para que comprendamos, PERO NO SON LA FORMA DEL PROCESO APLICADO. Una señal simplifica los hechos y los reduce a una imagen para que comprendamos, pero también simplifica el proceso todo. El milagro no es que seamos limpios de manera instantánea, sino que seamos limpios, y que además VEAMOS EL PROCESO PARA AGRADECER Y PARA DARLE LA GLORIA QUE MERECE.
En estos días hemos oído que todos los santos pueden llegar a ser reyes y sacerdotes, y que para eso debemos capacitarnos. Pero en este camino, aún no lo somos, sino que tenemos otras posiciones en el ministerio de la Novia, cada uno la que le es designada por Yahweh (y no la que elije). Pero si deseamos ser estos dones para el Cuerpo, debemos saber que nuestra carne es la encarnación de la putrefacción, de la corrupción, de la inmundicia y del pecado. Es la corporificación misma del pecado. Ninguno de nuestros logros exteriores y ninguna de nuestras capacidades naturales pueden calificarnos como enviados. Para ser calificados debemos ver que en nuestra carne no hay nada bueno, pedirle que nos limpie, Y ACEPTAR EL PROCESO DE LIMPIEZA.
Y dijo: "Vuelve a ponerte la mano en el pecho". El volvió a ponerse la mano en el pecho; y cuando se la sacó del pecho, la tenía otra vez como el resto del cuerpo. "Y si no te creen o no le hacen caso a la primera señal, creerán en la segunda. Shemot 4:7-8
Esto indica que la mano leprosa de Moshe fue limpiada por su obediencia a la Palabra de Elohim. Obedecer la palabra de Elohim consiste en obedecerle a Él. La desobediencia a Elohim es el elemento básico del pecado, porque es rebelión. Cuando obedecemos a Elohim y guardamos Su palabra, Su poder limpiador estará con nosotros y seremos lavados, y este es un proceso que durará todo el resto de nuestras vidas, en el cual el Ruaj nos muestra cada vez cosas más profundas que deben ser limpiadas. De este proceso he hablado en la serie Cuerpo, Alma y Ruaj, y es indispensable que todos lo pongan en práctica de manera real y concreta. Que lo hagan o no se verá en los frutos, y esto no sólo implica el labrado individual de las piedras, sino que también afecta a la edificación de la Novia, por eso es indispensable. Si no trabajamos EN PRIMER LUGAR nuestras almas, siempre tendremos reacciones almáticas, y ese es el punto básico en los conflictos del mundo, en las interrelaciones humanas. Esto se aplica a incrédulos tanto como a creyentes, y este tipo de comportamiento ha limitado enormemente el crecimiento de la Novia, y ha llegado a ser causa de destrucción de muchas congregaciones. Basta ver esto en el caso de las primeras, por ejemplo los corintios y los GalutYah. Cuando permitimos comportamientos del alma, comienzan las disensiones, la lepra empieza a esparcirse por la congregación. Debemos impedir esto, enfrentando el asunto, llevándolo al sacerdote y presentándolo a Su Luz, para edificación tanto de las piedras como del edificio todo. No podemos permitir que la lepra entre en la Casa de Elohim.
El Agua Y La Sangre
Para la tercera señal, Elohim dijo a Moshe:
Y si no se convencen por estas dos señales y todavía no te hacen caso, toma un poco de agua del Río y viértela sobre el suelo seco; y el agua que saques del Río se convertirá en sangre sobre el suelo seco". Shemot 4:9
Este río es el Nilo, que irrigaba al país de Mitzrayim. El agua del Nilo representa la provisión terrenal y el deleite terrenal. Según las Escrituras, Mitzrayim es rico en comida y en deleites producidos por el Nilo. Lo que el agua del Nilo produce, aparentemente es saciedad y satisfacción. Pero a los ojos de Elohim no es más que muerte. Toda la provisión, el deleite y el entretenimiento del mundo son muerte. No obstante, para darnos cuenta de esto, debemos derramar el agua del Nilo sobre la tierra. Según Bereshit 1, la tierra es la fuente que produce la vida. Cuando el deleite mundano y la provisión terrenal son derramados sobre lo que produce vida, inmediatamente la muerte surge, y esa agua muestra lo que verdaderamente es: sangre de muerte. En esa sangre no hay vida, porque la sangre derramada por tierra es sangre de muerte.
Si conservamos el agua del Nilo en un pozo, una vasija, una jarra, aún así estaremos considerando esta agua como la fuente de provisión y deleite. Pero si la derramamos sobre la tierra, la muerte quedará inmediatamente expuesta. Por lo tanto, la tercera señal revela que toda la provisión terrenal y el deleite mundano no son más que muerte. Todos los deportes y entretenimientos en los cuales se complace la gente hoy son diferentes formas de muerte. Todo lo que ofrece el sistema es únicamente muerte. La provisión misma que nos proporciona el mundo también es muerte.
El agua del mundo en realidad no es agua sino sangre. La gente mundana no bebe agua, bebe sangre, es decir, bebe muerte. Por eso éste será uno de los castigos en el final de los tiempos:
Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, tú también les has dado a beber sangre, porque se lo merecen. Hitgalut 16:6
Una persona llamada debe saber lo que es el mundo. Para la gente del mundo, el agua del Nilo es maravillosa. Sin embargo, para nosotros, es sangre de muerte. LOS QUE HAN SIDO LLAMADOS POR ELOHIM DEBEMOS PODER DECIR A SU PUEBLO QUE NO SE QUEDEN EN MITZRAYIM PARA BEBER EL AGUA DEL NILO, SINO QUE SALGAN DE MITZRAYIM Y VAYAN AL DESIERTO A BEBER DEL AGUA DE LA PEÑA HENDIDA.
Además de conocer a haSatán y a la carne, debemos conocer al mundo. En el B'rit Hadashá, haSatán, la carne, y el mundo son vencidos continuamente, eso es lo que Mashíaj vino a mostrarnos. No sólo vino a vencerlos por Él mismo, SINO A ENSEÑARNOS A VENCERLOS TAMBIÉN A TRAVÉS DE ÉL. Por eso pudo decir:
En verdad, en verdad les digo que el que cree en mí, él también hará las obras que yo hago. Y mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre. Yahanan 14:12
Aquellos que han sido llamados por Elohim y enviados por Él conocen a la serpiente, la lepra y la sangre, es decir, conocen a haSatán, a la carne, y al mundo, y saben cómo vencerlos en Mashíaj, no de palabra, sino en la vida real, y por eso pueden mostrar los frutos. Según el B'rit Hadashá, haSatán se opone a Mashiaj:
El que practica el pecado es del Acusador, porque el Acusador peca desde el principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Elohim: para deshacer las obras del Acusador. Yahanan Alef 3:8
La carne se opone al Ruaj:
Porque la carne desea lo que es contrario al ruaj, y el ruaj lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que ustedes no hagan lo que quisieran. GalutYah 5:17
Y el mundo se opone al Padre:
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Yahanan Alef 2:15
Por lo tanto, haSatán, la carne y el mundo se oponen a Elohim en Su edificación. Debido a haSatán, a la carne y al mundo, la edificación de Elohim siempre encuentra trabas. En la edificación de Elohim tal como la vemos en las tres parábolas de Luka 15, el Hijo viene a buscar a los caídos (el pastor que busca a la oveja perdida) y el Ruaj los ilumina (la mujer que encuentra la moneda perdida) para llevarlos de nuevo al Padre (el hijo pródigo). Pero el satán trabaja contra el Hijo, la carne lucha contra el Ruaj, y el mundo frustra a la gente y le impide regresar al Padre.
Todo aquel que es enviado por Elohim debe saber cómo tomar a la serpiente por la cola, vencer a la lepra, y vencer al mundo con su provisión y su deleite. Si carecemos de estas tres calificaciones, entonces no somos enviados por Elohim. Podemos haber sido llamados, pero aún no hemos obtenido estas tres experiencias subjetivas, y por lo tanto no podemos ser Sus enviados. En una persona que Elohim ha llamado, haSatán, la carne, y el mundo han perdido su terreno.
Le damos gracias a Elohim por el cuadro claro de estas señales en Shemot 4. En estos días, muchos kadoshim anhelan ser útiles en las manos de Elohim. Pero como mencionamos en este mensaje, si queremos ser útiles para Elohim, debemos conocer a la serpiente, la lepra y la sangre, es decir, debemos saber cómo vencer a haSatán, a la carne y al mundo.
El Juicio Al Mundo
Pero estas tres señales tienen también una implicación para el mundo no salvo, no sólo una implicación para nosotros. Estas señales Moshe debía realizarlas delante del pueblo, para que le creyeran que era enviado de Yahweh. Pero también fueron realizadas para el mundo exterior, porque simbolizan tres juicios a estas partes que hemos mencionado: haSatán, la carne y el mundo, y en ese sentido vamos a estudiarlas ahora.
Como dijimos, la vara de Moshe era un bastón de mando. La autoridad tiene fuerza de ley, por lo que los decretos de una persona con autoridad tienen fuerza de ley para los que afectan. Y así, la vara de Moshe representa la autoridad divina y la ley que procede de Él. En segundo lugar, la vara de Moshe era de madera, y en ese sentido, representa el madero. Esto se puede ver cuando entendemos que Yahshua murió en el madero para pagar el castigo por el pecado al que se incurrió en virtud de la Ley. Así que hay una estrecha relación entre la Ley y el madero. De hecho, el mensaje del madero es un mensaje de la Ley y de la Gracia. Es un mensaje de la Ley porque es ella la que dictamina la pena del pecado, y lo expone. Entonces, el lanzar la vara por tierra, simboliza a Mashíaj siendo "hecho pecado", es decir, tomando forma de serpiente.
Luego veremos esta señal completando el proceso más adelante, cuando Yahweh ordenó a Moshe que levantara la serpiente de bronce. Esto representa el sacrificio de Mashíaj en el madero, cuando el pecado (la serpiente) fue clavado en el madero, exponiendo a la luz todos los pecados del mundo y expiándolos en Sí mismo. Este es un mensaje de la Gracia en que vemos a Yahshua ha Mashiaj muriendo en nuestro lugar con el fin de extender la Gracia para nosotros.
La vara debía primero ser "lanzada por tierra", es decir, debía descender a la tierra y ser hecha pecado, cargar con todos los pecados del mundo. Y cuando fuera levantada, TODO EL QUE MIRARA HACIA ELLA Y CREYERA, ERA SALVO DE LA PICADA MORTAL DE LAS SERPIENTES VENENOSAS.
Lanzar la vara al suelo no es convertir la Ley en una "serpiente". La Ley (que es sólo una parte de la Torah, no confundirlas porque no son sinónimos) no es pecaminosa, como se dice:
De manera que la ley ciertamente es santa; y el mandamiento es santo, justo y bueno. Entonces, ¿eso que es bueno llegó a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Es que el pecado ocasionó la muerte en mí por medio de algo bueno, para que el pecado fuera claramente expuesto como pecado, a fin de que el pecado por medio del mandamiento pudiera ser conocido como pecaminosidad sin medida. Romaniyim 7:12-13
Rechazar la palabra del Adón trae corrección porque nunca somos bendecidos y confirmados en nuestra rebelión. Esta corrección es parte de la "maldición" de la Ley. En última instancia es una bendición, pero parece como una maldición para aquellos que están siendo corregidos.
La propia Ley nos dice que somos bendecidos por la obediencia y maldecidos por la desobediencia:
Ahora bien, si obedeces a Yahweh tu Elohim, para observar fielmente todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, Yahweh tu Elohim te pondrá muy por encima de todas las naciones de la tierra. Todas estas bendiciones vendrán sobre ti y se realizarán, si le haces caso a la palabra de Yahweh tu Elohim. Devarim 28:1-2
Por el contrario, leemos acerca de las maldiciones de la Ley por la desobediencia en el pasuk 15:
Pero si no obedeces a Yahweh tu Elohim para observar fielmente todos sus mandamientos y leyes que yo te ordeno hoy, todas estas maldiciones vendrán sobre ti y se realizarán... Devarim 28:15 (ver hasta el 68)
La misma Ley que trae bendiciones por la obediencia también trae maldiciones por la desobediencia. En otras palabras, la vara de Moshe puede ser una serpiente o una ayuda en nuestro caminar. Pero para haSatán, esto era una clarísima muestra de cómo sería juzgado. Personalmente, yo creo que él tampoco entendió por completo, ya que se esforzó en cumplir con esta profecía e incitó a los judíos a entregar a Yahshua a los romanos, creyendo que así se libraba de su "problema".
La segunda señal, la lepra, se refiere al juicio de la carne y a la solución para los que serían salvos: la resurrección.
Dijimos que la lepra simboliza al pecado en la carne, la corrupción de nuestra carne, porque "el salario del pecado es la muerte", y la lepra es muerte:
Por eso, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado vino la muerte, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romaniyim 5:12
Shaúl nos dice aquí que el pecado entró en el mundo por el pecado de Adam, y que su pecado fue imputado a todos nosotros, haciéndonos responsables genéticamente de ese pecado. Por lo tanto, la pena por su pecado fue transmitida a todos nosotros, y la pena es la muerte, o la mortalidad.
Para ponerlo en términos más formales, el pecado de Adam fue imputado a nosotros; pero la muerte fue infundida en nosotros. Por lo tanto, no tenemos un alma pecaminosa que muere; tenemos un alma mortal que peca. Y entonces, como consecuencia, el salario de nuestro propio pecado es la muerte segunda, porque somos juzgados por nuestras obras.
En este sentido, este era el juicio a toda carne pecaminosa. La mano que entraba en el pecho y salía leprosa mostraba lo que había verdaderamente en el interior del hombre, pero bajo la orden de Yahweh de volver a guardarla en el pecho (que simboliza ser clavados en el madero en la muerte de Mashíaj) y volver a sacarla, ahora completamente limpia, implica el proceso completado de la salvación: la muerte ha sido vencida y la mano queda limpia en resurrección, todos resucitamos en Mashíaj.
Esta resurrección se presenta en dos formas o fases: la primera es cuando Elohim nos imputa la vida, cuando Él atribuye justicia para nosotros. La imputación se define en Romaniyim 4:17: "llamando a las cosas que no son como si fueran". En otras palabras, Elohim llama a los pecadores de justos, y a los mortales de inmortales. Él llama lo que no somos como que somos, ni siquiera "como si fuéramos a ser". Para Él, YA SOMOS. Esto establece nuestra posición legal ante Elohim como justos e inmortales, a pesar de que seguimos en el pecado, para enfermar, envejecer y morir, como "está ordenado a todo hombre", porque aún estamos en promesa. La segunda fase se completará en Su Segunda Venida, cuando pasemos a resurrección plenamente, y donde la situación legal se apropiará plenamente de la experiencia real:
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y que esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Disuelta fue la muerte en victoria! ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? porque el aguijón de la muerte es el pecado, y lo que da vigencia al pecado es la Ley. Pero gracias a Elohim, quien nos da la victoria por medio de nuestro Adón Yahshúa el Mashíaj. Qorintiyim Alef 15:53-57
La tercera señal era la sangre. En la manifestación exterior real de esta señal en los días de Moshe, se volvió en sangre toda el agua de Egipto. Esto era, por supuesto, un juicio de la Ley sobre Egipto, y los egipcios vieron esto como un desastre. Este era el juicio a lo que el mundo produce: muerte.
Ustedes no deben contaminar la tierra en que viven; porque la sangre contamina la tierra, y LA TIERRA NO PUEDE TENER EXPIACIÓN POR LA SANGRE QUE SE DERRAMA EN ELLA SI NO ES CON LA SANGRE DEL QUE LA DERRAMÓ. Bamidbar 35:33
De manera que, cuando llegue el juicio, la tierra entregará toda la sangre que ha sido derramada en ella. ¿Y dónde se encuentra? Esa sangre ha sido derramada en la Gran Bavel, que es el reino satánico a través de todas las épocas, el gran reino del príncipe de este mundo:
"Y en ella (Bavel) se halló la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido muertos en la tierra". Hitgalut 18:24
Cuando la tierra entregue a sus muertos, toda la sangre derramada será revelada y vengada en justicia. Esta fue la señal del juicio al mundo, realizada a haSatán y sus secuaces, para que la vieran y comprendieran. Aún así, la han ocultado a sus seguidores con sus mentiras.
Yahweh dijo a Moshe que si el pueblo no creía a la primera señal, creería a la segunda, y si no creían aún, creerían a la tercera. Lo mismo dice hoy. Si las personas no creen la primera señal, que fue dada a la humanidad en el madero, pueden creer en el momento de la segunda oportunidad, en la resurrección de los muertos, que será la Cosecha. En ese día, los vencedores serán levantados incorruptibles e inmortales, y a los que no sean encontrados con ropas para las Bodas, serán lanzados a las tinieblas de afuera por mil años. Esto será un castigo, pero ciertamente también será UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.
La obra de la restauración dará un salto cuántico, ya que estos vencedores darán testimonio de la Palabra en todos los rincones de la Tierra. En ese día, la Palabra saldrá de nuevo del monte Sión y de Yahrushalayim:
Y muchos pueblos vendrán y dirán: "Vengan, subamos al Monte de Yahweh, a la Casa del Elohim de Yaakov; para que él nos instruya en sus caminos, y para que caminemos por sus sendas". Porque de Tsiyón saldrá la Torah, de Yahrushalayim la palabra de Yahweh. YeshaYah 2:3
Más bien, ustedes se han acercado al monte Tsiyón, a la ciudad del Elohim vivo, a la Yahrushalayim celestial, a la reunión de millares de mensajeros, a la asamblea de los primogénitos que están inscritos en el cielo, a Yahweh el juez de todos, a la comunión espiritual de los justos que han llegado a la madurez, a Yahshúa el mediador de la nueva alianza, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Hevel. Ivrim 12:22-24
Los representantes de todas las naciones vendrán a aprender de Sus caminos. El gran Reino de la Piedra crecerá hasta convertirse en un gran monte que llene toda la tierra (Daniyel 2:35). En ese día, muchos creerán esta segunda señal que se le dio a Moshe. Aunque la mayoría de las personas no creían la primera señal, creerán a la segunda.
Y esto será todo, porque la tercera señal es ya la del juicio, y a él serán sometidos todos los que no hayan creído a las dos primeras señales, leamos nuevamente para que quede claro:
"Y si no te creen o no le hacen caso a la primera señal, creerán en la segunda. Y si no se convencen por estas dos señales y todavía no te hacen caso, toma un poco de agua del Río y viértela sobre el suelo seco; y el agua que saques del Río se convertirá en sangre sobre el suelo seco". Shemot 4:8-9
Como podemos ver, Yahweh dice que pueden creer a la primera y segunda señal, pero que si no creen, se mostrará la tercera, y ya no menciona que puedan creer. Esto es así, porque este será el juicio final, cuando se abran todos los libros:
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se halló para ellos. Vi también a los muertos, grandes y pequeños, que estaban de pie delante del trono, y se abrieron los libros. Y se abrió otro libro, que es el libro de la vida. Y juzgaron a los muertos a base de las cosas escritas en los libros, de acuerdo a sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Sheol entregaron los muertos que estaban en ellas; y los juzgaron, a cada uno según sus obras. Y a la Muerte y al Sheol las lanzaron al lago de fuego. Esta es la muerte segunda, el lago de fuego. Y al que no se halló inscrito en el libro de la vida lo lanzaron al lago de fuego. Hitgalut 20:11-15