PIEDRAS VIVAS
CLE02 112
El Ojel Moed 44
El Shabat Y El Ojel Moed 02
Una Señal De Unidad Con Elohim
Elohim volvió a hablar del shabat después de revelar el tabernáculo y su mobiliario, y seleccionar a los constructores según criterios específicos. Parece que Elohim estaba diciendo: "No olvides Mi shabat. Aún cuando ustedes no trabajen por su propia cuenta, y trabajen para Elohim, no deben usar eso como pretexto para trabajar continuamente. No se imaginen que ustedes pueden trabajar continuamente porque edifican Mi morada. No debe ser así. Aún cuando ustedes trabajan por Mí, en la obra de edificación del tabernáculo, ustedes deben llevar una señal indicando que son Mi pueblo y que me necesitan. Ustedes no saben, pero aún estamos en la etapa de las sombras, pintando cuadros para ayudar a los que vendrán más adelante. Por lo tanto deben empezar por disfrutarme, luego podrán trabajar no solamente por Mí, sino también conmigo, en unidad conmigo. Yo seré la fuerza y la energía de su trabajo, la dirección y el fundamento, porque si ustedes trabajan por su propia cuenta, me insultarán. Deben trabajar conmigo, por Mí y en unidad conmigo, en la edificación de Mi morada. Estaré muy contento si trabajan de esta manera, pero si intentan hacer una buena obra por Mí con sus propios esfuerzos, dejándome a un lado, me insultarán, porque ésta es la señal del pueblo de haSatán. Ustedes son Mi pueblo y deben llevar una señal indicando que me necesitan como su deleite, fuerza, y energía. Podrán trabajar por Mí cuando Yo sea su todo. Esta manera de trabajar me honra y Me glorifica. Eso significa que llevarán una señal indicando que son Mi pueblo".
Todos debemos aprender la lección esencial acerca del shabat. Cuando llegué a la restauración, me encontré (entre otros) con este dilema: ¿shabat o domingo? ¿Shabat o sábado? ¿Qué día cae? ¿Empieza de día o de tarde? En fin, muchas controversias, que terminaban en discusiones sangrientas y bloqueos apocalípticos. Todos tenían una opinión, que después descubrí que en prácticamente ningún caso era propia.
Ahora puedo afirmar que esta clase de argumento es todo un desperdicio, porque discute un término basado en diferentes reglas: según la Era de Pésaj o según la Era de Shavuot, y nosotros ya deberíamos estar observando todo con los ojos puestos en la Era de Sukot. El shabat significa que antes de trabajar por Elohim, debemos disfrutarle y llenarnos de Él. El shabat no es sólo un cierre para la semana humana, sino mucho más, la forma de prepararnos para comenzar la siguiente. Como esto apunta a un futuro perfecto, en la sombra del shabat guardamos el séptimo día de cada semana. ¿Por qué? Porque después de disfrutar a Elohim en el shabat, y de llenarnos de Él, tendremos la capacidad de obrar CON Él, en la siguiente semana que inicia. Adam no llegó a llenarse de Elohim, por eso la humanidad no sabe qué es eso. Yahweh dio el shabat a los yisraelitas como una señal (y una señal no es sino algo que apunta a un cumplimiento más cabal) de que los que lo guardaban estaban esperando entrar en Su Reposo. Lamentablemente, como en todo, ha habido y hay muchos que guardan mandamientos de manera religiosa, sin el corazón, y por eso Yahweh asegura que muchos no entrarán en Su Reposo.
Nosotros tenemos un shabat cada semana de días, pero Yahweh nos está esperando en Su shabat perfecto, el cual es el Milenio, que será la Era del Reino. En este shabat deberemos aprender a llenarnos de Él de forma práctica y concreta. No a recibir el Ruaj, ese ya lo hemos recibido pero no hemos aprendido a llenarnos a plenitud aún. Entonces, estaremos aptos para entrar en la siguiente semana, esta vez ya perfectos. Esta es una sombra que debemos aprender a trasladar a nuestra realidad espiritual, porque tal vez en este plano sea una sombra, pero desde los cielos se ve nuestro estado espiritual, y el shabat es ciertamente una cosa que se debe guardar en el ruaj, no en rituales. Ya deberíamos haber aprendido esto, porque tenemos al ruaj que gime en nuestro interior, y ese es el Ruaj de Mashíaj. Hoy guardamos un shabat que es una pequeña señal de lo que aguardamos, pero debemos guardarlo como un día en que nos llenamos de Elohim para trabajar CON Él. Para el mundo, será una señal de separarnos para Yahweh, pero para los cielos debe ser la señal de que estamos convirtiéndonos de hecho en Su Pueblo-Amén.
Los primeros creyentes, los yisraelitas, sólo pudieron guardar la sombra de todo. Históricamente, la humanidad había ya pasado sus primeros "días de sombra" en la Era de Pésaj, por lo que cuando llegó Shavuot y fue derramado el Ruaj, los creyentes recibieron la manera práctica de alcanzar lo que había sido prometido antes. Sin embargo, este derramamiento del Ruaj no fue aún completo sino parcial, por eso la mayoría de los creyentes ha avanzado bastante poco. Aún debemos alcanzar la etapa final, la Era de Sukot, que es el Reposo mismo del séptimo día de Yahweh, la Era del Reino, donde los vencedores alcanzarán la plenitud en la primera resurrección, y estarán capacitados para comenzar a poner en práctica ese dominio y autoridad en comunión perfecta con el Padre. El resto estará aprendiendo a redimir el tiempo que perdieron, una vez que en esa etapa se comenzará a trabajar para producir los frutos que deberán ser presentados en el juicio. Todos deberán presentar sus frutos.
Esta obra no la haremos nosotros, sino Elohim mismo. La idea central es LLENARNOS DE ELOHIM, lo que equivale a mezclarnos por completo con Él, para obtener en plenitud la mente de Mashíaj. Esa mente ya está en nosotros, es la que tantas veces nos indica el camino correcto, pero aún es muy pequeña, y nuestro viejo hombre estorba que nos guie por completo. Tampoco nos hemos llenado de Él en la forma correcta. Necesitamos llenarnos de Elohim para que riegue nuestra tierra interior y haga crecer nuestro nuevo hombre.
Consideremos la situación de Kefá en el día de Pentecostés. Cuando Kefá se levantó para predicar la Besorah, no lo hizo por sí mismo. El predicó por este Elohim que lo había llenado. En su predicación de la Besorah, Kefá no estaba vacío. El predicó la Besorah por el Elohim y Ruaj que lo llenaba. Por tanto, Kefá llevaba la señal de colaborador de Elohim, y su predicación de la Besorah honraba y glorificaba a Elohim. Aún así, esa "llenura" no era en plenitud, porque no duró siempre. Creo que muchos de nosotros podemos testificar que hemos experimentado esa llenura alguna que otra vez, pero no es lo mismo que permanezca de forma constante.
La gente de este mundo se esfuerza en sus trabajos. No llevan ninguna señal indicando que pertenecen a Elohim, ni disfrutan a Elohim, no descansan con Elohim, ni trabajan con Elohim. Nuestra situación es totalmente distinta, si es que sí llevamos Su señal. ¿Cuál es la señal que llevamos? Esta es la señal: descansamos CON Y EN Elohim, lo disfrutamos en plenitud y nos disponemos a esperar en Él a ser llenados para cada semana nueva de trabajo CON Él. No estoy hablando de fortalecernos para ir a encarar a nuestro jefe o nuestros problemas mundanos, sino que hablo de la Obra de Yahweh. Éste es nuestro trabajo verdadero; el trabajo del mundo es secundario, apenas para cubrir nuestras necesidades. Ese trabajo en el mundo es la forma en que, en esta actualidad bajo yugo de hierro, nuestro Adón nos suple y hasta nos prospera, siempre que por esa propiedad no nos desviemos de Él y Su Obra, e inclusive forma parte del campo en el que el Padre nos ha colocado para que levantemos Su Reino. No debemos tomarlo como que se trata de dos cosas separadas, ni de que el mundo viene en primer lugar. Entonces, primero estamos llenos de Elohim y luego trabajamos con ese Elohim que nos llena, y así trabajamos en unidad con Él.
Este shabat es mucho más que un día, porque representa LA FUERZA CON LA CUAL NOS ALIMENTAMOS PARA HACER CUALQUIER COSA. Por eso, en nuestra situación parcial, no alcanza con un día a la semana, debemos tener "shabatot instantáneos", y cualquiera con un poco de experiencia creyente me dará la razón, ya que no alcanzamos a "cubrirnos" de lo contrario. Por ejemplo, cada vez que me dispongo a ministrar la Palabra, sea en una charla o en un escrito, o en una reunión o en la oración, lo único que pido a Elohim es Su unidad conmigo en mi hablar. Necesito pedirle que no sea yo quien habla, piensa o escribe, sino que sea Él hablando a través de mí, su simple instrumento. Si hablamos de esta manera, toda la honra y gloria sería para Elohim, en todo. Aunque alguno pudiera tratar de entregarla a nosotros, en seguida la derivaríamos al que verdaderamente le corresponde. Esta es la señal del shabat en nuestras vidas prácticas. Es la señal del Ruaj OPERATIVO en nuestro interior, que nos da la energía, el objetivo, la meta de Yahweh, y Su energía y dirección para cumplirlo. No son nuestros objetivos, son los Suyos, pero realizados a través de nosotros. Busquemos en todas las cosas que realizamos llevar una señal mostrando que nuestro Adón Yahshua es nuestro shabat, es la fuerza poderosa en nuestro interior a través de la cual el Padre nos alimenta cuando DESCANSAMOS EN ÉL, no sólo un día en la semana, sino en todo momento del día. Él es nuestro descanso, nuestro refrigerio, nuestra energía, nuestra fortaleza, y nuestro todo para ministrar la Palabra.
En Shemot 31:12-17, se exhorta a los constructores del tabernáculo a iniciar el trabajo después de descansar con Elohim y de recibir refrigerio. Entonces podían trabajar para Él y con Él. Esta obra no iba a continuar indefinidamente; tendrían períodos de seis días de trabajo y un día de descanso. Cada período humano, en verdad, debería iniciar con un día de descanso, y continuar con seis días de trabajo, pero por causa de la rebelión del hombre, el orden fue invertido y fuimos condenados a trabajar seis días y descansar uno, en el cual debíamos meditar sobre eso en la Era de Pésaj y aprender a andar en Él y llenarnos en la Era de Shavuot.
Consideremos una imagen en la cual un hijo está con su padre a un lado de una calle, mientras le enseña cosas. Al otro lado, sin embargo, se encuentra un enemigo de ese padre, que incita al hijo a cruzar de vereda, cosa que el niño finalmente hace. En ese momento comienza el trabajo del padre para recuperar a su hijo de manos de su secuestrador, pero el hecho al que quiero apuntar para que comprendamos, es que la visión de Yahweh a sus hijos perdidos es una perspectiva que parte de Él y apunta a nosotros, en la otra vereda, mientras que nuestra perspectiva es desde la vereda de enfrente. Él debe ir a nosotros, pero nosotros debemos regresar a Él, de manera que podemos comprender esta "visión invertida". Ya que el hombre eligió cruzar la vereda, para regresar deberá hacer el camino invertido. Es lo mismo que hemos visto sucede en el Tabernáculo: en un extremo tenemos el arca representando a Yahweh, y en el otro está la puerta de entrada al atrio, donde está el hombre en el desierto. Desde el punto de vista de Yahweh, el camino a recorrer comienza en el oro, pasa por la plata y llega al bronce, pero desde el punto de vista del hombre, nosotros comenzamos por el juicio, pasamos por la redención y llegamos a ser uno con Yahweh nuevamente. Ese camino, tanto de ida como de vuelta, es Mashíaj.
Hemos dado énfasis a varios puntos: el shabat es el séptimo día para Elohim y debía ser el primer día para el hombre; Elohim trabajaba para el deleite y descanso del hombre y el hombre disfrutaba lo que Elohim había cumplido en Su obra, y eso le permitía trabajar con Elohim. En su primer día, el hombre debía disfrutar lo que Elohim había realizado en los seis días anteriores. En los seis días siguientes, el hombre trabajaba CON Elohim, representándolo y ejerciendo autoridad sobre todo. Después de trabajar seis días, el hombre debía regresar a disfrutar nuevamente lo que Elohim había cumplido a través de él, y así sucesivamente. Esto se parece a un ciclo. Hoy, si queremos guardar el verdadero shabat (según nos corresponde en nuestra Era), debemos aprender a "invertir" este ciclo, utilizando a fondo el shabat para llenarnos de Él y encarar la siguiente semana CON Él, en la mayor medida posible. Este ciclo es una señal de que somos uno con Elohim, y es una señal que no se ve sólo en la tierra, sino que alegra a los cielos y hace temblar al Reino de las Tinieblas.
Mashíaj Es El Camino Que Nos Conduce Al Shabat Eterno De Yahweh
Hay muchas revelaciones preciosas que están ocultas en las Escrituras, y hemos visto muchas de ellas en los mensajes anteriores. En este mensaje veremos dos revelaciones más: el significado de guardar el shabat y el significado del ayuno. Oro pidiendo que a medida que leamos este mensaje, las expresiones particulares que contiene el bosquejo lleguen a ser RÉMA para nosotros y penetren nuestro ser. Vamos a hacernos una escapada al libro de YeshaYah, porque solamente en este ministerio hallamos una clara revelación con respecto al significado intrínseco del shabat y del ayuno. Oro para que el Adón nos dé un oído que oiga lo que el Ruaj dice a las congregaciones. El hablar del Ruaj puede cambiar nuestra vida.
El verdadero significado de guardar el shabat es que cesamos nuestras actividades, detenemos nuestra obra, somos "despedidos" del trabajo, y disfrutamos de lo que el Adón hizo por nosotros, bebiendo de Él, el Ruaj consumado, como las aguas de vida.
Feliz es el hombre que hace esto, el ser humano que persevera en eso: que guarda el shabat sin profanarlo, y que aparta su mano de hacer lo malo. YeshaYah 56:2
Podemos dar gracias al Adón Yahshua, y podemos invocar Su nombre. Cuando invocamos: "Adón Yahshua", bebemos de Él. Hacer famosas en los pueblos Sus obras y recordar que Su nombre es engrandecido (pasuk 4), equivale a profetizar, hablar por el Adón y predicar la Besorah, las buenas nuevas. Cada vez que invocamos el nombre del Adón, damos gracias a Él, profetizamos, predicamos la Besorah, clamamos y damos gritos de alabanza al Adón, bebemos de Él como las aguas de la salvación.
Guardar el shabat de esta manera equivale a que se nos ponga fin y seamos reemplazados por Mashiaj, a fin de entrar en Él y descansar en Él para re-entrar en la eternidad. Elohim no quiere lo que somos en nosotros mismos; Él únicamente quiere a Mashiaj. Veamos este asunto de tomar a Mashiaj como nuestro reemplazo al examinar algunas porciones de la Palabra.
En Mordejai 9 el Adón se transfiguró delante de Kefá, Yaakov y Yahanan, y entonces Kefá dijo algo absurdo. El caso de Kefá nos debe alentar porque, al igual que él, estamos plagados de errores. En el pasuk 5 Kefá dijo:
"Rabí, bueno es que nosotros estemos aquí; hagamos tres tiendas, una para Ti, otra para Moshe, y otra para EliYah".
Por una parte, Kefá no debió haber dicho nada; por otra, alabamos al Adón porque sí dijo algo; de lo contrario, quizás el Padre no hubiese hablado desde los cielos. Mientras Kefá hablaba:
Entonces vino una nube que los cubrió con su sombra, y de la nube salió una voz que dijo: "Este es mi hijo amado; óiganlo a él". Pero de repente miraron alrededor y ya no vieron a nadie más con ellos, sino sólo a Yahshúa. Mordejai 9:7-8
Tomar a Mashiaj como nuestro reemplazo significa salir de las sombras para entrar en la realidad de las mismas: Mashíaj mismo. Moshe representa a la Ley externa y EliYah representa a los profetas. Ambos fueron enviados a un pueblo que no tenía ojos para ver ni oídos para oír, por eso todo eran sombras, todo era externo, pero entonces Mashíaj pagó la deuda y abrió la puerta para que el hombre lo recibiera en su interior y pudiera, al estar reconectado, VOLVER SOBRE SUS PASOS, regresar a Su fuente, ahora con la Torah y la Palabra en su interior (la ley y los profetas). Claro, si está en nuestro interior no podemos guardarla externamente...
Por eso hoy queremos oír a Yahshua directamente. Oír a Yahshua sólo es tomar a Mashiaj como nuestro reemplazo, porque Él mismo es la Torah (la Ley) y la Palabra (los profetas). La restauración del Adón es la restauración de "Yahshua solo". Únicamente Yahshua es nuestro reemplazo universal y que lo incluye todo. Él reemplaza a Moshe, que representa la ley; Él reemplaza a EliYah, que representa los profetas; Él reemplaza nuestro viejo yo, nuestra carne y nuestra mente. En resumen, Yahshua reemplaza a todos y a todo en el universo entero, PORQUE ÉL SIEMPRE FUE ESE TODO. Claro que antes el hombre no tenía la capacidad de incorporarlo, porque aún no había sido pagada la deuda y liberados los cautivos. Finalmente, en este universo estará Yahshua solo, para alabanza de la gloria de Su gracia, porque Él es todo:
Y además, él es la cabeza del cuerpo, que es la congregación. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo él tenga la preeminencia. Qolasiyim 1:18
Y nos lleva al todo:
Pero cuando le hayan puesto en sujeción todas las cosas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Yahweh sea el todo en todos. Qorintiyim Alef 15:28
Si comprendemos esto, le daremos a Él libre acceso en todos los aspectos de nuestro vivir.
Este asunto del reemplazo puede ejemplificarse con la ilustración del injerto. En Romaniyim 11 vemos un cuadro de dos árboles: el olivo cultivado y el olivo silvestre. Mashiaj es tipificado por el olivo cultivado (y también es el jardinero, y el hijo del dueño del huerto), y nosotros somos tipificados por las ramas del olivo silvestre.
Además, si la primicia es santa, también lo es toda la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. Y si algunas de las ramas fueron desgajadas y a ti, siendo olivo silvestre, te han injertado entre ellas y te han hecho copartícipe de la raíz, es decir, de la abundante savia del olivo, no te jactes contra las demás ramas. Y si te jactas en contra de ellas, no eres tú quien sustentas a la raíz, sino la raíz a ti. (...) porque si a ti te cortaron del olivo silvestre y contra la naturaleza te injertaron en el buen olivo, ¡cuánto más a éstos, que son las ramas naturales, los injertarán en su propio olivo! Romaniyim 11:16-18,24
Cuando Mashiaj murió en el madero, nosotros fuimos clavados en el madero juntamente con Él y por lo tanto fuimos cortados de Adam, el olivo silvestre, e injertados en Mashiaj. Habiendo sido injertados en Mashiaj, ahora vivimos en Él, por causa de Él, por medio de Él y con Él; y Él vive en nosotros, con nosotros, a través de nosotros y por medio de nosotros. Por lo tanto, Mashiaj y nosotros tenemos una misma vida y un mismo vivir. Ésta no es una vida intercambiada, sino una vida injertada. Él se injertó en nosotros como nuestro nuevo hombre, y además nos injertó en Él mismo como el olivo cultivado. En otras palabras, compartimos una misma vida y un mismo vivir con esta persona. Él no nos intercambió removiéndonos por completo, de modo que sólo Él permaneciera. Más bien, seguimos siendo ramas, pero ahora estamos injertados en Mashiaj. Como ramas injertadas en Mashiaj, el olivo cultivado, Su savia vital, Su jugo vital, está entrando en nosotros y eliminando todos los "gérmenes", deficiencias y defectos en nuestro ser, los está matando al matar nuestro viejo hombre, y estamos siendo mezclados con Mashiaj en nuestro nuevo hombre. Él vive en nosotros, por medio de nosotros, con nosotros y a través de nosotros, y al hacerlo Él nos está transformando al mezclarse con nosotros.
Creer en el Adón Yahshua es entrar por la puerta que nos abre el camino de regreso al verdadero Shabat de Yahweh, al día del que nos perdimos entrar por causa de la desobediencia de nuestros padres. El día en que fuimos salvos, fuimos "despedidos" del mundo y del trabajo propio, y reemplazados con Mashiaj.
"Con Mashiaj estoy juntamente clavado en el madero, y ya no vivo yo, mas vive Mashiaj en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Elohim, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí". GalutYah 2:20
En esto consiste guardar el shabat. Alabado sea el Adón que estamos juntamente clavados en el madero con Mashiaj, y que ya no vivimos nosotros, pero vive Mashiaj en nosotros. No obstante, este pasuk también dice: "Y LA VIDA QUE AHORA VIVO". Por una parte, estamos juntamente clavados en el madero con Mashiaj, pero por otra parte, ahora VIVIMOS una vida. Así pues, podemos ver que esto no es una vida intercambiada, sino que estamos siendo reemplazados con Mashiaj a fin de que lo poseamos a Él como nuestra nueva persona, nuestra nueva vida y nuestro nuevo vivir.
Este pasuk concluye diciendo que esa vida la vivimos "en la fe del Hijo de Elohim". Éste es el significado de guardar el shabat en la vida de un creyente. El viejo "yo" que fue clavado en el madero con Mashiaj no tenía divinidad, no tenía a Elohim; mientras que el nuevo "yo" tiene a Mashiaj como su vida y persona. El viejo "yo" fue clavado en el madero y nuestro nuevo hombre nació de lo alto (nacimos de nuevo), y recibimos nuestro nuevo hombre, el cual ya incluye la divinidad porque es el Ruaj de Mashíaj. Por lo tanto, el nuevo "yo" que recibimos en semilla, AL CRECER ES EL HOMBRE MÁS ELOHIM, ES UN HOMBRE-ELOHIM. Si no lo hacemos crecer (y lamentablemente la mayoría no lo hace), no habrá esa mezcla que Yahweh pretende.
La expresión "ya no vivo yo" no indica una vida cambiada por otra, o sea, una vida en la cual Mashiaj entra y nosotros salimos; porque más adelante en este pasuk Shaúl dice: "vivo yo". Como personas nacidas de nuevo (recordando que la expresión "regenerado" significa "generado de nuevo", lo cual no implica resurrección sino re-creación, no algo viejo hecho nuevo sino algo completamente nuevo, porque todos nosotros estamos aún bajo promesa de la resurrección), tenemos el viejo hombre, el cual ha sido clavado en el madero (Romaniyim 6:6) y acerca del cual Shaúl dijo: "Ya no vivo yo", y también tenemos un nuevo "yo" con respecto al cual Shaúl dijo:"vivo yo". El viejo "yo" que fue terminado, no tenía divinidad; pero al nuevo "yo" le ha sido añadido Elohim como vida.
Mashiaj era el que vivía, pero vivía en Shaúl. Mashiaj y Shaúl tenían una sola vida y un sólo vivir.
Así pues, GalutYah 2:20 es el testimonio de una persona que está siendo reemplazada con Mashiaj y que por eso tiene su mente, su deseo de agradar al Padre, y por ese motivo guarda el shabat como señal de la promesa que está aún aguardando. También guarda el resto de la ley (Torah) y toda la Palabra porque ambas están siendo grabadas en su interior, son parte de este nuevo hombre recibido.
Toda la vida de los creyentes debería ser esta clase de shabat. Toda nuestra vida creyente debería ser un shabat, y como veremos, deberíamos ayunar durante toda nuestra vida creyente.
El Significado Intrínseco De Guardar El Shabat
Ayunar es abstenerse de todo, o sea, no gustar de nada que no sea Mashiaj, y gustar únicamente de Mashiaj. Es en este sentido que debemos ayunar cada día de nuestra vida creyente. Por un lado, en ocasiones existe la necesidad de ayunar en términos físicos; no estoy minimizando esa práctica. Por otro lado, en un sentido espiritual necesitamos ayunar de manera intrínseca todos los días, lo cual significa que no debemos gustar otra cosa que no sea Mashiaj y debemos gustar y comer únicamente de Mashiaj.
Este extenso shabat se convierte en una fiesta en la que cesamos todo nuestro obrar y somos reemplazados con Mashiaj. Es un shabat "perpetuo", por así decir. Guardar un día a la semana fue una sombra que debería habernos conducido a aplicarlo espiritualmente a todos los días de nuestra vida; sin embargo, hubo que esperar a la Era de Shavuot para recibir el Ruaj que nos mostrara esas cosas, e inclusive aún debemos esperar a la Era de Sukot para su aplicación más profunda. Hoy ya hemos adquirido esa comprensión. Cesar todo nuestro obrar implica negarnos a nosotros mismos. Debemos ejercitar nuestro ruaj para negarnos continuamente a nosotros mismos y vivir por otra vida:
"Si alguno quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su madero y sígame. MattiYah 16:24 (también Mordejai 8:34, Luka 9:23).
En esto consiste guardar el shabat. Negarnos a nosotros mismos y vivir por Mashiaj como nuestra vida equivale a ser reemplazados con Mashiaj. En términos prácticos, nos negamos a nosotros mismos y vivimos por Mashiaj cuando oramos. Cada vez que oramos, estamos declarando y reconociendo que somos nada y que no podemos hacer nada. Por tanto, orar es negarse a sí mismo y vivir a Mashiaj como nuestra vida a fin de ser reemplazados con Mashiaj.
La oración más sencilla que nos permite ser reemplazados y mezclados con Mashiaj es invocar el nombre del Adón. Jamás debemos "graduarnos" de esta práctica vital. Debemos invocar continuamente Su Nombre Kadosh, el del Hijo que crece en nuestro interior, y el del Padre que lo "riega", hasta que entremos en el Reino en plenitud. Nuestra vida diaria debe estar impregnada de esta práctica de invocar el nombre del Adón, en cada momento de necesidad, y eso no es sólo si no conseguimos hacer algo, sino MUCHO MÁS CUANDO CONSEGUIMOS Y PRETENDEMOS HACERLO SOLOS. En términos prácticos, cuando invocamos: "Adón Yahshua", nos detenemos a nosotros mismos, nos ponemos fin a nosotros mismos, hacemos que nos "despidan" del trabajo y somos reemplazados con Mashiaj. Esto es algo extraordinario, y éste es el resultado de tener un verdadero shabat.
Cuanto más comprendamos que ya no vivimos nosotros, sino que es Mashiaj quien vive en nuestro ser, más beberemos de las aguas.
En el séptimo día, el shabat, Elohim reposó debido a que acabó Su obra y estaba satisfecho; la gloria de Elohim sería manifestada debido a que el hombre portaba la imagen de Elohim, y la autoridad de Elohim sería ejercida para subyugar a Su enemigo, haSatán. Siempre y cuando el hombre exprese a Elohim y ponga fin a Su enemigo, Elohim tendrá reposo. Según Bereshit 1, cada vez que Elohim creaba algo durante los primeros seis días, Él declaraba que era "bueno" (Bereshit 1:4, 10, 12, 18, 21, 25). Pero después que Elohim creó al hombre, Él declaró que era "muy bueno" (pasuk 31). Cuando Elohim considera que algo es "muy bueno", significa que es importante. Por tanto, dice:
"El séptimo día acabó Elohim la obra que había hecho, y reposó el séptimo día de toda la obra que había hecho. Y bendijo Elohim el séptimo día y lo santificó, porque en él Elohim reposó de toda la obra que había creado y hecho". Bereshit 2:2-3
Elohim reposó, fue refrescado y satisfecho debido a que había creado al hombre a Su imagen para que le expresara y lo representara a fin de poner fin al enemigo de Elohim. Por lo tanto, Elohim podía reposar. El reposo de Elohim incluye el hecho de que Él es refrescado y satisfecho; y cuando lo tomamos como nuestro reposo, nosotros también nos sentimos refrescados y satisfechos con Él. Así siendo, tomar a Mashiaj como nuestro reposo shabático implica un reposo mutuo para Elohim y el hombre. A fin de tomar a Mashiaj como nuestro reposo shabático cada día, debemos ser llenos, empapados, impregnados, unidos, mezclados e incorporados con Mashiaj, al dedicar un tiempo personal para ser infundidos con Él al comienzo de cada día.
Quiero resaltar que hablamos de "reposo shabático diario" no porque estemos inventando una nueva práctica; al final, NO ESTAMOS HABLANDO DE RITUALES. Decimos esto para que comprendamos que en nuestro estado de parcialidad (que muchos no ven y creen ya estar "en victoria total") no tenemos siquiera la capacidad de alimentarnos un día a la semana y nada más, a fin de estar alimentados para el resto de los 6 días (mucho menos para una realidad de semanas de mil años). Por eso necesitamos "shabatizar" nuestras vidas. Al final de cuentas, ESTAMOS CAMINANDO HACIA ESE REPOSO.
Debemos recordar permanentemente que debemos ser infundidos con Mashiaj. Moshe subía a la montaña para pasar tiempo siendo infundido con Elohim, y cuando descendía de la montaña, él brillaba con Elohim, e irradiaba a Elohim. Yahshua mismo subía a la montaña para encontrarse con su Padre a solas, lejos de las multitudes.
Cada día tenemos necesidad de "subir a la montaña" donde podemos disfrutar a Elohim y ser infundidos con Él, de modo que al concluir nuestro tiempo personal con el Adón, brillemos con Elohim e irradiemos a Elohim. Éste es el precio que debemos estar dispuestos a pagar cada día, para volver a casa.
¡Cuán maravilloso es que el hombre pueda realmente brillar con Elohim e irradiar a Elohim! Ciertamente hemos visto hermanos y hermanas que brillan con Elohim. El brillar con Elohim e irradiar a Elohim es una escena asombrosa. Esto significa que el hombre expresa a Elohim, que Su Nombre es levantado, alabado y glorificado sobre esta tierra, y allí donde eso sucede, es levantado Su Reino.
Según Romaniyim 5:17, al ser infundidos con Elohim, irradiar a Elohim y ser llenos de la vida de Elohim, recibimos la abundancia de la gracia, la abundancia del deleite de Mashiaj, y por lo tanto, reinamos en vida. Reinamos en vida no sobre nuestros compañeros de trabajo o de estudio, ni sobre nuestro cónyuge, sino sobre HaSatán, el pecado, la muerte e incluso sobre nuestro yo corrupto, nuestra carne. Además, reinamos en vida al llevar la vida del Cuerpo.
Romaniyim 16:20 indica que el Elohim de paz aplastará a HaSatán bajo los pies de las congregaciones locales. Así que, es bueno estar en la realidad de la vida del Cuerpo en la vida de congregación, donde HaSatán es aplastado bajo nuestros pies.