PIEDRAS VIVAS
CLE02 114
El Becerro De Oro 01
El Quebrantamiento De La Ley
El Quebrantamiento De La Ley Por Medio De La Idolatría
Ahora llegamos al quebrantamiento de la ley.
Cuando el pueblo vio que Mosheh tardaba tanto en bajar del monte, el pueblo se congregó contra Aharón y le dijo: "Ven, haznos un Elohim que vaya delante de nosotros, porque este hombre Mosheh, que nos sacó de la tierra de Mitsráyim –no sabemos lo que le ha sucedido". Aharón les dijo: "Quítenles los aretes que tienen en las orejas sus esposas, sus hijos, y sus hijas, y tráiganmelos". Y todos en el pueblo se quitaron los aretes que llevaban en las orejas y se los trajeron a Aharón. Éste los recibió de ellos y los echó en un molde, y con ellos hizo un becerro de oro. Y ellos exclamaron: "¡Éste es tu Elohim, oh Yisrael, que te sacó de la tierra de Mitsráyim!". Cuando Aharón vio esto, edificó un altar delante de él; y Aharón anunció: "¡Mañana habrá una festividad de Yahweh!". Temprano al día siguiente, el pueblo presentó ofrendas quemadas y trajo sacrificios de bienestar; se sentó a comer y a beber, y luego se levantó a danzar. Yahweh le habló a Mosheh: "Apresúrate a bajar, que tu pueblo que sacaste de la tierra de Mitsráyim, se ha corrompido. Han sido prontos en apartarse del camino que les ordené. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él y le han hecho sacrificios, diciendo: "¡Este es tu Elohim, oh Yisrael, que te sacó de la tierra de Mitsráyim!". Yahweh le dijo además a Mosheh: "Veo que este es un pueblo testarudo. Ahora, deja que se encienda mi ira contra ellos y que los destruya, y haga de ti una gran nación". Pero Mosheh le imploró a Yahweh su Elohim, y le dijo: "Que tu ira, oh Yahweh, no se encienda contra tu pueblo, que tú libraste de la tierra de Mitsráyim con gran poder y con mano fuerte. Que no digan los mitsritas: "Fue con mala intención que los libró, sólo para matarlos en las 'castigar a tu pueblo. Acuérdate de tus servidores Avraham, Yitzjak, e Yisrael, cómo les juraste por ti mismo y les dijiste: Haré a su linaje tan numeroso como las estrellas del cielo, y le daré a su linaje toda esta tierra que he mencionado, para que la posea para siempre". Y Yahweh renunció al castigo que había planeado traer contra su pueblo. Enseguida Mosheh se volvió y bajó del monte llevando las dos tablas de la Alianza, tablas escritas en las dos superficies: estaban escritas por un lado y por el otro. Las tablas eran obra de Elohim, y la escritura era la escritura de Elohim, grabada sobre las tablas. Cuando Yahoshúa oyó el sonido del pueblo en su turbulencia, le dijo a Mosheh: "Hay un clamor de guerra en el campamento". Pero él respondió: "No es el sonido de la melodía triunfal, ni el sonido de la melodía de derrota; ¡es el sonido de canciones lo que oigo!". Tan pronto como Mosheh se acercó al campamento y vio el becerro y el baile, se llenó de ira; y lanzó las tablas de sus manos y las quebró al pie del monte. Tomó el becerro que habían hecho y lo quemó; lo molió y lo hizo polvo y lo esparció sobre el agua e hizo que los yisraelitas la bebieran. Shemot 32:1-20
¿Por qué nosotros seres humanos no podemos guardar la ley, y la quebrantamos? La respuesta a esta pregunta involucra un principio importante. Este principio es el siguiente: quebrantamos la ley porque tenemos ídolos. Cada quien tiene su propio ídolo. No necesitamos intentar deliberadamente quebrantar la ley de Elohim. Mientras tenemos un ídolo, los tres primeros mandamientos de la ley ya están quebrantados. Los tres primeros mandamientos están relacionados con el hecho de no adorar otros dioses, de no hacer imagen grabada, y de no usar el nombre de Elohim en vano. Estos mandamientos están relacionados con Elohim. El cuarto mandamiento se refiere al shabat, y los seis últimos mandamientos involucran nuestra relación con los demás. Todo aquel que tiene un ídolo quiebra los tres primeros mandamientos.
No podemos guardar la ley porque tenemos ídolos. Si tenemos a Elohim y no permitimos que ningún ídolo lo sustituya, este mismo Elohim que disfrutamos se convertirá en nuestra habilidad de guardar Sus mandamientos. Como resultado, guardaremos la ley de Elohim.
Vemos este principio en los escritos de Yahanan. La Besorah de Yahanan y su primera epístola nos exhortan a guardar los mandamientos. Podemos cumplir esta exhortación porque el B'rit Hadashá nos revela que tenemos a Elohim dentro de nosotros como nuestro deleite. El Mashiaj que vive en nosotros y se convierte en nuestro deleite es nuestra fuerza para guardar la ley, y además EL DELEITE DE MASHIAJ ES EN SÍ LA OBSERVANCIA DE LA LEY. Esto significa que el Mashiaj que vive en nosotros y se convierte en nuestro deleite es en realidad la observancia de los mandamientos. No tenemos ninguna necesidad de intentar guardar los mandamientos por nosotros mismos. Nuestro deleite del Mashiaj que mora en nosotros se convierte espontáneamente en la observancia de los mandamientos.
¿Por qué los seres humanos no pueden guardar la ley? La gente no puede guardar la ley porque tienen ídolos que sustituyen a Elohim. Como lo hemos señalado, si tenemos a Elohim y no permitimos que los ídolos lo reemplacen, el Elohim que tenemos y que disfrutamos será nuestra fuerza para guardar la ley. Si tenemos a Elohim dentro de nosotros como nuestro deleite, jamás adoraremos a otro elohim, jamás nos haremos imagen grabada y tampoco tomaremos el nombre de Elohim en vano. Descansaríamos con Elohim y honraríamos a nuestros padres. Además, no mataríamos ni cometeríamos fornicación, no robaríamos, no mentiríamos, ni daríamos falso testimonio; no seríamos codiciosos. Guardaríamos todos los mandamientos de la ley, y esta observancia de la ley sería en realidad la experiencia del Elohim que mora en nosotros y que se convierte en nuestro deleite. Este es el primer principio que vemos en el relato del quebrantamiento de la ley en Shemot 31.
El B'rit Hadashá nos muestra que los fariseos, los saduceos, y los escribas quebrantaban la ley. La quebrantaban porque estaban llenos de ídolos, pero los discípulos de Yahshua podían guardar los mandamientos PORQUE ELOHIM SE HABÍA CONVERTIDO EN EL DELEITE DE ELLOS. Finalmente, los discípulos, incluyendo Kefá, Yahanan, y Yaakov, estaban llenos de Yahshua, y Él se convirtió en el deleite de ellos. Como resultado, ellos observaron espontáneamente los mandamientos.
Antes de recibir la ley, los hijos de Yisrael ya la habían quebrantado. La quebrantaron porque tenían un ídolo. No tenían la intención de quebrantar la ley. La quebrantaron simplemente por el hecho de tener un ídolo. Por lo tanto, el primer principio es el siguiente: la ley de Elohim es quebrantada cada vez que el pueblo tiene ídolos.
División, Idolatría Y Fornicación
Si conocemos los principios del B'rit Hadashá, nos daremos cuenta de que estos tres asuntos están relacionados uno con otro: la división, la idolatría, y la fornicación. La división acompaña a la idolatría y la idolatría a la fornicación, tanto espiritual como física. En realidad, la división es una fornicación espiritual.
En cuanto hicieron el becerro de oro, se produjo una división entre los hijos de Yisrael. Supongamos que el pueblo redimido de Elohim hubiese hecho más de un ídolo en Shemot 32. Se hubiera producido inmediatamente otra división. Diez ídolos causarían diez divisiones.
Las divisiones entre los creyentes se relacionan con los ídolos edificados "en el nombre de Elohim". Supongamos que un grupo de creyentes se reúne para adorar a Elohim. Después de cierto tiempo, algunos hermanos, infelices por la situación de ese grupo, decide iniciar otra reunión en la misma localidad. Esta es una división que involucra la idolatría. Shaúl pregunta: "¿Está dividido Mashiaj?" (Qorintiyim Alef 1:13). En el mismo principio podemos preguntar: "¿Está Elohim dividido?". Adoramos al mismo Elohim, por lo tanto ¿por qué debemos ser divididos? La división puede indicar, o por lo menos implicar, que algunos adoran algo que no es el verdadero Elohim. Podemos adorar algo o alguien en nombre de Yahweh, sin que eso sea Elohim mismo. Además, podemos adorar algo que no es Elohim, con ofrendas que deben ser ofrecidas a Elohim y de una manera adecuada para la adoración a Elohim.
Hemos visto que la división está relacionada con la idolatría. Cuando una persona comete idolatría, seguirá y cometerá fornicación. Fornicación significa confusión. Si alguien está confundido acerca de Elohim, ¿lo estará también en cuanto al hombre? En la carta a Tiatira en Hitgalut 2, vemos la idolatría y también la fornicación. La idolatría y la fornicación son dos hermanas malignas que siempre van juntas. Si una está presente, la otra estará presente también.
La principal fuente de división y de fornicación es la idolatría. Aharón hizo un becerro de oro, y eso causó una división. La división entre los hijos de Yisrael se debía a la adoración del becerro de oro.
En principio, el hecho de hacer el becerro de oro fue un abuso de los dones de Elohim. Los hijos de Yisrael usaron el oro que Elohim les había dado milagrosamente, e hicieron el becerro. Elohim sometió milagrosamente a los egipcios, y dio su oro a los hijos de Yisrael. Elohim deseaba que el oro dado a los hijos de Yisrael fuera empleado para la edificación de Su tabernáculo. Pero antes de erigir el tabernáculo, el pueblo abusó del oro usándolo para su auto-embellecimiento. Luego usaron este oro para hacer el becerro. Vemos así que el principio de idolatría involucra el abuso de lo que Elohim nos ha dado y el hecho de no usar Sus dones para Su propósito.
Principios De La Idolatría 01 - El Auto-Embellecimiento Conduce A La Idolatría
Esta porción de Shemot implica otro principio acerca de la naturaleza del ídolo, o del principio del ídolo. Vemos este principio:
Cuando el pueblo vio que Mosheh tardaba tanto en bajar del monte, el pueblo se congregó contra Aharón y le dijo: "Ven, haznos un Elohim que vaya delante de nosotros, porque a este hombre Mosheh —que nos sacó de la tierra de Mitsráyim—, no sabemos lo que le ha sucedido". Aharón les dijo: "Quítenles los aretes que tienen en las orejas sus esposas, sus hijos, y sus hijas, y tráiganmelos". Y todos en el pueblo se quitaron los aretes que llevaban en las orejas y se los trajeron a Aharón. Shemot 32:1-3
Vemos aquí la clase de material que usaron para hacer el ídolo. Por supuesto un ídolo debe ser hecho con algún material. En Shemot 30, el material que usaron para hacer el becerro era el oro de los aretes de las esposas, hijos, e hijas, de los hijos de Yisrael. Quizá los únicos en no tener aretes de oro eran los hombres mayores. No obstante, los hombres y mujeres jóvenes, y también las mujeres mayores, acostumbran embellecerse. Por tanto, en Shemot 32, tomaron los aretes de oro de las orejas de las esposas, de los hijos e hijas y los usaron para hacer el ídolo, el becerro de oro.
La gente se pone aretes para embellecerse. La cultura actual promueve el auto-embellecimiento. Los hombres y las mujeres gastan mucho dinero comprando artículos de belleza.
El auto-embellecimiento conduce a la idolatría. Esta es la razón por la cual Elohim dio a los hijos de Yisrael una orden relacionada con los atavíos:
Yahweh le dijo a Mosheh: "Dile al pueblo yisraelita: Ustedes son un pueblo testarudo. Si yo fuera en medio de ustedes por un momento, los destruiría. Ahora, pues, quítense sus alhajas, y veré que voy a hacer con ustedes". Así los yisraelitas se quedaron sin sus joyas desde el Monte Jorev en adelante. Shemot 33:5-6
Todas las joyas que los yisraelitas estaban usando provenían del despojo de Mitzrayim, pero no estaban destinadas al disfrute carnal de ellos, sino a ser utilizadas para el Ojel Moed. En el intervalo, no obstante, Yahweh no objetó que los yisraelitas se adornaran con ellas, como se permite a un niño que se disfrace hasta que deba entregar las ropas. Sin embargo, al quitárselas les estaba diciendo: "Yisraelitas de dura cerviz, ustedes que se visten y adornan con los ídolos de Mitzrayim, con sus joyas y atavíos, recuerden que han sido cortados de esa planta y ahora me pertenecen. No tienen el derecho de seguir usando lo que proviene de los falsos dioses. Ahora, quítense de encima todas esas cosas que ustedes codician y que son únicamente una prueba de que ustedes continúan sirviendo a otros dioses dentro de sus corazones".
Esto nos recuerda también al caso de Yaakov, cuando pidió a su familia que eliminara los ídolos de en medio de ellos, que ya estudiamos en CLE01 55 - Edificando Bet-El, La Casa De Yahweh.
Así que Yaakov le dijo a su familia y a todos los que estaban con él: "Desháganse de las deidades extranjeras que hay en su medio, purifíquense, y cámbiense de ropa. Vengan, subamos a Bet-El, y edificaré allí un altar al ha'El que me respondió cuando yo estaba en angustia y que ha estado conmigo dondequiera que he ido". Le dieron a Yaakov todas las deidades extranjeras que tenían, y los aretes que tenían en las orejas, y Yaakov los enterró bajo la encina que estaba cerca de Shejém. Bereshit 35:2-4
Aquí también son mencionados los aretes en relación con la idolatría.
Entonces, inmediatamente después de que Elohim ordenó a Yaakov que se levantara y subiera a Bet-El, Yaakov mandó a los suyos que desecharan los dioses ajenos, se purificaran y cambiaran sus vestidos. El cambio de vestido sabemos que representa un cambio en nuestro modo de vivir, a saber: nos despojamos de la vieja manera de vivir y nos vestimos del nuevo hombre. Elohim no le dijo a Yaakov que hiciera eso, pero algo dentro de él lo requería. Sin embargo, sí ordenó eso a los yisraelitas transgresores, porque ellos acababan de quebrantar un pacto.
Cuando Yaakov y su casa huían de Labán, Rajel había robado los ídolos de la casa (Bereshit 31.34-35). Antes del capítulo 35, Yaakov no le había dicho a Rajel que se deshiciera de ellos. Ya que aquí los menciona, es probable que Rajel le hubiera confesado su hurto. Resulta interesante que aquí se indica que, al obedecer, ellos "le dieron a Yaakov todas las deidades extranjeras que tenían, y los aretes que tenían en las orejas". Ciertamente no tenemos problema en identificar los ídolos, pero ¿los aretes?
Si estudiamos las Escrituras, vemos que los aretes han estado siempre relacionados de cierta forma con la idolatría y la esclavitud. La palabra hebrea es NÉZEM (H5141), y es utilizada tanto para aretes de orejas como de nariz. Además de los aretes de Yaakov y los de los yisraelitas con el becerro de oro, también los yisraelitas entregaron a Guidón los aretes del despojo que habían obtenido de los yishmaelitas (Shoftim 8:24-27), con los cuales Guidón confeccionó un efod. También se mencionan en la profecía de Hoshea contra la esposa Yisrael, y en YeshaYah 3:20, acerca de las cosas que quitará de ella. Estos pasukim han sido tradicionalmente utilizados para indicar que las mujeres no deben usar joyas, pero los que jamás mencionan son los que encontramos en Yahjezkel 16 acerca de Yahrushalayim, donde relatan cómo Yahweh redimió a Su ciudad y la adornó:
Te adorné con joyas; puse brazaletes en tus manos y un collar en tu cuello. Puse un anillo en tu nariz, aretes en tus orejas y una corona hermosa sobre tu cabeza. Fuiste adornada con oro y plata; tu vestido era de lino, de seda y de tela bordada... Yahjezquel 16:11-13
Por supuesto, estos "adornos" son los dones de Yahweh en Mashíaj, pero podemos ver que en sí no hay nada de malo en ser adornado, SI ES NUESTRO PADRE QUIEN NOS ADORNA. En este sentido, aplica el consejo de Kefá:
Que su adorno no sea el exterior, con arreglos ostentosos del cabello y adornos de oro, ni ropa lujosa; sino que sea la persona interior del corazón, en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Elohim. Porque así también se adornaban en tiempos antiguos aquellas santas mujeres que esperaban en Yahweh y estaban sujetas a sus propios esposos. Kefá Alef 3:3-5
También ya vimos cómo el siervo de Avraham, tipo del Ruaj, "capturó" a Rivkah al entregarle un arete de nariz y un par de brazaletes (ver CLE 50 - El Padre, El Hijo, El Ruaj Y La Novia). DE MANERA QUE NO PODEMOS DECIR QUE SEAN ALGO INTRÍNSECAMENTE NEGATIVO, ya que el propio Yahweh los utiliza como símbolo de Sus dones.
Sin embargo, claramente existe un uso "negativo" de estos adornos, porque están relacionados con la esclavitud:
Pero si el esclavo declara: "Yo quiero a mi amo, y a mi esposa y a mis hijos: no quiero salir libre", su amo lo llevará delante de ha Elohim. Lo traerán a la puerta o al poste de la puerta, y su amo le agujereará la oreja con un punzón; y quedará como esclavo suyo toda la vida. Shemot 21:5-6
El hombre debía decir con toda claridad, de tal forma que no existiera ninguna duda al respecto, que era realmente su deseo no aceptar su libertad, sino que quería permanecer en la condición que estaba, y que su motivo era su amor hacia su amo (y/o su amor a sus hijos y a la esposa que había conseguido en su servicio). Entonces su oreja era horadada contra la puerta de la casa. La ceremonia se realizaba de esta manera para indicar que a partir de ese momento, la sangre del esclavo estaba bajo la protección de esa casa.
Lo mismo sucede con nosotros. Todos los hombres, por naturaleza, nacemos esclavos del pecado. Pero además, algunos se esclavizan a ciertos pecados específicos, como el alcohol, la lujuria, la avaricia, la pereza y otros, y terminamos construyendo nuestro propio becerro de oro.
De manera que ya comprendemos que el uso de aretes simboliza la esclavitud a algo o alguien, y como vemos puede ser bueno (Yahweh) o malo (el mundo, haSatán). En este caso comprendemos que, al entregar los aretes para que Aharón hiciera un ídolo al cual pudieran adorar, estaban mostrando que seguían esclavizados a la idolatría, que continuaba estando en sus corazones, por lo cual ellos tenían la necesidad carnal de tener un ídolo que pudieran ver y tocar. Eran esclavos en busca de su viejo amo.
Muchos afirmarán que jamás han tenido nada que ver con ídolos. Materialmente, es posible que esto sea cierto. Pero debemos saber cuál es el significado espiritual de un ídolo. Un ídolo es cualquier cosa que reemplace a Elohim, y si prestamos atención a esto, VEREMOS NUESTRA LARGA LISTA DE COSAS QUE ESTÁN ANTES QUE YAHWEH EN NUESTRAS VIDAS. La educación, aspiración, posición, fama, anhelos e intenciones pueden reemplazar a Elohim en sus vidas y convertirse en ídolos. Si consideramos las cosas bajo esta luz, todos debemos reconocer que hemos tenido muchos dioses ajenos. Si un pariente, un trabajo, un entretenimiento, un placer, lo que sea, inclusive las necesidades básicas de la vida, reemplazan a Elohim en nuestra vida, al darle prioridad a esas cosas por encima del servicio del Altísimo, entonces esas cosas son ídolos para nosotros, aunque se trate de que estamos pasando hambre, algo que es básico para nuestra supervivencia vital. Hay demasiadas cosas que pueden convertirse en nuestros ídolos, y normalmente no nos damos cuenta porque la necesidad o el deseo nos "justifica".
Antes de hacer el ídolo del becerro de oro, los hijos de Yisrael ya tenían ídolos, en una forma distinta, en forma de auto-embellecimiento. Las esposas como los hijos, y las hijas de los hijos de Yisrael, llevaban aretes de oro en sus orejas para embellecerse a sí mismos. Vemos aquí el principio según el cual el auto-embellecimiento es la forma preliminar de la idolatría. Auto-embellecerse significa prestar atención en uno mismo, es el narcisismo propio de haSatán, que cayó cuando se contempló a sí mismo y vio su hermosura. Ciertamente, él era hermoso y perfecto, y además estaba adornado con todo tipo de joyas, y eso es lo que los hombres admiran y desean. Estas joyas pueden no ser necesariamente físicas, sino logros, conquistas, éxitos e inclusive el orgullo por nuestra familia, nuestro trabajo, nuestros estudios, cualquier cosa que nos haga centrarnos en nosotros mismos.
Antes de convertirse en becerro, el oro ya existía en la forma idólatra del auto-embellecimiento. A los ojos de Elohim, el auto-embellecimiento constituye un ídolo. Esta fue la razón por la cual Elohim mandó en Shemot 33:5-6 que el pueblo no tuviera ningún adorno. Estos atavíos eran precursores de los ídolos. Antes de tener el ídolo del becerro de oro, el pueblo ya tenía los ídolos preliminares colgando de sus orejas, eran esclavos de sí mismos, de su auto-embellecimiento.
Ahora debemos ser capaces de ver el principio de un ídolo. Este principio es el auto-embellecimiento, el narcisismo, el placer de uno mismo. Por lo tanto, un ídolo es la expresión final de embellecimiento de una persona.
Principios De La Idolatría 02 - HaSatán Usurpa Los Dones De Yahweh
En Shemot 32, los hijos de Yisrael desperdiciaron mucho del oro que les proporcionó Elohim. Antes de que los hijos de Yisrael salieran de Mitzrayim, Elohim obligó a los egipcios a entregar su oro y otras cosas preciosas a los hijos de Yisrael. Este oro debía ser usado para erigir el tabernáculo. El tabernáculo necesitaba una gran cantidad de oro para cubrir las tablas derechas, además de todos los muebles. Elohim venció a los egipcios, y dio el oro al pueblo de Yisrael, pero haSatán vino y usurpó el oro y lo usó para hacer un ídolo, antes de que usaran este oro para erigir el Tabernáculo. Si los hijos de Yisrael hubieran amado a Elohim a lo sumo, jamás habrían continuado usando los aretes egipcios. Por el contrario, lo hubieran guardado para el uso del Tabernáculo.
En el capítulo 35, se pide al pueblo que ofrezca oro y otros materiales para edificar el tabernáculo de Elohim. El oro fue el primer material que ofrecieron para el Tabernáculo de Elohim, pero en el capítulo 32, se usó una gran cantidad de oro para hacer un becerro. Obviamente el becerro de oro requería una gran cantidad de oro para su fabricación, porque su tamaño probablemente era grande.
Elohim nos ha dado muchas cosas destinadas a Su culto y glorificación, y no a nuestro embellecimiento, pero antes de que las usemos para adorar y glorificar a Elohim, los enemigos vienen e intentan usurpar lo que Elohim nos ha dado, con el fin de desperdiciarlo y echarlo a perder. Este es el segundo principio de la idolatría, y constituye una ofensa para Elohim.
El principio de la idolatría del becerro de oro muestra que las riquezas y los tesoros, los dones de Elohim, tanto materiales como espirituales, no fueron usados adecuadamente para el propósito de Elohim. Debemos ser cuidadosos acerca de las cosas materiales y espirituales que recibimos de Elohim, porque quizá no usemos adecuadamente estas bendiciones para el propósito de Elohim. Por ejemplo, supongamos que alguien tiene la capacidad de enseñar, y usa esta capacidad para emprender un trabajo. Su capacidad de enseñar es un don de Elohim, pero ¿usa esa persona este don adecuadamente PARA EL PROPÓSITO DE ELOHIM, o lo usa para ella misma, pensando que ese don sí le fue dado por Elohim, pero para hacer lo que quiera con él, en el caso, para edificar algo que no es el propósito de Elohim? La mayoría cree que los dones naturales que Yahweh les ha dado son para su propio provecho, no para que los pasemos por el Ruaj a fin de usarlos para el Reino y su edificación. Entonces, usando los dones que Yahweh nos ha dado de forma natural para nosotros mismos, estaremos haciendo un becerro de oro. Esta no es una postura extremista. Creo que algún día, en esta era o en la próxima, todos tomaremos conciencia de que en principio, todo lo que no está referido de forma directa a Yahweh, Yahshua, el Cuerpo y el Reino, equivale a un becerro de oro, algo que Elohim condena. Muchos "Aharones" contemporáneos han fabricado numerosos becerros de oro.
Los que poseen el don de predicar la Besorah pueden usar su capacidad para fabricar un becerro de oro. Un hermano puede ser evangelista. Elohim le ha dado verdaderamente el don de predicar la Besorah, pero este hermano debe preguntarse cuál es su propósito al ejercer este don. ¿Es su propósito puro? ¿Es genuino? Estas preguntas merecen seria consideración.
Debemos examinarnos a nosotros mismos y preguntarnos lo que estamos haciendo y cuál es nuestro propósito al hacerlo. La mayor tentación de los obreros creyentes dotados es centrarse en el trabajo mismo. La obra que estamos haciendo es la mayor tentación en sí. Si estudiamos la historia de la congregación y biografías de los diferentes predicadores y evangelistas, veremos que muchos han edificado ídolos. Algunos se han erigido incluso a sí mismos en ídolos, es decir, se han convertido ellos mismos en ídolos, en becerros de oro. Eso corresponde al principio de la idolatría del becerro de oro, el principio según el cual no se usan adecuadamente los dones recibidos de Elohim para Su propósito.
Principios De La Idolatría 03 - El Culto Al Deleite Propio
Vemos otro principio en el hecho de que el pueblo no hizo una imagen de Moshe, tampoco de un caballo o de otro animal de trabajo. Hicieron un becerro de oro. "Becerro" no es una buena traducción de la palabra hebrea ÉGUEL (H5695), porque no representa toda la fuerza de un joven toro, como es el caso. Lo que aquí quiere decir es un toro joven en sus primeras fuerzas; así, la palabra debe describir un animal de tres años, aproximadamente.
El culto al toro fue muy popular en toda la geografía del Medio Oriente y sus alrededores, durante diferentes épocas, y esto incluyó a los propios yisraelitas. No sólo hicieron este becerro de oro, sino que hasta la duplicaron cuando ya estaban en la buena tierra, gracias a Yarovam.
Cuando Aharón vio esto, edificó un altar delante de él; y Aharón anunció: "¡Mañana habrá una festividad de Yahweh!". Temprano al día siguiente, el pueblo presentó ofrendas quemadas y trajo sacrificios de bienestar; se sentó a comer y a beber, y luego se levantó a regocijarse. Shemot 32:5-6
Aarón estaba halagado por la respuesta entusiasta del pueblo. Cuando él vio su devoción hacia el ídolo, él edificó un altar delante del becerro. Él empezó a organizar la adoración del ídolo que había hecho. Ya era lo suficientemente malo haber hecho un becerro de oro el cual el pueblo alababa por su salida de Egipto. Este segundo paso de Aarón fue peor. Debemos comprender, por otro lado, que ellos no creyeron estar haciendo nada que ofendiera a Yahweh, al contrario. Moshe había subido y pasaban los días y no regresaba, podía haber muerto inclusive, y tal vez la idea de un ídolo no haya parecido tan mala a Aharón, quien tal vez haya pensado en mantener el culto al Elohim que los había sacado de Egipto (como él mismo asegura). Sin embargo, ese es precisamente el peor error humano: creer que sabe cómo adorar a Su Creador, y lanzarse a hacerlo por sí mismo, en sus propias fuerzas y según su propio entendimiento. Muchos hoy hacen lo mismo, y aseguran que "Elohim ve los corazones", queriendo indicar que no importa cómo lo sirvan, todo servicio le viene bien.
Aharón honró y santificó el ídolo con un sacrificio animal. Él hizo el becerro y después él hizo un altar para adorarle.
Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él y le han hecho sacrificios, diciendo: "¡Este es tu Elohim, oh Yisrael, que te sacó de la tierra de Mitsráyim!". Shemot 32:8
Ellos sirvieron a su ídolo con entusiasmo, energía y sacrificio propio. Las personas usualmente hallan la manera de levantarse temprano por aquellas cosas que son realmente importantes para ellos. Esto muestra que Yisrael estaba dispuesto de dar su tiempo, su sueño, y su dinero para el servicio de este ídolo.
"Y se levantó a regocijarse". La palabra utilizada para regocijarse (otros traducen "danzar" es TSAJÁC (H6711), siempre traducida como burlarse, hacer burla, en la mayoría de los casos (como en el caso de Yishmael burlándose de Yitzjak), pero también con una connotación de placer sensual, como es utilizada en varios pasukim:
Cuando pasó algún tiempo, Avimélej, rey de los pelishtinos, mirando por la ventana, vio a Yitzjak acariciando a su esposa Rivkah. Bereshit 26:8
...llamó a sus servidores y les dijo: "¡Miren, tuvo que traer un hebreo para que jugara con nosotros! Éste venía a acostarse conmigo, pero yo grité fuerte". Bereshit 39:14
Entonces ella le contó la misma historia, diciendo: "El esclavo hebreo que trajiste a nuestra casa vino aquí a jugar conmigo... Bereshit 39:17
De manera que lo que tenemos aquí es que el pueblo se levantó a tener prácticas llenas de inmoralidad, como era costumbre en todas partes en aquellas épocas en el culto a cualquier dios o diosa. Su adoración incluía comida, bebida (en el sentido de borrachera) e inmoralidad sexual.
Hicieron todo eso en frente del becerro de oro. Este cuadro indica que el becerro representa el deleite y que los hijos de Yisrael adoraban el objeto de su deleite. Ellos habían sido liberados de la esclavitud de Egipto y estaban agradecidos, pero ahora querían "festejar" a su propia manera (que era también la manera libertina de los dioses que conocían).
El pueblo abusó de lo que Elohim le había dado y lo usó para su diversión y entretenimiento. La adoración del becerro de oro fue una clase de recreo y esparcimiento. Los hijos de Yisrael se divirtieron con este ídolo. Cuando Moshe y Yahoshua bajaron del monte, oyeron los cantos, vieron el becerro y las danzas:
Pero él (Moshe) respondió: "No es el sonido de la melodía triunfal, ni el sonido de la melodía de derrota; ¡es el sonido de canciones lo que oigo!". Shemot 32:18
Esto suena a diversión y entretenimiento. Esta es una advertencia para nosotros: no debemos reunirnos con el propósito de divertirnos o entretenernos. Efectivamente tenemos el deleite de Elohim, pero eso no es una forma de entretenimiento.
Consideremos la situación entre los creyentes contemporáneos acerca del deseo de entretenerse. Es difícil encontrar un servicio de congregación desprovisto de una forma de entretenimiento. Se usan varias formas de diversión para atraer a la muchedumbre. Sin entretenimiento, la gente no se desplaza. Quieren ir donde hay diversión. Hoy en día muchos adoran alguna clase de becerro de oro para su entretenimiento.
Debemos tener cuidado de no abusar de los dones materiales o espirituales que nos ha dado Elohim. No debemos usar ninguna de las cosas materiales que Él nos ha dado para nuestra diversión o entretenimiento. Si las usamos de esta manera, tendremos un becerro de oro. Del mismo modo, no debemos abusar de los dones espirituales, como el don de la enseñanza, o de la predicación, para nuestra diversión o entretenimiento. Los que han recibido dones espirituales corren el peligro de abusar de estos dones y edificar algo para su propio propósito, su propia diversión y entretenimiento. Esto equivale a hacer un becerro de oro.
Si vemos verdaderamente este principio, nos daremos cuenta de la situación lamentable y trágica que predomina entre los creyentes contemporáneos. Vemos becerros de oro casi en todas partes. La gente canta a un becerro de oro, lo alaba, se regocija delante de él. En la presencia de un becerro de oro, la gente come, bebe, comete fornicación y baila. Pretenden alabar a Elohim, cantar a Elohim, y regocijarse delante de Él, pero debemos preguntarnos ¿a quién adoran, ¿a Yahweh Elohim, o al dios del becerro de oro?
Yo he orado desesperadamente a Elohim en cuanto a esta situación, y a lo que estoy diciendo al respecto. Tengo la obligación de señalar este principio al pueblo de Elohim. No obstante, no quiero ir a los extremos. No creo que en este mensaje he ido demasiado lejos al respecto. Debo testificar que en lo profundo de mi ruaj, tengo una visión de la escena de Shemot 32, en su aplicación actual. También puedo testificar que en el transcurso del ministerio que me ha determinado, he estado en guardia para no edificar nada que sirva mi propio propósito o para mi entretenimiento o distracción. A los ojos de Elohim, todo lo que edificamos para nuestro propósito o entretenimiento constituye un becerro de oro. Este becerro causará siempre divisiones. Han hecho becerros continuamente, y las divisiones surgieron del culto a estos becerros de oro. Esta situación se sigue repitiendo entre los creyentes contemporáneos.
Todos debemos ver la diferencia que existe entre la adoración pura a Elohim y un culto mezclado. Un culto mezclado consiste en adorar un becerro de oro en el nombre de Elohim. En esta clase de adoración, la gente adora a un becerro de la misma manera en que adorarían a Elohim. Hemos visto que eso difiere de la adoración pagana, porque el culto mezclado es un asunto de adorar a un ídolo en el nombre de Elohim y en la manera en que adorarían a Elohim.
Principios De La Idolatría 04 - La Pretensión De Adorar Al Elohim Verdadero
La pretensión es otro principio de idolatría. Todo idólatra pretende adorar al Elohim verdadero.
Y ellos exclamaron: "¡Éste es tu Elohim, oh Yisrael, que te sacó de la tierra de Mitsráyim!". Shemot 32:4
El pasuk 5 afirma que cuando Aharón vio eso, edificó un altar delante del becerro, y pregonó fiesta para el día siguiente, y al día siguiente madrugaron, "y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz" (pasuk 6). Las ofrendas y la manera de realizarlas eran adecuadas, pero el objeto del culto estaba equivocado. Los hijos se Yisrael habían cambiado el objeto de su culto, adorando a un ídolo en lugar del Elohim verdadero.
Hicieron un becerro en Jorev y se postraron ante una imagen fundida. Cambiaron su Gloria por la imagen de un buey que come hierba. Mizmor 106:19-20
Yahweh Elohim era la gloria de ellos, pero cambiaron su gloria por un buey que come hierba. Esto se parece a lo que describe Shaúl:
...y cambiaron la gloria del Elohim incorruptible por una imagen a la semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Romaniyim 1:23
A pesar de eso, todo idólatra pretende que su ídolo es el Elohim verdadero.
Esto muestra que la creación y adoración del becerro de oro no era un rechazo abierto de Yahweh. Aarón y el resto de Yisrael probablemente pensaron que ellos podrían dar honor a Yahweh a través del becerro de oro. Aarón no era lo suficientemente necio para decir "Dejemos de lado a Yahweh Elohim", y probablemente no era eso lo que tenía en mente, o no habría permanecido en la lista de planes de Yahweh, sobre todo si tenemos en cuenta que él iba a representar a Mashíaj como Kohen Gadol. De la manera que Yisrael lo vio, Aarón no quitó a Yahweh Elohim; él simplemente AÑADIÓ al becerro de oro. A pesar de haber oído el "no te harás imagen", ya lo habían olvidado, al parecer, pero pretendieron hacerse una "imagen recordatoria", como tantos pretenden utilizar otras, que pueden ser tan evidentes como estatuas o más sutiles, como cruces.
No se imaginen que no existen ídolos entre los creyentes contemporáneos. Los creyentes no tienen ídolos paganos, pero sí tienen ídolos hechos por creyentes. Los creyentes han hecho muchos ídolos, particularmente los líderes cristianos, los evangelistas e instructores bíblicos.
Principios De La Idolatría 05 - El Culto Mezclado
El culto mezclado es otro principio relacionado con los ídolos. Podemos aplicar este principio a los creyentes contemporáneos. Muchos creyentes adoran a un becerro, y están convencidos de que adoran a Yahshua o al Elohim verdadero. En realidad lo que ellos adoran es su propio deleite y placer. Si les gusta, adoran, y si no les gustan, se van en busca de otra cosa. El centro de su adoración no es el Creador, sino ellos mismos. Muchos creyentes contemporáneos centran su culto en la comida, la bebida, el canto y el baile, alrededor de alguna clase de deleite, de placeres, alrededor de un becerro de oro.
El culto al becerro de oro al pie del monte Sinay era una mezcla, porque adoraban a un becerro como si fuese Elohim, con las ofrendas adecuadas, pero no de la forma adecuada. Las ofrendas eran apropiadas y el ritual sacerdotal también, pero la adoración y el "festejo" no, y mucho menos el objeto del culto. Llamar al becerro de "Yahweh" era una blasfemia. Este es el punto que queremos recalcar cuando hablamos de mezcla.
No consideremos únicamente la manera en que los demás adoran. Sobre todo en estos tiempos, el culto mezclado es sobreabundante. En todas partes vemos personas que "compran en un buffet libre", eligiendo los "alimentos" que prefieren comer, "montando" su propio plato según su propio placer y deleite, mezclando cosas de aquí, cosas de allá... Debemos examinar nuestra propia adoración. ¿Se trata de un culto puro o de una mezcla? Él culto mezclado está relacionado con el deleite que procede del auto-embellecimiento y del placer propio.
Todo lo que hicieron indica que adoraban al ídolo tal como debían adorar a Elohim. Ellos tomaron las formas y rituales que Yahweh les había indicado para la adoración de Elohim y la aplicaron a un becerro. Esto fue toda una mezcla. En otras palabras, esta adoración no era pura. Podemos comparar la adoración entre los creyentes contemporáneos con la de los hijos de Yisrael en el monte Sinaí. La adoración del becerro de oro por los hijos de Yisrael es un cuadro de la adoración impura entre los creyentes contemporáneos.
La adoración del becerro de oro difería de la adoración pagana de los ídolos. Los yisraelitas no salieron a buscar "otros dioses", sino que trataron de "dar forma" a Yahweh, de hacer un dios pero a imagen y semejanza del hombre. El becerro de oro fue adorado por un pueblo redimido en el nombre de Elohim, Su redentor. Después de hacer el becerro de oro, el pueblo declaró que eso era Elohim que los había sacado de la tierra de Mitzrayim. Esto indica que adoraban a un ídolo en el nombre de Yahweh su Elohim.
Además, adoraban a este ídolo tal como debían adorar a Elohim, es decir, en la manera ordenada por Elohim. Ofrecían al ídolo el tipo de ofrenda que debían ofrecer a Elohim. Se trata de una mezcla vergonzosa.
La gente condenaría fácilmente la adoración pagana de los ídolos, pero no es fácil condenar la expresión actual de la adoración impura que vemos en Shemot 32, una adoración llena de mezcla. ¿Tienen los cristianos actuales la seguridad de que los supuestos servicios de adoración en catedrales y templos (bajo las diferentes "modalidades") actuales son una adoración pura de Elohim? ¿Es realmente a Yahweh a quien adoran? Si Elohim no es Aquel al que adoran, entonces ¿cuál es el objeto de adoración? Si la adoración no pertenece a Elohim, se trata de una adoración extraña. Cantarán cánticos a Elohim y le dirigirán oraciones, pero en realidad la adoración es destinada a alguien o algo que no es Elohim mismo.