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CLE02 119 - Cinco Condiciones Para Disfr

CLE02 119

Cinco Condiciones Para Disfrutar A Elohim

Cinco Condiciones Para Disfrutar A Elohim 01

 

01 - Redimir El Primogénito De Un Asno Con Un Cordero

 

Ya dijimos que Shemot 34:18-35 presenta tres asuntos importantes: el festejo y el descanso con Elohim, cinco condiciones para disfrutar a Elohim como nuestra fiesta, y la impartición de Elohim en Moshe a través Su hablar. Ya consideramos el asunto de festejar y descansar con Elohim. Ahora proseguimos y vamos a considerar las cinco condiciones que debemos cumplir si queremos festejar con Elohim.

 

Todo primer fruto del vientre es mío, de todos tus animales de crianza que den un macho como primera cría, sea ganado u oveja. Pero la primera cría de un asno lo redimirás con una oveja; si no lo redimes, deberás romperle el pescuezo. Y debes redimir a todo primogénito de entre tus hijos. Nadie se presentará ante mí con las manos vacías. Shemot 34:19-20

 

Esto significa que nuestro hombre natural debe ser sustituido por Mashiaj para que llevemos una vida santificada para Elohim. Somos redimidos, pero naturales todavía. Somos unos "asnos", animales impuros; no somos corderos. Efectivamente hemos sido redimidos, pero no somos puros. Por lo tanto, como "asnos", necesitamos que nuestro ser natural sea sustituido por Mashiaj como el Cordero.

 

Esto es una repetición de algo que ya estudiamos antes:

 

"Y cuando Yahweh te haya introducido en la tierra de los kenaanitas, como les juró a ti y a tus padres, y te la haya dado, apartarás para Yahweh todo primer fruto del vientre: todo primerizo macho que dé tu ganado será de Yahweh. Pero todo primerizo de asna lo redimirás con una oveja; si no lo redimes tienes que romperle el pescuezo. Tienes que redimir a todo primogénito varón entre tus hijos. Y cuando, en tiempos venideros, tu hijo te pregunte: "¿Qué significa esto?", le dirás: "Fue con mano poderosa que Yahweh nos sacó de Mitsráyim, la casa de servidumbre. Cuando el Faraón rehusaba tercamente dejarnos ir, Yahweh mató a todo primogénito en la tierra de Mitsráyim, los primogénitos tanto de hombre como de bestia. Por eso yo sacrifico a Yahweh todo fruto macho del vientre, pero redimo a todo primogénito entre mis hijos". Shemot 13:11-15

 

El pasuk 13 declara: "Pero todo primerizo de asna lo redimirás con una oveja". Por ser impuros a los ojos de Elohim, los asnos no pueden ser aceptados por Él y no pueden satisfacerle. Por lo tanto, el primogénito de un asno debía ser redimido con un cordero, y esto habla de los yisraelitas nacidos en Mitzrayim.

 

En cuanto a la santificación, no somos ovejas ni bueyes; somos asnos. Hemos sido redimidos, pero nuestro hombre natural sigue impuro a los ojos de Elohim. Por lo tanto, necesitamos que Mashiaj sea nuestro sustituto a fin de ser santificados para Elohim. El cordero de Pésaj representa a Mashiaj como nuestro redentor. Hemos sido redimidos por medio de Él, nuestro sustituto. No obstante, y por ser todavía impuros y naturales, no podemos ser un sacrificio viviente que satisfaga a Elohim. Necesitamos que Mashiaj sea nuestro sustituto en santificación. Mashíaj, como nuestro nuevo hombre, debe reemplazarnos, y el viejo hombre debe morir. No podemos presentarnos delante del Adón como asnos, sino como corderos, y éste es un asunto de naturaleza interior espiritual.

 

Por muy agradables o muy buenos que seamos, somos todavía naturales. Por una parte, me gusta reunirme con personas agradables; por otra parte, veo que cuanto más simpática es una persona, más natural es. Por supuesto, no estoy diciendo que si queremos ser espirituales, debemos ser rudos, y no simpáticos. Deseo hacer hincapié en el hecho de que aún nuestra simpatía natural debe ser sustituida por Mashiaj. Debemos recordar que en nuestra vida natural somos "asnos". Hemos sido redimidos, pero todavía somos asnos. Muchos "asnos" se han reunido en la vida de congregación. Ahora todos nosotros debemos ser sustituidos por Mashiaj: si nuestra "vida natural de asno" no es sustituida por Mashiaj, eso nos impedirá disfrutar las fiestas y también observar el shabat, y mucho más, ser llenos para el trabajo de la edificación de la Casa de Yahweh. El reemplazo de nuestra vida natural por la vida de Mashiaj es una condición para festejar y descansar con Elohim.

 

Para las mentalidades superficiales, esta ley sólo se aplicaría a los burros. Pero en el pasuk 13 arriba mencionado, Elohim lo aplica a todos los primogénitos de Yisrael. Elohim dice primero que todos los primogénitos de los asnos tenían que ser redimidos con un cordero, y por lo tanto, todos los primogénitos de Yisrael tenían que ser redimidos. Él estaba, en efecto, llamándolos "manada de burros". Todos necesitaban la redención. Por eso Elohim instituyó Pésaj. Era necesario redimir a las personas con un cordero, porque no podían ser presentados a Yahweh en su estado impuro. Debido a Pésaj, Yisrael se convirtió en "las ovejas de su pasto" (Mizmor 100:3). Sin tal redención, habrían sido los burros de Su corral. Sin embargo, Hoshea 11:1 dice: "Cuando Yisrael era un joven, lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo".

 

Yisrael fue, en efecto, engendrado por Elohim, pero su madre fue Egipto. Lo que Avram hizo con Hagar, Elohim lo hizo con Egipto. Avram tomó a Hagar y dio a luz a Yishmael. Elohim tomó a Egipto y dio a luz a Yisrael.

 

Esto aplica también, por supuesto, al nivel profético corporativo. En Bereshit 16 leemos cómo Avraham tomó a Hagar y produjo a Yishmael, el "hombre-asno salvaje". Esto puso en movimiento una serie de eventos que afectó la historia en ambos a corto y largo plazo. En la historia a corto plazo, surgió un conflicto entre Yishmael e Yitzjak, que nació 14 años más tarde. Shaúl nos dice en GalutYah 4:29 que el hijo de la esclava persiguió (oprimió) al hijo de la libre. Esa opresión también se manifestó en un ciclo a largo plazo en la historia, cuando Yisrael fue oprimido por Egipto. Ésta es la gran alegoría que es ahora de interés especial para nosotros.

 

Lo que Avraham hizo en la historia a corto plazo, Elohim repitió en la historia a largo plazo. Avraham se unió a Hagar, la egipcia, para producir a Yishmael, el hijo prometido (así pensó Avraham). Y por eso Elohim "se unió" con Egipto para producir a Yisrael, el hijo prometido, que nace como un "ismaelita espiritual" originalmente. En esto podemos ver cómo nuestros actos son a veces permitidos porque, aunque no comprendamos para nada en el momento en que hacemos las cosas, Yahweh las utiliza para ejecutar Su voluntad a través de nuestra imperfección. Es una forma de "esconder" sus verdaderas intenciones, particularmente de haSatán y sus huestes.

 

Egipto nunca fue la esposa de Elohim en el sentido más completo de la palabra, fue únicamente una concubina, así como Hagar lo fue de Avraham. Hagar era sólo una esclava, y la ley de las Escrituras hace una distinción muy clara entre casarse con una mujer libre y una esclava.

 

Así como el estado de esposa de Hagar era inferior al de Sarah, también el estado de "concubina" de Egipto era de una naturaleza inferior. No obstante, Yisrael era el producto de una relación entre Elohim y Egipto, porque Él "plantó" Su semilla, la que cuidadosamente había producido a través de Avraham, Yitzjak y Yaakov, en Mitzrayim. Cuando Elohim le dijo a Moshe que se volviera a Egipto para llevar a Yisrael fuera de la casa de esclavitud, Él le dio estas instrucciones (como ya estudiamos en CLE02 08 - Yahweh vs Faraón 01 - El Primer Conflicto y también en CTU 07 - El Trigo y Los Asnos de Shavuot 02):

 

Entonces le dirás al Faraón: "Así dice Yahweh: Yisrael es mi hijo primogénito. Yo te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me adore, pero has rehusado dejarlo ir. Ahora destruiré a tu hijo primogénito". Shemot 4:22-23

 

Por supuesto, Faraón representa a haSatán, quien "usurpó" al "primogénito" de Yahweh, e Yisrael representa a Adam, ese primogénito que fue raptado y arruinado, pero a quien el Padre nunca dejó de lado, trabajando para su restauración. Ya que haSatán robó el primogénito de Yahweh, Él se declaró dueño de todos ellos.

 

Notemos lo que Elohim dice aquí: Todo primogénito de hombre y de bestia son Suyos y le serán dados a Él. Sin embargo, TODOS LOS PRIMOGÉNITOS DE LOS ASNOS Y LOS PRIMOGÉNITOS HUMANOS NO SERÍAN ENTREGADOS DIRECTAMENTE A ELOHIM. Los asnos primogénitos serían redimidos por un cordero, y también se debía redimir al primogénito de los hijos.

 

En esencia, Elohim está llamando a Yisrael de ASNO. Si ellos hubieran sido corderos, ellos no necesitarían la redención, serían entregados de forma directa. Pero el hombre y el asno necesitaban redimir a sus primogénitos. El hecho de que necesitan ser redimidos les hace asnos espirituales. Es por este motivo que la fiesta de Pésaj era tan importante. ESE FUE EL DÍA EN QUE TODOS ASNOS PRIMOGÉNITOS FUERON REDIMIDOS CON UN CORDERO. DESDE AQUEL MOMENTO EN LAS ESCRITURAS, LOS YISRAELITAS SON LLAMADOS "OVEJAS". Esto es apropiado únicamente porque habían sido redimidos en Pésaj por el cordero.

 

Estos son todos los patrones proféticos que nos dicen los principios divinos, no sólo en cómo nos relacionamos con Elohim y lo experimentamos a través de las fiestas, sino también en cuestiones de tiempo. En última instancia, en la manifestación de los hijos de Elohim, los vencedores en entrenamiento pasarán de un nivel pentecostal al nivel de Sukot en su conocimiento de Elohim. Shaúl habla de esto, también, como "la redención de nuestro cuerpo" (Romaniyim 8:23). ¿Por qué el cuerpo necesita ser redimido? Debe ser canjeado, ya que actualmente es un burro sucio.

 

Los burros no son criaturas MALAS; son simplemente impuros. Los burros pueden ser buenos sirvientes, y la era de Shavuot está destinada a enseñarnos a escuchar y obedecer la voz de Elohim, para que podamos llegar a ser buenos servidores de Elohim. Aun así, nuestra carne actual es inmunda y no puede ser presentada a Elohim como primogénitos sin la redención del cuerpo. Esa redención será el punto en el que asumamos plenamente la naturaleza del Cordero.

 

 

Podemos aplicar este principio a nuestra experiencia espiritual. En cuanto a la santificación, no somos ni ovejas ni vacas, sino asnos. Hemos sido redimidos, pero nuestro hombre natural todavía es impuro a los ojos de Elohim. Por lo tanto, para ser santificados para el Adón, necesitamos que Mashiaj sea nuestro sustituto. En el pasuk 13, vemos que no solamente el primogénito de los asnos, sino todo primogénito de los hombres entre los hijos de Yisrael debía ser redimido. Esto indica que debían ser redimidos en santificación. Necesitaban la redención no solamente en el tiempo de Pésaj, sino también para su santificación.

 

Vemos que este asunto es mencionado inmediatamente después de haber sido ordenados a disfrutar de la fiesta de los panes sin levadura (pasuk 19). Esto alude al sacrificio de Pésaj que queda implícitamente mencionado, de esta manera, ya que, como ya dijimos, forma parte del primer conjunto de fiestas.

 

El cordero de Pésaj representa a Mashiaj como nuestro Redentor. Hemos sido redimidos por medio de Él como nuestro sustituto. Sin embargo, por ser todavía impuros y naturales, no podemos ser un sacrificio vivo que satisfaga a Elohim; necesitamos que Mashiaj sea nuestro sustituto en la santificación. Este cuadro indica que necesitamos a Mashiaj como nuestro sustituto, TANTO PARA NUESTRA SALVACIÓN COMO PARA NUESTRA SANTIFICACIÓN. Los que se quedan sentados en la puerta, o en la mitad del camino, han sido redimidos pero aún son asnos impuros.

 

En GalutYah 2:20, Shaúl dijo: "Ya no vivo yo, pero vive Mashiaj en mí". Necesitamos a Mashiaj no solamente para nuestra redención, sino también para nuestro vivir como sacrificio a Elohim. Hemos sido redimidos, pero nuestra naturaleza todavía no ha cambiado. En cuanto a nuestra naturaleza, todos somos "asnos" impuros a los ojos de Elohim y por tanto no aceptables por Él para Su satisfacción. Por esta razón, necesitamos a Mashiaj para nuestra santificación. Podemos ser un sacrificio vivo para Elohim, aceptable y satisfactorio para Él, sólo al tener a Mashiaj como nuestro sustituto.

 

La mayoría de los creyentes sólo se da cuenta de que necesitan a Mashiaj como su sustituto para la redención. Pocos están conscientes de que también lo necesitan como su sustituto en la santificación para ser un sacrificio vivo que satisface a Elohim. Según 13:13, si un asno no era redimido, se debía romper su cerviz. Ya que muchos creyentes no toman a Mashiaj como su sustituto para su santificación, es como si su "cerviz" hubiera sido quebrada, es decir, espiritualmente hablando, están muertos. No practican tomar a Mashiaj como su sustituto para su vida con Elohim. Por el contrario, se ofrecen a sí mismos en el altar como si pudiesen ser un sacrificio aceptable para Elohim. Esto es un error grave. Elohim nunca aceptará al hombre natural como sacrificio. Por el contrario, la "cerviz" del hombre natural debe ser quebrada.

 

 

Cinco Condiciones Para Disfrutar A Elohim 02

 

02 - No Ofrecer La Sangre Del Sacrificio De Elohim Con Pan Leudado

 

No ofrecerás la sangre de mi sacrificio con nada leudado... Shemot 34:25a

 

Esto indica que no debemos mezclar la redención de Mashiaj con nuestra vida pecaminosa. Jamás deberíamos mezclar la redención de Mashiaj con una vida de pecado. No debemos declarar que somos redimidos y luego seguir viviendo en pecado. Eso equivaldría a ofrecer la sangre del sacrificio de Elohim con pan leudado. Una persona que permanece en el pecado no debería jactarse de haber sido redimida, porque en verdad, está pisoteando la Sangre.

 

Hemos señalado que debemos observar la fiesta de los panes sin levadura. En este pasuk, Pésaj y Jag ha Matzah están siendo representados como un principio espiritual. Esto significa que debemos eliminar todo lo pecaminoso como evidencia de que hemos sido redimidos por la sangre de Mashiaj. Cuando un creyente aclara su vida pecaminosa, éste es un testimonio de que él ha sido redimido por Mashiaj.

 

Nos resulta fácil entender que no podemos disfrutar a Mashiaj si seguimos viviendo en el pecado, proclamando que hemos sido redimidos. Todos hemos sido redimidos por la sangre de Mashiaj con el fin de disfrutar a Mashiaj. No obstante, todavía debemos cumplir la condición de desechar toda levadura, el requisito de no mezclar la redención de Mashiaj con una vida de pecado. Esto nos muestra la diferencia y al mismo tiempo la unidad inseparable que existe entre la salvación (Pésaj) y la santificación (Jag ha Matzah). Mientras que Pésaj es una cena memorial (no es un día, únicamente una cena), la fiesta de los Panes Ácimos es un camino a recorrer durante 7 días, lo cual simboliza nuestra vida entera en lo personal, y las 7 semanas de milenio en el aspecto corporativo.

 

Como ya mencionamos, esto ya fue estudiado en el capítulo 23 (ver CLE02 65 - Los Mishpatim de Yahweh 05 - "Porque La Ley Es Espiritual...". Parte 2), porque estos pasukim ya habían sido mencionados antes, en Shemot 23:18a.

 

 

03 - No Dejar Hasta La Mañana Nada Del Sacrificio De La Fiesta De Pésaj

 

La segunda parte del pasuk 25 revela la tercera condición para festejar y descansar con Elohim:

 

...y el sacrificio de la Fiesta de Pésaj no se dejará hasta la mañana. Shemot 34:25b

 

...y la grasa de mi sacrificio no se dejará hasta la mañana. Shemot 23:18b)

 

¿Qué significa el hecho de no dejar hasta la mañana nada del sacrificio de la fiesta de Pésaj? Esto significa que debemos disfrutar de las riquezas de Mashiaj en esta era y no dejarlas para la próxima era. Debemos disfrutar a Mashiaj ahora. Debemos disfrutarle plenamente en la presente era, porque el que no lo obtenga no será salvo; es decir, el que no participa de la fiesta de Pésaj no ha recibido a Mashíaj. Esto no significa comer cordero o tratar de reproducir rituales, sino recibir al CORDERO VERDADERO. Aquellos que no lo reciban, no podrán "comerlo", no nacerán de nuevo de lo alto y no recibirán su nuevo hombre para pasar a través del juicio.

 

No podemos agotar el deleite de Mashiaj. Podemos disfrutar a lo sumo una porción particular de Él. Toda porción que recibimos de Mashiaj, la debemos disfrutar hoy en día. No debemos dejar nada para la siguiente "mañana", es decir, no debemos posponer el deleite de Mashiaj hasta la era venidera. Deleitémonos en Mashiaj ahora. No esperemos disfrutarlo en el futuro.

 

Algunos santos piensan que pueden esperar cierto tiempo antes de disfrutar a Mashiaj. Algunos jóvenes pretenden lo mismo: "todavía soy joven. Voy a disfrutar de las cosas mundanas durante algún tiempo. Más tarde volveré al deleite de Mashiaj. No cometan este error. Si dejamos de lado el deleite de Mashiaj para el futuro, no cumpliremos la tercera condición de festejar con Elohim: el requisito de no dejar hasta la mañana el sacrificio de la fiesta de Pésaj. No se espere para disfrutar de las riquezas de Mashiaj.

 

 

04 - Llevar A La Casa De Yahweh Las Primicias

 

Lo más selecto de los primeros frutos de tu suelo traerás a la casa de Yahweh tu Elohim. Shemot 34:26a

 

Lo mejor de los primeros frutos traerás a la Casa de Yahweh tu Elohim. Shemot 23:19a

 

Vemos ahora otra condición: llevar las primicias de los primeros frutos a la casa de Elohim. Esto significa llevar la experiencia máxima de Mashiaj a las reuniones de la congregación para satisfacer a Elohim, pero también, a nivel corporativo, representa a los vencedores, las primicias, cuando serán levantados en la primera resurrección. Las primicias son los primeros frutos, los mejores y los más selectos, SON LOS PRIMOGÉNITOS DE LOS VEGETALES, y así también son entregados a Yahweh, porque le pertenecen. No olvidemos que la vida vegetal representa la nutrición para crecimiento, uno de los aspectos de Mashíaj.

 

Según este pasuk, las primicias de los primeros frutos debían ser llevadas a la casa de Elohim. Esto tipifica a Mashiaj como la primicia (Qorintiyim Alef 15:20, 23) que fue llevada a la morada de Elohim para Su satisfacción, y también de las primicias que son los vencedores. Este pasuk no habla simplemente de las primicias; habla de "las primicias de los primeros frutos". Mashíaj es la primicia de todo, pero los creyentes que dan fruto son las primicias del grano de trigo que cayó por tierra y dio mucho fruto". Eso serán los vencedores en su momento. Esto hará de la cebada los primeros frutos llevados al templo, a la casa de Elohim, para Su satisfacción, para dar inicio a la Era de Sukot. Cada aspecto de nuestra experiencia de Mashiaj debe ser llevado directamente a Elohim.

 

Muchos santos carecen de la experiencia de Mashiaj. El resultado es éste: no llevan ningún fruto. Algunos quizá lleven fruto, pero este fruto en general no es las primicias. Todos debemos tener algunas experiencias máximas de Mashiaj. No debemos compartir estas experiencias de Mashiaj con nadie hasta que llevemos estas personas a las reuniones de la congregación para la satisfacción de Elohim. Los que poseen una experiencia adecuada saben lo que significa llevar la máxima experiencia de Mashiaj a las reuniones de la congregación para la satisfacción de Elohim.

 

En verdad, para poder dar fruto y para entregar nuestras primicias, DEBEMOS PRIMERO HABER ENTRADO EN LA TIERRA PROMETIDA. Los yisraelitas no tuvieron ninguna ofrenda vegetal para entregar mientras estuvieron en el desierto. El desierto no es un lugar de producción, sino de redención y purificación. En el desierto, los yisraelitas sólo pudieron realizar los sacrificios de animales, guardando ciertamente Yom Kippur, pero ninguna fiesta de cosecha. No podemos dar fruto en el desierto, sólo podemos hacer sacrificios por nuestras transgresiones, por nuestro pecado, y hasta holocaustos y ofrendas de paz, pero nada que contenga la nutrición de la vida vegetal. En el desierto luchamos contra Amaleq (nuestra carne) hasta reducirla a obediencia, para poder entrar en la Tierra Prometida y dar mucho fruto, pero tampoco se trata de que debamos pasar 40 años en el desierto: eso es sólo para los desobedientes.

 

 

05 - No Cocer El Cabrito En La Leche De Su Madre

 

Llegamos ahora a la última condición, la cual parece muy extraña:

 

No cocerás un cabrito en la leche de su madre. Shemot 34:26b

 

No cocinarás un cabrito en la leche de su madre. Shemot 23:19b

 

Esto también ya fue estudiado. No repetiré aquí lo hablado acerca de la extraña costumbre judía de derivar de este pasuk el "mandamiento" humano de no comer carne con leche, que ya estudiamos en el post citado.

 

Según varios comentarios bíblicos, los paganos de esa época y de esa área tenían un rito de fertilidad, que consistía en hervir a un cabrito en la leche materna y rociar el caldo como un encanto mágico en sus jardines y campos. Lo hicieron con la esperanza de aumentar el rendimiento de sus cultivos. Esto es lo que dice El Tesoro del Conocimiento Bíblico sobre Shemot 23:19:

 

El verdadero sentido de este pasaje parece ser el asignado por el Dr. Cudworth, de un comentario de un judío caraíta. "Era una costumbre con los antiguos paganos, cuando se habían reunido con todas sus frutas, tomar un cabrito y hervirlo en la leche de la madre; y luego de una manera mágica, dar vueltas y rociar todos sus árboles y campos, jardines, y huertos con ella, pensando por estos medios, que deberían hacerlos fructíferos y producir más abundantemente en el año siguiente. Por lo tanto, Elohim prohibió a su pueblo, en el momento de su reunión, usar cualquier rito tan supersticioso o idólatra".

 

A través de estos mandamientos, Elohim le dice a su congregación del Tanaj que guarde sus días santos en la forma en que les dice que lo hagan, no en la forma en que los kenaanitas y egipcios solían guardar sus días.

 

Podemos aplicar los principios de estos mandamientos a la congregación de Elohim hoy, sin malinterpretarlos como lo han hecho los rabinos judíos. El pueblo de Elohim hoy debe guardar Sus días kadoshim como Él nos lo ordena, no tratando de duplicar los métodos y las trampas de las antiguas observancias paganas del mundo: Navidad, Año Nuevo, Día de San Valentín, Cuaresma, Pésaj y Halloween, entre tantas otras locales, pero también evitando mezclarlos con costumbres de hombres. Los cabritos son las nuevas generaciones de creyentes, y la leche es la Palabra que transmite la madre, tanto la llamemos Iglesia como judaísmo, en cualquiera de los dos casos debemos evitar transmitir costumbres como si se tratara de mandamientos, de esa manera se evitaría la mezcla con los paganismos porque resultaría evidente para todos que ciertas ordenanzas no aparecen en las Escrituras.

 

Mashíaj advirtió contra esto:

 

Y les dijo: "Los escribas y los fariseos enseñan con la autoridad de Mosheh. Así que, todo lo que él (Moshe) les diga, háganlo y cúmplanlo; pero no hagan como hacen ellos, porque ellos dicen pero no hacen. Ellos atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de la gente; pero ellos mismos no las quieren mover ni con un dedo". MattiYah 23:2-4

 

Y este problema está presente desde siempre. Siempre ha habido los que procuran cortar la libertad que tenemos en Yahshua:

 

...a pesar de los falsos hermanos que se infiltraron secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en el Mashíaj Yahshúa, a fin de reducirnos a esclavitud. GalutYah 2:4

 

 

 

El capítulo 34 es repetitivo. Contiene muchas cosas que vimos anteriormente. El propósito de este capítulo repetitivo consiste en recobrar el pacto quebrantado. Y aún, estas cosas serán repetidas una vez más en Devarim (Shemot 23:14-19; 34:18-26 y Devarim 14:21-27). Eso está relacionado con el deleite de Mashiaj representado por las tres fiestas mencionadas aquí: la fiesta de los panes sin levadura, las fiestas de las semanas, y la fiesta de la cosecha, y el descanso con Elohim representado por la observancia del shabat. El festejar y descansar con Elohim requiere la observancia de cinco condiciones. Primero debemos reemplazar nuestra "vida natural de asno", nuestra vida natural por Mashiaj. No confiemos en nuestra "naturaleza de asno". Por muy buena que parezca ser, todavía necesita ser sustituida. Segundo, debemos desechar toda levadura de nuestra vida. Entonces disfrutaremos a Mashiaj como nuestra porción y ofreceremos a Elohim las primicias de la experiencia de Mashiaj en las reuniones para satisfacerle la Él. Finalmente, nos esmeraremos en no usar la palabra de Elohim para matar a los nuevos, "hirviéndolos" en la falsa leche de las tradiciones, y en cambio, los nutriremos con la leche pura de la palabra (Kefá Alef 2:2). Si poseemos una experiencia espiritual adecuada, nos daremos cuenta que estas cinco condiciones son cruciales para nuestro deleite diario de Mashiaj.

 

 

Conclusión

 

Cada condición es muy significativa, pero además la secuencia de estas cinco condiciones tiene un sentido muy particular. La primera condición se refiere a la redención del primogénito de un asno con un cordero. Esto indica que si deseamos disfrutar a Elohim, debemos darnos cuenta de que somos "asnos", que somos unos animales lamentables bajo una carga pesada. Además, como asnos somos impuros. En Vayikra 11, el asno se encuentra en las lista de los animales impuros. Hemos visto que el asno representa aquí nuestra vida natural, nuestro ser natural. No podemos disfrutar a Elohim con nuestro ser natural. Si seguimos siendo animales impuros con una carga pesada, no podemos disfrutar a Mashiaj como las fiestas, y no podremos descansar con Él. Por lo tanto, nuestra vida natural debe ser sustituida. El B'rit Hadashá está lleno de luz al respecto. La vida natural ha sido clavada en el madero. Ahora debemos rechazarla y abandonarla totalmente en nuestra vida creyente.

 

La secuencia muestra que la condición siguiente requiere que nosotros, como redimidos, no mezclemos la sangre redentora con una vida pecaminosa. Si deseamos disfrutar a Elohim, debemos apartarnos de la levadura. Debemos dejar caer nuestra carne en el desierto, salir de él y entrar en la Tierra Prometida.

 

Lógicamente, esta condición viene en segundo lugar, y no en el primer lugar. Sería ilógico exigir que no se mezclase la sangre redentora con levadura y sólo DESPUÉS exigir que nuestra vida natural fuese reemplazada. La secuencia adecuada exige que primero nuestra vida natural sea sustituida por Mashiaj. Después de este reemplazo, debemos aprender a quedar alejados de las cosas pecaminosas. Esto equivale a cumplir la condición de no mezclar la sangre redentora con levadura.

 

La tercera condición es que debemos disfrutar de nuestra porción presente de Mashiaj a lo sumo y no dejar ninguna parte de ella para la siguiente era. Debemos correr la buena carrera (Timotio Bet 4:7). No obstante, muy pocos creyentes contemporáneos agotan el deleite de su porción de Mashiaj, y muchos, ni siquiera lo disfrutan. Pocos creyentes, incluyéndonos a nosotros, disfrutan a Mashiaj a lo sumo, de manera que debemos siempre esforzarnos más y más. Él debe ser el todo en todos, debe llenarnos por completo.

 

Entonces, si disfrutamos plenamente nuestra porción de Mashiaj, realmente daremos fruto. No frutos comprados en el supermercado, sino los frutos que hayamos cultivado en nuestra tierra interior, nuestro nuevo hombre, y así podremos reservar la mejor porción, las primicias, para el deleite y satisfacción de Elohim. Llevaremos esta porción máxima de nuestro deleite de Mashiaj a la Casa de Elohim para Su satisfacción y la del Cuerpo.

 

La última condición exige que no matemos a ningún creyente, especialmente a los nuevos en la esfera del suplir de vida. No debemos someterlos a nada que no sea propio de la boca de Yahweh, y no transformar la vida que fluye del Ruaj en cosa muerta, religiosidades y rituales que sólo satisfacen a la carne, que se disfraza de piedad para no ser cortada y clavada en el madero.

 

Nuestra experiencia debe reconocer todas estas cosas y mantenerla SI DESEAMOS REALMENTE GUARDAR LAS FIESTAS VERDADERAS DEL ETERNO. Todas estas cosas están mencionadas tres veces y siempre juntas, y aunque a primera vista parezca que a Moshe se le habían olvidado y las rejuntó todas, no es así: LAS REPETICIONES EN LAS ESCRITURAS (MUCHO MÁS CUANDO SON TAN EXACTAS) INDICAN QUE YAHWEH DESEA QUE SEPAMOS QUE ESO ES IMPORTANTE, POR ESO COLOCA VARIOS TESTIGOS.

 

Yo creo que muchos de nosotros podemos testificar que el significado de estas cinco condiciones corresponde a nuestra experiencia espiritual.

 

 

La Clave Para Entender Shemot 34

 

En este mensaje, consideraremos la impartición de Elohim dentro de Moshe, después de una palabra de introducción y de repaso.

 

Hemos visto que Moshe quebró las dos tablas que contenían los diez mandamientos. Esto indica que el pacto que Elohim hizo con los hijos de Yisrael fue quebrantado antes mismo de terminar de validarlo, en medio del proceso de firmar un pacto, por así decir (ver CLE01 39 - El Pacto de Sangre), cuando aún estaban siendo entregadas las condiciones de la alianza. En los capítulos 20 al 24, se selló un pacto con el derramamiento de la sangre del sacrificio redentor. Podemos afirmar que el sello del pacto era en realidad la firma del pacto por parte de Elohim. Elohim firmó el pacto rociándolo con la sangre del sacrificio redentor. El pacto contenía los diez mandamientos con todas esas ordenanzas. Elohim deseaba un pueblo totalmente comprometido con Él. Sin embargo, el incidente del becerro de oro causó el quebrantamiento del pacto, pero en Su misericordia, Elohim vino y recobró este pacto quebrantado, utilizando a Moshe como mediador entre Él y su pueblo rebelde. Esta fue la razón por la cual Elohim le dijo a Moshe que labrara dos tablas de piedra y que subiera nuevamente a la cumbre del monte para reunirse con Él. Elohim deseaba recobrar el pacto.

 

Sin duda Moshe esperaba que Elohim volvería a dar los diez mandamientos y las ordenanzas. Probablemente él estaba feliz mientras preparaba las dos tablas de piedra para ese propósito y las llevaba a la cumbre del monte. No obstante, Elohim hizo algo muy diferente al bajar hacia Moshe. Antes de darle nuevamente los diez mandamientos, Elohim le habló a Moshe conforme al deseo real de Su corazón. La intención de Elohim no consistía simplemente en tener un pueblo que guardara Sus mandamientos y ordenanzas. Su intención consistía en dispensarse a Sí mismo dentro de Su pueblo escogido para que recibieran una plena impartición de Él y para que lo expresaran.

 

De manera que, en primer lugar, Elohim le dijo a Moshe que Él haría maravillas para llevar a Su pueblo a la buena tierra y echaría a muchas naciones de delante de ellos. Elohim quería hacer milagros con el fin de llevar a Su pueblo a la buena tierra donde podrían disfrutarlo a Él, PORQUE ESTOS ERAN CUADROS PARA LOS QUE VENDRÍAMOS DESPUÉS.

 

Segundo, Elohim advirtió al pueblo acerca de la idolatría, como ya vimos, porque ese es justamente el motivo inicial de nuestro desvío y caída. Siempre que apartamos nuestros ojos de Yahweh y codiciamos otras cosas, nos centramos en nosotros mismos y levantamos ídolos en nuestro corazón. Por ese motivo, justo después de ellos caer de una forma tan evidente en la idolatría que habían jurado no hacer, Elohim le dio al pueblo una advertencia clara de que se apartaran de toda clase de idolatría. Ya se les había dicho, pero lo repitió enfáticamente. No debemos permitir que nada reemplace a Elohim. Debemos tomarlo sólo Él como nuestro Elohim.

 

Luego Elohim prosigue y le habla a Moshe de festejar con Él y descansar con Él, y establece sus fiestas, que son momentos de regocijo que el pueblo debía tener en Su presencia, CUANDO ENTRARAN EN LA TIERRA, con la única salvedad del shabat, que sí guardaron durante sus 40 años en el desierto.

 

Por tanto podemos ver que Elohim le habló a Moshe acerca de la idolatría, del festejo y del descanso, de todas las cosas que deberían guardar cuando entraran en la buena tierra. Esto es símbolo de recibir a Mashíaj como su Salvador, algo que únicamente podrían hacer después de Su primera venida. Por eso estas cosas fueron sombras en la Era de Pésaj, y no pudieron ser guardadas en plenitud. Todas apuntaban a la Era de Shavuot, en la que Mashíaj se derramaría en los creyentes como el Ruaj vivificante, convirtiéndose así en el Yahoshúa que los guiaría en sus conquistas internas. Moshe no introdujo a los yisraelitas en la Tierra Prometida, porque él mismo fue también un tipo de la ley (como vemos en la transfiguración de Yahshua), pero la ley externa, que sería reemplazada por la interna, Moshe siendo reemplazado por Yahoshúa.

 

En esta ocasión Él no le dijo nada acerca de los diez mandamientos ni de las ordenanzas. Por el contrario, Él le dijo a Moshe que los varones debían festejar con Él tres veces al año y que cada siete días debían recordarle a Él y descansar con Él. Esto se refiere a muchos tipos, tanto en lo individual (como ya vimos, reunirnos con Él tres veces al día) como en lo corporativo (tener esas reuniones con el Cuerpo) y en el desarrollo histórico del Cuerpo (refiriéndose a las tres eras o etapas que la humanidad debe atravesar. Cada una de estas fiestas, como ya vimos, se refiere a una de estas eras.

 

Luego, Elohim agregó otros detalles, por segunda vez. Él repitió cinco asuntos o condiciones que el pueblo de Elohim debía cumplir para disfrutarlo. Nuestro entendimiento natural considera a cada uno de estos cinco puntos como algo insignificante, pero como vimos, no hay nada en Su Palabra que sobre o sea "de menor importancia". ¿Por qué Elohim no le habló a Moshe de honrar a los padres o del mandamiento acerca del homicidio? ¿Por qué tuvo que hablar de cosas como redimir el primogénito de un asno con el cordero y de no hervir un cabrito en la leche de su madre? La razón es sencilla: si no cumplimos estas cinco condiciones, nuestro deleite de Elohim estará quebrado. Si deseamos mantener nuestro deleite de Elohim festejando y descansando con Él, debemos prestar mucha atención a estos cinco requisitos aparentemente insignificantes, y a mantenerlos siempre.

 

Si nos limitamos a estudiar Shemot 34 con nuestra mente, no podremos entender este capítulo, pero si consideramos este capítulo a la luz de nuestra experiencia espiritual, veremos que la clave es siempre la misma: EL DELEITE DE ELOHIM, REPOSAR EN ÉL. Este capítulo revela que debemos disfrutar a Elohim todo el día festejando con Él y descansando con Él. Además de este deleite, y como requisito para mantenerlo, debemos cumplir estas cinco condiciones.

 

 

Parece que en Shemot 34, Moshe estaba preocupado por la promulgación de la ley, y no por el deleite de Elohim ni por Su impartición dentro de Él. Él deseaba restaurar al pueblo que había transgredido tan gravemente. Si recibimos luz mientras leemos este capítulo, nos daremos cuenta que no debemos centrar nuestra atención en los diez mandamientos o en las ordenanzas, porque a Elohim le preocupa más el hecho de que prestemos atención a las fiestas y a los shabatot. Debemos centrarnos en los festejos y descansos repetidos con Elohim. Debemos festejar en Él y descansar con Él para disfrutarle plenamente. Entonces Él se infundirá en nosotros. Por lo tanto, estaremos llenos interiormente y resplandeceremos exteriormente.

 

Sin esta clave, nos resultará difícil entender Shemot 34, e inclusive todo el libro de Shemot, y también los siguientes: Bamidbar, Vayikra y Devarim. ¿Quién puede explicar por qué Elohim menciona solamente tres de las siete fiestas en este capítulo? ¿Por qué tantos mandamientos y ordenanzas importantes están puestos a un lado, y en su lugar se mencionan cinco requisitos relacionados con la redención de un asno con un cordero, y el hecho de no ofrecer la sangre del sacrificio con el pan leudado, o el no dejar hasta la mañana nada del sacrificio de la fiesta de Pésaj, llevar a la casa de Elohim las primicias de los primeros frutos de la tierra, y no cocer un cabrito en la leche de su madre? La clave del deleite de Elohim nos permite ver que estos cinco asuntos no son insignificantes. Por el contrario, son mucho más importantes que aferrarnos a tratar de guardar su Ley en nuestras fuerzas.

 

 

Y Yahweh le dijo a Mosheh: Escribe estos mandamientos, porque de acuerdo con estos mandamientos hago una alianza contigo y con Yisrael. Shemot 34:27

 

Ya sabemos que "mandamientos" es mejor traducido como "palabras" en el original hebreo (DEVARIM). La mayoría de las versiones traducen este pasuk más o menos de esta misma forma, excepto la King James, que dice: "de acuerdo con el tenor de estas palabras", lo cual concuerda con el original hebreo, que tiene la palabra PE (H6310), que significa BOCA (la que aquí es traducida como tenor), de manera que deberíamos leer:

 

Escribe estas palabras, porque de acuerdo con la boca de estas palabras hago una alianza contigo y con Yisrael...

 

Por tanto, aquí el Adón le dice a Moshe que conforme a la boca de estas palabras Él hizo pacto con él y con Yisrael, es decir, a lo emitido por Su propia boca. Este capítulo contiene el hablar, lo que sale de la boca, de una palabra que ya fue pronunciada una vez. Esta repetición proporciona los términos por los cuales los hijos de Yisrael podrán guardar el pacto de Elohim.

 

Deseo hacer hincapié en el hecho de que aquí no se mencionan ni los mandamientos ni las ordenanzas. Después de darnos una advertencia en cuanto a la idolatría, Elohim nos habla de las fiestas, del shabat, y de las cinco condiciones para disfrutarle a Él. Tres fiestas sirven para nuestro deleite, el shabat para nuestro descanso, y las cinco condiciones para nuestra vida diaria. Si cumplimos estas condiciones, festejaremos con Elohim y descansaremos con Él en el pleno deleite y para el cumplimiento de Su propósito. Además, los siguientes capítulos nos enseñan que se erigirá un tabernáculo, una morada para Elohim.

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