PIEDRAS VIVAS
CLE02 122
El Ojel Moed 48
La Construcción Del Ojel Moed
En este mensaje vamos a considerar una sección de cinco capítulos, desde Shemot 35 al 39. Estos capítulos relatan la manera en que se levantó el tabernáculo, se hizo su mobiliario y las vestiduras santas de los sacerdotes. No necesitamos insistir en todos los detalles relacionados con estas cosas porque ya los hemos visto en mensajes anteriores.
La Ofrenda De Los Materiales
Esto está consignado en cuanto al pedido y a la entrega:
Moshe dijo además a toda la congregación de yisraelitas: Esto es lo que ha ordenado Yahweh: Recojan entre ustedes unas donaciones para Yahweh; todo el que se sienta movido a hacerlo las traerá –donaciones para Yahweh de oro, plata, y bronce; tela azul, púrpura, y escarlata, lino fino, y pelo de cabra; pieles de carnero teñidas, pieles de táhal, y madera de acacia; aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático; piedras de ónice y otras piedras de montura, para el efod y el pectoral. Shemot 35:4-9
Ellos recibieron de Mosheh todas las donaciones que habían traído los yisraelitas, para realizar las tareas relacionadas con el servicio del santuario. Pero cuando siguieron trayendo ofrendas voluntarias mañana tras mañana, todos los artesanos que estaban ocupados en la obra del santuario vinieron, cada cual de la obra en la que estaba ocupado, y le dijeron a Mosheh: "El pueblo está trayendo más de lo necesario para las tareas vinculadas con la obra que Yahweh ha mandado hacer". Mosheh hizo enseguida esta proclamación a través de todo el campamento: "¡Que ningún hombre o mujer haga más esfuerzos por traer donaciones para el santuario!". Así el pueblo dejó de traer: sus esfuerzos habían sido más que suficientes para todas las tareas que había que hacer. Shemot 36:3-7
Aquí tenemos toda una lista de materiales: metales y piedras preciosas, tejidos, hilos vegetales y animales, colores, pieles de animales, madera, aceite, especias, etc.
Al ofrecer estos materiales, la gente que había sido idólatra ahora era fiel a Elohim. Antes usaron su oro para hacer un ídolo, pero ahora eran fieles y ofrecían todo lo que tenían a Elohim para levantar el tabernáculo, Su morada. El capítulo 35 contiene este pensamiento acerca de la ofrenda de los materiales.
Los materiales ofrendados para hacer el tabernáculo tipifican al Mashiaj que experimentamos en diferentes aspectos. Aunque los hijos de Yisrael consiguieron estos materiales durante su estancia en Mitzrayim, los llamaron ofrendas elevadas, ofrendas mecidas y ofrendas voluntarias (35:5, 21-22, 24, 29; 36:3). Algunas traducciones no especifican si se trataba de ofrendas elevadas, ofrendas mecidas u ofrendas voluntarias. Se limitan a decir que estas ofrendas eran dádivas o contribuciones, pero en las interlineales podemos encontrar las palabras originales. Más adelante, en el estudio-camino de Vayikra, profundizaremos en las diferentes ofrendas. Mientras tanto, debemos recordar que la ofrenda elevada representa al Mashiaj ascendido; la ofrenda mecida al Mashiaj resucitado, y la ofrenda voluntaria, al Mashiaj que ofrecemos a Elohim, al Elohim de nuestro libre albedrío. Elohim no nos obliga a experimentar a Mashiaj. Experimentar a Mashiaj y ofrecerlo luego a Elohim es un asunto que depende de nuestro libre albedrío, porque nos hemos mezclado con Él y Su deseo es el nuestro también.
En el plan espiritual, todas estas ofrendas son tipologías del Mashiaj que experimentamos. A veces experimentamos a Mashiaj como la realidad de Elohim. Esto es el oro. Otras veces experimentamos a Mashiaj como nuestro Redentor o como nuestra redención. Esto es la plata. En otras ocasiones, experimentamos a Mashiaj como Aquel que fue juzgado por Elohim como nuestro substituto, como el Mashiaj que toma nuestro lugar en el juicio. Esto es el bronce. Estos son distintos aspectos del Mashiaj que experimentamos. Todas estas cosas las estudiamos en todos los posts acerca del Ojel Moed, del CLE02-69 al CLE02-113.
Todos debemos experimentar a Mashiaj para edificar a la congregación, el Tabernáculo de Elohim. Si no experimentamos a Mashiaj, no tendremos nada que ofrecer a Elohim como ofrenda elevada, ofrenda mecida, u ofrenda voluntaria para edificar Su morada. Supongamos que algunos yisraelitas se presentaran con las manos vacías, sin nada que ofrecer para levantar el tabernáculo. Ellos dirían: "Moshe nos ha hablado acerca de las ofrendas para erigir el tabernáculo, pero somos miserables y no tenemos nada que ofrecer". ¡Qué vergüenza sería eso! Pero además, una transgresión a Yahweh mismo, quien nos llena las manos para tener qué ofrecerle. Tres veces Él declara que "Nadie se presentará ante mí con las manos vacías" (Shemot 23:15; 34:20; Devarim 16:16). Muchos santos se encuentran en esta situación hoy en día, de llegar a Su presencia con las manos vacías. En cuanto a la experiencia de Mashiaj, no traen ninguna ofrenda. En cuanto a la edificación de la congregación, sus manos están vacías.
Todos debemos poseer alguna riqueza de la experiencia de Mashiaj. Debemos tener por lo menos una cadena o un arete (35:22), a Mashiaj como un broche pequeño que podemos ofrecer para edificar la congregación. Tal vez pensemos que no tenemos nada que ofrecer, pero entonces estamos diciendo que no hemos disfrutado de Mashíaj, y así, nos acusamos a nosotros mismos. Y si decimos que Él no nos ha dado ningún don, lo hacemos mentiroso, porque a todos ha dado dones, por lo menos uno. De manera que necesitamos comenzar a disfrutar a Mashíaj para poder compartirlo en la edificación de la Casa de Yahweh, no sólo para nuestro crecimiento personal (que también es necesario, sin duda). Si experimentamos a Mashiaj en algo específico, podremos ofrendar Mashiaj a Elohim en un aspecto particular con miras a edificar la congregación, Su morada.
Un hermano/a casado/a puede experimentar a Mashiaj cuando está a punto de discutir con su esposo/a. En ese momento, él o ella deberían llamar al Adón para que Él esté presente. No se trata de evitar las discusiones sino de NO LLEVARLAS A NIVELES DE AGRESIVIDAD Y PELEA. Necesitamos aprender a discutir unos con otros para poder llegar a puntos de acuerdo. Ceder y escaparse no edifica; pelear y ser agresivo, evidentemente tampoco. Es necesario que Mashíaj nos ayude a exponer nuestros puntos de vista con miras a llegar a un acuerdo, inclusive con la posibilidad de que seamos los que cedamos terreno.
Si experimentamos a Mashiaj de esta manera, Lo ganaremos, podremos ministrar a nuestro matrimonio, estaremos creciendo y utilizaremos la mente de Mashíaj. Esto es válido para cualquier ámbito, obviamente, y muestra cuán práctica debe ser la experiencia de Mashiaj. Lamentablemente vemos que muchos creyentes contemporáneos carecen de enseñanza subjetiva acerca de la experiencia práctica de Mashiaj en nuestro diario vivir.
Debemos experimentar a Mashiaj en cada aspecto de nuestro diario vivir, por ejemplo en la ropa que llevamos, en la manera de cortar nuestro pelo y en nuestras actitudes. En un asunto importante y significativo, debemos experimentar a Mashiaj. Él es nuestra cabeza, nuestro Esposo. Ciertamente no nos vestiríamos de una forma que desagrade a nuestro esposo, cuánto más debemos esforzarnos por agradar a nuestro Adón. Debemos tener a Mashiaj cuando llevamos zapatos, cuando nos cortamos el pelo, y aún cuando expresamos nuestras actitudes. Debemos aplicar esta verdad que consiste en experimentar a Mashiaj como los materiales ofrendados a Elohim con el fin de edificar Su morada de una manera práctica. Si somos prácticos en esta verdad, podremos ofrecer algo de Mashiaj a Elohim para edificar a la congregación, Su morada hoy en día en la tierra.
El Orden Del Tabernáculo
Llegamos ahora a la manera en que levantaron el tabernáculo e hicieron su mobiliario (36:8-38:20). Esta secuencia difiere del orden de la revelación. La secuencia de la revelación nos enseña que primero tenemos el arca y luego el tabernáculo, la mesa de los panes, la menorah, el altar de bronce y las vestiduras santas de los sacerdotes. Esta revelación concuerda con el deseo de Elohim. Primero Elohim desea el arca del testimonio. Todo lo que fue revelado acerca del tabernáculo y de su mobiliario es conforme al deseo del corazón de Elohim. No obstante, la secuencia en que erigieron el Mishkán e hicieron su mobiliario fue conforme a la necesidad práctica. Esta fue la razón por la cual empezaron erigiendo el tabernáculo y luego hicieron el mobiliario como contenido del Ojel Moed.
Consideremos brevemente la secuencia en que fueron hechos el tabernáculo y su mobiliario. Primero confeccionaron las cortinas y las cubiertas del tabernáculo (36:8-19) y luego las tablas (36:20-34). Por lo tanto, empezaron por el tejado y las paredes. Luego vemos el velo interior y el velo para la puerta del tabernáculo (36:35-38). El Ojel Moed quedó terminado con estas cosas. Luego vemos el contenido del tabernáculo: el arca del testimonio (37:1-9), la mesa de los panes de proposición (37:10-16), la menorah de oro (37:17-24), y altar del incienso (37:25-28). Cuando tenemos el arca, la mesa, y la menorah, somos calificados para estar en el altar del incienso y llevar a cabo la obra intercesora con Mashiaj. Después del altar de incienso, vemos el aceite santo de la unción y el incienso puro (37:29), el altar del holocausto (38:1-7) y el lavacro de bronce (38:8). Por fin vemos el atrio del tabernáculo (38:9-20).
Este es el inventario del Tabernáculo, la Tienda de la Alianza, que se registró por orden de Mosheh, obra de los levitas bajo la dirección de Itamar hijo de Aharón el sacerdote. Betzalel, hijo de Urí hijo de Hur, de la tribu de Yahudah, había hecho todo lo que le había mandado Yahweh a Mosheh; a su lado estaba Oholiab hijo de Ajisamakh, de la tribu de Dan, tallador y diseñador, y bordador en hilo azul, púrpura y escarlata, y en lino fino. Todo el oro que se usó para la obra, en todo trabajo del santuario –la ofrenda elevada de oro– llegó a veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, según el siclo del santuario. La plata de los de la congregación que se registraron llegó a cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario: medio siclo por cabeza, según el siclo del santuario, por cada uno que fue registrado en el censo, de la edad de veinte años para arriba, 603,550 hombres. Los cien talentos de plata eran para la fundición de las bases del santuario y las bases para la cortina, en cien basas, cien talentos, un talento por basa. Con los otros mil setecientos setenta y cinco siclos hizo ganchos para los postes, enchapados para los capiteles, y bandas alrededor de ellos. El bronce de la ofrenda elevada llegó a setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos. De esto hizo las bases para la entrada de la Tienda de Reunión; el altar de bronce y su parrilla de bronce y todos los utensilios del altar; las bases del atrio alrededor y las bases de la entrada del atrio; y todas las estacas del Tabernáculo y todas las estacas del atrio alrededor. Shemot 38:21-31
Aquí se nos presentan las cuentas de los materiales ofrendados. El hecho de que se contaran los materiales indica que todo se llevaba a cabo con orden. Así Moshe y los que estaban a cargo del tabernáculo sabían perfectamente cuánto oro, plata, y bronce, se había ofrendado. Moshe pidió a los sacerdotes que contaran las ofrendas. Shemot 38:21 nos muestra que primero los sacerdotes contaron el material para el servicio de los levitas. Eso significa que se deben destinar todas las ofrendas primeramente al servicio de la congregación. Este servicio requiere una contabilidad adecuada y un registro apropiado.
Luego contaba el oro: veintinueve talentos y setecientos treinta siclos. El oro servía para adornar el interior del tabernáculo y el mobiliario dentro del tabernáculo (38:24). Por ejemplo, el arca y la mesa estaban cubiertas de oro, pero la menorah estaba hecha exclusivamente de oro. En Shemot 38:25-28 se cuenta la plata: cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, pagados para el rescate de los mayores de veinte años de edad, que fue utilizada para las bases y columnas del tabernáculo. Finalmente, en Shemot 38:29-31, contaron el bronce: setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos para las bases de la puerta del tabernáculo, el altar de bronce, las bases del atrio del tabernáculo y su puerta, y todas las estacas del tabernáculo y su atrio alrededor. No se menciona aquí el bronce usado para hacer el lavacro porque ese bronce provenía de los espejos de las mujeres que trabajaron a la puerta del Tabernáculo.
En Shemot 39:1-31, confeccionaron las vestiduras sacerdotales. En Shemot 39:2-7, hicieron el efod, la parte central de la vestidura santa. Después confeccionaron el pectoral (39:8-21), y el manto del efod (pasukim 22-26). Un largo manto se llevaba debajo del efod. Después de confeccionar el manto exterior, hicieron las túnicas interiores que se llevaron dentro del manto. Luego vemos el turbante del sumo sacerdote, los turbantes de los sacerdotes, y los pantalones y fajas. Finalmente vemos la lámina de la diadema santa de oro puro que llevaba el Sumo Sacerdote (pasukim 30-31), una lámina en la cual estaban inscritas las palabras "Santidad a Yahweh". Todas estas cosas fueron estudiadas antes con detalle.
Al final del capítulo 39, la obra fue terminada y presentaron el conjunto a Moshe para que lo examinara. Moshe estaba contento y bendijo todo lo que hicieron. Eso indica que después de acabar todo, vino la bendición. Espero que suceda lo mismo con la edificación de la congregación entre nosotros. Espero que cada día presentemos todas las cosas a Elohim, y que Él esté contento y nos conceda Su bendición en plenitud.
Yahweh Desea Conseguir El Arca
Shemot presenta la revelación dada por Elohim acerca del tabernáculo y su mobiliario, y contiene cuatro relatos relacionados con el tabernáculo, su mobiliario y utensilios. Acabamos de ver la razón por la cual la secuencia entre el relato de la revelación del Ojel Moed y su mobiliario, y el relato que presenta instrucciones para erigir el tabernáculo y hacer su mobiliario es diferente. Quisiera recalcar ahora que en cada uno de estos cuatro relatos, lo más importante es el arca de testimonio.
Hemos visto que la revelación del tabernáculo y su mobiliario comienza con el arca del testimonio. Elohim inicia con el arca del testimonio y prosigue con el patio exterior. No obstante, en nuestra experiencia empezamos con el altar del holocausto y proseguimos hasta que alcanzamos el arca. Vemos aquí el contraste que existe entre el punto de vista de Elohim y el nuestro, entre el propósito de Elohim y el nuestro. Elohim empieza con el arca del testimonio, y nosotros empezamos con el altar del holocausto.
Si comparamos la epístola a los Romaniyim con la epístola a los Efesiyim, veremos también el contraste que existe entre el lado de Elohim y el nuestro, entre Su meta y la nuestra. La epístola a los Romaniyim empieza con nosotros, con el hombre caído. Romaniyim 1 proporciona detalles acerca de lo pecaminoso, y en Romaniyim 3 vemos el altar, pero Efesiyim empieza con Elohim. Podemos ver la intención de Elohim desde el primer capítulo de Efesiyim. Esto significa que en Efesiyim 1 vemos a Mashiaj como el arca del testimonio.
En cuanto al Mishkán y su mobiliario, el libro de Shemot no empieza con nuestro lado para seguir con el lado de Elohim. Empieza más bien con el lado de Elohim y se dirige al nuestro. Esta historia está relatada desde el punto de vista de Yahweh.
Elohim está en los cielos y nosotros en la tierra. Preguntémonos cómo Elohim puede llegar a nosotros, y no solamente cómo podemos alcanzarlo a Él. A Elohim no le resulta tan fácil llegar hasta nosotros. Algunos pensarán que por ser soberano y todopoderoso, Elohim puede hacer todo lo que Él desea y nos puede alcanzar fácilmente. Por supuesto, Él es realmente soberano y todopoderoso, pero debemos recordar que el Eterno no está fuera de la ley; más bien, Él es un Elohim de ley, regulaciones y orden, que las ha establecido y se ha sometido voluntariamente a ellas. Por ser un Elohim de orden, Él no puede actuar en oposición a Su propia naturaleza. El no hará nada que sea contrario a Su manera justa. Para alcanzar al hombre, este Elohim santo y justo debe actuar de una manera que corresponda a Su santidad y a Su justicia. Por lo tanto, la justicia de Elohim debe ser respetada y Su santidad honrada para que Él baje de los cielos a la tierra, con el fin de llegar a nosotros. Esto significa que Elohim no puede llegar a nosotros de una manera desordenada. La venida de Elohim requiere numerosas etapas, o vueltas, desde el arca en el lugar Santísimo, hasta el altar en el patio exterior. Podemos comparar estas vueltas con las vueltas de un automóvil en la carretera. El conductor de un automóvil dará una vuelta a la derecha y luego a la izquierda, y todas estas vueltas son necesarias para llegar a su destino. Del mismo modo, el interior del tabernáculo consta de muchas vueltas.
El libro de Shemot revela que la intención de Elohim consiste en conseguir el arca. Aquí se refiere al arca del testimonio, y eso convierte el Ojel Moed en Tabernáculo del Testimonio. El arca del testimonio en el tabernáculo del testimonio es lo que Elohim desea conseguir, pero nosotros queremos una sola cosa: nuestra propia salvación. Nos preocupamos por nuestra salvación sin pensar en el testimonio de Elohim. Nuestra salvación se encuentra en el altar, pero el testimonio de Elohim está en el arca. La mayoría de los creyentes contemporáneos no tienen la menor idea de lo que es el testimonio de Elohim. Se preocupan básicamente por su salvación, y de levantar su lista de pedidos. Si hablamos con ellos de otros temas en la Palabra de Elohim, nos dirán: "¿Tiene eso algo que ver con mi salvación, esto determinará si voy a ir a los cielos?". Esto refleja el punto de vista de muchos creyentes. Los creyentes de hoy no se preocupan mucho del testimonio de Elohim.
¿Saben cuál es el tema principal del libro de Hitgalut? Algunos creyentes contestarán que el libro de Hitgalut es un libro de profecías que menciona una bestia saliendo del mar y de otra procediendo de la tierra. Pero ese no es el tema principal del Hitgalut. En el primer capítulo de Hitgalut, vemos el tema principal de este libro: Él testimonio de Yahshua. El tema del último libro de las Escrituras es el testimonio de Yahshua. Este testimonio es el arca de Elohim. Hitgalut revela que el arca de Elohim se consuma finalmente en un Tabernáculo en la Nueva Yahrushalayim. La Nueva Yahrushalayim será el cumplimiento final del Ojel Moed. La Nueva Yahrushalayim es la meta eterna de Elohim.
Al leer el libro de Shemot, debemos prestar toda nuestra atención al significado del arca del testimonio. Espero que todos veamos la importancia del arca del testimonio en este libro, porque nosotros somos llamados a cargar el arca (el testimonio) encima de nuestros hombros, para llevarla donde el Ruaj desea ir. Al leer y estudiar la Palabra de Elohim, no debemos dejar que nuestra mente natural, nuestra religión o cultura nos controlen. Nuestra preocupación principalmente no debe ser que recibamos alguna bendición de parte de Elohim. Debemos ver que el deseo de Elohim es el arca del testimonio en el tabernáculo de testimonio.
Dos Comienzos
El día primero del primer mes levantarás el Mishkán de el Ojel Moed. Shemot 40:2
Elohim le ordenó a Moshe que levantara el tabernáculo el primer día del primer mes del segundo año. Este es un hecho muy significativo. Sabemos que el primer mes del primer año era la época de Pésaj. Por lo tanto, transcurrió un año desde Pésaj hasta la erección del tabernáculo.
En Shemot, vemos que el pueblo de Elohim tuvo dos comienzos. El primer comienzo fue Pésaj, destinada a la salvación de los hijos de Yisrael. El segundo comienzo fue el Tabernáculo de Elohim. Estos dos comienzos son tipologías o signos muy claros. El primer comienzo consiste en ser salvo, en experimentar Pésaj, en que el juicio de Elohim pase sobre nosotros. Todo creyente auténtico ha experimentado este comienzo. ¿Pero qué hay del segundo comienzo, el comienzo relacionado con la edificación del Tabernáculo de Elohim? Queda patente que muy pocos creyentes están conscientes de la necesidad de tener este segundo comienzo.
Hace años, leí acerca de la supuesta segunda bendición. Los creyentes pentecostales declaran que uno debe experimentar el bautismo del Ruaj haKodesh para conseguir esta segunda bendición. Ellos alientan a los creyentes a buscar esta segunda bendición. Estos creyentes hacen hincapié en la vida interior y afirman que la segunda bendición es algo interno. Algunos de sus argumentos son: "Usted debe experimentar el madero de Mashiaj. Si lo experimenta, entonces se sentirá lleno de vida. Esta vida que lo llena en su interior es la segunda bendición". ¿Pero alguna vez escuchamos hablar de una segunda bendición, de un segundo Aviv, en el segundo año?
Todos necesitamos dos comienzos, uno representado por Pésaj en Shemot 12, y el otro, por la erección del tabernáculo en Shemot 40. Este asunto es muy significativo. El segundo comienzo no está relacionado con el hecho de hablar en lenguas, ni tampoco con el hecho de estar lleno interiormente para llevar una vida interior. Tampoco se trata de la segunda bendición mencionada por algunos creyentes. Estos creen que recibimos la segunda bendición al recibir la santidad. A partir del libro de Shemot, vemos que el segundo comienzo está relacionado con la edificación del Tabernáculo de Elohim. Cuando experimentamos la edificación del Tabernáculo de Elohim de una manera práctica en nuestra vida creyente, entonces tenemos el segundo comienzo. ¿Cuál es el Tabernáculo de Elohim hoy en día? El Tabernáculo de Elohim es la congregación, llamada la casa del Elohim viviente (Timotio Alef 3:15). La edificación de esta casa es el segundo comienzo, la auténtica segunda bendición, el comienzo que se produce en el primer día del primer mes del segundo año. ¡Me alegra tener la certeza de que estamos experimentado el segundo comienzo! Este segundo comienzo con la edificación del Ojel Moed de Elohim es muy superior al hecho de hablar en lenguas, de estar lleno interiormente, y de la santidad, porque no se centra en los "dones" que tantos codician, sino en LA EDIFICACIÓN DE LA CASA DE ELOHIM. Esos dones nos son dados no para beneficio personal únicamente, y por eso no se puede comparar ninguna de estas cosas con la edificación del Tabernáculo de Elohim, su congregación.
Muchos hermanos se quejarán, diciendo que siempre hablo de la Novia, la congregación, porque a muchos les han enseñado por años que los dones son para la santidad personal. Y es así pero sólo en parte. Yahweh no salva personas individuales, Él levanta Su Pueblo. No son individuos sueltos, son un cuerpo de sacerdotes, son un ejército. Los dones son para la construcción del Mishkán, que es un edificio corporativo. El Ojel Moed lo levantamos entre todos, o no lo levantamos. Solos no somos nada, y si hemos sido injertados en la buena planta, vivimos por la misma vida que nos une a todos y por el mismo Ruaj que nos mueve a cumplir el deseo y la voluntad de nuestro Padre.
Esta es la carga que el Padre ha colocado sobre mí desde hace mucho, sacarnos del individualismo estéril para vivir como miembros del Pueblo de Yahweh, células del Cuerpo de Mashíaj. En realidad no estoy promoviendo mi "carga;" más bien estoy promoviendo la carga de Elohim. ¿Qué vemos al final de Shemot? Vemos el Tabernáculo de Elohim. Vemos el Mishkán que Elohim ocupa y posee de una manera gloriosa, para ser Su expresión. Vemos lo mismo al final de las Escrituras. En los últimos capítulos del libro de Hitgalut, vemos que este Tabernáculo se ha convertido en una gran ciudad llena de esplendor y perfección, la Nueva Yahrushalayim, ocupada y poseída por Elohim, de una manera gloriosa para Su expresión.
La nube cubrió el Ojel Moed, y la Presencia de Yahweh llenó el Mishkán. Shemot 40:34
Me llevó en el espíritu sobre un monte grande y alto, y me mostró la santa ciudad de Yahrushalayim, que descendía del cielo de parte de Yahweh. Tenía la gloria de Elohim, y su resplandor era semejante a la piedra más preciosa, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal. Hitgalut 21:10-11
Tanto al final de Shemot como al final de Hitgalut vemos la gloria de Elohim llenando el tabernáculo, Su morada. Esa morada somos nosotros, es una ciudad viva hecha de todos los seres humanos restaurados, Sus hijos.
Moshe Hizo Lo Que Le Mandó Elohim
En Shemot 40:1-16, vemos que Elohim mandó que Moshe erigiera el tabernáculo, y en los pasukim 17 al 33, vemos efectivamente la erección del mismo. El tabernáculo fue erigido en el orden siguiente:
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pusieron las tablas (pasuk 18)
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las cortinas y la sobrecubierta (pasuk 19)
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el arca del testimonio en el Lugar Santísimo (pasukim 20-21a)
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el velo extendido sobre el arca del testimonio (pasuk 21b)
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la mesa de los panes en el Lugar Santo (pasukim 22-23)
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la menorah en el Lugar Santo (pasukim 24-25)
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el altar del incienso en el Lugar Santo (pasukim 26-27)
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la cortina a la entrada del tabernáculo (pasuk 28)
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el altar del holocausto a la entrada del tabernáculo (pasuk 29)
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el lavacro entre el tabernáculo y el altar (pasukim 30-32)
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el atrio alrededor del tabernáculo y del altar (pasukim 33a)
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la cortina a la entrada del atrio (pasuk 33).
El relato del capítulo 40 no es muy largo, pero proporciona muchos detalles. Primero vemos que "Moshe hizo levantar el tabernáculo, y asentó sus basas y colocó sus tablas, y puso sus barras, e hizo alzar sus columnas" (pasuk 18). Luego vemos que Moshe "Levantó la tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo" (pasuk 19). Las cortinas fueron colocadas encima del techo, y la sobrecubierta fue colocada encima de las cortinas para formar el techo exterior. Por tanto, adentro las cortinas formaron el techo interior, y afuera la sobrecubierta formaba el techo exterior.
Los pasukim 20 y 21 hablan del arca: "Y tomó el testimonio y lo puso dentro del arca, y colocó las barras en el arca y encima el propiciatorio sobre el arca. Luego metió al arca en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y ocultó el arca del testimonio, como Yahweh había mandado a Moshe". El pasuk 20 describe la cubierta del arca como el propiciatorio. Una versión usa la expresión "asiento de misericordia". El B'rit Hadashá enseña que el propiciatorio es el trono de gracia (Ivrim 4:16), donde Elohim se reúne con Su pueblo. Después de colocar el arca en el tabernáculo, se extendía el velo para cubrir el arca de testimonio.
El pasuk 22 revela que Moshe puso la mesa en el Ojel Moed, al lado norte de la cortina, fuera del velo. Luego él puso los panes sobre la mesa. El pan sirve para nutrir. Al lado opuesto de la mesa, en el lado sur del tabernáculo, Moshe puso la menorah, y encendió las lámparas delante de Yahweh. Después de eso, Moshe puso también el altar del incienso delante del velo. Entonces, siguiendo lo que Elohim le había mandado, él quemó sobre el altar incienso aromático. En este altar los sacerdotes podían orar e interceder por el pueblo de Elohim.
Moshe, como tipo de Mashíaj, nuestro Kohen Gadol, (Ivrim 4:15; 8:1-2), inauguró el servicio del santuario. No sólo encendió las "lámparas" y quemó "incienso aromático", sino que también ofreció sobre el altar del holocausto el primer sacrificio vespertino, "holocausto y ofrenda" (Shemot 29:38-41; 40:29).
En el capítulo 40 de Shemot, se menciona el pan junto con la mesa; las lámparas junto con la menorah, y el incienso junto con el altar del incienso. Esto indica que no debemos tener una mesa sin pan, una menorah sin luz, o un altar de incienso sin incienso. En cuanto a la mesa, ésta se colocaba en el Lugar Santo, y se le ponía pan encima. Del mismo modo, en cuanto a la Menorah, estaba colocado frente a la mesa, y se encendían las lámparas. Además, cuando el altar del incienso estaba colocado delante del velo, se quemaba incienso encima de él. Todo aquel que entraba en el Lugar Santo podía ver el pan, y la luz y oler el incienso. Esto indica que en la restauración de Elohim, no deberíamos tener cosas exteriores sin la realidad de las mismas. Sin realidad, sólo tendremos formalismos vacíos.
Shemot 40:28 dice: "Puso asimismo la cortina a la entrada del tabernáculo". Una vez colocada esta cortina, el tabernáculo estaba terminado. Por lo tanto, el pasuk 30 prosigue y menciona el lavacro y el altar del holocausto, y el pasuk 33, habla del atrio que fue erigido alrededor del tabernáculo, del altar y de la cortina colocada a la entrada del atrio. Luego el pasuk 33 concluye con estas palabras: "Así acabó Moshe la obra". En ese momento preciso, toda la obra de erección del tabernáculo y del patio exterior estaba terminada.
"Y Moshe hizo conforme a lo que Yahweh le mandó; así lo hizo". Shemot 40:16
Vemos repetidas veces la expresión: "Conforme a todo lo que Yahweh le mandó" (pasukim 19, 21, 23, 25, 27, 29 y 32). Hace años, cuando leí esta porción de la Palabra, pensé que era demasiado repetitivo. Me parecía suficiente mencionar hasta el final que Moshe hizo todo conforme a lo que mandó Elohim. No obstante, el hecho de que la expresión "conforme a lo que Yahweh le mandó" se repita, indica algo importante.
Puesto que los yisraelitas no llegaron al monte Sinay hasta el tercer mes (capítulo 19:1), y Moshe pasó casi tres meses con Elohim (capítulos 24:18; 34:28), la construcción del tabernáculo comenzó aproximadamente en el sexto o séptimo mes y fue completada antes del fin del año (capítulo 40:2). Se ocuparon, pues, unos seis meses en esta construcción.
Según el Midrash, Moshe bajó del monte después de haber recibido el perdón por el pecado del becerro de oro, el día 10 del séptimo mes, llamado Tishrí. Después empezaron la construcción del tabernáculo que fue terminada antes del primer mes del segundo año, cuando fue inaugurada.
La rapidez con que se acabó esta obra indica la dedicada aplicación, la habilidosa artesanía y la cooperación fraternal de todos los que participaron en la empresa, como también la bendición divina que acompañó sus esfuerzos. Después de tan terribles fracasos, mayormente provocados por la impaciencia de la carne, que se inquieta si tiene que esperar sin hacer nada, el pueblo parece completamente feliz, dando generosa y alegremente, trabajando, ofreciéndose para toda tarea, deseosos de ser parte de la edificación del Ojel Moed. Que Abba nos infunda con este mismo sentir, porque aquel Ojel Moed era sólo figura del que Él continúa levantando en todas partes del mundo, para cubrir toda la tierra.
La Nube Cubrió El Ojel Moed Y La Gloria De Yahweh Llenó El Mishkán
La nube cubrió el Ojel Moed, y la Gloria de Yahweh llenó el Mishkán. Mosheh no podía entrar al Ojel Moed, porque la nube se había asentado sobre ella y la Presencia de Yahweh llenaba el Mishkán. Cuando la nube se levantaba de sobre el Mishkán, los yisraelitas emprendían la marcha, en sus diversas jornadas; pero si la nube no se levantaba, ellos no emprendían la marcha hasta que se levantara. Porque sobre el Mishkán se asentaba una nube de Yahweh día por día, y aparecía un fuego en ella de noche, a la vista de toda la casa de Yisrael a lo largo de sus jornadas. Shemot 40:34-38
Este pasuk presenta dos aspectos; lo que sucedió fuera del Tabernáculo y lo que se produjo en el interior del mismo. La nube cubrió el Ojel Moed y la gloria lo llenó.
En la vida de congregación hoy en día existe una diferencia entre estos dos aspectos. Podemos llevar una vida de congregación y desenvolvernos en ella, permaneciendo en el aspecto exterior, sin tocar la parte interior. Esto significa que la vida de congregación puede ser únicamente el Ojel Moed, no el Mishkán mismo.
En la vida de congregación, podemos reunirnos simplemente alrededor del Ojel Moed, sin estar en el Mishkán mismo. En Shemot 40, el Ojel Moed está cubierto por la nube, pero el tabernáculo está lleno de gloria. Los que se reúnen únicamente alrededor del Ojel Moed tendrán la nube, pero debemos disfrutar no solamente la nube sobre el Ojel Moed, sino también la gloria dentro del Mishkán.
¿Dónde nos encontramos? ¿Dentro o fuera del Mishkán? Algunos santos encantados en la vida de congregación y rebosando de alegría quizás se encuentren bajo la nube, sin estar realmente en la gloria. Estos santos necesitan más experiencia de la vida de congregación para entrar en el tabernáculo y ver la gloria adentro. Las riquezas de la gloria de nuestro Abba Kadosh son interminables, y no podemos ni debemos detenernos en cualquier escalón pensando que ya hemos llegado a la cima, aún cuando cada peldaño contenga riquezas deleitosas. Nosotros debemos seguir subiendo por nuestra escalera de Yaakov, que es el propio Adón Yahshua.
Existe una relación muy importante entre la nube y la gloria. Quizá afirmemos que la nube es la parte externa, la "cáscara", de la gloria de Elohim. Por cáscara, nos referimos a la cubierta exterior, la parte visible que conseguimos percibir. Si aplicamos la palabra cascarón de esta manera, podemos decir que una naranja tiene una cáscara, y que la piel es la cáscara del cuerpo humano. La piel cubre el cuerpo y éste contiene nuestro ser, pero la piel, o sea la cáscara que cubre el cuerpo humano, no es en realidad nuestro ser. Nuestro ser es nuestro ruaj. El que se encontraba fuera del tabernáculo podía ver la cáscara, pero dentro del Mishkán estaba la gloria interior del tabernáculo.
Algunos se regocijan en la vida de congregación y testifican que es maravillosa. A lo mejor sólo disfrutan de la cáscara de la congregación. Esto no significa que deban abandonar este deleite; por el contrario, deben proseguir y disfrutar la gloria interior del tabernáculo, junto con todos sus muebles. Por Su gracia, Yahweh se reveló en toda Su gloria llenando el Mishkán, para que el pueblo viera que Él estaba allí, que en ese lugar estaba colocando Su Nombre, pero luego se retiró para que los sacerdotes pudieran comenzar a ministrar. Así también hoy nosotros somos llamados a entrar en el Mishkán para disfrutar de Su gloria y ministrarlo. Todo aquél que intercede en el altar del incienso ya no está en la nube que cubre el Ojel Moed. Por el contrario, está envuelto por la gloria que está dentro de la vida de congregación. Espero que muchos de ustedes vean esto y lo experimenten.
Algunos santos mayores quizás se sientan molestos o frustrados. Algunos pensarán: "¿Por qué no tenemos la frescura de antes? ¿Por qué la vida de congregación no es tan emocionante?". Es bueno estar emocionado y emocionar también a los demás. No obstante, son principalmente los jóvenes los que se emocionan y emocionan a otros, porque disfrutan la nube fuera del Ojel Moed. Sin embargo, esta excitación es más bien del alma que del ruaj. No que el ruaj no se goce, sino que la expresión de su gozo es mucho más profunda y al mismo tiempo más "calma". No estoy diciendo con esto que sea mala esa expresión externa del alma, ya que es bueno que ella también se goce de las cosas espirituales. Recordemos que debemos devolver al alma a su posición de subordinada del ruaj, y no de la carne. Por eso, tener experiencias emocionantes no es malo, pero sí podemos ver a la carne pidiendo más y más.
Los mayores que experimentan la gloria del tabernáculo no se emocionan fácilmente. Es como un matrimonio joven. Al principio hay mucho entusiasmo y excitación, pero con el tiempo se adquiere una mayor intimidad y se profundizan los sentimientos de la relación. Así también con nosotros los creyentes y nuestro Abba Kadosh.
Los que se encuentran en el atrio se reúnen alrededor del altar del holocausto y ven la nube que cubre el Ojel Moed, pero si quieren ver la gloria, deben entrar en el tabernáculo. La gloria no está en el tejado, sino dentro del tabernáculo. Cuando entremos en el Mishkán, veremos que la gloria se encuentra allí.
Cuando la nube se levantaba de sobre el Mishkán, los yisraelitas emprendían la marcha, en sus diversas jornadas; pero si la nube no se levantaba, ellos no emprendían la marcha hasta que se levantara. Porque sobre el Mishkán se asentaba una nube de Yahweh día por día, y aparecía un fuego en ella de noche, a la vista de toda la casa de Yisrael a lo largo de sus jornadas. Shemot 40:36-38
Aquí se nos revela que la nube de la gloria de Yahweh se convirtió en la guía de los hijos de Yisrael.
Los creyentes contemporáneos hablan mucho de la voluntad de Elohim, de la manera en que Él nos dirige y nos guía. No obstante, la tipología de Shemot 40 nos revela que fuera del Tabernáculo de Elohim, no existe ninguna guía ni orientación. El Tabernáculo de Elohim es lo único que nos dirige, y esto equivale a comprender que fuera de la congregación no hay dirección, porque tampoco hay propósito. El objetivo de Yahweh está en la edificación del Cuerpo, no en las personas individuales. Por supuesto, el edificio es levantado con piedras vivas, personas individuales, pero el trabajo realizado en ellas tiene como meta su inserción en el Mishkán de Yahweh. También buena parte de su crecimiento se realiza dentro de la congregación. Aquellos hermanos y hermanas que se niegan a congregarse (no estoy hablando de los que salen de Bavel, aunque es necesario que encuentren al Cuerpo porque no sobrevivirán "sueltos", ni serán edificados), aquellos que se retraen ante la menor diferencia que puedan tener con otros, esos no permiten que el Ruaj los labre, porque la tarea de labrado de las piedras para ser convertidas en piedras preciosas es a través de la presión y del "roce" con otras piedras. Cuando nos retraemos de un lugar porque algo no nos gusta, estamos negándonos a recibir la parte de quebrantamiento que nos corresponde. En todo "conflicto" o diferencia existen dos partes, y nunca es una sola la que debe aprender algo, SIEMPRE SON LAS DOS PARTES. Eso es sacar bien del mal, y si en esto no imitamos a nuestro Padre y a nuestro Adón Yahshua, pobres hijos somos.
Cuando se movía la nube, todo el pueblo de Yisrael se movía también, pero si la nube no se movía, ellos permanecían donde estaban. Esto significa que los hijos de Yisrael seguían el tabernáculo con la nube. Nuestra vida creyente debe seguir el mover de Elohim con Su morada. Shemot 40 demuestra esto perfectamente.
El libro de Bamidbar nos muestra que Elohim actúa con Su Mishkán en mente. Lo vemos aún en el asunto de las peleas contra los enemigos: Elohim luchaba con Su Morada, a través de ella. Su Mishkán, el tabernáculo, era la mejor arma. Todas las acciones del pueblo de Elohim y su itinerario se relacionaron con la situación del Tabernáculo de Elohim. Hoy en día debemos aplicar este principio a la vida de congregación. Cuando el Tabernáculo de Elohim permanece, permanecemos con él, pero cuando se mueve, nos movemos con él. Además, cuando el Tabernáculo de Elohim combate, nosotros también combatimos.
Nuestro sentir, nuestras opiniones o puntos de vista no son la verdadera orientación que necesitamos. Muchos creyentes buscan el conocimiento de la voluntad de Elohim o lo que llaman la orientación de Elohim, basándose principalmente en el punto de vista, sentir o conceptos de ellos mismos. Esto constituye otro indicio de que la situación entre el pueblo de Elohim no es del todo normal. Esta es la razón por la cual se necesita la restauración de Elohim.
La restauración de Elohim, basada en la plena revelación de la Palabra de Yahweh, limpiando malezas y quitando cizañas, y recuperando todo lo perdido, torcido y ocultado, es muy distinta de la manera tradicional de la religión. La casa viviente del Elohim viviente es nuestra guía y nos revela si debemos quedarnos o movernos, pelear o trabajar. Debemos emprender todas estas actividades conforme al Tabernáculo de Elohim con Su gloria y no según nuestras opiniones, puntos de vista o deseos, ni tampoco en la letra muerta de las Escrituras. Cuando tenemos una relación adecuada con el Tabernáculo de Elohim, disfrutamos del descanso, de la victoria, y de la bendición. Cuando somos uno con el Tabernáculo de Elohim, lleno de Su gloria, tenemos todo lo que necesitamos: la orientación de Elohim y Su guía; Su bendición y Su victoria, y además la justicia y la santidad.
Una Comparación Entre Bereshit Y Shemot
Como conclusión de este estudio-camino, me gustaría comparar Bereshit con Shemot. Bereshit empieza con la obra creadora de Elohim (Bereshit 1:1) y termina con un ataúd en Mitzrayim, el cual contiene un cadáver (Bereshit 50:26). Shemot empieza con el cautiverio en Mitzrayim (Shemot 1:11) y termina con el tabernáculo cubierto y lleno de la gloria de Elohim en relación con Su redención (Shemot 40:34-48). La conclusión de Bereshit no es gloriosa. Al final de ese libro vemos un cadáver, en un ataúd en el mundo (Mitzrayim), el hombre que fue creado por Elohim a Su imagen para expresarlo a Él y tener dominio. Leamos el último pasuk de Bereshit:
Yosef murió a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron y lo pusieron en un féretro en Mitsráyim. Bereshit 50:26
Este pasuk muestra la muerte, la cual es el resultado del pecado, y también el mundo. Esta es la conclusión de Bereshit. Pero ¡cuán diferente es la conclusión del libro de Shemot! Shemot no concluye con un cadáver en un ataúd; termina con un tabernáculo que contiene al Elohim glorioso.
Al principio de Shemot, vemos la continuación de la conclusión de Bereshit. Shemot empieza con el pueblo de Elohim esclavizado en Mitzrayim. Al considerar la situación tanto al final de Bereshit como al principio del Shemot, vemos que por una parte estamos muertos, y por otra, estamos esclavizados por haSatán, tipificado por Faraón. Fuimos usurpados y esclavizados por haSatán, pero Mashiaj, nuestro Pésaj, nos ha liberado de este cautiverio. La redención de Mashiaj nos ha sacado del cautiverio satánico en Mitzrayim y nos ha hecho atravesar una tierra de purificación (el desierto). En el desierto, Elohim nos introduce en un tabernáculo glorificado. Allí no hay muerte, ni pecado, ni mundo. Por el contrario, tenemos a Elohim con Su presencia y gloria. Ya no estamos muertos ni en el mundo, sino que formamos parte de un tabernáculo viviente y móvil para cumplir el propósito de Elohim en la tierra.
Un Yisrael individual y un Yisrael corporativo
Vemos también otra comparación importante entre los libros de Bereshit y Shemot. En Bereshit, vemos a un Yisrael individual que expresa a Elohim y ejerce Su autoridad en Su nombre. Shemot nos muestra un Yisrael corporativo que expresa a Elohim, esto es más glorioso que el contenido de Bereshit.
El Yisrael individual de Bereshit llevaba la imagen de Elohim, lo expresaba a Él, representaba a Elohim y ejercía Su autoridad en la tierra. Cuando el Yisrael individual llegó a la madurez, su poder rebasaba el de Faraón. Aun Faraón se encontraba bajo su bendición. El Yisrael corporativo producido en Shemot llevaba también la imagen de Elohim y ejercía Su autoridad. Debemos reconocer que el Yisrael corporativo de Shemot es más glorioso que el Yisrael individual de Bereshit.
Es importante que todos recibamos esta visión. Esta visión, esta revelación, revolucionará nuestros conceptos, cambiará nuestro diario vivir, y transformará nuestro ser. Esta visión difiere mucho de una enseñanza presentada desde un punto de vista humano. Necesitamos una revelación desde el punto de vista de Elohim. Creo que si le presentamos esta conclusión en oración a Elohim y la consideramos delante de Él, recibiremos finalmente una visión clara de estos dos libros.
Un bosquejo de Bereshit y Shemot
Sería muy útil presentar un breve bosquejo de Bereshit y Shemot. En Bereshit 1, fuimos creados por Elohim, y en Bereshit 3, caímos. Después de Bavel, fuimos llamados con Avraham y nos convertimos en cruzadores de ríos, en hebreos. A pesar de ser llamados con Avraham, morimos y fuimos esclavizados para cumplir el propósito de haSatán en el mundo, pero con Mashiaj fuimos salvos. Fuimos llamados a través de Avraham en Bereshit, pero nuestra salvación vino por medio de Mashiaj como el cordero de Pésaj en Shemot.
Después de ser redimidos por el cordero de Pésaj, viajamos por el desierto y experimentamos a Mashiaj como el maná celestial y lo disfrutamos a Él como el "agua viva" que salió de la roca hendida. Finalmente fuimos llevados al monte Sinay, y allí recibimos la vida de congregación, tipificada por el vivir de los hijos de Yisrael alrededor del Ojel Moed. Aún cuando algunos no hayan entrado en el tabernáculo, todos estamos reunidos alrededor del Mishkán, y todos podemos ver la nube sobre el Ojel Moed. Allí no hay pecado, muerte, ni mundo tampoco. En este Ojel Moed tenemos a Elohim en Su presencia y gloria. Aquí nos convertimos en Su morada y Él llega a ser nuestra morada. Se trata de una morada mutua. El Ojel Moed no es una simple expresión individual, sino un pueblo como expresión corporativa de Elohim. El propósito de Elohim consiste en conseguir esta expresión a través de Su pueblo redimido. Esta expresión es el objetivo, no solamente de la redención de Elohim, sino también de Su propósito eterno. Elohim tiene un deseo: poseer una expresión corporativa de Sí mismo a través de Su pueblo escogido y redimido.
La restauración de Elohim constituye un asunto muy significativo. Eso nos debe impresionar profundamente. Estamos en la restauración no solamente por la espiritualidad, la santidad, la victoria, o la bendición, sino más bien por el propósito eterno de Elohim. Los libros de Bereshit y Shemot culminan con el tabernáculo de Elohim, Su morada, llena de gloria. Del mismo modo, las Escrituras enteras se consumarán en la nueva Yahrushalayim, el tabernáculo eterno, y lleno de gloria. En la vida de congregación como morada de Elohim, tenemos la orientación y guía de nuestro Elohim. Él es uno con nosotros, y somos uno con Él. Ahora nos encontramos en la posición adecuada para escuchar la Palabra de Elohim, Su hablar, como lo relata Vayikra.
Agradecemos a Elohim por lo que hemos visto en los libros de Bereshit y Shemot. Los santos que han estado con nosotros durante estos años no pueden seguir siendo los mismos. Estoy convencida de eso. La eternidad revelará lo que Elohim ha hecho en nosotros para cumplir Su propósito eterno. ¡Alabado sea Elohim por la gloriosa conclusión de Shemot!