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CLE02 15

La Salida De Mitzrayim 1

En los mensajes anteriores estudiamos acerca de Pésaj. Ahora estudiaremos el éxodo de Yisrael fuera de Mitzrayim, este evento sucedió después de Pésaj. Como todos sabemos, la palabra Shemot significa salida.

 

Los puntos que abarcaremos en este mensaje en cuanto al Shemot fuera de Mitzrayim se pueden ver en el B'rit Hadashá. Sin embargo, si leemos lo que aparece en el B'rit Hadashá sin prestar atención al cuadro que se presenta en el Tanaj, nuestra impresión no será tan profunda. Por lo tanto, debemos estudiar tanto lo que se dice en el B'rit Hadashá como el cuadro presentado en el Tanaj.

 

A menudo se nos hace más fácil entender las cosas espirituales por medio de cuadros que con palabras. Usando la terminología del B'rit Hadashá, el éxodo representa el salir del mundo. Sin embargo, si no tuviésemos el cuadro que aparece en el libro de Shemot, sería difícil decir cómo podemos salir del mundo. Hablar acerca de esto sin hacer referencia al cuadro puede causar confusión. Por lo tanto, le damos gracias a Elohim tanto por el cuadro del Tanaj como por las palabras del B'rit Hadashá.

 

 

Yahweh Somete A Faraón Y A Los Egipcios

 

Los hijos de Yisrael no salieron de Mitzrayim por su propia iniciativa ni por su propia fuerza. Si hubiese dependido de ellos, nunca habrían salido de Egipto. El éxodo fue llevado a cabo por el Elohim salvador. Primero, Yahweh sometió a Faraón, el que había usurpado a los hijos de Yisrael y después sometió a todos los egipcios (12:29-33), como ya estudiamos. A medida que aplicamos este principio a nuestra experiencia, vemos que Elohim viene a someter a haSatán, a todo y a todos los que estén de su lado, y también nuestro entorno. Cuando los hijos de Yisrael salieron de Mitzrayim, todo el ambiente había sido sometido por Elohim. Todo estaba dispuesto para que salieran de Mitzrayim. Aún si hubieran querido permanecer en Mitzrayim, el entorno no se lo habría permitido. No tenían otra alternativa más que irse.

 

Según el cuadro presentado en el libro de Shemot, la salvación que Elohim efectúa incluye el aspecto de Pésaj y el del éxodo. Era fácil para los hijos de Yisrael celebrar Pésaj, pero no tan fácil llevar a cabo el éxodo. La dificultad estriba en que para salir se necesitaba el ambiente apropiado. Hasta este momento de la salida, la situación en Mitzrayim no permitía que el pueblo de Elohim saliera de allí. ¿Cómo habrían salido? Era imposible, Faraón no los dejaba salir y el pueblo apoyaba a Faraón. El éxodo requería que el ambiente fuese sometido completamente. El éxodo de Yisrael fue el resultado de una larga lucha entre Moshe y Faraón. Antes de éste se llevaron a cabo doce negociaciones con diez plagas. Esto indica que no es fácil liberarse de la usurpación de haSatán y del mundo, porque se necesita que Yahweh ejerza su juicio sobre el usurpador, y para eso debe ser el tiempo adecuado. No podía haber sido, por ejemplo, 20 o 100 años antes, porque en ese tiempo Egipto aún tenía el derecho legal sobre los yisraelitas.

 

Todos los creyentes genuinos han tenido la experiencia de Pésaj, pero sólo una minoría ha tenido la experiencia del éxodo. La razón de esto es que algunos aspectos de su entorno no han sido sometidos. Si nuestro ambiente no está sometido, podemos participar de Pésaj, pero no del éxodo. Esta es la realidad de la mayoría de los creyentes. Todos tenemos un entorno que necesita ser sometido, y que incluye a la familia, amigos, compañeros de trabajo, escuela, etc. Cuando algunas personas escuchan que su ambiente debe ser sometido, se desaniman y se dan por vencidos (sin percibir que ya estaban vencidos de antes). Sin embargo, ni siquiera el asunto de darnos por vencidos depende de nosotros; todo depende completamente de Elohim. En lugar de darnos por vencidos, deberíamos esperar en Él, mostrando al mundo en Quién confiamos.

 

En este relato se nos dice en dos ocasiones que Elohim sacó a los hijos de Yisrael de Mitzrayim "con mano fuerte" (13:3, 14). El pueblo de Elohim no sólo fue salvado por la sangre del cordero pascual, sino también por la mano de Elohim, que es Su Diestra, es Mashíaj mismo. Para nosotros entender estas cosas es difícil. ¿Una persona puede ser la mano de otra? Nosotros decimos que alguien es "la mano derecha" de otro, pero es en un sentido figurado, SABEMOS QUE NO ES LA MANO LITERAL, y sabemos que se trata de dos personas diferentes. Pero en el ámbito espiritual, esta separación se desdibuja, porque Yahshua es la mano literal de Yahweh, su prolongación, de una forma que la carne no consigue comprender.

 

La sangre los salvó del justo juicio de Elohim, pero la mano los salvó de la usurpación de Faraón. Es lo mismo en cuanto a nosotros hoy. Por medio de Mashiaj como nuestro Pésaj somos salvados del juicio de Elohim, pero por la mano sometedora de Yahweh, que es también Mashíaj, somos salvados de haSatán y del mundo.

 

 

Faraón Y Los Egipcios Echan De Egipto A Los Hijos De Yisrael

 

Faraón y los egipcios fueron sometidos a tal grado que ellos mismos echaron de Mitzrayim a los hijos de Yisrael

 

Los mitsritas apresuraban al pueblo, impacientes de hacer que salieran del país, pues pensaban que todos iban a morir... Y hornearon tortas ácimas con la masa que habían sacado de Mitsráyim, porque no se había leudado, pues los habían expulsado de Mitsráyim y no podían esperar... Shemot 12:33,39

 

Y esto había sido profetizado por el propio Yahweh:

 

Yahweh le dijo a Mosheh: "Traeré solamente una plaga más sobre el Faraón y sobre Mitsráyim; después de eso él los dejará ir de aquí; de hecho, cuando los deje ir, los expulsará de aquí de una buena vez. Shemot 11:1

 

Los egipcios ya no podían tolerar la presencia del pueblo de Elohim en su país ni un momento más. De sometedores pasaron a sometidos, fueron aplastados y quedaron en la posición en que habían estado sus esclavos: una total desesperación en la que sólo querían que el objeto de sus desgracias desapareciera de su vista. Cuando Moshe y Aharón le pidieron a Faraón por primera vez que dejara ir al pueblo de Elohim, en el capítulo 7, éste se rehusó. Pero en el 12 los egipcios mismos expulsaron al pueblo.

 

Esta no es sólo una historia bíblica, sino un principio que se aplica a nuestra experiencia creyente. Todos hemos pasado por estas situaciones, aunque normalmente NO LAS VEMOS HASTA QUE EL MUNDO MISMO NOS EXPULSA. Ya se han cumplido nuestros tiempos de paciencia, es hora de emprender el éxodo, y aún así seguimos dormidos en Egipto. Esto, aplicado a nivel personal, no necesariamente significa "salir del sistema" como hacer las valijas e irse, ni siquiera espiritual hablando. Puede tratarse de una situación específica, de un trabajo, un círculo de amistades, una determinada situación que Yahweh ha declarado que YA NO VA MÁS. Si no nos movemos por nosotros mismos para salir de ella (y generalmente NOS RESISTIMOS A SALIR, tratando de permanecer en ella con todas nuestras fuerzas, creyendo que "el enemigo nos está atacando", o que estamos siendo castigados por algo que hicimos, o excusas por el estilo para no salir de lo que, aún en esclavitud, se ha convertido en nuestra zona de confort.

 

Tarde o temprano, nuestro ambiente nos estimulará, hasta obligarnos a salir del mundo. Nuestra esposa, esposo o parientes nos pedirán que salgamos, nos dirán que es mejor que dejemos el mundo a que permanezcamos en él. Esto se ilustra claramente con la conversión inicial. Cuando apenas nos convertimos a Mashíaj, el mundo se opone con ferocidad a nosotros: amigos, familia, todos nos tientan y empujan a volver "a lo que éramos antes". Pero si resistimos, finalmente el mundo mismo termina desistiendo de nosotros y expulsándonos, porque ya no quiere vernos. El mundo se opone a todo lo que es Yahweh, y no soporta siquiera la visión de los creyentes, porque son la prueba viva de su fracaso.

 

Esto significa que el mundo nos sacará. Si no estamos dispuestos a salir de allí, el mundo mismo nos echará, PORQUE YAHWEH HA DETERMINADO QUE ES LA HORA DE SALIR. Él no sólo castigará al opresor, sino que hará que ellos mismos nos expulsen. Mientras continuemos en el mundo, los del mundo no tendrán paz. Finalmente ellos se darán cuenta de que sólo obtendrán la paz y nosotros el gozo cuando hayamos dejado el mundo. Yo puedo testificar que esta ha sido mi experiencia. En lo que respecta al mundo, mientras más nos alejamos de él, más difícil se nos hace regresar. Por mucho que lo intentemos, EL MUNDO YA NO NOS QUIERE DE REGRESO. Y que el mundo desee que salgamos de él es el resultado de la mano fuerte de Elohim.

 

 

Los Hijos De Yisrael No Tuvieron Tiempo De Leudar Su Pan

 

Así que el pueblo tomó su masa antes de que se leudara, con sus vasijas de amasar envueltas en sus mantos sobre sus hombros... Y hornearon tortas ácimas con la masa que habían sacado de Mitsráyim, porque no se había leudado, pues los habían expulsado de Mitsráyim y no podían esperar; ni habían preparado provisión alguna para ellos... Shemot 12:34,39

 

Debido a que los hijos de Yisrael fueron echados de Mitzrayim, no tuvieron tiempo de leudar sus alimentos. Ya sabemos que la levadura representa lo pecaminoso y la corrupción. El hecho de que los hijos de Yisrael no tuvieran tiempo para leudar su pan indica que Elohim arregla el ambiente de tal manera que no tengamos tiempo para cosas pecaminosas. Si tuviésemos tiempo de leudar el pan, se nos haría difícil salir de Mitzrayim. Por eso Pésaj debía ser comido "con prisa". Él sabe que si hiciéramos las cosas con tiempo y calma, NO QUERRÍAMOS SALIR. Después de que Elohim somete el ambiente y hace que seamos echados del mundo, debemos darnos cuenta de que no nos queda tiempo para cosas pecaminosas. Acabó el tiempo de las cebollas y los puerros, es hora de salir.

 

Cuando el Padre nos mueve a salir de una situación, siempre es algo "con prisa". No nos da mucho tiempo para pensar, porque sabe que si nos detenemos a pensar, no querríamos salir. En nuestras experiencias personales, normalmente somos sacudidos por lo que llamamos de "catástrofes", como puede ser perder el empleo. Pero a los ojos de Yahweh, eso simplemente es un pequeño éxodo. Los yisraelitas también quedaron desempleados de Egipto antes de salir, y no tenían previsión de nada, sólo las promesas de Elohim de que los llevaría a la Tierra Prometida. Para muchos de ellos, estas promesas eran "mitos", leyendas que sus abuelos contaban, cosas de generaciones anteriores, y aún así, se aferraron a ellas. Así también sucede con nosotros. El mundo acusa a las Escrituras de ser mitos y leyendas, pero los creyentes nos aferramos a Aquel que las escribió.

 

Así, en nuestras salidas, nos vemos obligados a dejar muchas cosas. Antes de eso, muchos creyentes estuvieron mucho tiempo orando para ser librados de muchas cosas pecaminosas. Oran pidiendo paciencia, amor, fe, poder salir del sistema, poder servir a Yahweh a pleno, etc. ENTONCES YAHWEH RESPONDE A SUS ORACIONES, y ellos las llaman de "catástrofes". En lo personal, los creyentes tratan de despojarse de la "levadura" que traen de antes en sus vidas. Pero este esfuerzo normalmente es realizado en la carne. Ellos no desean cortar su carne, eliminarla y hacerla morir, en verdad tratan de mejorarla, hacer "que se comporte como es debido", en la esperanza de que si consiguen eso, no deberán desprenderse de ella. Pero Yahweh no quiere eso, y por ese motivo, aunque salimos de Egipto con la carne, LA CARNE DEBERÁ MORIR EN EL DESIERTO. Esa carne es "la generación malvada" que debe caer en el desierto porque la carne no puede heredar las cosas del Ruaj.

 

Así, la mayoría se aferra a las cosas pecaminosas, a las cosas que son "levadura" a los ojos de Elohim. Sin embargo, Yahweh propiciará las circunstancias para que sean obligados por el propio mundo a salir de la situación que sea, y no tendrán otro remedio que dejar la "levadura" atrás.

 

A veces Elohim usa hasta la debilidad física o la enfermedad, o la edad misma, para separarnos de la "levadura". Tal vez deseemos practicar algunas cosas pecaminosas, pero debido a una inestabilidad física ya no lo podemos hacer. Elohim obra en lo que nos rodea a fin de forzarnos a dejar la "levadura". Por eso muchas veces espera hasta que la persona envejece porque en edades más avanzadas la carne está más debilitada y ofrece menos resistencia a la disciplina (hablamos de una carne que ya fue criada completamente en la corrupción).

 

Los hijos de Yisrael salieron de Mitzrayim de una manera pura, es decir, sin levadura. Cuando salimos del mundo debemos salir así también, sin llevarnos nada del mundo. Ellos sólo cargaban sus propias cosas, sus ropas, enseres y animales, pero dejaron atrás la levadura del mundo. Claro que esto, históricamente, era simbólico, ya que sabemos que esa generación no estaba completamente limpia. Así también nosotros, que estamos en una era de parcialidad, sabemos que no salimos completamente limpios (aunque algunos pretenden asegurar que ya son plenamente victoriosos, con lo que han empujado a muchos a un terrible fracaso).

 

 

Los Hijos De Yisrael Despojaron A Los Egipcios De Su Plata, Oro Y Vestidos

 

Los yisraelitas habían cumplido la orden de Mosheh y habían tomado prestado de los mitsritas objetos de plata y oro, y ropa. Y Yahweh había dispuesto a los mitsritas favorablemente hacia el pueblo, y les permitieron obtener lo que pedían; así despojaron a los mitsritas. Shemot 12:35-36

 

Yahweh ya había dicho que esto sería así:

 

Dile al pueblo que pidan prestado, cada hombre de su vecino y cada mujer de la suya, objetos de plata y oro". Yahweh dispuso favorablemente a los mitsritas hacia el pueblo. Además a Mosheh mismo lo estimaban mucho en la tierra de Mitsráyim, los cortesanos del Faraón y el pueblo. Shemot 11:2-3

 

Aunque los hijos de Yisrael no tuvieron tiempo para leudar el pan, sí tuvieron tiempo para despojar a los egipcios de su plata, oro y piedras preciosas. Esto indica que en Su salvación, Elohim desea que despojemos al mundo de sus riquezas, porque esto simboliza también el rescate del mundo. Ya sabemos que estos metales representan a las naciones del mundo, como indicado en la estatua de Daniyel (ver CTU 22 - Yugo De Madera Y Yugo De Hierro 05 - La Nota De La Deuda), de manera que aquí se simboliza que EL SISTEMA SERÁ VENCIDO, PERO LOS HOMBRES SERÁN SALVADOS, cada uno en su tiempo. Las naciones se inclinarán ante Yahweh como está escrito, porque ese es Su plan.

 

 

La edificación de Elohim es diferente a la religión del hombre. Por ejemplo, el budismo enseña que no debemos tomar nada del mundo, y muchos creyentes en la actualidad parecen tener la misma postura. Muchos creen que para negar a Mamón tienen que llamar malo al "dinero" (y cuando digo "dinero" me refiero a un sistema que representa la riqueza, de la misma manera en que el oro, la plata y las piedras preciosas la representan y representaban antiguamente). Pero si decimos que estas cosas son malas, llamamos a Yahweh de malo, ya que Él asegura que "Mía es la plata y mío es el oro" (Haggai 2:8). Como de costumbre, han empujado el péndulo y están más cerca del gnosticismo que declara mala la materia de lo que consiguen percibir.

 

Yahweh, por el contrario, mandó a Su pueblo escogido que pidieran a los egipcios su plata, oro y piedras preciosas. De esta manera, Su pueblo despojó a los egipcios. Esto no fue un robo, ya sabemos; fue un pago atrasado por todo el tiempo que pasaron bajo esclavitud. Elohim en Su justicia hizo un arreglo para que los egipcios pagaran a los hijos de Yisrael por su trabajo en Mitzrayim con las riquezas que ellos, con su trabajo forzado, les habían hecho conseguir.

 

A pesar de que en un primer momento las situaciones pueden parecer completamente negativas cuando el mundo nos expulsa (porque no hemos aceptado salir y no hemos visto la Mano de Yahweh en estas cosas), cuando miramos hacia atrás comprendemos que la mano fuerte de Elohim ha obrado en lo que nos rodea a fin de darnos la oportunidad de despojar al mundo de sus riquezas. En un determinado momento conseguimos comprender que Él permitió que estuviéramos en relación con el mundo, cada uno donde Él nos ha colocado, para que adquiriéramos ciertas experiencias, conocimientos y riquezas que luego llevaremos con nosotros para edificar Su Casa, porque el propósito de Elohim en hacer esto no es enriquecer a Su pueblo; sino edificar el tabernáculo, Su morada en la tierra. Los hijos de Yisrael necesitaban el oro, la plata y los vestidos para edificar el tabernáculo. Para el beneficio de la morada de Elohim, no debemos dejar el mundo como lo hacen los budistas; DEBEMOS DESPOJAR A MITZRAYIM DE LA RIQUEZA Y USARLA PARA LA EDIFICACIÓN DEL TABERNÁCULO. Esto, con todo, requiere mucho discernimiento y crecimiento, para evitar tratar de sacar provecho propio de las cosas.

 

Muchos tienen la oportunidad de estudiar carreras o prosperar en trabajos, y acaban creyendo que esas son "bendiciones" que Yahweh les ha dado, sin comprender que únicamente les está permitiendo que despojen al mundo de ciertas cosas que serán necesarias para la edificación de la Casa. Entonces dejan de lado al Adón de las bendiciones y se concentran en las bendiciones mismas, haciendo de sus carreras o trabajos sus propios dioses, haciéndose idólatras. Ciertamente Yahweh les ha dado esas bendiciones, pero no era para que construyeran sus casitas, sino para edificar Su Morada.

 

Cuando nosotros, el pueblo escogido de Elohim, salimos del mundo bajo Su mano soberana, no tenemos tiempo para leudar nada. Sin embargo, sí tenemos la oportunidad de despojar a los egipcios. Esto establece una clara diferencia en ese concepto que antes mencioné que muchos tienen acerca de que las riquezas son "malas". Yahweh dice que no lo son cuando las llevamos a Sus pies y permitimos que Él las use. VEMOS QUE LAS RIQUEZAS NO SON LEVADURA. El pueblo salió con riquezas, pero sin levadura.

 

Todos los que son levantados por Elohim son los que despojan al mundo. Ellos traen algunas riquezas del mundo a Elohim y las presentan para Su propósito. Por ejemplo, Shaúl dijo: "Como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo" (Qorintiyim Bet 6:10). Este asunto de despojar a los egipcios de las riquezas se puede demostrar y confirmar por la experiencia de muchos creyentes.

 

El tabernáculo era el testimonio de Elohim, el cual tipifica a Mashiaj con la congregación. La congregación actualmente es el tabernáculo de Elohim constituido de Mashiaj y los santos. Este testimonio se edifica con las ofrendas del pueblo de Elohim, que son tanto materiales como espirituales, no únicamente espirituales, porque vivimos en la tierra. La Morada nunca fue algo que Yahweh quisiera levantar "en el cielo", sino que es espiritual para estar en la tierra, y a ella debe ser consagradas todas las riquezas, tanto las materiales como las espirituales. Por lo tanto, las riquezas de los egipcios provenían del trabajo que el pueblo de Elohim había realizado para el mundo, y se usaron para el testimonio de Yahweh. Esto es lo que significa despojar al mundo de sus riquezas. Los que se aferran a sus riquezas materiales y no las usan para edificar el Cuerpo, simplemente están trabajando para el mundo, porque gastan sus ganancias en las cosas del mundo.

 

Sin embargo, las cosas no son siempre linealmente iguales. A lo largo de la historia, las circunstancias cambian, y eso se ve siempre mucho más claramente en los tiempos de transición. Si bien durante el transcurso de la Era que nos toque vivir somos llamados a "establecernos" en ella, como dice:

 

Edifiquen casas y vivan en ellas, planten huertos y coman de su fruto. Tomen esposas y engendren hijos e hijas; y tomen esposas para sus hijos, y denles sus hijas a esposos, para que den a luz hijos e hijas. Multiplíquense allí, no disminuyan. YirmeYah 29:5-6

 

También tenemos que comprender que lo que Yahweh ordenaba aquí era PARA EL COMIENZO DE UN TIEMPO. Estas eran las órdenes de Yahweh para que sus hijos pasaran el tiempo del cautiverio, y ciertamente debían esperar que pasaran los 70 años. Pero cuando llegó el fin de ese tiempo, FUERON EMPUJADOS A REGRESAR A LA TIERRA. Los que insistieron en aplicar estos pasukim al final del tiempo establecido simplemente quedaron fuera: permanecieron en Bavel y no regresaron a la Tierra Prometida.

 

En este sentido, y de la misma manera, hoy estamos en tiempos de preparación para la salida, NO PARA ESTABLECERNOS. Aunque antes era perfectamente lícito (y hasta era una orden) que los creyentes buscaran obtener una buena educación y luego trabajar con diligencia en un trabajo apropiado a fin de ganarse el sustento adecuado dentro del mundo, esto no es válido para los tiempos de salida, evidentemente. No hay forma de conciliar "no pido que los saques del mundo" con "salgan de en medio de Bavel", a menos que comprendamos que la primer orden fue dada al comienzo de la Era Pentecostal y la última es una profecía de los tiempos del fin de esa misma Era. Pero como todo, tampoco debemos olvidarnos que no somos nosotros quienes salimos, SINO LA MANO FUERTE DE YAHWEH LA QUE NOS SACA.

 

Entonces, y aplicando estas cosas a las circunstancias actuales, vemos que el mundo ha comenzado hace ya cierto tiempo a "expulsar" a los creyentes. Durante los últimos siglos la situación de "hermanos amados del salvador Yósef" ha pasado a la de "se levantó un Faraón que no conocía a Yósef", y hemos sido testigos de cómo lentamente se fue revirtiendo la situación de que el cristianismo fuera "el soporte" ético y moral del sistema a convertirse en una religión ridicularizada y negada con gran eficacia, al punto de haber sido expulsada de casi todos los ámbitos de nuestra sociedad donde alguna vez fue rectora.

 

Así vemos que la Biblia fue eliminada de las escuelas y de la educación en general, de los tribunales de justicia, de las fuerzas militares, en fin, de todas partes donde antes ejercía influencia, y ha sido reducida a "una religión más", una elección por que la gente podía o no optar... al principio. Hoy ni siquiera la opción es bien vista. A los ojos del mundo, ser "democrático" no es dar igualdad de opciones a todos, sino básicamente eliminar la opción de Yahweh y tratar cada vez más duramente a los que eligen seguirlo.

 

Entonces, dadas las circunstancias (el que tenga ojos para ver, QUE LOS ABRA DE UNA BUENA VEZ), no podemos continuar comportándonos como siempre, en el sentido de que debemos discernir los tiempos. Mashíaj dijo que "cuando vean esas cosas, prepárense para la salida", no dijo "sigan edificando sus casas", de manera que no podemos aferrarnos a directivas que no corresponden a los tiempos proféticos.

 

Así que hoy estamos amarrados como esclavos no deseado a un mundo en el cual YA NO SE ENSEÑAN LOS VALORES BÍBLICOS. Antiguamente, cuando educábamos a nuestros hijos, les transmitíamos los valores bíblicos y los familiares. Pero luego permitimos que el estado tomara control de la educación y podemos ver cómo, lenta pero progresivamente, han ido eliminando los valores bíblicos, sustituyéndolos por sus propios valores gnósticos, nuevaeristas y satánicos. ¿Qué haremos entonces? ¿Continuaremos entregando nuestros hijos al altar de Moloc, o clamaremos al Padre mientras nos preparamos para salir? En breve el mundo mismo nos expulsará corporativamente, porque recibirá su juicio. Mientras tanto, debemos proteger a nuestros hijos de la insistencia de Faraón de "vayan a adorar, pero dejen a sus hijos", inculcándoles los verdaderos valores y explicándoles POR QUÉ NO SOMOS COMO EL RESTO DEL MUNDO (recordar que los niños siempre buscan "ser igual a sus amiguitos" y desean lo que los demás tienen), y al mismo tiempo despojando al mundo para edificar el Cuerpo con sus riquezas. Finalmente, las obtendremos todas, cuando Yahweh ejerza su juicio, pero nunca son para nosotros, sino para Él. En todo, lo que ganamos debe ser usado para el testimonio de Elohim, tanto lo material como lo espiritual.

 

Aunque trabajamos en el mundo, no lo hacemos para el mundo. Más bien, trabajamos en el mundo para algo que no le pertenece al mundo, tal como los hijos de Yisrael trabajaron en Mitzrayim por algo que no era de Mitzrayim. Faraón obligó a los hijos de Yisrael a trabajar como esclavos y creía que ellos estaban construyendo Egipto, pero en verdad, Yahweh estaba construyendo ya en ese momento Su morada. Ellos estaban "depositando su salario en el banco de Egipto", por decirlo de alguna manera. Finalmente recibieron, como pago de su trabajo, las riquezas de Mitzrayim que fueron usadas en la edificación del tabernáculo, el testimonio de Elohim, no para Mitzrayim. FARAÓN CREÍA QUE CONSTRUÍA PIRÁMIDES, PERO EN VERDAD ESTABA JUNTANDO RIQUEZAS PARA LA CASA DE YAHWEH. Así es como nosotros debemos comprender los asuntos relativos al trabajo y las ganancias, porque se supone que tenemos una mayor comprensión. Insistir en que las ganancias del mundo "son nuestras por derecho" es comportarnos como incrédulos.

 

Es posible que algunos piensen que debido a que trabajamos diligentemente en el mundo lo hacemos por el mundo. De hecho, la mayoría lo hace ya que no ha comprendido la Obra del Padre. Sin embargo, nuestro trabajo debe ser para el testimonio de Elohim. Podemos fabricar ladrillos, pero en verdad estamos AHORRANDO PARA LA CASA DE YAHWEH. Hoy parcialmente, mañana en plenitud, recibiremos aquello por lo que hemos estado trabajando, de manera que muchos se sorprenderán cuando sus manos estén vacías porque sus obras arderán como paja. El oro, la plata y las piedras preciosas pasarán la prueba del fuego y permanecerán.

 

Lo que recibimos por nuestro trabajo en el mundo se lo damos a Elohim. Según la promesa del B'rit Hadashá, mientras más le demos a Elohim, más Él nos dará a nosotros. El Adón tiene la intención de despojar al mundo de sus riquezas por medio de nuestro trabajo a fin de que podamos dárselas a Él para la edificación de Su morada.

 

La experiencia de un hermano es un ejemplo de esto. Al principio de su vida creyente, él daba el diez por ciento de su ingreso a Elohim. Debido a que él era fiel en cuanto a este asunto, Elohim lo hizo prosperar económicamente. Entonces el aumentó su ofrenda a un quince por ciento. El Adón lo hizo prosperar aún más. A medida que fue pasando el tiempo este hermano fue aumentando el por ciento de su ofrenda. Pero sin importar cuánto dinero el ofrendaba a Elohim, Elohim siempre le daba más. Este hermano ciertamente era uno que despojaba al mundo de sus riquezas y se las presentaba a Elohim para Su testimonio. Tal vez esto no pase de una anécdota descriptiva, PERO SI DECIMOS QUE ESTE PRINCIPIO ES FALSO, LO LLAMAMOS DE MENTIROSO, porque Él asegura:

 

Den, y se les dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se les dará en su regazo. Porque con la medida con que ustedes midan, se les volverá a medir. Luka 6:38

 

Todos los que se dan cuenta del significado de salir del mundo trabajarán arduamente no para su propio beneficio, sino por los intereses de Elohim, y Él cumplirá Su promesa de cuidar de sus necesidades básicas, y dará mucho más para que puedan dar más a Su Obra.

 

A través de los años, muchos santos que han sido fieles a Elohim se han enriquecido por Él. Sin embargo, el asunto crucial es el uso que le dan los santos a esta ganancia material. Si esta ganancia es usada para el mundo, esto será un gran fracaso a los ojos de Elohim. Pero si la usamos para el testimonio de Elohim, será otra instancia de despojar al mundo de sus riquezas bajo la soberanía de Yahweh. Despojar al mundo no es tomar nada del mundo injustamente; es trabajar en el mundo y usar las ganancias de nuestro trabajo para el testimonio de Elohim, mostrando VISIBLEMENTE a quién honramos y a quién despojamos.

 

 

Los Hijos De Yisrael Salieron De Egipto Con Sus Hijos, Su Rebaño Y Su Ganado

 

Los hijos de Yisrael salieron de Mitzrayim con todos sus hijos y su rebaño y su ganado (12:37-38, 31-32). Conforme a 12:38 "también subió con ellos gran multitud de toda clase de gentes". Si sólo hubiese sido un número reducido de personas las que salieron de Mitzrayim, no hubiese habido una multitud de toda clase de gentes. El pueblo de Elohim era muy prominente y algunas personas que no eran yisraelitas quisieron salir de Mitzrayim con ellos. Esto simboliza a las multitudes de las naciones que buscarán a Yahweh cuando Él levante a sus vencedores, pero esta vez serán gobernados con vara de hierro, enseñados a llevar estas sombras a la práctica en la vida real. Por lo tanto, la presencia de una multitud de gentes es una buena señal. Sin embargo, según el libro de Bamidbar, más tarde esta multitud causó muchos problemas. Pero aún estos problemas enseñaron a los hijos de Yisrael algunas lecciones importantes. Actualmente en la restauración de Elohim, también hemos aprendido mucho debido a la gran multitud de personas que ha estado con nosotros, y también a lo largo de la Era pentecostal.

 

Los hijos de Yisrael salieron de Mitzrayim de manera absoluta. Trajeron consigo todo lo que poseían. Este es el tipo de Shemot, el tipo de salida que Elohim demanda de Su pueblo. Nuestro éxodo debe ser tan absoluto que inspire a otros a seguirnos.

 

 

Se Había Cumplido El Tiempo En Que Yisrael Debía Morar En Una Tierra Gentil

 

El período que vivieron los yisraelitas en Mitsráyim fue de cuatrocientos treinta años; al final del año cuatrocientos treinta, el mismo día, todos los ejércitos de Yahweh salieron de la tierra de Mitsráyim. Shemot 12:40-41

 

Moshe se cuidó de fechar el Shemot precisamente a los 430 años de su estadía. De hecho, es tan específico como para decirnos que ocurrió "incluso el mismo día". Si este es un ciclo de tiempo tan exacto, ¿por qué no habría ocurrido el éxodo después de 400 años, según la Palabra de Elohim a Avram? ¿Por qué se quedaron 30 años más? Esto presenta un problema real para aquellos que asumen que Yisrael estuvo en Egipto durante 400 años.

 

Y le dijo a Avram: "Sabe bien que tu linaje será extranjero en una tierra que no es suya, y serán oprimidos y esclavizados por cuatrocientos años..." Bereshit 15:13

 

La respuesta se encuentra en la carta de Shaúl a los GalutYah, donde discute este mismo período de tiempo. GalutYah 3:16-17 dice que la promesa de Avraham fue 430 años antes del pacto mosaico:

 

Ahora bien, las promesas a Avraham se le dieron también a su descendencia... Así que digo esto: el Pacto (avrahámico) confirmado antes por Elohim no invalida la Ley (Pacto Sinaítico), que vino 430 años después, para invalidar la promesa (a Avraham).

 

Entonces vemos que los 430 años son DESDE LA PROMESA hecha a Avraham. Así que tenemos una diferencia de 30 años entre las dos afirmaciones. Shaúl dice que el pacto de Moshe vino 430 años después de la promesa a Avraham. Si Avraham tenía 100 años cuando Yitzjak nació, restando 30 nos da 70 años. Ya que entró en Kenaán a los 75 años, concluimos que 5 años antes estaba aún en Ur, y que esa sería la fecha del primer llamamiento y promesa.

 

Por lo tanto, Yisrael no estuvo en Egipto FÍSICAMENTE durante 430 años, como podría suponerse por una lectura descuidada. Nosotros insistimos en mirar únicamente el cumplimiento físico de las cosas, pero Yahweh dice que el espiritual es más importante, porque al final de cuentas, las cosas que vemos aquí son representaciones de aquellas que suceden en el ámbito espiritual. Además, hay que tener en cuenta que Yahweh siempre hace aparentes "descuentos", como cuando determinó 40 años en el desierto para los yisraelitas, les descontó los 2 que ya habían pasado en él. En verdad, no es un descuento porque cumplieron los 40 años, pero les contó el tiempo que ya habían pasado como si fuera parte, a pesar de que la transgresión que trajo el castigo OCURRIÓ DESPUÉS DE ESOS DOS AÑOS (año y medio, en verdad). Esto es también para que comprendamos que YAHWEH ES EL QUE DETERMINA LOS TIEMPOS DESDE LA ETERNIDAD, NO DESDE NUESTRO TIEMPO TERRENAL. Él ve todo como "culminado", "completo", de manera que tanto puede decir que ya ve justos a los que apenas están aceptando la justificación, como que puede decretar el castigo por una transgresión ANTES DE QUE HAYA SIDO COMETIDA (porque Él ya sabía) y así dar comienzo "antes" al castigo. Esta es la forma más maravillosa de "tornar males en bienes", ya que todo el tiempo pasado de "injusticia" es también descontado de nuestras deudas actuales.

 

Vemos que Shaúl menciona a la Ley con referencia a LA PROMESA, la cual fue ratificada por Yahweh en el pacto que hizo con Avraham. Pero el punto de inicio es LA PROMESA, no el pacto (que fue ratificado por Yahweh). Esto significa que tanto las promesas como el pacto Avrahámico fueron dados en Pésaj (aunque Avraham ciertamente no podía saberlo). El conteo de Shaúl no puede comenzar en el Pacto Avrahámico, porque estamos diciendo que todo debería haber sucedido a los 70 años de Avraham, y él sólo entró en Kenaán a los 75 años.

 

Esto explica claramente la aparente discrepancia entre los 400 años profetizados en Egipto y los 430 años reales. Es fácil ver que ambos ciclos de tiempo terminan con el año del éxodo. Sólo los puntos de inicio difieren. Los 400 años se remontan al nacimiento de Yitzjak, cuando Avraham tenía 100 años. Este fue el momento de la estadía de Yitzjak como un extranjero.

 

 

Tal vez se pregunten qué tiene que ver esto con nosotros. Si no hemos tenido un éxodo del mundo, entonces todavía estamos vagando en una tierra extraña. No estamos morando en Mashiaj, quien es nuestra buena tierra. Ni siquiera estamos en el desierto de la santificación. Según la promesa y el mandato de Elohim, debemos vivir en Mashiaj como la buena tierra y disfrutarlo como tal, porque nosotros ya hemos recibido la garantía del Ruaj. Sin embargo, esto requiere un éxodo absoluto. Como el pueblo de Elohim, debemos morar en Mashiaj. Nuestro éxodo del mundo marca el final, la terminación de nuestro vagar en una tierra extraña.

 

Aunque Elohim nos ha escogido y nos ha mandado a vivir en Mashiaj (y Mashíaj en nosotros), la mayor parte de Su pueblo no está morando en Él. En lugar de esto, todavía está en Mitzrayim. Algunos están en el desierto. Otros, con un pie en Mitzrayim y un pie en el desierto. Esto indica que aún después que hemos sido salvos, todavía podemos estar vagando en el mundo, contrariamente a las más fantasiosas afirmaciones sin sustento del cristianismo, que asegura que ya vencimos todo, aún cuando no puede mostrar una única prueba real de lo que afirma. Lo único que logra es muchos creyentes hipócritas, muchos disfrazados, y muchos frustrados y desilusionados. Solamente cuando salimos del mundo de una manera absoluta termina el tiempo de nuestro vagar en una tierra extraña. Por supuesto, esto sólo será en plenitud en la siguiente etapa, la de Sukot, pero aún así somos llamados a vivir esta salida en esta Era también, aunque sea en parcialidad; es decir, ÚNICAMENTE EN EL PLANO ESPIRITUAL, mientras en el físico aún aguardamos. Por lo tanto, nuestro éxodo es la terminación de nuestros "cuatrocientos treinta años" (una cantidad simbólica, ya que para nosotros todo ha aumentado).

 

Muchos creyentes no han tenido la experiencia de tal terminación, debido a que no han tenido un éxodo. Ellos han sido escogidos por Elohim y Él les ha ordenado vivir en Mashiaj. No obstante, desde el momento de su segundo nacimiento, han estado vagando en el mundo, e insisten en permanecer en él. Como no obtienen paz (porque la paz de Mashíaj sólo se obtiene cuando obedecemos), procuran encontrar nuevas (o viejas) reglas, ritos y formas para conseguir mantenerse sobre el muro, entre dos opciones, algo que desde la época de Elías/EliYah sabemos que somos requeridos a decidir si serviremos a Yahweh o al mundo (Baal, Egipto, Bavel, etc.). Sólo cuando tengan un Shemot absoluto terminará su período de vagar en Mitzrayim y comenzarán verdaderamente su período de santificación.

 

Si no tuviésemos este cuadro que nos presenta el libro de Shemot, no entenderíamos completamente lo que nos dice el B'rit Hadashá acerca de estar separados del mundo. El relato del libro de Shemot presenta claramente que nuestro éxodo debe ser la terminación de nuestro vagar en tierra gentil. Sin este éxodo es imposible morar en Mashiaj como la buena tierra, porque la Tierra Prometida NO ESTÁ EN EGIPTO. Además, mientras estamos vagando, nos encontramos bajo la opresión que no nos permite descansar ni tener satisfacción ni el debido deleite, estamos oprimidos por Faraón. Debido a que muchos creyentes aún están en Mitzrayim, no tienen descanso ni satisfacción o la plenitud del gozo que se encuentra en Mashiaj. Algunos han dado algunos pasos por el desierto, pero sin alejarse demasiado, y cuando extrañan los puerros y las cebollas (cuando sienten hambre), regresan a su "mamá", que creen que es quien les provee para sus necesidades. Muchos no comprenden que cuando defienden su "trabajo" (usando justificativas como "digno es el trabajador de su salario"), están simplemente defendiendo al mundo y diciendo que son sus propios proveedores (y que si no trabajan, no comerán). Por las dudas, claro, aseguran que esto es porque Yahweh "los bendice", pero ya vimos que eso no es aplicable a los tiempos de salida, sino únicamente a los tiempos del exilio.

 

Pero cuando salgan de Mitzrayim de una manera absoluta, no sólo terminarán su tiempo de vagar en el mundo, sino que también terminarán sus años de insatisfacción e inquietud. Dependerá de ellos (su lentitud o su velocidad) el tiempo de atravesar su propio desierto personal de santificación) para disfrutar con mayor o menor plenitud de la garantía de la Tierra Prometida, el Ruaj en nuestro interior.

 

Una cosa es tener Pésaj, otra es experimentar el éxodo. Como veremos, el cruce del Mar de Cañas es otro evento crucial. Este marca la culminación de la primera etapa de la salvación de Elohim, que incluye Pésaj, el éxodo y el cruce del Mar de Cañas. Solamente después de que los hijos de Yisrael cruzaron el Mar de Cañas fue que salieron completamente de Mitzrayim y fueron liberados para alabar a Elohim. Sin embargo, la salvación COMPLETA de Elohim incluye más que esto. Su salvación incluye TODO el Plan, y esta salvación (salida) del mundo y de la mala generación es únicamente la primera de las etapas.

 

 

Una Noche Para Guardar Para Yahweh

 

Esa fue para Yahweh una noche de vigilia para sacarlos de la tierra de Mitsráyim; esa misma es la noche de Yahweh, una noche de vigilia para todos los hijos de Yisrael por las generaciones. Shemot 12:42

 

En la noche de Pésaj, los hijos de Yisrael obtuvieron satisfacción, descanso y gozo, pero no durmieron. Como lo indica este pasuk, era una noche para guardar, para vigilar. Esto implica que Elohim estaba guardando y velando la situación, y como sus hijos debemos representarlo, eso también debemos hacer. Por supuesto, esto no significa que debamos pasar la noche de Pésaj en blanco, sino que es un símbolo de que debemos estar vigilantes a Su Venida, cuando Él se presentará nuevamente al mundo, la Columna de Fuego y la Nube. Significa que no debemos dormir como el mundo duerme, sino vigilar y estar atentos.

 

Si aplicamos esto a nuestra experiencia nos daremos cuenta de que nuestro éxodo también fue una noche de guardar. Esta es la razón por la cual en el B'rit Hadashá se nos advierte no dormir.

 

Y en todo esto tengan en cuenta el tiempo, que ya es hora de despertarse del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. La noche está avanzada, y el día está cerca. Así que despojémonos de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. Andemos decentemente, como de día; no con glotonerías y borracheras, ni en pecados sexuales y libertinajes, ni en peleas y envidia. Más bien, vístanse del Adón Yahshúa el Mashíaj, y no hagan provisión para satisfacer los deseos carnales. Romaniyim 13:11-14

 

Si no estamos alerta espiritualmente, cambiamos el día por la noche, pero si vigilamos y guardamos, hasta nuestra noche se cambiará en día. Si la Columna de Fuego nos guía constantemente, ya no andamos en las tinieblas sino en Su Luz.

 

Llevar a cabo un éxodo del mundo no es un asunto sencillo, requiere de una noche de vigilia. Mientras estamos en este mundo (como está en la presente era, bajo condenación), estamos "en la noche", por eso se nos pide que vigilemos, que guardemos esa vigilia. Yahweh nos vigila y nosotros debemos vigilar con Él y para Él. La noche de nuestro éxodo debe ser una vigilia y debemos estar alertas. Sin esta vigilia nadie puede salir del mundo. Los creyentes perezosos y que duermen no pueden tener un éxodo. Sólo los que vigilan y guardan pueden salir del mundo. Entonces nuestra noche se convertirá en día, y seremos rescatados de Mitzrayim.

 

En el B'rit Hadashá se nos manda a no amar al mundo (Yahanan Alef 2:15). Sin embargo, es posible que tomemos esta palabra de manera superficial. El cuadro presentado en el Tanaj indica que el éxodo de Mitzrayim no se debe considerar superficialmente. Durante la noche del éxodo, Elohim mismo vigilaba y guardaba. En otra versión dice que era una "noche importante de guardar para Elohim". Esto no quiere decir que era una noche para guardar rituales. Al contrario, era una noche para guardar y vigilar, es hora de crecer y comprender que LAS SOMBRAS NO SON LA REALIDAD DE LAS COSAS, que no podemos seguir teniendo una comprensión infantil de las mismas.

 

Yahweh estaba vigilando y guardando a fin de sacar a Su pueblo del mundo. Su pueblo debía cooperar con Él al vigilar para Él. Ellos debían vigilar ya que no sabían a qué hora saldrían de Mitzrayim. Por medio de esto vemos que ninguna persona que duerme y es descuidada puede tener un éxodo adecuado. Si desean salir del mundo, deben vigilar, guardar y estar alertas. Entonces escucharán cuando llegue el momento preciso de salir del mundo.

 

 

Los Hijos De Yisrael Se Convierten En El Ejercito De Yahweh

 

En 12:41 se menciona que "las huestes de Yahweh salieron de la tierra de Mitzrayim", y en 12:51, que "Yahweh sacó a los hijos de Yisrael de la tierra de Mitzrayim por sus ejércitos". Además, 13:18 dice: "Y subieron los hijos de Yisrael de Mitzrayim armados". Ellos no salieron de Mitzrayim de manera negligente, sino que marcharon como soldados. Aún no lo sabían, de hecho, no tenían la disciplina para actuar como un ejército, y por eso fueron disciplinados, pero llegarían a convertirse exactamente en lo que Yahweh pretendía, Su ejército.

 

Si queremos salir del mundo no podemos ser negligentes. Todo lo que se relaciona con nosotros debe ser estricto, recto y ordenado, y esto es algo contra lo cual TODA CARNE SE REBELA. Es mucho más agradable el mensaje que vende el mundo (con sus falsos pastores), que "hemos sido liberados" (y que ahora podemos hacer lo que se nos antoja), por eso la gente se resiste a recibir el verdadero mensaje que está en las Escrituras, y dice que "es obsoleto", "ya fue abolido". En verdad, adoran hablar de que van a usar "la armadura de Yahweh", pero parecen estar convencidos que los soldados andan sueltos por la vida luchando como superhéroes solitarios. Nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra haSatán y el mundo. Para tal lucha, debemos estar armados, listos para luchar contra el enemigo, PERO DENTRO DEL EJÉRCITO DE YAHWEH, no como individuos sueltos.

 

Cuando salimos de Egipto, salimos armados. Suponemos que las armas también fueron parte del despojo de los mitsritas, ya que difícilmente un esclavo tendría permiso de tener armas. Así que podemos concluir que, por lo menos en lo que dice respecto a los descendientes de Yaakov, no sabrían mucho acerca de cómo usar armas y menos aún de cómo comportarse como parte de un ejército. Probablemente habría otros que sí supieran, parte de aquella "multitud mixta".

 

Día tras día los creyentes en la vida de congregación debemos estar armados. En todo lo que hacemos debemos ser estrictos, rectos y corporativos. Solamente cuando formamos parte del ejército el soldado recibe su armadura y sus armas. Ningún civil las recibe. De manera que resultan ridículos los esfuerzos cristianos de insistir en armarse con una armadura que sólo es entregada a nivel corporativo.

 

No me malinterpreten. No quiero decir que los creyentes no tengamos esa armadura. De hecho, que quede claro que TODOS LA RECIBIMOS junto con todos los dones de la salvación, porque ciertamente se espera que la usemos. Lo que el cristianismo falla es en insistir en usarla SIN FORMAR EL EJÉRCITO, QUE ES EL CUERPO. Por supuesto, cada denominación insiste en que es el Cuerpo, y que tiene toda la revelación, toda la verdad, etc., etc. Pero la escasa lucha que hacen contra los poderes de las tinieblas muestra la falsedad de sus escenificaciones. Muchos inclusive, sobre todo en las últimas décadas, se han dado a lo que se conoce como "batalla espiritual", inventando una especie de videojuego cristiano en el que los participantes insisten en que luchan contra "principados y potestades" (las "fuerzas del mal" en la jerga del mundo), y se comportan bastante como los personajes de los cuadritos.

 

El verdadero ejército de Yahweh no anda por el mundo mostrando superpoderes, gritando contra haSatán y los demonios como si fueran sordos o como si los fueran a hacer caer por el poder de sus gritos, ni siquiera anda decretando cosas que muchas veces escapan a su comprensión. El verdadero ejército de Yahweh marcha alrededor del Ojel Moed de manera ordenada y obediente al movimiento de su comandante, que no es un general humano sino la Columna y Nube, nuestro Mashíaj. Nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra principados y potestades, ya sabemos, pero a esos debemos vencerlos no en espectaculares campos de batalla sino en el humilde y silencioso avanzar de un ejército sumiso y disciplinado, dispuesto a darlo todo por su Supremo Comandante en todos los ámbitos de la vida, destruyendo a los espíritus de las tentaciones no al gritar alto sino al negarse a obedecerlos.

 

El hecho de que debemos marchar como el ejército de Elohim al salir del mundo indica que el éxodo de Mitzrayim no es un asunto fácil, y tampoco es algo impactante y glamuroso como muchos lo han convertido, autoexaltándose en guerras espirituales imaginarias, cuando en su mayoría demuestran que no han conseguido siquiera vencer a su propia carne. Que este cuadro cause una gran impresión en todos nosotros.

 

 

El Capítulo 13 De Shemot

 

Todos los puntos mencionados en el capítulo trece se relacionan con la experiencia espiritual por el lado positivo. Por ejemplo, Shemot 13:2 habla de la santificación de los primogénitos. Ciertamente esto representa cierto aspecto de la experiencia espiritual del pueblo de Elohim al salir de Mitzrayim. Indica que el propósito de nuestro éxodo fuera del mundo es que seamos santificados para Elohim.

 

Shemot 13:3-10 habla acerca de la instauración de la Fiesta de Pésaj y Jag HaMatzot, cómo deberían guardarla cuando entraran en la Tierra Prometida ("...cuando Yahweh los haya introducido en la tierra... que juró a sus padres que les daría... ustedes observarán en este mes la siguiente práctica..." Shemot 13:5). En esa fiesta de conmemoración, los hijos de Yisrael no debían comer pan leudado por siete días. La manera de recordar el éxodo consistía en eliminar toda la levadura, pero esto NO ERA PARA SER ÚNICAMENTE LITERAL. El problema no es que en aquella época lo asumieran como algo literal y nada más, y que continuaran guardando las fiestas en este nivel, el problema es que hoy, que decimos que hemos comprendido que las cosas narradas en las Escrituras "fueron escritas para nosotros", como explicó Shaúl, y que aprendimos la diferencia entre las sombras y la realidad, INSISTAMOS EN MANTENER LA SOMBRA. No porque en sí la sombra sea mala, sino porque si se insiste en guardar un día RITUALÍSTICAMENTE SIN SU CONTENIDO INTRÍNSECO ESPIRITUAL, esto sigue siendo cáscara vacía. Las sombras eran para que la gente, al ir creciendo, fuera comprendiendo su contenido escondido, para reconocerlo cuando se manifestara. Pero ay, la dureza del corazón humano...

 

De la misma manera, no les servirá de beneficio insistir en guardar formas sin contenido, aún cuando esas formas sean las sombras del mejor de los contenidos, que es Mashíaj. A menos que apliquen el contenido a cada día de sus vidas, muriendo al pecado (es decir, PRACTICANDO Pésaj), renunciando al mismo (es decir, PRACTICANDO Jag Hamatzot, panes sin levadura) y saliendo del mundo (PRACTICANDO el éxodo), continuarán haciendo representaciones como en un teatro. Formas muertas, vacías de vida, que intentan reproducir PARA SENTIRSE A SALVO, no porque están realmente agradecidos de lo que Yahweh ha realizado, y mucho menos porque han comprendido que no se trata de salvación, sino de nuestra participación activa en Su Obra.

 

 

La Salida De Mitzrayim

 

Lo primero que Yahweh ordena a Moshe al salir de Egipto fue:

 

"Conságrame todo primogénito; hombre o bestia, el primer fruto de todo vientre entre los yisraelitas es mío". Shemot 13:1-2

 

A partir de ese momento, Yahweh estaba consagrando todo el pueblo que salía de Egipto para sí mismo. A primera vista parece que sólo consagró a unos pocos, pero en verdad, estaba consagrando a todos. Esto continuaría en vigencia hasta la transgresión de estos primogénitos con el becerro de oro, donde habría que agregar otras cláusulas.

 

La santificación se basa en la redención. El Adón exigía que sólo los primogénitos fuesen santificados porque eran los redimidos. Los primogénitos son un símbolo de los vencedores. En sí mismos, representan las primicias, "el fruto del vigor", el primer concebido en el aspecto natural pero claro, como sombra de lo espiritual. Como ya hemos estudiado, el primogénito tenía (a menos que lo perdiera) el derecho de ser el cabeza de la familia a la muerte de su progenitor, y eso implicaba tanto derechos como responsabilidades, incluyendo la representación de toda la familia. En ellos, a través de ellos, eran también santificadas sus familias completas. Así también, los vencedores serán los responsables por la santificación del resto de su "familia", los creyentes de la compañía del trigo, durante el Milenio.

 

Esto implica que todo aquel que es redimido también debe ser santificado. Es necesario comprender que la familia era santificada bajo el cabeza SIEMPRE QUE OBEDECIERAN LOS MANDAMIENTOS. Es decir, esta santificación no es una cosa ni mágica ni incondicional, que viniera sobre la gente sólo por ser "hijos de", el gran error farisaico. Sino que serían bendecidos a través de que el cabeza de la familia se ocupara de que los suyos siguieran la Ley y no se apartaran del Pacto con Yahweh.

 

Este principio se aplica a nosotros los que creemos en Mashiaj. Ya no estamos funcionando como las tribus, no tenemos una genealogía tribal debajo de la cual colocarnos, buscar nuestra "cabeza tribal". Hoy todos tenemos una única cabeza, que es la Cabeza del Cuerpo, Mashíaj. Sin embargo, todo continúa funcionando de la misma forma: nuestras familias en la carne están bajo nuestra "protección" como cabezas espirituales sobre ellos, pero su salvación dependerá de que ellos mismos acepten o no a Mashíaj. Y EXACTAMENTE LO MISMO SUCEDE CON NUESTROS HIJOS ESPIRITUALES: todos somos llamados a ser "cabezas espirituales" de otros hermanos, como dijo Shaúl:

 

Pues aunque ustedes tengan diez mil tutores en el Mashíaj, no tienen muchos padres; porque en el Mashíaj Yahshúa yo los engendré por medio de la Buena Noticia. Qorintiyim Alef 4:15

 

De manera que, ya se puede ver, todos tenemos muchas responsabilidades, tanto a nivel material como espiritual.

 

Por haber sido redimidos, también debemos ser santificados. Pero si queremos ser vencedores, debemos también ser consagrados. De otro modo, permaneceremos en Mitzrayim, en el mundo. Si deseamos experimentar un verdadero éxodo fuera de Mitzrayim, debemos ser santificados pero también debemos ser consagrados como primogénitos, iniciar nuestro camino de santificación en el desierto SIN MIRAR ATRÁS. Esto no quiere decir que sólo unos pocos se salvarán, sino que algunos corren más que otros, y recibirán el premio de servir más a los demás.

 

La redención nos sirve de filiación, porque es la garantía de nuestra salvación, mientras que nuestra santificación sirve para el propósito de Elohim. Si tenemos una visión estrecha, quizá veamos solamente la redención, la cual es para nuestro provecho. Pero si tenemos el discernimiento adecuado, veremos que la redención debe ser seguida por la santificación (Romaniyim 6:22), la cual cumple el propósito de Elohim. Y si en verdad nuestros ojos han sido abiertos, comprenderemos que necesitamos la consagración (y la santificación que le sigue) para ser contados entre los vencedores.

 

Debido a que los primogénitos fueron redimidos por el cordero pascual, todos ellos, tanto de los hombres como de las bestias debían ser santificados para el Adón. Como podemos ver, Yahweh incluyó las bestias en su redención, por eso estos animales podrían ser utilizados para los sacrificios.

 

"Y cuando Yahweh te haya introducido en la tierra de los kenaanitas, como les juró a ti y a tus padres, y te la haya dado, apartarás para Yahweh todo primer fruto del vientre: todo primerizo macho que dé tu ganado será de Yahweh. Pero todo primerizo de asna lo redimirás con una oveja; si no lo redimes tienes que romperle el pescuezo. Tienes que redimir a todo primogénito varón entre tus hijos. Y cuando, en tiempos venideros, tu hijo te pregunte: "¿Qué significa esto?", le dirás: "Fue con mano poderosa que Yahweh nos sacó de Mitsráyim, la casa de servidumbre. Cuando el Faraón rehusaba tercamente dejarnos ir, Yahweh mató a todo primogénito en la tierra de Mitsráyim, los primogénitos tanto de hombre como de bestia. Por eso yo sacrifico a Yahweh todo fruto macho del vientre, pero redimo a todo primogénito entre mis hijos". Shemot 13:11-15

 

El pasuk 13 declara: "Pero todo primerizo de asna lo redimirás con una oveja". Por ser impuros a los ojos de Elohim, los asnos no pueden ser aceptados por Él y no pueden satisfacerle. Por lo tanto, el primogénito de un asno debía ser redimido con un cordero, y esto habla de los yisraelitas nacidos en Mitzrayim.

 

Así vemos que el primogénito de cada bestia doméstica debía ser entregado a Elohim. La única excepción a esta regla fue en el caso del asno, una bestia inmunda, donde el primogénito debía ser redimido con un cordero. Esto establece un principio muy importante: Elohim no aceptará a personas inmundas.

 

Para las mentalidades superficiales, esta ley sólo se aplicaría a los burros. Pero en el pasuk 13 arriba mencionado, Elohim lo aplica a todos los primogénitos de Yisrael. Elohim dice primero que todos los primogénitos de los asnos tenían que ser redimidos con un cordero, y por lo tanto, todos los primogénitos de Yisrael tenían que ser redimidos. Él estaba, en efecto, llamándolos "manada de burros". Todos necesitaban la redención. Por eso Elohim instituyó Pésaj. Era necesario redimir a las personas con un cordero, porque no podían ser presentados a Yahweh en su estado impuro. Debido a Pésaj, Yisrael se convirtió en "las ovejas de su pasto" (Mizmor 100:3). Sin tal redención, habrían sido los burros de Su corral. Sin embargo, Hoshea 11:1 dice: "Cuando Yisrael era un joven, lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo". Esto lo estudiamos en CTU 07 - El Trigo y Los Asnos de Shavuot 02.

 

Yisrael fue, en efecto, engendrado por Elohim, pero su madre fue Egipto. Lo que Avram hizo con Hagar, Elohim lo hizo con Egipto. Avram tomó a Hagar y dio a luz a Yishmael. Elohim tomó a Egipto y dio a luz a Yisrael.

 

Estos son todos los patrones proféticos que nos dicen los principios divinos, no sólo en cómo nos relacionamos con Elohim y lo experimentamos a través de las fiestas, sino también en cuestiones de tiempo. En última instancia, en la manifestación de los hijos de Elohim, los vencedores en entrenamiento pasarán de un nivel pentecostal al nivel de Sukot en su conocimiento de Elohim. Shaúl habla de esto, también, como "la redención de nuestro cuerpo" (Romaniyim 8:23). ¿Por qué el cuerpo necesita ser redimido? Debe ser canjeado, ya que actualmente es un burro sucio.

 

Los burros no son criaturas MALAS; son simplemente impuros. Los burros pueden ser buenos sirvientes, y la era de Shavuot está destinada a enseñarnos a escuchar y obedecer la voz de Elohim, para que podamos llegar a ser buenos servidores de Elohim. Aun así, nuestra carne actual es inmunda y no puede ser presentada a Elohim como primogénitos sin la redención del cuerpo. Esa redención será el punto en el que asumamos plenamente la naturaleza del Cordero.

 

Podemos aplicar este principio a nuestra experiencia espiritual. En cuanto a la santificación, no somos ni ovejas ni vacas, sino asnos. Hemos sido redimidos, pero nuestro hombre natural todavía es impuro a los ojos de Elohim. Por lo tanto, para ser santificados para el Adón, necesitamos que Mashiaj sea nuestro sustituto. En el pasuk 13, vemos que no solamente el primogénito de los asnos, sino todo primogénito de los hombres entre los hijos de Yisrael debía ser redimido. Esto indica que debían ser redimidos en santificación. Necesitaban la redención no solamente en el tiempo de Pésaj, sino también para su santificación.

 

El cordero pascual representa a Mashiaj como nuestro Redentor. Hemos sido redimidos por medio de Él como nuestro sustituto. Sin embargo, por ser todavía impuros y naturales, no podemos ser un sacrificio vivo que satisfaga a Elohim; necesitamos que Mashiaj sea nuestro sustituto en la santificación. Este cuadro indica que necesitamos a Mashiaj como nuestro sustituto, TANTO PARA NUESTRA SALVACIÓN COMO PARA NUESTRA SANTIFICACIÓN. Los que se quedan sentados en la puerta, o en la mitad del camino, han sido redimidos pero aún son asnos impuros.

 

En GalutYah 2:20, Shaúl dijo: "Ya no vivo yo, mas vive Mashiaj en mí". Necesitamos a Mashiaj no solamente para nuestra redención, sino también para nuestro vivir como sacrificio a Elohim. Hemos sido redimidos, pero nuestra naturaleza todavía no ha cambiado. En cuanto a nuestra naturaleza, todos somos "asnos" impuros a los ojos de Elohim y por tanto no aceptables por Él para Su satisfacción. Por esta razón, necesitamos a Mashiaj para nuestra santificación. Podemos ser un sacrificio vivo para Elohim, aceptable y satisfactorio para Él, sólo al tener a Mashiaj como nuestro sustituto.

 

La mayoría de los creyentes sólo se da cuenta de que necesitan a Mashiaj como su sustituto para la redención. Pocos están conscientes de que también lo necesitan como su sustituto en la santificación para ser un sacrificio vivo que satisface a Elohim. Según 13:13, si un asno no era redimido, se debía romper su cerviz. Ya que muchos creyentes no toman a Mashiaj como su sustituto para su santificación, es como si su "cerviz" hubiera sido quebrada, es decir, espiritualmente hablando, están muertos. No practican tomar a Mashiaj como su sustituto para su vida con Elohim. Por el contrario, se ofrecen a sí mismos en el altar como si pudiesen ser un sacrificio aceptable para Elohim. Esto es un error grave. Elohim nunca aceptará al hombre natural como sacrificio. Por el contrario, la "cerviz" del hombre natural debe ser quebrada.

 

Todos debemos quedar impresionados por el hecho de que necesitamos a Mashiaj como nuestra seguridad para la redención y que necesitamos a Mashiaj como nuestro sustituto para la santificación a fin de ser aceptables para Elohim y complacerlo. En nosotros mismos, no estamos calificados para ser aceptados por Elohim ni para complacerlo. En nosotros mismos, no estamos calificados para ser redimidos y salvos. Del mismo modo, en nosotros mismos no estamos calificados para ser santificados para Elohim y así satisfacerle. Por lo tanto, así como Mashiaj fue nuestro sustituto para la redención, Él también tiene que convertirse en nuestro sustituto para la santificación. Luego en nuestro vivir, seremos un sacrificio aceptable y agradable para Elohim.

 

Al considerar el cuadro del libro de Shemot, vemos que para nuestra seguridad y salvación, necesitamos a Mashiaj como nuestro sustituto para ser redimidos. También vemos que para emprender nuestro éxodo fuera de Mitzrayim, servir a Elohim, y ser un sacrificio vivo que agrade a Elohim, necesitamos a Mashiaj como nuestro sustituto. Tomar a Mashiaj como nuestro sustituto para la santificación forma parte de nuestra redención.

 

 

Los Huesos De Yósef Son Sacados De Egipto Junto Con Los Hijos De Israel

 

En Shemot 13:19, vemos que Moshe "tomó también consigo los huesos de Yósef", ya que le había pedido esto a los hijos de Yisrael: "Elohim se asegurará de tomar nota de ustedes; entonces sacarán mis huesos de aquí con ustedes". Tal vez parezca extraño que estos huesos se mencionen aquí, pero nada en las Escrituras es superfluo.

 

"Por la fe, Yósef, estando a punto de morir, mencionó el éxodo de los hijos de Yisrael, y dio mandamiento acerca de sus huesos". Ivrim 11:22

 

Yósef creía que algún día, Elohim visitaría a Su pueblo y lo sacaría de Mitzrayim y lo llevaría a la tierra que Él le había prometido a Avraham, Yitzjak y Yaakov. Sacar los huesos de Yósef fuera de la tierra de Mitzrayim y llevarlos a la buena tierra representa la resurrección. La única manera en que los huesos muertos y secos podrían entrar en la tierra de Kenaán era por la resurrección. Si esos huesos muertos entraran en la buena tierra, en el reposo de Mashíaj, la realidad de las sombras, resucitarían. Esto muestra la fe de Yósef. Él sabía que Yahweh no era "Elohim de muertos sino de vivos". Así que según el cuadro, los huesos que fueron sacados de la tumba y llevados a la buena tierra representan la vida de resurrección.

 

En Qorintiyim Alef 15:50, Shaúl declara: "La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Elohim". Las Escrituras enseñan que la carne y la sangre denotan el hombre natural (MattiYah 16:17; GalutYah 1:16). En resurrección, Mashiaj tiene carne y huesos pero no tiene sangre (Luka 24:39). El que los huesos de Yósef fueran llevados a la buena tierra indica que los santos que han muerto entrarán en el reino en resurrección (los santos vivientes serán transformados y luego entrarán en el reino). Los que participen del reino ya no estarán en la vida natural representada por la carne y la sangre; estarán en la vida de resurrección representada por los huesos de Yósef, en carne (espiritual) y huesos. Como pueblo de Yahweh hoy, debemos estar en resurrección; debemos ser los huesos que se mueven en la vida de resurrección.

 

A los ojos de Elohim, todos los hijos de Yisrael han estado muertos y sepultados en Mitzrayim. Esa era la situación de ellos antes de Pésaj. Mitzrayim era un cementerio inmenso en el cual el pueblo de Elohim fue sepultado. Por lo tanto, desde el punto de vista de Elohim, Su pueblo en Mitzrayim eran huesos secos. El cuadro de los huesos secos en Yahjezquel 37 muestra la condición de los hijos de Yisrael en Mitzrayim. Ellos eran huesos secos que necesitaban resucitar y formar un ejército (Yahjezquel 37:1,10). Por tanto, el éxodo fuera de Mitzrayim era en realidad una resurrección. Vemos eso particularmente en el cruce del Mar de Cañas.

 

El principio de resurrección se aplica al asunto de la sustitución para la santificación. Según GalutYah 2:20, hemos sido clavados en el madero juntamente con Mashiaj. Ya no vivimos nosotros, es Mashiaj el que vive dentro de nosotros. El hecho de que Mashiaj es nuestro sustituto para la santificación significa que estamos en resurrección.

 

Sin resurrección, es imposible que el pueblo de Elohim salga del mundo. Tanto los huesos de Yósef como el cruce del Mar de Cañas señalan la resurrección. En nuestra vida natural, no podemos emprender un éxodo fuera del mundo. Para emprender tal éxodo, debemos ser un pueblo resucitado. Nosotros somos huesos secos, pero somos huesos que se mueven. Así como los huesos en Yahjezquel 37, seremos avivados y nos convertiremos en un ejército cuando entremos en la buena tierra del Milenio, en el Reino de Yahshua.

 

La razón por la cual se mencionan los huesos de Yósef en Shemot 13:19 es para mostrarnos que el éxodo se cumple solamente en la resurrección. Somos santificados para el Adón y hechos aceptables para Él y lo satisfacemos EN RESURRECCIÓN. Sólo en la resurrección podemos tener un nuevo comienzo de vida sin pecado y por tanto un día de conmemoración. Todos los aspectos del éxodo fuera de Mitzrayim están relacionados con la resurrección, y sería bueno que muchos comprendieran este punto, ya que tantos insisten en "maquillar" su carne para tratar de llevarla consigo y no abandonarla. La carne es la peor carga mundana de cada uno, y debemos dejarla morir, no cuidarla con cariño. Esto no quiere decir que "la materia es mala", como afirman los gnósticos, sino que nuestra carne caída no aprovecha para nada, no produce nada bueno, está llena de pecado y jamás heredará el Reino de los Cielos.

 

Tal vez seamos huesos muertos, pero estos representan una vida inquebrantable y divina. Somos capaces de emprender un éxodo fuera del mundo sólo cuando esta vida surge de la resurrección. Por lo tanto, salimos de Mitzrayim, no por nuestra propia energía ni por nuestra vida natural, sino por la vida de resurrección. Aunque Yósef fue escogido por Elohim, fue sepultado en Mitzrayim. Sin embargo, en resurrección sus huesos fueron sacados de Mitzrayim. Hoy, para nosotros es lo mismo. Hemos sido escogidos por Elohim pero hemos sido sepultados en el mundo. No obstante, en la resurrección los huesos muertos pueden moverse fuera del mundo. ¡Esta es la vida que sale de la muerte!

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