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CLE02 16

La Salida De Mitzrayim 2

La Manera En Que Yahweh Nos Guía

 

1. En Resurrección

Inmediatamente después de lo dicho acerca de los huesos de Yósef, tenemos un relato acerca de la dirección y de la guía del Adón:

 

Yahweh iba delante de ellos en una columna de humo de día, para guiarlos por el camino, y en una columna de fuego de noche, para darles luz, para que viajaran día y noche. La columna de nube de día y la columna de fuego de noche no se apartaban de delante del pueblo. Shemot 13:21-22

 

Si leemos el capítulo 13, veremos una secuencia maravillosa que indica que Elohim no puede guiar a Su pueblo sin la vida de resurrección. Su dirección está disponible sólo para los huesos que se mueven en resurrección. Cuando los huesos secos se avivan y empiezan a salir de Mitzrayim, la dirección de Elohim llega a ellos. Esos huesos secos que estaban en Egipto se movieron tras la orden de Yahweh y salieron:

 

Los yisraelitas viajaron desde Ramesés hasta Sukot, como seiscientos mil hombres a pie, además de los niños. Shemot 12:37

 

Durante muchos años, me pregunté por qué se mencionan los huesos de Yósef en relación con la columna de nube y la columna de fuego, las cuales representan a Elohim mismo. Y esto está así presentado porque la dirección viviente de Elohim está relacionada con la vida de resurrección. Para que los huesos muertos se muevan, Yahweh debe guiarlos. Cuando nos movemos en la vida de resurrección, espontáneamente Él nos guía.

 

Muchos creyentes hoy en día buscan la voluntad de Yahweh; desean sinceramente Su dirección y Su guía. No obstante, cuanto más buscan estas cosas, menos las tienen. La razón de esa carencia es que esos creyentes no son huesos que fueron sepultados y resucitados; ellos no son huesos que se mueven con el poder de la vida de resurrección. Para tener la guía y la dirección de Adón, los huesos sepultados deben ser levantados de la tumba y empezar a moverse BAJO LAS ÓRDENES DEL ADÓN.

 

2. Seguir El Mandato Del Adón

El capítulo 12 habla del éxodo de los hijos de Yisrael, pero no dice nada acerca de la dirección del Adón. Eso lo vemos eso en el capítulo 13 en adelante. Si los hijos de Yisrael hubieran salido de Mitzrayim por sí solos, habrían cometido un grave error. Para emprender un éxodo correcto, ellos debían tener la guía y la dirección de Adón. Durante mucho tiempo creí que, habiendo sido "salvos y liberados", ahora nuestro deber era "salir de Egipto". Realmente esto es así. Pero no podemos salir de Egipto por nuestra propia cuenta. Debemos salir cuando la nube se levanta, y acampar cuando la nube se detiene. Salir por nuestra cuenta del sistema no nos hará salir de Egipto en lo más mínimo. Muchos creen que saliendo a vivir en lugares alejados y llevando vidas lo más cercanas posibles a las Leyes de Yahweh es lo correcto. Lamentablemente, hoy Él nos está abriendo los ojos a que esto no es así. Aunque ciertamente debemos sacar Egipto de nuestros corazones en la medida en que vamos abriendo los ojos, no se trata de salir del mundo sino de ser luz y sal para salvar a muchos. La salida de Egipto histórica corresponde a la Era de Pésaj, no al fin de la Era de Shavuot. En la Era de Pentecostés los creyentes fueron literalmente enviados al mundo, a llevar el mensaje de Mashíaj a todos. Hoy estamos a las puertas de la Era de Sukot, el Ruaj está reuniendo a los suyos y especialmente a los vencedores de la cebada, porque durante el Milenio la tarea CONTINUARÁ SIENDO MINISTRAR A YAHWEH Y A YAHSHUA AL MUNDO. Será diferente, sabemos, porque el mundo se habrá vuelto a Mashíaj y lo buscarán sinceramente, aunque no todos. De manera que hoy esa es la disciplina que estamos recibiendo: prepararnos para ministrar al mundo una vez más, esta vez no ya llevando sólo el mensaje de salvación (que fue lo que mayormente hizo la congregación de Shavuot), sino muy específicamente llevando el mensaje de santificación, para que la gente aprenda a crecer en Mashíaj y Él llegue a estar en todos. De manera que lo que hoy debemos aprender es a escuchar y ver los movimientos del Ruaj, para obedecer correcta e inmediatamente.

 

En Shemot 12, tenemos el mandato del Adón, y en Shemot 13, tenemos la guía del Ruaj. En asuntos espirituales, no es suficiente tener solamente el mandato del Adón sin Su guía. Tener sólo Su mandato sería trágico. Su mandato debe ser seguido siempre por Su guía.

 

La celebración de Pésaj por parte de los hijos de Yisrael era algo correcto. Su entorno había sido sometido por el Adón, y ellos estaban listos para salir de Mitzrayim. No obstante, vemos que dice:

 

Sucedió que, cuando el Faraón dejó ir al pueblo, Elohim no lo condujo por el camino de la tierra de los pelishtinos, aunque era más cerca; porque Elohim dijo: "El pueblo podría cambiar de parecer cuando vea la guerra, y regresar a Mitsráyim". Así que Elohim hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto del Mar de los Juncos. Ahora bien, los yisraelitas salieron armados de la tierra de Mitsráyim. Shemot 13:17-18

 

Entonces, el pueblo de Elohim pudo haber tomado uno de los dos caminos: el camino corto o el complicado. Según la comprensión natural, ellos seguramente habrían escogido el camino corto, y no el complicado, el cual es más largo. No obstante, el camino que los hijos de Yisrael debían tomar no dependía de ellos. Ni siquiera dependía de Moshe ni de Aharón. Dependía solamente de la dirección del Adón por medio de la columna de fuego y de la columna de nube. Fuera de la dirección del Adón, el pueblo de Elohim no tenía ningún derecho de moverse. Si los hijos de Yisrael se hubiesen movido sin la dirección del Adón en la columna de fuego o en la columna de nube, se habrían movido por sí solos. En asuntos espirituales, jamás se debe hacer esto. Junto con el mandato del Adón, debemos tener Su guía y Su dirección. Si Él nos pide hacer algo, no debemos hacerlo por nosotros mismos. Por el contrario, debemos orar: "ADÓN, YA QUE TÚ ME PEDISTE HACER ESTO, DEBES GUIARME. GUÍAME POR LA COLUMNA DE FUEGO O POR LA COLUMNA DE NUBE".

 

3. Conforme A Ciertas Condiciones

Además, este capítulo revela que la guía y la dirección del Adón vienen solamente cuando se cumplen ciertas condiciones. Su dirección y guía no son incondicionales. La primera condición es la santificación. Si no somos santificados, no podemos tener la dirección del Adón. También debemos experimentar el nuevo comienzo de una vida sin levadura. Ser santificados y tener el nuevo comienzo de una vida sin pecado son los primeros dos requisitos para poder recibir la guía del Adón.

 

La resurrección ya mencionada es otra condición. Para ser guiados por el Adón, no debemos estar en el hombre natural. Nuestros huesos deben resucitar y moverse. Entonces, cuando ya no estemos en el hombre natural, tendremos la dirección y la guía del Adón.

 

Mencionamos que las Escrituras se refieren al hombre natural como carne y sangre. Cuando Kefá recibió la revelación de que Yahshua era el Mashiaj, el Hijo de Elohim vivo, el Adón le dijo: "Bienaventurado eres, Shimón hijo de Yahanan, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos" (MattiYah 16:17). Además, después de que Mashiaj fue revelado a Shaúl, él dijo que no consultó "a carne ni a sangre", es decir, él no consultó al hombre natural (GalutYah 1:16). Cuando estamos en resurrección, estamos calificados para recibir la guía del Adón y Su dirección.

 

En realidad, la dirección del Adón y Su guía son simplemente el Adón mismo en la columna de fuego durante la noche y en la columna de nube durante el día. El cuadro de los hijos de Yisrael saliendo de Mitzrayim conforme a la guía del Adón revela que Su dirección se da únicamente cuando se cumplen sus condiciones. Debemos ser santificados, debemos empezar una nueva vida sin pecado y debemos estar en resurrección. Entonces seremos guiados por el Adón y conducidos por Él.

 

4. No Por El Camino Corto, Sino Por El Camino Más Complicado

Al guiar a los hijos de Yisrael, el Adón no los llevó por el camino corto. Al contrario, Él los condujo a tomar un camino complicado, un camino que parecía ser un desvío. En nuestra opinión humana, los hijos de Yisrael debían ir directamente a través de la tierra de los filisteos hasta la buena tierra. Ese era el camino simple, había una ruta comercial ya trazada, que seguramente proporcionaría abastecimientos para los liberados. No obstante, ya que existía la posibilidad de una guerra con los filisteos, Elohim no los condujo por este camino.

 

Según la mentalidad humana, la manera en que el Adón condujo a Su pueblo era extraña y hasta insensata. Si nosotros fuéramos Elohim, ciertamente habríamos conducido al pueblo por otro camino, pero como veremos a seguir, esto tentó a Faraón a perseguirlos. Elohim pareció equivocarse en la manera en que Él condujo a Su pueblo. En realidad, la dirección del Adón nunca está equivocada. Todo camino que Elohim nos hace tomar está correcto, Él nunca se equivoca.

 

La ruta más corta y más directa de Egipto a Kenaán habría sido por el camino de la costa a Gaza, que estaba a unos 250 km de Sukot. Pero antes de que estuvieran listos para tomar posesión de la tierra de Kenaán, primero debían unificarse como nación y debían aprender a confiar en Elohim, a quien apenas conocían todavía. Y este es también el error de muchos, que creen que apenas salvos, ya están listos para entrar en la Tierra Prometida. Pero la Tierra Prometida simboliza nuestra tierra interior. Somos polvo y barro, venimos de la tierra (adama), y esa tierra fue vendida al pecado. Los kenaanitas, todos los pueblos y las "bestias" que debían ser expulsados de la buena tierra, simbolizan la carne y los demonios que aprovechan la situación:

 

Yahweh tu Elohim desalojará a esos pueblos delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellos de una vez, para que no se multipliquen las bestias salvajes y te ataquen. Devarim 7:22

 

Él mismo nos dice que es Él (a través del Ruaj de Mashíaj en nuestro interior) quien limpiará la tierra y nos asegura que NO PODEMOS ACABAR CON ELLOS DE UNA ÚNICA VEZ. Muchos desesperan por tratar de resolver sus "defectos" por sí mismos, olvidándose de que es Yahweh quien conquista, mientras que otros se convencen de que ya están llenos del Ruaj en plenitud (no importando la evidencia de sus comportamientos), mientras continúan con sus antiguas prácticas de la carne (los pueblos) y cayendo en tentaciones (las bestias). Y esto no es tan simple como acusar a un católico por sus evidentes y externas prácticas paganas, no. La tierra es interior, los pueblos que la habitan son nuestros malos hábitos, defectos Y VIRTUDES de la carne (recordemos que la carne también tiene la capacidad de hacer cosas buenas SIN MASHÍAJ, como cualquier budista prueba), y las bestias son los demonios que pueden traer no sólo tentaciones evidentes sino también doctrinas extrañas o tradiciones de hombres. Estas cosas no están siempre "en el vecino", están en nuestro interior y es la lucha que debemos afrontar cada día.

 

Eran una raza de esclavos desarmados, aunque habían adquirido armas, la gran mayoría no sabía utilizarlas y ciertamente no eran un ejército organizado, y de esta manera, no estaban acostumbrados a la guerra. La noticia de que una enorme multitud de esclavos había conseguido escapar de Egipto, así como la muerte del Faraón que sucedería en breve, y todas las maravillas de Yahweh no tardó en llegar al resto de las naciones, poniéndolas en alerta de que esta gente ESTABA EN BUSCA DE TIERRAS. Si nos atenemos a los cálculos convencionales, encontrar tierra para 2 millones de almas es algo que pondría en estado de alarma a cualquier nación. Ciertamente encontrarían (como encontraron) oposición si avanzaban directamente hacia la Tierra Prometida. Ellos no sólo debían tratar su carne en el desierto, siendo disciplinados en obediencia, sino que además debían recibir la Ley de Fuego (algo que sabemos que se negaron a recibir, y por ese motivo tuvieron que continuar avanzando sin el Ruaj en su interior, que solamente sería entonces derramado en la siguiente Era de Shavuot, justamente en Pentecostés, que es Shavuot).

 

Debía efectuarse una transformación espiritual antes de que pudieran estar preparados para cooperar con Elohim en la conquista de Kenaán, y este entrenamiento sería el desierto, su Shavuot. El desierto es nuestro Shavuot, nuestro caminar fuera del mundo haciendo morir a la carne, para llegar a la Tierra Prometida conformando un ejército como un sólo hombre.

 

De manera que Yahweh no los llevó por el camino corto por tantas razones, no por capricho. Si hubieran ido directo, habrían encontrado resistencia antes de estar preparados para resistir y vencer. Por otro lado, debido al pacto de paz levantado entre Avraham y Avimélej en Bereshit 21, los yisraelitas no podían atacar a los filisteos, a quienes no había llegado su tiempo aún (esas guerras sucederán en los tiempos de los jueces, mayormente).

 

Elohim había informado antes a Moshe que el pueblo de Yisrael debía reunirse en el monte Jorev después de su partida de Egipto:

 

Y él dijo: "Yo estaré contigo; esa será la señal de que fui yo quien te envió. Y cuando hayas libertado al pueblo de Mitsráyim, adorarán a ha’Elohim en este monte". Shemot 3:12

 

Así que Yahweh sabía desde el comienzo la ruta que tenían que seguir, sin duda la misma que recientemente Moshe había seguido al ir de Egipto a Midián y regresar. De ahí que el pueblo se desviara hacia el sur desde Sukot y llegase al borde del desierto de Etam. Fue tan sólo después de que habían ido más allá de Etam y entrado en el desierto mismo, cuando apareció la columna de nube para guiarlos:

 

Emprendieron la marcha desde Sukot, y acamparon en Etam, al borde del desierto. Yahweh iba delante de ellos en una columna de humo de día, para guiarlos por el camino, y en una columna de fuego de noche, para darles luz, para que viajaran día y noche. Shemot 13:20-21

 

Muchas veces en mi vida creyente, Elohim me ha conducido en caminos que yo consideraba equivocados. La carne nunca comprende la mente del Ruaj. Pero he llegado a adorar al Adón por Su dirección. Su dirección siempre está correcta. Si nos lleva a través del desierto (y el desierto casi nunca tiene apariencia agradable), es porque Él sabe que el otro camino, avanzando directamente a través del mundo, ES MUCHO PEOR, y que debemos prepararnos antes. No huyamos de sus disciplinas ni de las situaciones en las que nos coloca a fin de capacitarnos para cuando entremos en la Tierra Prometida, para que cuando la alcancemos, no seamos, como muchos fueron y muchos serán, tentados a preferir las tierras al otro lado del río.

 

Desde nuestro punto de vista humano, podemos pensar que Él debería conducirnos de cierta manera. Pero si Él nos guiara por ese camino, no habría ninguna lección que aprender, y podríamos estar en peligro de regresar a Mitzrayim. Muchos lo hacen. Apenas sienten una pequeña molestia, una pequeña hambre, cierran los ojos y corren a buscar una "zona segura", y se rehúsan a recibir el entrenamiento. No debemos actuar de esta manera, si hemos entrado en Su ejército, será para disciplina para nuestro bien, nunca para nuestro mal, como somos animados a hacer:

 

En el momento, ninguna disciplina parece ser motivo de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de rectitud a los que se han dejado moldear por ella. Por lo tanto, fortalezcan las manos debilitadas y las rodillas vacilantes; y enderecen para sus pies los caminos torcidos, para que el cojo no se desvíe, sino que más bien se sane. Procuren la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá a Yahweh. Miren bien que ninguno deje de alcanzar el favor de Elohim; que ninguna raíz de amargura brote y cause estorbo, y que por ella muchos se contaminen. Ivrim 12:11-15

 

Por lo tanto, Elohim nos hace tomar un camino indirecto, inclusive un desvío largo. Pero cuando miramos hacia atrás en nuestras vidas, podemos ver que lo que pensamos eran desvíos y pérdida de tiempo era en verdad la Mano Educadora de nuestro Padre Kadosh, conduciéndonos a nuestro crecimiento interior.

 

Debido a su negativa de recibir la Ley en su interior, y a sus repetidas desobediencias, los hijos de Yisrael finalmente tuvieron que vagar en el desierto durante 40 años. La mayor parte de ese tiempo, anduvieron en círculo. Esta es también la experiencia de muchos creyentes hoy en día; dan vueltas sin ningún progreso. Muchos ni se dan cuenta, porque se "dibujan" progresos por medio de su carne, y levantan denominaciones y estructuras. Otros no necesitan de tanto, muchos también pueden confiar en sus propios esfuerzos en la carne y determinar que se trata de avances en el espíritu. Es muy difícil mostrar los errores de la carne a la gente, porque la carne se resiste con espanto a ser tocada, y su primera reacción defensiva es siempre de rechazo o con actitud de ofensa. Sin embargo, debemos tener la capacidad de rogar a Mashíaj que nos ayude a ver si los progresos que creemos estar realizando son en verdad en el ruaj o en el alma, y entonces aceptar que debemos corregir las cosas, o nos mantendremos eternamente en el desierto.

 

No obstante, por medio de esta clase de viajes, aprendemos lecciones importantes, como lo aclaran los libros de Bamidbar y Devarim. Siempre que ese "andar en círculos" sea ordenado y dirigido por Yahshua, NUNCA SERÁ INÚTIL. En eso se diferencia del "andar en círculos" de muchos que obedecen a su carne, en lugar de escuchar al Ruaj. Por los frutos.

 

5. La Columna De Nube Y La Columna De Fuego

 

Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego. Shemot 13:22

 

En realidad las dos columnas son una misma cosa. Cuando anochece, la nube se convierte en fuego. Pero cuando amanece, el fuego se convierte en nube. Sin embargo, el fuego y la nube son una misma cosa.

 

En tipología, la nube representa el Ruaj de Mashíaj. Cuando Él nos alcanza, el Ruaj de Elohim se parece a una nube. Y el fuego representa la Palabra de Elohim, Su Ley de fuego, la cual es una luz para nosotros, y no un fuego que nos matará, como tantos pensaron ayer y hoy. Por lo tanto, la guía viviente e instantánea que Elohim nos da viene por medio del Ruaj de la Palabra. Cuando el cielo está claro, Él es la nube, pero cuando el cielo está oscuro Él es el fuego. Cuando el Adón conduce como columna de fuego por la noche, la luz de esta columna hace que la noche se convierta en día. De esa manera, los hijos de Yisrael podían viajar día y noche.

 

En la vida creyente, no debería haber ninguna diferencia entre el día y la noche. En realidad, nosotros los creyentes no deberíamos tener ninguna noche en nuestra vida con el Adón. Y así será cuando tengamos cielos nuevos y tierra nueva, cuando el Cordero sea la lámpara de la Nueva Yahrushalayim. No habrá más noche ni día, es decir, no habrá tinieblas. Sólo habrá día, sólo habrá Luz.

 

Aplicado a nosotros, nuestra noche debe convertirse en día. Si nuestra noche no se convierte en día, somos vencidos. Eso significa que cuando estamos en tinieblas y dormimos, experimentamos una noche en nuestra vida como creyentes. Pero cuando invocamos el nombre del Adón, somos iluminados y nuestra noche se hace día. Debemos vivir por y en Su Luz constantemente. Nuestra noche es nuestro lado carnal, que nos hace andar en las tinieblas. Debemos andar por nuestro ruaj, nuestro lado iluminado.

 

Tanto la nube como el fuego simbolizan a Yahweh, porque Él es el Ruaj y también la Palabra. Además la Palabra es también el Ruaj, y Yahshua es la palabra (Yahanan 6:63; Efesiyim 6:17, Hitgalut 19:13, Yahanan 1:14). Yahweh, el Ruaj de Mashíaj y la Palabra son uno para conducirnos y guiarnos continuamente. Cuando entendemos claramente, Elohim nos guía por medio del Ruaj. Pero cuando no entendemos claramente, Él nos está guiando por medio de la Palabra. A medida que entendemos la Palabra, ésta se va convirtiendo en el Ruaj en nuestra experiencia.

 

Cuando los yisraelitas se negaron a escuchar la Voz de Yahweh, rechazaron tener oídos para escuchar y ojos para ver, y así la Ley les fue dada, pero externamente. No fue escrita en sus corazones. Como podemos ver, Él puede guiarnos de las dos formas, pero es claramente mucho mejor cuando Su palabra, que es Mashíaj mismo, en el Ruaj, vive en nosotros. No debemos tener miedo y rechazarlo.

 

Como nube o como fuego, la guía de Elohim es siempre una columna. En las Escrituras, una columna denota fuerza. Por lo tanto, la guía de Elohim es fuerte; permanece derecha y soporta peso. Por medio de esta guía clara, Elohim condujo a los hijos de Yisrael.

 

Debemos agradecer al Adón por todos los detalles presentados en Shemot 13. Aquí vemos la sustitución para santificación, el día de conmemoración, y el comienzo de una nueva vida sin pecado. Aquí vemos también la vida de resurrección en la cual disfrutamos de la presencia del Adón como la guía en la columna de nube y en la columna de fuego. Adoremos al Adón por Su dirección, aún cuando Él no nos guíe por un camino directo, sino por un camino complicado. ¡Alabado sea Él por todos los desvíos!

 

 

El Cruce Del Mar De Cañas

 

El nombre hebreo del mar Rojo es "Yam Suf", "mar de juncos o mar de cañas". Es probable que la razón por la que es llamado mar Rojo sea por un error de traducción. En las primeras traducciones al inglés se tradujo como "Reed Sea", "mar de cañas". Pero todo indica que los que luego tradujeron la Biblia, usando el inglés como base, se confundieron y entendieron la palabra "reed", "caña", como "red", rojo. El mar de Cañas no es rojo, es bien azul.

 

Emprendieron la marcha desde Sukot, y acamparon en Etam, al borde del desierto. Shemot 13:20

 

De acuerdo con este texto y Bamidbar 33:6, el segundo campamento de los israelitas estuvo "al confín del desierto". Su lugar no ha sido todavía identificado. Sin embargo, quizá la palabra hebrea Etam sea una transliteración del egipcio Khetem, "fortaleza".

 

Los registros egipcios nos informan de la existencia de una línea de fortificaciones fronterizas desde el mar Mediterráneo hasta el golfo de Suez, construidas con el claro propósito de evitar que entraran en Egipto las tribus del desierto oriental y, al mismo tiempo, el de controlar el tránsito entre Egipto y el Asia. Siendo que esas fortalezas fronterizas estaban en el límite del desierto oriental, es posible que aquí se haga referencia a una de ellas.

 

Las riquezas del valle del Nilo fueron anhelados por muchos pueblos. Las grandes riquezas de esta tierra propiciaron que extranjeros de todas las naciones trataran de hacerse con el control de esta fértil tierra. Con el fin de mantenerse a salvo las diferentes dinastías fueron construyendo y fortificando lugares en su territorio. En el imperio Medio, el faraón Amenemhat I mandó construir el denominado "Muro del Príncipe". El recorrido de este muro albergaba desde el Wadi Tumilat hasta Heleiópolis y Pelesium.

 

Por lo menos en el caso de Moshe, esos puestos fronterizos no impidieron que un solitario fugitivo se filtrara a través de ellos y tuviera éxito en su huida al desierto; pero es obvio que las huestes de Yisrael no podían haber pasado sin el consentimiento de los guardianes. Indudablemente Faraón nunca fue más allá, en su propósito, que permitir que los hebreos llegaran al desierto oriental egipcio y adoraran a Yahweh allí. Quizá, sólo cuando los guardianes de la frontera le informaron que los israelitas proseguían su marcha por el desierto hacia el Mar de Cañas, salió Faraón en su persecución.

 

 

La Última Lucha De Faraón

 

La plena salvación de Elohim para Su pueblo escogido incluye Pésaj, el éxodo fuera de Mitzrayim, y el cruce del Mar de Cañas. Pésaj representa la redención; el éxodo representa la salida del mundo; y el cruce del Mar de Cañas representa el bautismo. La plena salvación con todos estos aspectos es exactamente lo que necesitamos y disfrutamos hoy en día.

 

Elohim necesitaba una persona como Faraón, para cumplir estos tres aspectos de la salvación. Sin él, faltaría el entorno, las circunstancias y las situaciones necesarias. La oposición de Faraón creó un entorno que posibilitó Pésaj. No podemos decir que Faraón fue la fuente de Pésaj. No obstante, podemos asegurar que sin él, no habría el entorno necesario para la institución de Pésaj.

 

Pésaj incluía la provisión para la redención, que los hijos de Yisrael necesitaban por sus pecados. No obstante, Pésaj incluía mucho más que la redención. Los creyentes reconocen la necesidad de la redención pero quizás no vean la necesidad de Pésaj. Durante la noche de Pésaj, los hijos de Yisrael fueron salvos, y además los egipcios y el poder maligno de las tinieblas fueron juzgados. En una experiencia normal de salvación, somos redimidos, y el poder de las tinieblas dentro de nosotros y a nuestro alrededor es juzgado. Sin embargo, muchos creyentes no son salvos de una manera completa. Ellos experimentan la redención, pero no experimentan el juicio de Elohim sobre el poder de las tinieblas.

 

Según el arreglo de Elohim y Su edificación, en Su salvación se necesita el bautismo, el cual es representado por el cruce del Mar de Cañas. Para cumplir este aspecto de la salvación, Elohim no condujo directamente a Su pueblo a la tierra de Kenaán por el territorio de los filisteos. Al contrario, Él los llevo por un camino de desvíos. El los hizo ir por el sur y dar vuelta hacia el Mar de Cañas, y aparentemente no tenían salida. No obstante, el Adón sabía lo que Él estaba planeando. Su intención consistía en usar el Mar de Cañas para bautizar a Su pueblo y sepultar a Faraón y su ejército. Si los hijos de Yisrael hubiesen ido directamente a la tierra de Kenaán por el territorio de los filisteos, no habrían cruzado el Mar de Cañas y el ejército egipcio no habría sido sepultado. Por lo tanto, en el cruce del Mar de Cañas, Elohim volvió a usar a Faraón, para crear una situación que propiciara el bautismo de Su pueblo. Por medio de la columna de nube y la columna de fuego, Elohim los llevó por un desvío. Al caminar detrás de la columna que los guiaba, ellos fueron llevados a acampar cerca del mar.

 

"Diles a los yisraelitas que vuelvan y acampen frente a Pi-Hahirot, entre Migdol y el mar, frente a Báal Tsefón; acamparán de frente a él, junto al mar. El Faraón dirá de los yisraelitas: "Están extraviados en el país; el desierto se ha cerrado sobre ellos". Shemot 14:2-3

 

Según el pasuk 3, el Adón sabía que Faraón creería que estaban perdidos. A los ojos de los egipcios, los Yisraelitas eran muy insensatos al tomar este camino indirecto. Por lo tanto, la situación de los hijos de Yisrael en el desierto tentó a Faraón a perseguirlos. De esta manera, el campamento de los hijos de Yisrael cerca del mar y la persecución de Faraón y sus carros produjeron un entorno ideal para el bautismo del pueblo de Elohim y para la sepultura de Faraón y su ejército.

 

Según el concepto de la gente mundana, los creyentes (los verdaderos, los que cambian su estilo de vida y rechazan al mundo, porque en los otros no se nota nada) andan perdidos tratando de salir de Egipto, pero no tienen un objetivo ni nadie que los guíe (el mundo no ve a Yahweh) y creen que pueden devorarlos.

 

Para el mundo, antes de ser salvos, teníamos una meta clara, un propósito en la vida; el propósito del mundo, claro. Pero después de ser salvos, aparentemente no teníamos ninguna meta y habíamos empezado a vagar sin un objetivo. Por supuesto, nosotros teníamos una meta espiritual. Pero a los ojos de la gente mundana, no teníamos ninguna meta en vida y ya no teníamos claro nuestro futuro. Esta situación a menudo suscita persecución. Otros podrán acusarnos de no saber lo que estamos haciendo, ni adónde vamos. Padres acusan a sus hijos, hijos acusan a sus padres. Algunos pensarán aún que hemos perdido nuestra capacidad mental. Muchos de nosotros hemos pasado por esta clase de persecución.

 

Sin embargo, esta persecución nos ayuda a tener un bautismo adecuado y completo. Si no somos perseguidos debido a nuestro vagar, nuestro bautismo puede ser un simple procedimiento con poco significado. Pero si somos perseguidos por haber perdido nuestra meta, nuestro bautismo tendrá mucho significado, y nuestra comprensión será más profunda. Por lo tanto, debemos darle gracias al Adón por esa clase de persecución. Cuanto más seamos perseguidos, tanto más tendremos para sepultar en las aguas de nuestro bautismo para separarnos de la generación malvada del mundo.

 

Cuando los hijos de Yisrael fueron bautizados en el Mar de Cañas, llevaron el ejército egipcio al agua. En principio, debe suceder lo mismo cuando un nuevo converso es bautizado, simbólicamente, claro. El ejército del mundo debería ser introducido en el bautisterio y sepultado en las aguas del bautismo.

 

Hemos visto que Faraón ayudó a los hijos de Yisrael en los tres aspectos de la salvación de Elohim. El los ayudó a tener Pésaj, a emprender su éxodo fuera de Mitzrayim, y a tener un bautismo completo. Según la tipología, este cuadro lo incluye todo. Si consideramos la tipología y la aplicamos a nuestra situación actual, podemos ayudar a los nuevos conversos a ser bautizados correctamente.

 

Si estudiamos la tipología en Shemot, ya no esperaremos que los nuevos conversos tomen un camino directo, de la conversión al bautismo en el mismo día. Nos daremos cuenta de que la manera en que Elohim los conduce puede tener muchos problemas. No obstante, es la manera en que Elohim introduce a los conversos en una situación donde se ven obligados a bautizarse correcta y completamente. Cuando analizamos todas estas cosas comprendemos que el simbolismo que está por detrás de muchos rituales es mucho más grande y profundo que lo que normalmente nos enseñan.

 

Consideremos ahora algunos detalles de la última lucha de Faraón, una lucha que fue usada claramente por Elohim para la plena salvación de Su pueblo.

 

En primer lugar, es un tipo de la lucha de haSatán y su mundo en contra de los creyentes. Cuando haSatán y el mundo combaten contra un recién converso, no debemos estar desalentados. Al contrario, debemos entender que esta lucha preparará el entorno para que los conversos tengan un bautismo completo.

 

En segundo lugar, Faraón fue tentado por el hecho de que Yisrael vagaba en el desierto. Faraón pensaba que Yisrael vagaba sin esperanzas, y fue tentado a perseguirlos, y Yahweh endureció su corazón.

 

Entonces endureceré el corazón del Faraón y él los perseguirá, para yo cubrirme de gloria por medio del Faraón y de todo su ejército; y los mitsritas sabrán que yo soy Yahweh. Y así lo hicieron. Shemot 14:4

 

Ya que su corazón fue endurecido por Elohim, Faraón tomó la decisión de perseguir al pueblo de Elohim. Si nosotros fuéramos Él, usaríamos nuestro poder para echar inmediatamente a haSatán al lago de fuego. Por lo menos, lo obligaríamos a apartarse de los cielos y sobre todo de los hombres. No obstante, la manera de Elohim es más elevada que la nuestra. Según Su manera, Él usa a haSatán para cumplir Su propio propósito, y eso nos incluye. En el mismo principio, Elohim usó a Faraón para Su gloria, endureciendo su corazón y los corazones de los egipcios.

 

 

Faraón Y Sus Ejércitos Persiguieron A Los Hijos De Yisrael

 

Y todo sucedió como Yahweh había previsto:

 

Él ordenó su carro y llevó consigo a sus hombres; tomó seiscientos de sus carros escogidos, y el resto de los carros de Mitsráyim, con oficiales en todos ellos. Yahweh endureció el corazón del Faraón rey de Mitsráyim, y se puso a perseguir a los yisraelitas. Cuando los yisraelitas iban saliendo desafiante y audazmente, los mitsritas se pusieron a perseguirlos, y todos los carros de caballos del Faraón, con sus jinetes, y sus guerreros los alcanzaron acampados junto al mar, cerca de Pi-Hahirot, frente a Báal Tsefón. Shemot 14:6-9

 

Cuando los hijos de Yisrael miraron hacia atrás, vieron el ejército de Faraón, y cuando miraron hacia adelante, vieron el Mar de Cañas. Inmediatamente clamaron al Adón y dijeron a Moshe:

 

Y le dijeron a Mosheh: "¿Por falta de sepulturas en Mitsráyim fue que nos trajiste a morir al desierto? ¿Qué es lo que nos has hecho, sacándonos de Mitsráyim? ¿No fue esto mismo lo que te dijimos en Mitsráyim: "Déjanos tranquilos, para que sirvamos a los mitsritas, pues es mejor servir a los mitsritas que morir en el desierto’? Shemot 14:11-12

 

La queja de los hijos de Yisrael faltos de fe, era elocuente. Ellos expresaron su sentimiento con mucha fuerza. Pero nosotros no deberíamos reírnos de ellos, ya que nosotros probablemente hubiésemos actuado igual.

 

Moshe no argumentó con el pueblo ni luchó en contra de ellos. Al contrario, les dijo:

 

Pero Mosheh le dijo al pueblo: "¡No tengan miedo! Esperen y verán la liberación que Yahweh realizará por ustedes hoy; porque a los mitsritas que ven hoy no los volverán a ver nunca más. ¡Yahweh peleará por ustedes; ustedes quédense quietos!". Shemot 14:13-14

 

En cuanto Moshe pronunció estas palabras, el Adón le dijo que no clamara a Él sino que pidiera a los hijos de Yisrael que avanzaran hacia el mar.

 

Entonces Yahweh le dijo a Mosheh: "¿Por qué clamas a mí? Diles a los yisraelitas que sigan adelante. Y tú levanta tu vara y extiende tu brazo sobre el mar y divídelo, para que los yisraelitas marchen por el mar sobre tierra seca". Shemot 14:15-16

 

En este punto, Faraón y sus ejércitos debían haber estado muy cerca del campamento de los hijos de Yisrael. Si nosotros hubiéramos estado allí, habríamos estado atemorizados, así como lo estaban los hijos de Yisrael. Los egipcios tenían seiscientos carros; pero Yahweh estaba con los yisraelitas.

 

 

El Malaj De Yahweh Protegió A Los Hijos De Yisrael

 

El mensajero de ha’Elohim, que iba delante del ejército yisraelita, ahora se mudó y se puso detrás de ellos; y la columna de nube se apartó del frente de ellos y se situó detrás de ellos, y se colocó entre el ejército de los mitsritas y el ejército de Yisrael. Así que allí estaba la nube de tinieblas, y arrojaba un manto sobre la noche, de modo que los unos no pudieron acercarse a los otros en toda la noche. Shemot 14:19-20

 

En estos pasukim, el Malaj de Elohim es el mismo Malaj de Yahweh que llamó a Moshe en el capítulo tres (pasukim 2, 4). Elohim llamó a Moshe en la persona del Malaj de Yahweh. El Malaj de Yahweh era simplemente Yahweh, Elohim mismo. En 3:6, el Malaj de Yahweh se identificó a sí mismo diciendo: "Yo soy el Elohim de tu Padre, Elohim de Avraham, Elohim de Yitzjak y Elohim de Yaakov". Esto indica que Él era Elohim, Elohim el Padre, Elohim el Hijo y Elohim el Ruaj. Estas cosas ya las estudiamos más a fondo en CLE01 34 - El Malaj De Yahweh y El Nombre). El Malaj de Yahweh, que era Elohim, es Mashiaj como el enviado de Elohim. El hecho de que el enviado de Elohim fuese delante del campamento de Yisrael, indica que Mashiaj era el que dirigía el pueblo. Sin embargo, según 14:19, el Malaj de Elohim se movía desde la vanguardia del pueblo hacia la retaguardia. Este pasuk continúa diciendo: "La columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas". Cuando el Malaj de Elohim se movía, la columna también se movía. Esto demuestra que Él y la columna eran uno.

 

La columna era una pared que separaba ambos campamentos. Por el lado egipcio había tinieblas, pero por el lado del pueblo de Elohim había luz. Esta columna de luz protegía al pueblo de Elohim de los egipcios.

 

Podemos aplicar esto a nuestra experiencia del Adón hoy. Cuando empezamos a seguir a Mashíaj, la guía del Ruaj se convierte en una columna de luz para nosotros. Desde el momento en que creemos en el Adón Yahshua por primera vez, recibimos la luz dentro de nosotros. Esta luz es la luz que guía. Pero cuando la oposición se levanta en contra de nosotros, la luz que guía se convierte espontáneamente en la luz que protege. La luz que estaba antes frente a nosotros, se mueve detrás de nosotros para protegernos de la oposición y de los ataques, y también para impedirnos regresar. De otro modo, debido a la oposición, podríamos ser tentados a volvernos hacia atrás. Sin embargo, para los opositores la luz protectora se convierte en tinieblas. Por una parte, somos protegidos por la luz; por otra parte, los opositores están totalmente en las tinieblas.

 

Si somos fieles al Adón, Su luz guiadora se convertirá en nuestra luz protectora cuando nos enfrentemos a la oposición. Esta luz se convertirá también espontáneamente en tinieblas para los que se oponen a nosotros. Ya que los opositores están en tinieblas y nosotros estamos en la luz, estamos protegidos. El hecho de que esta luz sea Mashiaj como el Malaj de Yahweh indica que Mashiaj, quien es luz para nosotros, puede hacer caer las tinieblas sobre los opositores. Para aquellos que siguen la voluntad de Elohim, la luz guiadora se convierte en una luz protectora. Pero la luz se hace tinieblas para aquellos que se oponen al pueblo de Elohim. Estén seguros de que cuando ustedes sean atacados por los opositores, éstos estarán llenos de tinieblas. Esta es la manera en que el Adón protege a Su pueblo.

 

La columna de nube permanecía entre los hijos de Yisrael y los egipcios como una pared de separación. Por el lado del pueblo de Elohim había luz, pero por el lado de los egipcios, había tinieblas. El estar en luz o en tinieblas depende de esto: ¿seguimos al Mashíaj o atacamos a Su pueblo? Si formamos parte de los opositores, la columna será tinieblas para nosotros. Y entonces se cumplirá la sentencia de Mashíaj:

 

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? MattiYah 6:22-23

 

Si seguimos al Adón, la columna nos alumbrará. Pero si no tenemos la luz que guía no podemos tener la luz protectora. Muchos creen que les basta un cierto contacto superficial con Mashíaj para tener su protección, esta es una de las creencias del cristianismo en general, que asegura que serán bendecidos y protegidos aún mientras andan en sus pecados y en el mundo. Pero para recibir la protección es necesario primero seguir Su Luz, permitiendo que sea nuestra guía en la vida.

 

Veamos la situación entre los religiosos cuando el Adón Yahshua estaba en la tierra. Para los discípulos, Mashíaj era luz. No obstante, para los religiosos, Él era tinieblas. Por estar en tinieblas, los religiosos esparcieron rumores malignos acerca de Mashíaj, mintiendo y tergiversando lo que dijo. Por esta razón, Yahshua dijo a los religiosos que ellos estaban ciegos (MattiYah 23:16).

 

Además, cuando Shaúl de Tarso se convirtió, el Adón le mandó que convirtiera a otros de las tinieblas a la luz:

 

Yo te libraré del pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora te envío para abrir sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz... MaAseh 26:17-18

 

Las tinieblas de las cuales hablaba el Adón aquí eran particularmente las tinieblas del judaísmo farisaico. En el tiempo de Shaúl, el judaísmo estaba totalmente en tinieblas, y hacia mucho que Yahweh había dejado de llevarles Palabra. Pasa lo mismo con el catolicismo, el protestantismo y los grupos independientes de la actualidad. Cuanto más se oponen a la verdad, más están en tinieblas. Cuando el Adón Yahshua estaba en la tierra, Él mismo era la piedra que probaba. Luego en MaAseh, los apóstoles y más tarde las congregaciones llegaron a ser la piedra de la prueba. Hoy, la restauración del Adón hemos llegado a ser la piedra que prueba.

 

 

Después de que Faraón sirvió para el propósito que Elohim tenía para Él, él llegó a ser un sacrificio. Como los despojos dedicados (anatema) de Yerijó (ver CTU 25 - La Fiesta De Sukot), Faraón fue dedicado a la destrucción. Muchos se colocan a sí mismos en esta misma posición de Faraón, al oponerse a la congregación, a la Novia. No obstante, muchos no hacen caso a esta advertencia y se convierten en anatemas para destrucción. Cuanto más se oponen a la congregación, más llegan a ser ilógicos y a perder la razón, y sus razonamientos simplemente no tienen coherencia, AUNQUE NI SIQUIERA SE DAN CUENTA DE ELLO. Su comportamiento insensato fue una señal de que estaban en tinieblas.

 

Ciertamente Faraón debió haber visto la columna que separaba a los hijos de Yisrael de los egipcios. A pesar de esto, Él no pidió que sus carros regresaran. Al contrario, Él perdió la razón y continuó su persecución del pueblo de Elohim y llegó a ser un sacrificio.

 

Entonces Mosheh extendió su brazo sobre el mar y Yahweh retiró el mar con un fuerte viento oriental durante toda aquella noche, y convirtió el mar en suelo seco. Las aguas quedaron divididas, y los yisraelitas entraron al mar sobre suelo seco, mientras las aguas formaban una pared para ellos a su derecha y a su izquierda. Shemot 14:21-22

 

Aquí vemos la correcta postura del líder (que es a lo que somos llamados a ser TODOS, no sólo algunos, aunque temporalmente tengamos las cosas parciales y ciertamente no todos somos líderes "espontáneamente", sino que vamos siendo capacitados en la medida en que Él nos disciplina y prepara) trabajando con Yahweh. En un primer momento Moshe ordenó al pueblo que se quedara quieto porque Yahweh los libraría, pero Yahweh le ordena no clamar en ese momento, sino actuar. Debía ordenar al pueblo a marchar y al mismo tiempo, levantar el brazo sobre el mar, para que Yahweh abriera las aguas. Moshe estaba retratando físicamente al brazo extendido de Yahweh, que es Yahshua, Su Diestra, para que todo el mundo lo viera. El mar no fue abierto usando el cayado de Moshe sino SU BRAZO. Fue la Mano Poderosa de Yahweh, Su Diestra, quien abrió las aguas. Moshe, como tipo de Yahshua, ordenó al pueblo que fuera a recibir su bautismo, que de la misma manera que el diluvio, sepultaría a la generación malvada que los perseguía. Este sería el símbolo de que habían sido librados del pecado y del mundo.

 

Entonces, cuando Moshe extendió su mano sobre el mar, las aguas se dividieron. En lugar de un callejón sin salida, ahora había un camino a través del mar. Por lo tanto, con el Malaj detrás de ellos para impedir el paso de la generación malvada y perversa, los hijos de Yisrael cruzaron el mar en seco. Ellos atravesaron las aguas de muerte como Noaj y su familia atravesó el diluvio en el arca. Luego, debido a que Elohim había endurecido el corazón de los egipcios:

 

Los mitsritas entraron al mar en su persecución, todos los caballos, carros y jinetes del Faraón. A la vigilia de la mañana, Yahweh miró al ejército mitsrita desde la columna de fuego y nube, e hizo caer en pánico al ejército mitsrita. Quitó las ruedas de sus carros de modo que se movían con dificultad. Y los mitsritas dijeron: "Huyamos de los yisraelitas, que Yahweh está peleando por ellos contra Mitsráyim". Entonces Yahweh le dijo a Mosheh: "Extiende tu brazo sobre el mar para que las aguas vuelvan sobre los mitsritas y sobre sus carros y sobre sus jinetes". Mosheh extendió su brazo sobre el mar, y al amanecer el mar volvió a su estado normal, y los mitsritas huían ante él. Pero Yahweh arrojó a los mitsritas al mar. Las aguas volvieron y cubrieron los carros y los jinetes –todo el ejército del Faraón que los siguieron dentro del mar; no quedó ni uno de ellos. Shemot 14:23-28

 

Faraón y sus ejércitos persiguieron a los hijos de Yisrael hasta el medio del Mar de Cañas porque el Adón había endurecido sus corazones. Ellos habían visto las mismas señales que los yisraelitas, y podían haberlos acompañado (como tantos hicieron en aquel momento). Elohim hizo esto con el propósito de glorificarse a Sí mismo por medio de Faraón y de su ejército, de sus carros y de sus hombres de a caballo (pasukim 17-18).

 

Faraón y su ejército fueron ahogados y sepultados en el mar, simbolizando que haSatán y el mundo han sido sepultados en el bautismo (pasukim 26-28; 15:4-5, 10, 19), como ya lo habían sido, prefiguradamente, en el diluvio.

 

Flavio Josefo (Antigüedades II. 16.6) dice que, después que los israelitas cruzaron el mar, comenzó un viento oeste que habría llevado los cuerpos de los egipcios ahogados hasta la orilla oriental. En esa forma, de acuerdo con Josefo, Moshe obtuvo armas y corazas para los israelitas:

 

Y al día siguiente las armas de los egipcios fueron arrastradas al campamento de los hebreos por la corriente y la fuerza del viento que soplaba en esa dirección, y Moshe, intuyendo que también este hecho se había producido por la Providencia de Elohim para que él y los suyos no se encontraran tampoco desprovistos de armas, las recogió y, protegiendo con ellas a los hebreos, los condujo al Monte Sinay para ofrecer allí un sacrificio a Elohim y devolverle el pago por la salvación de su pueblo, conforme a la orden recibida anteriormente.

 

De manera que de aquí también los yisraelitas obtuvieron armas, según la tradición histórica, además de las que sacaron originalmente de Egipto, cuando dice que "salieron armados".

 

Después de ser sepultado en el mar, Faraón fue acabado. Jamás pelearía de nuevo, porque su utilidad en las manos del Adón había terminado. Después de ser liberados de la mano usurpadora de Faraón al cruzar el Mar de Cañas, los hijos de Yisrael entraron en otra esfera. Pero Faraón, por dejar de ser útil al Adón, fue terminado y sepultado.

 

Podemos testificar por nuestra experiencia que ciertas cosas pueden ser suscitadas en contra de nosotros. No estamos contentos por los ataques de la oposición, pero los atacantes y los opositores son útiles en las manos de Elohim. Elohim los usa para nuestro bien, con el propósito de perfeccionarnos. Cuando esta meta sea cumplida y los opositores ya no sean útiles, la oposición se acabará. Faraón no sólo echó a los hijos de Yisrael de Mitzrayim sino que también los acompañó al Mar de Cañas. Luego después de que el pueblo de Elohim cruzo el Mar de Cañas y de que Faraón fue sepultado en el mar, ellos fueron separados de él para siempre. Si todavía permanece alguna oposición o ataque, debe ser que Elohim todavía la necesita. Debe ser necesario para nuestro bien. Pero un día esta oposición se acabará y será sepultada.

 

En este mensaje, vimos que Faraón fue usado por Elohim para cumplir la salvación total, completa y perfecta de Su pueblo escogido. El fue usado para proveer el entorno de Pésaj, del éxodo, y del bautismo. El pueblo de Elohim tenía una sola cosa que hacer: alabarlo a Él. La última lucha de Faraón estaba terminada, y ahora comenzaba el camino de la santificación de los yisraelitas, el nuestro.

 

En Su creación, Elohim preparó el Mar de Cañas para que sirviera de bautisterio a Su pueblo escogido. Luego, durante el éxodo, Él condujo al pueblo a este bautisterio. Esto no fue accidental; sino conforme al plan de Elohim. Elohim deseaba introducir a Su pueblo en una situación donde ellos no pudiesen regresar a Mitzrayim. En este mensaje, debemos considerar el significado del cruce del Mar de Cañas por parte de Yisrael.

 

 

Un Tipo Del Bautismo

 

No quiero que ignoren, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube, y que todos atravesaron el mar. Todos en Mosheh se sumergieron en la nube y en el mar. Qorintiyim Alef 10:1-2

 

Esto indica que el cruce del Mar de Cañas tipificaba el bautismo. Esta nube se refiere a la columna, la cual era el Adón mismo como Aquel que dirigía al pueblo.

 

Kefá Alef 3:20-21 menciona que el paso del arca de Noaj a través del diluvio también tipificó el bautismo. Por el arca y a través del agua, Noaj y los miembros de su familia fueron salvos del juicio de Elohim y del mundo maligno, corrupto y condenado. El mismo diluvio que juzgó al mundo también separó a los que estaban en el arca de lo que era el mundo. Después de que las aguas del diluvio bajaron, Noaj y su familia se encontraron en una nueva esfera, en un nuevo mundo, donde podían servir a Elohim. El diluvio los había separado de la vieja esfera y los había introducido en la nueva esfera. Inmediatamente después de salir del arca, Noaj construyó un altar y ofreció sacrificio al Adón (Bereshit 8:20). Estas cosas las estudiamos en CLE01 17 - Salvos A Través Del Agua.

 

Vemos el mismo principio con el cruce del Mar de Cañas. En Mitzrayim, los hijos de Yisrael estaban involucrados con el mundo maligno, corrupto y condenado y estaban bajo el juicio de Elohim. Pésaj, que tipificaba a Mashiaj, los salvó del juicio de Elohim, así como el arca, que es también un tipo de Mashiaj, salvó a Noaj y su familia del juicio de Elohim. Pero además, tal como la familia de Noaj necesitaba ser salva del mundo por medio del agua, también los hijos de Yisrael necesitaban ser salvos de Mitzrayim por medio de la misma. En el caso de los hijos de Yisrael, vemos tanto la sangre como el agua. La sangre del cordero pascual los salvó del juicio de Elohim, y el agua los salvó de la tiranía de los egipcios, del mundo.

 

En contraste con los hijos de Yisrael, la gran mayoría de los creyentes contemporáneos han sido salvos solamente por la sangre y no por el agua. Muchos fueron bautizados en un ritual, pero ese bautismo no es una experiencia del agua que salva y separa. Muchos hablan de purificación, pero éste no es el caso exactamente. Hay mucho más que una simple purificación en el bautismo, aunque ciertamente las purificaciones rituales de la Torah, sobre todo en el sacerdocio, repiten el simbolismo de limpieza y separación. Sin embargo, no simbolizan en plenitud el bautismo (mucho menos los ritos judíos de constantes y repetitivas purificaciones). Cuando hemos sido bautizados en Mashíaj, ya no necesitamos de otras purificaciones, sólo "lavarnos los pies" (Yahanan 13:10).

 

En el caso de la familia de Noaj, y el de los hijos de Yisrael, el agua era un medio de salvación y también de separación. Si sólo tuviésemos la enseñanza del B'rit Hadashá sin los cuadros de Bereshit y Shemot, no entenderíamos el bautismo de una manera completa. El pueblo de Elohim fue librado de la esclavitud de Mitzrayim y la tiranía de Faraón a través del bautismo. En el mismo principio, a través del bautismo hoy los creyentes son salvados del mundo y del poder satánico de las tinieblas. (Más adelante veremos que el bautismo tipificado por el cruce del Río Yardén significa la liberación del viejo hombre. En este mensaje, cubriremos solamente el aspecto del bautismo tipificado por el cruce del Mar de Cañas).

 

El bautismo asegura nuestra salvación. Si tenemos solamente Pésaj y el éxodo sin el cruce del Mar de Cañas, nuestra salvación no estará segura. El cruce del Mar de Cañas del bautismo sella nuestra salvación. Cuando bautizamos nuevos creyentes, debemos ayudarlos a entender el significado del bautismo. Deberíamos decirles que después de haber sido salvos por medio de Mashiaj como Pésaj, deben pasar por el agua que los separa del mundo y del poder de las tinieblas.

 

1. Bautizados En Moshe

En Qorintiyim Alef 10:2, Shaúl dice que los hijos de Yisrael "fueron todos bautizados en Moshe". Esto no es literal sino simbólico. Moshe tipifica y representa a Mashiaj. Por lo tanto, al ser bautizados en Moshe, en realidad los hijos de Yisrael fueron bautizados en Mashiaj. Mashiaj es el verdadero líder y no Moshe. Moshe era simplemente un tipo de Mashiaj, el actor que lo representaba. Nunca debemos dar mayor importancia al escenario o a los actores que a la esencia que está siendo representada, sin que por eso debamos disminuir la importancia de estas partes.

 

Hoy en día, nosotros los que creemos en Mashiaj hemos sido de hecho bautizados en Mashiaj. Por esta razón, GalutYah 3:27 habla de ser "bautizados en Mashiaj". Al ser bautizados en Mashiaj, estamos ahora bajo Su liderazgo. Antes de cruzar el Mar de Cañas, los hijos de Yisrael tomaron a Moshe como líder, pero no por completo, sino en tipología (aunque muchos han pretendido y pretenden aún hoy que fuera su único líder, el propio Mashíaj asegura que Moshe, como representante de la Ley de Mashíaj, es quien los condenará). No obstante, después de cruzar el Mar de Cañas, "el pueblo temió a Yahweh y creyeron a Yahweh y a Moshe su siervo" (Shemot 14:31), porque habían sido bautizados en Moshe. Del mismo modo, fuimos bautizados no en una denominación, una práctica, una ideología o doctrina sino en Mashiaj, quien es nuestro líder y nuestra Cabeza.

 

2. Bautizados En La Nube Y En El Mar

Qorintiyim Alef también afirma que "todos fueron bautizados en la nube y en el mar". La nube representa al Ruaj. Cuando fuimos bautizados, fuimos bautizados en el Ruaj. En un sólo Ruaj fuimos bautizados en un sólo Cuerpo. Finalmente, el pueblo de Elohim fue bautizado en el mar, el cual representa la muerte de Mashiaj (Romaniyim 6:3) y las aguas de la muerte, como en el diluvio. En el agua del bautismo, la cual representa la muerte de Mashiaj somos terminados y sepultados. Cuando se bautiza un nuevo creyente, él debe entender que ha sido bautizado tanto en el Ruaj como en la muerte de Mashiaj. El Ruaj no debe estar separado de la muerte de Mashiaj. Tal como la nube y el mar fueron uno, así también el Ruaj y la muerte de Mashiaj son uno.

 

La muerte de Mashiaj se encarga de los asuntos negativos, mientras que la llegada del Ruaj se encarga de los positivos. Por un lado, muchas cosas negativas deben ser terminadas, y esas cosas deben ser clavadas en el madero. Por otro, los creyentes deben ser alentados positivamente a seguir adelante con el Adón, y avanzamos por la gracia del Ruaj. Por el lado negativo, el agua acabó con Faraón y su ejército. Por el positivo, la nube fue el medio por el cual los hijos de Yisrael fueron guiados en su viaje. Esto es así también en nuestras vidas, no debemos olvidarlo nunca. El bautismo simboliza todas estas cosas que han sucedido en nuestro interior, y no podemos olvidarnos de ninguna de ellas, ni dejarlas de lado. Tenemos que tomarlas una por una, agradecer y dar gloria al Padre y al Hijo, y aplicarlas a nuestro andar. ¡Alabado sea el Adón por todos los aspectos del bautismo!

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