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CLE02 26 - Beber Y Fluir Las Aguas De Vi

CLE02 26

Beber Y Fluir Las Aguas De Vida 

En todo lo que se refiere al maná y al agua de vida, tenemos que observar las cosas en varios niveles. Nosotros normalmente reducimos todo a la comprensión única de nuestra carne y lo analizamos con nuestra mente (que es una función del alma, no del ruaj). Pero existe un plano al cual los no salvos no acceden, el plano espiritual. Si hemos sido salvos y recibimos al Ruaj, ahora tenemos acceso, PERO ES UN MUNDO NUEVO. Este es y ha sido el problema de millones de creyentes: cómo aprender a salir de la carne y caminar en el ruaj, y es porque nunca antes hicimos eso, y no tenemos la comprensión de esas cosas.

 

Entonces, si queremos aprender a andar en el ruaj, necesitamos aprender a mirar todas las cosas en sus diferentes niveles. Las Escrituras siempre tienen varios niveles, y narran un único hecho para aplicación en varios de esos aspectos. El más evidente de todos es el nivel material, que es la narrativa histórica de los hechos. Esas son también llamadas SOMBRAS. Son los cuadros que Yahweh pintó para que los que viniéramos después los viéramos (recordando que Él siempre está pintando cuadros, de manera que hoy está pintando a través de nosotros para las generaciones futuras). Pero también hay una aplicación personal, y esa tiene un nivel de comprensión espiritual, y es la aplicación de la enseñanza a nuestra vida personal. En este mismo nivel de comprensión debemos hacer la aplicación corporativa, a nivel del Cuerpo. Esta parte ha sido muy dejada de lado, y cuanto mucho la gente se ha concentrado en su "avance personal", sin comprender que, si descuidamos lo corporativo, simplemente no avanzaremos. Por eso está todo detenido, congelado y muerto en general en la vida "religiosa", por mucho que busquen disfrazar las cosas con "avivamientos" provocados desde la emoción.

 

Con estas cosas en mente, vamos a analizar el asunto del agua viva, que aplica también para lo que ya estuvimos viendo acerca del maná. Como podemos comprender, comer y beber tienen una aplicación en nuestra vida física que todos comprendemos claramente, pero eso es UNA SOMBRA. A pesar de que realmente podemos interpretar que Él nos provee alimento para nuestras necesidades físicas, ese no es el verdadero mensaje. Él no está hablando a personas puramente carnales, que sólo se interesan por el bienestar de sus cuerpos, sino a HIJOS ESPIRITUALES. Si eso somos, comprenderemos que "comer y beber" tienen otras implicaciones en el nivel espiritual. Ahora bien, ¿cómo se come y se bebe en el nivel espiritual? Evidentemente no es un comer y beber "literal", como en el nivel físico, así que no necesitamos "masticar una biblia", como ya he visto a un pastor bastante ridículo comiendo literalmente hojas de la Biblia en un video. Ni para fomentar la lectura de la Biblia sirve hacer el ridículo. Pero los principios de la alimentación sí estarán vigentes en nuestra comida espiritual: sí debemos cocinar, preparar los alimentos, masticarlos, comerlos y digerirlos para recibir su nutrición, PERO ESPIRITUALMENTE. Es claro que preparar una comida espiritual requiere que recojamos el maná (leamos la Palabra), lo molamos, amasemos y cocinemos (o sea, que lo hagamos pasar a través de nuestras circunstancias, APLICANDO A LA VIDA REAL LAS COSAS QUE MASHIAJ NOS ORDENA HACER), y que la cocinemos en el horno de las aflicciones y pruebas (sometiéndonos al madero en cada paso en vez de andar haciendo reclamaciones y quejas, y negando nuestro yo y siguiendo los pasos de Mashíaj). Los mismos pasos se aplican al beber, como veremos, también tiene sus regulaciones para beber, como en la vida real necesitamos recoger el agua para beberla. Así que los pasos son espirituales, pero la alimentación también se realiza, y si seguimos los pasos, recibiremos nutrición. Pero si no recogemos, o no molemos, o no cocinamos, ciertamente no nos alimentaremos, EN NINGUNO DE LOS DOS PLANOS. Así que es hora de dejar de creer que EL MANÁ CAE EN NUESTRAS BOCAS, que es lo que la religión nos ha enseñado, que ya cae listo para comerlo, cuando en verdad no es eso lo que está escrito. Así tampoco recibiremos la alimentación espiritual A MENOS QUE NOS ESFORCEMOS POR IR A BUSCARLA, PREPARARLA Y ASIMILARLA.

 

Si comemos comida en mal estado, nos intoxicamos. Si bebemos agua mala, nos enfermamos. LO MISMO SUCEDE A NIVEL ESPIRITUAL, por eso tantos "andan débiles" y tantos "duermen". Si tratamos de alimentar nuestro ruaj con comida y bebidas falsamente espirituales, como doctrinas humanas, verdades a medias, tradiciones de hombres, legalismos, paganismos, etc., etc., etc., evidentemente NOS ENVENENAREMOS ESPIRITUALMENTE. Pero aún cuando hayamos estado arruinando nuestro "cuerpo espiritual" con toda esa comida chatarra falsa, siempre podemos volver a recibir comida sana y bebida de vida, para sanear nuestros rujot.

 

Así que tenemos que empezar a aprender a "cocinar espiritualmente" para alimentar nuestros rujot. Este aspecto de nuestras vidas ha sido largamente abandonado, porque casi nadie enseña cómo VIVIR a Mashíaj de forma real y práctica, de manera que dé resultados reales y concretos que todos podamos ver. La religión se conforma con sus rituales y mascaradas, pero ninguna de esas cosas satisfacen el hambre espiritual que tantos tienen.

 

 

El agua viva tiene muchos ingredientes, muchos elementos. Cuando la bebemos correctamente, nos proporciona todos los elementos y sustancias propias del Ruaj. Estos elementos obran en nosotros interiormente. Los que recalcan las experiencias pentecostales piensan que beben mucha agua cuando hablan en lenguas. En realidad, reciben poca provisión de vida, por no decir que nada, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría "enrolla la lengua" (pueden buscar videos o pastores para que les enseñen la "práctica" para hacerlo ustedes mismos, lo cual indica claramente que no es cosa del Ruaj) y no están haciendo sino ruidos sin sentido que no edifican a nadie. Sin embargo, en nuestra experiencia, podemos disfrutar de la obra interior de esta agua que fluye con todos sus ingredientes. El agua que fluye en nosotros no es agua común, sino el agua que incluye la encarnación, el vivir humano, la muerte y la resurrección de Mashíaj. Nada puede vencer esta agua, porque es la resurrección y la vida.

 

En este mensaje, quisiera mencionar que el agua de vida está en resurrección. De hecho el agua misma es la resurrección. Esto significa que el Ruaj, representado por el agua que fluye, es la resurrección misma, porque es agua que da vida. La resurrección es Elohim mismo: el Padre como la fuente, Mashiaj el Hijo como la corriente, y el Ruaj como el fluir. En la actualidad bebemos del agua viva en resurrección, recordemos que los yisraelitas ya habían atravesado las aguas de la muerte, como nosotros también lo hicimos, y que el camino del desierto es un camino EN RESURRECCIÓN. La resurrección no es instantánea, es un camino que nos conduce de Pésaj a Sukot, es el camino de Shavuot. En Sukot recibiremos el fin de esa resurrección, que es la glorificación.

 

Esta agua viva, entonces, ha pasado por la encarnación, el vivir humano y la muerte, por eso es un agua que no podía recibir nadie antes de la muerte y resurrección de Mashíaj. Ni siquiera los apóstoles podían, antes de que Él partiera, pero Él sabía todo lo que lograría, por eso les dijo:

 

Pero yo les digo la verdad: les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el consolador no vendrá a ustedes. Y si me voy, se lo enviaré. Yahanan 16:7

 

Ya que esta agua está en resurrección, cuanto más bebemos de ella, más nos salimos de nuestra condición natural y triunfamos sobre las dificultades y las pruebas. Esta agua viva nos libera del mundo y de toda clase de cosas negativas. Esta agua nos va también limpiando de todas las cosas equivocadas que las falsas religiones o denominaciones nos han enseñado. Cuando un doctrina es falsa, EL AGUA DE VIDA LA "BARRE". Comer maná y beber agua de vida nos desintoxican espiritualmente. Ya que el agua de vida es la resurrección, disfrutamos de la resurrección al tomar de ella, y la resurrección es, claramente, recibir nueva vida, y realmente viva, no aguas muertas y estancadas.

 

 

Cómo Comer Y Beber De Elohim

 

En el transcurso de los siglos, los creyentes han hablado de comer y beber, pero casi nadie ha sabido cómo hacerlo. Se han escrito muchos libros acerca de "cómo hacer algo", libros acerca de cómo orar, cómo vencer al pecado, y cómo ser victorioso. Pero ¿han visto algún libro que le diga cómo comer a Yahshua o cómo beber del agua de vida? Como mencionamos, comer y beber a Yahshua son asuntos sumamente cruciales, y por eso parece que siempre son dejados de lado... PORQUE LA CARNE DESPRECIA LO QUE NO ENTIENDE DEL ESPÍRITU. Pero nosotros hemos recibido el Ruaj:

 

Y nosotros no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Ruaj que procede de Elohim, para que conozcamos las cosas que Elohim nos ha dado gratuitamente. De estas cosas estamos hablando, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Ruaj, interpretando lo espiritual por medios espirituales. Qorintiyim Alef 2:12-13

 

Cuando era cristiana, me dijeron que las Escrituras que hablan de comer y de beber a Elohim eran simplemente parábolas o metáforas, que en realidad no podíamos comer a Yahshua y que eso era simplemente una manera de hablar, una metáfora. La cuestión es, ¿metáfora de qué? Porque una metáfora es algo que se usa para simbolizar una cosa, NO PARA SIMBOLIZAR AIRE. Decir que es una metáfora hasta puede serles permitido (aunque no lo es, aquí no hay metáfora ni parábola alguna), pero aún así permanece el hecho de que ESA METÁFORA ESTÁ REPRESENTANDO UNA REALIDAD ESPIRITUAL QUE PRETENDEN IGNORAR. No porque sea una metáfora aquello que es representado no existe, o es una fantasía abstracta. Claro, esa es la respuesta de la carne a lo que no entiende: como no ve ni comprende, lo rebaja a su nivel, y trata de que esa comprensión sea mental (almática), y que los resultados se apliquen a su alma y no al ruaj. Entonces concluye que estas cosas se refieren a su alma y su carne y con eso justifica sus "avances" carnales, que llama espirituales pero que sólo vive en su alma. Por eso vemos tantos creyentes carnales (almáticos) andando por ahí, tan convencidos de que son espirituales como cualquier nuevaerista. Los dos son iguales en su interior, porque los dos viven en su alma, y ninguno de los dos comprende las cosas del Ruaj, porque no pueden.

 

Pero al considerar el comer y beber a Yahshua, tenemos que leer bien las palabras de Shaúl:

 

Todos comieron la misma comida espiritual. Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía; Y LA ROCA ERA EL MASHÍAJ. Qorintiyim Alef 10:3-4

 

Aquí Shaúl no dice que la roca tipificaba a Mashiaj o que lo simbolizaba a Él, sino que la roca ERA Mashiaj. Shaúl habla del alimento espiritual, de la bebida espiritual, y de la roca espiritual. Sin la intrepidez de Shaúl, podemos debilitar su declaración al decir que la roca tipifica a Mashiaj. En sí, no es del todo incorrecto afirmar esto, SIEMPRE QUE AL HACERLO NO NEGUEMOS EL ÁMBITO ESPIRITUAL QUE REPRESENTA, como muchos hacen. No es "algo simbólico". ES UNA SOMBRA DE UNA REALIDAD ESPIRITUAL QUE NO VEMOS CON LOS OJOS DE LA CARNE PERO QUE EXISTE TANTO O MÁS QUE NUESTRA REALIDAD MATERIAL. Pero Shaúl declara con intrepidez y claridad que la roca que seguía a los hijos de Yisrael en el desierto era UNA ROCA ESPIRITUAL. Luego él sigue diciendo que la roca era Mashiaj mismo, y no una tipología de Mashiaj. Si decimos que es una tipología PERO NO LA APLICAMOS, es lo mismo que decir que representa fantasías, cosas que no existen en "la vida real". Esto es una verdadera blasfemia, no las incomprensiones de que se acusan unos a otros los creyentes. Negar la realidad de las sombras es afirmar que el mundo espiritual no existe o, cuanto mucho, que es secundario con respecto al mundo material, pero las Escrituras afirman que:

 

Por la fe comprendemos que el universo se formó por la palabra de Elohim, de modo que lo visible surgió de lo invisible. Ivrim 11:3

 

No debemos considerar comer y beber a Yahshua como parábolas o metáforas. Declaro con firmeza que éstos son hechos. Cada día, aún a cada hora, como y bebo a Yahshua. En Yahanan 6, Elohim declara que Él vino del cielo para ser nuestro alimento. Esta no es una parábola ni una declaración metafórica sino un hecho divino. Mashiaj es nuestro alimento y nuestra bebida. En Yahanan 7:37-38, él continúa diciendo que todo aquel que tiene sed puede venir a Él y beber y que de su interior saltarán ríos de agua viva. Este es un hecho celestial.

 

En nuestra vida diaria, el comer y el beber es muy común, pero en las Escrituras es un asunto crucial. Al comer y beber, ingerimos a Elohim dentro de nosotros, y Él se hace uno con nosotros orgánicamente. Mientras comemos y bebemos ciertos elementos, entran en nosotros y se hacen uno con nosotros en substancia y en esencia. Por ejemplo, ¿cómo pueden la carne y las verduras que están sobre la mesa llegan a ser uno con nosotros y nos infunden sus cualidades y nutrientes? La única manera es comiéndolas. Al comer y beber, nuestros alimentos se hacen uno con nosotros orgánicamente, y cuando son digeridos y asimilados, forman parte de nuestro ser, nuestra fibra y tejidos. Tomar conciencia de esto, nos ayudará a ver la importancia de comer y beber en las Escrituras.

 

Aún el salmista en el Tanaj tenía la experiencia del beber. El Mizmor 36:8 dice: "Tú les abrevarás del torrente de tus delicias". El río único incluye muchas delicias, muchas alegrías. Aún antes de que Yahshua viniese, los santos del Tanaj experimentaron la alegría de beber. Pero cuando Elohim vino en la carne, Él hizo un llamado claro a acudir a Él y beber (Yahanan 7:37). Beber es vital para nuestra vida creyente.

 

 

No todos los secretos divinos en las Escrituras son revelados de manera clara y evidente. En Su sabiduría, Elohim a veces revela Sus secretos de una manera un tanto escondida. Estos secretos se encuentran en las Escrituras y son revelados en ella, pero no están expuestos abiertamente, y esto es así para que escudriñemos las Escrituras en busca de esos tesoros escondidos. Sólo los que rebuscan encuentran las cosas que los demás pasaron por alto, las joyas escondidas. Por ejemplo, las Escrituras nos exhortan a creer, pero no nos dicen cómo. Así como las Escrituras no nos enseñan la manera de creer, tampoco nos enseñan la manera de beber el agua de vida, ni de comer el maná. Las Escrituras no son un manual, PERO APRENDEMOS CUANDO PERMITIMOS QUE EL RUAJ NOS ENSEÑE.

 

Las Escrituras simplemente dicen que si tenemos sed, debemos acudir a Elohim y beber: "El que tenga sed, venga y beba". Si vamos a Elohim y le preguntamos cómo beber, Él contestará: "Si tienes sed y deseas beber, simplemente bebe". Aprendemos a beber bebiendo. Por lo tanto, la manera de beber es algo parecido a la manera de creer en Elohim. Al considerar este asunto de cómo beber, quisiera presentar de una manera sencilla, pero práctica, para comenzar a beber. Esta palabra se dirige a los que creen en Elohim y no a los incrédulos, así que vamos a estudiar algunos puntos acerca de cómo beber, cuáles son las condiciones necesarias y cómo realizarlo de forma práctica y concreta.

 

1. En La Posición Adecuada Para Beber

 

Como creyentes hemos sido colocados en una posición para beber. Este es el primer aspecto de la ciencia del beber.

 

Porque por un solo espíritu nos sumergimos todos en un solo cuerpo, tanto yahuditas como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un solo espíritu. Qorintiyim Alef 12:13

 

Mediante el bautismo fuimos colocados en la posición para beber. Siempre y cuando hayamos sido bautizados en Elohim, tenemos la posición correcta para beber el agua viva. Antes de ser salvos, estábamos muy lejos del agua viva, y no podíamos beberla. Pero ahora que hemos sido salvos, fuimos devueltos al agua y colocados en una posición para beber de ella. El bautismo nos da esta posición, por eso primero los yisraelitas debieron pasar por el bautismo de las aguas del Mar de Juncos. Agradecemos a Elohim que todos fuimos colocados en posición para beber, porque esta es la base de la "plataforma" para poder seguir avanzando en este asunto, y por eso mencioné antes que esto está dirigido a los que creen y no a los incrédulos. Sólo los creyentes podrán avanzar en este camino y llenarse de las aguas de vida.

 

 

2. La Necesidad De Tener Sed

 

Aunque nos encontramos en la posición para beber, no beberemos si no tenemos sed. Se necesita sed para beber del agua de vida, como vemos que sucedió en Shemot 17: el pueblo tuvo sed. Lo mismo hemos visto que nos exhorta Mashíaj en Yahanan 7:37 y Hitgalut 21:6. En la actualidad, millones de creyentes no tienen sed de Elohim. Ellos están bebiendo aún las aguas del Nilo, no han salido de Egipto y no tienen hambre y sed del alimento vivo y las aguas de vida. ¡Qué gran misericordia es que tengamos sed! Puedo testificar que día tras día, tengo sed del agua viva. Si no oro por un período de tiempo, siento sed. Esa es la sequedad que tantos perciben pero no saben bien de dónde les viene. Esta sequedad no se resuelve leyendo algunos pasukim, porque no alcanza con ir a la Roca. NECESITAMOS HABLARLE (no golpearla de nuevo, que es lo que hacemos cuando reclamamos y nos quejamos por la sequedad que hemos provocado nosotros mismos). Es una misericordia que tengamos sed del agua viva, particularmente cuando tantos creyentes no la tienen. Muchos de nosotros podemos testificar que durante el día sentimos una sed dentro de nosotros, cuando nos alejamos demasiado. Esta sed nos lleva a orar y a entrar en contacto con Elohim, nuestra Roca. De manera sencilla, le decimos: "Adón Yahshua, tengo sed de ti y deseo tener contacto contigo, acá afuera el mundo está muy seco". Si sentimos que nuestra sed no es apropiada, quizás necesitemos orar pidiendo que aumente nuestra sed. Todos necesitamos esta sed por Elohim.

 

 

3. Acudir A Elohim

 

También debemos acudir a Elohim. En Yahanan 7:37, Yahshua invita a los sedientos a acudir a Él y a beber. Este es el primer paso. Primero vamos a Él, entonces recibimos el agua de vida. Del mismo modo, el Ruaj y la Novia invitan a todos a venir y a beber del agua de vida (Hitgalut 22:17). Aunque fuimos colocados en una posición para beber y tenemos sed, necesitamos acudir a Elohim continuamente. El agua no cae en nuestra boca, así como el maná también hay que salir a recogerlo. Debemos acudir a Él cada momento, a toda hora del día, porque nuestra carne tiene la tendencia de imponerse en nosotros. Por eso necesitamos pedirle que nos haga ir a Él en todo momento, no sólo cuando NOSOTROS creemos que necesitamos, sino sobre todo CUANDO ÉL SABE QUE NECESITAMOS. Cuando dejamos todas las circunstancias y los tiempos en sus manos, en lugar de limitarlo dándole las indicaciones de cómo opinamos que Él debe resolver nuestras cuestiones, no sólo obtenemos mayores beneficios, sino que lo honramos con nuestra fe. Si le decimos a Elohim que deseamos acudir a Él todo el día, ciertamente Él contestará a nuestra oración. No importa lo que estemos haciendo, podemos acudir a Elohim cuando lo invocamos. Cuando invocamos el nombre de Yahshua, acudimos a Él. Esto puede ser tanto audible (hablando) como no, como en el caso de NehemYah que se puso en la presencia de Yahweh mientras hablaba con su rey.

 

 

4. Invocar A Elohim

 

Aunque hayamos sido colocados en la posición de beber, tengamos sed, acudamos a Elohim y le pidamos, en realidad no bebemos hasta que invocamos el nombre de Elohim (MaAseh 2:21). En Qorintiyim Alef 12, encontramos el secreto de beber. El pasuk 13 dice que a todos se nos ha dado a beber de un sólo Ruaj, y el pasuk 3 declara que nadie puede decir "Adón Yahshua" si no está en el Ruaj haKodesh. La llave para invocar a Mashíaj está en beber del Ruaj, que nos permite invocar "Adón Yahshua". Cuando invocamos el nombre de Elohim de esta manera, espontáneamente bebemos el agua viva. El agua viva espiritual no es un líquido, es un fluir del Ruaj. Por eso no podemos pensar en estas cosas con nuestra mente de carne.

 

En Qorintiyim Alef 12, vemos que el agua es el Ruaj, porque el pasuk 13 habla de BEBER DE UN SÓLO RUAJ. La manera de beber del Ruaj consiste en invocar el nombre de Elohim. Si tenemos sed e invocamos: "Adón Yahshua", inmediatamente bebemos del Ruaj, PORQUE LO ESTAMOS HACIENDO FLUIR. Invocar Su Nombre es hacer fluir el Ruaj, así corre el "río". Nuestro invocar es nuestro beber. En nuestras oraciones también podemos hacerlo fluir, cuando no hacemos nuestra convencional lista de pedidos de compras. Hacemos fluir el Ruaj cuando lo alabamos, los glorificamos, le agradecemos y simplemente lo invocamos. Este es el verdadero "hablar en lengua celestial", porque al hacer fluir el Ruaj estamos hablando el lenguaje de los cielos. No se trata de que si le pedimos, no hacemos fluir el Ruaj, sino que se trata de LO QUE LE PEDIMOS. Si le pedimos que aumente nuestra fe, nuestra sed, nuestra hambre, que nos acerque más y más a Él, que nos llame a Su Presencia todo el tiempo, estamos haciendo fluir el agua. Pero si le pedimos COSAS (materiales), el agua se estanca. Él sabe que las necesitamos antes que le pidamos, así que, ya vemos, NI SIQUIERA HACE FALTA PEDIRLAS.

 

Según Qorintiyim Alef 12:3, cuando invocamos "Adón Yahshua", estamos en el ruaj. Puedo testificar que cuando invoco a Elohim desde lo profundo de mi ruaj, tengo la convicción y la conciencia de que estoy en ruaj tocando a Elohim. Desde el día en que me dijeron que iba a recibirlo en mi interior hasta hoy, nunca dejé de hablar con Él, es mi compañía constante en todo momento, hasta para los comentarios más triviales de mi vida cotidiana. Aún así, a veces necesitamos "activar" las aguas, hacerlas fluir, porque se detienen si no somos constantes. Y eso sucede normalmente cuando las cosas del mundo nos distraen. Así que tenemos que aprender a "mover las aguas" en toda situación.

 

Como desde el primer día empecé a hablar con Él y nunca paré, me sorprende que las personas siempre pregunten lo mismo (y los apóstoles fueron los primeros): "¿Cómo orar?". Durante muchos años, me sorprendió que la gente no comprendiera la orden de Shaúl dijo en Tesaloniyim Alef 5:17, acerca de orar sin cesar. Este hablar con Él todo el tiempo es orar sin cesar. No tiene secreto en sí, es simplemente TOMARLO COMO ALGUIEN QUE EXISTE. No tengo que sacar turno para hablar con Él, en medio de mis cosas simplemente me dirijo a Él y le hablo. Cuando estoy haciendo cosas, mis consultas o comentarios pueden ser un tanto triviales, relacionados con las cosas cotidianas, como cuando estoy limpiando, por ejemplo. Otras veces, son conversaciones relacionadas con aprendizaje. Pero otras veces es invocarlo, hacer fluir las aguas. Todas ellas son experiencias con Mashíaj en nuestro ruaj, y cada una es diferente en su intensidad, pero nos enseña cómo estar en Su presencia constantemente. Tengamos esta práctica en nuestra vida diaria, y se hará parte nuestra, y el río de aguas vivas fluirá y saltará de nuestro interior, a la vista de todo el mundo.

 

Ya que podemos invocar a Elohim sin cesar, podemos orar sin cesar. Quizás el invocar a Elohim se convierta finalmente en parte de nuestro vivir que hasta invoquemos cuando estemos dormidos. Nosotros los que buscamos a Elohim y tenemos sed de Él, debemos invocar Su nombre continuamente, hablar con Él como una esposa habla con su esposo. Siempre que invocamos: "Adón Yahshua", sentimos dentro de nosotros que Elohim es verdaderamente uno con nosotros en el ruaj.

 

Podemos invocar a Elohim en cualquier lugar y en cualquier momento, como dijimos, y especialmente cuando estamos por caer en alguna tentación. Cuando estemos, por ejemplo, a punto de perder la calma, invoquemos: "Adón Yahshua". En vez de tratar de suprimir nuestro enojo, INVOQUEMOS EL NOMBRE DE YAHSHUA. Si invocamos a Elohim en ese momento, el agua viva subyugará nuestro enojo. El agua siempre apaga al fuego. Invocar a Elohim significa verdaderamente beber del agua viva.

 

Algunos creyentes no están de acuerdo en invocar el nombre de Elohim y prefieren tener contacto con Él de manera silenciosa. No estoy diciendo que debemos invocar el nombre de Elohim de una manera ruidosa. A veces, inclusive debemos hacerlo "por dentro", como el caso ya mencionado de NehemYah. No obstante, deseo señalar que invocar el nombre de Elohim ocupa un lugar importante en las Escrituras, y ya arranca desde Bereshit:

 

Y a Shet, a su vez, le nació un hijo, y lo llamó Enosh. Fue entonces que se comenzó a invocar a Yahweh por su nombre. Bereshit 4:26

 

La palabra hebrea traducida "invocar" es CARÁ (H7121), y significa "llamar afuera", usada en muchas variantes, pero siempre AUDIBLES. Por lo tanto, invocar según las Escrituras significa llamar a una persona por su nombre en voz alta. Aunque se puede orar silenciosamente, invocar debe ser audible. El Adón Yahshua es una persona viva, cercana y disponible. Siempre que invocamos Su nombre, Él responde.

 

Algunos siguen pensando que cuando oramos a Elohim y le invocamos, debemos ser educados y reverentes, orando en el momento y lugar apropiados. Este es un concepto religioso y no es nada práctico. El Adón es nuestra agua viva. Si nos preocupa más la educación o la reverencia que el beber, Elohim nos dirá: "No quiero tu reverencia, quiero que bebas del agua viva. No quiero que me reverencies; deseo que me bebas. La manera de honrarme es bebiéndome". Él quiere fluir en nuestro interior, no quiere que le levantemos templos secos. ¡Qué diferente es esto del concepto religioso de reverencia y formalidad! En lugar de preocuparnos por el formalismo religioso, bebamos a Mashíaj.

 

Anteriormente he alentado a los santos a dedicar un tiempo a solas con Elohim cada mañana. Aunque no me retracto de esto, puedo decir que si saben cómo beber de Elohim, puede olvidarse de apartar cierto tiempo para contactarlo. Invoquemos a Elohim dondequiera que estemos, en cualquier circunstancia en que nos encontremos. Bebámoslo todo el día, estemos en Su presencia todo el día, no sólo cuando nos acordamos, COMO SI EL RESTO DEL DÍA ÉL NO HUBIERA ESTADO ALLÍ MIENTRAS LO IGNORÁBAMOS. Ahora que comprendemos, ahora que sabemos, no podemos seguir pasando delante de Él mientras nos afanamos con nuestras pavadas mundanas, sin siquiera dirigirle la palabra, como si fuera invisible. Realmente para muchos Él es invisible, porque no lo ven, aún cuando Él está ahí el tiempo todo. Acostumbrémonos a vivir todo el tiempo en Su presencia, y para fortalecernos, bebamos del agua de vida en todo momento. Debemos olvidarnos de todo formalismo y ocuparnos de beber del agua viva. Lo único que hace el formalismo es matar. No necesito estar vestida y peinada y con los dientes cepillados para dirigirme a Él, ÉL ME CREÓ, puedo hablar con Él, orar e invocarlo, beberlo, mientras me visto, desde que abro los ojos hasta que los cierro. Lo que necesito es comerlo, beberlo, respirarlo todo el tiempo para que fluya en mi interior y sea mi río de aguas vivas. Lo que necesitamos es ingerir a Yahshua de una manera pura invocándolo. Entonces recibiremos la provisión de agua viva.

 

Invocar el nombre de Elohim soluciona todos nuestros problemas. Si están llenos de tristeza y preocupaciones, invoquen a Elohim. Si están desalentados, desanimados o distraídos, invóquenlo. Invóquenlo cuando estén débiles y cuando estén fuertes. Al invocar, recibirán y beberán el agua viva.

 

¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas. Yaakov/Santiago 5:13

 

 

5. Beber Y Adorar A Yahweh

 

Entre los creyentes, existe un problema fundamental, particularmente entre los que se encuentran en el cristianismo organizado, acerca de la adoración religiosa de Elohim. Incluso muchos incrédulos tienen el concepto de adorar a Elohim de una manera religiosa, en la cual hay que "hacer cosas". La carne siempre cree que tiene que "hacer", pero el ruaj sabe que le basta con "ser". Los religiosos piensan que deben adorarlo como Aquel que es omnipotente y trascendente. Consideran al Elohim todopoderoso como el objeto de su adoración. Este concepto forma parte de su misma naturaleza, y es idolatría.

 

Parece contradictorio, pero se puede ser idólatra alabando a Yahweh. Esto sorprenderá a muchos, sin duda, pero si se detienen un momento para ver las cosas, comprenderán que muchos religiosos han levantado para sí mismos altares entronizando a un "dios" al que han llamado de Yahweh (también lo llaman por otros nombres, pero se refieren al Elohim de las Escrituras), pero al cual sirven en su carne, y para ellos es un ídolo más, junto con otras cosas.

 

Un ídolo es una cosa muerta con la cual el idólatra establece una relación de adoración, pero esa relación es unilateral, porque evidentemente del otro lado no hay respuesta. Sin embargo, muchos han levantado una falsa imagen del Elohim de las Escrituras y lo han idolatrado con sus supersticiones, fanatismos, rituales muertos, paganismos, legalismos, etc. Ellos adoran una cosa que no tiene vida, porque se han hecho un dios a su propia imagen y semejanza. Para guardar las apariencias, mantienen ciertas similitudes y aseguran que adoran al Altísimo, pero en verdad adoran un ídolo. El problema grave está en EL AUTOENGAÑO. Es muy difícil mostrarle a alguien su error cuando está ciego y no acepta que está ciego. Cuando se habla de estas cosas, la mayoría piensa en el vecino, nunca se pregunta ("por las dudas") si no será él mismo.

 

Pero la forma de discernir la diferencia está, como siempre, en los frutos. ¿Hay fluir del ruaj? Si el Ruaj no fluye, si los ríos de aguas vivas no saltan y salpican a todos, no hay sino falsos ídolos, muerte espiritual. Yahweh es Ruaj y es necesario que lo adoremos en ruaj, de manera que todo esfuerzo en la carne sólo dará como resultado muerte.

 

Las Escrituras nos piden adorar a Elohim, así que sabemos que tenemos que hacerlo. Pero ¿cómo debemos adorarlo?

 

Pero viene un tiempo, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a los que son así para que lo adoren. Elohim es espíritu; y es necesario que los que lo adoran, lo adoren en espíritu y en verdad. Yahanan 4:23-24

 

La palabra de Elohim revela claramente que debemos adorar a Elohim. Sin embargo, todos todavía se preguntan cómo adorarlo. Los judíos y los musulmanes tienen su manera de adorar, los católicos, y los que están en las denominaciones tienen sus propias maneras. En realidad, todas las diferentes maneras religiosas de adorar están equivocadas. Hasta la samaritana en Yahanan 4 tenía un concepto erróneo de adorar a Elohim. El Adón Yahshua le reveló que LA MANERA ADECUADA DE ADORAR A ELOHIM NO CONSISTE EN ESTAR EN UN LUGAR FÍSICO, SINO EN NUESTRO RUAJ.

 

Según Yahanan 4, adorar a Elohim en nuestro ruaj consiste en beberlo a Él. No tengamos a Elohim como un objeto de adoración al que adoramos en el alma, mientras nos esforzamos por hacer parecer nuestra adoración como algo espiritual. No olvidemos que el alma PUEDE HACER UNA IMITACIÓN MUY ACEPTABLE, tan aceptable que convence hasta al usuario. Inclusive y peor aún, podemos también avanzar y tratar de adorarlo en el ruaj, es decir, con el órgano correcto, pero la manera sigue equivocada. Postrarnos delante de Elohim no es la manera adecuada de adorarle. Beberlo a Él como el agua de vida sí lo es. Hay momentos en los que el Ruaj mismo nos lleva a postrarnos, otros a arrodillarnos, pero esas son las direcciones que el Ruaj nos da para determinados momentos y situaciones, no para la adoración permanente. Hay momentos en los que sí, debemos arrodillarnos, postrarnos inclusive, y pedir perdón mientras lo adoramos, porque nuestra situación lo exige, pero ahora estamos hablando de la adoración diaria. Elohim no desea ser el objeto de nuestra adoración. Él NO DESEA SER "OBJETO", entendamos el punto. No quiere que la gente vaya a un lugar a inclinarse delante de Él (ni siquiera simbólicamente), mientras sus corazones siguen en otro lugar, MIENTRAS EL RÍO DE AGUAS VIVAS DE SU RUAJ NO CORRE EN SUS INTERIORES. Al contrario, Él viene como el agua viva para que lo bebamos. Cuando bebemos de Él como el agua de vida, le adoramos de una manera genuina, sin importar ni el lugar ni la forma. Beber a Elohim con nuestro ruaj es adorarle de verdad.

 

La reunión de la mesa de Mashíaj es una reunión de adoración, y ha sido muy mal comprendida ya desde el comienzo, como vemos que el apóstol tuvo que reprender a algunos corintios. Recordar a Elohim en Su mesa, partir el pan y compartirlo con los hermanos, es adorarle a Él. La manera de adorar a Elohim en esa reunión no es arrodillarnos ni postrarnos, sino comer del pan y beber del vino para recordarle a Él. Comer y beber constituyen una verdadera adoración. Pero esto podemos hacerlo también en nuestra casa, con nuestra familia, al comer nuestros alimentos, aunque no estamos hablando de lo mismo. La Cena de Mashíaj es un memorial que se realiza en el Cuerpo, con la congregación, no en casa, porque lo que recordamos es no sólo el sacrificio de Mashíaj a nivel personal sino su derramamiento como Ruaj para unificarnos a nivel corporativo, para hacernos hermanos y miembros de Su familia. No recordamos a Elohim al usar nuestra mente para recordar ciertas cosas. Lo recordamos comiendo y bebiendo EN FAMILIA. Todos debemos agradecer y bendecir los alimentos en la mesa, sea que estemos solos o en familia, pero la Cena Memorial es algo que se realiza con la congregación. Por eso es el "partir el pan" que tantas veces se menciona, que se parte y se reparte entre los miembros. Si los miembros de nuestra familia son parte de la congregación, ¡gloria a Él! Aún así, el Memorial debe extenderse al resto de la congregación, no es un ritual "familiar". Recordar a Elohim comiendo y bebiendo es adorarle en comunión que debe unirnos con los hermanos, porque estamos conmemorando a nuestro Hermano Mayor, el Cabeza de la nueva humanidad en la cual hemos nacido.

 

Estas cosas negativas suceden porque pocos creyentes han visto que Elohim desea forjarse a Sí mismo dentro de nosotros. Algunos pueden decir que sí, que lo sabían, PERO NINGUNO PUEDE EXPLICAR CÓMO ESO HA ESTADO SUCEDIENDO EN ELLOS MISMOS, si ha estado sucediendo. Esto es porque, de hecho, no ha estado sucediendo. La mayoría de los creyentes sólo sabe que Elohim es Elohim, que somos Sus criaturas, que caímos y que, en Su amor por nosotros, Él mandó a Su hijo para que muriera por nosotros en el madero y cumpliera la redención. Los creyentes genuinos se dan cuenta también de que Mashiaj resucitó y que luego mandó al Ruaj haKodesh para llevarnos al arrepentimiento, y hacernos creer en Él, para que lo recibamos a Él como nuestro Salvador. Luego, según el concepto natural, las Escrituras son usadas como un libro de ética para enseñar a los creyentes a glorificar a Elohim en su diario vivir (y acá entra la parte que a tantos les interesa, los "qué hago" y los "qué no debo hacer" que creen los transformarán mágicamente en algo que ellos llaman santo, aunque tampoco consiguen definir bien de qué se trataría). Finalmente, se les enseñan que después de su muerte o después de que Elohim vuelva, ellos pasarán a la eternidad con Él. Por supuesto, las Escrituras sí enseñan esto. No vamos a negar ninguna de esas partes. Sin embargo, estas enseñanzas son superficiales, son sólo las "puertas de entrada" a una cosa muy superior QUE LA MAYORÍA INSISTE EN IGNORAR OLÍMPICAMENTE. No son el centro de la revelación de Elohim en las Escrituras. Esta es sólo la parte que nos beneficia, y por eso la gente se queda sólo con esa parte, pero el resto ES PARA LA GLORIA Y BENEFICIO DE YAHWEH, y esa partes, bueno, parece menos agradable a la mayoría, porque ya hay que dedicar tiempo, esfuerzo, trabajo, estudio, dedicación, paciencia, obediencia... Ah, es más cómodo quedarnos con la salvación y listo, para qué esforzarnos para más. Pero el centro de la revelación divina es que Elohim nos creó y nos redimió a fin de forjarse a Sí mismo dentro de nosotros y ser nuestra vida, y eso es lo que desea hacer, mientras la mayoría insiste en adorarlo como se adora a un palo vestido y no como a un Elohim VIVO. Nosotros en la restauración de Elohim, debemos tener una visión completa de esta revelación. Si tenemos tal visión, nuestro concepto de adoración, tanto el personal como el corporativo, será regulado por ella.

 

Elohim se forja a Sí mismo dentro de nuestro ser mientras comemos y bebemos de Él. Como nuestro alimento y agua, Él entra en nosotros para ser uno con nosotros orgánicamente. Lo que ingerimos al comer y beber se hace uno con nosotros de esta manera. Penetra nuestra fibra y se convierte en nuestro tejido orgánico. Cuando los alimentos que ingerimos al comer y beber son digeridos y asimilados, llegan a ser nuestro constituyente. Cuando las personas andan por ahí comiendo aquí y allá, un poco de cada lugar, porquerías y comida chatarra (disfrazadas de "sana doctrina", por supuesto), se hinchan, pero no se nutren. Por eso andan muy hinchados, muy convencidos de sí mismos, pero llenos de aire. Pero la verdad es que somos constituidos de lo que comemos y bebemos, tanto en la esfera espiritual como en la esfera física, y sólo podremos producir frutos DE LA MISMA ESPECIE QUE LO QUE COMEMOS. Si comemos doctrinas de hombres, tradiciones humanas, legalismos, paganismos, etc., ESO SEREMOS, ESO SERÁN NUESTROS FRUTOS. Pero si comemos el maná y bebemos el agua de vida, y hacemos fluir al Ruaj en nuestro interior invocando a Mashíaj, y compartimos ese fluir con nuestros hermanos, estamos siendo edificados en la Novia. Mediante comer y beber, la Novia se hace una con el Ruaj. No olvidemos que no es sólo Mashíaj quien llama a los que tienen sed, la Novia también los convida a beber, PORQUE ELLA YA HA BEBIDO, ella ya tiene ese fluir en su interior.

 

 

En el mismo momento en que Yahshua hablaba con la samaritana, los sacerdotes en el templo adoraban a Elohim de una manera formal, sistemática y prescrita. Pero, ¿dónde estaba Elohim en ese momento? ¿Estaba en el templo con los sacerdotes, o con la mujer cerca del pozo en Samaria? Como todos sabemos, Él estaba con la samaritana. El se reunió abiertamente con ella, lejos del templo y del altar, sin ninguna formalidad religiosa ni ritual alguno. Finalmente, esta mujer bebió del agua viva y ofreció una verdadera adoración a Elohim, y dio gran testimonio entre todos los de su pueblo, a los que llamó para que fueran a Mashíaj. En ese momento, la verdadera adoración a Elohim no era ofrecida por los sacerdotes en el templo, sino por la samaritana que bebía el agua viva. Los sacerdotes adoraban a Elohim en vano; la mujer samaritana lo adoró en realidad al beber de Él. El Ruaj como el agua viva fue infundido dentro de ella. Elohim buscaba la verdadera adoración, y Él la recibió de esta mujer samaritana que bebió del Ruaj como el agua viva. En todas las Escrituras vemos muchos ejemplos de este tipo de cosas, en los que Mashíaj estaba todo el tiempo contraponiendo la postura rígida del legalismo farisaico con la verdadera adoración espiritual. ¿Cuál elegiremos nosotros?

 

Los creyentes contemporáneos necesitan ver lo que es la verdadera adoración. Tal como los sacerdotes en el templo, estaban ciegos a lo que es la verdadera adoración. Pueden hacer muchas cosas que tengan toda la apariencia de ser algo correcto, pero siguen siendo cosas muertas. Yahweh ya condenó esas cosas en el Tanaj:

 

Dice Yahweh: "¿Qué necesidad tengo yo de todos sus sacrificios?". Estoy hastiado de ofrendas quemadas de carneros, y del sebo de animales engordados, de la sangre de toros; y no me deleito en corderos y machos cabríos. Cuando ustedes vienen a presentarse delante de mí –¿quién pidió eso de ustedes? No pisoteen más mis atrios. Traer oblaciones es en vano, el incienso me es ofensivo. Los novilunios, los Shabatot, la proclamación de solemnidades, asambleas con iniquidad, no puedo soportarlas. Sus novilunios y festividades las aborrezco; han venido a ser una carga para mí; no puedo soportarlas. Y cuando ustedes extienden sus manos, yo apartaré de ustedes mis ojos; aunque oren extensamente, yo no escucharé. Sus manos están llenas de crimen. Lávense y límpiense, aparten sus malas acciones de mi vista. Dejen de hacer el mal; aprendan a hacer el bien. Dedíquense a la justicia; ayuden al oprimido, apoyen los derechos del huérfano, defiendan la causa de la viuda. YeshaYah 1:11-17

 

Yahweh estaba diciendo que todas las cosas que la gente hacía CONVENCIDA DE QUE LO ESTABAN AGRADANDO en verdad a Él le repugnaban. Y veamos bien, eran cosas prescritas. Sin embargo, ellos, ayer como hoy, LAS GUARDABAN COMO SEPULCROS BLANQUEADOS: su interior estaba lleno de inmundicias, seguían siendo egoístas, codiciosos y divididos. Sus festivales y rituales eran impecables (hoy también lo son), PERO SU INTERIOR ESTABA LLENO DE HUESOS MUERTOS Y EL RUAJ DE AGUA VIVA NO FLUÍA EN ELLOS. La adoración sin la vida del agua del Ruaj es inmundicia a los ojos de Yahweh. Es hora de dejar de buscar en las cosas muertas y empezar a adorarlo como Él dijo que debía ser: EN RUAJ Y EN EMET.

 

 

En el transcurso de los siglos, la mayor parte de los creyentes han sido como los sacerdotes del templo. Sólo unos pocos han adorado a Elohim en ruaj bebiendo de Él como el agua viva. Sin embargo, como lo hemos señalado y recalcado en este mensaje, ésta es la manera adecuada de adorarle a Él.

 

Debemos reconocer que todavía nuestra manera de reunirnos sigue, de manera subconsciente o inconsciente, bajo la influencia de nuestro trasfondo religioso. Cuanto más entramos en la verdadera adoración a Elohim al beberle como el agua viva en el ruaj, más nos damos cuenta de lo deficiente que han sido nuestras prácticas. Por la misericordia de Elohim, estamos llegando a ver la adoración que Elohim desea. Debido a la visión que el Ruaj está mostrando, no me importa la religión, ni siquiera nuestras propias prácticas. En realidad, no necesitamos ninguna práctica. Nuestra necesidad consiste en que veamos que hoy nuestro Elohim ha pasado por el proceso de encarnación, vivir humano, muerte en el madero, resurrección, ascensión y entronización para llegar a ser el Ruaj que incluye todo y vivificante para que lo podamos beber. El es tal Ruaj compuesto, y tenemos un ruaj con el cual podemos beber de Él. En ruaj, somos uno con Él. Si vemos esto, lo cual es el punto central de la revelación divina en las Escrituras, sabremos cómo beber a Elohim como el agua de vida.

6. Hacer Fluir Los Ríos De Aguas Vivas

 

En las Escrituras, vemos que el beber y el fluir del agua de vida van juntos. El beber se relaciona con el fluir y ambos son uno. En Yahanan 4:14, Yahshua dice que si bebemos el agua de vida, ésta se convertirá dentro de nosotros en un manantial que salta para la vida de la era. Nos referimos a este manantial cuando hablamos del fluir del agua de vida. Encontramos el mismo principio en Yahanan 7:37-38, donde Yahshua dijo que el que cree en Él y bebe de Él "de su interior correrán ríos de agua viva". Por lo tanto, el beber y el fluir son dos aspectos de una misma cosa.

 

Sin el fluir del agua de vida, beberíamos en vano. De hecho, si no fluimos, no podríamos seguir bebiendo. El beber queda anulado por la falta del fluir, porque las aguas estancadas son aguas de muerte. El beber genuino del agua de vida depende del fluir.

 

Usemos como ejemplo una manguera. Por un lado, la manguera recibe el agua de la canilla; por el otro extremo, "salta agua para la era". La era es el tiempo en el que vivimos, como ya hemos estudiado en otra serie. La palabra traducida como "eterno" no significa eso sino "de la era", un tiempo indeterminado (para nosotros, no para Yahweh), pero que sí tiene un fin. Entonces, el agua que salta para la era es el agua que nosotros debemos ministrar al mundo y a la congregación. Se necesita que el agua fluya hacia adentro y hacia afuera. El recibir y el fluir se producen simultáneamente. Si no bebemos, no podemos fluir; y si no fluimos, no podemos seguir bebiendo. No podemos beber sin parar, el agua se estanca y no fluye. Debemos hacerla fluir hacia afuera, para poder renovar nuestro stock interno.

 

El hecho de que nuestro beber quede anulado por la falta de fluir es algo grave. Entre todos los creyentes genuinos que han bebido del agua viva, pocos han experimentado el fluir de esta agua, la mayoría insiste en "beber para adentro", "comer para adentro", todo para sí mismos nada más, y eso estanca todo. Finalmente, esto hace que dejen de beber. Si no sale nada de su interior, nadie puede seguir bebiendo del agua viva. Sólo el fluir puede mantener el movimiento de la corriente interna. LO QUE MANTIENE LA CORRIENTE NO ES LA BEBIDA, EL HECHO DE TOMARLA, SINO LA SALIDA DEL AGUA. Muchos creyentes no beben o no ven que su bebida no les sirve para nada, porque beben para sí mismos, sin fluir. La falta de fluir hace que el beber no sirva para nada. Esto es muy grave.

 

Además, la falta de fluir puede hacer desaparecer nuestra sed. Antes de empezar a beber del agua viva, teníamos sed. Es muy bueno tener esta sed, y muy lamentable perderla. La predicación adecuada de la Besorah no consiste en ministrar el agua de vida a otros, SINO EN PRODUCIR ESTA SED DENTRO DE LAS PERSONAS. Cuando la gente tiene sed, es fácil convencerla de beber. Los buenos vendedores saben cómo suscitar en la gente el deseo de comprar el producto que venden. No apruebo las reglas de marketing para las cosas espirituales, pero el principio es válido: es necesario despertar el DESEO de beber esa agua, despertar la sed. Sin este deseo, la gente no tendría ningún interés, ni siquiera en las cosas más preciosas. Esto demuestra el hecho de que la sed es algo crucial.

 

Por la misericordia de Elohim se nos ha incitado a esta sed de Él por medio de la predicación de la Besorah. Ahora es nuestra vez de hacer lo mismo con otros, y para eso necesitamos primero beber nosotros mismos. Nunca podremos fluir hacia los demás si no hemos bebido primero. Por eso muchos salen y van en el entusiasmo de la carne a hablar con otros, porque en verdad están felices con lo que han recibido, pero aún no han ido hasta la peña a beber agua de vida. Entonces no pueden despertar en otros sed de eso.

 

Debemos quedar impresionados de cuán crucial es hacer fluir el agua de vida. Si se detiene el fluir, también nuestro beber; y si esto sucede, perderemos nuestra sed. No sólo quedaremos secos, sino que secaremos a todos a nuestro alrededor. Y entonces, antes de avivar y recobrar nuevamente nuestra sed, tendremos que pasar por un período de muerte espiritual. Después de pasar por ese tiempo de sequía, seremos levantados por Elohim en Su misericordia soberana y nos llevará a arrepentirnos y a volvernos a Él. Nuestra sed se avivará, y empezaremos a beber nuevamente.

 

 

En la doctrina, si deseamos que fluya el agua de vida, debemos satisfacer nuestra sed (Yahanan 4:14). Esto significa que si no estamos llenos del agua viva, no puede haber ningún derramamiento. El fluir viene del derramamiento, de estar rebosantes, y esto a su vez viene de que nuestra sed sea satisfecha más allá de lo personal. Para fluir hacia afuera TIENE QUE SOBRAR. Por eso, desde el punto de vista de la experiencia, debemos esperar a que nuestra sed sea satisfecha para poder fluir. La persona seca no puede fluir.

 

Ya que ya hemos empezado a beber de Elohim para satisfacer nuestra sed, debemos prestar atención al fluir. Muchos de nosotros empezamos a beber del agua de vida hace tiempo. Nuestro problema se relaciona más con el fluir que con el beber. Al predicar la Besorah a los incrédulos, quisiera recalcar la importancia de beber, pero al ministrar a los creyentes, recalco la importancia del fluir. Como creyentes, ya hemos empezado a beber del agua viva. Nuestra necesidad específica es el fluir del agua.

 

Es difícil decir si alguien está bebiendo o no, PERO FÁCILMENTE PODEMOS VER SI UNA PERSONA FLUYE. En el ejemplo de la manguera, no podemos ver el agua que entra en ella, pero sí podemos ver el agua que sale. Del mismo modo, yo no puedo ver el fluir del agua viva hacia dentro de nadie, pero puedo ver el fluir hacia afuera, por eso Mashíaj asegura que "por los frutos" conocemos a cada uno. Quizá no sepamos si el agua fluye dentro de nosotros, pero ciertamente sabemos cuándo fluye hacia afuera. Este tipo de fluir es evidente.

 

 

Quizá algunos se pregunten lo que significa que el agua de vida fluya de manera práctica. El fluir puede ser comparado a eliminar algo con agua. Limpiar un tubo consiste en llenarlo de agua para limpiarlo; es limpiarlo con un derramamiento repentino de agua. En nosotros los creyentes, debe producirse un derrame de agua viva desde nuestro interior. Si queremos tener este derramamiento, este fluir fuerte, debemos invocar el nombre de Yahshua y orar, bebiendo mucho.

 

Lo que ayuda particularmente a producir el fluir interior es hablarle a Elohim, hablar por Él, para Él, en Él y con Él. Cuanto más hablemos así, más fluiremos. Cuando hablamos, algo de Yahshua fluye. Al hablar nos parecemos a la manguera, por la cual fluye el agua hacia adentro y sale hacia afuera.

 

La cantidad de agua que entra guarda proporción con la cantidad de agua que sale. Y al mismo tiempo, la cantidad de agua que sale de nosotros determina la cantidad que puede entrar en nosotros. En otras palabras, la medida en que fluimos determina la cantidad de agua viva que podemos beber.

 

Algunos de ustedes quizás estén muy secos, hasta por completo. Esto puede ser porque no hablan. Ya que no hablan, no dejan que el agua de vida salga. Los animo a hacer que el agua viva salga mediante el hablar. Esto puede parecer bastante peculiar, pero testifico que es práctico y muy eficaz.

 

Debemos hablar de muchas maneras. Primero, debemos predicar la Besorah a los incrédulos. Luego debemos hablar la verdad a los creyentes, a otros creyentes. Hay muchos errores en las denominaciones y gran confusión en la actualidad. Y también debemos hablar en las reuniones de la congregación. Cuando digo "debemos hablar" no es contar nuestras cosas, eso es hablar desde el alma. Hay un tiempo y un lugar para esas cosas, pero en la congregación debemos hablar en el ruaj, acerca de lo que hemos recibido, haciendo fluir las aguas a los hermanos.

 

Debido a que yo hablo tanto por medio del ministerio, trato de mantenerme un poco callada en las reuniones. No quiero ser "la que lleva la batuta", y todos esperan para ir detrás.  En esto, mi intención es dar oportunidad de hablar a los demás. Pero a veces  me veo obligada a dar algunas iniciativas, para que la reunión no caiga ni en silencios muertos ni en charla personal (aunque todos damos testimonio personal, obviamente, pero en el ruaj). Pero hasta ahora, nuestras reuniones no han tenido espacio para más que conocernos, y en sí, para eso eran. Ahora que ya nos conocemos bien, podemos pasar al paso siguiente. Como todos los demás, necesito dar y recibir el fluir del Ruaj. Al hacer esto, liberamos a otros para que fluyan con el agua viva. Todos debemos ser liberados en las reuniones. No se queden sentado esperando que los demás funcionen. La carne nunca considerará que estamos lo suficientemente listos, o por el contrario, si somos muy extravertidos, nos llevará a abusar del tiempo en el alma. Al contrario, funcionemos de manera activa al hablar por Elohim, y al tomar cada oportunidad de fluir con el agua viva. El fluir del Ruaj en las reuniones no depende de uno o dos, DEPENDE DE TODOS.

 

Quizá la reunión sea buena, pero también puede que hubiera sido mejor si otros hubieran hecho fluir sus rujot. Por supuesto, para esto tenemos que hacer las cosas EN EL RUAJ, no en el alma. Necesitamos ejercitarnos en casa, practicar el invocar el Nombre y beber las aguas vivas, para poder llevar esas riquezas a la Novia. Todos tenemos muchas oportunidades de hablar en las reuniones. Debemos funcionar al hacer saltar el agua de vida.

 

Y no se embriaguen con vino, pues en esto hay desenfreno. Más bien, llénense del espíritu, hablando entre ustedes con alabanzas, cánticos y canciones espirituales; cantando y alabando a Yahweh en sus corazones; dando gracias siempre por todo al Elohim y Padre, en el nombre de nuestro Adón Yahshúa el Mashíaj; y sometiéndose unos a otros en el temor del Mashíaj. Efesiyim 5:18-21

 

Que la palabra del Mashíaj habite abundantemente en ustedes, enseñándose y amonestándose unos a otros en toda sabiduría con alabanzas, himnos y canciones espirituales, cantando con gratitud a Yahweh en sus corazones. Qolasiyim 3:16

 

Cuando estamos silenciosos y nos rehusamos a hablar, es muy fácil enojarnos y perder la calma. No obstante, si hablamos, cantamos y damos gracias continuamente, será más difícil. Esto indica que el fluir del agua de vida es un repelente que aleja las cosas negativas, todas las "moscas", "escorpiones" y "bichos". La vida creyente es una vida de lucha. Día y noche, luchamos contra las cosas negativas que tratan de influenciarnos y arrastrarnos hacia abajo. Necesitamos un repelente que aleje a los "insectos". Hablar es el mejor repelente.

 

Supongamos que tengamos que ir a trabajar. Si durante el día permanecemos silenciosos, sin orar, alabar, ni invocar el nombre de Yahshua (aunque sea internamente, eso depende del trabajo de cada uno, si permite que hablemos o si sólo debemos hacerlo silenciosamente en nuestro interior, aunque ciertamente siempre encontraremos el momento de hacerlo en voz alta —no necesariamente a los gritos), ciertamente pensamientos negativos nos perturbarán y estaremos distraídos. Los "escorpiones" pueden venir no aisladamente, sino por montones. Muchos pensamientos negativos pueden ser engendrados en nuestra mente, pensamientos acerca de ciertos hermanos o quizás acerca de la manera en que mi esposo me trató unos días antes o acerca de la manera en que mis hijos me ignoran, o los problemas del trabajo o cualquier cosa. Si no repelemos estos "escorpiones", estos pensamientos negativos invocando a Mashíaj y bebiendo del agua de vida, no tendremos un corazón para ministrar a Elohim al mundo, no estaremos fluyendo ríos hacia afuera.

 

 

El verdadero avivamiento es un asunto de fluir, de burbujear. Una fuente de agua se caracteriza por un fluir continuo. Lo que no fluye no puede ser una fuente.

 

La frase "salta para vida eterna", es difícil de entender, pero como ya dijimos, no es así como debe ser traducida. Ya hemos estudiado antes que  ser traducido como "de la era" (aionian) y no "eterno" (ver CTU 09 - Los Juicios De La Ley Divina 01). Bajo la luz de que aquí se habla de VIDA PARA LA ERA, para el tiempo determinado de la era presente, que el agua viva fluya significa que debemos ministrar a los demás. Esta agua viva debe saltar hacia afuera para alcanzar a los que están secos, y también para avivar el fluir dentro de la Novia. Según mi experiencia, cuando el agua de vida fluye de mi interior, soy llevada a una situación llena de vida. Este es el significado de que el agua viva salte para la vida de la era, para DAR VIDA A LA ERA.

 

Todos vivimos en esta sociedad, todos tenemos miles de problemas. Discusiones con parientes, cónyuges, hijos, con compañeros de trabajo, de estudio, vecinos, hasta con desconocidos, problemas económicos, de salud, etc., todas estas cosas nos deprimen, nos irritan, nos alteran. Pero si permitimos que nos manejen la vida, caeremos en sus garras como estábamos antes. Toda la vida vivimos bajo sus presiones, es hora de comenzar a dar un vuelco a esa situación. Mashíaj dice que eso es posible, de manera que sin duda lo es. Por supuesto, la plenitud de estas cosas las viviremos cuando seamos glorificados, cada uno en el tiempo que determine con su comportamiento, y en el Milenio, los vencedores lo disfrutarán y podrán ministrarlo en plenitud al resto de la congregación y a las naciones.

 

Supongamos que visito a un hermano en su casa. Sin embargo, hablamos de cosas de la vida, del trabajo, los problemas, las cosas del sistema. Si ese es el caso, no habrá ningún fluir de agua para ministrar vida. Por el contrario, este hermano y yo seremos arrastrados cada vez más hacia abajo, hacia la muerte. Pero si voy de camino a casa de este hermano, y hago fluir el agua de vida por medio del hablar e invocar, el agua saltará de mí. Entonces al visitarle, el agua de vida seguirá fluyendo. Y si este hermano hizo lo mismo antes de yo llegar, entonces el fluir serán verdaderos ríos de vida. Por el fluir del agua de vida, seremos llevados a una condición llena de vida. De esta manera tendremos una forma diferente de encarar las cuestiones mundanas, los problemas de la vida, y estaremos comenzando a aprender a vivir en el ruaj y no en la carne. De una manera práctica, éste es el significado del agua que salta para la vida de la era.

 

Cuanto más invocamos, más somos llevados a un estado donde estamos llenos de la vida de Mashíaj. Esta debe ser nuestra experiencia en nuestra vida diaria y también en las reuniones de la congregación. No sólo debemos hacerlo en casa, cada mañana antes siquiera de levantarnos, ya estar llenándonos del agua del Ruaj para poder orar y alabar en nuestro ruaj, sino también para tener la energía para encarar el nuevo día con su propio mal, y continuar haciéndolo en cada oportunidad, y mucho más cada vez que tropezamos con un problema. Finalmente, tenemos que hacerlo para poder compartir este fluir con los hermanos en las reuniones. De otra manera, serán simples reuniones en la carne, donde podremos hablar inclusive de las cosas de Yahweh, de Mashíaj, de las Escrituras, pero sin el fluir de las aguas de vida. Ese tipo de reunión no se diferencia de cualquier otra reunión acerca de cualquier otro tema. Sólo la presencia del Ruaj saltando de un hermano a otro dará el sello verdadero. De otro modo, nuestras reuniones se parecerán a unas presentaciones de teatro. No vamos a las reuniones para actuar, sino para testificar, expresar, exhibir el derramamiento del agua viva que experimentamos día tras día. Por eso necesitamos primero aprender a experimentarlo. Primero en casa nos llenamos, para tener qué llevar al Cuerpo.

 

 

En cuanto al fluir del agua de vida por el hablar, las religiones actuales erran al blanco, refiriéndome siempre al cristianismo y al judaísmo, que son las que nos interesan, claro. Los fundamentalistas y los legalistas insisten en ciertas formalidades. Estas llevan a la gente a la muerte, y no a la vida eterna. Al contrario, en el pentecostalismo, se habla de más. Se utilizan jerigonzas ininteligibles que no edifican a nadie, hablan todos el mismo tiempo, gritan, en fin, un estado caótico. De un extremo al otro. Pero nosotros buscamos al Ruaj, que siempre está en el perfecto equilibrio. No necesitamos interminables rituales de preparación, ni fórmulas repetitivas, ni gritos extravagantes. Nosotros hablamos de Mashíaj, invocamos Su nombre, lo comemos, lo bebemos, lo respiramos, lo hacemos parte de nuestro ser, de nuestra naturaleza, para poder manifestarlo únicamente a Él, hablar únicamente de Él. Entonces, cuando nos hemos llenado de Él invocándole, tendremos mucho que decir acerca de Mashiaj como nuestra vida y acerca de todo lo que se ha revelado por medio del ministerio de la Palabra. ¡Cuánto tenemos que hablarnos los unos a los otros! No seamos como los fundamentalistas ni como los pentecostalistas. Más bien, todos juntos hagamos saltar el agua viva por nuestro hablar unos a otros, que esto es el "intercambiar dones" a que Shaúl se refería. Cuando estamos llenos del Ruaj, tenemos mucho para compartir DE FORMA VIVA con nuestros hermanos. Es mucho más que nuestras experiencias personales, que nuestra percepción mental de cómo vamos avanzando. Cuando compartimos al Ruaj, Él nos revela cosas para el bien nuestro y de los hermanos, siempre nos da una palabra para quien necesite, y eso debemos aprender a hacer fluir. El Ruaj no tiene boca, NOSOTROS SOMOS SUS BOCAS. Para fluir las aguas, necesitamos recibir al Ruaj receptivamente y con discernimiento (siempre asegurándonos que la emocionalidad de nuestra carne no quiera meterse en el medio), y hacerlo fluir hacia nuestros hermanos. Este es el fluir horizontal del Cuerpo.

 

Este fluir, este derramamiento que viene por el hablar traerá vida. Esto no será simplemente hablar en la carne, que es a lo que todos estamos acostumbrados porque así hemos vivido toda nuestra vida. Hablar por el Ruaj siempre es intenso pero medido, y Él trae siempre la palabra justa para la situación y para las personas. Producirá un manantial que salta para vida. Cuanto más hablemos, cantemos, oremos y alabemos, más fluir habrá entre nosotros. Aprovechemos cada oportunidad de fluir en las reuniones de la congregación. No perdamos tiempo en frivolidades, ni en silencio, ni siquiera perdamos el tiempo en las cosas del mundo, de ser posible. El mundo ya nos arrebata suficiente tiempo, no lo llevemos con nosotros a las reuniones, sino que usemos cada minuto para hacer saltar el agua de vida. Este hablar no sólo nos llevará a una situación donde estemos llenos de vida, sino que también nos llevará a la plenitud del Ruaj. Cuanto más hablemos, más llegaremos a la plenitud del Ruaj.

 

Finalmente, esto se convertirá en nuestra forma básica de vida. Si cada día comemos el maná y bebemos el agua de vida, invocando Su Nombre, y lo convertimos en nuestro alimento básico a través de la costumbre diaria, SEREMOS FORTALECIDOS. Puede que al principio nos cueste, ya que la carne siempre se opone a las cosas del espíritu, y se opondrá con objeciones como "Eso es muy ridículo" o "No tiene ningún sentido invocar un nombre", o "Mejor sería que vayas a hacer algo para resolver todos los problemas que tenemos. Tengo una lista preparada, si quieres escucharme". La carne nunca querrá PERDER EL CONTROL, a pesar de que ha resultado ser un terrible fracaso como gerente de nuestras vidas. De manera que, al principio sobre todo, NECESITAMOS FORZARNOS A TOMAR ESTAS ACTITUDES, A REALIZAR ESTAS COSAS. Es un cambio de dieta, no debemos olvidarnos, y el cuerpo está pidiendo la comida antigua, pero nosotros necesitamos matarlo de hambre mientras alimentamos el cuerpo de nuestro nuevo hombre.

 

 

7. Identificados Con El Mashiaj Que Fue Herido

 

Si deseamos hacer fluir el agua de vida, también debemos identificarnos con el Mashiaj que fue golpeado (Shemot 17:6; Yahanan 7:38). La roca golpeada representa al Mashiaj encarnado en Su muerte en el madero. En el madero, Mashiaj fue golpeado por Elohim. Debemos identificarnos con esta persona golpeada. ESTO SIGNIFICA QUE NUESTRA VIDA HUMANA, NUESTRA VIDA NATURAL, TAMBIÉN DEBE SER GOLPEADA PARA QUE PUEDA FLUIR EL AGUA VIVA. No obstante, no debemos intentar golpearnos a nosotros mismos. Golpearnos a nosotros mismos son las tentativas de la carne por substituir al ruaj. Cualquiera puede tratar de "mejorarse a sí mismo", no es necesario ser creyente, pero esa mejora no pasará de un maquillaje a la carne. No obstante, si somos uno con el Mashiaj golpeado, identificados con Él, fácilmente experimentaremos la muerte en el madero de nuestra vida natural. Entonces, mientras la vida divina de Mashiaj rebosa como agua viva por medio de golpear Su vida humana, nosotros también experimentaremos el fluir del agua de vida si golpeamos nuestra vida natural. La vida divina rebosará de nosotros sólo cuando nuestra vida natural haya sido golpeada.

 

Si hablamos sin estar identificados con el Mashiaj golpeado, nuestro hablar, aún nuestras alabanzas y oraciones, serán naturales. Éste es tal vez el punto más difícil de incorporar, porque es el menos "evidente" exteriormente, y por supuesto, LA CARNE NO COMPRENDE ESTE ASUNTO. De manera que cuando empezamos a preguntarnos "¿Pero cómo debo hacer?", debemos comprender que LA QUE ESTÁ PREOCUPÁNDOSE ES LA CARNE. La que está preguntando cómo hacer las cosas es la carne, el ruaj no pregunta, sólo obedece, aún sin comprender. No podemos dejar que la carne asuma el control, tratando de darle respuestas para que comience a actuar por su cuenta. El camino del Ruaj no tiene "lógica humana".  Debemos ser uno con Mashiaj de una manera real y práctica, una manera que la carne no entiende. Entonces experimentaremos el golpear de la vida natural que se produjo en Él y con Él en el momento de Su muerte en el madero. Si nos identificamos así con el Mashiaj golpeado, el agua de vida no saltará de una manera natural, carnal, sino de una manera pura, sin mezcla. Todo lo que sale de nosotros en oración, alabanza, o testimonio, será el fluir de la vida divina en su pureza.

 

Cuando nos identificamos con Mashiaj en Su muerte, nuestra vida natural y la humana serán aniquiladas. Entonces todo lo que desborde de nosotros será la vida de Elohim, la vida divina y eterna. Si hacemos estas cosas en la carne, lo único que "derramaremos" será más carne. Por eso vemos tanta carnalidad a nuestro alrededor hoy en día, porque los creyentes no han aprendido a andar en el ruaj y están convencidos de que su carne es lo suficientemente buena para usarla. Pero Mashíaj quiere matar a la carne. Sólo entonces fluiremos el agua de vida. Si nos identificamos con el Mashiaj golpeado, lo que desborde de nosotros será puro. No será una mezcla de la vida divina con la natural. Finalmente, podremos acceder a un nivel superior en nuestra posición de reyes y sacerdotes, algo mucho más eficaz y real que simplemente "soñarnos" la coronita: estaremos en condiciones de ser verdaderos intercesores, que es la función de los sacerdotes de la orden de Melki-Tsedeq.

 

Además, este fluir nos llevará a una situación llena de vida. Según Hitgalut 22:1-2 la provisión de vida está en el agua de vida, ya que el árbol de la vida crece en el río de la vida. El árbol se sustenta, se nutre en el río de la vida. Así también nosotros debemos comer y beber de Él. Cuando el agua de vida fluye dentro de nosotros, recibimos una rica provisión. Así, toda la congregación recibirá la rica provisión de vida. ¡Ah, cuánto necesitamos este fluir!

 

Les animo a orar acerca del fluir del agua de vida y poner en práctica lo que han oído en este mensaje. Debemos dejar atrás las enseñanzas y prácticas tradicionales del cristianismo, y cualquier otra invención o tradición de hombres. Nosotros estamos  llegando al cambio de la Era, casi entrando en la de Sukot, en la que todos aprenderán de forma mucho más plena cómo aplicar el derramamiento del Ruaj que fue dado al comienzo de la Era de Shavuot. Así como la comprensión plena de las cosas de la Era de Pésaj llegó al final de la misma, para que los creyentes pudieran avanzar durante la Era de Shavuot con un mayor entendimiento, así también la comprensión plena de las cosas de la Era de Shavuot está llegando ahora, al final de ella, antes de comenzar la Era de Sukot. Él siempre nos da las cosas y nos da el tiempo necesario para que comprendamos que SI ÉL NO NOS AYUDA A ENTENDERLAS, SOLOS NO LLEGAMOS A NADA. Así sucedió con las cosas de la Era de Pésaj y con las de la Era de Shavuot. En la comprensión de la carne no hemos conseguido avanzar, por eso se expone nuestra carne como absolutamente inadecuada.

 

Todos debemos olvidarnos de la influencia de nuestro trasfondo en el cristianismo, y del judaísmo quien lo tenga. Lo que hemos hablado en este mensaje está conforme a la Palabra pura de Elohim y no según la tradición de los hombres. Lo que necesitamos no son costumbres, rituales ni tradiciones, sino el fluir del agua de vida. Si practicamos este fluir por medio del hablar y al identificarnos con el Mashiaj golpeado, no tendremos solamente un río, sino los ríos de los cuales habla Yahshua en Yahanan 7:38. Ríos de agua viva saltarán desde nuestro interior.

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