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CLE02 28

''Venga Tu Reino''

Algunos lectores de las Escrituras podrían preguntarse por qué el capítulo 18 aparece en el libro de Shemot en este lugar. Pensarán que habría sido mejor pasar directamente del capítulo 17 al capítulo 19, desde la derrota de los amaleqitas hasta el monte de Elohim, donde el pueblo recibió la visión celestial. El capítulo 18 parece aislado, sin ninguna conexión con el capítulo 17 ni con el capítulo 19. Pero si entendemos que el libro de Shemot describe la salvación completa que Elohim efectúa, nos interesará el significado de Shemot 18 con respecto a este cuadro. ¿Cuál es, entonces, el significado de este capítulo en la salvación de Elohim?

 

Si leemos detenidamente los libros de Bamidbar y Devarim, nos vamos a encontrar con un problemita, que ha hecho concluir a muchos que este capítulo fue insertado aquí de forma equivocada en alguna copia posterior de los manuscritos, lo cual resultaría muy extraño, ya que los copistas eran muy pero muy detallistas y una única letra equivocada podría invalidar todo un rollo. El hecho es que, resumidamente, el capítulo 18 de Shemot narra la visita de Yitró a Moshe en "el desierto, donde acampaba en el monte de ha’Elohim" (Shemot 18:5). "El monte de ha'Elohim" es una referencia al monte Jorev (o la cordillera, como ya vimos Jorev indica toda una región montañosa, además de un pico en particular). Aquí fue donde Moshe escogió jueces para el pueblo (Shemot 18:25-26).

 

Ahora bien, Devarim, que significa la "segunda ley", repite todos los acontecimientos ocurridos durante los 40 años que el pueblo de Yisrael vagó por el desierto. Moshe habla de todas estas cosas antes de que el pueblo entre en la Tierra Prometida bajo la conducción de Yahoshúa. Allí él menciona que en un momento Yahweh les dijo "Ustedes han permanecido bastante tiempo en este monte... Vayan, entren en la tierra..." (Devarim 1:6,8), ordenándoles entrar en la Tierra Prometida, y Moshe continúa narrando: "Salimos del Monte Jorev y recorrimos el grande y terrible desierto... Cuando llegamos a Qadesh Barnea..." (Devarim 1:19). Entre estos pasukim, Moshe narra cómo fueron nombrados jueces (o capitanes). Sin embargo, si decimos que los capítulos están bien colocados cronológicamente, lo narrado en Shemot sucede ANTES de construir el Tabernáculo, y lo narrado en Devarim, DESPUÉS.

 

Entonces, vemos que las cosas que se mencionan en Shemot 18 no fueron escritas según la secuencia histórica. Los acontecimientos de Shemot 18 no se produjeron inmediatamente después de los acontecimientos mencionados en Shemot 17, sino que sucedieron más adelante, después de la construcción del tabernáculo y poco tiempo antes de que los hijos de Yisrael tomaran el tabernáculo y emprendieran su viaje hacia la buena tierra. Por lo tanto, según la SECUENCIA HISTÓRICA, el capítulo 18 debería seguir al capítulo 40, CRONOLÓGICAMENTE HABLANDO. Devarim 1:6-18 demuestra eso. El tiempo al cual se refiere Moshe en Devarim 1:9 fue el momento en que los hijos de Yisrael estaban a punto de emprender su viaje con el tabernáculo hasta la buena tierra:

 

En aquella ocasión les dije: "Yo solo no puedo llevar la carga de ustedes. Yahweh su Elohim los ha multiplicado al punto de que son hoy tan numerosos como las estrellas en el cielo. –Que Yahweh, el Elohim de sus padres, les aumente su número mil veces, y los bendiga como prometió–. ¿Cómo puedo llevar sin ayuda el problema de ustedes, y su carga, y su pleito? Escojan de cada una de sus tribus hombres que sean sabios, discernidores, y experimentados, y yo los nombraré como cabezas de ustedes". Ustedes me respondieron y dijeron: "Lo que propones que se haga es bueno". Así que yo tomé a sus caudillos tribales, hombres sabios y experimentados, y los nombré cabezas sobre ustedes: jefes de millares, jefes de centenas, jefes de cincuentenas, y jefes de decenas, y oficiales para sus tribus. Devarim 1:9-15

 

Ya que esas cosas se produjeron después de Shemot 40, ¿por qué están registradas en Shemot 18 e insertadas entre los capítulos 17-19? Para contestar esta pregunta, debemos recordar una vez más otro principio importante: las Escrituras fueron escritas principalmente para darnos una revelación completa de la edificación de Elohim. Por esta razón, a veces el relato bíblico no sigue la secuencia histórica, sino más bien la doctrina que Yahweh desea mostrar. Por ejemplo, la Besorah de MattiYah no fue escrita según la secuencia histórica. Más bien, fue escrito según un arreglo doctrinal particular. ¿Cómo sabemos eso? Porque la Besorah de Mordejai fue escrita según la secuencia de los acontecimientos históricos, y todas estas cosas están corroboradas en documentaciones históricas extra-bíblicas. Este principio se aplica a la ubicación de Shemot 18.

 

Ciertamente, el libro de Shemot no registra todo lo que les sucedió a los hijos de Yisrael cuando salieron de Mitzrayim y pasaron el primer período de tiempo en el desierto, porque el propósito de Shemot no consiste en darnos una historia detallada y documentada de todo lo que sucedió; no es un diario de viaje, fue escrito para presentar una visión cabal de la salvación completa de Elohim.

 

En Shemot 17, Amaleq es vencido. Esto representa el sometimiento de la carne, la cual frustra al pueblo de Elohim y le impide seguir adelante con Él. Después de la derrota de Amaleq, se necesita algo que describa el Reino de Elohim. Bajo la inspiración divina, Moshe insertó un acontecimiento que sucedió más tarde para llenar el vacío entre los capítulos 17-19 y mostrarnos que EN LA SALVACIÓN COMPLETA DE ELOHIM, EL REINO VIENE DESPUÉS DE LA DERROTA DE LA CARNE. Después de la derrota de Amaleq, se necesita que el Reino llegue para edificar la morada de Elohim en la tierra.

 

Hemos señalado repetidas veces que Amaleq representa la carne, el enemigo de Elohim dentro del hombre. HaSatán es el enemigo de Elohim. Mediante la caída del hombre, haSatán ha producido otro enemigo de Elohim. Este enemigo, la carne, es el enemigo de Elohim dentro del hombre. A los ojos de Yahweh, sus dos enemigos más importantes son haSatán y la carne. En cierto sentido, haSatán se encuentra también en el hombre caído. Pero el enemigo actual y subjetivo de Elohim en el hombre es la carne. Por esta razón, Elohim aborrece la carne del hombre.

 

Según el B'rit Hadashá, cuando la carne del hombre es derrotada y sometida, el Reino de Elohim llega inmediatamente. Este punto está claramente indicado en GalutYah:

 

17 Porque la carne desea lo que es contrario al ruaj, y el ruaj lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que ustedes no hagan lo que quisieran.

18 Pero si se dejan guiar por el ruaj, no están bajo la ley.

19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: fornicación, impureza, desenfreno:

20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos:

21 envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Elohim.

22 Pero el fruto del ruaj es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe:

23 mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley:

24 porque los que son del Mashíaj Yahshúa han ejecutado en el madero la carne con sus pasiones y deseos.

25 Ahora que vivimos en el ruaj, andemos en el ruaj.

GalutYah 5:17-25

 

En GalutYah vemos cuatro palabras cruciales: la carne, el Ruaj, el madero y el Reino. El pasuk 17 dice que la carne se opone al Ruaj, y el 21 dice que los que practican las cosas de la carne no heredarán del Reino de Elohim. El pasuk 24 se refiere a clavar la carne en el madero, que es la forma en que el Reino puede hacerse presente en nosotros. El Reino sólo está entre nosotros cuando Mashíaj está en medio de nosotros, y eso jamás sucede en la carne, por eso "los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Elohim". La carne no puede heredar el Reino. Mashíaj sólo puede manifestarse en medio de Sus hijos cuando ellos han clavado la carne en el madero. Entonces, viene su Reino. Esto lo confirma nuestra experiencia. El Ruaj se opone a la carne. En el Ruaj se halla el poder de clavar en el madero a la carne. Cuando el Ruaj con el poder del madero derrota a nuestra carne y la somete, el Reino de Elohim está con nosotros.

 

El libro de Shemot se compone de dos secciones principales. Los capítulos del 1 al 17 forman la primera sección, y los capítulos del 19 al 40, la segunda sección. En la primera sección, vimos que nosotros, los que estábamos caídos, hemos sido redimidos, salvos y liberados. Además, vemos que hemos pasado a través del Mar de Juncos y hemos entrado en el desierto, donde disfrutamos de la provisión de Elohim y derrotamos la carne. ¡Qué salvación maravillosa es ésta!

 

En la segunda sección, los capítulos 19 al 40, vemos una revelación de la edificación de la morada de Elohim en la tierra. En esta sección, vemos varios capítulos en torno a la ley, que debemos comprender que más que "ley", en el sentido de una regla que se nos impone para obedecer, es "enseñanza", en el sentido de una regla que se nos da para ser mejores. Cuando nosotros enseñamos reglas a nuestros hijos, no las damos para que las obedezcan hasta los 18 y que cuando se "emancipen" las tiren por la borda y empiecen a hacer todo lo contrario. No, les damos reglas COMO ENSEÑANZA, para que aprendan a SER lo que esas reglas indican: obedientes, respetuosos, temerosos de Yahweh, amables, pacientes, etc. Queremos que esas reglas pasen a ser parte de su forma de ser, de su naturaleza. De la misma forma el Padre desea que sus leyes y estatutos y mandamientos sean incorporados en nuestra naturaleza, como hijos Suyos que hemos venido a ser. La obediencia es para los pasitos de bebé, pero la naturaleza es para los hijos adultos.

 

No obstante, este hecho no nos debe impedir tener una visión completa del libro de Shemot. El propósito de este libro es mostrar la salvación completa de Elohim para edificar Su morada. En el primer capítulo, vemos el pueblo escogido de Yahweh en una condición caída en Mitzrayim, pero en el último capítulo, vemos el tabernáculo como morada de Elohim. ¡Qué contraste! Él pueblo escogido de Yahweh es salvo totalmente de su condición caída para entrar en la morada de Elohim. Este es el camino del desierto, y debemos recordar que, HISTÓRICAMENTE, es el camino que estamos recorriendo (ya llegando al final), el camino de la compañía de Shavuot.

 

Al principio del libro de Shemot, los hijos de Yisrael, el pueblo escogido de Elohim, están bajo la tiranía del mundo. Elohim los salvó, los liberó, los rescató, e hizo de ellos Su morada en la tierra. Por tanto, EL PUNTO CENTRAL DEL LIBRO DE SHEMOT NO ES LA LEY QUE FUE DADA. Efectivamente, este libro registra claramente la promulgación de la ley. Pero si prestamos atención únicamente a eso, NO VEREMOS QUE LA VISIÓN COMPLETA DEL LIBRO DE SHEMOT ABARCA LA SALVACIÓN DE ELOHIM PARA LA EDIFICACIÓN DE SU MORADA. Por centrarse en detalles sueltos (porque los que hoy corren atrás de "raíces hebreas" NO ESTÁN LEYENDO TODO, sino que, siguiendo su vieja costumbre recibida del cristianismo, "eligen" las partes que quieren ver), no comprenden el Plan completo, y no ven que la entrega de la ley es secundaria a la edificación del Tabernáculo como morada de Yahweh, porque fue entregada PARA LA CONSTRUCCIÓN, no al revés. Muchos de los que buscan raíces hebreas hoy están buscando "reglas" para hacer, no edificar su Tabernáculo interior para ser edificados en el Tabernáculo corporativo. En los primeros 17 capítulos de este libro, tenemos un cuadro de cómo Elohim salvó a Su pueblo, lo liberó, lo rescató y les dio la provisión en el desierto, es decir, les dio maná y agua viva para cambiar sus naturalezas interiores, que significa que Él estaba edificándolos a cada uno como piedras vivas, para que todos juntos levantaran el Ojel Moed. Luego, Él los llevó al monte Sinay para darles la visión de la edificación de Su morada a fin de que la construyeran conforme a esta visión específica, no conforme a las ideas de cada uno.

 

Si leemos el libro de Shemot según nuestro concepto natural, recalcaremos el hecho de que la ley fue dada. Eso es lo que la carne ve a primera vista. Así, el libro de Shemot será principalmente un registro de cómo Elohim dio mandamientos, ordenanzas y estatutos por medio de Moshe. No obstante, si leemos este libro desde una perspectiva divina y espiritual, nos daremos cuenta de que Shemot no es la historia de cómo fue dada la ley, sino un relato de cómo Elohim salvó a Su pueblo escogido y les dio una visión celestial para que edificaran Su morada en la tierra.

 

Aun cuando prestemos atención a la promulgación de la ley y al modelo del tabernáculo, para reproducirlo en nuestro interior y corporativamente, nuestro concepto quizá sea que Shemot es la promulgación de la ley. Tal vez prestemos mucha más atención a la ley que al tabernáculo, y la ley es EL PLANO EN BASE AL CUAL SE CONSTRUYE EL TABERNÁCULO. Toda edificación requiere un plano de construcción, y la Torah es este plano. Así debemos tomarla, y no simplemente como un conjunto de leyes y estatutos que debemos obedecer para no ir al infierno, y ni siquiera para "agradar" a Yahweh.

 

Entre las dos secciones principales de Shemot, la sección sobre la salvación de Elohim y sobre Su edificio, se necesita el Reino. Sin el Reino, no hay ningún resultado, ninguna consecuencia de la salvación de Elohim. Esta es exactamente la situación que prevalece entre muchos creyentes hoy en día. Ya que pocos creyentes aniquilan totalmente la carne, no se encuentra entre ellos el resultado adecuado de la salvación de Elohim, es decir, el Reino. Un creyente puede ser fundamentalista, bíblico y ético, y aún así, encontrarse totalmente en la carne. Es más difícil mostrar su error a este tipo de creyentes que a los que no creen. Ellos se consideran a sí mismos en la posición del fariseo que estaba haciendo lo correcto mientras consideraba al publicano como un pecador, pero Yahweh justificó al otro. Quizá ame a los demás y sea bastante humilde. Pero su amor y humildad pueden provenir de la carne. Aun su predicación de la Besorah puede ser llevada a cabo en la carne. En nuestra predicación de la Besorah, podemos ser agradables y humildes, hablando siempre con amabilidad a los demás sin argumentar nunca con ellos, o hacer todo lo contrario, tanto da si proviene de la carne. Una cosa es predicar la Besorah en el Ruaj, y otra es predicar la Besorah en la carne. Elohim no se preocupa tanto por lo que hacemos; ÉL SE PREOCUPA POR LOS MEDIOS QUE USAMOS PARA HACER LAS COSAS: ¿LAS HACEMOS POR EL RUAJ O POR LA CARNE?

 

Muchos creyentes no pueden entender esta palabra acerca de la carne. Disfrutan la salvación de Elohim hasta cierto punto, pero en su deleite no hay un resultado adecuado. Eso los frustra, pero o bien tratan de ocultar su frustración y fingen comportamientos, o bien desisten, creyéndose inadecuados, irremediablemente incapaces de alcanzar las promesas. Pero la respuesta a su frustración está en que SI DISFRUTAMOS LA SALVACIÓN DE ELOHIM HASTA EL PUNTO DE DERROTAR A AMALEQ, DE VENCER AL ENEMIGO DE ELOHIM DENTRO DE NOSOTROS, TENDREMOS EL REINO DE ELOHIM COMO RESULTADO DE LA SALVACIÓN DE YAHWEH.

 

 

El Retrato Del Reino

 

Ahora estudiaremos el cuadro del Reino presentado en Shemot 18. Como lo hemos indicado, el Reino viene después de que el enemigo de Elohim, Amaleq, que tipifica la carne, ha sido vencido (17:13-16). El B'rit Hadashá revela que el Reino viene cuando el pueblo escogido de Elohim ha vencido a su enemigo. Antes de que el Reino sea presentado en Shemot 18, el enemigo de Elohim dentro de nosotros, tipificado por Amaleq, es vencido en el capítulo 17.

 

Yitró, el sacerdote de Midián, suegro de Mosheh, se enteró de todo lo que Elohim había hecho por Mosheh y por Yisrael su pueblo, cómo Yahweh había sacado a Yisrael de Mitsráyim. Así que Yitró, el suegro de Mosheh, tomó a Tsiporah la esposa de Mosheh, después de que la habían mandado a casa, y a sus dos hijos –uno de los cuales se llamaba Guershom (Extranjero), queriendo decir: "He sido extranjero en tierra extranjera"; y el otro se llamaba Eliezer (Mi Elohim es ayuda), queriendo decir: "El Elohim de mi padre fue mi ayuda, y me libró de la espada del Faraón". Yitró, el suegro de Mosheh, le trajo a Mosheh su esposa y sus hijos al desierto, donde acampaba en el monte de ha’Elohim. Y le envió este mensaje a Mosheh: "Yo, tu suegro Yitró, he venido a verte, con tu esposa y sus dos hijos". Mosheh salió a recibir a su suegro; se postró y lo besó; cada cual preguntó por el bienestar del otro, y entraron en la carpa. Mosheh entonces le contó a su suegro todo lo que Yahweh le había hecho al Faraón y a los mitsritas en favor de Yisrael, todas las dificultades que habían tenido por el camino, y cómo Yahweh los había librado. Y Yitró se alegró por todas las bondades que Yahweh le había mostrado a Yisrael cuando los libró de mano de los mitsritas. Yitró dijo: "Bendito sea Yahweh, que los ha librado a ustedes de mano de los mitsritas y del Faraón, y que libertó al pueblo de mano de los mitsritas. Ahora sé que Yahweh es más grande que todos los ha’elohim, sí, porque las tramas de ellos se volvieron contra ellos mismos". Y Yitró, el suegro de Mosheh, trajo una ofrenda quemada y sacrificios para ha’Elohim; y vino Aharón con todos los ancianos de Yisrael para participar de la comida delante de Yahweh con el suegro de Mosheh. Shemot 18:1-12

 

Las Escrituras indican también que cuando el Reino viene como resultado de las derrotas del enemigo de Elohim, los gentiles que buscan a Elohim vendrán a adorarle. Estos gentiles son representados por Yitró, el suegro de Moshe, que era un sacerdote de Midián. Posteriormente, como podemos ver en Shoftim 6:3, los midianitas estaban cerca de los amaleqitas. Los midianitas y los amaleqitas estaban bastante mezclados. Pero en este momento, después de la derrota de los amaleqitas, algunos midianitas vinieron al pueblo de Elohim de una manera muy piadosa.

 

Tenemos que prestar atención a estas cosas, ya que necesitamos comprender el Plan completo. Pésaj es nuestra salvación, y Shavuot es el desierto. Así como los yisraelitas vagaron 40 años en el desierto, la congregación pentecostal vagó 40 jubileos en su "desierto". Estamos a punto de entrar en la Era de Sukot, que es el Milenio, y la mayoría cree que eso es el fin de todo, pero es porque no han comprendido las fiestas. El Milenio es el shabat de Mashíaj, el séptimo día de la primera semana de milenios, y como tal, se corresponderá a la experiencia de la Tierra Prometida de los yisraelitas: habrá que conquistarla. En cuanto a ese punto, vamos a ir viendo las confirmaciones a lo largo de las Escrituras, pero ya podemos comenzar a ver que Yahweh está preparando a su pueblo en el desierto, ¿y para qué? ¿Será que los prepara para que vayan a hacer turismo a los cielos? Ciertamente que para eso no se necesita preparación, y de hecho, la mayoría NO SE ESTÁ PREPARANDO ADECUADAMENTE. No, la entrada en el reposo de Mashíaj es para DEJAR DE TRABAJAR PARA NOSOTROS Y TRABAJAR PARA ÉL, o, para decirlo de manera más adecuada, para permitir que Él trabaje a través de nosotros en la Obra del Padre, que es atraer a todos a Mashíaj y sujetar a todos bajo los pies del Padre, para la restauración de todas las cosas.

 

Entonces, lo que aquí se nos muestra es un cuadro DE LAS COSAS QUE SUCEDERÁN AL ENTRAR EN LA "TIERRA PROMETIDA", EN EL MILENIO (que no es un espacio físico sino un ámbito espiritual). Cuando el mundo vea las maravillas que Yahweh efectuará (a través de la resurrección de los muertos, después de la séptima trompeta, y todas las cosas que sucederán en aquellos días), los gentiles saldrán al encuentro de "Moshe" y los yisraelitas en el desierto. Es decir, se cumplirán las profecías:

 

Así dijo Yahweh de los Ejércitos: Todavía vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades –los habitantes de una ciudad irán a la otra y dirán: "Vayamos a implorar el favor de Yahweh, busquemos a Yahweh de los Ejércitos". "Yo iré también". Los muchos pueblos y la multitud de naciones vendrán a buscar a Yahweh de los Ejércitos en Yahrushalayim y a implorar el favor de Yahweh. Así dijo Yahweh de los Ejércitos: En esos días, diez hombres de naciones de todo idioma se aferrarán de cada yahudita por el borde de su manto y dirán: "Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Elohim está con ustedes". ZejarYah 8:20-23

 

Cuando esto suceda verdaderamente, los gentiles se aferrarán al manto de los verdaderos yahuditas, no de los falsos edomitas sionistas como tantos están haciendo hoy en su ceguera. A pesar de que hoy tenemos una garantía del Reino en el Ruaj que hemos recibido, es para que oremos y trabajemos para que "venga Su Reino", no significa que haya ya llegado en plenitud. Esto no sucederá sino hasta que sucedan las cosas profetizadas, y como dijo Shaúl, antes deberá "manifestarse el inicuo", entre otras cosas.

 

Notemos que Yitró hace un sacrificio a Yahweh y se sienta a comer con los ancianos, y nadie se escandaliza por esto. Muchos han querido ver aquí la excusa para indicar que Yitró era creyente, pero lo cierto es que la ley aún no había sido dada, por lo que comer con un extranjero (y el campamento estaba lleno de ellos) no era mal visto.

 

Algunos han insistido en asegurar que Yitró era un sacerdote no de ídolos, sino del Elohim verdadero. Lamentablemente, el hecho de que él diga que "Ahora sé que Yahweh es más grande que todos los ha’elohim" (pasuk 11) significa que antes no pensaba así. Yitró, como midianita y como el resto de las naciones, era politeísta y adoraba falsos dioses. En aquellas épocas era bastante común el politeísmo, y normalmente cada tribu o nación tenía muchos dioses, con uno por encima del resto del panteón. Yitró no parece haber sido la excepción. Era sacerdote, PERO NO DE YAHWEH EXCLUSIVAMENTE POR LO MENOS. Y esto debe ser entendido de esta forma, porque Yitró realmente simboliza a los gentiles que están adorando "muchos dioses", como tantos hoy hacen lo mismo. Son incrédulos, no son verdaderos creyentes, aunque muchos de ellos puedan parecer que lo son y confundan a muchos, como lo hace Yitró aquí.

 

Cuando sucedan las maravillas de los tiempos del fin, el mundo se volverá a Mashíaj y los gentiles se acercarán a Su Cuerpo, reconociendo que "Yahweh es mayor que todos los ídolos del mundo". El hecho de que la profecía de ZejarYah mencione a "10 hombres de naciones" se refiere a las tribus perdidas. En la venida de Mashíaj, muchos seguirán durmiendo entre las naciones. Hoy la mayoría duerme (algunos pocos nada más están despiertos, otros están despertando aunque algunos, lamentablemente, están despertando de un mal sueño para caer en otro), pero en aquel momento todos verán y comprenderán, y buscarán "eso que perdieron".

 

 

También tenemos la figura de Tsiporah, la esposa de Moshe. Muchos han querido ver en ella la representación de la congregación, y es verdad que representa esto. Representa a todos los creyentes que han permanecido en el mundo, PERO SON AÚN ASÍ PARTE DE LA FAMILIA. Si son creyentes, han pasado a ser parte del Cuerpo, aunque se hayan comportado de forma tan vergonzosa como para alejarse del mismo. Ellos son la congregación del trigo que será dejada sobre la tierra porque no han trabajado para merecer la primera resurrección, la de los vencedores. Ese día, la familia (espiritual) volverá a estar reunida:

 

Así ha dicho Adonay Yahweh: "Alzaré mi mano hacia las naciones, y levantaré mi bandera a los pueblos; y ellos traerán en su seno a tus hijos, y a tus hijas las traerán al hombro". YeshaYah 49:22

 

Cuando hayamos vencido a la carne, se levantará la bandera de Yahweh-Nisí y el mundo entero la verá, y vendrán los gentiles y con ellos todos los creyentes que pensaron que era mucho más importante ocuparse de las cosas del mundo que del Reino. Todos aquellos que hoy están priorizando sus familias, su trabajo, sus cosas por encima del Padre y que las usan como excusa para justificar su no participación, su no envolvimiento con la Obra de Mashíaj, en aquel día se acercarán arrepentidos, porque verán que han perdido una gran oportunidad. Como para todos, sabemos que no han perdido la salvación, pero sólo recibirán su galardón al final del Milenio, después del juicio del Trono Blanco (ver CTU 01 - Las Fiestas De Yahweh Y Las Cosechas De Almas 01, CTU 02 - Las Fiestas De Yahweh Y Las Cosechas De Almas 02, CTU 08 - La Ley De Fuego De Elohim, CTU 09 - Los Juicios De La Ley Divina 01, CTU 10 - Los Juicios De La Ley Divina 02, CTU 23 - La Restauración De Todas Las Cosas 01, CTU 24 - La Restauración De Todas Las Cosas 02). En el comienzo del Milenio, las naciones devolverán a nuestra familia y ellos se quedarán ahora a nuestro lado.

 

Tsiporah representa a todos aquellos que han sido "tibios", mientras que Yitró simboliza a los gentiles de las naciones. La familia se quedará con nosotros, pero los gentiles "volverán al mundo", así como Yitró no permaneció junto a Moshe a pesar de haber sido convidado. En la Era de Sukot, esto sucederá porque cada nación buscará a Mashíaj, pero cada una lo hará en su propio territorio. Imaginar que todos los individuos del planeta (aún aceptando la destrucción de la tercera parte) puedan caber en un minúsculo territorio como el actual estado de Yisrael es un sinsentido, y además demuestra que no se conoce el deseo de Yahweh DE RESTAURAR TODAS LAS COSAS. La promesa no fue hecha originalmente a Avraham sino a Adam, y esa promesa incluye a todo el género humano. Esa promesa fue siendo pasada de generación en generación, pasando por Noaj hasta llegar a Avraham, y luego a Moshe, a David y finalmente a Su Adón Yahshua, para que Él la cumpliera en parte en su primera venida. Aún falta la consumación de todas las cosas, pero serán cumplido todo cuando Él haya "sujetado todas las cosas debajo de sus pies" (Qorintiyim Alef 15:27), y agrega a continuación:

 

Pero cuando le hayan puesto en sujeción todas las cosas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Yahweh sea el todo en todos. Qorintiyim Alef 15:28

 

Entonces, Tsiporah simboliza a la familia espiritual que no ha querido acompañarnos en el camino de Yahweh, la compañía del trigo que siempre se inclina más al mundo que a la Obra del Padre, y así permanecieron en el mundo, donde estarán confinados durante el Milenio, el tiempo de vida que a cada uno le toque. No seamos encontrados entre ellos, sino sigamos a nuestro Moshe, que es Mashíaj, crezcamos en Él, seamos ancianos que guiamos a otros y capitanes que trabajan en Su Obra, porque Él se encargará de cumplir Su promesa de que nuestros hijos e hijas nos serán devueltos por las naciones, y que las naciones mismas se acercarán. De modo que hasta los que tienen familias incrédulas recuperarán lo que hayan sacrificado... si es que lo hicieron. Si no, "hasta lo que tienen les será quitado" (Luka 19:26).

 

Cuando el Reino venga, la compañía del trigo, la familia perdida, participará de él. Muchos han sido sacerdotes politeístas, y han vivido vidas "a medias", sirviendo a dos señores, Yahweh y el mundo, y esa dualidad deberá ser limpiada. Otros serán las naciones que irán en busca de lo que los vencedores obtendrán: la vida en sus cuerpos glorificados en la primera resurrección, la vida que no muere.

 

Durante el Milenio, la congregación será la autoridad que gobernará en el Reino, ya veremos cómo más a fondo, pero básicamente ya podemos decir que habrá una "comisión celestial" que será ejercida por los vencedores (los ancianos ungidos), mientras que los miembros de la compañía del trigo (los "sacerdotes inicuos" de la profecía de Yahjezquel) serán la congregación sobre la tierra que ministrará a las naciones:

 

Los levitas que se alejaron de mí, mientras Yisrael anduvo errante lejos de mí, y fueron en pos de sus ídolos, cargarán con su castigo, y estarán en mi santuario como servidores, encargados de las puertas del templo y sirviendo en el templo. Ellos degollarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán de pie delante de los sacerdotes para servirles. Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de iniquidad para la Casa de Yisrael, por eso he alzado mi mano contra ellos jurando que cargarán con su castigo, dice Adonay Yahweh. No se acercarán a mí para serme sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas sagradas ni a las muy sagradas, sino que cargarán con su bochorno y con las abominaciones que cometieron. Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se debe hacer allí. Yahjezquel 44:10-14

 

Este grupo incluirá a todos los que vayan atrás de estos sacerdotes errados. No crean que las cosas escritas son "para los tiempos de ayer", ni que son "cosas viejas". Cuidado a quiénes siguen, porque correr atrás de lo equivocado traerá como resultado que no podrán acercase a los lugares santos, así como prefiguraron los levitas. Los levitas estaban a cargo de las cosas santas, pero no podían entrar en el santuario. Sólo los sacerdotes (en su momento de la línea de Aharón, luego de Tsadoq) tenían el permiso de entrar en el Lugar Santo, y por eso habla de ellos (que son los vencedores):

 

Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Tsadoq que cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los hijos de Yisrael se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice Adonay Yahweh. Ellos sí entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme, y cumplirán con mi ordenanza. Cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no se cubrirán con tela de lana. Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus lomos. No se ceñirán nada que los haga sudar. Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al pueblo. Yahjezquel 44:15-19

 

Vestirse de lino y lana implica el cambio del cuerpo de los vencedores, de cuerpos de carne a cuerpos espirituales (ver CTU 11 - "'Se Siembra Cuerpo Natural, Resucita Cuerpo Espiritual'').

 

Tsiporah y Yitró son dos figuras de la Era de Pésaj que son tipos, pero no de lo que sucedió en Shavuot, en el comienzo de la Era de Shavuot, sino de lo que sucederá en la Era de Sukot, cuando los yisraelitas que hayan vencido a la carne (en la primera resurrección) llamen la atención del mundo todo, tanto creyentes trigo como naciones incrédulas. Tsiporah ha estado perdida durante 40 jubileos, ya que la mayoría de los creyentes han amado más a su esposa, esposo, padre, madre, etc., que a Yahshua, y Yitró ha estado sirviendo a otros dioses al mismo tiempo, allá entre las naciones. Estas personas se acercarán en aquel momento para ser regidas por los vencedores, con la vara de hierro de Mashíaj.

 

 

 

Entonces, hasta ahora en el capítulo 18, vemos tres puntos principales: la derrota del enemigo, la venida de los gentiles para adorar a Elohim, representados por Yitró, y el "regreso" de la congregación del trigo, representada por Tsiporah. Al juntar estos puntos, tenemos un cuadro del Reino en el comienzo de la Era de Sukot. Para muchos esto resultará novedoso, pero es que también les resultará novedoso ver el Plan de Yahweh a través de Sus fiestas, porque son cosas que no han sido reveladas sino hasta estos últimos tiempos. Cada época trae las revelaciones que el Ruaj considera necesarias para el tiempo, así como trajo las revelaciones de las sombras en la época de Shaúl. Algunos no estarán de acuerdo con el hecho de que pretendamos que el Reino está descrito en el capítulo 18. No obstante, no vamos demasiado lejos cuando declaramos esto. Si Shaúl no nos hubiera dicho que Pésaj describía a Mashiaj, ¿quién habría tenido el valor de decirlo? Él tomó la delantera al interpretar los cuadros (una parte al menos, la que le fue revelada) del libro de Shemot cuando nos dijo que Mashiaj es nuestro Pésaj. Si el Ruaj no le hubiera revelado esto a Shaúl, nosotros no lo sabríamos hoy tampoco. Además, el maná y la peña golpeada tipifican también a Mashiaj, y el agua que sale de la roca tipifica al Ruaj, y todas estas cosas les fueron mostradas a ellos por Mashíaj y por el Ruaj. También hemos señalado que en el capítulo 17, Amaleq representa la carne, Moshe representa al Mashiaj ascendido que intercede por nosotros, y Yahoshua tipifica al Mashiaj que mora dentro de nosotros y combate por nosotros. Con todo este trasfondo, podemos decir que Yitró y Tsiporah en el capítulo 18 tienen también un significado tipológico. ¿Acaso Yitró y Tsiporah son únicamente personajes históricos? Ciertamente no. Pretender eso equivaldría a no entender que Shemot es un libro de cuadros. Así como Faraón representa a haSatán y Mitzrayim representa al mundo, Yitró representa a los gentiles y Tsiporah a la congregación del trigo. Entonces vemos que después de que Yahweh había vencido a su enemigo, los gentiles se volvieron al pueblo de Elohim para adorarlo, alabarlo y presentarle sacrificios, porque allí estaba el Reino de los cielos.

 

Debemos aplicar el cuadro de Shemot 18 a nuestra situación como creyentes hoy en día. Sabemos por experiencia que cuando nuestra carne es vencida, los incrédulos nos prestan atención. Pero en aquel día las cosas serán excepcionales. Normalmente, la atención que recibimos es para rechazar nuestro cambio, pero aquel día, LOS GENTILES SALDRÁN AL ENCUENTRO DEL CUERPO DE MASHÍAJ Y BUSCARÁN TENER COMUNIÓN CON ELLOS. Nuestra tarea hoy ya no es predicar las Buenas Nuevas, porque esa etapa está terminando, sino volver al mensaje de Mashíaj: ARREPIÉNTANSE, PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS ESTÁ CERCA. Y esta vez está cerca en su plenitud.

 

Es bueno que todas las congregaciones prediquen activamente la Besorah. No obstante, si vivimos en la carne y no vencemos a Amaleq, podemos trabajar mucho en la predicación de la Besorah, pero pocos incrédulos volverán a Elohim. De hecho hoy, en este movimiento de restauración, existe muy poca predicación a los incrédulos, la pauta se ha centrado en una supuesta edificación personal (que resulta tan confusa como la que habíamos recibido antes, en el paganismo cristiano), pero lo que se puede llamar "predicación" se ha centrado en "despertar a los dormidos", es decir, convencer a otros cristianos de los errores que hemos visto (y porque nadie puede convencer a otros de lo que no han experimentado, vemos a tantos cambiando todos los días de creencias, cuando el camino del Ruaj se confirma a cada día, limpiando paganismos). Esta no es la orden del Ruaj para estos días, como el cuadro de Shemot pinta. No debemos ir a hablar con los gentiles, ni tampoco ir a buscar a nuestra "esposa perdida", la congregación, DEBEMOS VENCER LA CARNE PARA QUE ELLOS VENGAN A NUESTRO ENCUENTRO EN NUESTRA VICTORIA.

 

Si primeramente vencemos y sometemos a nuestra carne y luego seguimos y contactamos a la gente y le predicamos la Besorah, Yitró vendrá a nosotros, y Tsiporah también nos seguirá. ESTO SIGNIFICA QUE LOS INCRÉDULOS SÓLO CAMBIARÁN DE ESTA MANERA. Aquellos que desisten y corren atrás de la carne de sus parientes y amigos, lamentablemente se perderán a sí mismos y también los perderán a ellos. Cuando llegue el Milenio, descubrirán que ellos y sus familias deben ser vendidos para pagar sus deudas, en lugar de salir ellos a redimir a los suyos y convertirse en sus goelim, su pariente redentor. Todas estas cosas son mejor explicadas en la serie antes mencionada. Cuando predicamos la Besorah por el Ruaj viviente por medio del madero que opera el aniquilamiento de la carne, el pueblo vendrá a nosotros dondequiera que vayamos. Por tanto, la predicación adecuada de la Besorah debe ser el Reino sobre la tierra. En las palabras de MattiYah 24:14, la Besorah del Reino debe ser predicada a todos los habitantes de la tierra, pero en el mundo espiritual, HABLAR TRAE LAS COSAS QUE NO SON A LA REALIDAD. Predicar el Reino entonces no es hablar de eso sino traerlo a la vida real por medio de nosotros vencer la carne. Aunque no lo habremos de lograr en plenitud hasta la Era de Sukot, CADA VEZ QUE CREYENTES VENCIERON LA CARNE, AÚN EN PARCIALIDAD, IMPRESIONARON AL MUNDO, como nos muestran las vidas de los apóstoles, los primeros creyentes, los mártires y tantos otros a través de la historia. De manera que no tenemos siquiera la excusa de que no lo lograremos en plenitud para no alcanzar el tope de la parcialidad.

 

La Besorah debe ser el Reino entre nosotros, aquí y ahora. Aunque prediquemos la Besorah, si vivimos en la carne pocos serán atraídos a Elohim. Debemos ser personas que vencen a Amaleq. Luego Yitró vendrá a Elohim por medio de nosotros y nuestras familias también nos seguirán. Esa es la promesa.

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