PIEDRAS VIVAS
CLE02 29
La Autoridad Y Orden Del Reino
En 18:13-27, vemos un cuadro de la autoridad y orden del Reino. Mashiaj, representado por Moshe, es la Cabeza, la autoridad, y bajo esta autoridad está el orden.
Algunos maestros bíblicos dicen que la propuesta de Yitró a Moshe era conforme a la manera humana de organización. Scofield afirma que esta forma de organización fue rechazada por Elohim en Bamidbar 11:11-17, 24-30 (la elección de los 70 ancianos). No obstante, si estudiamos detenidamente Shemot 18, Devarim 1, y Bamidbar 11, veremos que estas porciones de la Palabra giran alrededor de dos eventos distintos y que el último no anula al anterior. Por el contrario, lo fortalece. Mientras Bamidbar 11 habla de setenta ancianos, no se mencionan los ancianos en Shemot 19 ni en Devarim 1. Más bien, en estos capítulos, vemos capitanes, "cabezas". Ya que los hijos de Yisrael deben haber sido por lo menos dos millones de personas, los capitanes de millares, centenares, cincuenta y decenas deben de haber sido miles de personas. Estos capitanes son distintos de los setenta ancianos.
Si comparamos Shemot 18 y Devarim 1 con Bamidbar 11, veremos que Bamidbar cubre un tema distinto. En los dos capítulos primeros, vemos el cansancio del pueblo, la carga que tenía, y las contiendas. Pero Bamidbar 11 describe la rebelión del pueblo contra Elohim. Debido a esta rebelión, Moshe se quejó a Elohim: "No puedo yo sólo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía" (Bamidbar 11:14). Entonces Elohim dijo a Moshe que reuniera a setenta hombres entre los ancianos de Yisrael (pasuk 16). En Bamidbar, la rebelión es muy distinta del cansancio, de las cargas y de las contiendas mencionadas en Shemot y Devarim. La gente se acercaba a Moshe para presentarle sus litigios, y él intercedía por ellos. Puede ser que a diario presentaban centenares de problemas a Moshe. Esta fue la razón por la cual Yitró propuso que Moshe designara capitanes de miles, centenares, cincuenta, y decenas para ayudarle. Los problemas mencionados en Shemot 18 y Devarim 1 eran relativamente menores. Pero Bamidbar abarca el asunto grave de nuestra relación adecuada con Elohim. Esta fue la razón por la cual el Ruaj de Elohim vino encima de los setenta ancianos que llegaron a ser profetas. Estos setenta no reemplazaron los capitanes de millares, centenares, cincuenta, y decenas.
El propósito del relato de Shemot y Devarim consiste en mantener un buen orden entre el pueblo de Elohim en su Reino, mientras que en Bamidbar es cuidar la relación entre el pueblo de Elohim y Él mismo. Por eso en el primero (el caso de que nos ocuparemos hoy) se refiere al poder judicial, mientras que el otro es el poder "legislativo", y lo pongo entre comillas porque en verdad los ancianos no legislaban leyes, las leyes las legisla sólo Yahweh, pero al dividir Él del Ruaj de Moshe entre los 72, estaba levantando el precedente del sacerdocio como Él quería, ANTES DEL BECERRO. Después de eso, las cosas cambiaron, como veremos, pero justamente éste será un precedente de lo que sucederá en Sukot. Éste debería haber sido el sistema sacerdotal: los 72 funcionarían en el mismo nivel que Moshe sobre el pueblo, ya que todos ellos estaban ungidos y eran profetas. Son 72, porque ese es el número de las naciones. Pero luego vino el becerro de oro, y todo cambió. En este punto, los hombres continuaron con ese sistema PERO YA NO HUBO UNGIMIENTOS DE LO ALTO, Yahweh levantó el sacerdocio Aharónico y levita, pero no volvió a confirmar a los ancianos, por lo que terminó transformándose en el Sanedrín, una institución humana. Ya hablaremos del tema a fondo cuando lleguemos al punto.
Al señalar este asunto, se levanta una pregunta: ¿esta decisión de los jueces ES LO QUE YAHWEH QUERÍA O NO? Noten que no pregunto si es "bueno o malo", porque desde el punto de vista humano parece ser muy bueno, pero me pregunto si para Yahweh lo es. Muchas veces en las Escrituras Él permite libertad, gran libertad, para que expresemos las cosas a nuestra manera, aún cuando no siempre es lo que Él desea, y Él no lo impide. Por ejemplo, cuando el pueblo pidió un rey, rechazaban Su teocracia, pero Él los dejó hacerlo. En muchas cosas Él nos da LIBERTAD DE APRENDIZAJE. Él nos da sus leyes, pero después nos permite vivir de acuerdo a nuestras costumbres SIEMPRE QUE NO SEAN CONTRARIAS A SUS LEYES, evidentemente. Pero a Él no le interesa la forma en que nos vestimos, nos peinamos y nos movemos, DESDE QUE NO IMITEMOS A LOS IDÓLATRAS, desde que no seamos indecentes, desde que no transgredamos Sus leyes básicas. De la misma forma, Él muchas veces permite que experimentemos formas de aplicar Sus normas y no lo impide. Pero esto aún no determina si en este caso, esta selección de cabezas fue o no Su VOLUNTAD PERFECTA, o si sólo fue su VOLUNTAD PERMISIVA.
Durante todo el camino de la Era de Pésaj y la Era de Shavuot vemos que Él permitió muchas acciones humanas, muchas formas de poner en práctica Sus ordenanzas. Así como ya sabemos que durante la Era de Pésaj permitió esas cosas para exponer la carne de los yisraelitas y la inutilidad de sus esfuerzos propios, ASÍ TAMBIÉN SUCEDE AÚN HASTA HOY EN LA ERA DE SHAVUOT. Ambas son eras de parcialidad, en las que el hombre ha tratado de responder a los pedidos y llamados de Yahweh pero no ha tenido la oportunidad de hacerlo sino DESDE SU CARNE. En la Era de Pésaj, carne completa, en la Era de Shavuot, con un poco del Ruaj en nuestro interior, pero aún en la carne. Esta fue Su Voluntad Permisiva, no la Perfecta, pero al mismo tiempo podemos considerarla perfecta PORQUE CONDUCE A LO QUE YAHWEH DESEA HACER: mostrar al hombre la incapacidad de la carne, hacer que nos frustremos intentando y cayendo hasta desesperarnos, para comprender que sólo Él puede, y que sólo podrá plenamente cuando sea todo en todos.
Como ya hemos aprendido en otra serie, el concepto de bien y mal está más allá de lo que Yahweh es (ver CTU 28 - Apéndice 2, El Origen Del Mal). Él crea ambos, y utiliza ambos para alcanzar sus objetivos, y eso es SIN PECAR. Claro que es el único que puede hacer eso, nosotros fallamos. Por lo tanto, Él puede a veces permitir cosas malas (que nosotros llamamos de "malas" porque no nos resultan agradables) PORQUE Él HARÁ QUE LOS RESULTADOS SEAN "BUENOS", EN CUANTO A QUE ESTARÁN DE ACUERDO A SU VOLUNTAD. Su Palabra nunca regresará vacía.
Por lo pronto, no podemos decir que el arreglo haya sido malo, a pesar de que provino de la carne. También se puede alegar que muchas veces Yahweh habla y actúa a través de gentiles. El asunto no queda del todo claro, pero en todo caso, Yahweh no se pronuncia ni a favor ni en contra, aunque estos capitanes que fueron colocados sobre cantidades de personas no recibieron la unción del Ruaj como los ancianos que Yahweh determinaría más adelante. Esta diferencia también puede obedecer al hecho de que, como vimos, unos estaban para actuar dentro del ámbito gubernamental mientras que los otros actuarían dentro del ambiente sacerdotal. Entonces, lo que estamos viendo en sí es la forma del gobierno dentro del Reino. Pero esto también provocó, en diferentes momentos, rebeliones de parte de estos capitanes, apoyados por partes del pueblo. Todo lo que sale de la mente de la carne carece de la unción del Ruaj, no lo tiene como Su fuente, y tarde o temprano se rebela.
En sí, la propuesta de Yitró era positiva. Describe el orden bajo la autoridad divina en el Reino de Elohim, porque, al final, los capitanes estaban bajo la autoridad de Moshe. Nos ayuda a ver que en el Reino de Elohim no hay desorden. Claro, Él permitió estas cosas porque en aquel tiempo como lo será también en la Era de Sukot, HABRÁ CARNE Y AÚN NO ESTARÁN TODOS EN EJAD PLENA. Cuando dos o más están plena y completamente de acuerdo en algo, YA NO ES NECESARIO PONER CAPITANES, NI JUECES, NI SIQUIERA REGLAS. Pero como para eso falta, es necesario tener un gobierno "temporal" mientras las cosas sean aún en parcialidad. Que se entienda entonces, que, como dijo Shaúl:
Ahora conocemos parcialmente, y parcialmente profetizamos; pero cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es parcial se acabará. Qorintiyim Alef 13:9-10
Digo esto para que se comprenda que en todo paso de Era, en todo escalón que subimos, DEJAMOS ATRÁS LAS COSAS QUE YA NO SERÁN NECESARIAS EN EL NUEVO NIVEL. Si nos aferramos a ellas, estamos negándonos a obedecer, estaremos en rebeldía y eso será cobrado.
Entonces, en este momento Moshe estableció jueces civiles sobre el pueblo. Ellos ya tenían ese concepto incorporado, porque cada tribu siempre tuvo su cabeza principal, y después de él ya estaba el hijo primogénito que se sabía heredaría, entonces, dentro de todo, el concepto es bastante simple, y al parecer, fue completamente eficaz. Todos ellos estaban bajo la autoridad de Moshe como cabeza, representando a Mashíaj. Bajo la autoridad de Mashiaj como Cabeza todo y todos están en orden.
A pesar de que todas las leyes provienen de la misma fuente que es Yahweh, existen aplicaciones sacerdotales (de ministerio) y aplicaciones civiles, de gobierno. El pueblo muchas veces tenía disputas que no eran tan importantes como para ser presentadas delante de Moshe (que hasta este momento representaba a Mashíaj como Kohen Gadol, rey y sacerdote al mismo tiempo), sino que podían ser resueltas por intermediarios capacitados. En el caso de las disputas civiles, los jueces podían resolverlas de forma rápida; en el caso de haber dudas, eran elevadas a Moshe para que él consultara a Yahweh. Más adelante, podrían consultar a los ancianos que habían sido ungidos y que estaban, en ese sentido, en el mismo nivel de conocimiento y acceso a la Ley que Moshe.
Así será también durante la Era de Sukot, aunque el nivel de derramamiento del Ruaj será superior. Estarán los vencedores que serán los intermediarios entre los cielos y la tierra. Estos se corresponderán con los 72 ancianos porque son los que han sido ungidos. Tendrán sus cuerpos nuevos y se cambiarán sus vestiduras de lino a lana para ministrar a los que hayan quedado en la tierra, que están bajo el gobierno de los "levitas inicuos", como son llamados en el libro de Yahjezkel, aquellos que han sido creyentes pero no prepararon sus lámparas y fueron lanzados "a las tinieblas de afuera", es decir, no tienen acceso al Lugar Santísimo, ni recibieron cuerpos glorificados en la primera resurrección. Aún así, estarán "a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se debe hacer allí".
Como podemos ver, este arreglo corresponde al gobierno de la congregación. En aquella época, eran unos dos millones de personas, que salieron todos desarreglados de Egipto y sólo unos cuantos meses después estaban organizados como un ejército, y tenían determinado un sistema judicial (los capitanes o cabezas) en lo civil, y también después tendrían un sistema sacerdotal. Esto se corresponde con las funciones ministeriales en el B'rit Hadashá de los primeros tiempos. Había un Kohen Gadol, Mashíaj, y fueron levantados los creyentes del aposento alto simbolizando a los ancianos. Ellos fueron ungidos y recibieron del ruaj de Mashíaj, como los ancianos habían recibido parte del Ruaj que Moshe había recibido. Luego seguía el resto de la congregación, que se dividía en 12 tribus. En Hitgalut vemos que el árbol de la Vida tiene 12 frutos. Las 12 tribus y los 12 apóstoles simbolizan los diferentes aspectos de Mashíaj en cuanto a los frutos producidos. Cuando todos alcancemos la plenitud de la Nueva Yahrushalayim, todos tendremos acceso a los 12 frutos de manera completa. Dentro de la congregación el Ruaj repartía dones y funciones. Estas funciones ya no estaban separadas como en el Tanaj, porque desde el B'rit Hadashá ya pertenecemos, en promesa, al sacerdocio de Melki-Tsedeq, y somos reyes y sacerdotes al mismo tiempo. Entonces tenemos funciones sacerdotales y gubernamentales: evangelistas, pastores, enviados, profetas, maestros, diáconos, ancianos, Y LOS QUE CARGOS QUE DEBAN SURGIR DE ACUERDO A LAS NECESIDADES. En ningún lugar de las Escrituras vemos que Mashíaj haya ordenado levantar ancianos o diáconos, PERO ESTAS FUNCIONES ERAN NECESARIAS, y así surgieron espontáneamente. Igual que en la época de Moshe, surgió una necesidad funcional y fue resuelta, Y YAHWEH NO SE ENOJÓ POR ESO.
Estas son funciones para la administración del Reino en la tierra. Hasta que no lleguemos a estar en un pleno acuerdo, es decir, hasta que nuestra carne no sea eliminada por completo y todos recibamos nuevos cuerpos, necesitaremos estas funciones de enseñanza, de regulación, de ministrar y gobernar, de servir, de ejercer servicios básicos dentro de la comunidad y al mismo tiempo, de capacitar a las generaciones siguientes. En la época de los apóstoles, algunos hermanos se encargaban de levantar las colectas de ayuda para los necesitados, otros cuidaban de los creyentes enfermos, los pobres, los extranjeros, y los que estaban en prisión, otros de preparar las reuniones y organizar los memoriales de la Cena, etc. Había muchas tareas, y estas eran mayormente DE SERVICIO. Hay muchas cosas que se pueden Y DEBEN hacer para realizar la Obra del Reino a pleno, y nadie puede decir que no está capacitado para alguna de ellas, porque las hay de las más simples. Claro que para esto cada uno deberá decidir a qué amo sirve primero, si a Yahweh o al mundo. Los ancianos, por otro lado, debían ayudar a resolver las disputas, orar por los enfermos, pastorear y enseñar la Palabra. Como vemos, hay tareas civiles, gubernamentales y de sacerdocio, y desde Shavuot, las mismas son ejercidas de acuerdo a los dones que el Ruaj reparte. En la época de Moshe el Ruaj no había sido aún derramado, y vemos que Yahweh sólo lo derramó sobre los ancianos que iban a ejercer casi el mismo cargo que Moshe. Y digo "casi", porque como Moshe era tipo de Mashíaj, él mismo no podía ser reemplazado, y continuó siendo el único a tener contacto directo con Yahweh, hablando con Él "cara a cara".
En la actualidad, se ha cometido el error de que cada uno levanta su casita, o sea su denominación, y elige el título que más le gusta. Entonces tenemos "la congregación del pastor Fulano" o "la congregación del apóstol Mengano", lo cual es ANTI-BÍBLICO. Ninguno de los apóstoles fundó un ministerio propio, y mucho menos los pastores, que eran un cargo menor DENTRO de la congregación. Claro que había pastores en cada congregación local, y también había ancianos, y maestros, profetas, etc., según el Ruaj levantaba. PERO HABÍA UN ÚNICO MINISTERIO. El Reino de Yahweh no está dividido, y esto volverá a verse durante la Era de Sukot.
Por eso sabemos que hoy aún necesitamos de estas cosas que no son del todo perfectas, pero son parciales y correctas. Estas cosas funcionan como la ley, como un tutor que nos guía mientras crecemos. Cuando la ley esté grabada en los corazones de todos, YA NO SERÁ MÁS NECESARIA, porque todos la conocerán. Así también sucederá con las funciones, no serán necesarias porque "todos lo conocerán", y nadie necesitará enseñar a nadie.
Entonces, ¿qué son estas cosas en la congregación local y en la Novia, la unión de todas las congregaciones? Si una congregación local es verdaderamente el Reino de Elohim, no sólo habrá ancianos, sino también capitanes. Toda congregación necesita de todas las funciones TRABAJANDO JUNTAS PARA UN MISMO OBJETIVO: LEVANTAR EL CUERPO DE MASHÍAJ Y TRAER EL REINO. Ese es el objetivo del Padre, por lo tanto, debe ser el nuestro también. Los ancianos son necesarios para apacentar las ovejas, alimentarlas y guiarlas por los caminos de Yahshua, pero los capitanes establecen el orden práctico de la vida: ellos organizan, preparan, sirven, dan la bienvenida a los nuevos, buscan saber cuáles son las necesidades que deben ser resueltas en la congregación, ayudan, en fin, realizan todas las tareas que resultan de una vida práctica en el Cuerpo. Los capitanes llegaron para aliviar la carga de Moshe, es decir, llegaron para realizar todas las tareas de gobierno (que es servicio) en la administración del Cuerpo. Así como Moshe no necesitaba tratar todas las cosas, tampoco en la actualidad se necesita presentar todas las cosas a los ancianos en la congregación. Por el contrario, debería haber capitanes en la vida de congregación que, bajo la autoridad de Mashiaj como Cabeza, solucionen los problemas y mantengan el orden.
A esto somos llamados: esto es ser reyes y sacerdotes, ejercer esta función en la tierra, aprender a aplicar Sus leyes a la vida práctica. Entonces ¿qué representan los capitanes en la Era de Sukot? Indican la forma en que será levantado el "gobierno" y la administración del Reino en la tierra en aquellos días. Los ancianos representan a los vencedores, que estarán en contacto directo tanto con la tierra como con los cielos, funcionando como intermediarios entre las dos esferas, mientras que en la tierra, los que hayan permanecido establecerán "cabezas" sobre grupos de cantidades determinadas. A esto se refería Mashíaj cuando dijo que el premio para los que habían hecho producir las minas era estar sobre cinco o diez ciudades, proporcional a lo que habían producido. Estas cabezas estarán encargadas del gobierno (nuevamente insisto: EL SERVICIO) de los que aún deberán aprender justicia, tanto los creyentes del trigo como las naciones.
¿Por qué esto es importante tanto ayer como hoy y mañana? Ayer era el cuadro que hoy interpretamos, comprendemos Y EMPEZAMOS A PONER EN PRÁCTICA EN LA VIDA REAL DE LA NOVIA, SI ES QUE QUEREMOS CONVERTIRNOS EN VENCEDORES. Si dejamos estas cosas (y cualquier otra) de lado y nos excusamos diciendo que "estamos en parcialidad y no podemos alcanzar nada en plenitud, así que para qué esforzarnos", estaremos haciendo Su Obra negligentemente Y SEREMOS DEJADOS DE LADO Y LANZADOS A LAS TINIEBLAS DE AFUERA, porque Él mismo declara:
¡Maldito el que sea negligente en hacer la obra de Yahweh! YirmeYah 48:10
Supongamos que dos hermanos tienen un problema entre sí. Si se necesita llamar a los ancianos, el Reino de Elohim no está presente en la congregación de una manera práctica completa. Se carece claramente de vida y de autoridad. Aun cuando los hermanos y hermanas sean pocos, debe haber también los capitanes, unos subordinados a otros ("de millares, de centenas, de cincuentenas, y de decenas") hermanos y hermanas que se ocupen de las diferentes instancias para el crecimiento de la Obra. La obra no es de uno sólo, así como entonces no era de Moshe sólo, humanamente hablando. Cuando todo sea perfeccionado, las cosas probablemente serán diferentes, pero mientras tanto, SE NECESITA DEL ESFUERZO DE TODOS. Esto aliviará a Moshe, quien les trae la Palabra de Yahweh, y también a los ancianos, que deben encargarse de otros asuntos, los sacerdotales. Este es el entrenamiento que hace fructificar las minas y los talentos, y que tiene como premio "gobernar sobre ciudades", porque eso es lo que estas personas habrán aprendido.
La presencia de los capitanes en la vida de la congregación es una señal del Reino, no alcanza con los ancianos (los hermanos más avanzados), el sacerdocio. Para levantar la Nueva Yahrushalayim se necesitan los dos: el reinado y el sacerdocio, y ambos bajo Mashíaj como nuestra Cabeza, todos bajo esta autoridad.
Entonces, de esta manera, después de derrotar la carne, los gentiles y la congregación del trigo se acercan, y el Reino aparece. En este mensaje, hemos señalado repetidas veces que Shemot 18 presenta un cuadro del Reino. En este capítulo vemos cuatro aspectos de este cuadro: la derrota de Amaleq (la carne), por parte del pueblo de Elohim; la venida de gentiles en busca de Elohim; la congregación que regresa; y el mantenimiento de un orden adecuado. Cuando juntamos estos cuatro asuntos, tenemos el Reino de Elohim como resultado del deleite de la salvación y de la provisión de Elohim a través del maná y del agua de vida.
En los primeros 17 capítulos de Shemot, el pueblo escogido de Elohim disfrutó de Su salvación y de Su provisión. Ahora en el capítulo 18, vemos el resultado de este deleite: el Reino como la esfera, el ambiente, donde el pueblo de Elohim puede recibir la visión del modelo de la morada de Elohim y construir el tabernáculo según este modelo. Estas cosas son todas necesarias para poder estar listos para entrar en la Tierra Prometida, tengámoslo en cuenta. Claro, eso es para los vencedores. Los que dejen todo "para después", simplemente pasarán el resto del milenio (el resto de lo que a cada uno le toca de vida, claro) haciendo este trabajo nuevamente en la carne. Un poco mejor, ciertamente, las circunstancias mejorarán así como mejoraron en el comienzo de la Era de Shavuot con el derramamiento del Ruaj, pero el estancamiento espiritual permanece.
Esta será la edificación y el trabajo durante el Milenio, pero ahora vemos el orden de las cosas. Después de vencer la carne, los perdidos son atraídos al Reino, y se puede edificar el Tabernáculo. Entonces, es necesario empezar a levantar el Reino para poder edificar correcta y plenamente el Cuerpo, con vistas a la plenitud de la Nueva Yahrushalayim al final del Milenio. Durante la Era de Shavuot, el Tabernáculo se centró más en el desarrollo de las piedras, el Tabernáculo interior de cada uno de los creyentes. Hoy estamos entrando en Sukot, y el foco está en el levantamiento de la Novia, el Cuerpo. Las piedras ya deberían haber sido labradas (y las que no, ya sabemos, serán lanzadas a las tinieblas de afuera), de modo que el movimiento del Ruaj ahora apunta a la edificación de la Morada corporativamente, porque ésta será la tarea en el Milenio, entrar en la Tierra Prometida (para los vencedores, recibirán sus cuerpos glorificados, para el resto será el comienzo de la recuperación de la tierra toda), levantar el Reino y el templo vivo. Ahora comienza el ensamblado de las piedras que han permitido ser labradas, por eso no podemos seguir perdiendo el tiempo creyendo que "todavía falta" o que seremos arrebatados antes.
Compartiendo La Autoridad
En Egipto, Yisrael había sido dominada para impedirles que obtuvieran autoridad. Ahora Yahweh usaba la disciplina para capacitarlos a ejercer autoridad. A menudo es difícil distinguir entre el dominio y la disciplina. Mucha gente rechaza la disciplina por temor de llegar a ser dominada. Pero la actitud, los motivos y los resultados son totalmente diferentes. La diferencia fundamental es esta: la dominación destruye la voluntad libre; la disciplina le da forma y conduce a la madurez.
Es imprescindible sujetarse a la autoridad como preparación para asumir autoridad. Cuando alguien se sujeta, el proceso de disciplina comienza a formarlo para darle madurez y eventualmente alcanzar el ejercicio de la autoridad. El que se sujeta lo hace voluntariamente y queda libre para irse en cualquier momento. Yahshua les dijo a Sus discípulos en cierta ocasión: "¿Quieren irse ustedes también?". (Yahanan 6:67). La disciplina no ata, y es abierta.
La disciplina es el resultado de nuestro propio ministerio sacerdotal delante de Elohim. Somos un Reino de sacerdotes. Eso quiere decir que somos sacerdotes que funcionamos bajo un gobierno. La relación reino-sacerdocio es básica y está entrelazada, porque ambas cosas se unifican en nuestro Kohen Gadol, Yahshua. Yisrael también fue llamado a eso:
...ustedes me serán un reino de sacerdotes y una nación santa. Shemot 19:6
Entre más ejerzamos nuestra relación personal con Elohim, más sumisos nos volveremos a la autoridad. Entonces, se nos confiará mayor autoridad. Una persona tiene siempre libertad de apartarse de la autoridad. A veces Yisrael lo hizo, pero las consecuencias fueron siempre serias.
La naturaleza de haSatán es de codiciar la autoridad (YeshaYah 14:12-15). La naturaleza de Elohim es compartir la autoridad con sus administradores fieles (Bereshit 1:26-30).
Al día siguiente, Mosheh se sentó como magistrado entre el pueblo, mientras el pueblo estuvo alrededor de Mosheh desde la mañana hasta la tarde. Pero cuando el suegro de Mosheh vio lo mucho que tenía que hacer por el pueblo, le dijo: "¿Qué es lo que estás haciendo con el pueblo? ¿Por qué actúas solo, mientras todo el pueblo está a tu alrededor desde la mañana hasta la tarde?". Mosheh le respondió a su suegro: "Es que el pueblo viene a mí para consultar a Elohim. Cuando tienen una disputa, vienen donde mí, y yo decido entre una persona y otra, y les doy a conocer las leyes y enseñanzas de ha’Elohim". Shemot 18:13-16
Entonces, Yitró vio a Moshe juzgar a Yisrael, que se sentaba todo el día consultando al Adón y aconsejando al pueblo en sus problemas y en sus asuntos. Era natural que todo el pueblo gravitara hacia Moshe para que le asistiera ya que él conocía la voz del Adón. Él había tenido la experiencia de la zarza ardiendo. Él tenía la autoridad. Pero también tenía toda la responsabilidad, y eso lo estaba matando. No se puede divorciar la autoridad de la responsabilidad. Si queremos una, tenemos que aceptar la otra.
Este es un error común que no sólo estaba cometiendo Moshe, sino también el pueblo, y es algo que aún se mantiene en muchas congregaciones, donde todas las personas fluyen únicamente hacia su líder, su "pastor" o rabino o moreh o lo que sea. "Lo que estás haciendo no está bien; de seguro que te agotarás, y esta gente también", razonó Yitró en los pasukim 17-18. Ese tipo de situación no sólo desgasta al líder, recargándolo al colocar toda la carga sobre él, sino también al pueblo, porque hace que la distribución de la justicia sea sumamente lenta. Los orientales muy especialmente, son dados a explayarse en largas explicaciones, así que podemos imaginar cómo serían los días del pobre Moshe, y también del pueblo que estaba esperando su turno. Si seguían así, Moshe desfallecería y el pueblo terminaría por tomar la justicia en sus manos, con tal de no tener que esperar horas o hasta días para ser escuchado.
Las congregaciones tienden a hacer lo mismo. La gente viene y deja sus bebés espirituales "delante del altar", con una nota que dice "Lo engendré, pero no lo puedo criar. Por favor cuídemelo" para que el líder lo cuide, pero este no es el propósito de Yahweh. Él no tiene hoy ni tenía ayer la intención de colocar toda la carga sobre una única persona, sino en capacitar a muchos (a todos, en verdad) para compartir las tareas del Reino. No sólo el líder tiene que delegar responsabilidades. También el pueblo necesita aceptar las suyas y trabajar para el Reino. Claro que para eso hay que haber sacado el sistema de nuestros corazones, porque la excusa "tengo que trabajar, no puedo ocuparme de esas cosas" está siendo ahora mismo anotada en un libro. La verdad es que todos tenemos que trabajar en Su obra, y es mejor hacerlo libre y voluntariamente a ser vendidos como esclavos. Claro que cada uno elige dónde está el tesoro de su corazón.
Volviendo al pasaje en Shemot 18 encontramos que Yitró le dice a Moshe:
Ahora escúchame. Te voy a dar un consejo, y ha’Elohim estará contigo: Tú representa al pueblo delante de ha’Elohim: trae las disputas delante de ha’Elohim, y preséntales las leyes y las enseñanzas, y dales a conocer la manera en que deben vivir y las prácticas que deben seguir. Pero buscarás también de entre todo el pueblo hombres capaces que respeten a Elohim, hombres confiables que rechacen la ganancia deshonesta. Ponlos sobre ellos como jefes de millares, de centenas y de cincuentenas, y de decenas, y que ellos juzguen al pueblo en todo tiempo. Haz que te traigan a ti las disputas mayores, pero deja que decidan ellos las disputas menores. Facilítate la tarea por medio de dejar que ellos compartan tu carga. Shemot 18:19-22
SE NECESITA MÁS FE PARA CONFIAR QUE ELOHIM DIRIJA A OTROS QUE LA QUE SE REQUIERE PARA VER SU DIRECCIÓN EN NUESTRA PROPIA VIDA. PERO SI SEGUIMOS A YAHWEH, APRENDEREMOS A CONFIAR EN QUE LOS OTROS TAMBIÉN SERÁN GUIADOS POR ÉL. MOSHE TUVO QUE APRENDERLO.
"Tú representa al pueblo delante de ha’Elohim"
Este era el primer paso esencial para que Moshe delegara efectivamente. Él debía orar por el pueblo, interceder por ellos; Moshe debía someter los asuntos a Elohim y recibir de Él las órdenes y comandos. La oración era un aspecto esencial del liderazgo de Moshe en el pueblo, tanto más porque Moshe tipifica a Mashíaj, quien es nuestro intermediario entre Yahweh y nosotros. Nosotros tenemos acceso al Padre a través del Mashíaj que está en nuestro interior, porque hemos recibido de Su Ruaj. Más adelante, Yahweh tomaría del Ruaj que había en Moshe y lo derramaría sobre los 72 ancianos, esto es símbolo del derramamiento del Ruaj de Mashíaj sobre la congregación, que alcanzará la plenitud en primer lugar con las primicias, los vencedores, y luego con el resto de la congregación.
La función de los ancianos, entonces, es la de secundar al líder como intermediarios también. El líder era Moshe y solamente él tenía contacto directo con Yahweh, y de la misma manera, solamente Yahshua hoy tiene contacto directo con el Padre. Luego, debajo de esta Cabeza, vienen los ancianos, los líderes ungidos que son los que Moshe ha elegido
Y Yahweh ha ungido, cuyo deber es ser los intermediarios sobre el resto del pueblo. Es necesario comprender que esto no quiere decir que Mashíaj sea nuestro único intermediario, sino que ÉL HA DADO TODA AUTORIDAD A SU NOVIA DE REPRESENTARLO EN PLENITUD, DE LA MISMA MANERA QUE SU PADRE SE LA DIO A ÉL. El Cuerpo, la Novia, tiene toda la autoridad de Mashíaj (siempre que esté en Él, y eso significa actuar en concordancia con Su voluntad, no con la propia), y por eso ejerce Su autoridad sobre la tierra, COMO SU REPRESENTANTE Y NO COMO UN CAPRICHO PERSONAL. Por eso, rebelarse a esta autoridad declarada por Mashíaj es rebelarse a Su decreto. Al mismo tiempo, debe reconocerse que los ancianos realmente ungidos por el Ruaj no son tiranos ni buscan ser obedecidos por sí mismos. Estas cosas, que hoy aún están en confusión porque aún estamos andando sólo con la garantía parcial del Ruaj, serán vistas en plenitud a través de los vencedores en primer lugar, y el ver esto ayudará a muchos a avanzar en su crecimiento y a someter su propia carne. Muchos creen que es blasfemia decir que los vencedores serán como Mashíaj, pero ese es el punto que el Padre desea alcanzar: muchos hijos hechos a imagen y semejanza de Mashíaj, que es Su propia imagen y semejanza. En Moshe vamos a ver tipificados muchos aspectos de Mashíaj que hoy le son únicos, pero que a partir de la primera resurrección y levantamiento de los vencedores, comenzarán a ser ejercido también en plenitud por Su Cuerpo, no como pequeños insubordinados que tratan de rebelarse sino como Sus representantes, porque están unidos a Él y sólo hacen Su Voluntad.
"Preséntales las leyes y las enseñanzas"
Para que Moshe pudiera dirigir y delegar efectivamente, él debía enseñar la Palabra de Elohim no solamente para alimentar a una generación, sino para que esa generación se ocupara de alimentar a sus descendientes. La enseñanza es el comienzo necesario para delegar autoridad y establecer el gobierno. Ezrah siguió ese proceso:
Porque Ezrah se había dedicado a estudiar la Torah de Yahweh así como a observarla, y a enseñar a Yisrael las leyes y las reglas... Yo, el rey Artajshasta, he emitido una orden a todos los tesoreros que están en la provincia de Allende el Río que todo lo que les pida el sacerdote Ezrah, erudito de la ley del Elahá del Cielo se le conceda de inmediato... "Y tú, Ezrah, por la sabiduría divina que posees, designa magistrados y jueces que administren justicia a todo el pueblo que está en la provincia de Allende el Río, a todos los que conocen las leyes de tu Elahá, y para que les enseñen a los que no las conocen". Ezrah 7:10,21,2
Shaúl instruyó a Timoteo a que enseñara a hombres fieles que pudieran enseñar también a otros:
Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, encárgaselo a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Timotio Bet 2:2
De manera que vemos que este principio ha sido aplicado a través de los siglos y continuará hasta que la ley haya sido grabada en todos los corazones y ya nadie necesite enseñar a otro, porque todos conocerán a Yahweh.
En primer lugar, el pueblo debía conocer POR SÍ MISMOS la Palabra de Yahweh, sus leyes y ordenanzas. Entonces, DE ENTRE EL PUEBLO CONOCEDOR DE LAS LEYES, Moshe debía seleccionar a algunos de acuerdo a ciertas capacidades. Si el pueblo conociera la palabra de Elohim, entonces muchos asuntos podrían ser resueltos inmediatamente, porque podrían confiar en que las personas que Moshe había delegado podrían darles consejo de la sabiduría de Elohim. Lamentablemente, por un lado el pueblo se negó (y aún se niega hoy) a leer la Palabra, y por otro lado muchos maestros gananciosos los convencen de que no conseguirán entenderla si ellos no se la explican. La comodidad y pereza del pueblo ha estado alimentando la voracidad de los lobos hambrientos que han estado guiando al pueblo a sus propias doctrinas humanas, alejándolos de las leyes de Yahweh. La ley no debía ser aprendida únicamente por los capitanes, SINO POR TODO EL PUEBLO. Aún hoy debe ser así.
En segundo lugar, muchos han tratado de ver una analogía (que aseguran es clara) entre el liderazgo de Moshe sobre Yisrael y el liderazgo de un pastor (o cualquier otro título) sobre el pueblo de Elohim. Lamentablemente, la falla está en no comprender que MOSHE TIPIFICA A MASHÍAJ, NO A UN LÍDER HUMANO CUALQUIERA. Al pretender asumir el papel de Moshe como líderes, están en verdad tratando de usurpar el puesto de Mashíaj, quien es el único Kohen Gadol y Cabeza del Cuerpo. No hay otro que pueda ocupar ese lugar, NI SIQUIERA EL CUERPO LO HACE. La Cabeza es y siempre será Mashíaj, y no hay otro líder único por encima de toda una congregación, ni siquiera una local, que pueda ser comparado con Moshe. Los que lideran las congregaciones locales son ANCIANOS, en el sentido de los ancianos que aparecen en Bamidbar 11, sobre los cuales Yahweh derramó su Ruaj, haciéndolos profetas. Sobre una congregación puede haber uno o más de estos ancianos (como los apóstoles en el comienzo), pero NINGUNO ES MOSHE. De Mashíaj para abajo, aunque todos tenemos dones, funciones y capacidades diferentes dadas por el Ruaj, y un desarrollo y crecimiento personal debido al tiempo propio de cada uno en el camino, TODOS TENEMOS EL MISMO CONTACTO CON LA CABEZA. Todos estamos en la misma relación, en la cual Él es nuestro intermediario ante Yahweh. No hay un pastor o un apóstol humano que ocupe esa posición, y quien pretende asumirla, ESTÁ USURPANDO EL TRONO. De manera que muchos harían mejor en no andar adoptando títulos que no han sido otorgados, y se conformen en realizar la tarea que sí se les ha otorgado.
Sin embargo, tenemos el hecho de que Yahweh sacó del Ruaj de Moshe y lo derramó sobre los ancianos, y aquí sí encontramos las analogías que podemos aplicar. Los ancianos, al recibir del Ruaj de Moshe, quedaron casi en un mismo nivel con Él, aunque no como intermediario único de Yahweh, eso siguió haciéndolo él sólo, a pesar de que vemos que los 70 ancianos subieron al monte y pudieron estar en la presencia de Yahweh (lo que prefigura justamente la resurrección de los vencedores). Estos ancianos también recibieron la capacidad de estar en presencia del Trono, y también compartían ciertas características que pueden hoy ser aplicadas a los ancianos de las congregaciones:
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El líder tiene la unción del Ruaj (y debe poder ser vista a través de sus frutos)
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El líder no podía ni puede hacer el trabajo por sí mismo.
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El líder tiene una responsabilidad especial en cuanto a la oración y la enseñanza.
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El líder debe seleccionar, entrenar y dar autoridad a otros para que ayuden con el trabajo.
Pero antes que se levantaran los ancianos (será más adelante), fueron levantados los capitanes "civiles". No hay nada de civil en el Reino, todo debe conformarse a Sus leyes y ordenanzas, por eso éste era el primer requisito. Estos capitanes eran justamente el auxilio para la Cabeza. Moshe era tipo de Mashíaj como la Cabeza, y los capitanes y ancianos vinieron a ser sus "recursos", sus manos y piernas, por decirlo de alguna forma. Así también Mashíaj tiene a Su Cuerpo hoy, y en él tenemos estos cargos.
Entre los nómadas, el jefe de la tribu es el que juzga las causas de toda ella; en las causas menores puede ser el jefe de familia. En las causas más graves se recurre a algún personaje de más autoridad, famoso por su conocimiento del derecho tradicional de la tribu y por su sentido de la equidad y de la justicia. Así, Yitró propone a Moshe que deje las causas ordinarias a los jueces ordinarios y que se reserve para sí sólo las más graves. Con esto el pueblo quedaría mejor servido, sin tener que esperar desde la mañana hasta la tarde ante el único juez, Moshe, y éste, aliviado en sus tareas y libre para preocuparse de la marcha general del pueblo. Las expresiones jefe de millar, de centena, etc., tienen origen militar. A través de ellas debemos ver alusiones de la división del pueblo en tribus, casas y familias, que era lo primitivo y lo normal. Hoy también tenemos este tipo de divisiones en la mayoría de las sociedades.
Todas estas cosas debían ser aplicadas (con la flexibilidad que exigen las posibles adaptaciones de acuerdo a las necesidades) posteriormente en la Tierra Prometida. La idea original no incluía un rey humano, como sabemos, aunque Yahweh ya sabía que lo pedirían, por lo que ya se establecían el principio de ancianos y capitanes para ayudar al resto. Sin embargo, estas cosas debían ser levantadas según Sus requisitos: los ancianos debían tener el Ruaj, y los capitanes debían conocer la ley y cumplir varios requisitos.
"Hombres capaces que teman a Elohim, hombres veraces que rechacen la ganancia deshonesta"
Este era el siguiente paso para una delegación efectiva por parte de Moshe. La delegación falla si el trabajo no es puesto en manos capaces, en hombres piadosos. Solamente hombres particulares eran aptos para este trabajo:
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Hombres capaces: la palabra es JÁIL (H2428), que implica algo de valor en el mismo doble sentido que la palabra tiene en español: una riqueza o bien de valor, y valor como coraje. Así que debían ser hombres de valor, fuertes y firmes, capaces de tener control sobre las situaciones que pudieran surgir. La palabra viene de una raíz que significa fuerza o potencia, y se refiere normalmente a la fuerza física. En este sentido indica a hombres de valor, o héroes (ver Yahoshúa 1:14; Shoftim 6:12). También se la emplea para los hábiles o experimentados y así indica a los competentes o aptos. Frecuentemente la palabra se refiere a una calidad moral (ver Bereshit 47:6; Mizmor 12:4; Mizmor 31:10). La Septuaginta la traduce como "hombres potentes". Parece bien interpretarla en el contexto como los "capaces, física y moralmente", para la tarea.
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Hombres que teman a Elohim: la palabra es YARÉ (H3373), que significa "temeroso", que teme, en este sentido, reverente. Esto no es temor de miedo sino temor reverente, respetuoso, un temor que sólo puede adquirir QUIEN CONOCE A YAHWEH. Quienes no lo conocen se apartan de Él con temor y superstición, por eso el requisito previo era que conocieran sus leyes y ordenanzas. El temor al Eterno es la mejor barrera contra el pecado y evita toda corrupción:
"El temor a Yahweh es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina" Mishlei 1:7
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Hombres veraces: la palabra es EMET (H571), que significa veraz. Hombres de verdad, veraces, que no hablan mentira sino que en todo justicia emitirán la verdad. Son los que inspiran confianza, los que son dignos de que se confíe en sus palabras. Un hombre que no cumple sus promesas, que no tiene palabra, no está́ capacitado para ser un capitán y juez sobre otros.
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Hombres que rechazan la ganancia deshonesta: Significa que no realicen su tarea por la ganancia, porque entonces serían fácilmente sobornables. Un buen juez no busca ganar dinero, sino que busca el bien del Cuerpo, de la congregación, al administrar la justicia entre el pueblo.
"Haz que te traigan a ti las disputas mayores"
Para que Moshe pudiera efectivamente delegar, él debía aún de supervisar y liderar a aquellos debajo de él. El delegar es el ejercicio de liderazgo, no el abandonarlo por completo en manos de otros. Existen niveles de situaciones problemáticas, y en algunas siempre será necesario recurrir a los ancianos. Inclusive en determinados casos será necesario recurrir a nuestro Moshe, Mashíaj, para que Él se ocupe del asunto.
Si haces esto –y si Elohim te lo ordena– podrás resistir; y también toda esta gente se irá aliviada a su casa. Shemot 18:23
Yitró sabía que este consejo venía de fuera de la comunidad de Yisrael, ya mencionamos este punto. Por lo tanto él fue cuidadoso de decir a Moshe que él debía de estar seguro que Elohim ordenara este enfoque, y no Moshe. Esta es una correcta postura de parte de Yitró. En cuanto a si Moshe obedeció o no, no consta; al contrario, dice que él hizo caso a su suegro, no a Yahweh, aunque sinceramente no creo que Moshe no Lo haya consultado:
Mosheh le hizo caso a su suegro e hizo tal como había dicho. Shemot 18:24
Generalmente, cuando se trata de cosas que Yahweh no aprueba del todo pero que tampoco son completamente negativas, ÉL NO INTERVIENE NI DICE NADA. Si la cosa es realmente contraria a Su voluntad, lo declara, aunque tampoco se impone. Y claro, cuando es Su voluntad directa lo hace saber de inmediato. En este caso, Yahweh guardó silencio.
"Podrás resistir; y también toda esta gente se irá aliviada a su casa"
Esta era la primera recompensa de una delegación efectiva. Moshe podría ser aliviado de estas tareas para dedicarse a estar más en contacto con Yahweh. Así sería capaz de hacer su trabajo mejor que antes, evitando el cansancio de resolver cada asunto.
La segunda recompensa era que el pueblo podría ser servido de manera eficaz. Se dice que la justicia retrasada es una justicia negada, y los asuntos en Yisrael podrían ser prevenidos o resueltos por los mismos individuos (al enseñar la ley de Elohim para que cada uno viviera según Sus preceptos), o resolverse por los líderes puestos por Moshe.
Este método también tenía la ventaja de resolver los asuntos rápidamente debido a que el pueblo no necesitaba esperar en la fila por Moshe, como también mencionamos. Yahshua dijo que debemos de ponernos de acuerdo con nuestro adversario rápidamente (MattiYah 5:25).
Mosheh le hizo caso a su suegro e hizo tal como había dicho. Mosheh escogió hombres capaces de entre todo Yisrael, y los nombró como principales sobre el pueblo –jefes de millares, de centenas, de cincuentenas, y de decenas; y ellos juzgaban al pueblo en todo tiempo: los asuntos difíciles se los traían a Mosheh, y todos los asuntos menores los decidían ellos mismos. Shemot 18:24-26
Pronto Yisrael había sido estructurada en grupos de diez hasta mil. A medida que cada hombre encontraba su lugar en el gobierno, los problemas se resolvían donde se suscitaban. De esta manera el pueblo maduró. Moshe se entregó a la comunión con el Adón y de esta manera, comenzó a estructurarse el Reino. Los apóstoles aplicaron estos mismos principios 1500 años después:
En aquellos días, cuando se estaba multiplicando el número de los discípulos, surgió una queja de parte de los judíos helenistas contra los hebreos; decían que a sus viudas las descuidaban en la distribución diaria. Entonces los Doce, después de convocar a todo el grupo de los discípulos, dijeron: "No es correcto que nosotros dejemos la palabra de Yahweh para servir a las mesas. Así que, hermanos, busquen entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos de ruaj y de sabiduría, para que los encarguemos de esta tarea. Nosotros seguiremos ocupándonos en la oración y en el servicio de la palabra". La propuesta agradó a toda la multitud y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y de ruaj de santidad; a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Los presentaron delante de los Enviados, y ellos, después de orar, les impusieron las manos. El mensaje de Yahweh siguió creciendo, y se multiplicó extraordinariamente en Yahrushalayim el número de los creyentes; y una gran multitud de sacerdotes se iba haciendo obediente a la fe. MaAseh 6:1-7
En Shemot 23:29-30, Elohim le informa a Moshe que no echará de Kenaán al enemigo en un año no sea que Yisrael tome más territorio del que pueda gobernar. Los echaría poco a poco para que pudieran poseer y cultivar la tierra conquistada. Como creyentes muchas veces hemos sido más hábiles para conquistar que para cultivar y mantener. Cuando alcanzamos más de lo que podemos gobernar, probamos que somos indignos, que somos codiciosos y competitivos y que actuamos más para nuestro placer de "vernos grandes" que para la correcta edificación del Reino. Cuando gobernamos bien, Elohim aumenta nuestra esfera de supervisión. NUESTRA PARTE NO ES EL LOGRO, SINO GOBERNAR BIEN. Yahweh no va a poner a un glotón encargado de una tienda de golosinas, así que disciplinemos nuestra carne.
Es interesante que en este primer paso de delegación de poderes del gobierno, fueron las personas quienes votaron por sus propios líderes, y estos fueron ratificados por Moshe. Moshe no los designó él mismo, sino que hizo que la gente eligiera a sus propios jueces.
Esto dice algo sobre el gobierno del Reino tal como se aplica en la tierra. Moshe, en este caso, representó a Elohim mismo, porque su ratificación fue necesaria para expresar la aprobación divina de sus representantes elegidos. Cuando la voluntad de la gente coincidía con la voluntad de Elohim, entonces este gobierno divino funcionaba como debía.
No se nos dice qué podría pasar si la gente hubiera elegido representantes impíos, pero el texto implica que Elohim, a través de Moshe, tenía el derecho de veto. Bajo el Nuevo Pacto, Yahshua ha Mashiaj tiene ese derecho, porque Moshe era un tipo de Mashiaj. La dificultad con este arreglo es que en la ausencia personal de Mashiaj (cuando no hay crecimiento del Mashíaj interior y por lo tanto, escasa comunión en el ruaj con el Ruaj), a los creyentes les resulta imposible ponerse de acuerdo sobre la voluntad de Elohim al elegir un líder. POR LO TANTO, CADA HOMBRE ASUME EL DERECHO DE PERMANECER EN EL LUGAR DE MOSHE Y ELEGIR POR SÍ MISMO, cosa que evidentemente no puede ser correcta.
Obviamente, si la gente eligiera a hombres malvados, recibirían un gobierno corrupto. Si la gente no fuera guiada por el Ruaj, y si la gente no pudiera discernir los corazones de los candidatos, ENTONCES EL TIPO DE GOBIERNO QUE OBTENDRÍAN SERÍA PRECISAMENTE LO QUE MERECÍAN, YA QUE REFLEJARÍA LA CORRUPCIÓN EN SUS PROPIOS CORAZONES. Por lo tanto, era responsabilidad de la gente conocer a Elohim, conocer su mente y voluntad e implementarla, y por eso el primer requisito era que Moshe les enseñara y que ellos aprendieran.
La gente concordó con lo que Moshe les decía:
Ustedes me respondieron y dijeron: "Lo que propones que se haga es bueno". Devarim 1:14
El pueblo accedió a esta forma de gobierno. Esto implica que incluso la forma de gobierno de Yisrael no se les impuso. Se acordó después de la discusión.
Hay un principio muy importante en el trabajo en esto. El gobierno ideal del Reino era que los gobernantes y las personas estuvieran de acuerdo, en lugar de que los líderes gubernamentales sometieran a personas no dispuestas a la autoridad establecida. Esto no es posible aparte de la capacidad de escuchar la voz de Elohim y acordar de antemano que tanto los gobernantes como el pueblo están sujetos a las leyes de Elohim.
Así que yo tomé a sus caudillos tribales, hombres sabios y experimentados, y los nombré cabezas sobre ustedes: jefes de millares, jefes de centenas, jefes de cincuentenas, y jefes de decenas, y oficiales para sus tribus. Devarim 1:15
El principio detrás de esto es establecer un sistema de gobierno representativo. El uso del plural, como "cincuenta" y "decenas", muestra un número no específico. ¿Cuántos "cincuenta" hay? ¿Cuántas "decenas"? No lo sabemos, pero establece la idea del gobierno local, los distritos, las regiones y el gobierno nacional. Se correlaciona hoy con nuestros gobiernos de ciudades, condados, estados y nacionales.
La Responsabilidad De Los Gobernantes (Jueces)
Shaúl nos dice en Romaniyim 13:1 que "no hay autoridad que no provenga de Yahweh". Por lo tanto, TODA AUTORIDAD ESTÁ ESTABLECIDA PARA HACER CUMPLIR LA VOLUNTAD DE ELOHIM, EN LUGAR DE LA VOLUNTAD DEL HOMBRE. Elohim no estableció hombres con soberanía independiente sobre otros hombres. No están autorizados para hacer sus propias leyes o para tratar a los demás de manera desigual. Todos los gobernantes están sujetos a la ley de Elohim y son responsables de gobernar en consecuencia.
Además les encargué a sus magistrados lo siguiente: "Oigan a sus hermanos y decidan justamente entre cualquier hombre y su hermano o un extranjero. No sean parciales en el juicio: oigan al alto y al bajo por igual. No le teman al hombre, porque el juicio es de Elohim. Y cualquier asunto que sea muy difícil para ustedes, me lo traerán a mí y yo lo oiré". Devarim 1:16-17
Hay tres grandes principios que podemos ver en este pasaje. El primer principio de gobierno se establece como el de juicio imparcial. Esta es la base de todo juicio justo. Los jueces deben ser capaces de dejar de lado las preferencias personales o las amistades y juzgar el caso no en función de la riqueza, la clase, la tribu o la raza.
En segundo lugar, debían juzgar de acuerdo con las leyes de Yahweh, no las leyes de los hombres. "El juicio es de Elohim", les dijo Moshe. Estos jueces no sólo representaban a la gente, sino también a Elohim mismo cuando se sentaban como jueces de su ley. Cuando las leyes de los hombres son la base del sistema judicial, entonces se podría decir que el juicio es del hombre. Del mismo modo, cuando los hombres afirman juzgar de acuerdo con la ley de Elohim, pero no son guiados por el Ruaj para conocer el ruaj de la ley, es probable que juzguen según las tradiciones de los hombres.
En tercer lugar, Moshe sirvió como un Tribunal Supremo terrenal. Los jueces podrían referir casos difíciles a Moshe, particularmente en situaciones donde la ley no dio una declaración clara. La ley, tal como fue dada a Moshe, establece todos los principios básicos de la mente de Elohim que eran necesarios para determinar Su Voluntad. Sin embargo, no podría abarcar todos los casos específicos, porque cada caso tiene diferentes circunstancias. Es por esta razón que un juez debe conocer al Autor de la ley y ser ungido por el Ruaj haKodesh, que es el Ruaj de revelación y verdad (Yahanan 16:13).
Más allá de Moshe, también hay una Corte Suprema celestial, que es la corte más alta de todas. Si los hombres que se sientan en el asiento de Moshe (MattiYah 23:2) son corruptos o están desprovistos del Ruaj haKodesh, aún tenemos una Corte de Apelaciones final donde podemos presentar nuestro caso. Como creyentes, todos tenemos el derecho de acercarnos al trono de Elohim con audacia (Ivrim 4:16) para poner nuestro caso a sus pies para el juicio justo. Sin embargo, en tal caso, debemos estar dispuestos a dejarlo con Él para juzgarlo y no intentar adjudicar el caso nosotros mismos.
Los Estatutos Y Sentencias
El consejo de Yitró a Moshe con respecto a la delegación de autoridad llegó antes de la llegada de Yisrael al Monte Sinay (Jorev). Luego Yisrael llegó al Monte en el siguiente capítulo.
Luego de que los Diez Mandamientos fueron dados en Shemot 20 como un resumen de la ley, Moshe subió al Monte solo, para recibir el resto de la ley, los estatutos y juicios por los cuales podríamos conocer la aplicación práctica de los Mandamientos.
Los estatutos eran leyes específicas legisladas de acuerdo con la esencia de los Mandamientos. Por ejemplo, el Sexto Mandamiento dice: "No robarás". Un estatuto que explica esto con más detalle se encuentra en Devarim 22:1-3, donde vemos que si uno encuentra una propiedad que alguien más ha perdido, no puede reclamarla como suya. Si lo hace, es robar. Este estatuto es necesario, porque muchos tienen diferentes definiciones de robo.
Los juicios son las penas por violar la ley. Los mandamientos en sí mismos no incluyen ningún juicio, sino sólo el principio básico. Entonces, para conocer las sanciones por robo, uno debe ir a Shemot 22:1-4, donde encontramos que la doble restitución es el juicio de la ley por robo ordinario. Si el artículo robado no puede devolverse intacto o vivo, entonces la penalización es cuádruple o quíntuple.