PIEDRAS VIVAS
CLE02 42
El Quinto Mandamiento
01 - Nuestro Padre
"Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Eterno tu Elohim te da" Shemot 20:12
El quinto mandamiento es un mandamiento "bisagra", que tanto pertenece al primer grupo de 5 (5-5) como al segundo grupo de 6 (4-6) (ver CLE02 33 - La Ley De Yahweh). En un aspecto, habla de la relación dentro de la familia de Yahweh, nuestra relación con Él como Padre, y en otro aspecto, habla de nuestra familia en la tierra, y de nuestras relaciones con la autoridad y nuestros hermanos. En este sentido, lo primero que Yahweh establece es que los hijos tengan una correcta relación con Su Padre celestial (y por reflejo, sus padres terrenales). Luego de establecida correctamente esta relación vertical, podremos edificar la relación horizontal con nuestros hermanos. Entonces, vamos a estudiar todos estos aspectos, uno por uno.
El Quinto Mandamiento establece el respeto por la autoridad de la familia en la comunidad y el gobierno. Es la base de la paz y el orden en la sociedad, y no por nada la más atacada por el enemigo. Como veremos, también es la ley que revela cómo debemos comportarnos dentro de la familia de Yahweh, una vez que hemos llegado a ser hijos de Elohim:
Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de llegar a ser hijos de Elohim; no por sangre, ni por el deseo carnal, ni por la voluntad del hombre, sino por Yahweh. Yahanan 1:12-13
La Unidad Familiar Como Base De La Sociedad
Honra a tu padre y a tu madre, como te ha mandado Yahweh tu Elohim, para que dures mucho, y para que te vaya bien, en la tierra que te está asignando Yahweh tu Elohim. Devarim 5:16
Este mandamiento establece la primacía de las relaciones familiares. Honrar al padre y a la madre es reconocer que ser una fuente de vida conlleva un nivel de autoridad que debe ser respetado y honrado. Este principio se ve primero en el hecho de que Elohim creó todas las cosas, y debido a eso, Él tiene el derecho de ser honrado y obedecido.
Los padres no crean, sino que procrean, un poder subordinado para dar vida. La procreación, entonces, está inherentemente dotada de autoridad que se deriva de la propia autoridad de la creación de Elohim. Los padres tienen el poder directamente otorgado por Yahweh de TRANSMITIR LA VIDA.
En segundo lugar, este respeto por la autoridad familiar también establece el orden en la sociedad y enseña responsabilidad a los niños. De hecho, si los niños aprenden a respetar a sus padres, entonces son capaces de respetar a todos los demás. Tratar a todas las personas con respeto es la base de todas las relaciones. La mayoría de las personas están conscientes de la enseñanza bíblica de amar al prójimo, pero la mayoría no ha descubierto que el ingrediente principal del amor es el respeto.
La Visión Secular De La Familia
La cosmovisión darwiniana de la evolución ve los orígenes familiares en la naturaleza misma, más que en Elohim. Por lo tanto, ven a los animales en la naturaleza y asumen que el hombre originalmente era parte de una "horda primigenia", dominada por un "padre primigenio violento" que expulsa a los hijos y reclama derechos sexuales exclusivos sobre la madre y las hijas. Lamentablemente, este comportamiento parece más actual que primitivo, fruto de la involución a la que el hombre se sometió voluntariamente al rechazar a Su Creador.
A esto, agregan el complejo de Edipo, diciéndonos que los hijos rebeldes luchan por matar al padre y devorarlo para poseer a la madre y las hermanas. Luego, su culpa les llevó a establecer tres tabúes: parricidio, canibalismo e incesto. Nos dicen que la religión es una consecuencia de esos tabúes.
El pensamiento evolutivo asume que no hay un Creador y que nuestros primeros padres surgieron de nuestros instintos primarios como animales, en lugar de ser una creación perfecta que luego cayó a través del pecado y degeneró hacia la amoralidad de tipo animal. Miran la naturaleza y la regla del poder de la fuerza bruta en algunos de los animales y asumen que así es como comenzó con nosotros, y aseguran que el hombre se rige por "la ley de la selva". Por lo tanto, muchos también están convencidos de que debemos regresar a la naturaleza, no sólo quitándonos la ropa, sino también con una "libertad" sexual parecida a un animal y en formas totalitarias de poder gubernamental basado en el miedo.
La psicología del pensamiento evolutivo prepara a las personas para pensar en términos de poder y fuerza, en lugar de en responsabilidad y honor de autoridad bajo Elohim. Ven al padre-animal como el dios original de la familia, y por lo tanto, "dios" se define en términos del poder del interés propio y la búsqueda de su placer personal. Su dios busca robar las propiedades de otros para obtener más sirvientes. De esta manera se generan individuos que luchan unos contra otros, y cualquiera que no sea un animalito (o descendiente) sabe que la regla de "dividir para reinar" no proviene de una mentalidad animal, precisamente. Aquí tenemos oculta una mano negra.
Sus filósofos a menudo hacen su misión destruir la estructura familiar, creyendo que ésta es la única forma en que pueden tener éxito en destruir la "superstición" (es decir, creer en Elohim). Así, Frederick Engels (quien promovió a Karl Marx) creía que una familia monógama era la fuente de brutalidad hacia las mujeres. Dijo que el matrimonio se fundó en la idea de la esclavitud por esposa, cuando, de hecho, tal esclavitud es una consecuencia del comportamiento animal en la teoría evolutiva misma. El matrimonio monógamo no implica esclavitud, al contrario, respeto por una pareja que es única. La esclavitud está en el harén, no en la monogamia, está en el tratar a las personas como objetos descartables o productos de placer pasajero.
El Honor Divino Contra El Poder Carnal
El honor tiene que ver con la responsabilidad personal bajo Elohim para cumplir la palabra, como ya estudiamos. Su sí es sí, y su no es no. La fuerza, el poder o la energía de un hombre se usan para traer honor, en lugar de placer personal o interés personal. Las relaciones familiares enseñan a los niños los primeros principios de honrar la autoridad. Cuando el niño crece hasta la madurez, este hábito debe transferirse al gobierno de la comunidad y extenderse a los gobiernos estatales y nacionales.
Pero si un niño aprende que la paternidad sólo se trata de ser más fuerte que los hijos, esos hijos serán gobernados por el pensamiento evolutivo y deshonrarán tanto a los padres como a otros gobiernos y autoridades. Cuanto más prevalece esto entre las personas, más poder buscarán los gobiernos, la libertad se erosionará y será reemplazada al final por el totalitarismo, la verdadera ley de la selva, el sueño de las élites en las que ellos son los únicos leones, y la masa son todas ovejas jugosas.
En un mundo perfecto de comportamiento evolutivo, animal, egoísta, sólo el gobierno totalitario por miedo puede mantener unida a la sociedad. La verdadera igualdad no funcionaría en absoluto. Seríamos reducidos a comunidades productoras de peones que son creados todos iguales, ya que sirven a la élite. Como dijo Orwell en el capítulo 10 de su parodia clásica, Rebelión en la Granja, "Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros".
Honrar a los padres establece un gobierno centrado en Elohim, nuestro Padre supremo, mientras que la filosofía evolutiva secular conduce hacia el gobierno de los más fuertes por la ley de la jungla y la supervivencia de los más aptos. El Reino de Elohim está regido por la ley de Yahweh, que se basa en el amor. Los gobiernos de los hombres pueden afirmar que son "el imperio de la ley" y pueden simular el amor y las causas "humanitarias" mientras buscan consolidar el poder, pero una vez que se completa el control, el resultado es una nación de esclavos, sin más pérdida de tiempo en ayudas de ningún tipo.
La diferencia fundamental es que el Reino de Elohim no otorga a nadie soberanía. La autoridad sólo es delegada, y toda la autoridad es responsable ante el Poder superior. Los gobiernos seculares no reconocen un poder superior al del hombre en la cima de la pirámide del poder. Por lo tanto, esos hombres gobiernan por su propio capricho, basándose en el principio primordial de que "bien" es lo que los mantiene en el poder, mientras que "mal" es lo que podría sacarlos del poder. No reconocen ningún moral absoluto, como los que se encuentran en el Reino de Elohim.
Los Hijos Tienen Dos Padres
El Quinto Mandamiento les dice a los niños que honren tanto al padre como a la madre. La larga vida es la bendición asociada con tal honor, como lo señala Shaúl, citando a Devarim:
Honra a tu padre y a tu madre –que es el primer mandamiento con promesa– para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la tierra. Efesiyim 6:2-3
Este mandamiento es el fundamento de la filiación, la promesa de inmortalidad dada a los hijos de Elohim. Pero cada hijo tiene dos padres: padre y madre. Los hijos de Elohim no son diferentes. Tenemos un padre celestial y una madre terrenal, como Yahshua.
Pero a todos los que le recibieron, Él les dio el derecho de convertirse en hijos de Elohim, incluso a los que creen en su nombre. Yahanan 1:12
¿Cómo es que recibimos el derecho de convertirnos en hijos de Elohim? La respuesta simple es teniendo fe en Yahshua ha Mashiaj, que es un requisito previo para recibir el Ruaj haKodesh. El Ruaj haKodesh es la semilla del Padre, y cuando nosotros (como "madres", como lo fue Miriam) somos eclipsados por el Ruaj haKodesh, Mashiaj es engendrado en nosotros. Shaúl dice en Qorintiyim Alef 4:15, "porque en Yahshua ha Mashíaj te he engendrado por medio de la Besorah".
En un sentido, Shaúl era su padre, porque era quien había llevado la Besorah, pero en el sentido más profundo, Elohim era su padre, y Yahweh los había engendrado por medio de la Besorah, porque Su Vida está en Su Palabra. Además, Shaúl le dice a la congregación: "Estoy de nuevo en trabajo de parto hasta que Mashiaj se forme en ustedes" (GalutYah 4:19). Por lo tanto, Shaúl habla como si estuviera "embarazado" de la congregación de Galacia, trabajando para verlos nacer a término. Es así también con los creyentes individuales, quienes han sido impregnados por el Ruaj.
Cuando una persona ha sido engendrada por el Ruaj, se dice que Mashiaj está vivo dentro de esa persona, como si estuviera "embarazada" de Mashiaj. En nuestro interior, tenemos nuestro viejo hombre, pero hemos recibido la semilla del nuevo, que es Mashíaj. Shaúl describe esta condición en Qolasiyim 1:27 como "Mashiaj en ustedes, la esperanza de gloria". En otras palabras, como creyentes, todos somos como Miriam, que fue eclipsada por el Ruaj haKodesh (Luka 1:35) y que luego dio a luz al Mashiaj que estaba en ella. Ella, de forma física, ya que era el cumplimiento de la promesa, y nosotros, en forma espiritual vamos haciendo crecer este Mashíaj para que, en el momento de la resurrección, sea roto nuestro vaso de barro y surja la luz del nuevo hombre, en nuestra glorificación.
Los creyentes a menudo han pasado por alto esta verdad, porque la mayoría de los traductores de las Escrituras no distinguían claramente entre dar a luz y engendrar. Los hombres engendran; las mujeres dan a luz. Y así, en MattiYah 1:2, donde leemos que Avraham engendró a Yitzjak, es evidente que Avraham en realidad no dio a luz a Yitzjak. Avraham simplemente engendró a Yitzjak en el vientre de Sarah, quien más tarde dio a luz a Yitzjak.
Y así, por ejemplo, Yahanan 3:3 debería leer:
Respondió Yahshua y le dijo: "De cierto, de cierto te digo, que a menos que uno SEA ENGENDRADO DESDE ARRIBA, no puede ver el reino de Elohim".
Entonces, ¿qué significa todo esto para nosotros? MUESTRA QUE CUANDO EL RUAJ DE ELOHIM HABITA EN NOSOTROS, SOMOS ENGENDRADOS DESDE ARRIBA, Y TODAVÍA NO ESTAMOS TÉCNICAMENTE "NACIDOS" (no hemos sido aún "dados a luz"). La expresión "nacer de nuevo" no sólo traduce EQUIVOCADO ("de nuevo" no puede ser confundido con "de lo alto"), sino que no transmite por competo el mensaje. Lo que dice es que hemos sido ENGENDRADOS DE LO ALTO. Esto implica que estamos recibiendo un espíritu que proviene de Yahweh (o de otra manera, no podríamos ser Sus Hijos), como también se ha explicado en CLE01 15 - Nefilim, Antes Y Después, en LINAJE ESPIRITUAL PATERNO. No hemos nacido aún, somos "embriones". "Nacer de nuevo" implica erróneamente que ahora hemos sido hechos completamente a imagen y semejanza de nuestro Padre. PERO LA VERDAD ES QUE EL SALVO ES UN EMBRIÓN QUE AÚN NO HA TOMADO PLENA FORMA, por eso estamos recorriendo el camino de santificación, que es nuestra "gestación intrauterina". Todavía estamos siendo conformados a Su imagen. La enseñanza de que los creyentes ahora han "nacido de nuevo" ha hecho que muchos piensen que ya han alcanzado el objetivo final de la vida en la tierra, y que hay poco más que hacer excepto esperar para "ir al cielo", Y NADA ESTÁ MÁS LEJOS DE LA VERDAD.
La imagen de la palabra de Yahanan muestra a Elohim como el Padre en el cielo que está engendrando hijos en la tierra. Lo que se ha concebido en nosotros es "Mashiaj en ustedes". Tiene un Padre celestial y una madre terrenal. Somos la "madre" de ese niño, pero esa semilla sagrada también es nuestra verdadera persona, porque es en lo que nos estamos convirtiendo.
Por lo tanto, Shaúl habla de los dos "yo" en términos de diferentes identidades en Romaniyim 7:20. El "yo" carnal no puede evitar el pecado, porque fue engendrado por Adam. El "yo" espiritual no puede pecar, porque fue engendrado por Elohim. Todos conocemos bien estas dos personas. Sabiendo esto, podemos entender Yahanan Alef 3:9 correctamente, lo que parafrasearé:
Todo lo que es engendrado por Elohim no peca, porque Su simiente mora en él; y él (Mashiaj en ustedes) no puede pecar, porque es engendrado por Elohim.
Shaúl, entonces, muestra su lucha entre las dos identidades dentro de él. El "yo" de Adam sigue la ley del pecado, porque su deseo es violar la ley de Elohim. El "yo" de Mashiaj, sin embargo, sirve a la ley de Elohim.
Así que yo mismo con la mente (del ruaj) le sirvo a la Torah de Yahweh; aunque mi cuerpo (la mente de la carne) esté sujeto al principio del pecado. Romaniyim 7:25
Cada uno de los "yo" de Shaúl tiene una mente propia. El "yo" adámico de Shaúl ha sido condenado a muerte con Adam, mientras que el "yo" de Shaúl está destinado a la gloria.
El Matrimonio Precede A La Filiación
Para entender los orígenes de la filiación, hay que retroceder un paso. El matrimonio adecuado es el requisito previo para la filiación adecuada. Sin matrimonio legítimo, los hijos son ilegítimos. No me refiero a las licencias de matrimonio o ceremonias de boda en las congregaciones. Es más profundo que eso, porque tiene todo que ver con el tipo de pacto matrimonial que tenemos con Yahweh.
Para que el Ruaj haKodesh pueda engendrar a Mashiaj, primero debemos estar casados con Elohim. En otras palabras, debemos entrar en una relación de Alianza con Elohim. Cuando se instituyó el Antiguo Pacto en el Monte Sinay, Elohim se casó con Yisrael, porque a partir de entonces los profetas hablan de Elohim como el marido de Yisrael (Hoshea 2:7). Cuando Yisrael adoró a otros dioses, los profetas los acusaron de adulterio (YirmeYah 3:8).
El Antiguo Pacto se rompió de la misma manera que hombres y mujeres rompen sus convenios matrimoniales. Por esta razón, Elohim se divorció de la Casa de Yisrael (YirmeYah 3:8; Hoshea 2:2) y luego profetizó acerca de un Nuevo Pacto (YirmeYah 31:31). Debía ser diferente del primer pacto, en el sentido de que este Nuevo Pacto debía escribir las leyes de Elohim en nuestros corazones, en lugar de hacerlo externamente en tablas de piedra.
Esta es la única manera de tener éxito a largo plazo. El Antiguo Pacto sólo podía trabajar con el viejo hombre adámico, ordenándole que cumpliera con la norma divina. Obviamente, el viejo hombre fracasó, y el matrimonio terminó en divorcio. Pero el Nuevo Pacto se basa en la obra del Ruaj dentro de los corazones de los hombres, escribiendo la ley en sus corazones para que cumplan con la ley, no por la fuerza, sino por la naturaleza.
Esto se logra al engendrar a Mashiaj en nosotros, porque este nuevo hombre, esta simiente sagrada, ya tiene la ley escrita en su corazón. Por lo tanto, no puede pecar, porque es engendrado por Elohim y tiene la naturaleza del Padre tanto como Yahshua ha Mashiaj tuvo la naturaleza de Su Padre.
Aun así, todos tenemos complicaciones en nuestro embarazo, porque no siempre seguimos el liderazgo de Mashiaj en nosotros, y porque el viejo hombre adámico aún está vivo. Cada vez que pecamos es porque estamos siguiendo la voluntad del viejo hombre, en lugar del hombre nuevo (Romaniyim 7:15-17). En cierto modo, estamos teniendo gemelos, al igual que Rivkah, que estaba embarazada de Yaakov y Esaú al mismo tiempo. Uno era el hombre espiritual, mientras que el otro era el hombre carnal. Tenemos dos naciones en nuestro interior, Yisrael, que es el hombre espiritual, Mashíaj, y Esaú, la carne y el sionismo judaizante. Así como Yaakov y Esaú lucharon por dominar el útero (Bereshit 25:22), también los dos "Yo" luchan dentro de nosotros.
Las dificultades con el embarazo se complican aún más cuando los creyentes intentan agregar el Nuevo Pacto a su sistema de creencias y modo de vida del Antiguo Pacto. El apóstol Shaúl se encontró con este problema con la congregación de Galacia, que se estaba dividiendo en dos por esta disputa. Hoy se está repitiendo exactamente la misma situación, y muchos están tratando de "retroceder". Los creyentes judíos de Yahrushalayim habían venido para tratar de disuadirlos de la enseñanza de Shaúl. Ellos insistieron en que los creyentes griegos debían ser circuncidados para estar en una relación de pacto con Elohim.
La circuncisión, argumentó Shaúl, era el signo del Antiguo Pacto, mientras que la circuncisión del corazón era el signo del Nuevo (Romaniyim 2:28-29). Los creyentes judíos, desde el día de Shavuot hasta el día en que Yahrushalayim y su templo fueron destruidos en el año 70 EC., habían tratado de cumplir con todos los rituales del templo, los sacrificios y la circuncisión de ese antiguo orden. No fue hasta que Elohim destruyó el templo y ese sistema del Antiguo Pacto que la mayoría pudo hacer la separación final y entrar en un matrimonio del Nuevo Pacto con Elohim.
¿Cómo Honramos A Nuestro Padre?
El ejemplo de Yahshua es el patrón para todos los hijos de Elohim que están destinados a cumplir la Fiesta de Sukot y llegar a la plena madurez como el cuerpo de Mashiaj. Pero la verdad fundamental de esto se encuentra en el Quinto Mandamiento, donde se nos dice que honremos tanto al padre como a la madre.
Primero, debemos reconocer al Creador como nuestro Padre celestial. Yahshua nos enseñó que podemos ir más allá del servicio ritual, de una relación de esclavos, y realmente llamar a Elohim nuestro Padre. Ser un hijo de Elohim es considerado una blasfemia en algunas otras religiones. Esas religiones son incapaces de cumplir el Quinto Mandamiento, excepto hacia sus padres terrenales.
Honrar a nuestro Padre celestial es creer en Su palabra como se expresa en las Escrituras. Honramos a nuestro Padre celestial por fe, por obediencia y, en última instancia, por estar de acuerdo con Él y ser Su Pueblo-Amén. La fe es nuestra experiencia de Pésaj; aprender la obediencia es nuestra experiencia de Shavuot; y el acuerdo es nuestra experiencia de Sukot.
La fe honra a Elohim, porque cuando creemos su palabra y la tomamos en serio, lo honramos a él. Pero la fe sin obediencia deshonra a Elohim en el siguiente nivel.
Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma. Yaakov 2:17
Shavuot está diseñado para enseñarnos la obediencia por la guía diaria del Ruaj. Sin embargo, la obediencia no es la forma más alta de honra, ya que incluso un siervo obediente puede estar en desacuerdo con su amo y quejarse de las cosas que debe hacer, aunque las hace porque está obligado. El verdadero honor es aceptar que todo lo que el Padre manda es verdadero y justo, que es un gran y maravilloso plan y que tenemos el privilegio de participar en él.
¿Cómo Honramos A Nuestra Madre?
La manera en que honramos a nuestro Padre se disputa entre las religiones, cada una de las cuales afirma conocer el carácter del Creador. Prácticamente todos los creyentes están de acuerdo en que Elohim es su Padre, incluso si su comprensión de esto es limitada. Su desacuerdo se debe principalmente a honrar a su madre espiritual, ya que muchos no saben quién es su madre.
Shaúl nos dice:
Porque está escrito que Avraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y otro de la libre. Pero mientras que el de la esclava nació según la carne, el de la libre nació por medio de la promesa. En estas cosas hay una alegoría, pues estas mujeres son dos alianzas: Hagar es la alianza del monte Sinay que engendró hijos para esclavitud. Porque Hagar representa al Sinay, montaña que está en Arabia y corresponde a la Yahrushalayim actual, la cual es esclava juntamente con sus hijos. Pero la Yahrushalayim de arriba, la cual es nuestra madre, es libre... GalutYah 4:22-26
El apóstol Shaúl trata con esta pregunta más que cualquier otro escritor bíblico. La pregunta se reduce a un sólo tema: ¿A quién reclamamos como nuestra madre? ¿Qué "madre" está destinada a dar a luz a los herederos del Reino? ¿Qué ciudad es el centro o capital del Reino de Elohim?
La madre que reclamamos es la madre que honramos. Pero sólo una de estas madres es la elegida para dar a luz al hijo prometido que será el heredero. Los hijos de Hagar (el Antiguo Pacto) pueden ser creyentes, pero no son herederos; los hijos de Sarah (el Nuevo Pacto) son herederos.
En el panorama general, la alegoría trata acerca de ser el hijo de la carne o el hijo de la promesa. El hijo de Hagar era un hijo de la carne:
Pero como en aquel tiempo, el que fue engendrado según la carne perseguía al que había nacido según el espíritu, así es ahora también. GalutYah 4:29
Mientras que el hijo de Sarah era un hijo de promesa, nacido de acuerdo con el Ruaj, dice Shaúl. Por lo tanto, vemos que los únicos hijos que pueden heredar el Reino son aquellos que son engendrados por el Ruaj, así como Yahshua ha Mashiaj fue engendrado por el Ruaj (MattiYah 1:18).
Mientras que cada verdadero creyente puede reclamar a Elohim como su padre, SÓLO AQUELLOS QUE RECLAMAN A SARAH COMO SU MADRE SERÁN HEREDEROS. Este asunto puede ser complejo hoy, en vista a todo el movimiento mesiánico que está reclamando la herencia de los que aún hoy son hijos de la esclava. El problema no es su padre, sino su madre. Sólo Sarah puede ser la madre de Yitzjak. Sólo el Nuevo Pacto puede ser la madre de los herederos del Reino.
En otras palabras, Shaúl dice que aquellos que tratan de agregar a Yahshua al Antiguo Pacto como un apéndice, han "caído de la gracia":
Ustedes que pretenden justificarse mediante la Torah, ¡han quedado desligados del Mashíaj y han caído de la gracia! GalutYah 5:4
Moshe fue el mediador de la Antigua Alianza; Yahshua ha Mashiaj es el mediador de la Nueva Alianza. Uno sólo puede tener una relación matrimonial a la vez.
En otras palabras, uno no puede permanecer en el judaísmo y honrar a Sarah al mismo tiempo. Hay que elegir entre dos madres. La preocupación de Shaúl era que los creyentes de la Yahrushalayim terrenal no podían liberarse del judaísmo y continuaban sacrificando en el templo y permaneciendo en sumisión al sistema sacerdotal que había sido "obsoleto" por la venida de Mashiaj:
Al hablar de una nueva (alianza), da por anticuada la primera; y lo que se hace anticuado ha envejecido, y está a punto de desaparecer. Ivrim 8:13.
El Antiguo Pacto fue incapaz de hacer realidad las promesas de Elohim, ya que se basaban en los votos de obediencia de los hombres, junto con su capacidad para mantener esos votos. Esto fue simbolizado por la circuncisión carnal, el signo del Antiguo Pacto, que estos judíos estaban tratando de imponer a los nuevos creyentes gentiles, como un requisito para entrar en una relación de pacto con Elohim.
En otras palabras, intentaban atar a los hombres al Antiguo Pacto, que era Hagar, y que nunca podría dar a luz a los prometidos hijos de Elohim. Shaúl abogó por la circuncisión del corazón, que era la señal del Nuevo Pacto (Romaniyim 2:29), por medio del cual el Ruaj de Elohim engendraría a Mashiaj en nosotros y realizaría una obra interna de obediencia por medio de la guía del Ruaj.
Entonces vemos que el problema de "¿Quién es tu madre?" se extendió más allá del judaísmo contra el cristianismo. El problema en la congregación de la Yahrushalayim terrenal, la ciudad física, que se había arrastrado a la congregación de Galacia, mostraba que muchos creyentes también tenían problemas para conocer la identidad de su madre. ¿Deberían los hombres seguir una marca o señal que honrara a Hagar o una que honrara a Sarah? ¿Qué Yahrushalayim será la capital del Reino? ¿La vieja o la Nueva Yahrushalayim?
En el primer siglo, esta pregunta se resolvió en gran medida cuando Yahweh contrató a los romanos para que destruyeran Yahrushalayim en el año 70 EC (Véase MattiYah 22:7). Hagar fue "expulsada", para que los creyentes de todo el mundo pudieran reconocer a Sarah como su verdadera madre.
Sin embargo, en el siglo XX, el mismo problema volvió a surgir con el auge del sionismo cristiano y buena parte del movimiento mesiánico. Con el establecimiento del estado israelí en 1948, seguido por la ocupación judía de Yahrushalayim en 1967, se argumentó una vez más que Hagar era la verdadera madre del Reino. Pero las apariencias pueden engañar. Al final, Elohim volverá a "echar a la esclava y a su hijo" (GalutYah 4:30), el sionismo edomita que se está haciendo pasar por judaísmo, para validar a Sarah como la verdadera madre y capital del Reino.
Al destruir Yahrushalayim nuevamente, Elohim resolverá nuevamente esta disputa, porque llegará el día en que se cumplirá la profecía de YirmeYah:
Luego quebrarás la vasija a la vista de los hombres que vayan contigo, y les dirás que así ha dicho Yahweh de los Ejércitos: Así quebraré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra un vaso de barro QUE NO SE PUEDE VOLVER A RESTAURAR. YirmeYah 19:10-11
Es importante entender que NO HAY FORMA DE RESTAURAR UN PACTO QUEBRANTADO. No existe una idea de "Pacto renovado", la palabra que siempre se utiliza es NUEVO, "Nuevo Pacto". El vaso viejo debe ser quebrado. Pero todos puede y deben adherir al Nuevo Pacto que el Padre les propone en Su Hijo.
En los días de YirmeYah, la ciudad fue destruida por Bavel, pero más tarde fue reparada por NehemYah. En el 70 EC, Yahrushalayim fue nuevamente destruida, esta vez por los romanos, pero una vez más la ciudad fue reparada en tiempos modernos. El día se acerca, dijo YirmeYah, cuando la ciudad será destruida de una manera tan completa que "no podrá ser reparada de nuevo". Ese día llegará pronto.
Y así, Shaúl está de acuerdo con YirmeYah:
Pero, ¿qué dice la Escritura? "Echa a la esclava (a Yahrushalayim) y a su hijo, porque el hijo de la sierva no será heredero del hijo de la mujer libre". GalutYah 4:30:
Así como la disputa entre las esposas en conflicto y sus hijos se resolvió cuando Avraham expulsó a Hagar e Yishmael, así también se resolvió la disputa del primer siglo cuando Elohim expulsó a Yahrushalayim con la destrucción del templo y la ciudad a manos de los romanos, para reivindicar la enseñanza de Shaúl. Desafortunadamente, la misma disputa ha surgido una vez más en el siglo veinte, requiriendo que Elohim resuelva la disputa nuevamente de una vez por todas.
Honrar a Hagar puede parecer cumplir el Quinto Mandamiento para aquellos que la reclaman como su madre, pero para ser un heredero, uno debe abandonar a Hagar y comenzar a honrar a Sarah como la madre de uno. Eso determinará en qué ciudad nos encontraremos en el futuro.
Dos Tipos De Relaciones Matrimoniales
Ha habido mucha enseñanza acerca de que la congregación está en una relación matrimonial con Yahshua ha Mashiaj. Sin embargo, no se ha enseñado mucho sobre los dos tipos de relaciones matrimoniales que Elohim reconoce. Según la ley, una mujer libre tiene derechos que una esposa esclava no tiene. La historia de las esposas de Avraham, como lo explica Shaúl en GalutYah 4, nos muestra que sólo una mujer libre disfruta del tipo de relación matrimonial que puede producir el heredero, nuestro "Yitzjak", que es Mashiaj en nosotros.
Así que vamos a rastrear esto de nuevo al principio. En el comienzo, Yahweh separó a Javá de Adam para crear un doble testimonio en la familia. Ese es el propósito original del matrimonio, porque cuando los dos son uno, están en unidad, aunque sean dos personas distintas. En ese momento sólo había una relación matrimonial en la tierra, y se caracterizaba por la unidad o el acuerdo.
Luego el pecado entró en el mundo, y después de esto, Elohim puso a la esposa en sujeción a su esposo, diciéndole:
Tu deseo será para tu esposo, y él tendrá autoridad sobre ti. Bereshit 3:16
El cambio de relación fue debido al pecado que había entrado en la naturaleza de la humanidad. Yahweh sabía que cuando el pecado entrara en el mundo, la unidad sería una de las primeras víctimas. Los esposos y las esposas seguramente estarían en desacuerdo en muchas cosas, incluso si ambas buscaban conocer la voluntad de Elohim. Por esta razón, fue necesario crear una estructura de autoridad, de modo que el desacuerdo no resultara en parálisis.
Esta era una medida práctica, pero no reflejaba el patrón de matrimonio original que existía antes del pecado. La relación matrimonial ideal era estar en unidad de forma natural e intrínseca, PORQUE LA MUJER FUE SACADA DEL HOMBRE, Y POR ESO ERAN UNA MISMA CARNE, UN MISMO RUAJ. De modo que en esas circunstancias, la autoridad se volvía irrelevante. En otras palabras, si el esposo y la esposa estuvieran de acuerdo, no habría necesidad de que uno ordene al otro que haga algo. Ambos sabrían la voluntad de Elohim y la seguirían instintivamente con el otro ser de acuerdo.
Pero hasta que recuperemos lo que se perdió cuando el pecado entró en el mundo, Elohim consideró apropiado dar a los hombres autoridad familiar.
Mientras tanto, esta situación se llevó a cabo a gran escala con la introducción del Antiguo y el Nuevo Pacto. El Antiguo Pacto fue dado en Sinay en Arabia, la herencia de Yishmael, hijo de la esclava (GalutYah 4:25). La Nueva Alianza se centra en la Yahrushalayim celestial, dice Shaúl en el pasuk 26.
¿Por qué el Nuevo Pacto no estaba centrado en la Yahrushalayim terrenal? ¿Por qué Yahrushalayim no está destinada a ser la ciudad capital del Reino? ¿Cómo se convirtió Yahrushalayim en Hagar?
La razón principal es porque Yahrushalayim rechazó al Mediador del Nuevo Pacto cuando vino como el Mashíaj. Su propia decisión los encerró en el Antiguo Pacto de Sinay y en la herencia de Hagar e Yishmael. El judaísmo eligió permanecer bajo el Antiguo Pacto, dado en el Sinay en Arabia, y allí continúa aún hoy, mal que pese a muchos desavisados que están haciendo la vista gorda al principal hecho que pesa contra el judaísmo y muchas ramas del mesianismo, que rechazan la divinidad de Mashíaj, reduciéndolo a "un gran rabí". Así, los judíos declararon que Hagar era su madre y se convirtieron en ismaelitas a los ojos de Elohim.
Por esta razón, Elohim finalmente honró su decisión y entregó esa tierra y la ciudad a los descendientes de Yishmael y al pueblo islámico en general. Ese lado de la profecía es, por supuesto, una historia larga y complicada que no vamos a tocar ahora.
El punto que debemos entender en nuestro estudio actual es que los dos pactos están representados por Hagar y Sarah, como Shaúl nos dice en GalutYah 4. Los dos pactos son pactos matrimoniales. Elohim se casó primero con Yisrael en el Sinay bajo el Antiguo Pacto, mediante el cual Él se casó con una novia esclava que se compara con Hagar. Él "compró" esa esclava a Egipto. Esa relación sólo podría producir un "Yishmael", un creyente pero no un heredero de la promesa. Si el pueblo yisraelita hubiera aceptado recibir a Yahweh en el Sinay, en lugar de rechazarlo y pedir intermediarios, habría recibido la fe necesaria para completar todas las etapas y no sólo entrar en la Tierra Prometida en su tiempo designado, sino mucho más que eso, convertirse en un pueblo capaz de recibir al Mashíaj cuando viniera a ellos. Pero como se negaron, cuando vino a los suyos, lo rechazaron.
La religión del Antiguo Pacto toma muchas formas, incluido el Islam, el judaísmo y gran parte del cristianismo. Se ve dondequiera que los hombres sean sometidos como siervos o esclavos de Elohim o de una jerarquía o denominación religiosa. Todos tienen un hilo en común: convertirse en los "mejores esclavos" de Elohim. No saben nada más alto; saben poco o nada de convertirse en hijos de Elohim, y para muchos eso es blasfemia.
El matrimonio de Yisrael del Antiguo Pacto terminó en divorcio, porque la esposa de Elohim se negó a ser obediente. Su rebelión y adulterio con otros dioses finalmente hicieron que Elohim le diera una orden de divorcio:
Como la Rebelde Yisrael había cometido adulterio, yo la despedí y le di carta de divorcio; pero su hermana, la Desleal Yahudah, no tuvo temor –ella también fue y se prostituyó. YirmeYah 3:8
En otras palabras, la Casa del Norte de Yisrael se divorció de Elohim, pero la Casa del Sur de Yahudá también fue una ramera. No hay constancia de que Elohim se haya divorciado de Yahudá, por supuesto, porque aún tenía que dar a luz a Yahshua ha Mashiaj. Él no podría haber nacido legítimamente a través de Yahudá, si Elohim se hubiera divorciado de ella antes de su nacimiento.
La historia del matrimonio de Yahudá sigue un camino diferente al de Yisrael. YirmeYah 24 divide a Yahudá en dos grupos, representados como higos buenos e higos malos. Estos obviamente eran de diferentes higueras, como lo demuestra la historia (ver CTU 19 - Yugo De Madera Y Yugo De Hierro 02 - Las Dos Higueras De Yahudá). En la época de Yahshua, los higos malvados, que se rebelaron contra Elohim al negarse a someterse al juicio divino, fueron los que eligieron el camino de Barrabás, el ladrón-rebelde, mientras rechazaban el camino de Yahshua, el Príncipe de la Paz. Los buenos higos eran los discípulos de Yahshua, quienes aprendieron de las enseñanzas de Yahshua y de su ejemplo, a contentarse con el gobierno romano, sabiendo que eran el reino de hierro que Elohim había fortalecido (Daniyel 2:33).
Es irónico que los higos malvados fueran aquellos que querían estar libres externamente, pero no se dieron cuenta de que internamente eran esclavos de su propia naturaleza rebelde. Del mismo modo, los buenos higos eran los que estaban libres internamente, mientras se contentaban con la servidumbre externa en su relación con Roma.
Por lo tanto, vemos que la posición política externa de uno no determina la relación de la persona con Elohim, ni la esclavitud externa indica una relación de Hagar. Los esclavos en la tierra pueden disfrutar de una relación del Nuevo Pacto con Elohim, así como los hombres libres pueden vivir esclavizados por el Antiguo Pacto, aún los que dicen creer en el Nuevo pero se sujetan a su propia justicia y a jerarquías humanas. Del mismo modo, no tiene nada que ver con la raza o el género, como lo indica Shaúl:
Ya no hay yahudita ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos ustedes son uno en el Mashíaj Yahshúa. GalutYah 3:28
Los judíos pueden ser ismaelitas espirituales de Hagar, mientras que los ismaelitas físicos pueden convertirse en yisraelitas a través de Sarah y el Nuevo Pacto. Depende del tipo de relación que tengan con Elohim. ¿Qué "madre" amamos y apoyamos? ¿Es la vieja Yahrushalayim nuestra madre, o es la Yahrushalayim celestial?
Aplicaciones Prácticas
Una vez que entendemos la diferencia entre los dos tipos de matrimonio en las Escrituras, tenemos la oportunidad de mejorar nuestros propios matrimonios entre esposos y esposas. De hecho, el matrimonio es la forma más natural en que podemos aprender estos principios básicos y ponerlos en práctica en la vida diaria. Sólo funcionará en la medida en que tanto el esposo como la esposa puedan escuchar la voz de Elohim. Si cualquiera de las partes tiene problemas en ese sentido, entonces no es posible una relación del Nuevo Pacto. No por nada se nos pide que no nos unamos en "yugo desigual".
Pero si ambos han desarrollado sus oídos espirituales, entonces Elohim puede hablarles a ambos por igual. Cuando comparan la palabra del Adón que cada uno ha recibido, las palabras coincidirán, incluso si incluyen diferentes detalles de Su voluntad. Pero si uno quiere ir al norte y el otro al sur, y la oración no resuelve la diferencia, al final, uno tendrá que someterse a la voluntad del otro. En ese caso, la autoridad triunfa sobre el acuerdo, Y LA RELACIÓN VUELVE A UN ACUERDO MATRIMONIAL DEL ANTIGUO PACTO.
Algunos han tratado de establecer un matrimonio del Nuevo Pacto, pero terminan forzando el acuerdo, a menudo de manera sutil. Es sólo una relación del Antiguo Pacto envuelta en una vestimenta del Nuevo Pacto. El matrimonio se estableció como un doble testigo en la familia, y un testigo genuino NO PUEDE SER FORZADO A UN ACUERDO. Un testigo genuino debe escuchar a Elohim de manera independiente, de lo contrario, está manipulando a los testigos. Lo que a nosotros nos parece milagroso y sobrenatural, que dos personas concuerden ABSOLUTAMENTE EN TODO, aún no estando una delante de la otra, es una cuestión de hecho en el mundo perfecto creado por Yahweh. El esposo y la esposa deben confiar el uno en el otro para escuchar correctamente, y ambos sólo deben querer saber la palabra que Elohim le ha hablado al otro.
Si la relación no se basa en la confianza completa en la capacidad del otro para escuchar, entonces aún no se basa en el Nuevo Pacto. Sin una confianza completa, siempre habrá un temor de desacuerdo que será corregido por presión.
Por esta razón, es más difícil volver a Edén de lo que la gente puede imaginar. Sin embargo, si miramos esto desde el punto de vista de un viaje, es menos desalentador. Debemos practicar estos principios hasta que alcancemos el 50%, o el 80% o el 95% de la meta. Quizás algún día podamos llegar incluso a ese destino perfecto.
Los que no están casados se encuentran en cierta desventaja, ya que es posible que no puedan practicar el matrimonio. Sin embargo, Elohim ha establecido otras relaciones dentro del Cuerpo, entre hermanos, mediante las cuales un hombre o una mujer pueden obtener un doble testimonio para conocer la voluntad de Elohim.
También hablaremos acerca de la educación de los hijos, que es la otra parte de la familia que queda implicada en este mitzvah.