PIEDRAS VIVAS
CLE02 46
El Sexto Mandamiento 01
Culpa De Sangre 01
La Vida Es Un Don Precioso
¿Qué es lo que hace preciosa la vida humana? Considerémoslo desde la perspectiva de Elohim. Él nos hizo a su imagen con el propósito de crear en nosotros Su propio carácter. Por eso él no quiere "que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (Kefá Bet 3:9; comparar Timotio Alef 2:4). Yahshua mismo dijo:
"No envió Elohim a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él". Yahanan 3:17
Sin embargo, en el mundo en que vivimos frecuentemente vemos que la vida humana carece de valor. Zanjamos nuestras dificultades o diferencias con guerras, privando de la vida a cientos de miles de personas.
Los criminales no sólo roban pertenencias sino, muchas veces, también las vidas de sus víctimas. Millones de abortos son provocados año tras año, porque son muchas las personas que consideran un embarazo no deseado simplemente como un inconveniente o una consecuencia inesperada de sus actividades sexuales.
Por lo general, lo primero que se menciona en los noticieros de la radio o la televisión es el asesinato del día, particularmente en las ciudades grandes. Muchos de esos crímenes son cometidos por un miembro de la familia, un amigo o un conocido de la víctima.
La violencia en las calles y las luchas entre pandillas, que han causado la muerte de tantas víctimas inocentes, han llenado de miedo a muchos barrios y comunidades enteras. Los homicidios relacionados con el narcotráfico y otros crímenes son cosa de todos los días. Miles de personas en todo el mundo son asesinadas por motivos políticos o ideológicos. El asesinato es algo que, directa o indirectamente, afecta la vida de casi todos los seres humanos.
La violencia se encuentra tan complejamente entretejida con la sociedad que hasta la ensalzamos en nuestra literatura y diversiones. En las sociedades supuestamente ilustradas, la televisión y las películas bombardean al público con asesinatos y verdaderas carnicerías, haciendo que cualquiera de estas cosas resulte banal e irrelevante. Los videogames incitan a los jóvenes al uso de armas y a resolver sus problemas por medios violentos. Todos tenemos un "ninja" interior que cuando recibe lo que considera una injusticia "sueña" con destruir a su oponente con sus superpoderes... lo cual muestra que en nuestro interior existe un pequeño monstruo que realmente haría estas cosas a menos que sea reprimido. La gente suele asegurar que esto sólo sucede con desajustados mentales o sociales (que nunca son ellos y ni por sueños sus hijos... hasta que sucede), pero este razonamiento es como dejar el veneno al alcance de los niños porque algunos pueden no tomarlo. "Tal vez".
Resulta irónico, y casi podríamos decir que risible si no fuera por lo trágico, que a pesar de nuestra aparente fascinación por el crimen, seguimos el ejemplo de la mayoría de los pueblos a lo largo de la historia y creamos leyes estrictas en contra de éste. Es una especie de morbosidad mental, en la cual se utilizan estos medios virtuales de escape con la finalidad de dar satisfacción a la necesidad interna de "explotar" violentamente, creyendo que de esta manera se alivian ciertos síntomas sumamente reprimidos. Pero esto es tan necio como considerar que la pornografía no tiene efectos negativos en los que la consumen. De la misma manera, el consumo de violencia es únicamente un indicador de un estado interno propicio a estas cosas. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los serial killers y asesinos "espontáneos" (personas que de repente toman armas y salen a matar gente) son individuos con vidas perfectamente normales y considerados por todos como personalidades opacas y de escasa atención, deberíamos revertir nuestro concepto acerca de lo que es y lo que no es "entretenimiento". Cuando consideramos que sexo y violencia son diversiones, esto es indicación de que hay algo muy errado en nuestro sistema de valores.
A pesar de esto, que la mayoría "no lo ve mal", en realidad es muy rara la persona que piense que el crimen y la violencia no son malos para su comunidad. No obstante, otros aspectos que tienen que ver con el valor y la santidad de la vida humana tienden a provocar controversias, por ejemplo, cuando se trata de la ejecución de criminales. ¿Acaso la pena capital es lo mismo que el asesinato? ¿Quebranta esto el sexto mandamiento?
La cuestión de estas preguntas se encuentra en otras: ¿Quién tiene la autoridad de disponer de la vida humana? ¿Quién tiene el derecho de tomar esa decisión? Y la verdad a este respecto es que, como en toda propiedad privada, el único derecho lo tiene SU CREADOR.
Un artista es dueño de su obra, y más allá de que pudiera llegar a venderla, continua siendo su dueño a perpetuidad. El hecho de que alguien compre la Gioconda de Miguel Ángel no le otorga el derecho de decir que él la pintó. Sólo compra su posesión temporal. Muchas veces confundimos posesión con autoría, sin comprender que únicamente la autoría (la creación) de algo otorga la posesión perpetua. Esta es la base sobre la cual Yahweh reclama la tierra y todo lo que en ella hay, incluyendo a la humanidad, porque Él creó todas las cosas.
Así siendo, y porque Él creó al hombre y la mujer y los dotó de la capacidad de reproducción, por lo cual los hombres pueden tener hijos. Esto ha hecho que muchos crean que son los dueños de sus hijos, pero la verdad es que LA CAPACIDAD DE DAR VIDA LES FUE OTORGADA POR SU CREADOR. No la tenemos porque nosotros la creamos, sino que la recibimos. Nosotros no hemos hecho nada para dar la vida, como tampoco hemos hecho nada para tener el cuerpo que tenemos. Como criaturas creadas, pertenecemos, no somos dueños.
De manera que el único que puede decidir tomar o no una vida es Aquel que DA LA VIDA. Él tiene el poder de darla, así como el de quitarla. Y a los hombres no les es permitido tomarla por decisión propia. Uno no debe matar deliberadamente, ya sea en forma premeditada, planeando con frialdad, o en un acceso de ira. Debemos controlar nuestras emociones e impulsos. No tenemos ningún derecho de quitarle la vida a otra persona; Elohim se ha reservado ese derecho sólo para Sí. Ese es el mensaje de este mitzvah.
Algunos dicen que el sexto mandamiento no aplica al homicidio involuntario, es decir, a la muerte causada accidentalmente por un descuido o algún otro acto involuntario. Sin embargo, como veremos, sí aplica, aún cuando lo trate de forma diferente.
Entonces, como vemos, en nuestro tiempo se considera la vida como algo muy barato. Se diseñan bombas y puntas de combate nucleares e instrumentos de destrucción cada más crueles para matar a millares de personas en masa. Los asesinos frecuentemente salen enteramente libres o sólo reciben sentencias livianas. Así esos hombres son soltados al público otra vez, tan sólo para repetir sus crímenes. ¿Qué le debe parecer a Elohim esta falta de respeto por la vida?
El mismo Yahshua dijo a sus discípulos:
¿Acaso no se venden dos pajaritos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento del Padre de ustedes. Porque aun sus cabellos están todos contados. Así que, no teman; más valen ustedes que muchos pajaritos. MattiYah 10:29-31
Elohim considera la vida de todas las personas de tanto valor que dio a su Hijo como sacrificio, para que todos pudieran tener la oportunidad de obtener vida eterna (Yahanan 3:16; Timotio Alef 2:5-6).
Culpa De Sangre
La palabra hebrea para sangre (DAM) a veces se refiere a la culpa en que se incurre por el derramamiento de sangre inocente, por lo que se traduce "culpa de sangre".
Si el ladrón es sorprendido forzando una casa, y es herido y muere, no habrá culpa de sangre. Shemot 22:2
Las "manos que derraman sangre inocente" han sido una de las cosas que más ha detestado Yahweh desde que la sangre del justo Hevel clamó a Él desde el suelo.
Seis cosas detesta Yahweh; siete son una abominación para él: una actitud altiva, una lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente... Mishlei 6:16-17
Pero excluidos quedarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira. Hitgalut 22:15
...destruyes a los que hablan mentira; Yahweh aborrece a los asesinos y engañosos. Mizmor 5:6
En su ley que regía a la antigua nación de Yisrael, Yahweh mostró la alta valuación que él le asigna a la vida. Esta ley instruía a los jueces a poner gran cuidado en establecer la culpabilidad o inocencia y en administrar justicia. (Devarim 19:15; 16:19-20). Pero para el convicto de asesinato sólo había un castigo:
Ustedes no deben aceptar un rescate por la vida de un asesino que es culpable de un crimen capital; se le debe dar muerte. Tampoco deben aceptar rescate en lugar de la huida a una ciudad de refugio, permitiéndole a uno volver a vivir en su tierra antes de la muerte del sacerdote. Ustedes no deben contaminar la tierra en que viven; porque la sangre contamina la tierra, y la tierra no puede tener expiación por la sangre que se derrama en ella si no es con la sangre del que la derramó. Bamidbar 35:31-33
Pero a pesar de que siempre hubo y hay los que no creen que exista un Elohim que castigará su mal comportamiento, los requisitos rígidos que Yahweh proclamaba en Su ley estaban colocados para disuadir a la persona que testificara falsamente, advirtiendo que recibiría el castigo que estaba tratando de acarrearle al hombre acusado. Estos requisitos ciertamente servían para disuadir a uno de dar testimonio falso, apresurado o descuidado.
Si un hombre comparece contra otro para testificar maliciosamente y da falso testimonio contra él, las dos partes en disputa comparecerán ante Yahweh, ante los sacerdotes o magistrados en autoridad al momento, y los magistrados harán una investigación cabal. Si el hombre que testifica es un testigo falso, si ha testificado falsamente contra su prójimo, debes hacerle a él lo mismo que él planeaba hacerle a su prójimo. Así eliminarás el mal de tu medio; otros se enterarán y tendrán temor, y no se volverá a hacer semejante maldad en tu medio. No debes mostrar piedad: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie. Devarim 19:16-20.
Las palabras de los idiomas originales que se traducen "matar", "asesinar" y "degollar", siempre se refieren a quitar la vida, y es el contexto —u otros textos— lo que determina si dicha acción ha sido deliberada y no autorizada o ilícita. Por ejemplo, en el mandato "No debes asesinar" (Shemot 20:13), la palabra hebrea para "asesinar" es RATSÁJ, que se refiere a matar de un modo deliberado o ilícito, pero en Bamidbar 35:27 ese mismo término denota una acción que le estaba autorizada al vengador de la sangre. Por lo tanto, el mandato: "No debes asesinar" tiene que entenderse DENTRO DEL CONTEXTO DE LA ENTERA LEY, que autorizaba quitar la vida humana en ciertas circunstancias, como en el caso de la ejecución de criminales.
Por otra parte, la ley mosaica sostenía que la muerte que fuera el resultado de negligencia criminal incurría en culpa por homicidio, y con toda lógica. Así que también se promulgó legislación preventiva para proteger al pueblo de derramar sangre inocente. Tenían que colocarse pretiles en los terrados de las casas con el fin de evitar que alguien pudiera caerse (Devarim 22:8). El propietario de un toro debía adoptar medidas para que este no acorneara a nadie (Shemot 21:29). Si se mataba a un ladrón cuando intentaba penetrar en una casa de noche, no existía culpa de sangre, pero era distinto si se le daba muerte de día (Shemot 22:2-3). Si Yahjezquel no cumplía con su deber de atalaya en favor de Yisrael, la sangre del pueblo estaría sobre él. (Yahjezkel 3:18,20; 33:6,8). Teniendo esto presente, entendemos qué quiso decir el apóstol Shaúl cuando comentó que no tenía culpa de sangre:
Pero como ellos lo contradecían y blasfemaban, sacudió sus vestidos y les dijo: "¡Que su sangre recaiga sobre su propia cabeza! ¡Yo no tengo la culpa! De aquí en adelante me iré a los gentiles". MaAseh 18:6
Por lo tanto, doy testimonio en este día que soy inocente de la sangre de todos. Porque no me he retraído de anunciarles el plan completo de Yahweh. MaAseh 20:26
Como ellos blasfemaban contra Yahshua, insistiendo en rechazar lo único que los habría librado de su culpa de sangre, Shaúl declaró que esa culpa de sangre permanecería sobre sus propias cabezas.
Las Escrituras hablan tanto de los que no fueron culpables de derramamiento de sangre como de los que sí lo fueron, en este último caso para que sirvan de ejemplos amonestadores. Por ejemplo, en una ocasión Saúl no llegó a ser culpable de sangre porque se retuvo de matar a David:
Shaúl le hizo caso al ruego de Yahonatán, y juró Shaúl: "¡Por vida de Yahweh, que no se le dará muerte!". Yahonatán llamó a David, y le dijo Yahonatán todo esto. Entonces Yahonatán llevó a David donde Shaúl, y le sirvió como antes. Shemuel Alef 19:6-7
Pero más tarde acarreó culpa de sangre sobre toda su casa cuando tontamente mató a algunos gabaonitas.
Hubo hambre durante los días de David, año tras año, por tres años. David consultó a Yahweh, y Yahweh le respondió: "Es por la culpa de sangre de Shaúl y su casa, porque él dio muerte a unos guibonitas". Shemuel Bet 21:1
También hubo otros que de alguna manera fueron culpables de sangre (Shoftim 9:24; Shemuel Bet 1:16; 4:6-12). David, por otra parte, no incurrió en esta culpa porque siguió la advertencia de Yahweh transmitida mediante Abigail:
...que esto no sea causa de tropiezo ni de que le falte el valor a mi amo, que haya usted derramado sangre innecesariamente y que mi amo haya buscado desquite con sus propias manos. Y cuando Yahweh haya prosperado a mi amo, acuérdese de su servidora". David le dijo a Avigáyil: "¡Alabado sea Yahweh, el Elohim de Yisrael, que te envió hoy a encontrarte conmigo! Shemuel Alef 25:31-32
Cuando La Restitución Es Imposible
Uno de los principios más básicos de la ley bíblica es que el juicio siempre debe estar en proporción directa con el crimen. El delito, entonces, debe emparejarse proporcionalmente a su resolución o restitución. El robo simple requiere una doble restitución (Shemot 22:4) a la víctima para que se logre la justicia.
En el caso del asesinato, no es posible devolver la pérdida a la familia victimizada, a menos que uno tenga el poder de resucitar a la víctima del asesinato. E incluso si pudiera ser levantado, la víctima y su familia tienen derecho a exigir una doble restitución. ¿Cómo uno restauraría dos vidas?
El mismo problema se enfrenta con el secuestro:
Al que secuestre a un hombre –sea que lo haya vendido o que todavía lo tenga en su poder– se le dará muerte. Shemot 21:16
¿Cómo se paga la restitución en tal caso? En los casos en que la restitución no es posible, el juicio de Elohim es la muerte. Es decir, es el derecho de las víctimas pedir la pena de muerte, y la ley debe hacer cumplir su voluntad. Debe quedar claro, sin embargo, que las víctimas siempre tienen el derecho de perdón. La ley sólo está facultada para hacer cumplir los derechos de las víctimas de injusticia. La gracia y la misericordia son siempre el derecho de una víctima, aunque no de un juez en el desempeño de su cargo.
Asesinato Premeditado Y Homicidio Accidental
Si alguien mataba involuntariamente a otro sin malicia, era obligado a confinarse en una de las seis ciudades de refugio, donde permanecería hasta la muerte del sumo sacerdote:
Si no lo hizo con premeditación, sino que sucedió como un acto de ha Elohim, yo te asignaré un lugar adonde pueda él escapar. Shemot 21:13
Medirás las distancias y dividirás en tres partes el territorio del país que Yahweh tu Elohim te ha entregado, para que todo homicida tenga un lugar donde huir. – Ahora bien, este es el caso del homicida que puede huir allí y vivir: Uno que haya matado a otro sin intención, sin que hubiera sido su enemigo en el pasado. Por ejemplo, un hombre va con su vecino a un bosque a cortar leña; al levantar sus manos un hacha para cortar un árbol, se le zafa el hacha del mango y golpea al otro de modo que muere. Ese hombre podrá huir a una de esas ciudades y vivir. Devarim 19:3-5
"Habla con los yisraelitas, y diles: Designen las ciudades de refugio sobre las que les mandé mediante Mosheh a las que pueda huir un homicida que mate a una persona por error, sin intención. Ellas les servirán a ustedes como refugio del vengador de sangre. Él debe huir a una de esas ciudades, presentarse a la entrada de la puerta de la ciudad, y exponer su caso ante los ancianos de esa ciudad; y ellos lo recibirán en la ciudad y le darán un sitio donde vivir entre ellos. Si el vengador de sangre lo persigue, ellos no podrán entregarle al homicida, ya que mató a la otra persona sin intención y no había sido su enemigo en el pasado. Vivirá en esa ciudad hasta que pueda tener un juicio delante de la asamblea, (y se quedará ahí) hasta la muerte del sumo sacerdote que esté en oficio en ese tiempo. Después, el homicida podrá regresar a su hogar en su propio poblado, al poblado del cual huyó". Yahoshúa 20:2-6
Las ciudades de refugio eran las cárceles del Reino. Este es el verdadero modelo carcelario. Se trataba de un encarcelamiento voluntario que impedía que el vengador de sangre alcanzara al asesino por accidente y lo matara, mientras que permitía que el asesino se mantuviera a sí mismo con cualquier trabajo que pudiera encontrar. Pero si abandonaba la ciudad de refugio, podría ser ejecutado por el "redentor de sangre" con total inmunidad porque ése era su derecho como goel ha'dam (vengador de sangre):
Pero si el homicida sale alguna vez de los límites de la ciudad de refugio a la que ha huido, y el vengador de sangre lo encuentra fuera de los límites de su ciudad de refugio, y el vengador de sangre mata al homicida, esto no se le cuenta como crimen de sangre. Porque él debe permanecer dentro de la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote; después de la muerte del sumo sacerdote, el homicida puede regresar a su tierra de propiedad. Bamidbar 35:26-28
Los casos de asesinato premeditado, cuando eran probados por dos o tres testigos, requirieron que el tribunal imponga la pena de muerte. Leemos en Devarim:
Sin embargo, si una persona que sea enemiga de otra la acecha y se le echa encima y la golpea con un golpe fatal y luego huye a uno de estos poblados, los ancianos de ese poblado harán que lo saquen de allí y lo entreguen al vengador de sangre para que se le dé muerte; no debes mostrarle piedad. Así limpiarás a Yisrael de la sangre del inocente, y te irá bien. Devarim 19:11-13
La diferencia entre asesinato premeditado y homicidio accidental es bien clara, y vemos cómo aún en el caso de un accidente, el valor de la vida perdida se mantiene de cualquier forma. Por ejemplo, dos hombres podrían estar reparando el techo de una casa, y al que estaba arriba se le cayera el martillo de la mano y le diera a otra persona, matándola. El homicida accidental entonces tenía que huir inmediatamente a la ciudad de refugio más cercana que Elohim misericordiosamente había designado.
Ahora bien, este es el caso del homicida que puede huir allí y vivir: uno que haya matado a otro sin intención, sin que hubiera sido su enemigo en el pasado. Por ejemplo, un hombre va con su vecino a un bosque a cortar leña; al levantar sus manos un hacha para cortar un árbol, se le zafa el hacha del mango y golpea al otro de modo que muere. Ese hombre podrá huir a una de esas ciudades y vivir. Devarim 19:4-7
Los poblados que ustedes asignen a los levitas comprenderán las seis ciudades de refugio que deben asignar para que huya a ellas un homicida... se proveerán de lugares que les sirvan como ciudades de refugio a las que pueda huir un homicida que haya matado sin intención a una persona. Las ciudades les servirán como refugio del vengador, para que el homicida no muera sin que haya ido a juicio delante de la asamblea. Bamidbar 35:6,11-12
Cuando un fugitivo llegaba a una ciudad de refugio, tenía que exponer su caso a los ancianos en la puerta de la ciudad, y debía brindársele hospitalidad. A fin de evitar que los que cometían asesinatos intencionados se aprovechasen de esta provisión, después de exponer el caso en la ciudad de refugio, el fugitivo tenía que someterse a juicio y probar su inocencia en las puertas de la ciudad bajo cuya jurisdicción había ocurrido la muerte. En caso de hallarle inocente, era devuelto a la ciudad de refugio. Sin embargo, sólo podía garantizarse su seguridad si permanecía en la ciudad el resto de su vida o hasta la muerte del sumo sacerdote. No era posible aceptar ningún rescate con el fin de alterar estos términos. (Bamidbar 35:22-29,32; Yahoshua 20:4-6). Ni siquiera el altar sagrado de Yahweh podía proteger a los asesinos, como se mostró en el caso de Yoav.
Las ciudades les servirán como refugio del vengador, para que el homicida no muera sin que haya ido a juicio delante de la asamblea... Pero si lo empujó sin malicia premeditada o si le arrojó algún objeto encima sin intención, o inadvertidamente le dejó caer encima algún objeto mortal de piedra, y resulta en muerte –aunque no era su enemigo ni procuraba hacerle daño– en tales casos la asamblea decidirá entre el matador y el vengador de sangre. La congregación protegerá al homicida del vengador de sangre, y la asamblea lo devolverá a la ciudad de refugio a la que huyó, y allí permanecerá hasta la muerte del sacerdote que fue ungido con el aceite sagrado. Pero si el homicida sale alguna vez de los límites de la ciudad de refugio a la que ha huido, y el vengador de sangre lo encuentra fuera de los límites de su ciudad de refugio, y el vengador de sangre mata al homicida, esto no se le cuenta como crimen de sangre. Porque él debe permanecer dentro de la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote; después de la muerte del sumo sacerdote, el homicida puede regresar a su tierra de propiedad. Bamidbar 35:12, 22-25.
Esta alegoría es impresionante. La asamblea ejercía juicio sobre el homicida, y si era declarado culpable de crimen accidental, era remitido a la ciudad de refugio donde pasaría su vida hasta la muerte del Sumo Sacerdote. Si osara salir de ella, el vengador de sangre podía matarlo sin que fuera considerado crimen. Esta persona era el pariente más cercano a la persona asesinada, y tenía el derecho de tomar vida por vida, por lo que el homicida culposo debía apresurarse a huir y buscar refugio.
En hebreo esta expresión es GOEL HA'DAM. La palabra hebrea goel es un participio de GAAL, cuyo significado "recuperar", "reclamar", "recomprar" o "redimir", como ya sabemos por otros estudios. DAM significa sangre. En la ley hebrea la palabra se aplicó al pariente varón más cercano de la persona a la que se había dado muerte, y era quien tenía la obligación de vengar su sangre. El término goel también designaba a un pariente que tenía el derecho de recomprar (o redimir) en otros asuntos, por ejemplo los económicos y el rescate de viudas y huérfanos, y aunque se trataba del mismo pariente, LAS DOS FUNCIONES SON COMPLETAMENTE DIFERENTES. Mashiaj, en Su primera venida, cumplió con Su papel de Goel Redentor, y en la segunda venida será como Goel Dam, vengador de sangre, porque Yahweh se encargará de que a su debido tiempo se vengue la sangre inocente de todos sus siervos fieles.
¡Oh naciones, aclamen a Su pueblo! Porque él vengará la sangre de sus servidores, pagará con venganza a sus adversarios, y limpiará la tierra de su pueblo. Devarim 32:43
Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las vidas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Yahweh y del testimonio que ellos tenían. Y clamaban a gran voz diciendo: "¿Hasta cuándo, oh Soberano Yahweh, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre sobre los que moran en la tierra?". Y a cada uno de ellos se le dio un vestido blanco; y se les dijo que descansaran todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos que también habían de ser muertos como ellos. Hitgalut 6:9-11
El vengar la sangre se basa en el mandato declarado a Noaj concerniente a la santidad de la sangre y de la vida humana. Yahweh dijo:
De la sangre de vida de ustedes yo pediré cuentas: se las pediré a toda bestia; al hombre también le pediré cuentas por la vida humana; a cada hombre por la de su prójimo. "A cualquiera que derrame la sangre de un hombre, otro hombre le derramará la suya; porque Elohim hizo al hombre a su imagen". Bereshit 9:5-6
El asesino es el hombre, la tierra donde vivían es el mundo y el vengador de sangre es Mashíaj. Las ciudades de refugio son las congregaciones que forman la Novia, el único lugar de salvación y protección para los hombres en la tierra. Todos somos pecadores, y los creyentes somos pecadores que hemos creído que la obra consumada de Yahshua ha Mashíaj nos ha liberado de la condenación final, porque fuimos HOMICIDAS POR ACCIDENTE, es decir, por ignorancia. Como tales, no estamos más en el mundo, sino que hemos sido injertados en la Novia, el Cuerpo de Mashíaj. Pero si alguno se sale de bajo esta protección y dice "estaba mejor en el mundo", y se regresa, el Goel Dam le dará muerte. No crean que Mashíaj no los mataría. Ciertamente que lo haría. Por supuesto, hablamos de la muerte por separación, en verdad, estas personas se matan a sí mismas, al volverse al lugar donde estaban antes. Tal vez el hombre tuviera demasiada nostalgia de su mujer e hijos, y decidiera dejarlo todo por estar con ellos. Estas personas sólo serían levantadas en la segunda resurrección, y pasadas para la "siguiente vuelta", como ya hemos estudiado en la serie CTU - La Cebada, El Trigo Y Las Uvas. Estos, que amaron más al mundo, serían tratados como homicidas de propósito. Ellos debían permanecer hasta la muerte del Kohen Gadol, que también es una figura de Mashíaj en el madero. En aquella época era literal, hoy es espiritual.
Las leyes justas de Yahweh hicieron una notable distinción entre el homicidio deliberado y el involuntario, como podemos ver claramente. Para este último caso se proveyeron las ciudades de refugio (en diferentes lugares para que todos tuvieran acceso). También se crearon tribunales para poder oír los casos que tenían que ver con situaciones relacionadas con la culpa por derramamiento de sangre.
Si un caso te resulta muy confuso para decidirlo, sea una controversia sobre homicidio, ley civil o asalto, asuntos de litigio en tus cortes, dirígete prontamente al lugar que Yahweh tu Elohim haya escogido, y comparece ante los sacerdotes levíticos, o ante el magistrado a cargo en ese momento, y preséntale tu problema. Cuando ellos te anuncien el veredicto en el caso, tú llevarás el veredicto que se te anuncie en ese lugar que escoja Yahweh, observando escrupulosamente todas las instrucciones que se te den. Devarim 17:8-10
Cuando venga ante ustedes un pleito de sus hermanos que viven en sus ciudades, sea en cuanto a homicidio, o a ritual, o a leyes o a reglas, ustedes deben instruirlos para que no incurran en culpa delante de Yahweh y que no haya ira contra ustedes y contra sus hermanos. Actúen de este modo y no incurrirán en culpa. Dibrey haYamim Bet 19:10
De manera que había un sistema carcelario que existía únicamente para resguardar las vidas de los homicidas involuntarios. Pero el asesinato premeditado exige la pena de muerte:
Cuando alguien trame algo contra otro y lo mate a traición, lo sacarás de mi propio altar para darle muerte. Shemot 21:14
La ley está obligada a condenar a muerte a un hombre así. Sin embargo, tengamos en cuenta que LAS VÍCTIMAS SIEMPRE CONSERVAN SU DERECHO AL PERDÓN. Tanto Yahshua como Esteban perdonaron a sus asesinos (Luka 23:34; MaAseh 7:60), porque era su derecho. Ese derecho pasaba naturalmente al representante de la víctima, el vengador de sangre, cuya responsabilidad era representar los intereses de su familia cuando fueron víctimas de un delito.
Cada vez que la ley impone la pena de muerte, Elohim reconoce implícitamente que los tribunales terrenales son incapaces de impartir justicia a tales víctimas. En otras palabras, la restitución no es posible por asesinato. Por esta razón, el tribunal debía remitir el caso al tribunal superior en el Gran Trono Blanco y poner a los culpables a "dormir" (como se dice) hasta ese día. Cuando a un juez le resulta imposible restaurar lo que la víctima ha perdido, no tiene más remedio que aplazar el caso al juicio del Gran Trono Blanco.
El vengador de sangre también es incapaz de obtener justicia para su pariente en tales casos, por lo que sus opciones son o dar muerte al delincuente o perdonarlo. Es probable que el factor más importante que lo haga considerar el perdón es si el agresor estaba verdaderamente arrepentido, sobre todo cuando comprendemos que todos nosotros necesitamos el arrepentimiento para apropiarnos de la provisión que la sangre de Yahshua ha Mashiaj nos ha dado. El vengador de sangre es llamado a ser un redentor, no un vengador; pero en caso de asesinato, no puede cumplir su vocación a través de la ley de restitución o por cualquier otra ley. Al final, todo lo que puede hacer es perdonar o postergar el caso al Gran Trono Blanco.
La provisión de las ciudades de refugio es una forma disminuida de la pena de muerte. La pena se reduce a causa de la naturaleza involuntaria del homicidio. El redentor de sangre nuevamente tiene la opción de perdonar al homicidio, que en la mayoría de los casos sería la mejor opción, si la muerte fue accidental. Pero si el redentor permanece enojado, el homicida puede ser protegido por la ley sólo dentro de los límites de la ciudad de refugio.
La ciudad de refugio cumple la misma función básica que la propia pena de muerte. Ambos sirven para aislar al delincuente pero de diferentes maneras. La pena de muerte mantiene al asesino hasta el momento del Gran Trono Blanco, donde nuestro gran Sumo Sacerdote juzga a toda la humanidad en el contexto de Su muerte en el madero que pagó la pena por el pecado del mundo. Para el crimen menor, el homicida es enviado a una ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote, que habla proféticamente del madero, donde se perdona el pecado.
El llamado vengador de sangre ha sido muy mal interpretado a lo largo de los años, porque los hombres no entendieron el corazón de Elohim o la mente de Mashiaj. Cuando Mashiaj vino a mostrar el corazón de Elohim por medio de su ejemplo, reveló su papel como el máximo redentor de sangre por su propia muerte en el madero, ya que no vino como fiscal, sino que vino en nombre de los acusados.
Por lo tanto, el primer gran ejemplo que vemos es que un redentor de sangre busca principalmente redimir y perdonar, en lugar de imponer un castigo. Un redentor no debe estar interesado meramente en los intereses de su pariente, sino en establecer la voluntad de Elohim para el avance de su modo de vida. Si el redentor tiene la mente de Mashiaj, buscará el verdadero equilibrio de justicia y misericordia que se encuentra en Mashiaj mismo. En otras palabras, comprenderá que su deber es para con Elohim incluso antes que su pariente. Buscará primero la voluntad de Elohim y sus propios derechos de manera secundaria.
De hecho, la ley de Elohim tomó nota de tal problema que podría surgir en casos de asesinato o homicidio. Debido a que el redentor tiene el derecho de perdonar, puede tener una mentalidad tan carnal como para "hacer un trato" con el asesino. Si la familia del asesino es rica, el redentor podría exigir un rebaño de ovejas a cambio de perdón. La ley prohíbe tales acuerdos:
Ustedes no deben aceptar un rescate por la vida de un asesino que es culpable de un crimen capital; se le debe dar muerte. Tampoco deben aceptar rescate en lugar de la huida a una ciudad de refugio, permitiéndole a uno volver a vivir en su tierra antes de la muerte del sacerdote. Bamidbar 35:31-32
Esto establece el hecho de que el perdón debe ser otorgado libremente, en lugar de ser obtenido mediante rescate, ya sea en un caso de asesinato en primer grado o homicidio accidental. El perdón debe basarse en el arrepentimiento y la verdadera misericordia, en lugar de tratarlo como una ficha de negociación que podría dar algún valor a la vida de la víctima fallecida.