PIEDRAS VIVAS
CLE02 51
El Séptimo Mandamiento:
"No Cometerás Adulterio" 01
LA FORNICACIÓN
La relaciones sexuales ilícitas fuera del matrimonio instituido por Elohim. La palabra hebrea ZANÁH y otras formas afines transmiten la idea de prostitución, ayuntamiento o relación sexual inmoral y fornicación. La palabra griega que se traduce "fornicación" es PORNEIA (G4202), de donde deriva nuestra palabra pornografía y otras, que se refiere a la prostitución. También aparece la palabra MOIJÁO (G3429), que significa adulterar.
En la actualidad hacemos diferenciación entre adulterio y fornicación, estableciendo el adulterio como el acto sexual fuera del matrimonio realizado por personas casadas, mientras que la fornicación se aplica a personas que hacen lo mismo pero sin estar casadas. La diferencia es en sí el estado civil de la persona, pero el acto es el mismo: relación sexual extramatrimonial. Pero en las Escrituras, las expresiones parecen ser utilizadas como sinónimas, o como considerando que todo es PORNEIA, relaciones sexuales extramatrimoniales.
1. Bajo La Ley
Bajo la ley mosaica, el hombre que cometía fornicación con una muchacha que no estaba comprometida tenía que casarse con ella y pagar a su padre la dote estipulada para una novia (50 siclos de plata). No podía divorciarse de ella en toda su vida. Aunque el padre de ella rehusara dársela en matrimonio, el hombre tenía que pagarle el precio de compra prescrito.
Si un hombre seduce a una virgen por la cual no se haya pagado el precio de esposa, y se acuesta con ella, tiene que hacerla su esposa mediante el pago del precio de esposa. Si el padre de ella rehúsa dársela, aun así tiene que pesar plata de acuerdo al precio de esposa para vírgenes. Shemot 22:16-17
Si un hombre se encuentra con una muchacha que no está comprometida y la agarra y se acuesta con ella, y los descubren, el hombre que se acostó con ella pagará al padre de la muchacha cincuenta (shékels de) plata, y ella será su esposa. Por haberla violado nunca tendrá derecho a divorciarse de ella. Devarim 22:28-29
Sin embargo, si la muchacha estaba comprometida, el hombre tenía que morir lapidado. No se castigaba a la muchacha que gritaba cuando era atacada, pero si no lo hacía (indicando así que consentía), también se le daba muerte.
En el caso de una virgen que esté comprometida con un hombre, –si un hombre la encuentra en el campo y se acuesta con ella, los sacarás a los dos a la puerta de ese poblado y los apedrearás hasta morir: a la muchacha porque no pidió ayuda en el poblado, y al hombre porque violó a la esposa de otro hombre. Así eliminarás el mal de tu medio. Pero si el hombre se encuentra con la muchacha comprometida en el campo, y el hombre se acuesta con ella por la fuerza, solamente el hombre que se acostó con ella morirá, pero no le harás nada a la muchacha. La muchacha no incurrió en pena de muerte, porque ese caso es como el de un hombre que ataca a otro y lo asesina. Él la encontró en el campo abierto; aunque la muchacha comprometida pidiera ayuda no había nadie que la salvara. Devarim 22:23-27
La ley castigaba con la muerte a una muchacha que se casase fingiendo ser virgen, pero que hubiese cometido fornicación en secreto.
Pero si la acusación resulta cierta, se halló que la muchacha no era virgen, entonces llevarán a la muchacha a la entrada de la casa de su padre, y los hombres de su poblado la apedrearán hasta morir; porque ella hizo una cosa vergonzosa en Yisrael, cometiendo fornicación mientras estaba bajo la autoridad de su padre. Así eliminarás el mal de tu medio. Devarim 22:20-21
Pero si su marido la acusaba falsamente de tal delito, se consideraba que había acarreado gran vergüenza a la casa del padre de ella. Por tal difamación los jueces tenían que "disciplinar" a tal hombre (posiblemente azotarlo) y multarlo con 100 siclos de plata, dinero que se entregaba al padre de la esposa:
Un hombre se casa con una mujer y cohabita con ella. Después le pierde el cariño y le levanta una acusación y la difama, diciendo: "Yo me casé con esta mujer, pero cuando me allegué a ella encontré que no era virgen". En tal caso el padre y la madre de la muchacha presentarán la evidencia de la virginidad de la muchacha ante los ancianos del poblado, a la puerta. Y el padre de la muchacha dirá a los ancianos: "Yo le di a este hombre mi hija por esposa, pero él le ha perdido el cariño; por eso ha levantado acusaciones diciendo: "No hallé virgen a tu hija", ¡pero aquí está la evidencia de la virginidad de mi hija!". Y la desplegarán delante de los ancianos del poblado. Los ancianos de ese poblado tomarán entonces a ese hombre y lo azotarán, y lo multarán con cien (shékels de) plata y se los dará al padre de la muchacha, porque el hombre ha difamado a una virgen en Yisrael. Además, ella seguirá siendo su esposa; él nunca tendrá derecho a divorciarse de ella. Devarim 22:13-19
La prostitución de la hija de un sacerdote deshonraba el sagrado puesto de su padre. A ella debían quemarla como algo detestable.
Cuando la hija de un sacerdote se contamina por prostitución, es a su padre a quien contamina; la echarán al fuego. Vayikra 21:9
La fornicación entre personas casadas (adulterio) era una violación del séptimo mandamiento, y aquellos que cometían tal pecado merecían la pena de muerte, como veremos en breve. (Shemot 20:14; Devarim 5:18; 22:22).
Si un hombre cometía fornicación con una sierva designada para otro hombre pero que aún no había sido redimida o liberada, se les tenía que castigar a ambos, pero no debía dárseles muerte.
Si un hombre tiene relaciones carnales con una mujer que es esclava y se le ha asignado a otro hombre, pero no ha sido redimida ni se le ha dado libertad, debe haber una indemnización; sin embargo no se les debe dar muerte, ya que ella no ha sido libertada. Pero él debe traer a la entrada de la Carpa de Reunión, como su ofrenda de culpa para Yahweh, un carnero de ofrenda de culpa. Con el carnero de ofrenda de culpa el sacerdote hará expiación por él delante de Yahweh por el pecado que ha cometido; y se le perdonará el pecado que ha cometido. Vayikra 19:20-22
Esto era entonces la mujer todavía no era libre y no tenía completo control de sus acciones, como lo habría tenido una muchacha comprometida que estuviese en libertad. Aún no se había pagado el precio de redención, o al menos no en su totalidad, por lo que todavía era esclava de su amo.
En las Escrituras tenemos varios ejemplos de fornicación, tanto buenos como malos.
a) Bilam Y Las Mujeres De Moav
Cuando el avaricioso profeta Bilam vio que no podía maldecir a Yisrael por medio de artes adivinatorias, procuró hacerlos caer en la desaprobación de Yahweh, induciéndolos a tener relaciones sexuales ilícitas. Por medio de las mujeres moabitas, consiguió que participaran en el sucio culto fálico del Baal Peor, por lo que 24.000 yisraelitas perdieron la vida.
¿Qué contribuyó a ese terrible desenlace? La condición de corazón de muchos yisraelitas. Desarrollaron malas actitudes por haberse ido alejando de Yahweh, sin recordar todo lo que Él había hecho por ellos: liberarlos de Egipto, alimentarlos en el desierto y conducirlos sanos y salvos hasta la Tierra Prometida (Ivrim 3:12). El apóstol Shaúl tuvo presente esa catástrofe cuando escribió:
"Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un (solo) día" Qorintiyim Alef 10:8
Es probable que 1000 cabezas del pueblo fuesen ejecutados y colgados en maderos y los 23.000 restantes muriesen debido a la plaga.
Yahweh le dijo a Mosheh: "Toma a todos los líderes principales y haz que los empalen públicamente delante de Yahweh, para que la ira de Yahweh se aparte de Yisrael". Bamidbar 25:4
b) La Mala Decisión De Dina
Las amistades ejercen una gran influencia, sea para bien o para mal (Mishlei 13:20; Qorintiyim Alef 15:33). Así lo muestra el ejemplo de Dina, hija del patriarca Yaakov. Aunque había recibido una buena crianza, cometió la imprudencia de buscar amigas entre las jóvenes de Kenaán, pueblo que, como Moav, era famoso por su inmoralidad (Vayikra 18:6-25). Por eso, ¿qué pensaría cualquier hombre de la zona al ver a Dina? Que era una presa fácil para ellos. Y Shejém, "el más honorable de toda la casa de su padre", no fue la excepción (Bereshit 34:18-19).
Probablemente, ella no pretendía tener relaciones sexuales. Pero Shejém sí. Por eso actuó como lo hubieran hecho la mayoría de los kenaanitas: sin importarle que la joven se resistiera, "la tomó" y "la violó". Más tarde "se enamoró" de ella, pero eso no cambió en nada el abuso cometido (Bereshit 34:1-4). Y Dina no fue la única perjudicada, porque su mala elección de compañías desencadenó una serie de sucesos que sumió a toda su familia en problemas (Bereshit 34:7, 25-31; GalutYah 6:7, 8).
Puede que Dina extrajera una importante lección, pero a las malas. Ahora bien, nosotros no tenemos que aprender así. Amamos a Yahweh, y por eso hacemos caso de sus consejos, entre ellos, el de "andar con personas sabias" (Mishlei 13:20a). Este es un consejo para los más jóvenes, que son naturalmente más osados y atrevidos, creyendo que nunca nada de malo les sucederá. Hasta que sucede.
c) Yósef Huyó De La Fornicación
Pero también contamos con el excelente ejemplo de un joven que amaba a Elohim y supo huir de la fornicación. Yósef, hermano de Dina por parte de padre (Bereshit 30:20-24). De pequeño, había visto los terribles resultados de la imprudencia de su hermana. Tal vez esos recuerdos, así como el firme deseo de mantenerse en el amor de Elohim, lo protegieron años después, cuando era esclavo en Egipto y la esposa de su amo intentaba "día tras día" seducirlo. Siendo un esclavo, no podía renunciar a su cargo e irse. No tenía más remedio que armarse de valor y afrontar con sabiduría la situación. Y así lo hizo, negándose vez tras vez a acceder a los deseos de aquella mujer y, finalmente, huyendo de su presencia (Bereshit 39:7-12).
Reflexionemos por un momento: ¿cuántos habrían logrado mantenerse firme si se hubiera pasado los días pensando en la señora, o entregándose con la imaginación a fantasías sexuales? Nadie, probablemente. Pero además de negarse a abrigar pensamientos impuros, Yósef daba gran valor a su relación con Yahweh. Así lo indicó cuando dijo a la mujer de Potifar: "Mi amo (...) no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Elohim?". (Bereshit 39:8, 9).
Qué honra para Yahweh tener un hijo como Yósef. Pese a vivir lejos de su familia y haber sufrido tantas injusticias, seguía fiel día tras día. Eso es lo que los creyentes, jóvenes, adultos o maduros, mujeres u hombres, deben hacer cuando la tentación golpea la puerta: huir de ella.
Los hijos de Elohim de la actualidad nos encontramos en una situación muy semejante a la que se describe en Bamidbar. Para empezar, nos hallamos a las puertas de una Tierra Prometida, sólo que muchísimo mayor. Nos enfrentamos a un mundo cuya obsesión por el sexo es como la de los moabitas, pero a mayor escala. Además, el lazo principal en que cayeron los yisraelitas, la inmoralidad, es el mismo que atrapa todos los años a miles de creyentes. Y a imitación de Zimrí, quien tuvo la desfachatez de pasearse con una midianita por el campamento de Yisrael e introducirla en su propia tienda, algunos han sido una influencia corruptora en la congregación creyente (Bamidbar 25:6,14; Judas 4).
2. Prohibida A Los Creyentes
Yahshua ha Mashiaj condenó la fornicación, equiparándola a razonamientos inicuos, asesinatos, robos, falsos testimonios y blasfemia, todo lo cual proviene del interior del hombre, de su corazón, y lo contamina.
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios y las blasfemias... MattiYah 15:19a
Más tarde, el cuerpo gobernante de la congregación, compuesto por los apóstoles y los ancianos que estaban en Yahrushalayim, escribió a los creyentes prohibiéndoles la fornicación, que colocaron al mismo nivel que la idolatría y el consumo de sangre.
...sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre (...) que se abstengan de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si se cuidan de tales cosas, harán bien. Que les vaya bien. MaAseh 15:20,29
En cuanto a los gentiles que han creído, ya les hemos escrito lo que habíamos decidido: que se abstengan de lo que se ofrece a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. 21:25
El apóstol Shaúl señala que la fornicación es una de las obras de la carne, lo opuesto al fruto del ruaj de Elohim, y advierte que el practicar las obras de la carne impedirá que un individuo herede el Reino (GalutYah 5:19-21). Su consejo es que el creyente amortigüe su cuerpo "en cuanto a fornicación" (Qolasiyim 3:5). Shaúl advirtió a los creyentes que la PORNEIA ni siquiera debería ser tema de conversación entre personas santas, tal como a los yisraelitas se les mandó que no mencionasen los nombres de los dioses paganos de las naciones que los rodeaban, no que no los nombraran a sus hijos al prevenirles del culto a esas deidades, sino que no los mencionasen con agrado. Pronunciar sus nombres invocándolos habría sido idolatría, que es fornicación:
Pero la inmoralidad sexual y toda impureza o avaricia no se nombren más entre ustedes, como corresponde a consagrados... Efesiyim 5:3
Estén pendientes de todo lo que les he dicho. No mencionen los nombres de otras deidades; que no se oigan de sus labios. Shemot 23:13
La fornicación es una ofensa por la que un individuo puede ser expulsado de la congregación.
Les escribí en una carta que no se asocien con fornicarios. No me refería a los que de este mundo son fornicarios, avaros, estafadores o idólatras, pues en tal caso tendrían que salir del mundo. Pero ahora les escribo que no se asocien con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera coman. Pues, ¿por qué tengo yo que juzgar a los que están afuera? Ustedes deben juzgar a los que están adentro. Pues a los que están afuera Elohim los juzgará. Pero quiten al malvado de entre ustedes. Qorintiyim Alef 5:9-13
El apóstol explica que un creyente que comete fornicación peca contra su propio cuerpo, porque usa los órganos de la reproducción para fines ilícitos. Este proceder afecta muy adversamente a la persona en sentido espiritual, trae deshonra a la congregación de Elohim, aumenta la cobertura de tinieblas sobre la persona y su familia y también afecta al ejército de Yahweh, y hace que dicha persona quede expuesta al peligro de enfermedades.
Huyan de la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa el hombre está fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que su cuerpo es templo del espíritu de santidad que mora en ustedes y que recibieron de Elohim, y que ustedes no son suyos? Pues los han comprado por un precio; por eso, glorifiquen a Elohim en su cuerpo. Qorintiyim Alef 6:18-20
Tal persona no desafía al hombre, cuyas leyes pueden o no sancionar la fornicación, sino a Elohim, quien exigirá castigo por su pecado. (Tesaloniyim Alef 4:8).
EL ADULTERIO
Por lo general, en las Escrituras la palabra adulterio se refiere a la relación sexual voluntaria entre una persona casada o comprometida y otra del sexo opuesto que no es su cónyuge ni su prometido. La raíz hebrea que significa "adulterar" es NAÁF (H5003), mientras que su correspondencia griega es MOIJALÍS (G3428).
Bajo la ley de Moshe, el adulterio se castigaba con severidad. Ambos recibían la pena de muerte. Esto aplicaba incluso a la mujer que tenía relaciones con un hombre que no fuera aquel con quien estaba debidamente comprometida.
Si sorprenden a un hombre acostado con la esposa de otro hombre, ambos –el hombre y la mujer con que se acostó– morirán. Así eliminarás el mal de Yisrael. En el caso de una virgen que esté comprometida con un hombre, –si un hombre la encuentra en el campo y se acuesta con ella, los sacarás a los dos a la puerta de ese poblado y los apedrearás hasta morir: a la muchacha porque no pidió ayuda en el poblado, y al hombre porque violó a la esposa de otro hombre. Así eliminarás el mal de tu medio. Devarim 22:22-24
Si se sospechaba que una esposa había cometido adulterio, se la debía someter a juicio por celos. (Bamidbar 5:11-31).
En su enseñanza de los principios divinos, Yahshua amplió el concepto de adulterio al decir que no estaba limitado al contacto sexual que un hombre pudiera tener con una mujer que no fuera su cónyuge:
"Ustedes oyeron que se dijo: No adulterarás. Pero yo les digo que todo el que mira a una mujer para desearla ya cometió adulterio con ella en su corazón. MattiYah 5:27-28
Tienen los ojos llenos de adulterio y son insaciables para el pecado. Seducen a las almas inconstantes. Tienen el corazón ejercitado para la avaricia. Son hijos de maldición. Kefá Bet 2:14
El lazo matrimonial sólo puede ser roto por la fornicación o la muerte:
Por lo tanto, si ella se une con otro hombre mientras vive su esposo, se la declara adúltera. Pero si su esposo muere, ella queda libre de ese compromiso legal; y si se une con otro esposo, no es adúltera. Romaniyim 7:3
Por lo tanto, divorciarse por cualquier otra razón equivale a cometer adulterio.
Pero uno no debe aprovecharse de esto de modo que tenga excusa para casarse de nuevo simplemente porque un acto de fornicación fue cometido. Esto también es un asunto de motivo. Si es posible, el cónyuge que causó la ofensa debe ser perdonado. Sin embargo, es otra cosa si el culpable no quiere arrepentirse y vive en esa clase de pecado o se casa con otra persona. En tal caso, el lazo matrimonial se rompe, y el otro cónyuge está libre.
En Su designio original con respecto al matrimonio, Elohim ordenó que hubiera una esposa para un esposo. Pero por causa de la debilidad de los hijos de Yisrael y de la dureza de su corazón, cuando la ley fue dada, Moshe dio al hombre permiso para divorciarse de su esposa con carta de divorcio. Algunos dicen que con la venida de Yahshua, esta ley fue cambiada. Mashíaj no vino a cambiar ninguna ley, VINO A CAMBIAR LOS CORAZONES. De manera que la ley continúa tan firme como en el principio, y los que la respetan como Yahweh manda son aquellos que han comprendido su principio esencial: que el matrimonio es el deseo de Yahweh para los hombres, y no el divorcio.
Yahshua también dijo que si un esposo o esposa obtenía un divorcio, A NO SER POR MOTIVO DE FORNICACIÓN (PORNÉIA), el segundo matrimonio de cualquiera de los dos constituiría adulterio. Incluso un hombre soltero que tomara como esposa a una mujer divorciada sería culpable de adulterio.
Pero yo les digo que todo el que se divorcia de su esposa, a no ser por causa de fornicación, la expone a cometer adulterio; porque el que se case con la divorciada comete adulterio. MattiYah 5:32
Por eso les digo que cualquiera que se divorcie de su esposa, a menos que sea por causa de fornicación, y se casa con otra, comete adulterio. (Y el que se casa con una mujer así divorciada comete adulterio). MattiYah 19:9
Y él les dijo: "Cualquiera que se divorcie de su esposa y se case con otra, comete adulterio contra ella. Y si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio. Mordejai 10:11-12
"Todo el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio. Y el que se casa con la divorciada por su esposo comete adulterio. Luka 16:18
El adulterio es "realmente pecar contra Elohim", como aseguró Yósef:
"Él no ostenta más autoridad que yo en esta casa, y no me ha negado nada excepto a usted misma, porque es su esposa. ¿Cómo entonces podría yo hacer esa maldad tan grande, y pecar delante de Elohim?". Bereshit 39:9
Yahweh juzgará a los adúlteros, y nadie que persista en un proceder semejante "heredará el reino de Elohim":
Pero (antes) me adelantaré a contender contra ustedes, y actuaré como un acusador implacable contra los que no me tienen respeto: los que practican hechicería, que cometen adulterio, que juran falsamente, que le roban a los obreros su salario, y que pervierten (la causa de) la viuda, el huérfano, y el extranjero, dijo Yahweh de los Ejércitos. MalajiYah 3:5
¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Elohim? No se engañen: que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los homosexuales, ni los entregados a prostitución, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores, heredarán el reino de Elohim. Qorintiyim Alef 6:9-10
Téngase en alta estima entre todos el matrimonio, y mantengan pura la relación conyugal; pero Elohim juzgará a los fornicarios y a los adúlteros. Ivrim 13:4
"Cualquiera que comete adulterio con una mujer es falto de corazón; el que lo hace está arruinando su propia alma". Mishlei 6:32-35
La "Falsa" Mujer Adúltera
En Yahanan 8:1-11, leemos la historia de la mujer sorprendida en adulterio que fue llevada a Yahshua para ser juzgada. Muchos han usado esta historia como evidencia de que Yahshua quitó la ley, a pesar de que Yahshua claramente lo negó en MattiYah 5:17-19.
Los fariseos tenían un motivo para llevar a la mujer adúltera a Yahshua. Querían atraparlo en sus propias palabras, porque si se negaba a juzgarla, podían acusarlo de despreciar la ley, pero si la condenaba a muerte, podían apedrearla y luego denunciarlo ante el gobierno romano. En aquellos días, el gobierno romano exigía que todos los casos capitales se remitieran a ellos para su juicio.
Yahshua conocía sus corazones, y él conocía la ley. La ley preveía que en los casos en que la justicia no era posible, ya fuera por la falta de dos testigos, testigos falsos, un juez sobornado o (como en este caso) una autoridad extranjera, los hombres debían intentar resolver sus disputas en privado (MattiYah 18:15) y, si fuera necesario, presentar las pruebas y los testigos a la parte ofensora para evitar al tribunal (MattiYah 18:16).
Si no podían llegar a una resolución, entonces podían llevarlo a la corte (MattiYah 18:17), donde se esperaba que un juez terrenal justificara a uno y condenara al otro. Si el hombre que pierde el caso judicial cree que el veredicto fue injusto, entonces podría apelar su caso ante el Tribunal Divino.
Cuando los fariseos acusaron a la mujer adúltera, querían que la juzgara de acuerdo con Vayikra 20:10 (citado anteriormente). Pero como esos crímenes capitales sólo podían ser juzgados por el gobierno romano, era obvio que no se podía hacer justicia. Además, los fariseos habían traído a la adúltera, pero no al adúltero.
Yahshua sabía que la verdadera justicia no podía hacerse en este caso. Por lo tanto, llevó a la mujer directamente a la Corte Divina de acuerdo con la ley de los celos en Bamidbar 5:12-31. En tal caso, el celoso, carente de pruebas o testigos creíbles, debía llevarla al sacerdote (juez), donde el sacerdote administraría un juramento de inocencia a la mujer en medio de una ceremonia.
El sacerdote debía informarle de la maldición que vendría sobre ella si ella jurara ser inocente pero en realidad era culpable.
El sacerdote pondrá estas maldiciones por escrito y las frotará en el agua amarga. Después hará que la mujer beba el agua amarga que trae maldición, para que el agua de maldición entre en ella y le provoque amargura. Entonces el sacerdote tomará de la mano de la mujer la ofrenda de comida por celos, elevará la ofrenda de comida delante de Yahweh, y la presentará sobre el altar. Y el sacerdote tomará un puñado de la ofrenda de comida como recordatorio de ella y la convertirá en humo sobre el altar. Finalmente, hará que la mujer beba el agua. Una vez que la haya hecho beber el agua –si ella se ha contaminado por haberle sido infiel a su esposo, el agua que trae maldición entrará en ella y le provocará amargura, de modo que se le hinchará el vientre y se le decaerá el muslo; y la mujer llegará a ser una maldición entre su pueblo. Pero si la mujer no se ha contaminado y es pura, no le pasará nada y podrá retener semen. Bamidbar 5:23-28
Si una mujer prestaba tal juramento de inocencia, su caso se remitía al Tribunal Divino y su marido debía aceptar su declaración como veraz.
Porque los hombres juran por uno más grande que ellos mismos, y con ellos un juramento como confirmación es el fin de toda disputa. Ivrim 6:16
Este era el procedimiento adecuado a seguir cuando faltaban pruebas o testigos, o si las circunstancias impedían la implementación de la justicia divina. Tal fue el caso cuando a Yahshua se le presentó a la mujer supuestamente sorprendida en adulterio. Incluso si los testigos fueran suficientes y creíbles, ningún juez podría haberle juzgado, porque los romanos se habían reservado el derecho de condenar a muerte a cualquiera.
Por lo tanto, Yahshua no podía juzgar a la mujer por la ley por la cual los escribas y los fariseos querían condenarla. Sí, la ley en Devarim 22:24 parecía aplicable... pero no bajo esas condiciones. Entonces Yahshua comenzó a probar su caso de acuerdo con Bamidbar 5. Yahanan 8:6 dice: "Pero Yahshua se inclinó y con su dedo escribió en el suelo".
Al principio no entendieron lo que estaba haciendo, y pensaron que Yahshua simplemente los estaba ignorando. Pero Yahshua sabía exactamente lo que estaba haciendo. Los escribas y fariseos habían llevado a la mujer al gran Sumo Sacerdote de la Orden de Melki-Tsedeq para que la juzgara, y él presentaba su caso ante el Tribunal Divino. Yahshua escribió sobre el terreno:
El sacerdote sacará agua consagrada en una vasija de barro y, tomando un poco de la tierra del piso de la Morada, el sacerdote la pondrá en el agua. Bamidbar 5:17
Los fariseos lo presionaron para que emitiera un veredicto antes de que terminara de escribir, por lo que los dejó de lado y dijo:
"El que está sin pecado entre ustedes, sea el primero en lanzarle una piedra". Yahanan 8:7
En otras palabras, Él estaba diciendo: "Bueno, si han llegado a un veredicto, sigan adelante y ejecútenla". Después de todo, la ley exigía que los testigos liderasen el camino en cualquier ejecución (Devarim 17:7). Sabía, por supuesto, que no la apedrearían, porque los romanos los habrían responsabilizado. Finalmente, uno por uno se dieron por vencidos y se fueron. Cuando Yahshua terminó de escribir en el suelo, levantó la vista y no encontró acusadores ni testigos restantes.
Y enderezándose, Yahshua le dijo: "Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te condenó?". Y ella dijo:" Nadie, Adón". Y Yahshua dijo:" Tampoco yo te condeno; sigue tu camino. De ahora en adelante no peques más". Yahanan 8:10-11
Como el juez en este caso, incluso Yahshua mismo no podía condenarla sin testigos y sin que alguien presentara cargos en su contra. Tampoco tuvo que hacerle un juramento. Como no había nadie que la condenara, el caso fue desestimado. Así que el caso terminó con una simple advertencia de "no peques más". Yahshua no perdonó su pecado, ni quitó la ley.
EL DIVORCIO
Es la disolución legal de la unión marital, es decir la ruptura del vínculo matrimonial entre esposo y esposa. Varios de los términos que se emplearon en los idiomas originales para el verbo "divorciarse" tienen el sentido literal de "despedir", "despachar", "dejar ir", "soltar", "expulsar", "echar fuera" y sobre todo "cortar". Existen dos conceptos a este respecto, que necesitamos diferenciar, y el lugar donde mejor están expresados es en las palabras del propio Yahshua, aunque los traductores se empeñan en esconder la verdad. La mayoría de las traducciones consigna más o menos lo siguiente:
Pero yo les digo que todo el que se divorcia de su esposa, a no ser por causa de fornicación, la expone a cometer adulterio; porque el que se case con la divorciada comete adulterio. MattiYah 5:32
Sin embargo, un análisis de la frase nos demostrará que la palabra que aquí traducen como divorcio es APOLÚO (G630), que significa "libertar completamente", dejar ir, liberar de todo compromiso, y aplicado al caso del matrimonio que se separa, es mejor traducida como RECHAZAR o REPUDIAR. Esta es la acción en la cual el cónyuge fiel repudia al infiel porque ha quebrado el pacto del matrimonio. La correcta traducción sería:
Pero yo les digo que todo el que repudia (se separa, corta, APOLÚO) a su esposa, a no ser por causa de fornicación (PORNEIA), la expone a cometer adulterio (MOIJÁO); porque el que se case con la repudiada (APOLÚO) comete adulterio (MOIJÁO). MattiYah 5:32
Ya lo que llamamos divorcio es en verdad un "acta de divorcio", que aparece, por ejemplo en:
Ellos dijeron: "Mosheh permitió escribir una carta de divorcio y despedirla". Mordejai 10:4
Este "acta de divorcio" es la palabra KERITUT (H3748), que deriva del verbo KARAT (H3772) que ya hemos estudiado porque es la palabra que mal traducen como "hacer un pacto", cuando en verdad significa CORTAR. Cortar un pacto. Así que el keritut es un "documento de corte", que indica que esa persona ha quedado liberada de su compromiso matrimonial porque ha cortado el pacto.
De manera que el repudio y el acto de entregar el acta de divorcio o keritut son dos acciones separadas y diferentes.
Cuando Yahweh unió a Adam y Javá en matrimonio, no dispuso medio alguno para un eventual divorcio, cosa que Yahshua dejó muy claro en su respuesta a la pregunta que le hicieron los fariseos: "¿Es lícito para un hombre divorciarse de su esposa por cualquier motivo?".
Yahshua explicó que el propósito de Elohim era que el hombre dejara a sus padres y se uniera a su esposa, para así llegar a ser una sola carne, y añadió:
"De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Elohim ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre". MattiYah 19:3-6 (comparar con Bereshit 2:22-24).
A renglón seguido, los fariseos preguntaron: "Entonces, ¿por qué prescribió Moshe dar un certificado de despedida y divorciarse de ella?". La respuesta de Yahshua fue: "Moshe, en vista de la dureza del corazón de ustedes, les hizo la concesión de que se divorciaran de sus esposas, pero tal no ha sido el caso desde el principio". (MattiYah 19:7-8).
En griego, la palabra que reemplaza a keritut, carta de divorcio, es APOSTÁSION (G647), "algo que separa", que es una forma neutra de APOSTASÍA (G646). Apostatar es literalmente cortar, separar, y el divorcio era un "documento de la apostasía".
Aunque a los yisraelitas les estaba permitido divorciarse como una concesión, Yahweh Elohim reglamentó el divorcio en su Ley dada a Yisrael por medio de Moshe.
Un hombre toma una esposa y la posee. Ella no logra agradarlo porque él encuentra algo ofensivo acerca de ella, y le escribe un acta de divorcio, se la entrega y la despide de su casa... Devarim 24:1
No se especifica la naturaleza de la "indecencia" (la palabra es ERVÁ, H6172, literalmente, "desnudez"), pero no podía ser adulterio porque, según la ley de Elohim dada a Yisrael, la muerte, no el divorcio, era la sanción prescrita para aquellos que fuesen culpables de adulterio:
Si sorprenden a un hombre acostado con la esposa de otro hombre, ambos –el hombre y la mujer con que se acostó– morirán. Así eliminarás el mal de Yisrael. Devarim 22:22
Parece que en un principio la "indecencia" que le daba al esposo hebreo base para el divorcio tenía que ver con acciones graves, como el que la esposa le demostrara gran falta de respeto o le acarrease vergüenza a la familia. Y ya que la Ley decía: "Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo", no es razonable suponer que pudieran usarse impunemente faltas insignificantes como excusas para divorciarse de la esposa. Sin embargo, en los días de MalajiYah muchos esposos judíos fueron desleales a sus esposas: se divorciaban de ellas por toda suerte de motivos, y así se libraban de las esposas de su juventud con el fin, tal vez, de casarse con mujeres más jóvenes, o paganas. En lugar de apoyar la ley de Elohim, los sacerdotes permitieron este proceder y, en consecuencia, incurrieron en el desagrado de Yahweh:
Yahudah ha sido desleal; cosas aborrecibles se han hecho en Yisrael y en Yahrushalayim. Porque Yahudah ha profanado lo que es santo para Yahweh –lo que Él desea– y desposó hijas de deidades extranjeras. Que Yahweh no le deje al que hizo esto descendientes que habiten en las carpas de Yaakov y que presenten ofrendas a Yahweh de los Ejércitos. Y esto hacen ustedes también: Cubren el altar de Yahweh de lágrimas, llorando, y gimiendo, de manera que él rehúsa volver a considerar la oblación y aceptar lo que ofrecen ustedes. Pero ustedes preguntan: "¿Por qué razón?". Porque Yahweh es testigo entre ustedes y la esposa de su juventud con la cual han sido desleales, aunque ella es su compañera y esposa por convenio. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de ruaj? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Elohim. Así que tengan cuidado con su aliento de vida, y que nadie sea desleal a la esposa de su juventud. Porque yo detesto el divorcio –dijo Yahweh, el Elohim de Yisrael– y el que uno se cubra de maldad como con un manto –dijo Yahweh de los Ejércitos. Así que tengan cuidado con su aliento de vida y no actúen traidoramente. MalajiYah 2:11-16
En el tiempo de Yahshua los judíos se amparaban en muy diversas razones para divorciarse. Según la costumbre yisraelita, el hombre pagaba una dote por la mujer que llegaba a ser su esposa y se la consideraba su posesión. Ella disfrutaba de muchas bendiciones y privilegios, pero tenía un papel subordinado en la unión marital. Su posición se muestra además en Devarim, donde se menciona que el marido podía divorciarse de su esposa, pero no que la esposa pudiera divorciarse de su esposo.
Por ser considerada propiedad del esposo, no podía divorciarse de él. Sin embargo, esta situación parece haber cambiado con el paso de los años. Las palabras de Yahshua:
"Si alguna vez una mujer, después de divorciarse de su esposo, se casa con otro, ella comete adulterio" Mordejai 10:12
...parecen indicar que, o bien el divorcio por iniciativa de la mujer ya había empezado a surgir en su día, o que preveía que esa situación se produciría.
La primera mención extrabíblica de una yisraelita que intentó divorciarse de su esposo fue la de Salomé, la hermana del rey Herodes, quien envió a su esposo, el gobernador de Idumea, un certificado de divorcio disolviendo su matrimonio. (Antigüedades Judías, libro XV, cap. VII, sec. 10).
Segundas Nupcias De Cónyuges Divorciados
Un hombre toma una esposa y la posee. Ella no logra agradarlo porque él encuentra algo ofensivo acerca de ella, y le escribe un acta de divorcio, se la entrega y la despide de su casa; ella sale de la casa de él y llega a ser esposa de otro hombre; luego este segundo hombre la rechaza, le escribe un acta de divorcio, se la entrega y la despide de su casa; o muere el último que se acostó con ella. Entonces el primer esposo que se divorció de ella no puede tomarla por esposa otra vez, ya que ella ha sido contaminada – porque eso sería aborrecible para Yahweh. No debes deshonrar la tierra que Yahweh tu Elohim te está dando como herencia. Devarim 24:1-4
En Devarim 24:1-4 también mostraba un caso particular en el que la mujer repudiada y debidamente divorciada salía "de la casa de él y llega a ser esposa de otro hombre". Muchos han interpretado que esto significa que está permitido que los cónyuges que se han divorciado (con papeles) están libres de volver a casarse. Sin embargo, analicemos a fondo el asunto. En el caso en cuestión, la mujer realmente va y se casa de nuevo y luego es nuevamente repudiada y divorciada, o queda viuda (las únicas dos causas de libertad "legal"), no podía volver a tomarla como esposa, PORQUE ELLA YA SE HABÍA "CONTAMINADO" CON OTRO HOMBRE. Sin embargo, no se especifica prohibición alguna en el supuesto de que ella no se hubiese casado de nuevo después de haberse consumado el divorcio, con lo cual la prohibición queda limitada al caso de la mujer haberse hecho una carne con otro hombre.
Este punto es importante de comprender, porque implica la verdad espiritual de las relaciones sexuales.
¿O no saben que el que se une con una prostituta se hace con ella un sólo cuerpo? Porque dice: "Los dos serán una sola carne". (...) Huyan de la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa el hombre está fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo. Qorintiyim Alef 6:16,18
La persona soltera que cometiese fornicación con una prostituta llegaría a ser "un sólo cuerpo" con ella. El acto sexual nos unifica, nos hace uno con la otra persona. De igual manera, el adúltero se constituiría "un sólo cuerpo", no con su esposa, con quien ya lo era, sino con aquella con la que tuviese relaciones inmorales. En consecuencia, no sólo pecaría contra sí mismo, su propio cuerpo, sino contra el "solo cuerpo" que hasta ese momento formaba con su esposa. Esa es la razón por la que el adulterio proporciona una base válida para desatar el vínculo conyugal con el respaldo de los principios bíblicos, porque si la persona tiene relaciones sexuales con el adúltero a sabiendas, COMETE TAMBIÉN ADULTERIO, UNIÉNDOSE A LA TERCERA PERSONA EN DISCORDIA A TRAVÉS DEL ADÚLTERO. Este era el caso del marido que quisiera volver a tomar su mujer repudiada que ya había estado con otro hombre, AÚN EN EL CASO EN QUE SU SEGUNDO MARIDO HUBIERA MUERTO.
Sin embargo, sí puede volver a tomarla en el caso de que ninguno de los dos se hubiera casado de nuevo PORQUE NO FUE DADA ACTA DE DIVORCIO, como vemos en el caso de Gomer y Hoshea. Él la había despedido, pero luego volvió a tomarla.
Voy a ilustrarlo de forma grosera pero simple, para que se comprenda. Supongamos que las personas tenemos un "color" interior, y que al tener relaciones sexuales ese color "mancha" los miembros de la otra. Entonces, si un marido tiene relaciones con una mujer amarilla y regresa a casa y tiene relaciones con su esposa, pasará ese "amarillo" a su esposa, convirtiéndola en adúltera (aún cuando él o ella no sepan).
Hace tiempo hubo una campaña para uso de preservativos cuyo lema era algo como "Cada vez que me acuesto con una persona también me estoy acostando con todos sus ex". Esto es absolutamente bíblico, y no por nada las Escrituras defendieron la virginidad y el matrimonio único (a pesar de tolerar la costumbre de los hombres tener más de una esposa o concubina).
Veamos lo que Mashíaj dice:
Y él les dijo: "Cualquiera que se divorcie de su esposa y se case con otra, comete adulterio contra ella. Y si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio". Mordejai 10:11-12
Por eso les digo que cualquiera que se divorcie de su esposa, a menos que sea por causa de fornicación, y se casa con otra, comete adulterio. Y el que se casa con una mujer así divorciada comete adulterio. MattiYah 19:9
LA ÚNICA CAUSA ACEPTABLE EN LOS CIELOS DE DIVORCIO ES EL ADULTERIO. El propio Yahweh se divorció, por eso es la única aceptable. Él soportó todas las infidelidades de su esposa Yisrael, de manera que los hombres deben hacer exactamente lo mismo. Cualquier otra causa (tan alegadas por los judíos de la época de Yahshua y por el mundo entero en la nuestra) NO ES LÍCITA ESCRITURALMENTE HABLANDO. De manera que quienes se divorcian por cualquier otro motivo (inclusive si han sido repudiados y divorciados por las razones dadas por el otro cónyuge), NO PUEDEN CASARSE DE NUEVO (hasta que no muera su cónyuge). Están legalmente separados a los ojos del mundo, pero no a los ojos de Yahweh.
Yahweh dijo claramente que, salvo el pecado de fornicación, ninguna otra causa era válida para divorcio, y si se usaba otro, AMBOS COMETERÍAN ADULTERIO CASO SE CASARAN NUEVAMENTE. Yahshua aclaró que, aunque Moshe les había permitido dar el keritut, si era aplicado a un caso que no fuera fornicación, estaba exponiendo a su esposa a adulterio, al futuro esposo de ella también, y a sí mismo, caso se casara de nuevo. Y agregó que las cosas no eran así "en el principio". Si la base del divorcio no era el adulterio, no tenía verdadero valor desvinculante y, por lo tanto, no la dejaba en libertad para casarse con otro hombre y hacer vida conyugal con él.
Ahora bien, la pregunta final es si, después de un divorcio por fornicación, la persona inocente puede volver a casarse sin problema (la otra persona también puede, aunque lleva la carga de su adulterio). Y la respuesta es sí, ya que tenemos un caso avalado por el propio Mashíaj:
La mujer le respondió: "No tengo esposo". Le dijo Yahshúa: "Bien has dicho: "No tengo esposo"; porque cinco esposos has tenido, y el que tienes ahora no es tu esposo. Tienes razón en lo que has dicho". Yahanan 4:17-18
Mashíaj está estableciendo el hecho de que ella ESTUVO CINCO VECES CASADA (con cinco hombres diferentes), pero que en ese momento estaba conviviendo con el sexto, en lo que hoy llamaríamos "unión estable".