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CLE02 60

La Adoración A Yahweh

El Terror Del Sinay

 

En Shemot, el monte Sinay es llamado el monte de Elohim. Aquí el pueblo redimido de Elohim fue llevado a una comunión directa con él. Los hijos de Yisrael fueron llevados a esta comunión con Elohim veinticinco siglos después de la creación del hombre. Antes de ese momento, ninguna persona en la tierra tuvo comunión directa con Elohim, excepto Janój. Por una parte, en el monte Sinay, el pueblo fue llevado a la comunión con Yahweh. Por otra parte, Elohim bajó y habló con ellos. En Bereshit 11, Yahweh no bajó para tener comunión con el pueblo sino para juzgarlo. En Shemot, Elohim no bajó para juzgar, sino para tener comunión con Su pueblo. En el monte Sinay, los hijos de Yisrael debían haber disfrutado de una fiesta con Yahweh.

 

En el monte Sinay, Elohim no se reunió con Su pueblo por un sólo día; más bien, el pueblo permaneció con Él durante muchos meses (Shemot 19:1; 40:2,17; Bamidbar 10:11-13). Elohim consideró a Su pueblo redimido como Su "posesión personal" (19:5), Su tesoro preciado. Ya que Su pueblo le era tan preciado, Él bajó a visitarlos. El Tanaj enseña que la reunión de Elohim con Su pueblo duró más de mil años. Terminó cuando la gloria de Elohim se fue del templo (Yahjezquel 10:18).

 

Todo el pueblo presenciaba los truenos y relámpagos, el sonido del cuerno y el monte que humeaba; y cuando el pueblo vio aquello, cayeron hacia atrás y se mantuvieron a distancia. Le dijeron a Mosheh: "Háblanos tú, que no nos hable Elohim, no sea que muramos". Mosheh le respondió al pueblo: "No teman; ha'Elohim ha venido solamente para probarlos, y para que el respeto a él esté siempre con ustedes, para que no se descarríen". De modo que el pueblo se mantuvo a la distancia, mientras Mosheh se acercó a la espesa nube donde estaba ha'Elohim. Shemot 20:18-21

 

Los terrores del Sinay -los truenos, los relámpagos, el sonido de la trompeta, la montaña Sinay humeante, la nube y la voz que hablaba desde ella- llenaron al pueblo de temor:

 

Cuando ustedes oyeron la voz que salía de la oscuridad, mientras el monte ardía en fuego, ustedes se me acercaron, todos sus jefes tribales y ancianos, y dijeron: "Yahweh nuestro Elohim acaba de mostrarnos su majestuosa Presencia, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hemos visto hoy que el hombre puede vivir aunque Elohim le haya hablado. No muramos, entonces, porque ese temible fuego nos consumirá; si volvemos a oír la voz de Yahweh nuestro Elohim moriremos. Pues ¿qué mortal oyó jamás la voz de Elohim vivo hablando de en medio del fuego, como la oímos nosotros, y siguió vivo? Acércate tú y oye todo lo que diga Yahweh nuestro Elohim; y entonces dinos todo lo que te diga Yahweh nuestro Elohim, y nosotros voluntariamente lo haremos". Yahweh oyó la petición que ustedes me hicieron, y me dijo Yahweh: "He oído la petición que te ha hecho este pueblo; hicieron bien en hablar así. ¡Si tuvieran siempre ese mismo sentir, para respetarme y seguir todos mis mandamientos, para que les vaya bien a ellos y a sus hijos para siempre! Ve y diles que vuelvan a sus carpas. Devarim 5:23-30

 

Estas manifestaciones son muy similares a las que ocurrieron en MaAseh 2, cuando fue entregado el Ruaj haKodesh a la congregación del aposento alto. El texto dice que vieron las llamas. Se habla de que vinieron llamas de fuego que se repartieron sobre cada uno de ellos y empezaron a hablar en diferentes lenguas. El fuego que los yisraelitas había rechazado en el Sinay sólo pudo llegar (en parte) en el Shavuot de Pentecostés.

 

Moshe tranquilizó al pueblo con la serena seguridad de que no necesitaba temer. Era el propósito de Elohim impresionar en forma indeleble en sus mentes un concepto de su majestad y poder como un freno para el pecado. Los yisraelitas tenían todavía embotada su comprensión de Elohim, y por lo tanto necesitaban la disciplina del temor hasta que llegara el tiempo cuando estuvieran listos para ser guiados por la voz del amor.

 

Cuando el pueblo se retiró a sus tiendas, según la orden de Yahweh, Moshe se acercó a Elohim. En contraste con el temor de sus compañeros yisraelitas, que los apartó de Elohim, Moshe fue atraído al Adón. El estaría donde estuviera Elohim.

 

Algunos, debido a su condición pecaminosa, son repelidos por la presencia divina; otros, porque purifican sus corazones, encuentran su mayor satisfacción en la comunión con su Creador:

 

Toda la ciudad salió al encuentro de Yahshúa; y cuando lo vieron, le rogaban que se fuera de sus territorios. MattiYah 8:34

 

Siendo ya de día, salió y se fue a un lugar desierto, y las multitudes lo buscaban. Acudieron a él y lo detenían para que no se apartara de ellos. Luka 4:42

 

Hombres que han pecado mucho y que, por lo tanto, sólo pueden ver a Elohim como "vengador para castigar" y como un "fuego consumidor" (Romaniyim 13:4; Ivrim 12:29), con frecuencia pierden de vista los atributos más misericordiosos y amorosos de Yahweh, y dejan de creer que es su Padre "compasivo y benévolo" (Shemot 34:6; Mizmor 86:15; 103:13).

 

En esta ocasión, el pueblo yisraelita perdió la oportunidad de alcanzar un nivel superior de fe, recibiendo el fuego del Ruaj por escuchar la voz de Yahweh. Por supuesto, sabemos que no era el tiempo real, pero Yahweh, en su misericordia, siempre nos da "cuadros" para que comprendamos Su Plan completo. Aquí Él retrató todo su plan y dio una muestra de lo que recibirían en el siguiente nivel, el de Shavuot, que se cumpliría en Pentecostés. Tenemos que prestar atención a sus mensajes velados para no resistirnos cuando Él llama. Eso establece la diferencia entre los vencedores de la cebada y la compañía del trigo.

 

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Yahweh mismo es quien establece la forma aceptable de Su adoración en los últimos pasukim del capítulo 20 de Shemot:

 

 

1. Sin Ídolos

 

En 20:22-26, Elohim le revela a Su pueblo redimido la manera en que debían adorarle a Él. Esto no había sido revelado anteriormente, ni siquiera a Avraham, a quien llamó Su amigo. Elohim reveló la manera en que debían adorarle solamente después de que Su pueblo fuese llevado a una comunión cara a cara con Él en Su monte. Si indagamos en estos pasukim, veremos que nos dan los puntos principales de cómo debemos adorar a Elohim. Esta revelación es conforme a lo que encontramos no solamente en el resto del Tanaj, sino también en el B'rit Hadashá. Aquí tenemos una revelación del madero y de Mashiaj. Además, estos pasukim muestran que tanto la obra del hombre como sus métodos quedan excluidos. Estos pasukim hacen referencia a ídolos de oro y de plata.

 

Y Yahweh le dijo a Mosheh: Así les dirás a los yisraelitas: Ustedes mismos vieron que les hablé desde el mismo cielo... Shemot 20:22

 

Aquí vemos que Elohim habló a Su pueblo desde los cielos. Aún este pasuk está relacionado con el culto a Elohim, ya que muestra que el Elohim que adoramos es viviente y habla, y que no habita en la tierra sino en los cielos.

 

Por lo tanto, a mi lado no harán deidades de plata, ni se harán ninguna deidad de oro. Shemot 20:23

 

Aquí tenemos una ampliación de los dos primeros mandamientos y también detalles relacionados con estos mandamientos. En los dos primeros se nos exhorta a no tener dioses ajenos ni a hacer ídolos. La palabra "a mi lado" en el pasuk 23 es muy significativa. Indica que el pueblo no debía adorar ni tener otro dios fuera de Él. Esto fue transgredido literalmente cuando plantaron árboles junto a sus altares. Aún hoy la gente "planta" un árbol junto a su "altar" en un simulacro de adoración humana, a destiempo y en desobediencia, cada navidad. Esto sería como una mujer que tiene un marido, y también un amante... y pretende tenerlos juntos. Así como una mujer debe tener un sólo marido, también los hijos de Yisrael deberían tener a Elohim como su único Elohim. Hoy también.

 

Shemot 20:23 menciona específicamente ídolos de oro y de plata. Aquí no se menciona nada acerca de los ídolos hechos de madera o de piedra. En el libro de YeshaYah, vemos que el pueblo de Elohim hizo, más adelante, ídolos de oro y de plata (2:20; 30:22; 31:7). La primera vez que hicieron un ídolo de oro fue cuando Moshe se encontraba en el monte Sinay con Elohim. Mientras Moshe estaba en la cima del monte en comunión con Elohim, el pueblo al pie de la montaña le pidió a Aharón que hiciera un becerro de oro. Al hacer un dios de oro, el pueblo adoraba a otro dios junto con el verdadero Elohim. Pero "Elohim es Ruaj" (Yahanan 4:24). Para que no lo adoraran mediante representaciones materiales, permaneció invisible mientras hablaba desde la nube en el monte Sinay (Devarim 4:12).

 

Este pasuk menciona solamente ídolos de oro y de plata, y no ídolos de otros materiales como madera y piedra. Por lo tanto, este pasuk implica que no debemos adorar la plata ni el oro. Según MaAseh 3, un hombre cojo pidió limosna a Kefá y a Yahanan. Kefá le dijo: "No poseo plata ni oro; pero lo que tengo esto te doy: en el nombre de Yahshua ha Mashiaj de Nazaret, levántate y anda" (pasuk 6). Kefá no tenía plata ni oro, pero tenía el nombre de Yahshua ha Mashiaj.

 

En el culto a Elohim, no debemos adorar las riquezas ni el oro ni la plata. El Adón Yahshua nos dice que no podemos servir a Elohim y a las riquezas (MattiYah 6:24). No podemos servir a Elohim y también al oro y a la plata al mismo tiempo. Para sobrevivir, necesitamos dinero, pero no debemos permitir que éste sea nuestra centralidad. Tener un gran deseo y aspiración por las riquezas equivale a hacer ídolos de oro y de plata.

 

"A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en lo inseguro de las riquezas, sino en Elohim, que nos provee todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos". Timotio Alef 6:17

 

Los que tienen oro y plata en esta era no deben apegarse a la inseguridad de los bienes. Por el contrario, deben depender del Elohim vivo. Y el mismo mensaje es para los que no tienen, para los pobres. La solución de sus problemas tampoco está en el oro y la plata.

 

Un creyente fácilmente puede decir que no tiene ningún ídolo. No obstante, no es tan fácil que los creyentes testifiquen de su desapego por las riquezas. Tener bienes no es algo incorrecto, pero aferrarse a los bienes en lugar de apegarse a Elohim vivo equivale a adorar ídolos. Si deseamos adorar de una manera pura, todos los ídolos y el amor por las riquezas deben irse. Por experiencia, sabemos que si nos aferramos a las riquezas, nuestro culto a Elohim será nulo. Mientras nos aferramos a las riquezas no podemos ofrecer a Elohim un culto genuino y puro. Por lo tanto, el mandamiento de no hacer dioses de oro y de plata implica que en nuestro culto a Yahweh no debemos dejar ningún lugar al amor a las riquezas. Ya que nuestro altar de tierra está en nuestro corazón, no podemos levantar ídolos de oro y plata a su lado. El interés y afán por las riquezas debe quedar fuera de nuestros corazones. No es nuestro trabajo el que nos sustenta, SINO SU PROVIDENCIA.

 

La situación entre muchos creyentes contemporáneos se ha degradado por la importancia que dan al dinero. En su mayoría, el cristianismo se ha convertido en una religión caracterizada por el culto del becerro de oro. Los que ofrecen muchos donativos son exaltados y reciben un honor público. Esto es hacer dioses de oro y de plata, es también la adoración al becerro de oro.

 

 

2. Altar Sin Labrar

 

Háganme un altar de tierra y sacrifiquen sobre él sus holocaustos y sus ofrendas de paz, sus ovejas y sus bueyes; en todo lugar donde yo haga que se mencione mi nombre vendré a ti y te bendeciré. Y si me haces un altar de piedras, no lo construyas de piedras labradas; porque al emplear tu herramienta en él lo habrás profanado. Shemot 20:24-25

 

Esta porción se refiere al altar, a los sacrificios, a la recordación del nombre de Elohim, y cuando Él visita a Su pueblo y lo bendice.

 

Después la confusión de los idiomas en Bavel, los seres humanos se esparcieron por toda la superficie de la Tierra (Bereshit 11:1-9). Su tendencia innata a adorar los impulsó a acercarse a Elohim, a quien conocían cada vez menos y a quien "buscaban a tientas" (MaAseh 17:27; Romaniyim 2:14-15). Desde los días de Noaj, numerosos pueblos, con diferentes culturas y religiones, han construido altares para sus dioses y los han utilizado en la adoración falsa. Como estaban alejados del Elohim verdadero, algunos los emplearon en horrendos rituales que incluían sacrificios de hombres, mujeres y niños. Algunos reyes de Yisrael abandonaron a Yahweh y erigieron altares a Baal y otros dioses paganos (Melajim Alef 16:29-32). Ahora bien, ¿qué puede decirse del uso de los altares en la adoración verdadera?

 

La primera mención de un altar en el texto bíblico aparece después del Diluvio, cuando "Noaj edificó un altar a Yahweh" e hizo ofrendas quemadas sobre él (Bereshit 8:20). Las únicas ofrendas mencionadas con anterioridad al Diluvio fueron las de Qayin y Hevel, y aunque es de suponer que las hiciesen sobre un altar, no se dice nada al respecto (Bereshit 4:3-4).

 

Avraham edificó un altar en Shejém (Bereshit 12:7), también en algún lugar entre Betel y Ai (Bereshit 12:8; 13:3), luego en Jebrón (Bereshit 13:18), y seguramente también sobre el monte Moriah, donde Elohim le dio un carnero en sustitución de Yitzjak (Bereshit 22:9-13). Aunque sólo en este último caso se especifica que Avraham ofreció un sacrificio en el altar, el significado de la palabra hebrea empleada indica que en cada uno de los otros casos debió presentarse una ofrenda. Tiempo después, Yitzjak edificó un altar en Beer-seba (Bereshit 26:23,25), y Yaakov construyó altares en Shejém y Betel (Bereshit 33:18,20; 35:1,3,7). Estos altares que hicieron los patriarcas probablemente fueron como los que más tarde Elohim menciona aquí en Shemot 20, o bien un montículo de tierra o una plataforma de piedras sin labrar.

 

Después de la victoria sobre los amalequitas, Moshe edificó un altar al que puso por nombre "Yahweh-Nisí" (Yahweh Es Mi Bandera) (Shemot 17:15, 16). Luego, cuando se instituyó el pacto de la Ley, edificó un altar al pie del monte Sinay, sobre el que se ofrecieron sacrificios. La sangre de estos se roció sobre el altar, el libro y el pueblo, con lo que se validó y puso en vigor el pacto (Shemot 24:4-8; Ivrim 9:17-20).

 

 

El altar debía ser de tierra porque es el mismo material del cual está hecho el hombre. Aquí se demuestran las verdaderas intenciones de Yahweh: levantar Su morada en el interior de cada uno de nosotros. En un altar de tierra es fácil escribir (hasta con el dedo, como hizo Mashíaj una vez), pero algunos corazones son de piedra. Sin embargo, aún con corazones de piedra se podía levantar un altar a Él (algo que tal vez deberían tener en cuenta los que son rápidos para condenar a otros de blasfemia por casi cualquier cosa), siempre que no fueran piedras labradas, es decir, SIEMPRE QUE NO SE PUSIERAN ELLOS MISMOS A ESCRIBIR EN LA PIEDRA. Lamentablemente, sabemos que esto fue transgredido por ambas casas repetidas veces. Tanto los líderes judíos como los cristianos se han considerado con el derecho de escribir sus propias leyes. Así, tanto los rabinos como los sacerdotes y pastores han levantado altares de piedras labradas por manos humanas, cuando Yahweh pide un altar de tierra sin trabajar para Él escribir Su Obra.

 

Ivrim 13:10 dice: "Tenemos un altar...". El altar simboliza el madero. En el Tanaj, el altar era una sombra, la realidad de la cual es el madero del B'rit Hadashá. El hombre caído no puede adorar directamente a Elohim sin un altar. El altar señala un proceso de muerte y resurrección. En este proceso tenemos la redención y también la terminación de todas las cosas negativas. Por lo tanto, la palabra altar implica muchas cosas. En cuanto al altar, tenemos la muerte, el fuego y la resurrección. Esto denota la redención, la terminación de las cosas negativas y la resurrección de las cosas positivas. Sin el altar, es decir, el madero, este proceso no podría producirse. Por lo tanto, sin un altar, la gente caída no tiene ninguna posibilidad de adorar directamente a Elohim.

 

Como lo hemos visto, el altar debía de ser erigido con materiales creados por Elohim, tierra o piedra, materiales creados por Yahweh en la naturaleza. Esto indica que el madero fue preparado completamente por la obra de Elohim. El hecho de que la piedra tallada, un material preparado por el hombre, no podía ser usado para el altar indica que el madero no fue producido por la obra del hombre. Elohim, y no el hombre, fue el que preparó el madero. Si Él no hubiera obrado para preparar el madero por nosotros, no habría nada que hacer.

 

En estos pasukim, la erección de un altar significa recibir lo que Yahweh ha preparado. Elohim ha preparado el madero por nosotros para que lo adoremos a Él, y nosotros no debemos hacer otra cosa que recibirlo, diciendo "amén" con acción de gracias para Elohim por Su obra de preparación.

 

El hecho de que los hijos de Yisrael podían erigir un altar de tierra o de piedra indica que el madero está disponible para todos, aún para los corazones más endurecidos.

 

Al recibir el madero, muchos creyentes son débiles. No obstante, otros son bastante fuertes. Todo esto depende de nosotros. Aquí el principio es similar al uso de diferentes animales para el holocausto. Una persona puede ofrecer un buey o un cordero, mientras que otra ofrecería palomas. ¿Por qué la diferencia? Porque unos eran ricos y otros eran pobres, y sabemos que la pobreza depende de no recibir las bendiciones. Pero aún a los que están bajo condenación se les da la oportunidad de "redimirse" presentando ofrenda, que hoy es Mashíaj, sea uno pequeño como un ave, o uno crecido como un toro. Pero también ha habido y hay justos a los ojos de Yahweh que padecen necesidad. Las bendiciones no se reciben sólo por dos causas: por mal comportamiento y/o por maldiciones nacionales. Hubo personas llamadas "justas" en toda la historia, que sufrieron pobreza (el caso de la familia de Mashíaj, sin ir más lejos), no por sus propias transgresiones sino por el pecado nacional.

 

"La palabra del madero es necedad para los que perecen; pero para los que se salvan, esto es, para nosotros, es poder de Elohim". Qorintiyim Alef 1:18

 

¿Por qué es el madero una locura para los que perecen? Es locura porque es algo rústico, primitivo y totalmente desprovisto de cultura, belleza, o arte humano. En la época de Shaúl, el madero era el medio utilizado para ejecutar criminales. No obstante, Elohim usó este medio para salvarnos. Por lo tanto, ésta fue una piedra de tropiezo para los judíos y una locura para los griegos.

 

En Qorintiyim Alef1:23, Shaúl afirma: "Predicamos a Mashiaj clavado en el madero". Es significativo que aquí Shaúl no afirma que él predicaba al Mashiaj resucitado, ascendido, glorificado, o entronizado. ¿Por qué Shaúl no dijo a los griegos que él predicaba al Mashiaj ascendido y exaltado? Por el contrario, Shaúl predicó al Mashiaj clavado en el madero. El predicó a Aquel que murió en el madero, ejecutado como si fuese un criminal. Para los judíos, la predicación de Mashiaj clavado en el madero es una piedra de tropiezo, y para los griegos es una locura, pero para los que son llamados, tanto judíos como griegos, este Mashiaj es el "poder y sabiduría de Elohim" (pasuk 24). ¡Alabado sea Elohim porque fuimos llamados a recibir un Mashiaj clavado en el madero! La decisión de recibir a este Mashiaj no se originó en nosotros; lo hemos recibido porque Elohim nos ha llamado. Elohim nos ha predestinado para recibir este Mashiaj.

 

No obstante, después de recibir al Mashiaj clavado en el madero, muchos creyentes intentan embellecerlo. Pero para nosotros embellecer algo en la restauración de Elohim es insultar a Elohim. En lugar de embellecer cosas, debemos permanecer en lo que el hombre consideraría como una situación primitiva e inculta. En lugar de piedras talladas, debemos tener un altar de piedras o de tierra creadas por Elohim. Este altar es aceptable para Él.

 

Ya que no añadimos obra humana al madero, sino que tenemos solamente un altar primitivo, el hablar de Elohim está con nosotros. No somos capaces ni más inteligentes que los demás. No obstante, por no dar terreno a la obra del hombre, Elohim sigue abriendo Su palabra a nosotros y mandando Su luz.

 

 

Entonces, al recibir el madero, no queda ningún lugar para la obra del hombre. En el catolicismo existe un gran engaño: se puede añadir la obra del hombre; la obra del hombre está presente al recibir el madero de Mashiaj. El catolicismo insiste en hacer un simulacro sobre un altar de piedra labrada, estableciendo según ellos la repetición constante del sacrificio realizado por Mashíaj (lo que ellos llaman la transubstanciación).

 

El altar es, según la revista La Civiltà Cattolica, "el punto central no sólo del edificio religioso, sino también de la Iglesia viva". Sin embargo, Yahshua no instituyó ninguna ceremonia religiosa ante un altar ni encomendó tales celebraciones a sus discípulos. En la mención del altar en MattiYah 5:23-24 y en otros pasukim, Yahshua alude a las prácticas religiosas que predominaban entre los judíos; no estaba indicando que sus seguidores tuvieran que utilizar un altar para rendir culto a Elohim.

 

El historiador estadounidense George Foot Moore escribió: "Las principales características del culto cristiano no variaban, pero con el tiempo los sencillos ritos descritos por Justino a mediados del siglo segundo adoptaron un carácter imponente". Los ritos católicos y las ceremonias religiosas públicas son tan numerosos y complejos que en los seminarios católicos constituyen una asignatura: la liturgia. Moore añade: "Esta tendencia, inherente a todo ritual, se vio favorecida enormemente por la influencia del Tanaj cuando al clero cristiano se le consideró el sucesor del sacerdocio del anterior régimen religioso. Las espléndidas vestiduras del sumo sacerdote, la ropa ceremonial de los sacerdotes, las procesiones solemnes, los coros de levitas que entonaban salmos y las nubes de incienso que brotaban de oscilantes incensarios parecían un modelo divino de culto religioso que justificaba el esfuerzo de la Iglesia por competir con la pompa de los cultos antiguos".

 

Muchos aún hoy desconocen que numerosos ritos, ceremonias, ropajes y otros elementos utilizados en el culto de muchas iglesias no siguen las enseñanzas de los Evangelios, sino las costumbres y los ritos de judíos y paganos. La Enciclopedia Cattolica señala que el catolicismo "ha heredado el uso del altar del judaísmo y, en parte, del paganismo". Minucio Félix, apologista del siglo III de la era común, escribió que los cristianos "no tenían ni templos ni altares". De forma similar, el Diccionario Enciclopédico Religioni e Miti afirma: "Para diferenciarse del culto judío y pagano, los primeros creyentes se negaron a utilizar el altar".

 

Como la vida en Mashíaj se basa sobre todo en la aceptación de principios y en su aplicación en la vida cotidiana de cada creyente, ya no hacía falta una ciudad santa ni un templo con altares ni sacerdotes de distintivas vestiduras.

 

...la hora viene cuando ni en este monte ni en Yahrushalayim adorarán al Padre... Porque viene un tiempo, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en ruaj y en verdad; porque también el Padre busca a los que son así para que lo adoren. Yahanan 4:21,23

 

La complejidad de los ritos y el hecho de que haya congregaciones que utilicen el altar son indicativos de que se está pasando por alto lo que enseñó Yahshua sobre la forma apropiada de rendir culto a Elohim.

 

Esto es "labrar las piedras del altar". Pero según las Escrituras, la tierra o las piedras hechas por Elohim se deberían usar para construir un altar sin ser tocadas por la mano del hombre. Si alguien hubiera considerado este altar como algo demasiado rústico y hubiera querido tallar las piedras para decorarlas, esto las habría contaminado. AÑADIR LA OBRA HUMANA A LA OBRA DE ELOHIM EN SU PREPARACIÓN PRODUCE CONTAMINACIÓN. Lamentablemente, sabemos que el hombre no se contiene de hacer esto, a veces con maldad, a veces con ignorancia.

 

En el transcurso de los siglos, en la historia de la congregación, muchos han intentado decorar la obra de Elohim por la obra humana. Su actitud ha sido ésta: la obra de Elohim carece de belleza y necesita que el hombre añada algo para mejorarla. Incluso hoy en día hay algunos predicadores que no les gusta decir palabras sencillas. Para ellos, eso es insensatez. No obstante, Shaúl declara:

 

"Pero nosotros predicamos a Mashiaj clavado en el madero, para los judíos tropezadero, y para los gentiles necedad; pero para los llamados, así judíos como griegos, Mashiaj es poder de Elohim y sabiduría de Elohim". Qorintiyim Alef 1:23-24

 

La predicación del madero por parte de Shaúl no tenía ninguna belleza, pero ahí estaba el poder de Elohim y Su sabiduría. No obstante, en los sermones "azucarados" que se predican hoy en día hay belleza, pero carecen de poder y sobre todo, de sabiduría. Cuando se le añade la obra decorativa del hombre a la obra de preparación de Elohim, el resultado es la contaminación. ¡Cuánto el cristianismo actual y el fariseísmo judío han contaminado la obra de Elohim! Esta contaminación ha venido principalmente por medio de la obra del hombre. Muchos creyentes prefieren las piedras talladas y pulidas a las piedras naturales creadas por Elohim, a las cuales consideran "rústicas". Ellos prefieren las piedras "bellamente labradas" que relucen más y son más admiradas. Por tanto, cambian la obra de Elohim y la contaminan.

 

Ampliaremos este punto más adelante.

 

 

3. Las Ofrendas: Mashíaj

 

El pasuk 24 menciona sólo dos de las ofrendas fundamentales: el holocausto (OLÁ/OLOT, H5930) y la ofrenda de paz (SHÉLEM/SHELEMIM, H8002). No se mencionan las otras ofrendas. La razón es que el concepto aquí no es la redención o el perdón, sino la comunión entre Elohim y Su pueblo redimido. La tarea de la redención (que por siglos fue realizada a través de corderos y becerros), recae en el sacrificio perfecto de nuestro Adón Yahshua ha Mashíaj. Hoy nosotros acudimos a la presencia del Padre colocando sobre el altar de nuestros corazones de tierra nuestra fe en Su Hijo. Mashíaj es el sacrificio que colocamos en nuestro altar y que nos permite REALIZAR SACRIFICIOS DE CONSAGRACIÓN Y DE PAZ:

 

...para que sean un sacerdocio santo, a fin de que ofrezcan sacrificios espirituales, agradables al Elohim por medio de Yahshúa el Mashíaj. Kefá Alef 2:5

 

Así que, por medio de él (Yahshua), ofrezcamos siempre a Elohim sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Ivrim 13:15

 

Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Elohim que le ofrezcan sus cuerpos como sacrificio vivo, consagrado y agradable a Yahweh, como su culto racional. Romaniyim 12:1

 

El verdadero sacrificio para Elohim es un espíritu arrepentido; tú no desprecias, oh Elohim, un corazón arrepentido y humillado. Mizmor 51:17

 

Entonces podré levantar la frente por encima de mis enemigos que me rodean, y ofreceré en su Carpa sacrificios de alegría: cantando y entonando alabanzas a Yahweh. Mizmor 27:6

 

Que ofrezcan sacrificios de agradecimiento, y cuenten Sus obras en gozosa canción. Mizmor 107:22

 

 

El OLÁ (holocausto) es un sacrificio, en primer lugar, de glorificación a Yahweh, justamente es el sacrificio por excelencia con el que debemos acercarnos a ÉL SIN LAS MANOS VACÍAS.

 

Nadie se presentará delante de mí con las manos vacías. Shemot 23:15

 

No se presentarán delante de Yahweh con las manos vacías. Devarim 16:16

 

Es interesante que este sacrificio es una ofrenda que debía ser completamente quemada, es decir, el hombre no "consume" nada de esta ofrenda. En las otras hay algunas en las que los sacerdotes comen del sacrificio, o inclusive el mismo individuo se sienta y come con su familia de lo que ofrece. Pero en el holocausto el animal es completamente quemado, ascendiendo su olor como OLOR GRATO. Precisamente ese es el significado de OLÁ: "escalón o (colect. gradas, como ascendiendo); por lo general holocausto (como subiendo en humo):- holocausto, ofrecer holocausto, quemar, subir".

 

También es interesante saber que los holocaustos ya existían antes de la ley escrita. Tanto Noaj como Avraham (y sus descendientes a partir de él hasta perderse en Egipto) ofrecieron holocaustos.

 

Entonces Noaj construyó un altar para Yahweh y, tomando de todo animal limpio y de toda ave limpia, presentó ofrendas quemadas (OLOT) sobre el altar. Bereshit 8:20

 

Cuando Avraham levantó la vista, su mirada se posó en un carnero que estaba atrapado en la espesura por los cuernos. Así que Avraham fue y tomó el carnero y lo presentó como ofrenda quemada (OLÁ) en lugar de su hijo. Bereshit 22:13

 

Cuando terminaba una ronda de fiestas, Iyov les mandaba a decir que se santificaran y, levantándose temprano en la mañana, hacía ofrendas quemadas (OLOT), una por cada uno de ellos; porque Iyov pensaba: "Tal vez mis hijos han pecado y han blasfemado a Elohim en sus pensamientos". Esto es lo que hacía Iyov siempre. Iyov 1:5

 

En esa época no había aún sacrificio por la culpa o el pecado, porque no había sido dada la Ley que enseñaría cómo el hombre estaba separado de Su Creador, y que mostraría todos los pasos que alguien debería dar si quisiera reconciliarse con Él, pasos que únicamente fueron cumplidos cabalmente por Yahshua ha Mashíaj.

 

El holocausto sirve de satisfacción para Elohim, y la ofrenda de paz es el deleite del pueblo y Elohim en mutualidad. Presentar un holocausto significa que ofrecemos Mashiaj a Elohim para Su deleite y satisfacción. Presentar la ofrenda de paz significa que ofrecemos Mashiaj a Elohim para nuestro deleite y satisfacción mutua con Elohim. Mashíaj es nuestra paz y nuestro camino de reconciliación con el Padre. La adoración correcta de Elohim debe incluir el holocausto y la ofrenda de paz; algo de Mashiaj ofrecido a Elohim para Su deleite y satisfacción, y algo de Mashiaj que disfrutamos con Elohim, en comunión.

 

Como podemos ver, ÉSTOS FUERON LOS ÚNICOS SACRIFICIOS QUE YAHWEH ESTABLECIÓ EN ESTE MOMENTO. Es importante notar esto, porque luego habrá otros sacrificios que, como veremos, fueron añadidos "por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien se le había hecho la promesa" (GalutYah 3:19). Entonces, se concluye que LOS HOLOCAUSTOS Y OFRENDAS DE PAZ NO ESTÁN ABOLIDOS. Estos sacrificios hoy son espirituales, realizados "en ruaj y en verdad". Una vez más vemos que, junto con las ofrendas se revelan los principios fundamentales de la adoración genuina y adecuada en Shemot.

 

 

4. No Elevarse

 

No subas a mi altar por gradas, para que no se exponga en él tu desnudez. Shemot 20:26

 

Aquí no se refiere a la desnudez del miembro del hombre, como algunos han asegurado, ya que los sacerdotes llevaban calzoncillos de lino (Shemot 28:42), ni tampoco a la desnudez de las piernas, sino a la desnudez del ser humano:

 

Entonces los ojos de ambos fueron abiertos, y ellos se percataron de que estaban DESNUDOS. Así que ellos cosieron hojas de higuera para hacerse taparrabos. Bereshit 3:7

 

La desnudez del hombre es SU FALTA DE COBERTURA DIVINA. Antes de la caída, dice:

 

Ellos estaban ambos desnudos, el hombre y su esposa, y no estaban avergonzados. Bereshit 2:25

 

Pero cuando cayeron, perdieron la conexión directa con Yahweh, y su cobertura. Desde entonces, el hombre no puede evitar exponer su desnudez, a menos que reciba "vestiduras de lino" de las manos de Yahshua ha Mashíaj:

 

Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos para que veas. Hitgalut 3:18

 

Algunos dicen que Mashíaj ya hizo todo y que nosotros no debemos hacer nada, pero el propio Yahshua dice:

 

Y a ella (la Novia) se le ha concedido que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio. Porque el lino fino representa los actos justos de los santos. Hitgalut 19:8

 

Aquí se mencionan LOS ACTOS JUSTOS DE LOS SANTOS, que serán su cobertura. ¿Es esto acaso una contradicción? ¿Qué justicia nos cubre? ¿La nuestra o la de Mashíaj? Aquí entra en juego la falta de discernimiento para alcanzar la comprensión de que "es Yahweh quien los justifica" y es Mashíaj "el que murió y el que también resucitó" (Romaniyim 8:33-34) y que "el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley" (Romaniyim 3:28), simplemente porque la gente insiste en confundir SALVACIÓN CON SANTIFICACIÓN. La salvación viene únicamente a través de aceptar a Mashíaj, pero la santificación (LA COBERTURA DE LAS OBRAS DE LOS JUSTOS) viene de que los salvos se santifiquen constantemente haciendo "las buenas obras que Elohim preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Efesiyim 2:10). Aquellos que lleguen a Su presencia sin obras (o que tengan obras de heno, madera y paja) expondrán su desnudez, serán los que "se salvarán, aunque apenas, como por fuego" (Qorintiyim Alef 3:15).

 

 

Entonces, no se les permitía hacer escalones, ya que esto es algo hecho por el hombre para alcanzar su propia "ascensión", y al hacer esto, expone su desnudez, es decir, su verdadera situación corrupta. En la mayoría de los antiguos cultos vemos que el altar estaba colocado en el tope de pirámides de largas escalera, como queriendo indicar que el dios que adoraban estaba en los cielos. Estos son "lugares altos", que buscan imitar el monte de Yahweh. Esto ayudaba a elevar no sólo al dios, sino sobre todo a los sacerdotes, que al subir las escaleras eran los "más cercanos" a sus dioses. Al contrario, el altar de Yahweh estaba cerca del suelo. Esto elimina la necesidad de escalones y permite que todos se acerquen al altar. ¡Alabado sea Elohim porque el madero está a nuestro nivel, tan disponible!

 

Ampliaremos este punto también en breve.

 

 

5. Donde Está Su Nombre

 

El pasuk 24 menciona también que el altar sólo podía ser levantado "en todo lugar donde yo haga que se mencione mi nombre". Esto establecía que los hombres no tenían ya más el derecho de levantar un altar en cualquier lugar, como se había practicado hasta entonces por los patriarcas. Antes estaba permitido, pero ahora Yahweh ya había comenzado a exponer su Plan, a "pintar sus cuadros", y todo hombre hoy debe comprender que el altar sólo puede levantarse SI YAHWEH ESTÁ PRESENTE. La única forma de levantar un altar que Él visite, es que ÉL COLOQUE EN ÉL SU NOMBRE, es decir, QUE LA PERSONA RECIBA AL QUE LLEVA SU NOMBRE, PARA QUE PODAMOS INCORPORARLO EN NUESTRO INTERIOR. Quien no tiene a Yahshua en su interior, NO TIENE EL NOMBRE DE YAH.

 

Shemot 20:22-26 ya estaba prefigurando la adoración a Elohim en la buena tierra. Cuando estaban rumbo a la buena tierra, debían tener comunión con Yahweh conforme a los principios mencionados en estos pasukim, y él "colocaría Su Nombre" en el Tabernáculo. No obstante, después de entrar en la tierra, debían adorarlo a Él en un lugar designado, el lugar que Elohim escogería para Su morada, y el lugar en que Él haría morar Su nombre.

 

Si tenemos el altar y los sacrificios, y si tenemos el nombre de Yahweh, experimentaremos la visitación y la bendición de Elohim. Él mismo vendrá a nosotros y nos bendecirá.

 

Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. MattiYah 18:20

 

Cuando nos reunimos para adorar a Elohim, únicamente Su Nombre debe ser recordado, y ningún otro. No obstante, muchos creyentes contemporáneos usan nombres como luteranos o wesleyanos, aparte del nombre de Elohim. El uso de estos nombres es una abominación para Elohim. Por una parte, en la adoración apropiada de Él no debe haber ningún ídolo; por otra parte, no debe haber ningún otro nombre, que es otro tipo de ídolo. Cuando nos reunimos para adorar a Yahweh, debemos abandonar todo otro nombre y exaltar el nombre de Elohim (Devarim 12:11; MattiYah 18:20). Su nombre es el único que debe ser recordado en nuestro culto a Yahweh.

 

Si adoramos a Elohim correctamente conforme a estos pasukim, Él vendrá y nos bendecirá. Esto significa que si nuestra adoración es genuina, será una invitación a Yahweh para que nos visite y nos bendiga. Para que Elohim haga esto, Él debe ser el Elohim viviente que habla. Un Elohim que no habla no puede bendecir. Recordemos el pasuk 22: Elohim afirma que Él habló al pueblo desde los cielos. Por lo tanto, Él es el Elohim vivo que habla. Nuestra adoración debe ser tal que invite al Elohim viviente a venir a nosotros y bendecirnos. Si en una reunión se adora correctamente, debemos tener la certeza de que Yahweh ha sido invitado a visitar y a bendecir a los que se encuentran en ella. Este es siempre el resultado de la adoración adecuada de Elohim. ¡Alabado sea Elohim por Su visita y bendición! Esto demuestra que el Elohim que adoramos es viviente y habla.

 

 

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La Contaminación Del Hombre En La Adoración

 

Porque para los que se pierden, el mensaje del madero es locura; pero para nosotros que nos estamos salvando, es poder de Yahweh. Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de esta era? ¿No es cierto que Elohim ha transformado en locura la sabiduría de este mundo? Puesto que en la sabiduría de Elohim, el mundo no ha conocido a Elohim mediante la sabiduría, a Elohim le pareció bien salvar a los creyentes por la locura de la proclamación. Porque los yahuditas piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos al Mashíaj ejecutado en el madero: para los yahuditas tropezadero, y para los gentiles locura. Pero para los llamados, tanto yahuditas como griegos, el Mashíaj es el poder de Yahweh y la sabiduría de Yahweh. Porque lo necio de Elohim es más sabio que los hombres, y lo débil de Elohim es más fuerte que los hombres. Qorintiyim Alef 1:18-25

 

¡Cuídense de los perros! ¡Cuídense de los malos obreros! ¡Cuídense de los que mutilan el cuerpo! Porque nosotros somos la circuncisión: los que le servimos a Elohim en espíritu, que nos gloriamos en el Mashíaj Yahshúa y que no confiamos en la carne. Filipiyim 3:2-3

 

La adoración es un asunto muy crucial en la relación del hombre con Elohim. En el transcurso de los miles de años de la historia humana, muchas personas sabias se han detenido a considerar el asunto de la adoración a Elohim. Cuando esta gente meditaba sobre el universo, el sol, la luna, las estrellas y la tierra con todas sus plantas, criaturas y la humanidad, se daban cuenta de que debía haber un Elohim, un Creador. Luego empezaron a preguntarse cómo se debía adorar a Elohim. Estas consideraciones han suscitado muchas religiones distintas. Las religiones inventadas por el hombre tienen su origen en el pensamiento humano. Al estudiar la naturaleza, el hombre ha descubierto ciertas cosas. Además, como resultado de sus observaciones y descubrimientos, él hizo deducciones. La religión es el resultado del estudio que hicieron los hombres al meditar acerca de la naturaleza con sus deducciones filosóficas.

 

No obstante, según las Escrituras, Elohim no permite que el hombre use su propia manera para adorarlo a Él. Elohim no le da ningún terreno al concepto natural humano ni al pensamiento natural del hombre. El no permite que el hombre caído lo adore conforme a las deducciones que sacó al estudiar la naturaleza. Por un lado, Yahweh condena las deducciones naturales del hombre en cuanto a la adoración. Por otro, en las Escrituras Él revela cómo verdaderamente debe adorarlo el hombre.

 

En Bereshit no vemos una revelación clara acerca de la manera de adorar a Elohim. Shemot contiene una revelación más completa de esto, porque en todo ese entretiempo el hombre se había apartado totalmente de Su Creador y ya no sabían qué debían hacer. Era necesario separarlos y enseñarles desde cero. Después de que Yahweh llevara a Su pueblo escogido y redimido al monte, Él vino a tener comunión con ellos. Hemos mencionado que la promulgación de la ley en el monte fue dada en un ambiente de cortejo nupcial. Esto significa que en el monte Sinay, Elohim cortejaba a Su pueblo. Después de darles los Diez Mandamientos, los principios esenciales que gobiernan toda la ley de Elohim, Él siguió ampliando y dio muchas ordenanzas. Entre el momento en que fueron dados los Diez Mandamientos y el decreto de las ordenanzas, Él habló al pueblo acerca de la manera en que debían adorarlo (20:22-26). En cinco cortos pasukim, se cubren los puntos principales relacionados con la adoración a Elohim. Como ahora ampliaremos, Yahweh rechaza totalmente la actividad y los métodos humanos.

 

Según la historia de la civilización, al hombre le gusta construir, sobre todo torres y rascacielos, cosas muy altas. El espíritu de Bavel está incrustado en el corazón humano. El hombre caído aspira construir algo elevado. Vemos el primer caso de esto en Bavel (Bereshit 11), donde el pueblo buscaba construir no solamente una ciudad, sino también una torre de la cual pudieran jactarse. Esto indica que los edificios elevados son construidos para que el hombre se jacte. Cuanto más culta es la gente, más elevados son los edificios que construyen, y también más elevado es su orgullo. Sin embargo, Elohim manda construir un altar sin escaleras. Al hombre le gusta edificar algo con la mayor cantidad posible de escalones. En cuanto a la adoración a Elohim, Él no permite la capacidad, habilidad, inventiva, sabiduría, trabajo, ni poder del hombre. Por el contrario, el altar de Elohim debe ser algo que, a los ojos del hombre, es primitivo e inculto.

 

En cuanto a la adoración de Elohim, la tendencia del hombre natural consiste en usar su propio poder y sabiduría. La gente usa su sabiduría para hacer planes y usa su poder, incluyendo todas las habilidades y capacidades que posee para llevar a cabo sus planes. No obstante, Yahweh nos enseña que Él no reconoce la sabiduría y el poder del hombre. Moshe fue educado en Mitzrayim y conocía todos los aspectos de la cultura egipcia, por ser "educado en toda la sabiduría de los egipcios" (MaAseh Shelijim 7:22), pero Elohim no le permitió usar su sabiduría con el fin de edificar un altar que lo adoraran. Moshe no era el único entre el pueblo de Elohim que conocía la cultura egipcia. Todos los que salieron de Mitzrayim con él habían nacido allí y hacían las cosas de la manera egipcia. Todos ellos recibieron una fuerte infusión de cultura egipcia. En Shemot 20:24-26, Elohim les habló claramente acerca de la adoración, pidiéndoles que hicieran un altar de tierra o de piedras. No debían usar piedra tallada, no debían construir un altar tan elevado que necesitara gradas para alcanzarlo. Tal parece que Elohim les dijo: "No me interesa la obra ni actividad humanas; tampoco me interesan los métodos ni los conceptos humanos. Para el altar, deben usar los materiales que yo creé. Solamente quiero lo que creé, y no la obra del hombre".

 

En teología, se distingue la religión natural de la religión revelada, y aquí también vemos esa distinción. La revelación proviene de lo que Yahweh expresa, y lo natural proviene del hombre. El judaísmo y el cristianismo son dos religiones reveladas (debería ser una sola, pero bueno), pero en las cuales podemos ver MUCHÍSIMO DE RELIGIÓN NATURAL HUMANA.

 

Es muy triste cómo en ambas se recalca tanto la obra del hombre como la manera humana. En cualquier grupo creyente podemos detectar fácilmente la obra del hombre y la manera humana, pero es difícil encontrar algo que se base puramente en la revelación de Elohim. Consideremos la situación en el catolicismo y el protestantismo por un lado y de los rabinos de diferente denominación por el otro. ¡Cuántos inventos, habilidad, capacidad, planes, maneras, poder y sabiduría HUMANOS! La mayoría de los sermones o enseñanzas tienen muchos elementos de cultura, a menudo mezclados con la verdad de la Palabra. La obra, poder y sabiduría humanos han saturado completamente a los que tienen las Escrituras como "supuesta base". Como resultado, se ha convertido en una mezcla de revelación de Elohim y de religión humana, cada una andando según mejor le parece a sus líderes.

 

Si leemos detenidamente los pasukim que estamos estudiando, veremos que la revelación de Elohim no da lugar a la obra del hombre ni a su manera, su forma de hacer las cosas. Yahweh no deja siquiera un pequeño lugar al poder del hombre, a su capacidad, a sus habilidades, fuerza, fortaleza, sabiduría, ni a sus planes. Del mismo modo, en la restauración de Elohim, no debemos tampoco dejar ningún lugar a la obra del hombre ni a la manera humana.

 

La gente puede pretender adorar a Elohim, pero en su adoración, bajo la obra y la manera del hombre, en realidad han descartado a Yahweh. Cuando el imperio romano adoptó el cristianismo, se introdujeron muchos elementos culturales en la llamada iglesia católica. Constantino abrió el camino para que se introdujeran muchas cosas paganas. Esto hizo que el cristianismo llegara a ser una mezcla de diferentes elementos de la cultura humana. Después, la iglesia católica introdujo todas estas cosas en su culto. Por esta razón, en el culto practicado en el catolicismo hay muchas invenciones humanas, muchas de ellas heredadas por los protestantes y evangélicos que nunca limpiaron a fondo. Ellos están lleno de maneras, obras, poder y sabiduría humanas, a pesar de saber que es abominable introducir algo humano en la adoración a Yahweh.

 

 

El Hombre Caído Es Pecado A Los Ojos De Elohim

 

Todo el ser humano caído es pecado, contaminación, a los ojos de Elohim. Seamos cultos o incultos, educados o no, somos pecado delante de Yahweh. Por esta razón, Elohim no puede aceptar ninguna obra humana. Lo único que puede lograr la obra del hombre es contaminar la adoración de Elohim, porque el hombre mismo es contaminación. No añadamos nada del hombre a la adoración de Elohim. Añadir la obra del hombre al madero es algo abominable a los ojos de Elohim.

 

Para adorar a Yahweh, se necesita un altar. Las Escrituras muestran claramente que sin altar, no se puede adorar a Elohim. El hombre caído no puede adorar directamente a Elohim. Para adorarle a Él, debemos pasar por el altar. Nosotros tenemos un altar en nuestro interior, un altar hecho de tierra. En ese altar hemos colocado la semilla de Mashíaj. Ese altar es también "nuestro madero", que debemos cargar cada día, no para salvación sino para santificación. En este altar recibimos nuestra cobertura, la sangre de Mashíaj que nos limpia.

 

Muchos creyentes se dan cuenta de que en el altar se provee la redención por medio de las ofrendas. Esto es cierto, pero el altar hace mucho más que eso. El altar también nos acaba, porque el altar es nuestro madero, donde debemos sacrificar nuestra carne cada día. Todo aquel que adora a Elohim es aniquilado en el altar. Ya que somos pecado y contaminación, debemos agradecerle a Yahshua que Él nos lava y nos cubre con Su sangre preciosa. Todos debemos entender esto cuando adoremos a Elohim. Nada en nosotros puede agradarle, sino "Mashíaj en nosotros" (Qolasiyim 1:27).

 

Cuando los hermanos proponen algo, los aliento a orar para saber si eso viene realmente de Elohim. Todo lo que procede de nosotros es contaminación. Por lo tanto, nada del hombre caído debería formar parte de la adoración a Elohim, y debemos esforzarnos mucho en conocernos a fondo, reconocer nuestra carne y sus mañas y engaños, para cortarle todos los avances.

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