PIEDRAS VIVAS
CLE02 69
El Ojel Moed 01
Introducción A Los Materiales
Durante los últimos dos siglos, se han escrito muchos libros acerca de la tipología del tabernáculo. Los escritores bíblicos que el Ruaj fue separando y dándoles revelación, dedicaron mucho tiempo al estudio del tabernáculo. Hoy seguimos las huellas de estos instructores. Pero aunque muchos libros acerca del tabernáculo son muy buenos, les faltan muchas cosas. En general, estos libros fueron escritos desde un punto de vista doctrinal. No recalcan la experiencia creyente, la parte espiritual.
En sus escritos, Yahanan se refiere dos veces al tabernáculo. Yahanan 1:14 declara que el Verbo, el cual es Elohim, se hizo carne y fijó tabernáculo entre nosotros. "Tabernaculó" es la palabra exacta, una invención del apóstol, ya que no existe el verbo "tabernacular", pero él quiso ser bien expresivo de lo que pretendía transmitir. Cuando Mashiaj estaba en la carne, ÉL ERA EL TABERNÁCULO DE ELOHIM, LA MORADA DE ELOHIM EN LA TIERRA. Antes de la encarnación de Mashiaj, Elohim moraba en el tabernáculo construido en el monte Sinay. Luego Elohim se movía con el tabernáculo y más tarde lo consolidó con el templo en un lugar fijo en la Tierra Prometida. Por tanto, el tabernáculo y el templo deben ser considerados como una sola morada, y no dos.
Siglos antes del nacimiento de Mashiaj, Elohim dejó el templo y volvió a los cielos. En Yahjezquel 10 y 11, vemos que la gloria de Elohim dejó el templo y en cierto sentido jamás regresó.
Entonces la Presencia de Yahweh se elevó de encima de los querubines, hacia la plataforma de la Casa, la nube llenó la Casa, y el atrio se llenó del resplandor de la Presencia de Yahweh. El ruido de las alas de los querubines se escuchaba hasta el atrio exterior, como la voz de El-Shaday cuando habla. Cuando mandó al hombre vestido de lino, diciendo: "Toma fuego de entre los querubines en medio de las ruedas", éste entró y se puso de pie al lado de una rueda. Entonces un querub extendió su mano de entre los querubines hacia el fuego que había en medio de los querubines, tomó de él y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino. Y éste lo tomó y salió. Yahjezquel 10:4-7
Entonces los querubines alzaron sus alas, con las ruedas que estaban junto a ellos; y la Presencia del Elohim de Yisrael estaba por encima, sobre ellos. La Presencia de Yahweh subió de en medio de la ciudad, y se detuvo sobre el monte que está al oriente de la ciudad. Yahjezquel 11:22-23
Por lo tanto, hubo un período de varios siglos en que Elohim no moró en la tierra. No obstante, ELOHIM NO ABANDONÓ COMPLETAMENTE EL TEMPLO HASTA QUE YAHSHUA FUE RECHAZADO POR EL PUEBLO DE YAHWEH.
Yahshua dijo:
Miren, su casa se les queda desierta... MattiYah 23:38
Desde aquel momento, el templo ya no era la casa de Elohim; se había convertido en la casa de los yisraelitas degradados. Había sido la casa de Elohim, pero ahora se llamaba "SU casa", la casa de ellos, los fariseos. La profecía de que su casa les sería dejada desolada fue mencionada por el propio Yahshua:
Pero él les respondió: "¿Ven todo esto? porque en verdad les digo que aquí no quedará piedra sobre piedra que no derriben". MattiYah 24:2
Y esto se cumplió cuando Tito destruyó a Yahrushalayim en el año 70 después de Mashiaj.
El tiempo que Yahshua estuvo en la tierra fue un periodo de transición. Antes de que el templo fuese destruido, Mashiaj se encarnó y llegó a ser el verdadero tabernáculo de Elohim. Cuando Mashiaj vino y ministró, Yahweh moró en Él, y no en un templo hecho por el hombre. Un día Yahshua dijo:
"Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré". Yahanan 2:19
Yahanan 2:21 agrega:
Pero Él hablaba del templo de su cuerpo.
TANTO EL TEMPLO COMO EL CUERPO DE YAHSHUA DEBÍAN SER DESTRUIDOS. Este fue un periodo de transición, un tiempo de cambio, UN PASAJE DEL TEMPLO MATERIAL A MASHIAJ.
El Adón sabía que por Su muerte en el madero, el templo de Su cuerpo sería destruido. Pero en el tercer día, en Su resurrección, Yahweh lo resucitaría nuevamente. Para aquel tiempo, el tabernáculo, el templo, sería agrandado (multiplicado) y se convertiría en la congregación. POR TANTO, LA CONGREGACIÓN HOY ES EL TABERNÁCULO. Finalmente, este tabernáculo se consumará en la Nueva Yahrushalayim como la morada eterna de Elohim (equiparándose al templo). En cuanto a la Nueva Yahrushalayim, Hitgalut 21:3 dice:
"He aquí el tabernáculo de Elohim con los hombres, y Él fijará Su tabernáculo con ellos".
La Nueva Yahrushalayim será el agrandamiento de la congregación, y la congregación es el engrandecimiento de Mashiaj. Mashiaj es el tabernáculo, éste es el tabernáculo engrandecido, y la Nueva Yahrushalayim será el tabernáculo consumado en un "templo" que es una ciudad. EL TABERNÁCULO NO TIPIFICA SOLAMENTE A MASHIAJ COMO PERSONA INDIVIDUAL, SINO TAMBIÉN A LA CONGREGACIÓN COMO MORADA CORPORATIVA DE ELOHIM.
La palabra para Tabernáculo es MISHKÁN (H4908), que también se traduce como cabaña, una construcción temporaria. La construcción del Mishkan es análoga a la creación del universo:
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Día Primero – Los cielos fueron extendidos como una cortina, así como las cortinas del Mishkan.
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Día Segundo – Las aguas de arriba y de abajo fueron separadas, así como una cortina separa el Lugar Santo del Lugar Santísimo.
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Día Tercero – Las aguas de abajo fueron reunidas, así como el pueblo fue reunido ante el lavacro.
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Día Cuarto – El sol, la luna y las estrellas fueron creados para alumbrar, así como la menorah.
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Día Quinto – Las aves fueron creadas, al igual que los querubines.
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Día Sexto – Adam fue creado en el Edén, así como Aharón fue dedicado para ser sumo sacerdote.
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Día Séptimo – Elohim descansó en el shabat, así como Su presencia descansa sobre el Mishkan.
Recibir La Visión
Recibir la visión del tabernáculo es un asunto muy importante. No obstante, muchos lectores de Shemot muestran poco interés en los capítulos veinticinco al cuarenta. Quizá no se preocupen por los materiales usados en la construcción del tabernáculo.
Moshe recibió la visión del tabernáculo cuando él se encontraba en la cima del monte, bajo la gloria de Elohim. Yahweh quitó el velo, y Moshe recibió la visión de las cosas celestiales.
"Se le advirtió divinamente a Moshe cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte". Ivrim 8:5
Para recibir esta visión, Moshe tuvo que viajar de Mitzrayim al monte Sinay en continua obediencia.
Si queremos recibir la visión del tabernáculo, debemos pasar por ciertas experiencias iniciales: Pésaj (Shemot 12), el cruce del Mar de Juncos (Shemot 14), Marah y Elim (Shemot 15), el deleite del maná (Shemot 16), el deleite del agua viva que sale de la peña golpeada (Shemot 17), y la guerra contra Amaleq (Shemot 17). El cruce del Mar de Juncos representa el bautismo, que nos separa de Mitzrayim, el mundo, y nos libera de la tiranía de haSatán. Las experiencias en Marah y Elim señalan la disciplina del madero y la plenitud de la resurrección. Después de haber pasado por las experiencias del maná, del agua viva que sale de la roca hendida, y la guerra contra Amaleq, llegamos al monte Sinay, el monte de Elohim, donde podemos recibir la visión. Si carecemos de las experiencias iniciales, no podremos recibir la visión relatada en los capítulos 25 al 40. Estaremos entre aquellos que quedaron al pie del monte. Le damos gracias a Elohim porque la mayoría de nosotros en Su restauración estamos teniendo estas experiencias iniciales, que están todas relacionadas con Mashiaj. Cada una es una experiencia de Mashiaj. Sin embargo, por muy buenas que sean esas experiencias, siguen siendo elementales y básicas, al "ras de la tierra". Cuando llegamos al capítulo 25, tenemos un adelanto en nuestra experiencia espiritual, por eso debemos subir el monte.
Después de pasar por las experiencias iniciales, el pueblo de Elohim entró en una comunión íntima con Él en el monte Sinay. No fue plena porque ellos se negaron a recibirlo, pero eso también sirvió para poder pintar este cuadro de los tres niveles.
En el transcurso de su comunión con Elohim, ellos recibieron la revelación de lo que Él es. Esta revelación está descrita por la ley de Yahweh y sus mishpatim. La ley es un cuadro, una fotografía, que muestra lo que Elohim es. Los Diez Mandamientos con todos los mishpatim nos proporcionan una visión clara de lo que Elohim es, pero muchos creyentes no lo entienden así cuando leen Shemot 20 al 23. Por el contrario, prestan atención a los mandamientos como requisitos que ellos deben guardar. Son pocos los creyentes que ven la ley como una revelación de Elohim, de lo que Él Es y por lo tanto, de la naturaleza que Él pretende grabar en nuestros corazones.
La ley también expuso la condición del pueblo de Elohim. Elohim es santo, pero el pueblo era mundano y común. Elohim es justo, pero el pueblo estaba lleno de injusticia. Elohim es un Elohim de luz y de amor, pero el pueblo estaba lleno de tinieblas y de odio. Por quedar expuesto, el pueblo le pidió a Moshe que fuese a Elohim y que intercediera por ellos. Más que darse cuenta de que necesitaban un mediador porque Elohim es justo y santo, tuvieron miedo de ser más expuestos y hasta de ser destruidos.
Esto es lo que dijo Shaúl acerca de la Ley:
¿Qué diremos entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no sabría lo que es pecado si no fuera por la Torah; pues no estaría consciente de la codicia, si la Torah no dijera: "No codiciarás". Romaniyim 7:7
La Ley EXPONE no sólo lo que Yahweh es, sino también LO QUE EL HOMBRE NO ES.
Muchos de nosotros podemos testificar que cuando tenemos una comunión íntima con Elohim y recibimos Su revelación, quedamos expuestos. Sentimos que somos caídos, pecaminosos, y corruptos y que necesitamos desesperadamente la sangre. Es bueno recibir la revelación de lo que Elohim es y quedar expuestos, porque esa es la manera en la que el Padre trabaja nuestra naturaleza, grabando Su Ley en nuestros corazones. Es una pena que tantos se resistan, sin comprender, y por lo tanto, sin crecer.
Moshe recibió la visión cuando él estaba en el monte de Elohim. Si queremos tener la visión del tabernáculo, también debemos estar en la cima del monte con Elohim. Cuando Moshe estuvo en el monte de Elohim, él permaneció con Él, bajo Su gloria, durante cuarenta días y cuarenta noches. En las Escrituras, el número cuarenta representa, tradicionalmente, las pruebas. Sin embargo, esto es así debido a una mala interpretación carnal. Lo cierto es que, para nuestra carne, TODO LO QUE LA ATACA ES PENOSO, VISTO COMO PRUEBA O CASTIGO. Pero nosotros sabemos que la carne no está destinada a heredar el Reino, sino que debe ser clavada en el madero, de manera que HACEMOS MUY MAL EN ESCUCHARLA, Y PEOR EN OBEDECERLA.
El número 40 no representa las "pruebas" como algo negativo, una idea ominosa de un valle oscuro donde somos atacados (demasiado parecido con antiguos conceptos paganos en los que el alma atraviesa por oscuras y mortales pruebas para ver si, al pasarlas, gana el descanso eterno o no). Mashíaj también fue probado. Lo que en verdad implica el número 40 es EL PASAJE POR EL FUEGO, POR LA LEY DE FUEGO. Mashíaj pasó a través de las tentaciones de haSatán sin problema, pero para nosotros es bastante más difícil, imposible de hecho si no estamos en Él. El 40 implica el desierto y su santificación, donde la carne es sometida bajo la ley y eliminada (la generación que cae en el desierto representa la carne) para poder entrar en la Tierra Prometida, en el Mashíaj siendo trabajado en nuestra tierra interior.
Es difícil recibir la Ley de Yahweh en nuestro interior, como muchos hemos experimentado, por causa de la carne que se resiste y rebela. Preferiríamos tener la visión muy rápidamente, en unos minutos, pero recibir una revelación de Elohim requiere mucho tiempo. A Moshe le tomó cuarenta días y cuarenta noches para recibir esta visión, porque aquí Moshe es un tipo de Mashíaj, y porque los 40 días son un tipo también de los 40 años que el pueblo pasó en el desierto. Su carne debía caer, para que quedara sólo el ruaj. Pero sólo Mashíaj pasó este test de manera rápida, completa y perfecta, cumpliendo así con los requisitos de la ley.
En mi experiencia, puedo testificar que me ha tomado cuarenta años para recibir esta visión. Poco a poco en el transcurso de los años, Elohim nos ha mostrado Su revelación. No debemos pensar que podemos recibir la revelación divina apresuradamente, pero tampoco podemos sentarnos a ver pasar las horas mientras nos dedicamos a otras cosas. La revelación Suya nos llegará siempre en mayor medida cuando andamos en Su Camino.
Los cuarenta días en los cuales Moshe estuvo con Elohim en la cima del monte fueron también (y ahora sí podemos usar la palabra "prueba") una prueba para los hijos de Yisrael. No fueron capaces de esperar que Moshe bajara del monte. Le pidieron a Aharón que les hiciera un dios. El pueblo tomó zarcillos de oro y los trajo a Aharón, y él los moldeó con una herramienta de grabador e hizo un becerro (32:3-4). Entonces el pueblo dijo: "Yisrael, estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Mitzrayim" (pasuk 4). En lugar de recibir una visión, el pueblo, fue incapaz de resistir la prueba del tiempo, se hizo un dios para ellos mismos. Pudieron mirar al becerro de oro y declarar que este era el dios que los rescató de Mitzrayim. En realidad, era un ídolo. La situación es idéntica en principio entre muchos creyentes contemporáneos. Pueden jactarse de haber recibido una visión. En realidad, lo que tienen no es más que un becerro, un ídolo hecho por ellos mismos. No son capaces de esperar el tiempo necesario para recibir la revelación de Elohim y se hacen ídolos para ellos mismos.
Los Materiales Del Tabernáculo
Como mencionamos, el libro de Shemot puede ser dividido en dos partes principales: la primera parte consta de los capítulos 1 al 24, y la segunda, de los capítulos 25 al 40. Los primeros 24 capítulos relatan la preparación, y los últimos 16 capítulos relatan la construcción del tabernáculo. Los 9 primeros pasukim de Shemot 25 son cruciales. Cuando empezamos a leer este capítulo, quizás no prestemos la adecuada atención a estos pasukim. Quizás tengamos poco interés en los distintos materiales mencionados. En 25:1-9 no se recalca el mobiliario: el arca, el altar del incienso, el candelero, la mesa de los panes de proposición, el lavacro y el altar, sino que se da énfasis al tabernáculo como un todo. Lo más importante que leemos es que Elohim dice: "Y QUE ME HAGAN UN SANTUARIO PARA QUE YO HABITE ENTRE ELLOS". Este santuario es el tabernáculo como morada de Elohim. Este santuario tipifica a la congregación. Según el contexto, podemos ver que este santuario no es una persona individual, sino un pueblo corporativo, porque Elohim habla de morar "en medio de ELLOS".
Estos pasukim se relacionan con la visión del tabernáculo, y no con la visión del arca. Ciertamente, el arca tipifica al Mashiaj individual. No obstante, el tabernáculo tipifica tanto al Mashiaj individual, la Cabeza, como al Mashiaj corporativo, el Cuerpo. El B'rit Hadashá revela claramente que el Mashiaj individual es la Cabeza. PERO ESTA CABEZA DEBE TENER UN CUERPO. El Cuerpo de Mashiaj es la congregación. Shaúl habla de la congregación que es el Cuerpo de Mashiaj, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo:
Aún todas las cosas las sometió Elohim bajo sus pies y lo puso a él por cabeza sobre todas las cosas para la congregación, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Efesiyim 1:22-23
En Shemot no vemos solamente el arca-Mashiaj, sino también el tabernáculo-Mashiaj, no solamente el Mashiaj individual, sino también el Mashiaj corporativo.
Si aplicamos la tipología del tabernáculo solamente a Mashiaj individualmente, todo resultará objetivo y doctrinal. Quedará muy poco espacio para la experiencia espiritual. Pero si nos damos cuenta de que la visión en Shemot no es simplemente una visión de Mashiaj como el arca (y otros muebles) sino también del tabernáculo como el engrandecimiento de Mashiaj, la congregación, entenderemos la necesidad de tener la experiencia. Repito que en Shemot no tenemos solamente el arca, sino también el tabernáculo. Esto significa que no tenemos solamente a Mashiaj como la cabeza, sino también la congregación. En 25:8 Elohim no dijo: "Me harán un arca para expresarme". Él dijo: "Harán un santuario para Mí, y habitaré en medio de ellos". Él quiere vivir. La manifestación se realizará a través de nosotros, pero si Él primero no HABITA, no habrá nada.
En la segunda sección de Shemot, es vital que veamos el tabernáculo como tipología de la congregación, como el engrandecimiento de Mashiaj. Se necesitan muchas experiencias espirituales individuales para que Mashiaj sea engrandecido y se convierta en la congregación. Por esta razón, al considerar los capítulos 25 al 40 de Shemot, recalcaremos más la experiencia que la doctrina seca. Ciertamente esto no significa que yo rechace el aspecto doctrinal. Pero el punto es que el énfasis está en la experiencia espiritual más que en la doctrina. Mi carga consiste en mostrar que esta porción de la Palabra está llena de experiencias.
De manera que quiero recalcar continuamente que en los capítulos 25 al 40 de Shemot, tenemos una visión del tabernáculo no simplemente como tipología de Mashiaj, sino particularmente como tipología de la congregación, el agrandamiento de Mashiaj. La mayoría de las denominaciones hay conseguido ver el paralelo entre el Tabernáculo y Mashíaj. Inclusive los judíos lo comparan con el Adam Kadmón, el "hombre ideal" al que aspiran a convertirse por medio de su caminar "justo". Pero aunque el Tabernáculo es realmente un cuadro del Mashíaj, si comprendemos que Mashíaj vino a REPRODUCIRSE Y DAR MUCHO FRUTO (los creyentes), tenemos también un cuadro de cada piedra viva individualmente, siendo edificada en la Morada del Padre. En cuanto a Mashíaj, es único; en cuanto a la congregación, es individual y corporativo al mismo tiempo. Para que Mashiaj tenga el cuerpo, la congregación, como Su agrandamiento, debemos experimentarle más a Él, hacerlo crecer. Si no experimentamos a Mashiaj, Él no tendrá ninguna posibilidad de ser agrandado, y mucho menos expandido, no podrá tener el Cuerpo, o sea, tener el tabernáculo como el agrandamiento del arca.
El arca y también las tablas del tabernáculo estaban hechas con madera de acacia cubiertas de oro. Esto indica que el tabernáculo es el agrandamiento del arca. En el mismo principio, la congregación es el agrandamiento de Mashiaj. El proceso por el cual este agrandamiento llega a existir requiere la experiencia genuina de Mashiaj.
En 25:1-7, Elohim le reveló a Moshe los materiales, los elementos fundamentales, que se debían usar en la construcción del tabernáculo. Todos esos materiales representan los elementos básicos que debemos usar al edificar la congregación. No obstante, los creyentes contemporáneos carecen de cada uno de estos elementos. En lugar de interesarse por los materiales que corresponden a la revelación de Elohim, los creyentes enseñan a organizarse y a usar psicología. En la restauración de Elohim, no enseñamos psicología ni organización. Debemos conocer todos los materiales celestiales de una manera completa.
En primer lugar, todos los materiales se refieren a las virtudes de la persona y la obra de Mashiaj. Esto significa que estos materiales representan varios aspectos de Mashiaj. Representan las virtudes de lo que Él es en Su persona y de lo que Él ha hecho y hará en Su obra, y son todas cosas que se utilizan para edificar su tabernáculo. DE MANERA QUE DEBEMOS COMPRENDER QUE TODOS Y CADA UNO DE ESTOS MATERIALES DEBEN SER CONSTITUIDOS EN NUESTRO INTERIOR COMO FRUTOS.
Yahweh le habló a Mosheh y le dijo: Dile al pueblo yisraelita que me traiga ofrenda; aceptarás ofrenda para mí de toda persona que los traiga de corazón. Shemot 25:1-2
La palabra traducida como ofrenda es TERUMAH (H8641).
Según el Tanaj, una ofrenda es algo creado por Elohim y preparado por Él, pero ganado, poseído y disfrutado por nosotros. Se refiere a algo creado por Yahweh que llega a ser nuestra experiencia. Por ejemplo, supongamos que un yisraelita deseaba ofrecer un becerro a Elohim. Aunque el cordero fue creado por Elohim y preparado por Él, la ofrenda debía ser ganada de manera justa. El yisraelita no podía robar un becerro y luego ofrecer este becerro robado a Yahweh. Después de poseer el becerro apropiadamente, él debía disfrutarlo (cuidarlo, engordarlo, prepararlo) y experimentarlo. Luego él podía ofrecer este becerro a Elohim. El hecho de presentar una ofrenda a Elohim es un asunto de EXPERIENCIA. Aquí tenemos el cuadro físico, material, pero en lo espiritual hoy nosotros presentamos como ofrendas a Yahweh NUESTRAS EXPERIENCIAS DE MASHÍAJ EN NUESTRO INTERIOR, lo que hemos vivenciado de Él, los frutos que Él está produciendo en nuestro interior.
Todos los materiales preparados por Elohim deben llegar a ser nuestra posición, deleite, y experiencia. Luego, mediante nuestra experiencia, tenemos el derecho y la posición de ofrecer estos materiales a Elohim como ofrenda elevada.
En el Tanaj, una ofrenda (TERUMAH) se refiere a una ofrenda elevada delante de Elohim. Terumah deriva de RUM (H7311), que significa elevar o estar elevado, levantar. En sí, la palabra "ofrenda" no aparece, aunque está implícita dentro del concepto. Es decir que cuando hacemos terumah estamos haciendo una ELEVACIÓN, literalmente. De la misma forma, tenemos la palabra TENUFÁ (H8573), normalmente traducida como "ofrenda mecida". Tenufá deriva de NUF (H5130), que significa por su vez "tiritar", de ahí algo que es mecido, agitado, movido. Nuevamente, la palabra ofrenda no está presente implícitamente, así que aquí estamos haciendo una MECIDA. En los dos casos vemos que se trata implícitamente de una ofrenda PORQUE ES ALGO QUE SE PRESENTA A YAHWEH.
Y esta clase de ofrenda, esta terumah, no era un SACRIFICIO. Aquí ningún animal resultaba muerto. Esta es una OFRENDA VOLUNTARIA, como está bien aclarado, no un sacrificio obligatorio. Entonces, creo que tenemos que recordar que todos los intentos por parte de las autoridades de la iglesia de caracterizar nuestro dar, o diezmos, o como quieran llamarlos, como una especie de versión del B'rit Hadashá del sistema de sacrificio del Tanaj, en un paralelismo que algunos han pretendido levantar, es algo erróneo y no está respaldado por las Escrituras. EL SACRIFICIO ES SACRIFICIO, Y UNA OFRENDA ES UNA OFRENDA; LOS DOS SON COMPLETAMENTE DIFERENTES EN NATURALEZA Y PROPÓSITO. Yahshua ya ha satisfecho cada requisito del sistema de sacrificios de la Torah, una vez y para siempre, así que nuestro dar, nuestros diezmos o como quieran llamarlos, NO PUEDEN SER CLASIFICADOS COMO SACRIFICIO. Más bien el principio de Elohim acerca de nuestro dar es establecido para nosotros aquí mismo en el primer pasuk de Shemot 25: el mismo es equivalente a nuestro libre albedrío, deseo voluntario de dar la ofrenda levantada u ofrecida... la terumah. Nosotros damos por una causa común con un corazón gozoso, voluntariamente, por gratitud por lo que Yahweh ha hecho por nosotros (porque nosotros reconocemos la necesidad y nuestro deber de contribuir) o NO DEBEMOS DAR NADA, PORQUE YAHWEH NO SE AGRADA DE QUIEN DA POR OBLIGACIÓN O APARIENCIA. Así que la clase de dar que la congregación realiza no está en el ámbito de sacrificio en absoluto, al contrario: es un privilegio voluntario cuyo deseo nace de un corazón regenerado. No es un acto de conciencia ni una forma de agradecer nuestra salvación (que es lo que la carne haría y hace) para mantener nuestras conciencias limpias. No, NUESTRO DAR ES VOLUNTARIO Y GOZOSO, y siempre tanto, que Moshe debe decir que ya no demos más.
De esta manera, se levantó el tabernáculo como resultado de las ofrendas voluntarias. Se vio un ruaj similar en tiempos de David, cuando fue construido el templo (Dibrey ha Yamim Alef 29:1-9), y nuevamente cuando reconstruyeron el templo los exiliados que volvían del cautiverio babilónico con Zerubavel (Ezrah 2:68-69; Haggai 1:12-14).
Los diezmos son una obligación pero las ofrendas son voluntarias. POR ESTO SÓLO LOS QUE TIENEN UN CORAZÓN ALEGRE PUEDEN DAR A ESTA OBRA DE LA CONSTRUCCIÓN DEL TABERNÁCULO.
Cada uno contribuya como propuso en su corazón, no de mala gana, ni por obligación; porque Yahweh ama al dador alegre. Qorintiyim Bet 9:7
Y esto no implica únicamente dinero. Evidentemente hoy comprendemos que estas cosas son sombras de virtudes de Mashíaj que deben ser frutos producidos por nosotros, por lo tanto, ESTO ES TAMBIÉN LO QUE DEBEMOS ENTREGAR PARA LA EDIFICACIÓN DE LA NOVIA: PACIENCIA, PAZ, AMOR, GOZO, TIEMPO, AYUDA, APOYO, CONSUELO, ETC. Cada granito de arena que colocamos en la Obra no es despreciado a los ojos de nuestro Mashíaj: Él valora cada cosa que hacemos no por obligación sino con el gozo de colaborar a que Su Obra crezca.
Elohim no aceptará un sacrificio "ciego", "enfermo", o "cojo" (MalajiYah 1:8). Esto no quiere decir que Yahweh espere que demos más allá de nuestras posibilidades sino que demos tanto como podamos:
Pues cuando se ve la buena voluntad, se acepta según lo que uno tenga, no según lo que no tenga. Qorintiyim Bet 8:12
Estando Yahshúa sentado frente al arca de las ofrendas, observaba cómo el pueblo echaba dinero en el arca. Muchos ricos echaban mucho, y una viuda pobre vino y echó dos monedas, que equivalen a un centavo. Él llamó a sus discípulos y les dijo: "En verdad les digo que esa viuda pobre echó más que todos los que echaron en el arca. Porque todos han echado de su abundancia; pero ésta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento". Mordejai 12:41-44
La donación de la viuda le resulta tan agradable a Elohim como el "vaso de alabastro de perfume de gran precio", o el "precio" de una propiedad depositada a los pies de los apóstoles. El darle a Elohim lo mejor que tenemos no sólo se aplica a las posesiones sino también a las capacidades, al tiempo y a las fuerzas de cada uno. Lo mejor de nuestras facultades debe pertenecerle por completo, DESPUÉS DE QUE LO HAYAMOS MEZCLADO CON MASHÍAJ. De esta manera daremos generosamente y con gozo, y no por obligación ni por medida, viendo hasta dónde "me es debido". Si esa es la actitud del que da, aún no ha mezclado esa parte con Yahshua.
DE ESTA MANERA EL TABERNÁCULO ES UNA EXTENSIÓN DE LOS CORAZONES DEL PUEBLO, DONDE EL ETERNO DESEA MORAR.
Shemot 25:2, entonces, menciona la ofrenda elevada, y no la ofrenda mecida. Lamentablemente, en las traducciones sólo colocan OFRENDA (con suerte, otros colocan "regalos", "colecta", mucho más alejados aún de los originales). Sin embargo, ya comprendemos que ésta era una TERUMAH. El hecho de que los materiales debían ser presentados como una ofrenda elevada SIGNIFICA QUE ESTOS MATERIALES SE REFIEREN A LO QUE HEMOS EXPERIMENTADO EN RESURRECCIÓN. Todas las virtudes de la persona y la obra de Mashiaj son ofrecidas a Elohim como ofrenda elevada en el carácter de resurrección, en la posición de los lugares celestiales, y para la edificación de Su morada en la tierra. Los materiales que ofrecemos deben tener el carácter de resurrección y una posición celestial. Esto indica que la congregación es construida con materiales llenos del carácter de resurrección y enteramente en una posición celestial. Esta es la forma en la que cada uno de nosotros edifica su propio Tabernáculo interior: TODOS LOS MATERIALES QUE USAMOS DEBEN SER EL FRUTO DE NUESTRA EXPERIENCIA DE MASHÍAJ, o no servirán de nada, y el Padre no vendrá a hacer morada en nosotros.
Si entendemos esto, no formaremos una organización o institución. La institución es natural; no tiene nada que ver con la resurrección. Los materiales para la edificación de la congregación deben estar llenos del carácter de resurrección. Si tenemos una ofrenda mecida, esta ofrenda es también una ofrenda elevada. Es algo en resurrección y en los cielos. Todos los materiales deben ser las virtudes de la persona y obra de Mashiaj que nosotros poseemos, disfrutamos, experimentamos en nuestro nuevo hombre y ofrecemos a Elohim en resurrección como ofrenda elevada. Por lo tanto, nuestras experiencias deben estar en resurrección y en los lugares celestiales.
La congregación no se construye con materiales naturales, Y NI SIQUIERA SE EDIFICA CON MASHIAJ DIRECTAMENTE. Por el contrario, es edificada CON EL MASHIAJ QUE SE HA CONVERTIDO EN NUESTRA EXPERIENCIA. Yahshua es el Tabernáculo, pero en esta etapa de expansión, el aumento de Mashíaj se realiza porque el grano de trigo cayó a tierra y da mucho fruto: nosotros, los pequeños tabernáculos con los cuales el Padre está edificando a la Novia, que se convertirá finalmente en la Nueva Yahrushalayim, el templo final de la expansión de Mashíaj. La congregación es edificada no solamente con el Mashiaj preparado por Elohim, sino con el que poseemos, disfrutamos y experimentamos en resurrección y en los lugares celestiales. Necesitamos una rica experiencia de la resurrección y ascensión de Mashiaj. No debemos ser naturales ni terrenales. Por el contrario, debemos estar en resurrección y en los lugares celestiales.
Y estos son los regalos que aceptarás de ellos: oro, plata, y cobre; tela azul, púrpura y escarlata, lino fino, pelo de cabra; pieles de carnero teñidas, pieles de tejashim, y madera de acacia; aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción, y para el incienso aromático; piedras de ónice y otras piedras de engaste, para el efod y para el pectoral. Shemot 25:3-7
Como vemos, se usaban varias clases de materiales en la construcción del tabernáculo. Estos materiales pertenecían a tres categorías: minerales, vegetales y animales. En las Escrituras, la vida animal representa la redención. Antes de la caída, Elohim no le dijo al hombre que comiera animales. El hombre todavía no había pecado, y por tanto no necesitaba la redención representada por el hecho de comer animales. Matar la vida animal con el derramamiento de sangre representa la redención. Así que el hombre cayó, debió realizar un sacrificio para obtener una nueva cobertura (ver CLE01 11 - Yahweh Enfrenta La Primera Caída Del Hombre). Más adelante, la caída de los Vigilantes contaminó tanto más que toda la humanidad debió ser eliminada excepto la familia de Noaj, y a ellos se les dio el permiso de comer carne (ver CLE 19 - Después Del Diluvio), debido a que su ADN había sido más corrompido, y al hecho de que ahora DEBÍA COMER SU REDENCIÓN PARA CONSTITUIRSE DE SU NUEVA NATURALEZA. Eso lo vemos en el hecho de comer la carne del cordero de Pésaj, figura del sacrificio de Mashíaj y del memorial en el cual COMEMOS SU CUERPO.
La vida vegetal en las Escrituras representa la vida que regenera, que produce vida. Antes de la caída del hombre, todo lo que se necesitaba era esta vida regeneradora. Esta fue la razón por la cual era necesario que el hombre comiera solamente de la vida vegetal antes de la caída. El hombre necesitaba la vida regeneradora que produce y se reproduce sólo según su especie. Pero después de la caída, él también necesitaba la vida animal para la redención.
En las Escrituras, se usan minerales para la construcción y para la lucha. La construcción se relaciona con el edificio, y la lucha, con nuestra batalla contra las potestades y espíritus malignos.
Primero, la vida de Mashiaj es para la redención; segundo, para la regeneración; y tercero, para la edificación. La vida de Mashiaj es una vida redentora, productiva y edificante. La meta de Elohim no es la redención únicamente, ni la regeneración únicamente. SU META ES EL EDIFICIO. Por eso NO ALCANZA CON HACER LAS COSAS INDIVIDUALMENTE. Se necesita la edificación EN EL CUERPO, CON EL CUERPO, CONTRA EL CUERPO. Si queremos ser edificados como morada de Elohim, necesitamos ciertamente la vida redentora y regeneradora como pasos previos.
La razón por la cual se mencionan los minerales primero en 25:1-7 es que el edificio es la meta de Elohim. Hemos visto desde el pasuk 8 que el deseo de Elohim consistía en que el pueblo hiciera un santuario para Él. Este santuario, este edificio, requiere ciertos minerales. En la edificación de la Nueva Yahrushalayim, la consumación final del edificio de Elohim, no habrá vida vegetal ni animal. Sólo habrá minerales: las puertas de perla, las calles de oro, y la pared y los fundamentos de piedras preciosas. Pero si queremos llegar a la meta de Elohim, necesitamos la vida redentora, y también la regeneradora. La redención de Mashiaj y Su regeneración son lo único que nos puede dar el edificio de Elohim. Por lo tanto, las tres categorías de materiales son: los minerales, las plantas, y la vida animal y muestran que la vida redentora sirve para vida generadora, y que la vida generadora sirve para edificación.
1. LOS MINERALES
En cuanto a los minerales, leemos acerca del oro, la plata, el bronce, las piedras de ónice, y las piedras que deben estar delante del efod y para el pectoral. Estos materiales no fueron usados como adorno o decoración, sino para el edificio. Las piedras de ónice y las demás piedras preciosas fueron usadas para las piezas de los hombros y el pectoral. El sumo sacerdote usaba el Urim y el Tumim junto con el pectoral, y podía recibir un mensaje de Elohim. Aquí el punto es que el pectoral era construido con minerales, con piedras preciosas incrustadas en oro. Estas cosas serán estudiadas en breve un poco más a fondo.
El que los minerales sean la primera categoría que se menciona indica que todo lo que Mashiaj es y todo lo que Él ha hecho y está haciendo sirve para la edificación. El edificio es la meta de Elohim, así como lo fue en el principio. En muchos lugares de las Escrituras leemos acerca de visiones de los cielos en las que los profetas perciben todo como PIEDRAS PRECIOSAS, con esa apariencia. También mencionan al oro y la plata, por su brillo. En verdad, no se trata de piedras preciosas literales, material como las nuestras, sino que las piedras preciosas de nuestro mundo material sirven para representar estas maravillas espirituales. Todo lo físico simboliza al mundo espiritual que de otra manera las mentes de carne no comprenderían. Y tan es verdad esto, que SI NO RECIBIMOS AL RUAJ Y LE PERMITIMOS ACTUAR, tampoco los que llegamos después de la venida de Mashíaj podríamos ver nada.
Los minerales en Shemot 25:1-9 representan a Mashiaj como el material de edificación ordenado por Elohim y preparado por Él. Nuevamente, aunque Mashiaj es este material de edificación, Elohim no usa este material directamente para edificar Su morada. Por el contrario, Elohim nos da a Mashiaj para que lo ganemos, lo disfrutemos, y lo experimentemos EN NUESTRO INTERIOR, lo procesemos y nos mezclemos con Él en nuestro nuevo hombre. Así como Shaúl en Filipiyim 3, debemos perseguir a Mashiaj, ganarlo, y tomar posesión de Él. Finalmente, Mashiaj llega a ser nuestra posesión tanto en resurrección como en ascensión. En las reuniones de la congregación, debemos ofrecer a Elohim como ofrenda elevada, al Mashiaj que hemos experimentado y que se ha convertido en nuestro tesoro especial.
Cuando liberamos nuestro ruaj al funcionar en las reuniones, debemos tener a Mashiaj como nuestro contenido. Si simplemente gritamos alabanzas a Elohim sin Mashiaj como contenido, no ofreceremos el excedente de Él a Elohim. Animo a todos los santos a funcionar en las reuniones y a liberar sus rujot. Pero esta función y liberación debe estar llena de Mashiaj. Este Mashiaj no es OBJETIVO; Él es el Mashiaj SUBJETIVO que experimentamos y ganamos como nuestro tesoro. Mashíaj no se comprende con la mente de la carne, Mashíaj se vive en el ruaj. En las reuniones debemos ofrecer este Mashiaj precioso al Padre como material para edificación de la congregación.
Si entendemos que Mashiaj es el material ofrecido como ofrenda elevada, con el cual Elohim edifica, entonces debemos lamentar la situación deplorable de los creyentes contemporáneos. Muchos se enorgullecen de su educación y de su conocimiento teológico. Inclusive los que no tienen estos conocimientos MIDEN A LOS DEMÁS DE ACUERDO A ESTA REGLA. Esa regla sólo les puede medir el crecimiento del árbol del conocimiento, pero deben medir en verdad el crecimiento del ÁRBOL DE LA VIDA. Si éste árbol crece, tendremos el VERDADERO conocimiento, el que se produce de adentro hacia afuera. Recordemos que todas las obras de haSatán se producen de afuera hacia adentro, mientras que las de Yahweh se producen de adentro hacia afuera.
Los que se jactan de su doctorado y conocimiento teológico en realidad tienen un conocimiento superficial de las Escrituras. ¿Han visto que Mashiaj es el material con el cual Elohim edifica? ¡Alabado sea Elohim porque Él es el material precioso para la edificación de la morada de Elohim, y Él lo revela a los humildes, los pequeñitos!
La restauración de Elohim es totalmente distinta de la religión actual. No nos preocupa conocer las Escrituras simplemente en letras. Estamos aquí para llevar a cabo la edificación de Elohim en Su restauración. Es imposible que haya reconciliación entre la restauración y el cristianismo o el judaísmo. En la restauración rechazamos la madera, el heno y la hojarasca. Pero estos materiales inferiores reciben la bienvenida entre muchos creyentes, y además son apreciados, alabados, exaltados y anunciados. En la restauración, preferimos tener una pequeña cantidad de oro, plata y piedras preciosas (los vencedores) que un gran montón de madera, heno y hojarasca (las mega-iglesias). No nos interesan las enseñanzas tradicionales, porque la revelación de Elohim está en Su palabra.
Lamentamos profundamente el hecho de que muchos líderes religiosos y maestros bíblicos estén ciegos espiritualmente. Pueden estudiar la Palabra, pero no conocen ni experimentan la Vida de Su Autor, que sigue afuera, golpeando la puerta.
Ya dijimos que el sumo sacerdote llevaba un pectoral hecho con materiales preciosos cuando él entraba en la presencia de Elohim. Si experimentamos a Mashiaj como el material de construcción y nos revestimos de Él como el pectoral cuando entramos en la presencia de Elohim, recibiremos Su revelación. La revelación viene por medio del Mashiaj que hemos experimentado y se convierte en el material de nuestra edificación.
a) El Oro Representa La Naturaleza Divina De Mashiaj
El primer mineral mencionado en 25:1-9 es el oro, ZAJÁB (H2091). El oro representa la naturaleza divina de Mashiaj y es puro y eterno. En Yahshua se hallaba la naturaleza divina, aunque este "oro" estaba escondido dentro de Él.
Debemos experimentar la naturaleza divina y escondida de Mashiaj. Por ejemplo, en todo lo que un hermano/a hace como esposo/a, padre/madre, o empleado/a, él/ella debe tener la naturaleza divina de Mashiaj escondida dentro suyo. Otros se preguntarán acerca de él/ella, y sentirán que hay algo valioso en su interior.
Los religiosos se quedaron asombrados por Yahshua. Ellos sabían que Él era un carpintero, y algunos aún conocían a Sus hermanos. No obstante, se preguntaban cómo Él podía hacer y decir ciertas cosas. Esto era por la naturaleza divina escondida dentro de este nazareno.
Debemos llevar a las reuniones y ofrecer a Elohim lo que experimentamos y poseemos de la naturaleza divina de Mashiaj. Los que están en la universidad no deben pensar que son muy jóvenes para presentar esta ofrenda mecida a Elohim para Su edificio. Puedo testificar que cuando los jóvenes funcionan de esta manera, yo soy edificado. Todos necesitamos la experiencia del oro, es decir, la naturaleza divina de Mashiaj. Luego debemos ofrecer a Elohim este elemento del Mashiaj que hemos experimentado como ofrenda elevada. Debemos experimentarlo a Él, poseerlo, y luego ofrecerlo a Elohim para la edificación de Su morada.
b) La Plata Representa La Obra Redentora De Mashiaj
La plata es el segundo de los minerales y representa la obra redentora de Mashiaj. No debemos ver esta obra redentora de manera superficial. La redención involucra el aniquilamiento y la sustitución. Por lo tanto, en el madero, Mashiaj nos clavó en el madero; Él nos aniquiló. Además, mediante Su redención, Mashiaj se imparte a Sí mismo dentro de nosotros para ser nuestro sustituto. La plata representa la redención, el aniquilamiento y la sustitución.
En nuestra vida cotidiana, debemos llevar el testimonio de que hemos sido redimidos, aniquilados y reemplazados. Incluso los jóvenes deben tener este testimonio. Cuanto más seamos reemplazados por Mashiaj, más maravillosos seremos a los ojos del mundo.
c) El Bronce Representa La Prueba Del Juicio De Elohim
Mashiaj como hombre fue probado continuamente. Él fue probado durante toda Su vida en la tierra, y fue probado cuando se presentó ante los sacerdotes, ante Herodes y ante Pilatos, cuando fue juzgado y condenado a muerte. Además, Mashiaj fue probado por Elohim. Cada día de Su vida, Mashiaj estaba bajo la prueba de Elohim.
En tipología, el bronce (o cobre según algunas traducciones) representa la prueba del juicio de Elohim. Esta es la razón por la cual el altar en el atrio fue construido con bronce en lugar de oro. El altar es un lugar de prueba. Como tal, tipifica el madero como el lugar donde somos probados por Elohim.
La serpiente de bronce elevada en el asta en Bamidbar 21:9 tipifica a Mashiaj como Aquel que fue hecho a semejanza de la carne de pecado y elevado en el madero para ser juzgado por Elohim. Así como la serpiente fue elevada en el asta, Mashiaj fue elevado en el madero y probado por Elohim. El pasó los diferentes aspectos de las pruebas de Elohim.
A diario nosotros también estamos bajo la prueba de Elohim. La clase de vida que llevamos en casa, en el trabajo y en la escuela está sujeta a la prueba de Elohim. Lo que pensamos, hacemos y decimos será probado por Yahweh. Elohim aún probará nuestros motivos, intenciones y todo lo que está en nuestro corazón. Al experimentar la prueba de Elohim, ganamos no solamente el oro y la plata, sino también el bronce. Esto hace de nosotros una clase distinta de personas, quienes se preocupan por la manera como se comportan, hablan y expresan sus actitudes. Una persona que experimenta el bronce es una persona bajo el madero, bajo la prueba de Elohim.
Primero debemos ganar bronce en nuestra experiencia cotidiana con Elohim. Luego debemos llevarlo a las reuniones y mientras funcionamos ejercitando nuestro ruaj, ofrecemos a Elohim como ofrenda elevada. Este bronce, que experimentamos y poseemos, es también el material para la edificación del tabernáculo de Elohim.
d) Las Piedra Preciosas Representan Diferentes Aspectos De La Obra Transformadora Del Ruaj HaKodesh
Todos estos aspectos están basados en la redención de Mashiaj. La experiencia del ónix es la base para la experiencia de las demás piedras preciosas. Como hemos mencionado, esto significa que la redención de Mashiaj es el fundamento de la obra transformadora del Ruaj.
Las piedras están relacionadas tanto a los comienzos como al fin, tanto al Eden:
Estabas en el Eden, el huerto de Elohim. Tu vestidura era de toda clase de piedras preciosas: rubí, topacio, diamante, crisólito, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y berilo. Y de oro era la confección de tus encajes y de tus engastes. En el día que fuiste creado fueron preparadas. Yahjezquel 28:13
Como a Hitgalut:
Me llevó en el espíritu sobre un monte grande y alto, y me mostró la santa ciudad de Yahrushalayim, que descendía del cielo de parte de Yahweh. Tenía la gloria de Elohim, y su resplandor era semejante a la piedra más preciosa, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal (...) Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda, el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo de jacinto, el duodécimo de amatista. Hitgalut 21:10-11,19-20
TODO LO PERDIDO SERÁ RESTAURADO. Las piedras preciosas estaban en el comienzo y volverán a estar en el final de este lapso temporal, esta primera semana de la humanidad. Esto significa que el hombre FINALMENTE DARÁ LOS FRUTOS PARA LOS CUALES FUE CREADO. En el Eden, Adam podía comer de TODOS los árboles del huerto, constituyéndolos así como parte de su naturaleza. En Hitgalut, la Nueva Yahrushalayim estará constituida de estos frutos, de todas estas piedras preciosas.
La consumación de la revelación divina es la Nueva Yahrushalayim construida con oro, piedras preciosas y perlas. Las Escrituras son totalmente constantes al respecto. Los minerales en 25:1-9 sirven para el edificio de Elohim. En Qorintiyim Alef 3:10-11, Shaúl afirma que, como sabio arquitecto, él echó los fundamentos y éstos son Yahshua ha Mashiaj. Luego él declara "cada uno mire cómo sobreedifica" (pasuk 10). Luego aclara:
Si alguien edifica sobre este fundamento con oro, plata, piedras preciosas, madera, paja u hojas... Qorintiyim Alef 3:12
Notemos que en este pasuk Shaúl habla de los minerales: el oro, la plata y las piedras preciosas. En lugar de construir con oro, plata y piedras preciosas, muchos creyentes usan madera, paja y hojas, materiales vegetales sin ningún valor y que sirven únicamente para ser quemados (recordemos que la ofrenda vegetal de Qayin NO FUE ACEPTADA).
Además, en Timotio Bet 2:20, Shaúl afirma que en una gran casa hay vasos no solamente de oro y plata, vasos de honor, sino también de madera y de barro, de deshonra. En el cristianismo, judaísmo y mesianismo actual pocos usan materiales preciosos para construir la casa de Elohim. Los mejores obreros usan madera, y los demás paja u hojarasca.
Todos debemos experimentar la transformación del Ruaj. Por ejemplo, debemos amar a nuestros padres, familiares, vecinos y particularmente a los hermanos y hermanas en la congregación. No obstante, Elohim no acepta nuestro amor natural. A Sus ojos, nuestro amor natural es barro y no piedras preciosas. Nos sentimos muy bien acerca de nuestro amor natural, pero para Elohim es repugnante y desagradable. Nuestro amor debe ser transformado. Necesitamos un amor transformado por el Ruaj con la redención, el aniquilamiento y el reemplazo de Mashiaj como base. Luego amaremos a los demás con un amor puro, el cual es producto de la obra transformadora y preciosa del Ruaj haKodesh, Elohim mezclado con el hombre. Amar a los demás de esta manera es algo muy distinto a amarlos de una manera natural. No debemos quedar satisfechos con nuestra moralidad, ética, carácter ni comportamiento natural. Todas estas cosas deben ser transformadas. Primero debemos ser redimidos, aniquilados, y reemplazados, y luego trasformados metabólicamente por el Ruaj haKodesh. Esta es la experiencia de las piedras preciosas.
Si llevamos estos materiales preciosos a las reuniones de la congregación y los ofrecemos a Elohim como ofrenda elevada, ayudaremos a edificar la congregación como morada de Elohim. Luego nuestras reuniones estarán llenas de la ofrenda de estos materiales preciosos y una obra maravillosa de edificación se producirá entre nosotros.