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CLE02 75 - El Ojel Moed 07 - La Menorah

CLE02 75

El Ojel Moed 07

La Menorah 02

"Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos de la menorah a un lado, y tres brazos al otro lado". Shemot 25:32

 

La palabra aquí utilizada para brazo es CANÉ (H7070), que significa literalmente CAÑA.

 

Hay tres brazos a cada lado de la menorah, ordenados en capas. Según Qorintiyim Alef 15, el Ruaj vivificante es la máxima expresión de Elohim y el alcance máximo de Elohim al hombre. Por lo tanto, el Ruaj vivificante es la máxima consumación de Elohim. Mashiaj, el último Adam, llegó a ser el Ruaj vivificante por medio y a través de la resurrección. La resurrección es nada menos que el mismo Elohim, habiendo pasado por todo el proceso de la obra de Yahshua. La resurrección es el Ruaj de Mashiaj, y el Ruaj de Mashiaj es Mashiaj mismo.

 

Así también está escrito: el primer hombre Adam llegó a ser un ser viviente; y el último Adam, un espíritu vivificante. Qorintiyim Alef 15:45

 

Este entendimiento de la resurrección corresponde a la palabra de Elohim:

 

Aunque era Hijo, aprendió la obediencia mediante el sufrimiento. Y AL SER PERFECCIONADO, llegó a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen, y Elohim lo proclamó sumo sacerdote según el orden de Melki-Tsedeq. Ivrim 5:8-10

 

El Hijo vino para ser perfeccionado. ¿Cómo podemos decir que Elohim puede ser perfeccionado? POR HABERSE MEZCLADO CON EL HOMBRE. Cuando Mashíaj nació como ser humano, comenzó a mezclarse con la humanidad y fue perfeccionado porque FUE TAN PERFECTO EN EL PLANO HUMANO COMO EN EL PLANO DIVINO. Y luego viene la multiplicación, luego que recibimos el ruaj vivificante:

 

Nadie ha visto a Elohim jamás. Si nos amamos unos a otros, Elohim permanece en nosotros, y SU AMOR SE HA PERFECCIONADO EN NOSOTROS. Yahanan Alef 4:12

 

Ahora, con nuestro nuevo hombre, NOSOTROS ESTAMOS SIENDO PERFECCIONADOS como lo fue Mashíaj: en amor, es decir, mezclándonos con Él en nuestro interior. Éste es el proceso por el estamos pasando todos en esta Era de Shavuot, que nos lleva a ser LUZ PARA EL MUNDO:

 

En esto se ha perfeccionado el amor entre nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio: en que COMO ÉL ES, ASÍ SOMOS NOSOTROS EN ESTE MUNDO. Yahanan Alef 4:17

 

De manera que debemos de dejar de mirar las cosas ESTÁTICAMENTE. Los cuadros de Yahweh no son una serie de pinturas que se colocan una al lado de la otra en una galería de arte, sino que son DIAPOSITIVAS QUE SE PASAN UNA DETRÁS DE LA OTRA PARA VER SU MOVIMIENTO. El Ruaj siempre fluye, y sus cuadros también.

 

Entonces, la resurrección es Elohim. En la menorah la resurrección es representada por las flores de almendro y por los tres brazos a cada lado de éste.

 

Además, los brazos representan la extensión de la vida de resurrección de Mashiaj. Los seis brazos divididos en dos grupos de tres representan el testimonio de la luz de la vida. Dos es el número de testimonio. Por esta razón, Yahshua envió a los discípulos de dos en dos. Asimismo los dos grupos de brazos a cada lado de la menorah representan el testimonio de la luz de la vida.

 

 

10. TRES COPAS EN CADA BRAZO

 

Las tres copas en forma de flores de almendro sobre cada brazo con el cáliz y el capullo en flor representan la vida de resurrección que florece. Había tres flores en cada brazo. La menorah está llena de flores de almendro, que son las flores que han brotado de la vara seca, en resurrección.

 

Necesitamos un ruaj de sabiduría y revelación (Efesiyim 1:17) para entender el significado de la menorah. En la menorah de oro tenemos la divinidad, la resurrección y la luz de la vida. El brillo es la expresión de la vida divina en resurrección. Aunque somos humanos y naturales, a través de la regeneración hemos recibido la vida divina con la naturaleza divina (Kefá Bet 1:4). Esto significa que como creyentes en Mashiaj, tenemos la sustancia divina, el elemento divino, esto es, la divinidad. Ahora tenemos que vivir a Mashiaj, vivir Su divinidad mezclada en nuestro interior, al poner en práctica el ser un sólo ruaj con Elohim. La gran mayoría de los creyentes descuida este asunto. Sencillamente enseñan a otros a mejorar su humanidad natural. No obstante, en nuestro hombre natural no existe la divinidad, ni la resurrección, ni la luz, sólo existe la muerte y el pecado. No debemos permanecer en nuestra vida natural, sino entrar en la resurrección, "despojándonos del viejo hombre" y "revistiéndonos del nuevo hombre" (Efesiyim 4:22). Para esto, debemos pasar por el madero, para ser labrados a martillo. Entonces estaremos en resurrección, y con el elemento divino en resurrección tendremos el florecer, el brillo de la luz y la producción de los frutos.

 

Quiero recalcar que el florecer y el brillar son la misma cosa. Cuando florecemos, brillamos. En la menorah tenemos la divinidad y la resurrección. No obstante, ESTA RESURRECCIÓN DEBE FLORECER. Si nacimos de nuevo en resurrección pero seguimos viviendo como muertos, no habrá brillo. Por el contrario, siempre que florezcamos, brillaremos, es decir, expresaremos la vida de Elohim. Esta expresión, este florecer, es el brillar, y este brillo es corporativo. Cada uno de los santos aporta su luz propia, pero el brillo se produce en el Cuerpo unido, en la suma de todas las luces.

 

 

Antes de proseguir con otros puntos relacionados con la menorah, repasemos su visión general.

 

La menorah se compone de una base, una caña y tres pares de brazos. Había tres brazos a cada lado de la menorah. Debajo de cada par de brazos había un cáliz que afirmaba los dos brazos a la caña. Luego, en cada brazo había tres copas en forma de flores de almendro con cálices y pétalos. Vimos que cada copa estaba compuesta de dos capas: una capa inferior, llamada el cáliz o la manzana, o sea, la parte inferior y verdosa de la flor, y una capa superior de pétalos, la cual en realidad hace la flor. La capa inferior es llamada el cáliz, y la capa superior es llamada el capullo en flor. La flor entera, incluyendo el cáliz y la flor, es una copa con la forma de una flor de almendro.

 

Al tener una visión general de toda la menorah, nos damos cuenta de que en realidad parece un árbol. Y como ya vimos, Abba mismo nos lo ha dejado en un arbusto de la zona:

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Además, la menorah se describe de este modo para darnos la idea de un crecimiento. Estos pasukim hablan de brazos, (ramas, hebreo), capullos y flores de almendro. El florecimiento indica crecimiento. Por lo tanto, debemos tener la impresión de que la menorah es un árbol que crece.

 

Como un árbol, la menorah tiene ciertas características sobresalientes. Primero, es un árbol de oro. El oro representa la naturaleza de Elohim. Como dijimos en el mensaje anterior, la menorah de oro es la expresión de Elohim. Elohim es un árbol vivo, que crece, reverdece y florece. Éste es el Árbol de la Vida.

 

 

11. EL ÁRBOL DE LA VIDA

 

Vimos que este árbol de oro tiene muchas flores de almendro. En tipología las almendras representan la vida de resurrección. La vara de Aharón que reverdeció con almendras representa la vida de resurrección. Por lo tanto, los almendros en la menorah indican que es un árbol en resurrección. La resurrección es la vida que vence la muerte sin ser dañada o herida por ésta. La muerte no puede hacerle nada a la vida de resurrección. La muerte puede dañar otras formas de vida, como la vida vegetal, la vida animal y la vida humana. Sólo una clase de vida no puede ser dañada por la muerte, y es la vida de resurrección. La resurrección es la vida que pasa por la muerte y no puede ser retenida por ella. Conforme a toda la revelación de las Escrituras, Elohim mismo es esta vida de resurrección.

 

La menorah, obviamente, da luz. Sin embargo, su importancia no radica en la luz, sino en la vida. La luz está sobre la menorah y debajo de ésta están las flores. La menorah es algo que crece. El cáliz debajo de cada par de brazos, que parecen ramas, indica el crecimiento de la vida. Estas ramas son producidas por el crecimiento de la vida. Así que, con la menorah vemos el crecimiento de la vida que ocurre bajo el brillo de la luz. La vida produce la luz y florece con la luz. Esto significa que la luz es en realidad el florecimiento de la vida. Cuando crecemos y florecemos, la luz brilla. Nuestro florecimiento es nuestro brillar. Crecemos con la vida, pero florecemos la luz.

 

Hasta ahora, hemos visto que en la menorah tenemos la naturaleza divina, la resurrección y la luz. Las siete lámparas de la menorah (pasuk 37) representan el Ruaj. Así que, en la menorah hay cinco asuntos importantes: la naturaleza divina, la resurrección, la vida, el Ruaj y la luz. La revelación en las Escrituras, especialmente en el B'rit Hadashá, corresponde con la menorah en estos cinco asuntos.

 

Ahora debemos ver que como aquellos que creen en Mashiaj, somos parte de este maravilloso árbol.

 

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Yahanan 15:1

 

Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste produce mucho fruto. Pero separados de mí, nada pueden hacer. Yahanan 15:5

 

Hemos ya hablado en otras oportunidades acerca de la deuda de la viña (ver CTU 22 - Yugo De Madera Y Yugo De Hierro 05 - La Nota De La Deuda y otros de la misma serie), y sabemos que Mashíaj es el hijo del dueño de la viña, pero ahora descubrimos que ÉL ES TAMBIÉN LA VID. De manera que él es tanto la vid original como el encargado de la viña, el que viene en el tiempo determinado para ver si las plantas han dado fruto. Por lo tanto, nosotros somos las ramas que hemos sido injertadas y que debemos producir fruto. ¿Qué es este fruto? ¿Son las buenas obras de los hombres, "portarnos bien", "ser buenitos", "ser obedientes"? Lamentablemente, esos son los frutos de la carne, no del ruaj. Si hemos sido injertados, DEBEMOS PRODUCIR LOS MISMOS FRUTOS DE LA PLANTA, SEGÚN SU PROPIA ESPECIE, es decir, debemos producir los frutos del Ruaj de Yahweh:

 

El ruaj de Yahweh reposará sobre él: ruaj de sabiduría y de discernimiento, ruaj de consejo y de valor, ruaj de devoción y de respeto a Yahweh. YeshaYah 11:2

 

Menos que esto serán trapos de inmundicia. Habrá tanta paja y hojas secas que arderán en aquel día... Por lo tanto:

 

Fortalezcan las manos débiles; afirmen las rodillas vacilantes. Digan a los ansiosos de corazón: "¡Sean fuertes, no teman, miren a su Elohim. Viene la retribución, la recompensa divina –Él mismo vendrá para darles el triunfo". Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán. Entonces el cojo saltará como un venado, y la lengua del mudo cantará fuerte; porque aguas brotarán en el desierto, y torrentes en la región desértica". YeshaYah 35:3-6

 

Él ya vino, cumplió toda justicia y también dio todas las señales de eso para que todo el mundo las viera. Lamentablemente, no vemos hoy que el Cuerpo creyente haya adelantado demasiado: los ojos siguen ciegos, los sordos no oyen, los cojos están paralíticos y los mudos no saben hablar. Peor aún, todos ellos creen que son ricos y sin necesidades, pero se niegan a ADQUIRIR DE MASHÍAJ ORO REFINADO (Hitgalut 17-18), es decir, a ser refinados como el oro a través del fuego de Su Ley.

 

La menorah en Shemot 25 representa a Elohim corporificado en Mashiaj. La menorah en ZejarYah 4 representa a Elohim expresado en el Ruaj. Y en Hitgalut tenemos la menorah reproducida y multiplicada. Tanto en Shemot 25 como en ZejarYah 4 tenemos una sola menorah, pero en Hitgalut 1 tenemos siete. La menorah se ha reproducido en siete candeleros. Estos son la congregación toda. Debido a que la menorah ha llegado a ser la congregación y todos somos parte de la congregación, podemos decir que somos parte de la menorah. ¿Somos parte de la menorah? No alcanza con ser parte del Cuerpo, si nos mantenemos en el atrio, no tendremos acceso a la mesa de los panes ni a la menorah, y no brillaremos hacia el mundo, ni tendremos el testimonio de Mashíaj del arca para llevarlo con osadía. Si no estamos brillando, es que no estamos en la menorah.

 

 

12. LAS MECHAS

 

El segundo aspecto de la menorah relacionado con la humanidad de Mashiaj es la mecha. La mecha estaba hecha de fibras, normalmente de lana. Las modernas son de algodón. Cuando las lámparas en la menorah eran encendidas, la mecha se quemaba con el aceite. Cada mañana los sacerdotes debían despabilar las lámparas, esto es, despabilar la mecha carbonizada y quemada. La parte visible de la mecha se llama pabilo, y es la que llega a estar carbonizada. Shemot 25:38 habla de las despabiladeras y sus platillos. Las despabiladeras eran usadas para cortar la mecha y los platillos se usaban para recoger la parte quemada de la mecha, porque era cosa santísima. Cuando el sacerdote despabilaba las lámparas todas las mañanas, él cortaba la mecha carbonizada y también añadía aceite fresco. Este era el cuidado que los sacerdotes daban al candelero.

 

La mecha era la única parte de la menorah que no estaba hecha de oro. Por lo tanto, la mecha no representa la divinidad sino la humanidad. Además, el hecho de que la mecha se carbonizaba indica que la menorah no sólo representa a Mashiaj sino a nosotros. Las mechas estaban colocadas en las lámparas, que iban en la copa de cada brazo. Nosotros somos las ramas. La humanidad de Mashiaj jamás produciría una mecha carbonizada. Sólo nuestra humanidad es capaz de ser quemada y carbonizada, y esto habla del trabajo de santificación al que estamos siendo sometidos todos. Seguramente Mashiaj no tenía necesidad de una despabiladera para recortarlo y ocuparse de Él. Al leer los cuatro evangelios, nos damos cuenta de que nunca hubo necesidad de despabilar a Mashiaj, ya que en Su vivir humano nunca hubo una mecha carbonizada. No obstante, nosotros nos carbonizamos fácilmente y necesitamos ser despabilados cada día.

 

Podemos experimentar el recorte de Elohim, Su despabilar, en cualquier momento del día, a través de las muchas ocasiones en las que Él nos expone y recorta nuestros pabilos para que brillemos mejor. Todos saben que cuando el pabilo está muy carbonizado, la vela comienza a humear, producir olor a quemado y reduce su brillo. Tantos creyentes andan por la vida de esta manera, con sus pabilos completamente carbonizados, negándose a que el Padre los despabile. Esto no es únicamente una cuestión de oración. No se trata de arrodillarnos a orar y pedirle QUE ÉL NOS DÉ LO QUE NOSOTROS DEBEMOS PRODUCIR, para después levantarnos y seguir tranquilamente como estábamos, a la espera de un "milagro" que nunca sucederá. Se trata de trabajar cada día nuestra carne y hacer crecer nuestro ruaj, y en este proceso debemos aceptar ser despabilados.

 

Si consideramos nuestra situación cada día, veremos que siempre hay alguna mecha carbonizada que necesita ser despabilada. Nuestra humanidad es muy baja comparada con la humanidad de Mashiaj. Su humanidad nunca se carboniza, pero la nuestra se carboniza todos los días y necesita ser despabilada diariamente. Por lo tanto, en nuestra experiencia necesitamos las despabiladeras y los platillos.

 

Podemos preguntarnos quién lleva a cabo este trabajo de recortar, o despabilar. A menudo Mashiaj mismo nos despabila mientras tenemos comunión con Él en la mañana. Otras veces puede que Él use a un anciano o a algún hermano/a para hacerlo. A veces son las personas de nuestra familia. Otras veces, las circunstancias mismas, y hasta personas incrédulas. Si somos creyentes que estamos creciendo y madurando en el Ruaj, inconscientemente despabilaremos a otros cuando tengamos comunión con ellos, porque el Ruaj nos usará como instrumento.

 

Muchos creyentes no brillan debido a que tienen una mecha carbonizada muy larga. Su mecha carbonizada humea en lugar de brillar. Necesitamos ser despabilados a fin de que brillemos apropiada y adecuadamente. Por no aceptar este asunto es que el Cuerpo no brilla y el mundo duda de sus palabras.

 

Si la menorah no tuviese una mecha y no tuviese aceite, sería imposible que ardiera y alumbrara. La mecha hecha de materia vegetal representa a la humanidad. El aceite, un símbolo del Ruaj, representa la divinidad. De manera que, al final, tenemos que la luz brilla cuando la humanidad es quemada en la divinidad. Esta es la verdadera aplicación de LA LEY DE FUEGO: LA LEY DE FUEGO QUEMA LA CARNE Y SÓLO DEJA LAS OBRAS EL RUAJ. Pero, si nuestra mecha es muy larga, producirá humo en lugar de luz. Si tenemos demasiada mecha y muy poco aceite, habrá humo en lugar de brillo.

 

 

Como ya dijimos, en el atrio, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo hay tres tipos de luz. En el atrio tenemos la luz natural del sol, la luna y las estrellas. Ya que el atrio está al aire libre, tiene ese tipo de luz, que es la misma que tienen los incrédulos, los animales y las plantas. No obstante, tanto el Lugar Santo como el Lugar Santísimo están completamente cubiertos y en ellos no entra ninguna luz natural. Esta cubierta hace imposible que la luz del sol, la luna o las estrellas penetre. Si no hubiese algún tipo de luz en el Lugar Santo, sería como un calabozo lleno de tinieblas. Sin embargo, el Lugar Santo está lleno de luz porque es alumbrado por el brillo de la menorah con sus siete lámparas.

 

Siempre que un sacerdote atravesaba el atrio y entraba al Lugar Santo, veía alumbrar la luz de las lámparas de la menorah. El alumbrar de la menorah era la prueba de que este lugar era el Lugar Santo. El principio es el mismo hoy en la congregación. ¿Cómo podemos discernir quién es la Novia y quién no es la Novia? Esto se logra DISCERNIENDO SI EN LAS REUNIONES HAY OSCURIDAD O EL ALUMBRAR DE LA LUZ DE LA MENORAH. Que un grupo de creyentes sea la congregación o no depende de si entre ellos está el alumbrar de la menorah.

 

Antes de que viniéramos a la vida de la Novia en la restauración de Elohim, muchos de nosotros íbamos a otras reuniones creyentes. Sin embargo, nunca vimos el brillo de la menorah hasta que vinimos a la vida de la congregación genuina. La diferencia entre unas y otras reuniones siempre está en la vida vs la muerte, la luz vs las tinieblas. En las reuniones de la congregación vemos algo que brilla. Yo puedo testificar que primero estuve en el cristianismo tradicional y luego picoteando entre los escritos de muchos hermanos que realmente habían recibido partes de la revelación del Ruaj. En la denominación había tinieblas y con los escritos y estudios sólo había una pequeña cantidad de luz. Pero cuando vine a la congregación en la restauración de Elohim, no sólo estaba en la luz, sino que hoy yo testifico, y los hermanos de esta familia también, estamos siendo sumergidos en la luz día tras día. Esta luz no es una luz natural, del sol, la luna o las estrellas; es la luz de la menorah: la luz del Mashíaj brillando en su mezcla con la Novia.

 

 

"Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí, hasta que entrando en el santuario de Elohim, comprendí el fin de ellos". Mizmor 73:16-17

 

El salmista estaba preocupado, perplejo y contrariado acerca de una situación en particular, algo que él estaba viendo en el mundo exterior. Le era doloroso pensar en eso. Era insoportable. Pero cuando fue al santuario de Elohim, en el Lugar Santo, él recibió el entendimiento. Esto significa que él fue alumbrado por la luz en el santuario de Yahweh. Muchos de nosotros podemos testificar que hemos estado contrariados y perplejos en cuanto a algunos asuntos. Pero cuando vinimos a una reunión de la congregación, somos alumbrados y todo se hace más claro. Por eso la Novia funciona en el fluir horizontal del Ruaj. Cuando tenemos una mala situación en el mundo, no siempre conseguimos "iluminarnos" para tener la respuesta correcta. Pero cuando vamos a la Casa de Yahweh, que es la Novia viva, el Cuerpo de Yahshua, somos iluminados por la menorah corporativa y tenemos comprensión acerca de lo que debemos hacer y shalom para descansar.

 

La luz en nuestras reuniones depende del crecimiento que tenemos de Mashiaj. Si tenemos más crecimiento, tendremos más luz. Si la menorah no tuviese la oportunidad de crecer por completo, la luz en el Lugar Santo tampoco sería completa. Es así, de hecho, como está la menorah hoy. Porque no somos aún plenamente cabales, la menorah a veces parece un árbol de navidad: se prende y se apaga. Es por esto que a veces sentimos que la luz no es muy brillante en algunas reuniones de la congregación. La luz está, pero el brillo no está completo. Es deber de cada una de las piedras estar siempre "encendido" en Yahshua, para dar luz a nuestros hermanos y alumbrar. La cantidad de luz que pueda haber en la congregación depende del grado en que permitamos que Mashiaj crezca en y a través de nosotros. Si todos le damos la libertad a Elohim de crecer en nosotros día a día, siempre que nos reunamos la luz brillará adecuadamente. Sólo cuando tenemos el crecimiento completo de Mashiaj la luz puede brillar.

 

Es indispensable que todas las ramas le den la libertad al candelero de crecer en ellos y entre ellos. Cuanto más crezca la menorah en las ramas, más florecerá y brillará, y más luz habrá. Entonces cuando venimos a la reunión, la luz será más brillante. Muchos de nosotros podemos testificar que hemos sido alumbrados en las reuniones. La luz expone cosas que estaban cubiertas u ocultas en nosotros, pero para sus hijos, esa exposición es buena y dulce.

 

 

13. LAS CUATRO COPAS CENTRALES

 

Shemot 25:34 dice: "Y en la caña central de la menorah cuatro copas en forma de flor de almendro, sus cálices y sus flores". Las cuatro copas en forma de flores de almendro en la caña central de la menorah con sus cálices y sus flores representan la humanidad de Mashiaj, quien brilla con la vida de resurrección, del cual se desprenden las 6 ramas. Seis es el número del hombre, y son los brazos injertados en el Elohim-Hombre perfecto, Yahshua ha Mashíaj.

 

 

14. UN CÁLIZ DEBAJO DE CADA PAR DE BRAZOS

 

El pasuk 35 dice: "Habrá un cáliz debajo de dos brazos del mismo, otro cáliz debajo de otros dos brazos del mismo, y otro cáliz debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen de la menorah". Estos tres cálices no sostienen flores sino brazos, los cuales parecen ramas. Esto indica que estas ramas están creciendo a fin de extenderse. El cáliz, que aquí sostiene las ramas, representa a la vida que se multiplica. Las ramas representan la expansión, el crecimiento de la planta, mientras que las flores representan el crecimiento en madurez, los frutos. Todas las plantas producen ambas cosas. Las ramas se extienden por medio del crecimiento de la vida. Así que tenemos la vida, el crecimiento y la ramificación. Esto representa la vida de resurrección, la nueva vida, que se ramifica con el fin de brillar. El fruto produce brillo. La vida se ramifica para crecer y que los frutos brillen.

 

Aunque se mencionan las flores, no se dice nada del fruto. Esto forma parte de esos múltiples misterios de las Escrituras, que están escondidos por siglos hasta que llega el momento de ser revelados, y el Ruaj abre el entendimiento de los que lo buscan. Como vimos, los frutos son la reproducción de lo que la planta es: los siete espíritus de Yahweh reproducidos en los hijos, las ramas, que están unidos a Mashíaj, la vid.

 

Esto se aplica en nuestro diario vivir con Elohim. Al crecer en la vida de resurrección, debemos reverdecer, florecer y producir fruto. Si comparamos GalutYah con Efesiyim, veremos que este fruto es la luz. En GalutYah Shaúl habla del fruto del Ruaj, pero en Efesiyim habla del fruto de la luz.

 

Pero el fruto del ruaj es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. GalutYah 5:22-23

 

Pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad. Efesiyim 5:9

 

Esto es lo mismo que sucede con los mandamientos y los mishpatim: unos agrandan y explican a los otros, pero Mashíaj los resume en dos que contienen todo en su interior. Aquí también, los frutos de la luz son el propio Mashíaj: BONDAD, JUSTICIA Y VERDAD, y estos frutos tienen muchas manifestaciones, como GalutYah indica.

 

Damos fruto como resultado de crecer, reverdecer y florecer. Este fruto BRILLA, no con nuestra luz, sino con la luz de la planta según la cual damos el fruto. ¿Cómo es posible que nuestros parientes, amigos, vecinos, colegas y compañeros de clase vean la luz que está brillando en nosotros? Sólo la podrán ver cuando demos fruto en nuestra vida creyente, ya que este fruto será la luz.

 

A menudo los santos son alumbrados por los mensajes en las reuniones de la congregación. Este brillo se puede experimentar aunque no se den mensajes. Por ejemplo, tal vez algunas jóvenes vayan a una reunión vestidas de una manera que no es modesta ni apropiada. De forma espontánea, ellas se dan cuenta de la forma en que están vestidas y desean cubrirse. Esta conciencia viene del brillo de la luz en la congregación, que es como la luz de Yahweh: las expone. Estas jóvenes no se darían cuenta de esto si estuviesen sentadas en cualquier otro lugar. Esto indica que en las reuniones de la congregación hay luz. Somos alumbrados en las reuniones debido a que vemos el fruto, el brillo. Por lo tanto, con la menorah tenemos el reverdecer, el florecer y el brillar de la luz como el fruto.

 

 

15. LAS SIETE LÁMPARAS

 

Shemot 25:37 dice: "Y le harás siete lamparillas". Las siete lámparas representan los siete Rujot de Elohim y los siete ojos del Cordero, como ya mencionamos (ZejarYah 4:2,10; Hitgalut 4:5; 5:6) los cuales expresan completamente a Elohim.

 

La última parte del pasuk 37 dice: "las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante". La menorah alumbra todo el Lugar Santo por las tres lámparas a cada lado y la lámpara central. La luz que ilumina el Lugar Santo es la luz producida por Mashíaj a través de su Cuerpo. Ambos lados de la menorah alumbran en ejad.

 

 

16. UN SACERDOTE ENCIENDE LAS LÁMPARAS

 

Era la responsabilidad de los sacerdotes encender las lámparas. Nosotros somos sus sacerdotes, y es nuestra obligación mantener las lámparas continuamente encendidas con el aceite del Ruaj, además de despabilar nuestros pabilos para que la menorah (el Cuerpo todo) brille intensamente. Un sacerdote que enciende las lámparas significa que Mashiaj o cualquiera que sirve como sacerdote con Mashiaj, mantiene la vida de resurrección brillando. Las personas que están en el atrio no pueden ocuparse de la luz, porque no tienen el derecho de ejercer como sacerdotes. Ellas mismas se apartan de las tareas y rechazan esta posición, cuando rechazan todo tratamiento que el Padre desea aplicarle para crecimiento. De esta manera, no pueden brillar ni ocuparse de ser luz para el mundo. No por nada el mundo está en tinieblas.

 

 

17. A LA MENORAH LE SIGUE EL ALTAR DE INCIENSO

 

En el arreglo del mobiliario del tabernáculo, al candelero le sigue el altar de incienso (Shemot 37:23-25; 40:24-27). Según el capítulo 37, el altar de incienso se hizo después de la menorah. En el capítulo 40 vemos que el altar de incienso se colocaba después de la menorah. Esto significa que el Mashiaj que brilla en la resurrección como la luz divina nos pone en contacto con Elohim mediante el dulce aroma de la oración. En nuestra experiencia vamos de la mesa al candelero, y de allí al altar de incienso. Espontáneamente, el Mashiaj que brilla como la luz divina en resurrección nos dirige a orar. Cuando somos alumbrados por Mashiaj, Él nos guía en oración para tocar a Elohim, y nuestras oraciones se elevan en grato aroma al Trono.

 

 

18. LOS TRES NIVELES DIFERENTES DE LUZ EN EL TABERNÁCULO

 

18.1. En El Atrio

 

Había tres niveles diferentes de luz en el tabernáculo. En primer lugar, estaba la luz natural del atrio. El atrio no tenía ninguna cubierta. Allí la luz provenía del sol durante el día y de la luna y las estrellas durante la noche. Por tanto, esta luz era natural. Debido a que muchos creyentes en la actualidad están en el atrio, la luz que tienen es natural.

 

18.2. En El Lugar Santo

 

La luz en el Lugar Santo provenía de la menorah. Esta luz representa al Mashiaj que brilla en resurrección y en el Ruaj. Esta luz excluye todos los pensamientos, conceptos y perspectivas humanas. No debemos hacer nada conforme a la luz natural. Muchos creyentes todavía ven las cosas desde el punto de vista de su filosofía, cultura, trasfondo, educación y perspectivas naturales. En la restauración de Elohim debemos tener una perspectiva diferente. Necesitamos que la menorah nos alumbre en el Lugar Santo. Sólo cuando seamos alumbrados por Mashiaj seremos capaces de dejar nuestros pensamientos, conceptos y perspectivas naturales.

 

18.3. En el Lugar Santísimo

 

La luz en el Lugar Santísimo proviene de la gloria de Elohim. Por lo tanto, la luz en el Lugar Santísimo es más profunda. La luz natural del atrio es la luz de afuera, la de la menorah en el Lugar Santo es la luz interna y la gloria de Elohim en el Lugar Santísimo es la luz más profunda, esta es la gloria de Elohim que aparece sobre Mashiaj como la cubierta del propiciatorio. Por lo tanto, la gloria de Elohim es nuestra luz más profunda.

 

 

19. LA MENORAH LLEGA A SER LA CONGREGACIÓN

 

Finalmente en Hitgalut 1:20; 4:5; y 5:6, la menorah llega a ser la congregación que lleva el testimonio de Yahshua, y las siete lámparas llegan a ser los siete Rujot de Elohim que expresan a Elohim. La menorah de Shemot 25 se ha multiplicado siete veces en Hitgalut 1, es decir, multiplicación completa y cabal. Hoy las congregaciones son los candeleros que dan testimonio de Yahshua, y los siete Rujot de Elohim son las siete lámparas que expresan a Elohim. En la restauración de Elohim esperamos que todos los santos vivan una vida que brille y todas las congregaciones locales sean un candelero que lleva el testimonio de Yahshua, porque los tiempos y el mundo lo necesitan.

 

 

 

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