PIEDRAS VIVAS
CLE02 89
El Ojel Moed 21
El Efod
NOTA: EL AUTOR ES CRISTIANO. UTILIZA SU PROPIA TERMINOLOGÍA
El punto focal del efod era el pectoral. Esta es la razón por la cual el pectoral se menciona primero entre todas las vestiduras sacerdotales (pasuk 4). Esto indica que el propósito de las vestiduras sacerdotales estaba relacionado con el pectoral. Es decir, que el sumo sacerdote se las ponía a fin de poder llevar el pectoral.
Como veremos en los próximos mensajes, el pectoral representa la edificación de los redimidos de Elohim sobre Mashiaj. Había doce piedras preciosas sobre el pectoral. Estas piedras, las cuales representan a todo el pueblo redimido de Elohim, estaban edificadas sobre el pectoral. Por lo tanto, éste era un modelo a escala de la edificación del pueblo de Elohim. Antes del tiempo de los profetas, Elohim hacía conocer Su voluntad por medio del pectoral. Este era el instrumento y el canal por el cual Elohim hablaba.
Una Hermosura Mutua
Ya mencionamos que las hombreras eran una belleza adicional para Mashiaj. El efod era en sí hermoso, pero las piedras de ónice ajustadas a los hombros del efod añadían más belleza. De igual modo, los creyentes transformados añaden una belleza adicional a Mashiaj.
Las piedras de ónice estaban colocadas sobre oro trenzado, o sea, oro trabajado. Tal engaste añadía algo de belleza a las piedras de ónice. Estos engastes de oro adornado representan la naturaleza divina de Mashiaj. La manera en que los engastes estaban hechos representan una obra fina del Ruaj haKodesh con la naturaleza divina. Las palabras "trenzado y adornado" indican que el engaste era el resultado de una obra primorosa. La montura añadía belleza a las piedras preciosas, del mismo modo que la montura apropiada de un anillo le añade belleza a un diamante. Por un lado, el diamante es la belleza del anillo; por otro, el engaste fino trenzado le añade belleza al diamante.
Las piedras de ónice colocadas sobre el oro adornado nos presentan un cuadro fino de la obra del Ruaj haKodesh al añadir la belleza de Mashiaj a los creyentes como las piedras preciosas. Pero a su vez estas piedras vendrán a ser una belleza añadida a Mashiaj. Por lo tanto, Mashiaj es nuestra belleza, y nosotros llegamos a ser Su belleza, porque Su Obra se manifiesta en nosotros. Esta belleza mutua es un memorial delante de Elohim. Mashiaj y Sus miembros están juntamente ajustados, y esto llega a ser un memorial delante de Elohim.
Un Cuadro De La Mezcla
Al estudiar el cuadro del efod con el pectoral y las piedras de ónice en Shemot 28, vemos cómo Mashiaj y Sus miembros están ajustados por Su gloria divina y Su hermosura humana. En el efod también vemos un cuadro de la mezcla.
El efod era la pieza de las vestiduras que se usaba para ajustar. El pueblo redimido de Elohim está ajustado a Mashiaj por medio del ser procesado de Mashiaj. La naturaleza divina, representada por el oro, está entretejida con el lino. El oro en forma de hilo indica un proceso. Primero se golpeaba el oro hasta hacerlo muy delgado, y luego se cortaba en tiras muy finas. Después se entretejía con el lino, el cual representa la naturaleza humana.
Si solamente tuviéramos las palabras del B'rit Hadashá sin el cuadro del efod, no podríamos ver cómo la divinidad de Mashiaj entretejida con Su humanidad llega a ser el poder que nos ajusta a Él. Además, no veríamos con claridad como somos ajustados a Mashiaj. En Qorintiyim Bet 1:21 Shaúl dice que estamos adheridos a Mashiaj, el ungido. Aquí vemos la unción; sin embargo, no vemos que estamos adheridos a Mashiaj por medio de Su gloria divina y hermosura humana. Aún más, no vemos que los santos que están adheridos a Mashiaj son una belleza adicional para Él. Según el tipo presentado por el efod en Shemot 28, estamos atados a Mashiaj junto con Su naturaleza divina procesada.
Mientras más vemos en cuanto al efod, más atados estamos de Mashiaj en nuestra experiencia y más seguros estaremos. Esto está relacionado con la transformación. Aunque no tenemos las palabras adecuadas para expresarlo, muy dentro de nosotros atesoramos y apreciamos a Elohim. Esta es una señal que tenemos de que estamos ajustados a Mashiaj, atados a Él. Esto incluye la transformación. No sólo esto, esto representa la edificación, ya que en el pectoral estamos atados a otros. Esto significa que al final la edificación está incluida en la gloria divina de Mashiaj que está entretejida con Su hermosura humana.
Si sólo tenemos nuestras virtudes naturales, permaneceremos separados e individuales. Pero por medio de la gloria divina de Mashiaj y Su hermosura humana somos juntamente edificados, ajustados, y unidos.
El efod también es como una faja, que nos ciñe a todos con Mashiaj. Debido a que estamos ceñidos a Él, no podemos separarnos de Él. Gracias a Elohim por este cuadro del efod, el cual nos muestra que estamos ajustados a Mashiaj, agarrados de Él y juntamente ceñidos con Él.
Ellos, pues, recibirán el oro, las telas azules, púrpuras y escarlatas, y el lino fino. Harán el efod de oro, de tela azul, púrpura y escarlata, y de lino fino torcido, elaborado con diseños. Tendrá dos hombreras pegadas; se pegarán a los dos extremos. Y la banda decorada que hay sobre él se hará como él, en una sola pieza con él: de oro, de tela azul, púrpura y escarlata, y de lino fino torcido. Shemot 28:5-8
La parte más importante del Efod desde el punto de vista profético estaba sobre los hombros.
En dos piedras de ónice debían grabarse los nombres de cada una de las tribus de Yisrael, conforme al orden del nacimiento de ellos. Seis nombres en un lado y seis en el otro. De esta manera Aharón, al entrar en la presencia del Altísimo, llevaría hasta Él a todo su pueblo de Yisrael para interceder por ellos.
El efod estaba hecho como una especie de delantal. El sacerdote ceñía por la espalda a la altura del corazón, debajo de los codos. Su anchura era un poco más grande que la anchura de la espalda de un hombre y llegaba hasta los talones.
El cinto estaba tejido a su borde superior, siguiendo su ancho y prolongándose hacia ambos lados para que pudiera rodearlo completamente y ceñirse con él. Las hombreras estaban unidas al cinto, en la parte de atrás y llegaban hasta los hombros y un poco más de modo que se doblaban hacia delante hacia abajo. Las piedras de ónice estaban incrustadas, una en cada hombrera.
Las dos cadenas de oro fueron insertadas en los dos anillos superiores del pectoral, una a la derecha y otra a la izquierda y las dos puntas de cada cadena fueron insertadas en el engaste de cada hombrera. Así el pectoral colgaba de los engastes del efod hasta la altura del corazón.
Los dos anillos que estaban en las dos esquinas bajas del pectoral coincidían con los dos anillos que estaban en la parte de arriba del cinto del efod, descansando unos sobre otros. Estos anillos fueron atados entre sí con un hilo de lana azul para que el pectoral estuviese pegado al cinto del efod y no se moviese.
Luego toma dos piedras de ónice y graba sobre ellas los nombres de los hijos de Yisrael: seis de sus nombres en una piedra, y los nombres de los otros seis en la otra piedra, en el orden de su nacimiento. Sobre las dos piedras harás grabaduras de sello –obra de tallador en piedra– con los nombres de los hijos de Yisrael. Después de montarlas en monturas de oro, fija las dos piedras a las hombreras del efod, como piedras de recuerdo de los hijos de Yisrael, cuyos nombres llevará Aharón sobre sus dos hombreras como memorial delante de Yahweh. Shemot 28:9-12
En una piedra estaban los nombres Reubén, Shimón, Leví, Yahudá, Dan y Naftalí. En la otra piedra Gad, Asher, Yissajar, Zevulún, Yosef y Binyamín. Esto significa que había 25 letras en cada piedra, 50 letras en las dos.
Aharón representa al Mashíaj. De esto aprendemos que sobre los hombros del Mashíaj están los nombres de las doce tribus de Yisrael, sobre dos piedras negras.
Esto nos enseña que cuando el Mashíaj llevó el madero sobre sus hombros desde la ciudad hasta el lugar donde fue clavado, estaba llevando el pecado y la muerte de las doce tribus de Yisrael. Como Yisrael es la nación sacerdotal, representa a todas las naciones. Así que sobre los hombros del Mashíaj cargaba el pecado de todo el mundo.
Desde su angustia lo verá; lo disfrutará a plenitud por su devoción. Mi siervo justo justifica a muchos, es el castigo de ellos el que él lleva... YeshaYah 53:11
Y él salió cargando su madero hacia el lugar que se llama de la Calavera, y en hebreo Gulgolta. Yahanan 19:17
Él es la expiación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Yahanan Alef 2:2
Las dos piedras de ónice sobre lino trenzado, no solamente hablan de la carga del pecado de los hijos de Yisrael, sino del gran peso que conlleva ser responsable para el desarrollo espiritual de los demás.
Y encima de todo, lo que se agolpa sobre mí cada día: la preocupación por todas las congregaciones. Qorintiyim Bet 11:28
Esta carga es la carga del intercesor. La intercesión es un ministerio sacerdotal:
Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos. Luka 22:32
Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos. Yahanan 17:9
Sobre sus hombros pesan aquellos nombres que también están en su corazón. Tiene que llevarlos delante del Eterno en todo momento y mencionar sus nombres constantemente.
...siempre intercediendo con gozo por todos ustedes en cada oración mía... Filipiyim 1:4
...no ceso de dar gracias por ustedes, recordándolos en mis oraciones. Efesiyim 1:16
Doy gracias a Yahweh, a quien rindo culto con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones de noche y de día. Timotio Bet 1:3
Siempre doy gracias a mi Elohim al recordarte en mis oraciones... Filemón 4
¿Quién los condenará, cuando el Mashíaj Yahshúa fue el que murió? Y no sólo eso sino que también resucitó; y además está a la diestra de Elohim, y también intercede por nosotros. Romaniyim 8:34
Por eso también puede salvar completamente a los que por medio de él se acercan a Elohim, ya que vive para siempre para interceder por ellos. Ivrim 7:25
Como el Mashíaj está llevando los nombres de los hijos de Yisrael en las dos piedras que están sobre sus hombros, hay un constante recuerdo de su muerte delante del Padre a favor de todos nosotros.
Los Materiales Para El Efod Y Sus Colores
La parte principal de las vestiduras sacerdotales era el manto, tan largo que hasta tocaba el suelo. Sobre éste, el sumo sacerdote llevaba puesta una túnica y sobre esta, un efod. Shemot 28:6 dice: "Y harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa". Al leer este pasuk conocemos los materiales que se usaban para hacer el efod y los colores del mismo. Los materiales eran el oro, el lino, el azul, el púrpura y el carmesí.
El B'rit Hadashá nos dice que Yahshua es una persona con dos naturalezas: la divinidad y la humanidad. En el efod la divinidad de Mashiaj es tipificada por el oro, y la humanidad por el lino. El oro y el lino del efod no están ligados o unidos. Por el contrario, estaban entretejidos. Este tejido tipifica la mezcla de la divinidad con la humanidad en Mashiaj.
Yahanan 1:1 dice: "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Elohim, y el Verbo era Elohim". Según Yahanan 1:14: "El Verbo se hizo carne". Podemos decir que el Verbo, quien es Elohim, es de oro; y que la carne en Yahanan 1:14 es el lino. Por lo tanto, cuando Elohim se encarnó, el oro y el lino, la divinidad y la humanidad, estaban entretejidas, mezcladas.
Desde los tiempos de Shaúl y Yahanan en el primer siglo, ha habido muchas enseñanzas acerca de la persona de Mashiaj. Durante muchos siglos se ha debatido en cuanto a la persona de Mashiaj. La mayoría de los maestros reconoce que Mashiaj tiene dos naturalezas, la divina y la humana. Sin embargo, ha habido muchas enseñanzas erróneas en cuanto a las dos naturalezas de Mashiaj. Esto ha provocado muchas discusiones.
En nuestra serie que se titula FBT01-YESN (Fundamentos Básicos Para Talmidim 01 - ¿Yahshua es Elohim, sí o no?) se mencionan varias diferentes escuelas de pensamiento relacionadas con la persona de Mashiaj. Las escuelas herejes son las enseñanzas erróneas de los docetas, los que dicen que Mashiaj tenía sólo la divinidad; la herejía de los ebionitas, quienes enseñaban que Mashiaj sólo tenía la humanidad; la enseñanza errónea de los arrianos, quienes decían que la divinidad de Mashiaj no está completa y que Él simplemente era la criatura más alta de todas; la enseñanza absurda de los apolinarios, quienes dicen que la humanidad de Mashiaj no estaba completa; la falsa doctrina de los nestorianos, quienes sostienen que la divinidad y la humanidad de Mashiaj estaban separadas; y la enseñanza errónea de los eutiquianos, quienes niegan la diferencia y la existencia mutua de la divinidad y la humanidad de Mashiaj y defendían que las dos naturalezas se habían unido para formar una sola. La enseñanza apropiada y bíblica es que Mashiaj tiene tanto la divinidad como la humanidad y que ambas están completas y unidas en el cuerpo de una persona. Repudiamos las seis escuelas heréticas y estamos de acuerdo con la escuela que se basa en las Escrituras.
Había varias clases de "efod":
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El de lino blanco utilizado por los sacerdotes:
Entonces el rey le dijo a Doeg: "Tú, Doeg, ve y derriba a los sacerdotes". Y Doeg el edomita fue y derribó a los sacerdotes él mismo; ese día mató a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino. Shemuel Alef 22:18
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El de lino simple, como el que utilizó David:
David danzaba con toda su fuerza delante de Yahweh; David estaba vestido con un efod de lino. Shemuel Bet 6:14
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En algunos textos se habla de un efod como instrumento de adivinación, del cual se desconoce su forma y se diferencia mucho del que Elohim había establecido para Aharón:
Ahora bien, el hombre Mikhah tenía una casa de Elohim; había hecho un efod y un terafim y había inducido a uno de sus hijos a que fuera su sacerdote. Shoftim 17:5
Allí los cinco hombres que habían ido a espiar la región dijeron a sus parientes: "¿Ustedes saben que hay un efod en estas casas, y unos terafim, y una imagen tallada y una imagen fundida? Ahora ustedes saben lo que tienen que hacer". Shoftim 18:14
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Hubo un efod construido por Guidón con el oro de los despojos de la batalla. Se originó en la ciudad de Ofrah y se convirtió en el centro de culto idolátrico:
Guidón hizo un efod con ese oro y lo erigió en su propio poblado Ofrah. Allí se extravió todo Yisrael tras él, y esto vino a ser un lazo para Guidón y su familia. Shoftim 8:27
Tengamos cuidado, pues, con las imitaciones revelatorias de los falsos profetas y con aquellos maestros que el Adón no ha enviado:
Yahweh respondió: “Es una mentira lo que profetizan los profetas en mi nombre. Yo no los he enviado ni les he mandado. No les he hablado. Una visión mentirosa, una adivinación vana, el engaño de su propia imaginación –¡eso es lo que les profetizan!" YirmeYah 14:14
Yo no envié a aquéllos profetas, pero ellos corrieron; yo no les hablé, pero ellos profetizaron. YirmeYah 23:21
Pero el espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a enseñanzas de demonios. Timotio Alef 4:1
Pero hubo falsos profetas entre el pueblo, como también entre ustedes habrá falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructivas, llegando aún hasta negar al Soberano que los compró, acarreando sobre sí mismos una súbita destrucción. Y muchos seguirán tras su sensualidad, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad. Kefá Bet 2:1-2
El Elohim-Hombre
En el B'rit Hadashá podemos ver fácilmente que Yahshua ha Mashiaj es Elohim y es hombre. Ya que Él es Elohim y es hombre, Él es el Elohim-hombre, el primero plenamente mezclado, porque en Él estaba toda la plenitud de la deidad, y porque Él nació como cualquier bebé, tuvo un cuerpo y tuvo sangre para ofrecerla. Un gran número de maestros de las Escrituras admiten que Mashiaj es un Elohim-hombre. Al leer el B'rit Hadashá llegamos a saber que Elohim es Elohim y hombre. Por lo tanto, es totalmente correcto llamarlo el Elohim-hombre.
Aunque el B'rit Hadashá revela que Mashiaj es el Elohim-hombre, no podemos encontrar un pasuk que diga que Mashiaj tenía las dos naturalezas entretejidas. Pero el tejido de la divinidad con la humanidad en Mashiaj se presenta en el tipo del efod. El oro y el lino no estaban puestos uno sobre el otro, atados o simplemente unidos. Más bien estaban entretejidos. Sin embargo, muchos creyentes tienen el concepto de que la naturaleza divina de Mashiaj se le añadió a Su naturaleza humana así como se envuelve un pedazo de oro en lino. Tal vez no lo expresen de esta manera, pero inconscientemente éste es su entendimiento. Tenemos la tendencia de nuestra mente carnal de tratar las cosas siempre en "compartimientos separados".
La naturaleza divina de Mashiaj ha sido procesada, tal como el oro que se usaba para hacer el efod. Este cuadro indica que Mashiaj se hizo un hombre por medio de pasar por un proceso. El no llegó a ser un hombre descendiendo repentinamente del cielo. No, Él, como hombre, fue concebido en el vientre de una virgen. Por nueve meses se desarrolló en ese vientre. Luego nació en un pesebre en Belén. Cuando el rey Herodes supo del nacimiento de Elohim, trató de matarlo. Por lo tanto, bajo la dirección de Elohim, Yósef llevó al niño a Mitzrayim. Después de la muerte de Herodes, Yósef regresó con Él a Yisrael, pero no se atrevió a quedarse en Judea. Así que, se fue al norte a una región despreciada conocida como Galilea. Como resultado de esto, Yahshua creció en una villa pobre y pequeña de Nazaret. El Adón creció en una familia pobre. En la antigüedad un carpintero, como Yósef, no ganaba mucho dinero. Por muchos años, Elohim experimentó sufrimientos en Su vida humana. Su proceso junto con todos los sufrimientos son representados por el oro que llegaba a ser un hilo tejido con el lino.
Como Elohim, nuestro Adón pasó por un proceso para llegar a ser uno con la humanidad. Sin este proceso, ¿cómo podría ser uno con el hombre? Si Él no hubiese experimentado este proceso, la tela que se necesitaba para hacer el efod no se hubiese producido. Por medio de esto vemos un aspecto del Mashiaj precioso que no se revela tan claramente en el B'rit Hadashá.
Es muy triste que por siglos los creyentes, incluyendo a aquellos que aman a Elohim y le buscan, no le hayan prestado la atención adecuada al cuadro de Mashiaj que se presenta en Shemot 28. Como resultado, su apreciación por Elohim no ha sido suficiente, y por eso no han podido crecer en Él. Si no se aprecia al modelo, nunca seremos las copias adecuadas. Por eso muchos se han conformado con afirmar que son sacerdotes (y reyes) mientras sus comportamientos estaban lejísimo de ser como el de nuestro modelo.
No he interpretado el cuadro de Shemot 28 según mi inteligencia natural. Además, yo no fui quien pintó este cuadro. Más bien, he recibido la misericordia de Elohim para entenderlo hasta cierto grado. Aquí en Shemot 28 tenemos un cuadro que demuestra que hay una tela en el universo tejida con hilos de oro y de lino y que contiene cinco colores: el dorado, el blanco, el azul, el púrpura y el carmesí. Este es el efod que Yahshua tiene puesto en la actualidad. El todavía está vestido con las vestiduras hechas de oro y de lino y con los cinco hermosos colores que expresan Su divinidad, Su humanidad, lo celestial y reinante que Él es y la redención.
Las Piedras De Ónice
"Y tomarás dos piedras de ónice, grabarás en ellas los nombres de los hijos de Yisrael; seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos". Shemot 28:9-10
¿Qué representan las dos piedras de ónice que estaban sobre los hombros del Sumo Sacerdote? Estas representan a los creyentes, incluyéndonos a nosotros. Cuando algunos escuchan esto, tal vez digan: "Es posible que usted, un hermano mayor en Elohim, sea representado por la piedra de ónice. Pero con toda seguridad yo no. Yo fui salvo hace muy poco. Yo no tengo la apariencia de una piedra de ónice. Por el contrario, yo tengo la apariencia de barro y polvo". Tal vez ésta sea la real situación. Sin embargo, una vez que hemos sido regenerados, la piedra de ónice en la que nos transformaremos YA ESTÁ ALLÍ, porque forma parte del nuevo hombre que hemos recibido, aún cuando esté en semilla. Si no tuviéramos el elemento de la piedra de ónice en nuestro ser, no tendríamos interés en leer este tipo de mensaje. El simple hecho de que amamos a Elohim, que lo buscamos y que queremos escuchar este tipo de palabras es una gran indicación de que tenemos la semilla de la piedra de ónice en nosotros. Finalmente, todo el barro será transformado en piedra de ónice.
En nuestro ser natural hay dos aspectos: el aspecto de la creación de Elohim y el de la caída. Una parte de nuestro ser es la creación de Elohim, la otra forma parte de la caída del hombre. Lo que pertenece a la caída será desechado, y lo que viene de la creación de Elohim permanecerá con nosotros y será transformada. En parte, ya está siendo transformado, y en su momento alcanzará la plenitud. Por lo tanto, la obra de Elohim en nosotros logra dos cosas. Por un lado, está sacudiendo, removiendo, el aspecto caído; por otro está elevando y transformando el aspecto de nuestro ser que se relaciona con la creación de Elohim para llegar a ser una piedra preciosa. ¿Por qué hace esto así? Él verdaderamente podría sólo transformarnos en un abrir y cerrar de ojos. Es más, podría haberlo hecho con los yisraelitas. Más aún, con Avraham. No, más, con Adam y Javá. Evidentemente, existe algún motivo, porque Yahweh no es caprichoso. Y el motivo por el cual todos debemos pasar por el desarrollo de la etapa que nos ha tocado es porque YAHWEH SIGUE PINTANDO SU CUADRO. Su plan aún no ha sido consumado, y nosotros formamos parte del mismo. Estamos mostrando al mundo (y a nosotros) cuál es la maravillosa operación de Yahweh en nuestro interior, para hacer mucho más que sólo salvarnos, para santificarnos y transformarnos en aquello para lo cual fuimos planificados desde antes de la creación. La próxima vez que estemos tentados a llorar y reclamar por las situaciones y condiciones que nos rodean, sintámonos orgullosos de estar siendo considerados dignos de ser parte de Su cuadro.
Es claro que toma tiempo para que el elemento caído sea removido y el elemento creado sea transformado y elevado. Debemos dejar de insistir en nuestra impaciencia, que es satánica. HaSatán es quien nos susurra pensamientos del tipo de que si no vemos resultados, es porque no está funcionando, porque Él no existe, porque nosotros no servimos, por esto o aquello. Esas son dudas satánicas. El proceso de Yahweh siempre toma su tiempo, el Suyo, no el nuestro. Y llega de repente un día en el que nos damos cuenta que algo ha brotado y crecido, y que no lo habíamos notado antes.
Muchos de los que han estado en la congregación por varios años han tenido esta experiencia. El resultado es que estos santos tienen más peso de Mashiaj en la actualidad que en los pasados años. Eso es lo que debemos llegar a percibir con el tiempo. Si estamos igual, estamos en problemas. Pero si algo del elemento caído ha sido removido, y una buena cantidad del elemento creado por Elohim ha sido elevado y transformado en piedra preciosa, entonces estamos avanzando, aún cuando no veamos las cosas en plenitud.
No debemos dudar del hecho de que seamos representados por las piedras de ónice que estaban sobre los hombros del efod. Algún día seremos completamente transformados en piedras preciosas. Yo estoy segura de que seremos las piedras de ónice de una manera pura y completa, tanto nosotros como todos los kadoshim. En la Nueva Yahrushalayim en el cielo nuevo y la tierra nueva, todos los creyentes en Mashiaj serán piedras preciosas.
Todos nacimos como polvo, herederos del ADN adámico. Adam estaba totalmente compuesto de polvo, no de piedra de ónice. La piedra de ónice representa la transformación. En nuestra vida natural somos de polvo. Pero por medio de la regeneración hemos llegado a ser piedras. Ahora estamos en el proceso de ser transformados de gloria en gloria a la imagen de Elohim, porque nuestro amado Kohen Gadol nos carga sobre sus hombros. La piedra de ónice representa esta transformación.
"Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales a los hijos de Yisrael; y Aharón llevará los nombres de ellos delante de Yahweh sobre sus dos hombros por memorial". Shemot 28:12
Lo que el sumo sacerdote llevaba sobre sus hombros no eran dos pilas de polvo. Sin embargo, no vemos que los yisraelitas fueran verdaderamente piedras preciosas. Una y otra vez mostraron su polvo al rebelarse contra su Elohim. De manera que no debemos desesperar si nosotros tampoco nos vemos tan brillantes, aunque tampoco es razón para desistir, porque no somos transformados por nuestros esfuerzos, SINO POR NUESTRA FE EN ESPERAR EL CUMPLIMIENTO DE LAS PROMESAS.
Así siendo, los yisraelitas, como nosotros, eran dos piedras de ónice. Esto indica que lo que Mashiaj sostiene, como el Sumo Sacerdote, no es polvo; sino que Él sostiene a los santos transformados, tipificados por las piedras de ónice en las hombreras del efod que se ponía el sumo sacerdote. ¿Esta transformación ya había comenzado en la Era de Pésaj? Sí en el plano espiritual, no en el material. En nuestro plano material habría que esperar hasta la venida de Mashíaj, dando apertura a la Era de Shavuot, para que estas cosas comenzaran a manifestarse EN PARCIALIDAD en nuestro plano material también. Sin embargo, que quede constancia: aún en el Tanaj los yisraelitas eran considerados piedras preciosas. Desde la eternidad pasada, Yahweh ya nos ve como piedras preciosas en la Nueva Yahrushalayim. Así deberíamos vernos nosotros también, pero no en un esfuerzo de admiración egocéntrica, sino en el esfuerzo por ser cada día más y más transformados en piedras preciosas. Muchos aseguran ser sacerdotes y piedras y sus vidas muestran sólo polvo.
Cuando algunos santos escuchen esto, tal vez se desanimen y piensen que ellos no han sido transformados. Tal vez digan: "Si Mashiaj sólo sostiene las piedras de ónice, y no al polvo, entonces estoy perdido, no tendré la experiencia de ser sostenido por Mashiaj. Estoy desanimado ya que aún no he sido transformado en piedra de ónice". Existen dos errores en el mundo creyente: creer que somos lo que aún no somos a pesar de la evidencia contraria, y creer que, porque no vemos el resultado final (en este caso, la piedra preciosa), no "estamos dentro". Nosotros estamos en promesa tanto como nuestros hermanos de la Era de Pésaj, aún habiendo recibido algo más que ellos, no tenemos la plenitud. Es tan malo sentarse a pretender disfrutar lo que aún no hemos recibido a pleno (en el plano material) como convencernos de que jamás lo recibiremos (dudar de las promesas de Yahweh). Nosotros no andamos por vista sino por fe, de manera que tomamos sus promesas como lo que son: REALIDADES EN EL PLANO ESPIRITUAL, PROMESAS EN EL PLANO MATERIAL. Llegará el día en que ambas serán una misma y única realidad.
En realidad, todos tenemos la experiencia de ser sostenidos por Mashiaj. Y todos deberíamos manifestar una cierta cantidad de piedra preciosa, a menos que hayamos nacido de nuevo ayer. Este es un sutil engaño de la carne. A veces nos sentimos como que nos estamos alejando de Yahweh, y es verdad: NUESTRA CARNE ESTÁ CONSTANTEMENTE SIENDO CORTADA, y ese sentimiento de alejarnos es de la carne, porque no estamos yendo al nuevo ruaj. Si nos sentimos alejados de Él, ese es el polvo, no nosotros. Normalmente no es porque hayamos hecho "algo malo", como el enemigo nos sugiere, sino porque ESTAMOS EN LA CARNE. El ruaj, a la verdad, nunca se siente apartado de Yahweh.
En ocasiones Elohim prepara un ambiente que nos sacude. Tal vez tengamos miedo de caer. Sin embargo, sólo el polvo será sacudido. Nosotros, como aquellos que han sido regenerados, nunca seremos removidos, ya que las piedras de ónice en nosotros nunca se caerán. Las piedras de ónice permanecen sobre los engastes de oro, gloriosos y hermosos.
Trenzados Con Engastes De Oro
No obstante, el punto principal de este mensaje no es la transformación, sino acerca de cómo las piedras de ónice son colocadas sobre las hombreras. ¿Cómo estaban unidas a las hombreras las piedras de ónice? Shemot 28:11 dice: "De obra de grabador en piedra, como grabados de sello, harás grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Yisrael; les harán alrededor engastes de oro". Ya vimos que en hebreo las palabras traducidas "engastes de oro" también se refieren a un trabajo trenzado de oro, engastes de oro trenzado, labrado, finamente trabajado. El oro en el cual se incrustaban las piedras de ónice no tenía una forma sencilla. Más bien, tenía un hermoso diseño, pero también firmeza.
Estos engastes de filigrana de oro demuestran cómo somos unidos, agarrados y sostenidos de Yahshua. Estos engastes representan la divinidad de Elohim después de ser procesado y haber pasado por muchos sufrimientos. Los sufrimientos experimentados por Yahshua hicieron que tomara la forma de un hermoso engaste para sostenernos como las piedras preciosas.
Si no tuviésemos el cuadro que nos proporciona el tipo del efod con los engastes de filigrana, no habría manera de que supiéramos, por medio de las simples palabras del B'rit Hadashá, cómo somos sostenidos por Yahshua. El B'rit Hadashá nos dice que somos sostenidos por el poder de Elohim. Las Escrituras dicen esto y nosotros lo creemos. Pero, ¿alguna vez se imaginaron que Yahshua nos está sosteniendo sobre Sus hombros en hermosos engastes de filigrana de oro? Nosotros somos sostenidos por Él de una manera muy hermosa, que muestra la belleza de Su Obra.
Debemos emplear tiempo en orar-leer estos pasukim de Shemot 28 y tener comunión con otros acerca de los mismos. Esto nos ayudará a apreciar más a Elohim. Cuanto más observemos la belleza de Elohim y la apreciemos, más fuertemente estaremos agarrados de Él y por Él.
Cordones De Oro
Vimos que las piedras de ónice estaban colocadas en hermosos engastes de filigrana de oro. Ahora debemos pasar a ver cómo estos engastes hermosos estaban conectados con las hombreras del efod.
"Harás, pues, los engastes de oro, y dos cordones de oro fino, los cuales harás en forma de trenza; y fijarás los cordones de forma de trenza en los engastes". Shemot 28:13-14
Estos cordones dorados tenían la forma de trenzas. Estos sostenían las piedras de ónice a los engastes de oro y a las hombreras. Aquí tenemos tres cosas: las hombreras, las piedras de ónice en los engastes de oro y los cordones de oro que se usaban para sostener los engastes y las hombreras. Era necesario que la divinidad de Mashiaj pasara por un proceso a fin de llegar a ser también este cordón de oro.
Yahshua tiene la fuerza para sostenernos como las piedras de ónice. Esta fuerza viene de Su divinidad mezclada con Su humanidad y por medio de expresar a Elohim y al hombre, y toda su obra completa. Estamos agarrados de Elohim por medio de esa expresión maravillosa. En el plano material no es tan claro, pero en el plano espiritual ese "agarre" es una unión firme e inseparable. La única cosa en el universo que nos puede sostener y agarrarnos de Mashiaj es la expresión de Mashiaj la cual es representada por el efod que está hecho de oro, lino, azul, púrpura y carmesí.
Día a día ingerimos alimentos y somos nutridos. Sin embargo, la mayoría de nosotros no sabemos cuáles son las riquezas contenidas en éstos que nos nutren, nos fortalecen y nos suplen con lo que necesitamos, y hasta matan los gérmenes que entran. Solamente sabemos que se necesita la comida para mantener la vida. Por lo tanto, lo comemos y lo disfrutamos. Sin embargo, los nutricionistas conocen sus ingredientes. Ellos no sólo lo comen y lo disfrutan; sino también entienden algo acerca de sus constituyentes. Podemos usar esto como un ejemplo sencillo de nuestra la experiencia de estar agarrados de Mashiaj y ser sostenidos por Él sin darnos cuenta de lo que está dentro de Su fuerza y Su poder para sostener.
¿Qué es lo que constituye la fuerza de Mashiaj a fin de sostenernos a Él, para sostenernos y levantarnos? Por medio de estudiar el cuadro que se encuentra en Shemot 28 encontramos la respuesta a esta pregunta. Según la tipología del efod, la fuerza de agarrar, el poder para llevarnos y la habilidad para unirnos a Mashiaj se derivan de Su expresión como Elohim y hombre junto con lo celestial y reinante que Él es y la redención. Así como los materiales que se usaban para hacer el efod eran tejidos, también están mezclados estos aspectos de la expresión de Mashiaj. Están entretejidos para formar una vestidura fuerte que puede llevar las dos piedras de ónice y agarrarlas a las hombreras del efod que el sumo sacerdote usaba.
Cuando estamos unidos a Elohim así como las piedras están unidas al efod, llegamos a ser una belleza que se le añade a Elohim para Su expresión, y ésta llega a ser nuestra belleza de la cual nos sostenemos. No podemos separarnos de la Obra que Yahshua ha realizado, O NO HABRÍA OBRA PARA DARLE GLORIA. Es correcto que Él reciba toda esa gloria, pero también debemos estar creciendo PARA MOSTRAR ESA GLORIA. Nosotros somos la gloria de Yahshua porque Su Obra fue realizada por y para nosotros. En ese sentido, somos "Sus joyas", las que Él puede mostrar para gloriarse de Su obediencia. Y en ese sentido también, debemos dejar de ser polvo opaco y empezar a brillar, PARA DARLE GLORIA Y HONRA.
Un Memorial Eterno
Al hablar de las piedras de ónice sobre las cuales estaban escritos las nombres de los hijos de Yisrael, 28:12 dice: "Y Aharón llevará los nombres de ellos delante de Yahweh sobre sus dos hombros por memorial". Esto indica que las piedras de ónice eran un memorial delante de Elohim. ¿De qué eran memorial estas piedras? De que la congregación está sobre Mashiaj, memorial de que Mashiaj sostiene a la congregación, el pueblo redimido de Elohim. Este memorial durará por toda la eternidad. Debemos estar agarrados a Mashiaj, y Él nos sostendrá en la presencia de Elohim como un memorial eterno. Esto lo podemos experimentar y disfrutar ahora.
Cuando Mashiaj nos lleva sobre sus hombros, Él le lleva gozo a Elohim. Cuando Elohim mira a Mashiaj, Él ve a Sus redimidos, los que han sido transformados en piedras de ónice sostenidas por engastes de oro. Al final el ónice llega a ser una belleza que ha sido añadida a Mashiaj. Entonces es un memorial delante de Elohim y una belleza adicional para Mashiaj. Cuando miramos este cuadro, vemos la gloria y la hermosura. Este cuadro va más allá de lo que podrían explicar las palabras humanas.
No tengo las palabras para decir mucho más acerca de estos asuntos. Confío en que el Ruaj haKodesh les hablará a todas acerca de esto. Que todos seamos animados para estudiar esta porción de la Palabra mediante el orar-leer y la comunión.