PIEDRAS VIVAS
CLE02 93
El Ojel Moed 25
La Santificación Para Ser Sacerdotes
01 - Llenar Nuestras Manos Vacías
Comenzamos otra sección del libro de Shemot; ya hemos cubierto el tabernáculo con su mobiliario y las vestiduras sacerdotales.
Cuando el pueblo de Elohim se reunió en el monte Sinay, Moshe recibió la revelación del modelo del tabernáculo y el diseño de los muebles. Los hijos de Yisrael debían edificar una casa, un santuario, para que Elohim morara en medio de ellos y para que Su pueblo le sirviera a Él. Después de esto, el libro de Shemot relata la descripción de las vestiduras sacerdotales.
En las Escrituras las vestiduras representan nuestro vivir, comportamiento, conducta y carácter. Esto indica que, con relación a los sacerdotes, los sirvientes de Elohim, Shemot primero se ocupa de su conducta externa, representada por las vestiduras. Ahora en el capítulo 29 tenemos la sección que trata de la santificación de Aharón y de sus hijos para ser sacerdotes.
En esta etapa de sombras, esa "conducta externa" era eso mismo, un comportamiento adquirido. Pero en la etapa de la realidad en la que vivimos, se trata de una manifestación externa de una realidad interna: la mezcla de cada uno con Elohim en nuestro nuevo hombre. No es una conducta forzada, sino un comportamiento natural.
La casa también, en esa etapa de sombras era un tabernáculo, luego sería un templo de piedras, pero en ambos casos eran tipos de lo que Yahweh deseaba: un Cuerpo. Al final del Milenio tenemos la Nueva Yahrushalayim, la consumación final de cualquier edificación. Una ciudad está formada de muchas casas, y las casas, de muchas piedras. Y éstas son piedras vivas.
No pensemos que Yahweh vino a rescatar al hombre al cual Él creó para gobernar sobre toda la tierra en Su nombre, simplemente para salvarlo y traerle algunos rituales, ni siquiera para que sean obedientes a Sus mandamientos y ordenanzas, ni para que Lo adoren mientras sus mentes divagan en las cosas de este mundo. No estoy hablando de cosas malas, como se puede ver. El pueblo de Yisrael, en sus mejores momentos, cumplía con todas estas cosas, PERO ESTA NO ES NI ERA LA META FINAL DEL PADRE. Su meta era incrustar a Mashíaj en el interior de cada creyente-sacerdote, para transformar su ser desde adentro, para que Él no tuviera que enseñarnos nada, porque tenemos la mente de Mashíaj.
Llenar Nuestras Manos Vacías
Esto es lo que les harás al consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes: Toma un novillo joven de la manada y dos carneros sin tacha; también pan ácimo, tortas ácimas mezcladas con aceite, y hojuelas rociadas con aceite –hazlas de la mejor harina de trigo. Pon todo esto en una canasta y preséntalas en la canasta, junto con el toro y los dos carneros. Shemot 29:1-3
Aquí tenemos tres animales: un becerro y dos carneros perfectos. También tenemos el pan, las tortas y los hojaldres u hojuelas.
El pan, las tortas y los hojaldres, claro está, provienen de la vida vegetal, en contraste con la vida animal presentada por el becerro y los carneros. En tipología la vida animal representa la vida que redime, una vida que tiene sangre para ser derramada por la redención. Por su parte, la vida vegetal denota reproducción, generación, una vida que produce. El pan, las tortas y los hojaldres estaban hechos de harina de trigo. Según Yahanan 12:24, un grano de trigo cae en la tierra y produce muchos granos. Esta es la vida vegetal, una vida que genera.
Mashiaj tiene la vida que redime y la que genera, una vida que produce. El evangelio de Yahanan revela ambos aspectos de la vida de Mashiaj.
"¡Este es el Cordero de Elohim, que quita el pecado del mundo!". Yahanan 1:29
Esta es la vida animal que redime.
"De cierto, de cierto les digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto". Yahanan 12:24
Esta es la vida vegetal que genera, o sea produce. La santificación de aquellos que van a servir a Elohim como sacerdotes abarca la vida animal para la redención y la vegetal para la generación.
Al leer Shemot 29 somos fácilmente impresionados con la consagración de los sacerdotes. Tal parece que este capítulo se trata de la consagración, ya que vemos que los sacerdotes y sus vestiduras estaban listos y debían ser consagrados. Algunas versiones utilizan la palabra ordenación en lugar de consagración. Esta traducción de las Escrituras se basa en la práctica de la ordenación religiosa tradicional. En realidad no hay ninguna base para tal traducción.
"Les ceñirás el cinto a Aharón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aharón y a sus hijos". Shemot 29:9
La palabra hebrea traducida "consagrar" es MALÉ (H4390), y literalmente significa "llenar sus manos". Ni la palabra consagrar, ni ordenar son precisas, porque la ordenación es "entrar en una orden", y consagración es consagrarse, pero una cosa muy diferente es que NUESTRAS MANOS SEAN LLENADAS, aun que nosotros mismos seamos llenados. Por lo tanto, yo prefiero no usar la palabra consagrar en el pasuk 9. Este pasuk está hablando de llenar las manos de los sacerdotes. Debido a que sus manos estaban vacías, necesitaban ser llenadas. Esto indica que no podemos servir a Elohim con las manos vacías. Si le queremos servir, nuestras manos deben estar llenas de Mashiaj. Por lo tanto, consagrar a los sacerdotes, ordenarlos (si queremos usar esa palabra), significa llenar sus manos. Las manos de los que sirven a Elohim deben estar llenas con Mashiaj.
Esto es lo que les harás al consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes: Toma un novillo joven de la manada y dos carneros sin tacha... Shemot 29:1
Algunas versiones utilizan aquí la palabra santificar. Santificar algo es totalmente diferente a consagrar, porque significa separar algo. Por ejemplo, puede haber muchas vacas en la manada, pero se separa una. Como resultado, ese animal es santificado. Además, cuando se separa un animal de la manada o del rebaño, a veces se usa una marca para señalar que éste ha sido separado. Por lo tanto, santificar significa separar algo con una marca.
Antes estábamos con todos los pecadores del mundo. Pero un día Elohim nos separó. La salvación es un asunto que lo incluye todo, e incluye separación y santificación. Un día Yahshua vino a separarnos, es decir, a salvarnos. El nos separó de los pecadores. Ser salvo y separado de esta forma es comenzar a ser santificado.
La santificación de Elohim siempre nos marca. Llevamos una marca que indica que hemos sido salvados, santificados y separados para Elohim. ¿Cuál es la marca que nos separa? Es Mashiaj mismo.
Cuando estábamos entre los pecadores, estábamos vacíos. No solamente nuestras manos estaban vacías, sino todo nuestro ser. Cuando fuimos salvos, Mashiaj entró en nosotros y llegó a ser la marca que nos separa de los pecadores vacíos. Desde ese momento, hemos tenido algo dentro de nosotros, en nuestra mano, con lo cual servir a Elohim. Sin embargo, pocos creyentes se dan cuenta de esto. Nadie les dijo que tienen a Mashiaj para llenar sus manos. No obstante, desde el momento en que fuimos salvos, hemos tenido a Mashiaj como semilla. También nos fue dada una nueva tierra para trabajar: nuestro nuevo hombre. No tenemos excusa si no estamos produciendo fruto.
Ya que tenemos a Mashiaj, no debemos venir a Elohim con las manos vacías. Más bien, debemos venir a Él, siempre con Mashiaj. Esta es la razón por la cual oramos y nos reunimos en el nombre de Yahshua. Reunirse en el nombre de Elohim es reunirse con Él. Aquellos, como los judíos, que oran a Elohim sin orar en el nombre de Yahshua, lo hacen como si tuvieran las manos vacías. Pero nuestro orar en el nombre de Yahshua es diferente debido a que estamos orando a Elohim con nuestras manos llenas.
Ahora entendemos que la consagración en Shemot 29 significa llenar nuestras manos. La consagración genuina es el llenar nuestro vacío con Mashiaj. Esto también es la santificación. Siempre que venimos a la reunión, debemos tener algo de Mashiaj que ofrecer a Elohim. No debemos venir a la reunión con las manos vacías. Esto nos condena. Debemos ser los sacerdotes que tienen las manos llenas con Mashiaj.
Somos Santificados Cuando Nuestras Manos Son Llenadas
Entonces, según lo que se revela en el capítulo 29 de Shemot, las manos de los sacerdotes debían ser llenadas a fin de servir a Elohim. Sus manos debían estar llenas con la grosura del carnero, para la ofrenda de paz, el pan, las tortas y las hojaldres. Cuando un sacerdote tiene sus manos llenas con las riquezas de Mashiaj, es diferente a otros. Los demás tienen las manos vacías, pero las suyas están llenas. Como resultado, está santificado, separado de la gente común. Además, tiene las riquezas de Mashiaj con las cuales sirve a Elohim como un sacerdote.
Antes de que un creyente sea santificado de este modo, él ya es un santo. Pensemos acerca de la situación de Aharón. Él ya había tenido la experiencia de Pésaj, había sido salvado del juicio de Elohim, y había sido liberado de la tiranía del faraón y de la usurpación del mundo. Además, había cruzado el Mar de Cañas, disfrutado de la comida celestial y del agua viva, y había recibido una educación divina en el Monte Sinay. También había tenido muchas experiencias en el desierto. Él era verdaderamente un santo, alguien que era salvo y sacado de Mitzrayim, experimentado las cosas de Elohim en el desierto. Esto era cierto no sólo en cuanto a Aharón, sino también para todos los hijos de Yisrael. Estos habían sido sacados de Mitzrayim y llevados al monte de Elohim para ser adiestrados por Él. Entonces Elohim le dijo a Moshe que algunos en el pueblo de Elohim debían ser santificados para ser sacerdotes. ESTO INDICA QUE NO ES SUFICIENTE SER UN SANTO. Después de ser santo, debemos ser santificados para que podamos servir a Elohim como un sacerdote.
Ser santificados para servir como sacerdotes es diferente a disfrutar a Mashiaj como Pésaj o como el maná. Tampoco es lo mismo que disfrutar el Ruaj de Mashiaj como el agua viva. Esta santificación incluye más que todas estas preciosas experiencias. Esto quiere decir que es algo más que Pésaj, el maná y el agua viva. Como mencionamos, no es una ordenación ni consagración, sino el llenar de nuestras manos con las riquezas de Mashiaj. Es muy importante que veamos que a fin de servir como sacerdotes, necesitamos algo además que el deleite de Mashiaj como Pésaj, el maná y el agua viva. ¡Que veamos todo esto!
Cuando vi este asunto en Shemot 29, me puse muy contenta. Realmente fue una gran luz. Durante los primeros años de mi experiencia de creyente, sabía que los creyentes éramos sacerdotes, pero no sabía cómo servir a Elohim como tal de manera práctica. Pero por medio de estudiar este capítulo bajo la luz de Elohim, comencé a ver la manera. Esta es, por medio de tener experiencias adicionales de Mashiaj, adicionales a Pésaj, el maná y el fluir del agua viva.
Cuando empezamos a estudiar Shemot, hablamos que Mashiaj es Pésaj y que es el maná. Aprendimos que Él es la roca que fue golpeada para que fluyera el agua viva. Pero hasta ahora no sabíamos que, según Shemot 29, necesitamos experiencias adicionales de Mashiaj a fin de servir como sacerdotes. No es lo mismo salir de Egipto, atravesar el desierto que entrar en el Tabernáculo, que estar en el atrio o en el Lugar Santo, y que ser pueblo o sacerdotes. Hay un proceso en todas las cosas, no cambios "mágicos" como los creyentes superficiales pretenden. Se trata de un proceso de transformación, no una metamorfosis instantánea; por eso todos fallan y se sienten frustrados. Este capítulo revela que podemos experimentar a Mashiaj como el becerro, los carneros, las tortas y los hojaldres. Por medio de experimentar a Mashiaj como se presenta en este capítulo, llegamos a ser los sacerdotes de manera práctica.
Es verdaderamente sorprendente que entre los millones de creyentes muy pocos le sirvan a Elohim como sacerdotes. ¿Cuánto le servíamos como sacerdote nosotros, antes? Antes de que recibiera esta luz por medio de Shemot 29, yo pensaba que servía a Elohim como sacerdote cuando visitaba a un santo en su hogar (física o virtualmente), o cuando ayudaba cualquier otra cosa para las reuniones, o cuando ministraba enseñanzas a otros. Pero ahora me di cuenta que ESA VISITACIÓN Y LIMPIEZA SON EL SERVICIO LEVÍTICO, NO EL SACERDOTAL. El servicio sacerdotal es un asunto de ofrecer Mashiaj a Elohim en detalles. Lo precioso del capítulo 29 de Shemot consiste en que revela la manera en la que podemos ser sacerdotes en la vida práctica.
Lavados Y Vestidos
El primer paso en la santificación de Aharón y sus hijos fue lavarlos.
"Y llevarás a Aharón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua". Shemot 29:4
Después de que Aharón y sus hijos fueron lavados, se pusieron las vestiduras sacerdotales.
"Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aharón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa". Shemot 29:5-6
Los pasukim 8 y 9 también hablan acerca de la vestimenta de los sacerdotes:
"Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas. Les ceñirás el cinto a Aharón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aharón y a sus hijos".
Estas vestiduras cubrían su desnudez. La desnudez representa la exposición de nuestro ser natural. ¿Sabemos lo que es desnudez espiritual? Es la expresión desagradable y pecaminosa de nuestro ser natural. Aunque seamos buenos a nuestros propios ojos, debido a que somos descendientes de Adam, nuestro ser natural está desnudo delante de Elohim. Esto es totalmente desagradable y abominable para Él. Después de que Adam y Javá cayeron, ellos se dieron cuenta de que estaban desnudos y trataron de cubrirse con hojas de higuera. Se dieron cuenta de que su desnudez necesitaba ser cubierta. La vestimenta de Aharón y de sus hijos en Shemot 29 nos muestra el cubrir de nuestro ser natural.
Los Pasos Para Ser Llenos
1. La Marca De Separación
Consagrar a alguien para ser un sacerdote de Elohim es santificarlo, es decir, separarlo. A fin de ser separado para servir a Elohim como un sacerdote, sus manos deben ser llenadas. Este llenar de las manos llega a ser la marca que lo separa de todo lo que es común. Si tengo algo de Mashiaj llenando mis manos, eso indica que he sido separado. Todo aquel que tenga a Mashiaj en sus manos para llenar su vacío, está separado, santificado.
No es preciso ni apropiado usar la palabra consagrar en el pasuk 9, ya que esto limita el entendimiento correcto de lo que se relata en este capítulo. Cuando leemos la palabra consagrar, automáticamente pensamos en dedicarnos a Elohim. Pero el significado de este acto es tener a Mashiaj llenando nuestro vacío, tener nuestras manos llenas de un Mashíaj para poder ofrecerlo a Yahweh, como veremos. En nosotros tenemos las manos vacías. Necesitamos que nuestras manos estén llenas de Mashiaj. Tener nuestras manos llenas no es un asunto de consagración; es santificarnos, separarnos, hacernos diferentes a los demás por llenar nuestras manos de Mashíaj.
Si nuestras manos están llenas de Mashiaj, nuestros familiares, vecinos y compañeros de trabajo se darán cuenta de que somos diferentes. Pero si somos comunes, si no hay ninguna diferencia entre nosotros y los no creyentes, no somos sacerdotes. Lo que nos hace diferentes a los demás es que tenemos a Mashiaj llenando nuestras manos. Donde quiera que estemos, en la escuela, en el trabajo o en el hogar, necesitamos tener nuestras manos llenas de Mashiaj. Estar llenos de Mashiaj será una marca que nos separará de la gente común. Otros reconocerán que somos diferentes. Ellos tienen las manos vacías, pero nuestras manos están llenas de Mashiaj. Tener las manos llenas con Mashiaj es ser santificado para ser un sacerdote.
2. Separados Para Servirle A Yahweh Como Sacerdotes
Durante el siglo pasado, los Hermanos se opusieron al sistema de cleros y laicos. Antes de que ellos se establecieran, este sistema era muy prevaleciente entre los creyentes. Entonces ellos comenzaron su oposición y a testificar de que estaba mal. Decían que, según el B'rit Hadashá, todos los creyentes son sacerdotes. Debido a que esta enseñanza es cierta, la acepté y la enseñé a otros. Sin embargo, no sabía que el pueblo de Elohim debe ser santificado para servir como sacerdotes.
Aunque Aharón y sus hijos eran parte del pueblo de Elohim, necesitaban ser santificados. Lo que hizo con ellos en Shemot 29 no se le hacía a los incrédulos, o sea, los egipcios. Ya que pertenecían al pueblo de Elohim, Aharón y sus hijos habían experimentado Pésaj, cuando estaban en Mitzrayim. Pero ellos necesitaban ser separados, santificados, a fin de servir a Elohim como sacerdotes. Según el pasuk 9, el sacerdocio era un estatuto perpetuo para ellos. ¿Qué era lo que santificaba a Aharón y a sus hijos y los hacía diferente a los demás? Era que sus manos estaban llenas de todas las ricas ofrendas. Esta llenura los santificaba, los separaba y llegaba a ser una marca de separación y santificación. Si todos hemos sido salvos, pero debemos preguntarnos si nuestras manos están llenas con Mashiaj.
Por mucho tiempo yo no sabía cómo ser un sacerdote. Durante muchos años de búsqueda, poco a poco llegué a entender que servir a Elohim como un sacerdote requiere que nuestras manos estén llenas de Mashiaj. Ahora he visto que cuando nuestras manos estén llenas con Mashiaj somos separados para servir a Elohim como Sus sacerdotes.
Todos necesitamos ser animados a ejercer nuestra función en las reuniones. Pero la pregunta es cómo funcionar. Tal vez algunos simplemente lo hagan al decir: "¡Alabado sea Elohim!". Sin embargo, si alguien funciona de esta manera por mucho tiempo, dejará de tener un sabor agradable cuando lo declare en las reuniones. Pasará a ser algo mecánico y sin vida. Lo mismo sucederá al realizar cualquier cosa de manera repetitiva. La unción del Ruaj es siempre fresca y fluida, y no sirve lo de hoy para mañana. Necesitamos aprender a tener comunión con Él constantemente, para que nuestra función como sacerdotes sea siempre viva. Para funcionar de manera apropiada en las reuniones, todos necesitamos tener nuestras manos llenas de Mashiaj.
Debemos ver qué significa ser santificado para servir a Elohim como un sacerdote. Este asunto de estar separado, no se lleva a cabo por medio de acciones o actividades de nuestra parte; sino por medio de tener nuestras manos llenas de Mashiaj como las ofrendas. Este llenar de nuestras manos con Mashiaj es nuestra santificación, y ésta nos separa para ser los sacerdotes de Elohim. Veamos bien: hemos estado estudiando la construcción del Tabernáculo, PERO AÚN NO HEMOS VISTO EL ALTAR DEL INCIENSO. Este orden de cosas no as al azar, ni resulta en que Yahweh se olvidó del alatar y lo agregó a último momento. No, al contrario, significa que NO PODEMOS ORAR HASTA QUE NO HAYAMOS CUMPLIDO CON TODOS LOS REQUISITOS ANTERIORES.
¿Quién nos separa para esto? Mashiaj es el que nos separa para ser los sacerdotes que le sirven a Elohim. Sin embargo, este Mashiaj no es una simple doctrina; sino el Mashiaj que experimentamos como las ofrendas que llenan nuestras manos. Si entendemos esto, tenemos la base apropiada para considerar los detalles de la santificación de Aharón y sus hijos para ser los sacerdotes.
3. Necesitamos Ser Limpiados
A fin de tener nuestras manos llenas de Mashiaj, necesitamos ser lavados.
"Y llevarás a Aharón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua". Shemot 29:4
Si no estamos limpios nuestras manos no pueden ser llenadas. Por lo tanto, necesitamos ser limpiados y lavados. Alguien que está sucio no puede servir a Elohim. Por esta razón, Aharón y sus hijos necesitaban ser llevados a la puerta del tabernáculo de reunión y ser lavados con agua.
El lavamiento de Aharón y de sus hijos con agua representa el lavamiento de toda la corrupción del contacto terrenal, con el agua de la Palabra:
Por lo tanto, acerquémonos con corazón sincero, con la plena certidumbre de la fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Ivrim 10:22
Ya ustedes están limpios por la palabra que les he hablado. Yahanan 15:3
...a fin de santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra... Efesiyim 5:26
El agua que nos limpia es la Palabra de Elohim. En los capítulos 14, 15 y 16 de Yahanan vemos la santificación de los sacerdotes. En estos capítulos Yahshua estaba santificando a Sus discípulos para ser sacerdotes. Esta santificación comienza con el lavamiento de la Palabra: Yahshua les dijo que ellos estaban limpios por Su palabra. Esto también es cierto en cuanto a Efesiyim 5:26. Es por medio del agua en la Palabra que somos santificados y limpiados.
4. Vestidos Con Las Vestiduras Sacerdotales
Los pasukim de Shemot del 5 al 9 indican que luego de que Aharón y sus hijos eran lavados, se les ponían las vestiduras sacerdotales. Primero Aharón era vestido con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral. Luego se le ceñía con el cinto. Después de eso, se le ponía la mitra sobre la cabeza y sobre ésta la diadema santa, la lámina de oro. Una vez que Aharón se vestía de esta manera, sus vestiduras se convertían en una expresión completa y perfecta llena de gloria y hermosura.
5. La Necesidad Vital De Alimento
Si Aharón hubiese estado parado cerca del tabernáculo de reunión con sus vestiduras sacerdotales por mucho tiempo, tal vez hubiese dicho: "Tengo hambre. Estoy vestido de manera adecuada externamente. Mi desnudez está cubierta, y tengo ropas de gloria y hermosura. Pero necesito algo que me alimente y que satisfaga mi hambre". Esto quiere decir que los sacerdotes necesitaban las ofrendas además de las vestiduras. Las ofrendas eran la comida de los sacerdotes. Además de ser lavados y vestidos, los sacerdotes necesitaban de la nutrición, la fortaleza interna.
A medida que estudiamos el cuadro del lavamiento y vestimenta de los sacerdotes, vemos la necesidad vital del alimento. En mensajes anteriores vimos que las vestiduras sacerdotales tipifican a Mashiaj. Estudiar las mismas es una manera excelente de estudiar la persona de Mashiaj. Ni siquiera en el B'rit Hadashá tenemos un relato tan claro, rico y profundo de los detalles de la persona de Mashiaj como el de las vestiduras sacerdotales en Shemot. Pero éstas eran sólo una expresión externa de la hermosura. No satisfacían la necesidad interna de alimento.
La historia del hijo pródigo y su regreso a casa nos da un ejemplo de la necesidad de vestido y comida. El decidió regresar a su casa porque tenía hambre y no tenía nada que comer. El no regresó para recibir un vestido para una expresión externa de hermosura. Sin embargo, antes de alimentarlo, el padre lo vistió. Según Luka 15:22, el padre le dijo a sus sirvientes: "Saquen enseguida el mejor vestido y vístanlo". Mientras se le ponía el vestido, el hijo pródigo tal vez pensaba: "Todavía tengo hambre. Tal vez el vestido sea muy importante para mi padre, pero no para mí. Yo regresé porque necesitaba algo de comer, porque no tenía para comer más que la comida que daban a los cerdos". Pero luego de decirle a los sirvientes que le pusieran el mejor vestido, el padre dijo: "Traigan el ternero cebado y mátenlo. Comamos y alegrémonos" (Luka 15:23). Lo que hizo feliz al hambriento no fue la vestimenta, sino el becerro gordo.
Si Aharón hubiese sido vestido y no alimentado, indudablemente continuaría su hambre. Tal vez hubiera pensado: "Externamente todo está bien, bonito y glorioso. Pero ¿y mi hambre? Todavía estoy vacío internamente". Este cuadro nos indica que necesitamos a Mashiaj como nuestra expresión externa y gloria, pero aún más como nuestra nutrición interna y fortaleza. ¡Necesitamos que Él sea nuestra comida! Por esta razón, en Shemot 28 tenemos la vestimenta de los sacerdotes y en el 29 tenemos la comida para ellos. Si, como hijos de Elohim, queremos ser santificados para ser los sacerdotes que le sirven a Él, necesitamos la vestimenta externa y el alimento interno. Estas cosas llenan nuestro vacío.
Este alimento que el sacerdote recibe proviene de las ofrendas del pueblo: ciertas partes eran destinadas para alimento de los sacerdotes. Era Yahweh quien había determinado que esas partes fueran entregadas a ellos, para su alimentación. De manera que es necesario que la gente comprenda que UNA PARTE DE SUS OFRENDAS YAHWEH LA HA DESTINADO AL SERVICIO DE SU SACERDOCIO. Hoy, muchos dicen que no es necesario dar el diezmo porque no hay templo, y entonces no hay ofrendas. Pero por otro lado aseguran ser sacerdotes (aunque no ministren a nadie) y aseguran ser templo (aunque son sólo piedras sueltas). Hay que dejar de querer esconder las partes que no nos agradan. Las sombras son sombras de una realidad, y negar las sombras es negar la realidad también. Si defendemos que la Torah no ha sido abolida, no podemos quitarle partes, o corremos el riego de quitar las que no debemos, o dejamos la puerta abierta para que haSatán incite a otros a quitar lo que no les gusta... cada uno recortando a su gusto. Mashíaj dijo que no había venido a abolir sino a cumplir, y ciertamente eso aplica a los cuadros en los cuales Yahweh pinta el desarrollo de Su Plan... SOBRE TODO CUANDO AÚN ESTAMOS EN EL CAMINO (creyendo con soberbia que ya hemos llegado). La realidad de las sombras es la que las produce, y aunque las sombras son sólo una idea de esa realidad, SI NO HAY SOMBRAS ES QUE ESTAMOS EN TINIEBLAS. Toda realidad produce sombras, por lo que ambas van juntas. Cuando tenemos la realidad ya no andamos con imaginaciones de cómo será lo que produce la sombra, pero no porque vemos la realidad decimos que ya no tiene sombra.
Entonces, negar lo que Yahweh ha determinado pertenece a los sacerdotes, es desobedecer Su orden (y obedecer a haSatán). Y asegurar que somos sacerdotes cuando apenas si somos levitas y a veces ni siquiera hemos salido del atrio exterior, es peligroso, porque es asegurar mentiras. Si los que niegan las órdenes de Yahweh fueran reales sacerdotes, jamás negarían las ofertas para el sacerdocio, tanto a nivel material como a nivel espiritual. ENTENDERÍAN QUE EL SACERDOCIO ES MÁS IMPORTANTE QUE CUALQUIER OTRA COSA PORQUE ES A TRAVÉS DEL SACERDOCIO QUE MASHÍAJ EJERCE SU DIRECCIÓN SOBRE SU PUEBLO. Este sacerdocio de la nueva orden de Melki-Tsedeq no funciona exactamente como el de Aharón porque nuestro Kohen Gadol es también nuestro Cordero, pero el resto de las sombras del Tanaj son todos tipos de Mashíaj y Su Obra, y como tales, SON TIPOS ETERNOS. El sacerdocio no habla únicamente de Mashíaj, Él es el Kohen Gadol pero necesita de sus sacerdotes para MANIFESTARSE SOBRE LA TIERRA (así como Él manifestó al Padre), y a esos sacerdotes Él determinó que comerían de las ofrendar del altar porque, como veremos, esto implica una comunión muy profunda entre el pueblo por el cual se intercede, los sacerdotes y Mashíaj.
6. Nuestro Vacío Es Llenado Con Mashiaj
Ahora podemos entender lo que quiere decir que nuestro vacío es llenado con Mashiaj. Existen dos clases de vacío: uno interno y uno externo. El vacío externo es un asunto de desnudez, y el interno es un asunto de hambre. Para poder existir debemos resolver estos dos asuntos. Por lo tanto, para la conservación de la vida humana, la comida y la vestimenta son absolutamente vitales. Estas necesidades, junto con la vivienda y el transporte, son aspectos básicos de nuestro vivir. Ganarse el sustento significa ganar lo necesario para garantizar que se tenga vestimenta, comida, vivienda y transporte. En las Escrituras el énfasis no es la vivienda o el transporte; sino en la vestimenta y en la comida. Cuando Mashiaj es nuestra vestidura, también es nuestra vivienda, ya que éstas son lo mismo. Además, podemos decir que el Ruaj es nuestro transporte. En este mensaje, nos concentramos en la vestimenta y en la comida. Externamente necesitamos la vestimenta e internamente la comida.
La ropa y la comida que necesitamos es Mashiaj. Esto también lo demuestra la parábola del hijo pródigo en Luka 15. El mejor vestido es Mashiaj, y el becerro gordo también. El mejor vestido es Mashiaj como nuestra vestidura y el becerro es Mashiaj como nuestra comida. ¡Alabado sea Elohim que cuando usamos el mejor vestido y comemos del becerro gordo, somos llenados y santificados! Somos santificados por Elohim el Padre para ser los sacerdotes con Mashiaj como la marca de nuestra santificación. El Mashiaj que llena nuestro vacío es quien nos separa de lo común. HalleluYah, ya no estamos desnudos externamente, ni con hambre internamente. Hemos sido satisfechos con Mashiaj como nuestra vestidura y como nuestra comida.