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CLE02 97

El Ojel Moed 29

La Santificación Para Ser Sacerdotes 05:

Comer con Yahweh 02

Después de que Aharón y sus hijos fueron lavados, vestidos y satisfechos estaban listos para servir a Elohim. En otras palabras, estaban listos para ministrar la comida a Él. Podemos decir que los sacerdotes eran mozos que le llevaban la comida a Elohim y le servían. Ellos no le ofrecían a Elohim otra cosa que no fuera la comida apropiada para Él.

 

 

Ministrando La Comida A Yahweh

 

La santificación que se describe en Shemot 29 en realidad se compone de cuatro pasos. Los primeros tres pasos, o sea, el lavar, el vestir y el satisfacer, se encargaban de la necesidad de los sacerdotes. El cuarto paso, el de ministrar Mashiaj a Elohim como la comida que lo satisfacía, estaba relacionado con la necesidad de Elohim. Ser un sacerdote es servir a Elohim, es ministrarle a Mashiaj para Su satisfacción. Por lo tanto, ser un sacerdote incluye tres pasos relacionados con los sacerdotes y otro paso relacionado con la satisfacción de Yahweh. Esto quiere decir que después de que Aharón y sus hijos habían sido lavados, vestidos y satisfechos, todavía no estaban calificados para servir como los sacerdotes. Ellos aún necesitaban las ofrendas con las cuales servirían a Elohim, las cuales serían como comida para Elohim. Solamente cuando se da este paso la santificación es completada.

 

Como el pueblo de Elohim, todos hemos sido redimidos. Sin embargo, esto no es suficiente para calificarnos para servir a Elohim como sacerdotes, como tantos insisten, reivindicando falsas enseñanzas. Lo más que puede hacer la redención es DARNOS EL DERECHO Y LA POSICIÓN PARA SER SANTIFICADOS PARA SERVIR A ELOHIM COMO SACERDOTES. ¿Somos sacerdotes? SÍ, PERO POTENCIALMENTE, Y NO DE HECHO. Esto es como entrar en la universidad porque aprobamos el examen de ingreso. Tenemos grandes posibilidades de alcanzar a convertirnos en lo que estudiemos, pero aún no lo somos de facto, y llegar a ser médicos, ingenieros, abogados o cualquier otra cosa, dependerá de nuestro esfuerzo, así como calificar para ser sacerdotes dependerá de nuestra santificación. Muchos no comprenden que Yahshua vino a salvarnos para que podamos HACER LA PARTE QUE NOS CORRESPONDE: santificarnos en las manos del Ruaj. Bajo la falsa teoría de "Yahshua ya lo hizo todo", se enseña a la gente que no debe hacer nada, ni siquiera tener un comportamiento adecuado que pueda demostrar que sí han sido salvos...

 

Cuando creímos en Yahshua, fuimos salvos. Pero si queremos ser de hecho sacerdotes, DEBEMOS SER "ORDENADOS", ES DECIR, SANTIFICADOS: NUESTRAS MANOS DEBEN SER LLENADAS. Como ya hicimos notar, Aharón y sus hijos YA HABÍAN SIDO SALVOS (rescatados de Egipto) Y HABÍAN SIDO BAUTIZADOS EN EL MAR DE JUNCOS, pero ahora estaban siendo nuevamente purificados. Esto explica que una cosa es la salvación, y esa parte QUEDA ASEGURADA PARA SIEMPRE, pero para funcionar dentro del Reino debemos ser LLENADOS, PURIFICADOS EN LA SANTIFICACIÓN, o no seremos sacerdotes.

 

Por tanto, después de la redención, necesitamos la santificación. Esta santificación se compone de cuatro pasos: ser lavados, ser vestidos, ser satisfechos y servirle la comida a Elohim. En este mensaje estudiaremos el cuarto paso, o sea, el último.

 

El asunto más difícil de comprender en el capítulo 29 de Shemot es el de los sacerdotes sirviéndole la comida a Elohim para Su satisfacción. Por el contrario es muy fácil comprender el que los sacerdotes sean lavados, vestidos y satisfechos. Como mencionamos, el pecho y la espaldilla izquierdos del segundo carnero era la porción que los sacerdotes disfrutaban. Junto con esto los sacerdotes también recibían pan de la cesta donde se encontraba el pan de la comida de Elohim. Por lo tanto, los sacerdotes disfrutaban de la carne y del pan. Esto se puede comparar con la ocasión en que Yahshua alimentó a la multitud con cinco panes y dos peces. En ambos casos la gente fue alimentada con carne y pan. Por lo tanto, la dieta de los sacerdotes era muy simple.

 

El punto de ministrar la comida a Elohim es mucho más complicado. Debido a que Elohim no es sencillo, tampoco lo es servirle el alimento. Por ejemplo: para una madre es muy fácil prepararle la comida a su hijo. Sin embargo, si el gobernador del estado viniera a comer a su casa, la preparación de la comida sería mucho más complicada. Sin duda alguna ella no le daría lo mismo que le daría al niño. Siguiendo el mismo principio, el alimentar a Elohim es mucho más complicado que alimentar a los sacerdotes.

 

La Comida De Yahweh

 

De esta manera harás con Aharón y sus hijos, tal como te he ordenado. Los ordenarás en siete días, y cada día prepararás un becerro como ofrenda por el pecado para expiación; limpiarás el altar realizando una purificación sobre él, y lo ungirás para consagrarlo. Por siete días realizarás una purificación al altar para consagrarlo, y el altar vendrá a ser sagradísimo; todo el que toque el altar quedará consagrado. Ahora bien, esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, regularmente. Ofrecerás un cordero en la mañana, y ofrecerás el otro cordero entre las dos tardes. Además, con cada cordero una décima parte de un efá de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la cuarta parte de un hin de vino; y ofrecerás el otro cordero entre las dos tardes, haciendo conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su libación, en olor grato; una ofrenda al fuego para aroma grato a Yahweh. Esto será el holocausto continuo por sus generaciones, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de Yahweh, en el cual me reuniré con ustedes, para hablarles. Allí me reuniré con los hijos de Yisrael; y el lugar será santificado con mi gloria. Shemot 29:35-43

 

Nos deben llamar la atención "los platos" que se le servían a Elohim como Su comida para la consagración de los sacerdotes. El primer plato era un becerro para la ofrenda por el pecado. Luego le seguían dos becerros de un año, frescos, jóvenes, vigorosos y llenos de fuerza. Después una décima parte de un efá de flor de harina mezclada con aceite. La cantidad de aceite era una cuarta parte de un hin, aproximadamente un litro, mientras que la cantidad de harina equivalía a unos 2 kg. Además, "para la libación, la cuarta parte de un hin de vino" (pasuk 40). La cantidad de vino era la misma que de aceite, una cuarta parte de un hin. Aquí vemos tres cosas que pertenecen a la vida animal: el becerro y los dos corderos, y otras tres que pertenecen a la vida vegetal: la harina fina, el aceite y el vino. Todos estos eran los "víveres" que se usaban para "cocinarle" la comida a Elohim.

 

Hace años, se me hacía difícil recordar todas estas cosas, todos estos víveres. No podía entender por qué Moshe escribió esta sección de la Palabra de forma tan confusa. Tal vez necesite leer este capítulo varias veces antes de que vea todo muy claro. Según este capítulo, la comida de Elohim incluía un becerro, dos corderos, harina, aceite y vino. La cantidad de harina fina era una décima parte de una efá. Un efá es lo mismo que diez ómeres.

 

El ómer es la décima parte de un efá. Shemot 16:36

 

Por lo tanto, una décima parte de una efá era un ómer. Conforme a Shemot 16, cada persona debía recoger un ómer de maná. Por lo tanto, la cantidad de la comida de Elohim era un becerro, dos corderos, una décima parte de una efá de harina fina y una cuarta parte de un hin de aceite y de vino.

 

El becerro se ofrecía como la ofrenda por el pecado, y los dos corderos que se ofrecían con la harina, el aceite y el vino eran el holocausto y la ofrenda de paz, como ya estudiamos. En tipología, el holocausto es la comida para Elohim. Esta ofrenda era para la satisfacción de Elohim. Sin embargo, a fin de que Elohim se coma el holocausto que le presentamos, primero debemos ofrecerle la ofrenda por el pecado. La ofrenda por el pecado no es la comida de Elohim, aunque las entrañas y la grosura eran quemadas para Su satisfacción. Por lo tanto, no podemos decir que esta ofrenda se consideraba a los ojos de Elohim como comida, pero sabemos que algunas partes de la ofrenda por el pecado eran para la satisfacción de Elohim.

 

 

En el mensaje anterior mencionamos que, según Shemot 28 y 29, Elohim quiere que lo invitemos a comer. Sin embargo, nosotros, los anfitriones, los que lo invitan a comer, somos pecadores. Por lo tanto, antes de que Elohim pueda venir a comer con nosotros, nuestra naturaleza pecaminosa debe ser acabada. Esta es la razón por la cual Shemot 29 no habla de la ofrenda por la transgresión, sino de la ofrenda por el pecado. ¿Entienden con claridad la diferencia entre la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la transgresión? Es importante que conozcamos la diferencia, y como este asunto es confuso para muchos, nunca está de más repetirlo.

 

 

El Pecado Y Los Pecados

 

En el B'rit Hadashá la palabra pecado es usada de dos formas: en singular (pecado) y en plural (pecados). El B'rit Hadashá dice que Mashiaj murió en el madero tanto por nuestro pecado como por nuestros pecados.

 

"¡He aquí el Cordero de Elohim que quita el pecado del mundo!". Yahanan 1:29

 

"Porque primeramente les he transmitido lo que asimismo recibí: Que Mashiaj murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras". Qorintiyim Alef 15:3

 

"Quien llevó Él mismo nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros, habiendo muerto a los pecados, vivamos para la justicia". Kefá Alef 2:24

 

"Porque también Mashiaj padeció haciendo el bien una sola vez por los pecados, el Justo por los injustos, para llevarlos a Elohim". Kefá Alef 3:18

 

"Ha sido manifestado para quitar el pecado por el sacrificio de Sí mismo". Ivrim 9:26

 

"Así también Mashiaj fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y por segunda vez, ya sin relación con el pecado, aparecerá para salvación". Ivrim 9:28

 

Por lo tanto, en el B'rit Hadashá, existe una distinción entre el pecado y los pecados.

 

¿Qué es el pecado? Él pecado denota nuestra naturaleza caída. Como seres caídos, nuestra naturaleza es pecaminosa. A los ojos de Elohim, en realidad nuestra naturaleza es el pecado mismo. Una mesa que esté hecha de madera es la madera misma. De igual forma, no sólo somos pecaminosos; sino que somos pecado. Todos necesitamos darnos cuenta de que somos la constitución del pecado, que sólo podemos producir pecado y que sólo podemos reproducir pecado: nuestros hijos tienen nuestra misma constitución, como David comprendió muy bien:

 

He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. Mizmor 51:5

 

Según lo que Shaúl dijo en Romaniyim 5:19, fuimos constituidos pecadores. Por lo tanto, el pecado está relacionado con nuestra naturaleza pecaminosa, con nuestro ser natural.

 

Los pecados son un asunto de las obras, actos y conducta. Un bebé tiene una naturaleza pecaminosa de nacimiento, y a medida que va creciendo cometerá pecados. El pecado se refiere a la naturaleza, y los pecados a los actos. Por fuera tenemos los actos de pecado; y por dentro tenemos la naturaleza de pecado. Por lo tanto, necesitamos a un Redentor, un Substituto. Y este es Yahshua. El murió en el madero por nuestros pecados y también por nuestro pecado.

 

Como aquellos que invitan a Elohim a comer, debemos confesar que hemos pecado y que somos pecado. Sin embargo, la mayoría de las personas que creen en Yahshua ha Mashiaj en una reunión de la Besorah sólo se dan cuenta de que son pecaminosos en sus actos. En mi ministerio nunca he conocido a alguien que al momento de arrepentirse se dé cuenta de que es pecado, se considere satánico (porque el pecado es satánico), de que es pecaminoso por naturaleza, sin ofenderse. Muchos ni siquiera después del paso de los años han comprendido esto, e insisten en pretender que Yahweh se reúne con ellos aún a pesar de ellos NEGARSE A SER PURIFICADOS. Cuando insistimos en que no debemos seguir los pasos descritos por Yahweh para ser ordenados sacerdotes (hoy de la orden de Melki-Tsedeq) porque sostenemos que esas cosas han sido abolidas, ESTAMOS NEGÁNDONOS A SER PURIFICADOS, estamos desobedeciendo, y esto resultará en que YAHWEH NO NOS ATENDERÁ A PLENITUD. Él no vendrá a comer con nosotros, aunque claro, podemos mentirle a muchos insistiendo en que Él nos acompaña, porque claro, se trata de cosas "espirituales". Esto es como el traje del emperador, y nosotros debemos darnos cuenta de esto si queremos invitar a Elohim a comer.

 

Muchos piensan que algunas personas como Gandhi, Confucio, Buda y otros filósofos o pensadores no estaban equivocados en lo absoluto, los honran, los respetan y hasta los consideran santos. Pero aún si ninguno de ellos hubiese hecho nada malo externamente, su naturaleza es igual a la de un ladrón. Por ejemplo: un árbol de durazno que da fruto y otro árbol de durazno que no da fruto poseen la misma naturaleza. De igual forma, no importa cuán buenas esas personas (y cualquier otra) hayan sido externamente, de todo modos eran pecadores por naturaleza, tal como todos los demás.

 

Cuando invitamos a Elohim a comer, debemos darnos cuenta de lo que somos. Tal vez algunos digan: "Yo soy un hijo de Elohim". Si, somos hijos de Elohim según nuestro nuevo nacimiento. Pero según nuestra naturaleza caída, todavía somos pecado. Aunque no hayamos pecado hoy ni hecho nada malo, todavía somos pecado. Por lo tanto, necesitamos tomar a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado. Esto equivale al regreso del hijo pródigo: después de llegar, fue lavado, vestido, alimentado con el "becerro cebado" (Mashíaj), calzados sus pies y le pusieron un anillo (el Ruaj de la promesa). Según 29:35-36, por siete días, cada día de la santificación de los sacerdotes, se ofrecía por propiciación un becerro como una ofrenda por el pecado, además del resto de las cosas. Veamos bien y comprendamos: AHARÓN Y SUS HIJOS FUERON LAVADOS Y VESTIDOS UNA ÚNICA VEZ (es obvio que ellos se vestían y desvestían cada día, porque eran sólo sombras de una realidad espiritual, en la cual todo era realizado una única vez, porque las vestiduras sagradas no podían salir del recinto), PERO LAS OFRENDAS DE PURIFICACIÓN SE REALIZABAN POR 7 DÍAS. Estos 7 días son el tiempo dado a la creación (los 7 milenios) para su purificación. En breve entraremos en el Milenio, la Era de Sukot, el séptimo y último milenio de la semana, el "día" de mil años en el que muchos entrarán en el reposo de Yahweh PARA SER PURIFICADOS POR ÉL Y CESAR DE NUESTRAS VANAS TENTATIVAS DE AGRADARLE.

 

Como sacerdotes que estamos siendo ordenados, nosotros A DIARIO debemos ofrecer Mashiaj a Elohim como nuestra ofrenda por el pecado, y también realizar el resto de las ofrendas A DIARIO, porque los 7 días son un símbolo de que estas cosas serían perpetuas durante este ciclo de 7000 años.

 

 

La Ofrenda Por El Pecado Para La Expiación

 

...y cada día prepararás un novillo como ofrenda por el pecado para expiación... Shemot 29:36a

 

Algunas traducciones usan la palabra propiciación en lugar de expiación. La palabra hebrea es KAFÁR (H3722), que es la misma utilizada en Bereshit cuando el arca fue calafateada, y la raíz de la cual deriva el término KAPÓRET (H3727), el propiciatorio, la tapa del arca. En su uso espiritual, en el Tanaj la palabra KAFÁR es traducida como EXPIACIÓN, mientras que la palabra griega equivalente es JILASTÉRION (G2435), que implica propiciación a través de la reconciliación, y que es traducida como PROPICIACIÓN. Ambas traducciones implican los dos lados de un mismo acto, ya que para el lado de Elohim es una expiación (pagar la deuda), mientras que para el lado humano es una propiciación, reconciliarnos con Él.

 

Existe un problema entre nosotros y Elohim. Este problema es el pecado, y el pecado nos separa de Yahweh. Nos mantiene alejados de Él. Pero un sacrificio, Mashiaj como la ofrenda por el pecado, ha sido ofrecido a Elohim a fin de que nosotros y Él tengamos la expiación definitiva. Según el significado de la palabra hebrea, podemos tener paz porque Él ha sido apaciguado. Como la ofrenda por el pecado, Yahshua apaciguó a Elohim de parte nuestra. El nos ha reconciliado con Elohim. Como resultado, Elohim y nosotros hemos sido conducidos a la unidad.

 

El becerro de la ofrenda por el pecado no se comía. Más bien, era una propiciación/expiación. Por eso, las entrañas y la grosura que se quemaban sobre el altar eran la parte que se elevaba ante Yahweh como expiación, como una prueba de que todo había sido ejecutado (y ahora podía elevarse en humo). Esto es "olor grato" a Yahweh, porque su justicia ha sido satisfecha.

 

Por un lado, la grosura y las entrañas se quemaban como un olor fragante a Elohim. Por otro, la sangre de la ofrenda por el pecado se derramaba alrededor del altar. El olor fragante era para la satisfacción de la justicia de Elohim (nuestra expiación), y la sangre era para nuestra propiciación, como purificación del altar. Anteriormente teníamos un problema serio con Elohim debido a nuestro pecado. Pero se ofrecía a Elohim una ofrenda por el pecado, y esta ofrenda satisfacía tanto a Elohim como a nosotros. Mediante el olor fragante y la sangre Elohim y nosotros somos satisfechos.

 

Elohim es justo y santo. También es un Elohim de gloria. Por el contrario, nosotros somos pecaminosos. A los ojos de Elohim en realidad somos pecado. Además, Su justicia, santidad y gloria automáticamente exigen algo. Pero nosotros no podemos satisfacer estas exigencias, estos requisitos. El Adón Yahshua cumplió con los requisitos que Elohim nos había impuesto. Lo que Él hizo en el madero satisfizo los requisitos de la justicia, la santidad y la gloria de Elohim. Por lo tanto, la muerte de Yahshua llegó a ser un olor grato que sube a Elohim para Su satisfacción. Siempre que Elohim huele este olor, Él puede decir: "Estoy satisfecho. Ahora tengo paz con el que me presenta esta ofrenda". Siempre que un creyente se aferra a esta obra consumada, está asegurando que su deuda ha sido paga por Mashíaj. HaSatán puede acusarnos, y con razón, de cometer muchos pecados y de ser pecaminosos, pero nosotros nos aferramos a este sacrificio por el pecado realizado por Mashíaj, y Yahweh declara: "No he visto maldad en Yaakov". Esta es la satisfacción por el lado de Elohim.

 

Pero Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado también hace que nosotros seamos satisfechos. Cuando observamos la sangre de esta ofrenda, tenemos shalom. Antes de que ofreciéramos a Mashiaj como la ofrenda por el pecado, no teníamos paz, porque sabíamos que estábamos condenados a muerte. Pero por medio del derramamiento de la sangre de la ofrenda por el pecado, tenemos shalom. Como resultado, Elohim y nosotros podemos tener comunión, podemos hablar. Esta es la propiciación. En una misma obra, Mashíaj cumplió con la expiación y con la propiciación, los dos lados de nuestra salvación, que satisfacen la justicia de Yahweh.

 

La ofrenda por el pecado no es comida de forma directa. No lo es para nosotros, y tampoco lo es directamente para Elohim. La ofrenda por el pecado es una limpieza, la eliminación del pecado (el resto del novillo era quemado fuera del campamento, porque todo pecado es sacado fuera), resuelve el problema entre nosotros y Elohim, es decir, satisface Su justicia. La humanidad fue injusta (se salió de la reglas de Yahweh y ya no era justa, sino que estaba desviada de la norma de perfección del Padre) y la justicia había sido ofendida; esto exigía una reparación y restauración. Ahora, gracias a la provisión levantada por Yahweh y ejecutada por Yahshua, nosotros invitamos a Elohim a comer, y Él es el invitado. La ofrenda por el pecado resuelve el problema entre el anfitrión, el que invita, y Elohim, el invitado.

 

 

La Propiciación Hecha Sobre El Altar

 

Shemot 29:35-36 dice: "Así pues, harás a Aharón y a sus hijos, conforme a todo lo que yo te he mandado; por siete días llenarás sus manos. Cada día ofrecerás el becerro del sacrificio por el pecado, para las expiaciones; y purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para santificarlo".

 

Los siete días que se mencionan en el pasuk 35 representan un período de tiempo completo, o sea, toda nuestra vida. Cada día necesitamos ofrecer a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado. Según el pasuk 36, el becerro de la ofrenda por el pecado, era ofrecido como propiciación. Aquí el énfasis es la propiciación sobre el altar.

 

El altar se purifica por medio de hacer propiciación sobre él. Debemos recordar que el altar es una mesa de comedor. Siempre que vamos a servir los alimentos, limpiamos primero la mesa. Queremos quitar todo lo sucio y purificar la mesa. La ofrenda por el pecado purifica nuestra mesa de comedor, o sea, el altar, haciéndolo un lugar limpio para comer.

 

El pasuk 36 dice que el altar debía ser ungido a fin de ser santificado. En este pasuk no se menciona nada de la sangre. Pero en todos los escritos de Moshe se revela el principio de que la santificación es por medio del rociar de la sangre. No queda duda de que el altar es purificado por la sangre. Sin embargo, aquí, el altar es santificado por el aceite de la unción. LA SANGRE REPRESENTA LA MUERTE DE MASHIAJ, Y EL ACEITE, LA UNCIÓN DEL RUAJ. Tenemos la sangre que nos purifica y el Ruaj que nos unge. Podemos usar nuevamente el ejemplo de la mesa de comedor. Cuando limpiamos la mesa queremos que esté reluciente. La sangre nos purifica, y el aceite hace que brillemos. Por lo tanto, necesitamos tanto la sangre que nos purifica como el Ruaj que nos hace brillar. Esto es ser santificado. No podemos recibir el Ruaj sin la sangre (la salvación), pero sin el Ruaj no hay santificación.

 

Debemos recordar que ser santificados es estar separados y marcados. Todas las demás mesas tal vez estén sucias y opacas. Están sucias y no brillan. Pero hay una mesa, el altar, que está purificada y ungida. Por tanto, está limpia y reluciente. Como resultado, esta mesa es diferente de todas las otras mesas y está separada de ellas.

 

Para la consagración del altar, se debía hacer la propiciación sobre el altar por 7 días, así como con los sacerdotes. Después de que el altar había sido santificado, llegaba a ser santísimo. Cualquiera que tocara el altar era santificado. Esto quiere decir que el altar donde se llevaba a cabo la propiciación, SANTIFICABA LAS OFRENDAS. Ya no eran simples corderitos o becerros, apenas tocaban el altar eran santísimos, ofrendas kadosh para Yahweh.

 

De tal manera que el altar mismo podía santificar a aquel que lo tocara. Cualquiera que toca el altar es santificado, y cualquier cosa que se ponga sobre el altar también es santificada. Por lo tanto, cualquier cosa ofrecida sobre el altar automáticamente era santificada.

 

Como sacerdotes que estamos caminando para alcanzar el premio de la eternidad (caminando en los 7 días determinados para esta creación), todos los días debemos ofrecer la ofrenda por el pecado. Cuando hacemos esto tenemos una mesa de comedor que está completamente limpia y ungida. Cualquier cosa que se coloque sobre esta mesa será santificada.

 

Todas las mañanas necesitamos ofrecer a Mashiaj como la ofrenda por el pecado. Esto propiciará que tengamos un buen día. Por lo general, la gente se saluda con un "buenos días". Cuando hablamos de un buen día, no debemos referirnos a un saludo, sino a tener un buen día por medio de ofrecerle a Elohim la ofrenda por el pecado. Si presentamos a Mashiaj como la ofrenda por el pecado cada mañana, tendremos un buen día, una mañana de propiciación. El resultado será que ese buen día santificará todo el día.

 

En el mensaje anterior usamos el ejemplo de un hombre que invita a Elohim a comer. Cuando ofrecemos Mashiaj como la ofrenda por el pecado, no existirá ningún problema entre nosotros, los que invitamos, y Elohim, aquel que es invitado. En lugar de problemas, tendremos la sangre redentora y aceite de unción, los cuales representan la propiciación y la santificación. Ahora hay paz entre el que invita y el invitado, y podemos servirle la comida a Elohim para Su satisfacción.

 

Necesitamos entender el asunto de la propiciación según el trasfondo de la práctica en los tiempos antiguos. Especialmente entre los judíos, cuando dos grupos tenían algún problema, era necesaria la propiciación. Luego de que se llevaba a cabo la propiciación, estos grupos podían comer juntos. Debido a la propiciación podían estar en paz. En paz podían disfrutar de la comida juntos. Este es un cuadro, un tipo, de la relación entre Elohim y nosotros. A causa de nuestro pecado, tenemos un problema con Elohim. El origen de este problema es haSatán. Él introdujo el pecado en nosotros, y esto ha llegado a ser un problema. Pero Mashiaj vino como el Cordero de Elohim para quitar el pecado. De esta forma Él resolvió el problema y llevó a cabo la propiciación. Por lo tanto, siempre que lo ofrecemos a Elohim como la ofrenda por el pecado, podemos disfrutar lo que Él hizo por nosotros. De esta manera, debido a que Él hizo propiciación con Elohim de nuestra parte, ya no tenemos problemas con Elohim. Más bien, tenemos paz, y y en paz podemos festejar con Elohim.

 

 

La Comida Que Se Ofrecía A Yahweh

 

Los pasukim 38 al 41 hablan acerca de la ofenda de los dos corderos cada día como la comida, de forma directa, para Elohim. El pasuk 38 dice: "Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente". Según el pasuk 39, se ofrecía un cordero en la mañana, y el otro en la tarde. Junto con cada cordero se ofrecía una décima de una efá de harina fina con un cuarto de un hin de aceite de olivas machacadas y un cuarto de un hin de vino para la libación (pasuk 40). Todo esto era ofrecido a Elohim por los sacerdotes, quienes habían sido lavados, vestidos y satisfechos.

 

Ahora consideremos "los víveres" que se usaban en la preparación de la comida para Elohim. Estos incluyen dos corderos, harina, aceite y vino. Los corderos, claro está, pertenecen al reino animal; la harina, el aceite el vino al reino vegetal. Todos estos víveres tipifican aspectos de Mashiaj. Mashiaj es nuestro cordero, nuestro trigo, nuestra vid que produce el vino, y el olivo que produce el aceite.

 

¿Cómo puede Mashiaj, por medio de estos cuatro aspectos, llegar a ser nuestro alimento? Si queremos contestar esta pregunta, debemos darnos cuenta de que estos asuntos no eran simplemente objetivos para los yisraelitas. Más bien, eran muy subjetivos, ya que eran cosas cultivadas, criadas y cosechadas por los hijos de Yisrael en la buena tierra. Una décima parte de la cosecha se separaba y durante las fiestas, se ofrecía a Elohim. Debido a que estas cosas se producían de esta manera, eran subjetivas para los hijos de Yisrael. En otras palabras, estas cosas eran el producto de su trabajo, un producto que les pertenecía y que ellos mismos producían ayudados por Yahweh, quien daba las lluvias y el crecimiento.

 

El pueblo de Elohim en el Tanaj ofrecía lo que producían. Esto indica que el Mashiaj que nosotros ofrecemos a Elohim como Su comida debe ser muy subjetivo para nosotros. El debe ser nuestro producto, lo que hemos producido por medio de nuestro trabajo y experiencia diaria.

 

 

Recientemente hemos hablado mucho acerca de vivir a Mashiaj. Vivir a Mashiaj es en realidad cultivar a Mashiaj. Esto quiere decir que a medida que vivimos a Mashiaj, Él crece en nosotros. En MattiYah 13 Yahshua se compara a Sí mismo con una semilla y a nosotros con la tierra. El vino a sembrarse, como la semilla, en nosotros como la tierra, a fin de que lo cultivemos. Este pensamiento es ampliamente elaborado en el B'rit Hadashá. Por ejemplo, Shaúl dice:

 

...y ustedes son huerto de Elohim, edificio de Elohim. Qorintiyim Alef 3:9

 

Literalmente, la palabra griega usada como "huerto" en este pasuk significa tierra cultivada. Nosotros somos la tierra donde Elohim cultiva a Mashiaj. Por lo tanto, ES CRUCIAL QUE PRODUZCAMOS MASHIAJ.

 

Podemos hablar de vivir a Mashiaj, pero tal vez no nos hayamos dado cuenta de que vivir a Mashiaj es cultivarlo y criarlo para que dé fruto, y ese fruto es MASHIAJ MISMO. Por un lado, como creyentes somos huerto; por otro, somos una granja. Un huerto produce cereales y vegetales, pero una granja se usa para criar ganado. Por lo tanto, estamos cultivando a Mashiaj como la vida vegetal, y criándolo como la vida animal. Ahora debemos preguntarnos cómo lo cultivamos y lo criamos.

 

Si queremos criar a Mashiaj como un becerro para nuestra ofrenda por el pecado, debemos poner en práctica cada mañana el ofrecer a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado. Mientras más ofrecemos a Mashiaj como ofrenda por el pecado, más crecerá en nosotros en este aspecto. Es posible que cuando comencemos a ofrecer a Mashiaj de esta manera, Él sea un becerro pequeño. Pero poco a poco, a medida que continuemos ofreciéndolo, llegará a ser un becerro grande, un toro fuerte.

 

Por medio de la experiencia he comprendido que cada vez que tenemos contacto con Elohim, necesitamos ofrecer a Mashiaj como la ofrenda por el pecado. Sin embargo, al orar con otros, he observado que muy pocos ofrecen a Mashiaj como tal ofrenda en su oración. Ciertamente que todos somos pecaminosos, pero muchos no se han dado cuenta de su pecado. Del mismo modo en que necesitamos lavarnos las manos antes de comer, debemos lavarnos a nosotros mismos por medio de ofrecer a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado. Todos los días debemos ofrecer Mashiaj a Elohim como nuestra ofrenda por el pecado. No debemos hacer esto como un simple hábito o rutina. Por el contrario, debe ser el resultado de la fuerte impresión y estar conscientes de que en nuestra naturaleza caída, somos pecado. Cuando estamos conscientes de que somos pecaminosos, que en realidad somos el pecado mismo, ofrecemos a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado, y por lo tanto Mashiaj crecerá en nosotros poco a poco, hasta llegar a ser un becerro grande.

 

 

La Educación Espiritual Apropiada

 

Sabemos que, debido a diferentes situaciones, muchos no han recibido la educación apropiada. Del mismo modo, muchos creyentes de hoy tampoco han recibido la educación espiritual apropiada. Muchos predicadores son elocuentes, tienen mucho conocimiento y están muy aptos desde el punto de vista humano, pero son superficiales y no están en el ruaj. Todos necesitamos más una educación espiritual genuina. Los creyentes tal vez tengan una educación secular muy alta, pero en cuanto a lo espiritual carecen de mucho. Tal vez sepan mucho de ciencia, de las cosas materiales y de los asuntos de esta vida, pero les falta conocimiento de las cosas espirituales. Pero espero que los santos en la restauración de Elohim adquieran la mejor educación espiritual. Por lo tanto, los animo a que empleen su tiempo estudiando los mensajes de los estudios-camino. Estos mensajes los ayudarán a ser educados espiritualmente.

 

En las reuniones de la congregación debemos tener el contenido apropiado. No debe haber gritos vacíos, gritos sin contenido ni verdad. No es suficiente que funcionemos en las reuniones de manera activa o lo que se conoce como manera viviente. Necesitamos tener un contenido espiritual. Esto requiere que cultivemos y criemos a Mashiaj diariamente. Si no criamos a Mashiaj como la vida animal, ¿cómo obtendremos el becerro o el cordero para ofrecer a Elohim? Si no labramos la tierra ni sembramos la semilla ni la regamos, ¿cómo obtendremos la cosecha del trigo? ¿Cómo podremos obtener el aceite y el vino? Es absolutamente necesario que cultivemos a Mashiaj como la vida vegetal y que lo criemos como la vida animal.

 

Así como necesitamos criar a Mashiaj como un becerro para la propiciación, debemos criarlo como a un cordero para ser la comida que se le ofrece directamente a Elohim. Cuando vamos a las reuniones, debemos llevar a Mashiaj como un becerro y como nuestros corderos.

 

También debemos cultivar a Mashiaj como el trigo que produce la harina, como las olivas que producen el aceite y como la vid que produce el vino. Cultivar el trigo es experimentar a Mashiaj diariamente como la provisión de vida. El trigo representa a Mashiaj en la encarnación, mientras que la cebada lo representa en resurrección. Si experimentamos a Mashiaj como la provisión de vida, lo cultivaremos como el trigo y la cebada. Si vivimos a Mashiaj mediante el Ruaj en nuestro ruaj, lo cultivaremos como las olivas que producen el aceite. Además, si en nuestra experiencia derramamos el ser que vive a Mashiaj, cultivaremos la vida que produce el vino de la libación. Por tanto, para producir el aceite y el vino necesitamos vivir y morir a diario. Necesitamos una vida de vivir y morir. Shaúl dijo que a diario era puesto a muerte. Día a día él era conducido a la muerte de Mashiaj. Esta debe ser también nuestra experiencia. Diariamente podemos ser conducidos a muerte por los demás, tal vez por nuestros familiares o por diferentes cosas de nuestro entorno. Si tenemos tal vida, de ser conducidos a muerte, produciremos el vino de la libación. Espero que esta breve y simple exposición les brinde algún entendimiento de los víveres espirituales que se describen en Shemot 29.

 

Que todos experimentemos las riquezas de Mashiaj y ganemos la educación espiritual apropiada a fin de que vivamos una vida en un nivel más elevado, no en el bajo nivel en que se encuentran los creyentes hoy día. Que cultivemos y criemos a Mashiaj. Entonces podremos traer los víveres a las reuniones de la congregación.

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