PIEDRAS VIVAS
CUY 01
El Significado De "Subir Al Monte"
Yahweh tiene un plan. Toda la obra que Él realiza en el universo, desde los siglos pasados hasta la eternidad futura, se lleva a cabo conforme a Su plan. Este plan debe realizarse por medio del hombre y también en él; por consiguiente, Elohim desea ganar a todos los que Él creó y redimió a fin de llevar a cabo Su propósito.
No pensemos que somos útiles a Yahweh por casualidad. El hecho de que seamos útiles a Elohim se basa completamente en el plan que Él ya predeterminó. Toda aquella persona que Elohim utiliza está dentro de la esfera de Su plan. Ya que el plan de Elohim se efectúa solamente en el hombre, Él tiene que usar al hombre extensamente. Mientras una persona es ciudadano de determinado país, está en la esfera donde puede ser de utilidad para ese país. De la misma manera, los que pertenecemos al reino de Elohim estamos en la esfera donde podemos ser de utilidad para Elohim.
Todo aquel que ha sido salvo tiene la posición y el potencial para ser de utilidad a Elohim. Elohim confirma la utilidad del hombre no sólo al crearlo y redimirlo, sino también al llamarlo. Elohim creó y redimió al hombre porque tenía la intención de usarlo. Sin embargo, ya que el hombre no siente que la creación y la redención son pruebas convincentes de tal intención, Elohim también llama al hombre a fin de confirmar que Él desea usarlo. En otras palabras, quizás pensemos que a pesar de que Elohim nos ha creado y redimido, Él no tiene la intención de usarnos. Solamente cuando entendemos claramente el llamamiento de Elohim, tenemos la certeza en cuanto a Su intención divina. Por consiguiente, el que Elohim nos llame confirma que Él desea usarnos. Ahora, debemos plantearnos esta pregunta: "¿Nos ha llamado Elohim, y cómo sabemos que lo ha hecho?".
Quizás pensamos que es difícil comprender el llamamiento de Elohim. En realidad, simplemente debemos preguntarnos si desde el momento en que fuimos salvos hasta el presente hemos sentido alguna vez el deseo de ser útiles para Él, o si dentro de nosotros alguna vez hemos oído una voz suave diciéndonos que Él desea usarnos. Si hemos tenido tal sentir, esto indica que nos ha llamado. El hecho de que tengamos un corazón dispuesto a servir a Yahweh, es el resultado de la tremenda obra que Mashíaj ha realizado en nosotros.
La obra que Yahweh ha realizado al crearnos no es tan grande como la obra que Él ha llevado a cabo al poner en nosotros un corazón que esté dispuesto a servirle. Esta forma de operar en el hombre es la manera más grandiosa en que Elohim visita al hombre. En pocas palabras, esta obra consiste en que Elohim viene al hombre y lo visita, entra en el hombre, y se mezcla con él. ¿Cómo obtuvimos un corazón que esté dispuesto a servirlo? Antes ni siquiera pensábamos en Él, pero ahora, para nuestra sorpresa, queremos servirle. Esto prueba que Yahweh nos ha visitado y que Su gracia nos ha alcanzado.
Por miles de años, Yahweh ha visitado al hombre incontables veces. Lamentablemente, no existen muchos en la congregación de los kadoshim que se hayan percatado de tal visitación. Elohim visita al hombre constantemente, pero éste a menudo lo rechaza. No debemos pensar que para ser llamados por Él debemos oír una voz como la de un trueno procedente del cielo o que veremos una gran luz como la que le apareció a Shaúl camino a Damasco (MaAseh Shlichim/Hechos 9:3; 22:6). Y sin embargo, esa voz suave y tierna que escuchamos en nuestro interior no es diferente del llamamiento que Shaúl recibió camino a Damasco. Los rayos solares son un buen ejemplo de este principio. Aunque hay una diferencia de intensidad entre el calor producido por la luz tenue del amanecer y el producido por la luz radiante del mediodía, el sol es el mismo. De la misma manera, aunque algunas veces Yahweh hace un llamado al hombre de forma extraordinaria, la mayor parte del tiempo Él viene a al hombre de una manera común y ordinaria. Yahweh, al visitar al hombre, confirma que desea usarlo y, de hecho, esa visita marca el comienzo de este uso.
El Significado De "Subir Al Monte"
En las Escrituras, la primera persona que "subió al monte" fue Noaj. Él llegó a los montes de Ararat en el arca después del diluvio (Bereshit 8:1-5). El juicio llevado a cabo mediante el diluvio no se centró en el pecado, sino en el mundo que ofende a Elohim. El hecho de que Noaj subiera al monte simboliza que fue librado del juicio y que escapó de todo aquello que se rebela en contra de Elohim.
Ya para el tiempo cuando él llegó al monte, todo lo que se rebelaba contra Elohim había sido aniquilado. Por consiguiente, en las Escrituras vemos que subir al monte para estar delante de Elohim indica, primero, que uno ha sido librado de la rebelión. Todo el mundo se rebeló contra Elohim, pero aquellos que subieron al monte con Noaj no participaron en la rebelión. Segundo, "subir al monte" apunta a la ascensión a los cielos mediante la muerte y la resurrección. Debido a que Noaj fue librado de la rebelión y pasó por el diluvio —un tipo de la experiencia de muerte y resurrección—, él entró en una nueva era y representó la autoridad de Yahweh sobre la tierra. El significado espiritual de que Noaj subiera al monte se aplica a todos aquellos que subirán al monte después de él. Cada vez que Elohim guía a alguien al monte, lo hace con la intención de que esa persona sea librada de la rebelión y pase por la muerte y la resurrección a fin de que entre en una situación en la cual represente la autoridad de Elohim sobre la tierra. En resumen, esto es lo que significa subir al monte.
En las Escrituras vemos que hay otro aspecto en cuanto a lo que significa subir al monte: uno sube al monte para recibir revelación. Desde la vez en que Avraham subió al monte Moriah (Bereshit 22:1-2) hasta cuando Yahanan estaba en la isla de Patmos, todas estas experiencias en las Escrituras recalcan el hecho de que recibamos revelación. Avraham subió al monte Moriah originalmente para consagrarse, pero al final recibió revelación. Al subir al monte, Avraham llegó a conocer a Elohim como Yahweh-Yireh y conoció Su obra sobre la tierra, porque la promesa que Yahweh hizo a Avraham tenía que ver con la obra que Él llevaría a cabo en la tierra.
Moshe y Elías, al igual que Avraham, también recibieron revelación cuando subieron al monte (Shemot/Éxodo 19:20; Melajim Alef/1 Reyes 18:42). En el B'rit Hadashá, vemos que Yahweh también llevó al monte a Sus discípulos para que recibieran revelación (MattiYah 5:1). Finalmente, Yahanan, cuando estaba en la isla de Patmos (Hitgalut/Revelación 1:9; 21:10), fue llevado al monte para recibir revelación. En la experiencia de Yahanan podemos apreciar el significado completo de este asunto: ser librados de la rebelión, pasar por la muerte y la resurrección, representar la autoridad de Elohim sobre la tierra y recibir una gran revelación de Su misterio.
El hecho de que sea necesario subir al monte para recibir revelación indica que se requiere pagar un precio a fin de recibir revelación. En otras palabras, subir al monte significa pagar un precio. Yahshua enseñó en el monte, como vemos en MattiYah 5—7, después de haber enseñado en las sinagogas (4:23). En la sinagoga, la enseñanza de Mashíaj fue doctrinal y general, y muchos le escucharon; sin embargo, después de enseñar en las sinagogas, Él llevó a Sus discípulos al monte. En el monte, les enseñó acerca del reino de los cielos; esta enseñanza fue elevada y específica, y la oyeron sólo las pocas personas que siguieron al Adón al monte. Subir al monte equivale a pagar un precio y acercarnos a Él al ser atraídos por Él. Por generaciones, son pocos los que han podido entender las enseñanzas presentadas en MattiYah 5—7, porque muy pocos han estado dispuestos a pagar el precio.
Si queremos recibir revelación, debemos estar dispuestos a pagar un precio, y también debemos acercarnos al Mashíaj que mora en nosotros y hacerlo crecer. Estos son los requisitos básicos que debemos cumplir a fin de tener la experiencia de subir al monte y obtener revelación. Avraham, Moshe y los discípulos de Yahweh pudieron obtener revelación debido a que cumplieron tales requisitos, es decir, pagaron un precio y se acercaron al Adón. Es necesario que todos aprendamos esta lección.