PIEDRAS VIVAS
CUY 12
Las Funciones Que Desempeñamos
En El Servicio
El día en que fuimos salvos entró en nosotros la vida de Mashiaj. Si amáramos más al Adón, nos consagráramos a Él, renunciáramos a nuestro futuro mundano, permitiéramos que nuestra vida natural y nuestra manera de ser fueran quebrantadas, obedeciéramos a la luz espiritual y viviéramos en Mashiaj, entonces la vida del Ruaj tendría la oportunidad de crecer en nosotros. Este crecimiento en vida equivale a nuestra función, o sea, a nuestro servicio. Para que se manifiesten en nosotros los dones que Mashíaj nos da para ejercer nuestra función, es necesario que sigamos todos estos pasos.
Con el tiempo, la función de profeta surge en un santo, mientras que la función de maestro surge en otro, y para ejercerlas cada uno recibe el don necesario. Estos hermanos saben que deben ejercer esa función porque antes han recibido el don necesario para ejercerla, eso es lo que los confirma. Shaúl nos dice:
Ahora bien, hay diversos dones; pero el Ruaj es el mismo. Hay también diversos servicios, pero el Maestro es el mismo. También hay diversas actividades, pero el mismo Elohim es el que realiza todas las cosas en todos. PERO A CADA CUAL SE LE DA LA MANIFESTACIÓN DEL RUAJ PARA PROVECHO MUTUO. Porque a uno se le da palabra de sabiduría por medio del Ruaj; pero a otro, palabra de conocimiento según el mismo Ruaj; a otro, fe por el mismo Ruaj; y a otro, dones de sanidades por un solo Ruaj; a otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de ruajim; a otro, géneros de idiomas; y a otro, interpretación de idiomas. Pero todas estas cosas las realiza el mismo y único Ruaj, repartiendo a cada uno en particular como él designa. Porque de la manera que el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también es el Mashíaj. Qorintiyim Alef 12:4-12
Vemos entonces que existen 3 cosas: dones, servicios o ministerios, y actividades. Los dones tienen que ver con el Ruaj, los servicios con Mashíaj, y las actividades con Yahweh. Esta es la forma en que todo el edificio funciona interligado. El Ruaj nos da los dones, Mashíaj nos capacita para el servicio (nuestra función), y Yahweh ha preparado para nosotros las actividades, "las buenas obras que Elohim preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Efesiyim 2:10).
En pocas palabras, cada uno recibe diferentes dones, los cuales serán utilizados en su función, es decir, en su servicio, y para ejercer este servicio se realizan diferentes actividades. PERO TODAS ELLAS PROVIENEN DEL RUAJ, PROVIENEN DE MASHÍAJ, PROVIENEN DE YAHWEH MISMO, o serán simples obras muertas.
Así que las funciones que ejercemos sirviendo al Adón no se enseñan en los seminarios; más bien, surgen como resultado del crecimiento de la vida del Ruaj en nosotros. No es necesario que una persona tenga un título universitario para que sirva. Sin embargo, el que sirve a Mashíaj ciertamente es un miembro de la Novia. La función que realiza cualquier miembro depende del crecimiento y del vigor de la vida que ha sido desarrollada en ese miembro. ¿Cómo llega un niño a ser adulto? Para crecer, el niño no requiere de enseñanzas. Lo que él necesita es que le proveamos varios tipos de alimentos a fin de que coma apropiadamente y se cumplan así los requisitos necesarios en cuanto al crecimiento. De esta manera, el niño crecerá hasta llegar a ser un adulto.
Muchas personas piensan que Yahweh sólo usa a los que son sabios, y como ellas no lo son, consideran que nunca podrán ser de utilidad al Adón. Esto no es cierto. No diga: "No soy elocuente, no sé cómo hablar ni sé predicar la palabra; por tanto, ¿en qué soy útil? Sólo los que son elocuentes, los que hablan con fluidez e interminablemente, pueden ser útiles para Yahweh. Sólo ellos son de utilidad para Yahweh". No son nuestras capacidades naturales las que nos hacen útiles para el servicio a Yahweh, sino el permitir ser quebrantados y disponernos a hacer crecer a Mashíaj en nuestro interior. Nuestras capacidades naturales no pueden ser utilizadas en Su servicio, todas deben ser quebrantadas, demolidas y debemos recibir los dones del Ruaj, que a veces confirmarán nuestros dones naturales, pero a veces serán dones completamente diferentes. Hagamos crecer la vida del Ruaj de Mashíaj en nuestro interior, para que podamos ser obreros útiles en Sus manos.
La vida y las células sanguíneas que fluyen a los oídos y nos capacitan para que oigamos, también fluyen a los ojos para que veamos, y fluyen a la boca para que hablemos y a las piernas para que andemos. La vida es la misma, y las células sanguíneas son las mismas, pero manifiestan diferentes funciones en los diversos miembros. Todos nosotros tenemos exactamente la misma vida en nosotros: la vida de Mashiaj. Cuando esta vida tenga cabida en alguno, quizás se manifieste la función de maestro; cuando tenga cabida en otra persona, quizás se manifieste la función de anunciador (evangelista); en otro, quizás se manifieste la función de pastoreo. Aunque las funciones manifestadas son diferentes, la vida es la misma, y Mashiaj es uno solo. Cuando la vida de Mashiaj tiene cabida en nosotros, se manifiesta la función que Él preparó de antemano para nosotros. En esto consisten el ministerio y el servicio.
La Novia Se Edifica A Sí Misma
Sin embargo, a cada uno de nosotros se le ha conferido el favor conforme a la medida de la dádiva del Mashíaj. 8 Por esto dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres... Y él mismo constituyó a unos Enviados, a otros profetas, a otros proclamadores de la Buena Noticia, y a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los consagrados para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mashíaj, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Elohim, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura plena del Mashíaj. Esto, para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo viento de enseñanza, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con astucia las artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza: el Mashíaj. De parte de él todo el cuerpo, bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todas las coyunturas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad proporcionada a cada uno de los miembros, para ir EDIFICÁNDOSE en amor. Efesiyim 4:7-8,11-16
Estos pasukim muestran que la congregación de kadoshim se edifica a sí misma y no es edificada directamente por el Adón, sino indirectamente. La expresión "la cohesión que aportan todas las coyunturas" se refiere a las personas especialmente dotadas, tales como aquellas mencionadas en el pasuk 11: los apóstoles (enviados), profetas, proclamadores de la Buena Noticia (evangelistas) y pastores y maestros. El Cuerpo se edifica a sí mismo, no sólo por medio de las coyunturas del suministro, sino también mediante cada uno de sus miembros, cada uno de los miembros del Cuerpo que permiten el fluir del ruaj a través de sí mismos.
Debemos recalcar mucho esto. No estamos en el catolicismo ni en el protestantismo. Somos la congregación de los kadoshim. En el catolicismo existe una jerarquía conformada por el papa, los cardenales, los arzobispos, los obispos y los sacerdotes. En el protestantismo, los pastores conforman una jerarquía también. Pero la congregación de kadoshim es un organismo vivo, a saber, el Cuerpo orgánico de Mashiaj compuesto por todos los miembros vivientes que ejercen su función. En el Cuerpo, que es la congregación de kadoshim, no existe jerarquía alguna.
Todos debemos esforzarnos por evitar cualquier clase de jerarquía. Es muy fácil para aquellos que ejercen su función, así como para aquellos que no la ejercen, caer en esta trampa. Nuestra tendencia natural es establecer una jerarquía, así como el agua que fluye desde la cumbre de una montaña tiende por naturaleza a fluir hacia abajo. Esta tendencia todavía está presente entre nosotros, así que debemos tener cuidado para evitarla y no ser confundidos. Aquellos entre nosotros que tienen la habilidad de ejercer su función, deben estar atentos para no quitarles a los demás la oportunidad de ejercer la suya. Tenemos que dar cabida a todos los santos para que tengan la oportunidad de ejercer su función; y debemos animar a todos los santos, grandes y pequeños, a ejercer su función. Y también los que están de alguna manera "más arriba" que otros, porque tienen más experiencia en el Camino, deben especialmente cuidarse de no ejercer "dominio" sobre los menos experimentados. Esto no es lo mismo que decir que los más nuevos no deben tener respeto por los hermanos mayores, todo lo contrario. Los más nuevos deben siempre someterse a los mayores en amor, y los mayores deben guiar a los nuevos también en amor. Tampoco es aceptable que los más nuevos se comporten como si ya supieran todas las cosas (una actitud muy típica de los jóvenes en edad física y de los recién nacidos, en el entusiasmo).
A cada uno de nosotros le fue dada la gracia conforme a la medida del don de Mashíaj para la edificación del Cuerpo de Mashiaj (pasukim 7 y 12). La gracia nos ha sido dada a todos, sin excepción alguna. Tenemos que convencernos a nosotros mismos y a todos los kadoshim de que NO TENEMOS EXCUSAS PARA NO EJERCER NUESTRA FUNCIÓN. Si uno ha creído en el Adón Yahshua, entonces fue regenerado. Su Ruaj regenerado posee cierta medida. Debemos convencer a los santos de este hecho y esforzarnos al máximo por hacer que tal medida sea desarrollada y ampliada, tanto individual como corporativamente.
Kefá nos dice:
Cada uno PONGA AL SERVICIO DE LOS DEMÁS EL DON QUE HA RECIBIDO, como buenos administradores del multiforme favor de Elohim. Kefá Alef 4:10
En este pasuk Kefá señala que cada uno ha recibido un don. La Palabra dice que cada uno ha recibido un don, así que no tenemos excusa; debemos ministrar este don los unos a los otros. TENEMOS QUE SERVIRNOS LOS UNOS A LOS OTROS CON LOS DONES RECIBIDOS. La palabra ministrar en griego significa "servir". El ministro simplemente es un siervo, un servidor. Y lo importante es comprender que cada uno de nosotros es un ministro, un siervo, un mayordomo que ministra gracia a los demás. La múltiple y multiforme gracia de Elohim sólo puede ser ministrada a plenitud cuando todos ministran o se sirven unos a otros.