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CUY 15 - El Peligro Causado Por No Usar

CUY 15

El Peligro Causado

Por No Usar Nuestro Don

En esta lección queremos ver algo respecto al peligro y la pérdida causados por no usar nuestro don. La lección anterior nos dice que todos poseemos un don. Esta lección nos advierte que no usar nuestro don representa un peligro e involucra también una pérdida (que veremos en la siguiente lección).

 

"Porque (el reino del Cielo) es como un hombre que iba a emprender un viaje largo, y llamó a sus sirvientes y les confió sus bienes. A uno le entregó cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno; a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. "Enseguida, el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue, hizo un hoyo en la tierra, y escondió el dinero de su amo. "Después de mucho tiempo, volvió el amo de aquellos sirvientes y ajustó cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: "Amo, usted me entregó cinco talentos, y mire, he ganado otros cinco talentos". Su amo le dijo: "Bien hecho, sirviente bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el disfrute de tu amo". Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: "Amo, usted me entregó dos talentos, y mire, he ganado otros dos talentos". Su amo le dijo: "Bien hecho, sirviente bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el disfrute de tu amo". "Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: "Amo, yo sé que usted es un hombre exigente, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra. Aquí tiene usted lo que es suyo". En respuesta su amo le dijo: "Sirviente malo y perezoso, sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí. Por lo tanto, debiste haber depositado mi dinero en el banco, para que al venir yo, recibiera lo mío con intereses. Así que, quítenle el talento y dénselo al que tiene diez talentos. Porque a todo el que tiene se le dará más, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Al sirviente inútil échenlo a las tinieblas de afuera". Allí será el llanto y el crujir de dientes". MattiYah 25:14-30

 

Actualmente, el problema más grande entre los creyentes consiste en que la mayoría de ellos no utilizan su don. Yo diría que más del noventa por ciento de los creyentes genuinos descuidan el don que tienen. Indudablemente, esto se debe a la influencia del catolicismo y del protestantismo. Estas dos grandes organizaciones, con sus jerarquías y su sistema de clérigos y laicos, han hecho que los dones y funciones de la mayoría de los creyentes sean anulados. Estas instituciones dicen, pero no hacen. En sus escritos hablan de respetar los dones del Ruaj, pero en la práctica las cosas son muy diferentes. Los creyentes no hacen uso de sus dones, y no se percatan de que éste es un grave error que habrá de causarles gran pérdida.

 

Es necesario volver a recalcarles a los kadoshim la carga del mensaje anterior. Necesitamos ver que todos los miembros del Cuerpo de Mashiaj poseen algún don (Romaniyim 12:6a), ningún creyente está exento. Es cierto que algunos reciben más que otros (aunque normalmente es porque están más dispuestos a aceptar más que otros y a pagar un precio más elevado), pero hasta el menor de los kadoshim recibe POR LO MENOS UN TALENTO, y si lo entierra, tendrá problemas. En las parábolas de MattiYah, el Adón indicó que cada uno de Sus creyentes posee un don. Mashíaj dejó claro que ninguno de Sus creyentes está exento de ejercer su función. Todos los creyentes poseen algún don y deben ejercerlo, o serán castigados.

 

MattiYah 25 nos dice que algunos tienen cinco talentos, otros tienen dos talentos y otros tienen un solo talento. COMO MÍNIMO, HEMOS RECIBIDO UN TALENTO. NINGÚN SANTO PUEDE DECIR QUE NO HA RECIBIDO NINGÚN TALENTO. Debemos recalcar enfáticamente este único punto.

 

EL PELIGRO

1. Golpear a nuestros consiervos:

 

Pero si el sirviente es malo y dice en su corazón: "Mi amo tarda;" y si comienza a golpear a sus compañeros de servicio... MattiYah 24:48-49a

 

MattiYah nos habla acerca del sirviente malo. Cuando maltratamos a otros creyentes al criticarlos, al oponernos a ellos, tratar de dominarlos, o al menospreciarlos, a los ojos del Adón eso equivale a golpearlos. Aquí, debemos dar una palabra de advertencia. Éste es un peligro en el que fácilmente caemos sin tener conciencia de ello en absoluto. Podemos caer en el hábito de criticar a los hermanos y hermanas. A veces tal vez hablemos en contra de algunos santos o los menospreciemos. Quizás hasta disputemos con ellos. Esto equivale a golpear a los siervos del Adón, quienes son nuestros consiervos.

 

2. Comer y beber con los que se emborrachan:

 

... y si come y bebe con los borrachos... MattiYah 24:49b

 

Las palabras de Mashíaj en MattiYah 24 constituyen una parábola, así que requiere de interpretación. Comer y beber con los que se emborrachan equivale a asociarse con la gente mundana, personas que se embriagan de cosas mundanas. Estas personas están embriagadas de los placeres mundanos. Éste es el peligro que corremos al no usar nuestro don. Una vez que nos acostumbramos a asociarnos con personas mundanas, dejaremos de serle fiel al Adón en el uso del don que recibimos de Él, y así nos encontraremos en peligro.

 

3. Esconder nuestro talento en la tierra

 

Por eso tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra. Aquí tiene usted lo que es suyo. MattiYah 25:25

 

Tener miedo es algo negativo. Nosotros, más bien, debemos ser positivos y tener intrepidez al usar el don de Mashíaj. Ir y esconder el talento del Adón en la tierra denota mucha pasividad. Debemos ser activos en la obra del Adón, que es la edificación de Su Novia. Si escondemos nuestro don, no será necesario que hagamos nada, pero tampoco ganaremos nada, y aún perderemos. Ser pasivos, y no activos, en nuestro servicio al Adón significa que estamos escondiendo nuestro don y no lo estamos utilizando.

 

Enterrar nuestro don equivale a sepultarlo en la tierra: nosotros somos tierra, venimos del polvo. Esto es sepultar el don del Ruaj en nuestra humanidad, pretender mezclarlo con nuestras cualidades naturales. Obviamente, esto es inaceptable para el servicio.

 

Tampoco es suficiente sólo guardar el don del Adón y no perderlo; DEBEMOS UTILIZARLO Y SACAR PROVECHO DE ELLO. A su regreso, Él nos pedirá cuentas de cuánto hemos alcanzado con el don que nos dio, y si no hemos obtenido ganancia del mismo, seremos castigados.

 

Tenemos que hacer énfasis en estos tres peligros: maltratar a otros creyentes, asociarnos con gente mundana y no utilizar nuestro don para llevar a cabo el servicio al Adón. Debemos señalar que muchos creyentes están escondiendo su don, es decir, no lo están usando, pues no realizan servicio alguno.

 

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