PIEDRAS VIVAS
NECM 17
El Principio Del Edificio De Elohim
En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si así no fuera, se lo hubiera dicho. Así que voy a preparar un lugar para ustedes. Yahanan/Juan 14:2
Pero yo también te digo que tú eres Kefá; y sobre esta roca edificaré mi comunidad, y las puertas del Sheol no prevalecerán contra ella (...) Entonces Yahoshúa dijo a sus discípulos: "Si alguno quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su madero y sígame. MattiYah/Mateo 16:18, 24
Lo primordial en cuanto a la Novia es la edificación; ya que sin la obra de edificación de Elohim, no habría Novia. Por un lado, la Novia es producida por la regeneración; por otro lado, las Escrituras claramente revelan que la Novia es producida al ser edificada. Las Escrituras raramente usa la expresión engendrar la Novia, pero muchos pasajes nos habla de la edificación de la Novia. Elohim no sólo emplea mucho tiempo y esfuerzo en la edificación de la Novia, sino que también nos habla mucho de cómo Él edifica la Novia.
A fin de que Elohim pueda edificar Su Novia en nosotros, primero tiene que realizar una obra de demolición en nosotros. Esto está completamente relacionado con la demolición de la vieja creación. Todo lo que no pertenece a Mashiaj ni a Elohim debe ser demolido, esto es, todo lo que no concuerda con Elohim, todo lo que no puede mezclarse con Mashiaj y todo aquello en nosotros que usurpa, ocupa y reemplaza el lugar que le corresponde a Mashiaj. Yahweh tiene que derribar todas estas cosas. Además de esto, todo lo que concuerda con Elohim y puede mezclarse con Mashiaj también debe ser demolido. En otras palabras, Yahweh tiene que derribar todo lo natural en nosotros, sea bueno o malo, y sea que concuerde o no con Elohim.
Una persona que conoce a Yahweh verá que todas las cosas utilizadas en la edificación tienen que ser demolidas; INCLUSO LA HUMANIDAD CON LA CUAL EL MASHÍAJ YAHSHUA SE VISTIÓ EN LA ENCARNACIÓN TENÍA QUE SER DEMOLIDA. El hecho de que el Mashíaj entrara en la muerte significa que la humanidad de la cual se había vestido, fue demolida. Hasta la humanidad de la cual nuestro Mashíaj se vistió, una humanidad sin pecado, fue introducida en la muerte y tuvo que pasar por la muerte. El Mashíaj no sólo se encarnó, sino que también murió y resucitó. EN SU ENCARNACIÓN ÉL SE VISTIÓ DE LA NATURALEZA HUMANA, Y EN SU MUERTE DICHA NATURALEZA HUMANA FUE COMPLETAMENTE DEMOLIDA. Todo aquello de lo cual el Mashíaj se vistió en la encarnación fue introducido en la muerte y fue completamente demolido. Todos sabemos que la muerte es una obra demoledora en el sentido más enfático, pues todo lo que muere se reduce a nada. El hecho de que el Mashíaj entrara en la muerte dio por resultado que Su humanidad fuera demolida.
Al leer los pasajes relacionados con la crucifixión del Mashíaj Yahshua en Tehilim/Salmos 22, YeshaYah/Isaías 53, MattiYah 27 y Yahanan 19, podemos ver que cuando el Encarnado murió en el madero, todo aquello de lo cual se había vestido fue completamente demolido.
Sin embargo, nuestro Mashíaj no permaneció en la muerte. Él murió y resucitó.
Y LA RESURRECCIÓN DE MASHÍAJ INTRODUJO EN ELOHIM TODO LO QUE LA MUERTE HABÍA DEMOLIDO:
Porque le convenía a Aquel por causa de quien y para quien existen todas las cosas, perfeccionar al autor de la salvación de ellos, por medio de los padecimientos, para conducir a muchos hijos a la gloria. Ivrim 2:10
Todos los que conocen la redención de Elohim, saben que la obra más grande del Mashíaj se llevó a cabo en dos pasos. El primer paso fue Su encarnación; es decir, Elohim entró en la humanidad. En la encarnación del Mashíaj la divinidad se vistió de la humanidad. En palabras sencillas, Elohim entró en el hombre, Elohim se mezcló con el hombre. Sin embargo, si sólo tuviésemos el paso de la encarnación, veríamos el hecho de que Elohim entró en el hombre, PERO NO VERÍAMOS QUE EL HOMBRE ENTRÓ EN ELOHIM. Si sólo tuviésemos la encarnación, veríamos a Elohim mezclado con el hombre, pero no al hombre mezclado con Elohim.
Debemos tener claro que una cosa es que Elohim entre en el hombre, y otra muy distinta, que el hombre entre en Elohim. Aunque éstos son dos aspectos de una misma cosa, con todo, son distintos. La mezcla de Elohim con el hombre es diferente a la mezcla del hombre con Elohim. Si la obra de Elohim se hubiese detenido con la encarnación, Elohim habría entrado en el hombre, pero el hombre no habría podido entrar en Elohim. Es por ello que el Mashíaj Yahshua tenía que pasar por la experiencia de la muerte y la resurrección.
El principio de la muerte y la resurrección consiste en introducir al hombre en Elohim. Nuestro Mashíaj fue encarnado para que la divinidad pudiese entrar en la humanidad. Luego, por medio de Su muerte y Su resurrección, Él introdujo la humanidad en la divinidad. En Su encarnación, y antes de la resurrección, nosotros podríamos señalarlo y decir que había un hombre en la tierra que tenía la divinidad en Su interior. Pero después de Su resurrección y ascensión a los cielos, nosotros ahora podemos apuntar hacia Él y decir que HAY UNA PERSONA EN EL CIELO QUE POSEE HUMANIDAD EN SU INTERIOR; en otras palabras, que la humanidad ha entrado en Elohim. Por medio de Su encarnación, el hombre en la tierra podía poseer la divinidad dentro de él; y por medio de Su muerte y resurrección, el Elohim que está en los cielos ahora posee humanidad dentro de Él. POR MEDIO DE LA ENCARNACIÓN, EL MASHÍAJ YAHSHUA TRAJO A ELOHIM A LA TIERRA; Y POR MEDIO DE SU RESURRECCIÓN, ÉL LLEVÓ AL HOMBRE A LOS CIELOS.
Antes de que el Mashíaj Yahshua se encarnara, Elohim no podía ser hallado en el hombre en la tierra; y antes de que el Mashíaj Yahshua muriera y resucitara, el hombre no podía ser hallado en Elohim en el cielo. Pero el Mashíaj se encarnó, y también murió y resucitó. Su encarnación trajo a Elohim a la tierra, e introdujo a Elohim en el hombre; y Su muerte y resurrección llevó al hombre al cielo y lo introdujo en Elohim. Ahora podemos decir que el hombre que está en la tierra posee a Elohim en su interior, y que el Elohim que está en el cielo posee al hombre en Su interior. La encarnación del Mashíaj Yahshua introdujo a Elohim en el hombre, e hizo que Elohim se mezclara con el hombre; y la resurrección del Mashíaj de entre los muertos introdujo al hombre en Elohim, logrando que el hombre se mezclara con Elohim. Así pues, tenemos dos principios básicos. A fin de que Elohim pudiera entrar en el hombre, era necesaria la encarnación, y a fin de que el hombre pudiera entrar en Elohim, era necesaria la muerte y la resurrección. Éstos son dos principios básicos.