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SEN 02

Autoridad en Amor

Pues el cuerpo no consiste de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: "Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo", ¿por eso no sería parte del cuerpo? Y si la oreja dijera: "Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo", ¿por eso no sería parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuera oreja, ¿dónde estaría el olfato? Pero ahora Elohim ha colocado a los miembros en el cuerpo, a cada uno de ellos, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros y a la vez un sólo cuerpo. El ojo no puede decirle a la mano: "No te necesito"; ni tampoco la cabeza a los pies: "No los necesito". Muy al contrario, los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles son indispensables. Qorintiyim Alef 12:14-22

 

 

Sirviendo en autoridad y bajo autoridad

 

Hay dos principios cruciales concernientes a nuestro servicio para edificar la congregación.

 

Al servir en la congregación, debemos ver la autoridad. El asunto de la autoridad debe ser resuelto si queremos coordinar y servir con los santos en la congregación. De lo contrario, nuestro servicio carecerá del elemento de construcción y eventualmente causará problemas en la congregación.

 

La autoridad en la congregación no se refiere al establecimiento de papas, como se practica entre los católicos, ni tampoco a un orden jerárquico, como practican la mayoría de las denominaciones protestantes o evangélicas, y también el judaísmo. Sin embargo, decir esto no significa que cualquiera pueda hacer lo que se le ocurra, ni que puedan funcionar autónomamente.

 

La autoridad concierne al orden en el Cuerpo. Cada miembro de nuestro cuerpo tiene su lugar. Por ejemplo, tengo hombros y mis brazos están unidos a mis hombros, y mis manos, incluyendo mis dedos, están unidas a mis brazos. Cada miembro de mi cuerpo tiene una cierta posición, y esta posición es su orden. De manera similar, hay un orden en nuestro servicio en la congregación porque es el servicio del Cuerpo. Si estamos sujetos a la autoridad de la Cabeza, conoceremos nuestra posición y nuestro orden en la congregación. Sabremos espontáneamente dónde deberíamos estar, quiénes somos y quiénes están frente a nosotros.

 

Algunos pueden pensar que es difícil saber el orden de uno en la congregación. Pueden preguntar: "¿Cuál es mi orden y bajo qué autoridad debo estar? ¿Qué debo hacer si estoy en el orden incorrecto o bajo la autoridad equivocada?". Tales preguntas son teóricas; no son prácticas. Si conocemos la autoridad de la Cabeza y estamos sujetos a Su disposición, conoceremos espontáneamente nuestra posición y orden en la congregación. Si no las conocemos, seguramente dudaremos, y eso generalmente indica que aún debemos ser edificados para poder llegar a tener el discernimiento.

 

Aquellos que han tocado la autoridad de la Cabeza y descansan en su posición en el Cuerpo tendrán una coordinación espontánea y armoniosa con los demás. Estas personas no despreciarán su parte ni retrocederán, ni se considerarán a sí mismas como más que otros, ni se pondrán por delante de los demás. Más bien, cumplirán su función en la congregación como miembros que colaboran al bien de todo, incluyéndose a sí mismos.

 

Si todos los hijos de Elohim conocieran la autoridad de la Cabeza, esa autoridad se convertiría en el poder de la congregación. Una vez que se honre la autoridad de la Cabeza, la congregación tendrá la presencia de Mashíaj y las riquezas de la Cabeza. La edificación de la congregación depende de que el trono de Elohim esté en la congregación. Para la construcción genuina de la congregación, el primer asunto es que todo servicio que uno debe realizar debe hacerlo primero tocando la autoridad de la Cabeza. Aquellos que han tocado la autoridad de la Cabeza nunca se desconectarán de la congregación, ni servirán a Elohim de una manera individualista. Bajo la autoridad de la Cabeza, no hay espacio para las personas celosas o capaces. Si las personas celosas y capaces que no conocen el trono sirven en la congregación, pisotearán y demolerán a los demás.

 

 

Sirviendo en amor

 

También debemos servir en amor. Este amor es importante y significativo. Efesiyim dice que antes de la fundación del mundo, Elohim nos predestinó en amor para ser Sus hijos. Por lo tanto, el amor divino estaba en la eternidad pasada, antes de la fundación del mundo. Este amor es Elohim mismo (Yahanan Alef 4:8), y es su corazón.

 

Asimismo, nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo, para que fuéramos consagrados y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó por medio de Yahshúa el Mashíaj para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad... Efesiyim 1:4-5

 

Para participar en el servicio que construye la congregación, primero debemos tocar la autoridad de la Cabeza, y luego debemos tocar el amor. Este amor también ha sido derramado en la congregación a través del Ruaj HaKodesh. En el Cuerpo de Mashiaj está el elemento del amor. Cuando tocamos este amor, no podemos dejar de amar a Elohim y a los hermanos y hermanas, nuestros compañeros miembros. Además, cuando vemos a los creyentes en dolor o en debilidad, espontáneamente debemos sentir su dolor. Su dolor se convierte en nuestro dolor, y su debilidad se convierte en nuestra debilidad porque estamos relacionados con ellos y no podemos separarnos:

 

¿Quién se enferma sin que yo me enferme? ¿A quién se hace tropezar sin que yo me indigne? Qorintiyim Bet 11:29

 

Es posible que no podamos sentir las diversas partes de nuestro cuerpo amándose, pero lo hacen literalmente. Si un cuchillo me corta el dedo, sentiré el dolor de inmediato. Si me golpeo el pie, todo mi cuerpo sufrirá. El dolor no es una cosa que repercutirá únicamente en local afectado: perturbará todo mi cuerpo. Fisiológicamente, se podría decir que esta es una función de los nervios, pero espiritualmente y corporativamente, es una cuestión de amor.

 

En Qorintiyim Alef 12:26 se dice que en la congregación, el Cuerpo de Mashiaj, cuando un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y cuando un miembro es glorificado, todos los miembros se regocijan con él. Esto demuestra una relación de amor. Podemos tener relaciones tan íntimas en la congregación porque todos tenemos el amor divino. Y si no sentimos eso por cada miembro, no estamos conectados. Y ese es el problema en las congregaciones del mundo, que se reúnen como en un club social, con buenas intenciones pero sin ligaciones internas verdaderas: NO ESTÁN UNIDOS POR EL RUAJ, DE MANERA QUE NO SON UN ÚNICO CUERPO, NO SON EJAD.

 

El servicio que construye el Cuerpo proviene de nuestro amor POR EL CUERPO. El trabajo que otros realizan por sus denominaciones es su amor por sí mismos: ellos trabajan para tener su club privado particular, que les funciona como un seguro de vida contra lagos de fuego. Pero en el Cuerpo no trabajamos movidos por una recompensa, ni porque tenemos miedo de no ser salvos, SINO PORQUE PRECISAMENTE, SABEMOS QUE SOMOS SALVOS, NUESTRO AMOR POR ÉL NOS IMPULSA A UNIRNOS A NUESTROS HERMANOS, PORQUE ÉSE ES SU DESEO, Y DEL PADRE.

 

Para ayudar a otros en la congregación, no necesariamente tenemos que predicar, ni necesitamos poder, lo que necesitamos tener es amor. Algunos creyentes buscan el derramamiento del Ruaj HaKodesh, pero la verdadera experiencia del derramamiento del Ruaj HaKodesh es llenarse de amor. Cuanto más recibamos el amor de Elohim, más seremos llenos del Ruaj. Y esa es la única forma en la que podremos verdaderamente funcionar como Cuerpo, porque

 

Si alguien dice: "Yo amo a Elohim" y odia a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Elohim a quien no ha visto. Yahanan Alef 4:20

 

Y ya sabemos que "odiar" no es necesariamente aborrecer, maltratar o tramar males contra otro:

 

"Ustedes oyeron que se les dijo a los antiguos: No asesinarás; y cualquiera que asesine será culpable en el juicio. Pero yo les digo que todo el que se encolerice con su hermano será culpable en el juicio. Cualquiera que le llame "estúpido" a su hermano será culpable ante el Sanedrín; y cualquiera que lo llame "maldito" se expondrá al fuego de la Gehena. MattiYah 5:21-22

 

Lo que Mashíaj estaba aquí haciendo era una comparación en el mismo nivel que la que había hecho un poco antes, que quien deseaba a una mujer en su corazón ya era culpable de adulterio. Así también, cuando alguien trata mal a otro hermano, AUNQUE SEA MENTALMENTE, está albergando sentimientos de odio, lo sepa o no. Por eso somos exhortados a cuidar de esos sentimientos en seguida:

 

Enójense pero no pequen; que no se ponga el sol sobre su enojo, ni den lugar al Acusador. Efesios 4:26-27

 

Cuando nos enojamos con un hermano, estamos dando lugar a una expresión de odio, no importa si creemos que "odiar" es algo más grave que la "pequeña y justificada" (a nuestros ojos) rabia que podamos experimentar. También podemos tener resentimientos y muchas otras variantes de animosidades, incluida la envidia, los celos y la rivalidad. Odiar a alguien puede ser algo tan banal como resentirnos con una profesora que nos reta delante de toda la clase con justa causa, o con un compañero que nos ridiculariza en público: NO IMPORTA SI HAY O NO RAZÓN EN LA SITUACIÓN, LO QUE INTERESA ES EL SENTIMIENTO QUE ESO GENERA EN NOSOTROS, Y CÓMO LO MANEJAMOS. Si no lo manejamos correctamente, eso arruinará nuestra relación con esa persona, pero también generará una pauta de conducta futura que tenderemos a repetir, una raíz de amargura. Y eso terminará afectando al Cuerpo, porque estaremos entregando un amor "defectuoso". Mashíaj sólo tiene un amor incondicional para dar, pero nosotros tenemos amores condicionales: "Amo a mis hermanos si... Amo a mis hermanos cuando... Amo a mis hermanos pero...". Si amamos a los demás de esta manera, estaremos amándolos en nuestra carne, no en Mashíaj. Y ciertamente no estamos amándolos como quisiéramos ser amados. EL CUERPO NECESITA DEL AMOR DE MASHÍAJ, NO DEL NUESTRO.

 

 

Su amor nos motiva y nos da poder para nuestro servicio. Necesitamos ese amor para predicar la Besorah con poder, no muchos gritos y frases emocionales. Necesitamos amar a las almas de los pecadores para que lloremos por dentro cuando veamos a alguien que no es salvo. Entonces nuestra predicación de la Besorah será poderosa. Del mismo modo, ayudamos a los santos porque los amamos; debemos sentirnos tristes cuando no oramos por ellos y debemos sentirnos molestos cuando no nos preocupamos por ellos. Si todo el Cuerpo funcionara de manera perfecta, ninguno de nosotros necesitaría preocuparse por sí mismo, porque habría cientos de hermanos preocupándose por nosotros, mientras nosotros nos preocupamos por ellos. Ese es el amor del Padre multiplicado, no esperar a que Él entregue maná del cielo. El maná cesa cuando entramos en la tierra prometida, PERO ALLÍ TENEMOS QUE SEMBRAR PARA RECOGER.

 

El cuidado y servicio que se desprenden de este amor serán poderosos, efectivos y duraderos. El servicio de algunos de los creyentes en la congregación no es duradero, porque carecen del amor de Elohim, lo tienen pequeño, en semilla, y no alcanza para compartir. Únicamente el árbol maduro da frutos para alimentar a otros.

 

No debemos limitarnos a hablar de servir "en coordinación", o "cooperando". Sin amor, no hay servicio, y todas nuestras actividades serán vacías y muertas. El servicio verdadero y vivo viene del amor. El poder de servicio, el poder de ayuda y el poder edificante están en este amor. Así, el Adón Yahshua mandó a sus discípulos que se amaran unos a otros (Yahanan 15:12). Sin amarnos unos a otros, no podemos dar fruto (pasuk 16). El Adón también dijo que por este amor los hombres sabrán que somos Sus discípulos (13:34-35). Si los santos se amaran unos a otros, el mundo creerá que Mashiaj fue enviado por Elohim (17:21). De las siete congregaciones en Asia, sólo la congregación en Filadelfia fue aprobada por el Adón (Hitgalut 3:7-13). La palabra Filadelfia se compone de dos palabras griegas, una basada en phileo, que significa "amor" y el otro en adelphos, que significa "hermano". Por lo tanto, Filadelfia significa "amor fraternal". La congregación en Filadelfia estaba llena de amor fraternal y, por eso, fue aprobada por el Adón.

 

Necesitamos ver la autoridad de la Cabeza y debemos tener el amor del Cuerpo para edificar la congregación. Si no tenemos el amor de Elohim, tendremos problemas. A menudo decimos que el Adón está tomando el camino de la restauración en la congregación. Sin embargo, si no tenemos amor entre nosotros, nuestro trabajo de recuperación está vacío y sin valor espiritual... como continúa siéndolo en las religiones y sectas de hombres.

 

Debemos orar para que el Padre tenga misericordia de nosotros, para que no sólo tengamos la autoridad de la Cabeza, sino que también amemos al Cuerpo. Entonces nos mantendremos en la verdad en amor y creceremos en Mashiaj la Cabeza en todas las cosas. Esto causará el crecimiento del Cuerpo de Mashíaj para la construcción de la Novia en amor.

 

 

Progresar En El Estudio De La Verdad

 

Hoy en día la tecnología ha avanzado mucho. Si bien no es posible mejorar la Tierra, otras cosas como los medios de transporte y de comunicación sí pueden mejorarse. Asimismo, aunque las Escrituras no pueden cambiar, nuestro conocimiento y estudio de ellas, como también nuestra interpretación de la verdad y su aplicación, sí pueden y deben mejorar. Las Escrituras ha sido la posesión de los creyentes desde el comienzo, desde que Moshe empezó a escribirlas, y hoy nosotros ya tenemos una comprensión mucho más avanzada que la de los primeros yisraelitas, porque la revelación del ruaj ha progresado con el paso de los años. Hoy en día cuando venimos a estudiar las Escrituras, si no conocemos cómo valernos de métodos avanzados para estudiar, nos quedaremos atrás y seremos anticuados. Los tiempos corren más rápido que antes porque el enemigo está con prisa, sabe que se acaba su tiempo, y nosotros no podemos permanecer dormidos mientras nuestras lámparas continúan vacías y mientras haya a nuestro alrededor personas que no han recibido el correcto mensaje.

 

Al emprender una tarea no debemos ser conformistas, apegándonos a nuestras viejas costumbres y resistiéndonos a fluir en el Ruaj. La forma de predicar hoy no es la misma de ayer, PERO LA FORMA DE VIVIR TAMPOCO ES. Por eso es superficial intentar imitar modos de vida que sólo reflejan costumbres humanas (pero cómodamente dejar los que más nos gustan, como el uso de la electricidad sin ir más lejos). Lo que debemos recuperar no son costumbres, sino la esencia del Ruaj mismo a través del Plan completo de Yahweh, para obtener una cabal comprensión de qué es lo que estamos siendo llamados a hacer.

 

En la época de la congregación antigua la orden era formar el Reino terreno adecuado para el nacimiento de Mashíaj. Ellos no recibieron la orden de "ir al mundo y hacer talmidim". Esa orden fue dada a los creyentes de la siguiente etapa, la etapa después de la muerte y resurrección de Mashíaj. Los creyentes han vivido esta etapa por 2000 años, y hoy estamos preparándonos para entrar en la siguiente etapa, y la orden ya no es únicamente hacer nuevos discípulos (QUE TAMBIÉN DEBE HACERSE, no es una orden que haya sido descartada). Hoy la orden es salir de Bavel, limpiarnos de las viejas levaduras, Y PREPARAR A SU NOVIA PARA SU SEGUNDA VENIDA. Esta Novia es corporativa, y no podemos seguir edificándonos por separado, y tampoco podemos dejar de advertir a los demás, porque la orden de ser atalaya a otros también continúa vigente. No vamos desechando las tareas, vamos adicionando las nuevas, porque si estamos siendo perfeccionados, significa que debemos aumentar nuestras capacidades.

 

Sé que muchos se consideran completamente inadecuados e incapaces de encarar este ministerio, pero eso es porque CONFÍAN EN SUS PROPIAS FUERZAS. Ciertamente ninguno de nosotros es capaz en nosotros mismos, y en eso reside nuestra fe: en que si Él nos llama, ÉL HARÁ. El fracaso o éxito (conceptos relativos como ya sabemos, porque tantas cosas que en un comienzo parecían negativas resultaros ser grandes beneficios) de nuestro ministerio NO DEPENDE DE LO QUE SOMOS O HACEMOS, SINO DE LO QUE LE PERMITIMOS HACER Y DECIR A TRAVÉS NUESTRO.

 

Estamos viendo hoy el nacimiento de una pequeña semilla. Muchas otras, similares a ésta, están también naciendo en otros lugares del mundo, esperando la Cosecha. Pero si las plantas no crecen, ¿qué segará el Cosechador? Deberá dejar las plantas que no han producido para que maduren hasta la segunda cosecha. Debemos unirnos para comenzar a edificarnos unos a otros en ejad, para no ser "dejados para atrás".

 

Asimismo, si verdaderamente queremos trabajar para el Adón hoy en día, es Imprescindible que elevemos nuestro nivel educativo, y eso no quiere decir que hagamos cursos, sino que nos dediquemos prioritariamente al estudio de la Palabra, y a la edificación de la Novia. Si dejamos de avanzar, otros nos reemplazarán, y seremos eliminados.

 

Tengo la certeza de que dentro de dos o tres años tendremos muchos más kadoshim sirviendo a tiempo completo, porque lo que digo no es mío, está escrito. Debemos tener bien en claro que no podemos ser como los antiguos predicadores, los cuales estudian un poco de teología y aprenden algo sobre la Biblia, y luego con ese conocimiento bíblico tan limitado salen a ser predicadores. Ni siquiera como los que se preparan mucho, van a seminarios y salen secos y muertos, pero con muchas ideas de "cómo tener una predicación poderosa". Nosotros debemos esforzarnos por entrar en las profundidades de la Palabra. No salimos a transmitir información, sino a ministrar vida. Necesitamos la información como base, pero al Cuerpo para obtener vida.

 

Estamos teniendo un buen comienzo y estamos echando un buen fundamento en la restauración del Ruaj, todo lo cual será de gran ayuda para todo el Cuerpo. No debemos pensar que porque apenas hemos comenzado a Caminar las Escrituras podemos sentarnos a "esperar recibir el título" para comenzar a trabajar. No debemos confundir SALIR A HACER DISCÍPULOS con TRABAJAR PARA EL REINO. Muchos creen que para trabajar tienen que salir a traer gente, y eso, ya dijimos, es sólo una parte secundaria, PORQUE DEPENDE DE LA EDIFICACIÓN. Si no nos edificamos correctamente, ¿EN QUÉ CONVERTIREMOS A LOS NUEVOS QUE ATRAIGAMOS? ¿En más creyentes defectuosos? Por eso hay mucho más trabajo a realizar antes de alcanzar la meta de predicar de lleno a otros. Hoy nos preparamos, y eso implica reunirnos, aprender cosas, pero también aprender a discernir nuestros dones, nuestras funciones, cómo realizarlas, cómo aplicar las cosas que el Ruaj nos muestra a nuestras propias vidas, todo para poder ser ejemplos vivos para aquellos a quienes deseamos alcanzar.

 

Si hoy en día continuamos tratando de congregar según la vieja manera; es decir, tener reuniones de estudio, para aprender mucho y finalmente salir a trabajar como predicadores o como "recolectores" de creyentes, ESO NO DARÁ RESULTADOS. Ésta es la manera anticuada, es la manera muerta de las denominaciones de las que salieron. Esa manera no puede satisfacer las necesidades de esta época de transición, de preparación para la nueva etapa. Todos tenemos que hacer un gran esfuerzo para estar firmemente equipados con la verdad. Ésta es la base para ser conformados para la tarea que nos corresponde en esta época, y es la carga principal que siento por ustedes.

 

 

Asistir A Las Reuniones De Grupo Y Hablar De Parte Del Adón

 

Durante el entrenamiento todos deben hacer lo más que puedan para asistir a las reuniones de la congregación. Estamos todos en la etapa inicial, Y NECESITAMOS LA NUTRICIÓN CORPORATIVA. Ya no alcanza con la nutrición individual, esa etapa es la del llamado, cuando todos respondimos, pero ahora necesitamos ENTRAR EN CASA. El becerro gordo se mata y se come dentro de la Casa del Padre, y los que se mantienen fuera, no se alimentan, son como el hermano mayor.

 

A medida que crecemos y avanzamos, debemos traer a otros a este pequeño centro de inicio, porque de aquí saldrán las muchas semillas para multiplicarnos a muchos lugares y alcanzar a muchos, NUNCA SOLOS, SINO ACOMPAÑADOS Y CONECTADOS CON LOS DEMÁS EN LA NOVIA. No importa si hoy no han alcanzado la capacidad de explicar todo a los nuevos, PARA ESO DEBEN ESFORZARSE A TIEMPO COMPLETO. Las cosas del mundo deben pasar a tener importancia de segundo lugar. No que las dejemos de lado, debemos mantener los compromisos, PERO NO DEJAR NUESTROS CORAZONES ALLÁ AFUERA.

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