PIEDRAS VIVAS
SEN 13
El Fruto Del Amor 01
Profecía Sin Amor
Si tengo profecía y entiendo todos los misterios y todo conocimiento; y si tengo toda la fe necesaria para trasladar los montes, pero no tengo amor, nada soy. Qorintiyim Alef 13:2
Balaam fue un falso profeta clásico en el Tanaj. Nunca fue mencionado como un falso profeta, sino sólo como un profeta. Algunas de sus profecías forman parte de las Escrituras, como en Bamidbar 23:7-10; 23:18-24; 24:3-9-24:15-24. Él profetizó la verdad, pero no con un corazón de amor. No hay evidencia de que Balaam haya profetizado falsamente. Su problema era que era falso a Mashiaj; es decir, sus prioridades estaban equivocadas. Fue leal a los hombres y a sí mismo, en lugar de a Mashiaj.
La implicación es que si los creyentes no están motivados por el amor, difieren poco de Balaam, o incluso de los magos de Egipto o de muchos "psíquicos" actuales.
Si uno tiene el don de profecía, sabiduría, conocimiento o fe, pero no tiene amor, no es "nada". ¿Cuántas cosas hay por ahí que impresionan a las personas con sus dones espirituales? A menudo es difícil de discernir, porque la presencia en el escenario puede ser muy diferente de la vida personal. Todos conocemos cientos de ministros y pastores (incluyendo videos e internet, claro), y hemos visto muchas discrepancias. A veces estas cosas son reportadas en las noticias. La mayor parte del tiempo permanece oculto para los hombres, aunque no para Elohim.
No esperamos que los creyentes sean perfectos. Todos nos quedamos cortos de la gloria de Elohim, porque sólo tenemos la GARANTÍA del Ruaj, no la plenitud. Sin embargo, cuando el pecado se convierte en una forma de vida que debe ocultarse al público, entonces hay un problema.
Shaúl vio que tales problemas ya se estaban desarrollando en la congregación del primer siglo. El mismo problema es mucho mayor hoy después de siglos de desarrollo.
Haciendo El Bien Sin Amor
Si reparto todos mis bienes, y si entrego mi cuerpo para que lo quemen, pero no tengo amor, de nada me sirve. Qorintiyim Alef 13:3
El significado de Shaúl es claro. Uno puede renunciar a todo, e incluso estar dispuesto a morir por Mashiaj, pero si una persona no tiene amor, tales acciones no tienen valor ante los ojos de Elohim. Hay muchos que harían cualquier cosa por Mashiaj, pero harían poco o nada por sus vecinos. Sus buenas obras para Mashiaj son meras "madera, heno, paja" (Qorintiyim Alef 3:12) que se quemarán en el día de ajuste de cuentas.
Al ir más allá de la enseñanza real de Shaúl en este pasaje, también podemos ver la definición del apóstol del amor de Elohim en:
A duras penas habrá alguien que muera por un justo; sin embargo, podría ser que alguno se atreviera morir por el bueno. Pero Elohim demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, el Mashíaj murió por nosotros. Así que, ya que nos ha declarado justos mediante su sangre, con mucha más razón por medio de él nos salvará de la ira. Pues si, cuando éramos enemigos, la muerte de su Hijo nos reconcilió con Elohim, con mucha más razón, ya reconciliados, nos salvará su vida. Romaniyim 5:7-10
Hay muchos que amarían a sus vecinos, pero no a sus enemigos. Algunos ni eso. Y no alcanza con "no odiar"; eso aún no es "amar". Muchos aman al fundador de su propia religión o denominación, pero no a sus enemigos. El amor de Elohim se demuestra por el hecho de que Yahshua ha Mashiaj estaba dispuesto a morir por sus enemigos, no esperando a que se hicieran amigos. Él murió tanto por los incrédulos como por los creyentes, tanto por los que lo aceptaron como por los que nunca lo hicieron.
Hay algunos teólogos que argumentan que Mashiaj no murió por todo el mundo, sino sólo por aquellos que Él sabía de antemano que se volverían a Él y serían salvos. Esta es su forma de explicar y mantener su visión carnal de que la mayoría de los hombres se perderán para siempre. Pero nosotros ya hemos visto que ese punto de vista está equivocado Y NO ES ESCRITURAL (ver serie CTU - LA CEBADA, EL TRIGO Y LAS UVAS). Y la Escritura refuta claramente este punto de vista en Yahanan 3:16, Yahanan Alef 2:2 y Yahanan 12:32, donde el Apóstol del amor nos dice que Mashiaj murió por todo el mundo.
Ese amor es la base para la última parte de Romaniyim, donde Shaúl contrasta al primer Adam con Mashiaj:
Así que, como por el delito de uno vino la condenación a todos los hombres, así también por la vida justa de uno vino para todos los hombres la justificación que da vida. Romaniyim 5:18
Por lo tanto, la promesa de Elohim de bendecir a todas las naciones (Bereshit 12:3) y de hacer que cada uno sea Su pueblo (Devarim 29:10-15) se cumplió mediante el acto justo de Yahshua ha Mashiaj. Es un hecho logrado, y sólo el momento de la salvación individual de cada persona aún no se ha determinado. Y justamente para cumplir esa parte (la difusión de las Buenas Nuevas) ES QUE ENTRA EN ACCIÓN SU CUERPO.
Fue el amor de Elohim lo que hizo que Él estableciera EL Plan Completo, que comprende todos los pactos, del cual el Nuevo Pacto es el que abrió la puerta a la posibilidad de que seamos liberados en el Milenio para convertirnos en verdaderas copias de Mashíaj, conformados plenamente a Su imagen y semejanza, y reclamando el derecho de rescatar (ser goelim, parientes redentores) de los hermanos que han decidido que las cosas del mundo son más importantes que las del Padre, y han sido lanzados a "las tinieblas de afuera".
Este es el amor de Elohim, que forma la base de la enseñanza de Shaúl en Qorintiyim Alef 13.
El Amor Es Paciente
Elohim siempre ha buscado el fruto, porque es un paciente agricultor. Él plantó a Yisrael en la tierra de Kenaán a través de Yahoshúa (tipo de Yahshua) y esperaba encontrar buenas "uvas" (YeshaYah 5:1-2). En la gran granja de Elohim, Yisrael era "su viña", y Yahudá era "su planta deliciosa" (YeshaYah 5:7).
Pero YeshaYah nos dice que Yisrael se rebeló y produjo sólo uvas "sin valor", por lo que Yisrael fue expulsado y su viña entregada a otros QUE DEBERÍAN PRODUCIR LOS FRUTOS. Años más tarde, cuando Yahshua vino a Yahudá, encontró la misma situación y contó una parábola basada en el Canto de mi amado de YeshaYah (YeshaYah 5:1). Todo esto lo estudiamos en la serie ya mencionada, comenzando en CTU 18 - Yugo De Madera Y Yugo De Hierro 01). En MattiYah 21:33-44, los administradores de la viña de Elohim usurparon el fruto para ellos mismos, mataron a los siervos de Elohim (profetas) y luego, a sabiendas, mataron al Hijo para "apoderarse de su herencia" (MattiYah 21:38).
Elohim estaba buscando frutos de su viña, pero se le impidió disfrutar de los frutos de su trabajo. O bien la calidad del fruto era pobre, como con Yisrael (YeshaYah 5:4), o los administradores lo estaban robando, como con Yahudá (MattiYah 21:38).
En MattiYah 21, los viticultores malvados representaban a los hijos ilegítimos de Elohim que reclamaban la primogenitura de Yósef, al tiempo que se negaban a entregar el Cetro al verdadero Heredero de todas las cosas. Los verdaderos yisraelitas (hijos de Elohim) tienen amor, y los verdaderos judíos (o yahuditas) no usurpan el cetro de Yahshua ha Mashiaj (por eso se convirtieron y fueron los primeros creyentes).
El fruto de la viña de Elohim es el mismo que el fruto del Ruaj:
Pero el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley. GalutYah 5:22-23
El primer y principal fruto es el amor, en el que se basan todos los demás. Así como toda la ley depende del amor, también todos los frutos del Ruaj están enraizados en el amor, PORQUE SI YAHWEH ES AMOR, NOSOTROS DEBEMOS MANIFESTAR ESA MISMA ESENCIA COMO ÉL ES, si es que en verdad somos Sus hijos.
¿Qué Es El Amor?
Hay dieciséis características del amor en la lista de Shaúl en Qorintiyim Alef 13:4-8. Dieciséis es el número bíblico del amor. Un vencedor puede ir por la vida sin demostrar los dones del Ruaj (aunque esto es improbable), pero el amor es absolutamente indispensable.
1. El amor es paciente
2. El amor es amable
3. El amor no es celoso
4. El amor no se jacta (no se enorgullece)
5. El amor no es arrogante
6. El amor no actúa de manera impropia
7. El amor no busca su propio bienestar
8. El amor no es provocado
9. El amor no tiene en cuenta un mal sufrido
10. El amor no se regocija en la injusticia
11. El amor se regocija con la verdad
12. El amor lleva todas las cosas
13. El amor cree todas las cosas
14. El amor espera todas las cosas
15. El amor soporta todas las cosas
16. El amor nunca falla
Estas son las características de los hijos de Elohim que están destinados a heredar la vida en la primera resurrección (Hitgalut 20:4-6). En otras palabras, el capítulo 13 de los Qorintiyim Alef es el plan de Shaúl sobre cómo convertirse en un vencedor.
No todos los creyentes son vencedores. La mayoría de los creyentes, de hecho, heredarán la vida en la resurrección general al final de los mil años, como Yahshua nos dice en Yahanan 5:28-29, y como Shaúl nos dice en MaAseh 24:14-15. La resurrección general, que es la segunda, incluye tanto a los creyentes como a los incrédulos, mientras que la primera resurrección se limita a unos pocos e incluye sólo a vencedores.
Y al que lo había invitado le dijo: "Cuando ofrezcas una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te vuelvan a invitar a ti, y quedes recompensado. Pero cuando ofrezcas un banquete, invita a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos. Y serás feliz porque ellos no te pueden recompensar pero quedarás recompensado en la resurrección de los justos". Luka 14:12-14
Un vencedor, cuyo amor es incondicional, que otorga sin requerir algún beneficio a cambio (sin explotar a aquellos a quienes está redimiendo en su condición de goel), será recompensado en la primera resurrección, que es "la resurrección de los justos". Esta instrucción establece el fundamento del amor genuino, que es "amable "y "no busca su propio bienestar".
Debido a que el amor también se expresa en todas las leyes de Elohim (que dependen de él), sabemos que Yahweh quiso que la ley se escribiera en nuestros corazones, para que podamos ser amor. Los creyentes que aún tienen una mentalidad del Antiguo Pacto son aquellos que sólo REALIZAN actos de amor. Es la diferencia entre SER y HACER. Esto no es algo malo, pero tampoco es la meta. A través de la obra del Ruaj haKodesh en nuestras vidas, crecemos en gracia hasta que el amor se convierta en nuestra naturaleza y se exprese de manera natural y sin esfuerzo. Esta es la diferencia entre la ley externa y la interna.
¿Cómo Se Logra Tal Amor?
El Antiguo Pacto tiene una capacidad limitada para alcanzar la meta. Ellos debían recibir la Ley en sus corazones, pero rechazaron hacerlo en el Monte Sinay, en Shavuot, de manera que no pudieron ser capacitados para avanzar. Así, la ley les fue dada de manera externa. Por eso las personas que mantienen la ley fuera de sus corazones (Y QUE SE COMPRENDA QUE HAY MUCHOS, MUCHÍSIMOS PENTECOSTALES ACTUALES SALVOS, DENTRO DE ESTE GRUPO) están en la misma condición que los creyentes de la Era de Pésaj. No crean que los estoy llamando de incrédulos, porque estaría diciendo que ni Avraham, ni Yitzjak, ni Yaakov ni todos los santos del Tanaj fueron salvos AUNQUE CREYERON EN LA PROMESA. Las Escrituras no dicen eso, todo lo contrario. Ellos no tenían la ley dentro, sino fuera, y aún así ellos se sentarán en la mesa de las Bodas del Cordero (MattiYah 8:11). Existe mucha confusión acerca de quién es quién y cuáles son los límites de las cosas. Así como algunas personas del Tanaj tuvieron una vida de Shavuot (es decir, tuvieron comunión verdadera con Elohim), superando su condición de Pésaj histórica, así también muchos creyentes de la Era Pentecostal quedarán fuera de la "luz" (en las tinieblas de afuera) mientras aquéllos entrarán en Sukot. En otras palabras, MUCHAS PERSONAS DEL TANAJ ENTRARÁN EN SUKOT ANTES QUE MUCHAS OTRAS PERSONAS DEL B'RIT HADASHÁ, PORQUE TUVIERON FE EN LA PROMESA Y EN QUIEN LA HIZO, NO EN LOS RITUALES. Ellos sí permitieron que la Ley fuera grabada en sus corazones, y de esa manera se convirtió en parte de ellos, Elohim mezclado con el hombre.
Los incrédulos del Antiguo Pacto lo encontrarán imposible. Los creyentes del Nuevo Pacto encontrarán algún éxito, pero con dificultad y con limitaciones. Muchos de ellos, al fallar, tratarán de encontrar estímulos que los convenzan de que "son salvos", tanto inventando "shows espirituales" como buscando "raíces" donde no existen. Al final, se necesita una comprensión clara de la naturaleza del Nuevo Pacto para superar las limitaciones del Antiguo Pacto, y una mucho más clara y abarcante del Plan de Yahweh COMPLETO, para comprender que ninguno de los dos pactos son el fin, sino simples medios para resolver algunos "problemitas legales". El Antiguo Pacto resuelve legalmente nuestra separación de Yahweh, mientras que el Nuevo Pacto nos coloca de hecho en el camino de la santificación, entregándonos la garantía del Ruaj (la ley en nuestros corazones), para que andemos en las obras que Él preparó de antemano para nosotros.
En otras palabras, si nuestra fe se basa en nuestro propio voto de obediencia, basado en el patrón de salvación que se encuentra en Shemot 19:8, entonces lucharemos sin éxito para alcanzar la meta del amor perfecto. Pero si nuestra fe se basa en el voto de Elohim de hacernos su pueblo, de acuerdo con la promesa que hizo a Avraham, Yitzjak y Yaakov, y al patrón que se encuentra en Devarim 29:12-13, entonces y sólo entonces se puede lograr la meta. Elohim no puede dejar de cumplir el voto de su Nuevo Pacto.
Por lo tanto, si nuestra fe reside en nosotros mismos, y la capacidad de nuestra propia voluntad para cumplir sus buenas intenciones, fallaremos. Pero si nuestra fe reside en Elohim y en Su capacidad, entonces nuestra fe tiene el fundamento adecuado para producir el fruto del Ruaj que Yahweh quiso desde el principio.
Esto no quiere decir que no hagamos nada, ¡¡¡JUSTAMENTE ES TODO LO CONTRARIO!!! No sólo se trata de que busquemos ser guiados por el Ruaj en todo lo que hacemos, para que se entremezcle a fondo con nosotros y se convierta en nuestra misma esencia, sino de que corramos la carrera (y sí, ES UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO, cosa que muchos parecen no entender) para no ser descalificados, sino conseguir las coronas que nos declararán reyes y sacerdotes en el Milenio, ministrando a los lentos PARA QUE LA VIÑA DE YAHWEH FINALMENTE DÉ SU FRUTO, EL HIJO VARÓN.
La promesa del Padre era enviar Su Ruaj para cumplir la meta que nuestra carne era incapaz de hacer. De esta manera, Él nos transforma poco a poco a la imagen de Mashiaj cada día a través de experiencias de la vida real, a menudo por el sufrimiento y el dolor. Y SI HAY UNA META A CUMPLIR PARA LA CUAL NECESITÁBAMOS RECIBIR EL RUAJ, EVIDENTEMENTE HAY MUCHO PARA HACER MÁS QUE SENTARSE A CALENTAR BANCOS. Al recibir el Ruaj nos fue dada la garantía de que YA SOMOS HEREDEROS, recibiremos la herencia porque recibimos la filiación. Y si somos hijos, no sólo recibiremos herencia, sino también RESPONSABILIDADES. No vamos a recibir una herencia de un papá muerto, como en nuestro mundo sucede, en que el hijo sólo recibe los bienes a la muerte del padre. No, nuestro Padre es la propia Vida, y nuestra herencia no son casitas en el cielo para vivir la vida de vacaciones permanentes, tal vez haciendo alguien curso para aprender a tocar el arpa. Nuestra herencia es la tierra, nuestros propios cuerpos glorificados, para a partir de ese momento RECOMENZAR LA TAREA DE DONDE ADAM LA DEJÓ.
No es probable que este cambio incremental haga que alguien alcance la perfección durante esta vida, pero aquellos que son fieles en lo que se les da no perderán su recompensa.
Algún día, cuando se cumpla el segundo conjunto de fiestas en nosotros, cualquier imperfección que quede en nuestros corazones se limpiará el Día de la Expiación.