top of page

La Dictadura Del Feminismo De Género

La_Dictadura_Del_Feminismo_De_Género.jpg
​Una Violenta Perversión Del Feminismo Original

 

Durante una marcha ya vieja, feministas agredieron a UN GRUPO DE MUJERES CONTRARIAS A LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO. Aunque estaba convocada para manifestarse en contra de la violencia contra las mujeres desde el principio se vio que el fin último era el de imponer la ideología de género.

 

Durante la marcha se produjeron varios incidentes que mostraron muy a las claras la radicalidad de las feministas. Un grupo de mujeres, entre las que se encontraban víctimas de violencia doméstica, participó en la marcha pero pidiendo que esta causa en defensa de la mujer no fuera manipulada por la ideología de género.

 

Tal y como relata a Actuall Rocío Monasterio, el grupo en el que ella participaba fue agredido e insultado repetidamente por las feministas, al punto de que la Policía tuvo que escoltarlas.

 

Monasterio cuenta que su grupo, en el que había varios miembros de VOX, llevaba pancartas como "la violencia no tiene género", "más educar en valores, menos educar en género" o "ni machismo, ni feminismo". Sin embargo, al ver dichos lemas las feministas y algunos hombres reaccionaron de manera furibunda. "Hemos intentado entrar a la manifestación por un lateral pero nos han empezado a insultar y agredir para que soltáramos las pancartas", afirma.

 

Durante la marcha les decían que "no tenían derecho" a estar allí y con gran agresividad iban hacía ellas cogiéndolas de las muñecas y retorciéndolas para arrebatarlas las pancartas. Sólo la intervención policial evitó una desgracia. "Nos insultaban diciéndonos que éramos unas zorras, unas hijas de puta, que nos teníamos que pudrir y que éramos mujeres florero", cuenta a este diario Rocío Monasterio.

 

Además, este grupo de mujeres concienciadas en la causa de la violencia contra las mujeres pero contrarias a la ideología de género ha tenido que abandonar antes la manifestación puesto que la Policía les ha comentado que no podría garantizar su seguridad por mucho más tiempo. Aún así, Monasterio ha alabado en todo momento la seguridad que la Policía les ha proporcionado.

 

Mientras tanto, las feministas pronto se olvidaron de la violencia doméstica de la convocatoria para centrar su ira contra la Iglesia. El canto más coreado por las feministas ha sido el de "vamos a quemar la Conferencia Episcopal por machista y patriarcal".

 

Entre otros lemas violentos, se corearon barbaridades como "vamos a quemar la Conferencia Episcopal", "machotes a machete" y "varón, pardillo, tu boca en el bordillo", en referencia al método con el que un nazi le destrozaba la cabeza a un joven negro en la película "American History X". Pero ¿en qué consiste esta ideología de género o feminismo de género? Su denominación la acuñó una feminista, Christina Hoff Sommers, abiertamente opuesta a él. En su libro "Who Stole Feminism?". (¿Quién robó el feminismo?), publicado en 1994, escribió lo siguiente:

 

"El feminismo de equidad es sencillamente la creencia en la igualdad legal y moral de los sexos. Una feminista de equidad quiere para la mujer lo que quiere para todos: tratamiento justo, ausencia de discriminación. Por el contrario, el feminismo del "género" es una ideología que pretende abarcarlo todo, según la cual la mujer norteamericana está presa en un sistema patriarcal opresivo. La feminista de equidad opina que las cosas han mejorado mucho para la mujer; la feminista del "género" a menudo piensa que han empeorado. Ven señales de patriarcado por dondequiera y piensan que la situación se pondrá peor. Pero esto carece de base en la realidad norteamericana. Las cosas nunca han estado mejores para la mujer que hoy conforma 55% del estudiantado universitario, mientras que la brecha salarial continúa cerrándose".

 

 

Una Manipulación Del Feminismo Promovida Desde La Ultraizquierda

 

Ese feminismo de género, profundamente materialista y promovido inicialmente desde la extrema izquierda, QUISO APLICAR LA TESIS MARXISTA DE LA LUCHA DE CLASES A LAS RELACIONES SEXUALES, tal como explicaba una de las creadoras del feminismo radical, Shulamith Firestone (1944-2012). En su libro "La dialéctica del sexo" (1970) bebía directamente del pensamiento de Karl Marx:

 

"Asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; que se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva de la revolución feminista debe ser, a diferencia del primer movimiento feminista, no simplemente acabar con el privilegio masculino, sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente".

 

 

El Objetivo: Acabar Con La Maternidad - El Medio: El Aborto

 

Pero ¿cómo acabar con esas diferencias sexuales, si sólo las mujeres pueden ser madres? Firestone lo tenía claro: "el núcleo de la opresión femenina hay que buscarlo en sus funciones procreadoras y de crianza". ¿Y cuál era la solución que proponía frente a esa opresión? "La liberación de las mujeres de la tiranía de su biología reproductiva por todos los medios disponibles", Y ESTO ÚLTIMO INCLUYE EL ABORTO, POR SUPUESTO. Este feminismo de género decía defender a la mujer desligándola de una facultad exclusivamente femenina -la maternidad- y enfrentándola contra sus hijos, convertidos en simples obstáculos para alcanzar esa "liberación", de forma que si hace falta, se les liquida con la aprobación de la ley y la financiación del Estado. Así se crearon las perversas y totalitarias bases ideológicas de la legalización del aborto en países democráticos.

 

 

Un Proyecto De Ingeniería Social Que Se Empezó A Aplicar En La URSS

 

Esa visión nefasta y materialista de la maternidad y de las relaciones con los hijos fue promovida inicialmente por el marxismo, al que le interesaba destruir las relaciones familiares en su concepción totalitaria de la sociedad. No es casualidad que las dictaduras comunistas fuesen las más activas promotoras del aborto: el primer país que lo legalizó fue la URSS en 1920. En Cuba se legalizó en 1965, seis años después de la instauración de la dictadura castrista. A día de hoy, entre los países que más desprotegen a los niños por nacer en el mundo están dictaduras comunistas como China, Corea del Norte, Vietnam y Cuba. La promoción del aborto en esos países y también en muchos países democráticos ha generado la más absoluta irresponsabilidad de hombres y mujeres sobre los frutos de su sexualidad, pero con ciertas diferencias. Y ES QUE LAS LEYES CREADAS PARA PERMITIR MATAR A LOS HIJOS POR NACER HAN SIDO ESPECIALMENTE BENEFICIOSAS PARA LOS HOMBRES QUE QUERÍAN DESENTENDERSE DE SU DESCENDENCIA, AL CONVERTIR ÉSTA EN LA CONSECUENCIA DE UNA MERA ELECCIÓN DE LA MUJER Y, POR TANTO, EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD SUYA. Una feminista actual, Cecilia Voss Koch, ha denunciado las consecuencias del aborto para las mujeres:

 

"A base de animar a la sociedad a considerar al hijo de una mujer como una especie de propiedad desechable, el aborto refuerza la imagen de la propia mujer como una propiedad disponible y como un objeto sexual reutilizable -un recurso sexual renovable. No es ninguna coincidencia que el mayor contribuyente financiero a la causa de los "derechos de aborto" sea la Fundación Playboy. Cuando el aborto está disponible para todas las mujeres, toda la responsabilidad masculina para el control de la fecundidad ha sido eliminada. Un hombre sólo necesita ofrecer a la mujer un dinero para un aborto y eso es todo: ninguna responsabilidad, ninguna relación, ningún compromiso. Y en eso estamos... ¡recicladas y utilizadas de nuevo!"

 

 

Contra Las Niñas Por Nacer Y Las Madres En Nombre Del Feminismo

 

Esa legislación perversa ha dado lugar a la matanza de más de dos millones de niños por nacer en España. Teniendo en cuenta que algo más del 48% de los recién nacidos en España son niñas, podríamos concluir que de esos dos millones, más de 960.000 eran niñas por nacer, asesinadas con el beneplácito e incluso con el aplauso del feminismo de género. Pero esta matanza de niñas no es el único efecto directo de las leyes abortistas en las propias mujeres. Hace dos años la Fundación Madrina denunciaba que nueve de cada diez mujeres españolas sufren "mobbing maternal" (acoso laboral) en sus empresas, de modo que ser madre se ha convertido en un factor de exclusión social y laboral para la mujer. Y es que la desprotección de los niños por nacer va ligada a la desprotección de la maternidad. En 2009, durante un debate en el Parlamento de Galicia, UNA DIPUTADA SOCIALISTA FAVORABLE AL ABORTO TACHÓ DE "ULTRADERECHISTA" LA PROPUESTA DE OFRECER APOYO A LAS MADRES EMBARAZADAS SIN RECURSOS. En febrero de 2011, cuando el gobierno gallego aprobó definitivamente un plan de ayuda a la mujer embarazada, el PSOE descalificó la medida diciendo que pretendía "exportar a Galicia el modelo familiar de la ultraderecha". En un tono parecido, pero en este caso en el Parlamento de Asturias, la izquierda descalificaba una iniciativa similar entre insultos a las madres, llegando el PSOE a tachar de "casi ilegal" una iniciativa para apoyar a madres embarazadas sin recursos, CONSIDERANDO QUE OFRECERLES ALTERNATIVAS AL ABORTO VA "CONTRA EL DERECHO DE LA MUJER A DECIDIR". Un derecho que, por lo visto, sólo deja una opción a las madres: abortar.

 

En un excelente artículo de Luis del Pino, exponía la conclusión lógica a este tipo de comportamiento: SOCIEDAD DE HIPÓCRITAS. Transcribo el artículo:

 

El pasado miércoles era rescatado milagrosamente un bebé de apenas dos semanas, que había sido arrojado vivo a un contenedor de basura en Mejorada del Campo. El niño habría muerto, de no ser porque le oyó llorar un vecino que paseaba a su perro.

 

El bebé estaba metido dentro de una mochila, introducida a su vez en una bolsa de basura. Junto al bebé se hallaron un biberón y un chupete.

 

Fue precisamente el biberón lo que permitió a la Guardia Civil identificar rápidamente a la madre del bebé, puesto que se trataba de un modelo que solo había sido suministrado al Hospital del Henares. Repasando la lista de mujeres que habían dado a luz recientemente en ese centro hospitalario, se localizó a una mujer colombiana, madre de otros tres hijos de entre 4 y 11 años. La mujer se derrumbo al ser detenida y confesó los hechos.

 

Al parecer, había ocultado su cuarto embarazo a su marido, que discutió con ella al enterarse el mismo día del parto. También se lo había ocultado al dueño del bar en el que trabajaba de camarera, por miedo a perder su trabajo. Nacido el bebé, no dejaba dormir a nadie por las noches, debido a los llantos. La mujer, enfrentada a una situación que la superaba, terminó decidiendo arrojarlo al contenedor. Tras la detención, los otros tres hijos de la pareja han quedado a cargo del marido, de quien se descarta que estuviera al tanto de la acción de su mujer. La colombiana podría ser acusada de intento de asesinato.

 

Hasta aquí los hechos hasta ahora conocidos de un caso que ha horrorizado a mucha gente. Permítanme ahora que me haga algunas preguntas.

 

Esa mujer que arrojó a su hijo a un contenedor está considerada una asesina. Sin embargo, la misma sociedad que con razón la condena por intentar asesinar a un niño, habría mirado indiferente para otro lado si la mujer hubiera matado a su hijo tres semanas antes, abortándolo.

 

¿Cuál es entonces el pecado de esa mujer? ¿Haber sido tan pardilla como para no haber matado a su hijo según los cánones socialmente aceptados?

 

Porque ese niño es un ser vivo ahora, igual que lo era dos semanas antes de nacer. Ese niño es un ser humano ahora, igual que lo era dos semanas antes de nacer. Ese niño es un ser distinto de su madre ahora, igual que lo era dos semanas antes de nacer.

 

La única diferencia es que una sociedad hipócrita daba carta blanca para matarlo hasta hace dos semanas, para ahora rasgarse las vestiduras y señalar a esa mujer con el dedo acusador. Si lo piensan ustedes fríamente, esa sociedad la condena por arrojar vivo a su hijo a un contenedor, en lugar de abortarlo y dejar que sea la clínica la que lo arroje muerto a otro contenedor adecuado para residuos orgánicos.

 

Permítanme otra pregunta. Esa mujer ocultó su embarazo a su jefe, para no perder su trabajo. Ocultó su embarazo a su marido, tal vez para evitar las disputas por un cuarto hijo no deseado. Al final, como ella misma confesó, intentó matar a su hijo porque no podía con su cuidado, con el de sus otros hijos y con su trabajo. Eso no hace menos culpable su acción, pero permite intuir qué estaba pasando por su cabeza cuando decidió deshacerse de su hijo.

 

Ahora díganme: ¿qué podemos decir de una sociedad, la nuestra, donde una mujer embarazada, o que acaba de dar a luz, puede perder su trabajo, puede quedarse sin recursos para atender a sus otros hijos, puede verse imposibilitada para hacerse cargo de su familia?

 

Nuestra hipócrita sociedad, ante las dificultades que tantas mujeres tienen que afrontar, dispone de una solución muy sencilla: que aborten. Nada de introducir medidas de protección para las madres. Nada de garantizarles los recursos para poder hacerse cargo de su nuevo hijo y de los anteriores. Nada de ayudar a esas madres a compatibilizar la vida laboral y el cuidado de su familia. Es más barato que aborten. Deshacerse de un ser humano antes de que nazca son solo unos pocos cientos de euros. Así de simple.

 

A mí me horroriza lo que esa mujer ha intentado hacer. Pero me horroriza mucho más la hipocresía de la sociedad en la que vivo. Al menos esa madre intentó tener a su hijo, aunque luego se diera por vencida ante la indiferencia de una sociedad que, en el fondo, lo que la estaba diciendo a la cara es: "¡Si no puedes con el nuevo hijo, haberlo abortado y no te diríamos nada, bonita!".

 

 

El Siguiente Objetivo A Destruir: La Familia

 

Pero al feminismo de género no le bastaba con cargarse la maternidad para alcanzar sus objetivos. Esa ideología totalitaria chocaba con la existencia de una institución social ligada a la maternidad: la familia. En la citada obra, Shulamith Firestone apelaba nuevamente a Karl Marx para justificar este proyecto feminista de ingeniería social:

 

"Marx intuyó la existencia de algo cuya profundidad escapaba a sus conocimientos, cuando observó que la familia contenía en sí misma -en embrión- todos los antagonismos que luego se desarrollarían a mayor escala dentro de la sociedad y el estado. A menos que la revolución arranque de cuajo la organización social básica -la familia biológica, el vínculo a través del cual la psicología del poder puede siempre subsistir clandestinamente-, el germen parasitario de la explotación jamás será aniquilado. Necesitamos una revolución sexual mucho más amplia que la socialista y, por supuesto, que la incluya- para erradicar verdaderamente todos los sistemas clasistas".

 

¿Y cómo proponía destruir la familia? PUES RECURRIENDO DIRECTAMENTE A LA CIENCIA-FICCIÓN PARA DISEÑAR UNA SOCIEDAD SIN FAMILIAS:

 

"La reproducción de la especie a través de uno de los sexos en beneficio de ambos sería sustituida por la reproducción artificial. La división del trabajo desaparecería mediante la eliminación total del mismo (cybernation). Se destruiría así la tiranía de la familia biológica".

 

Nos encontramos ya con un diseño social puramente orwelliano, que se parece peligrosamente al de la novela "1984" o a "Mundo Feliz" de Huxley, THX 1138 (George Lucas) y tantas otras distopías, y que, como el comunismo, pretende subvertir las instituciones naturales de la sociedad a golpe de ingeniería social, recurriendo a todo tipo de atropellos para lograr sus objetivos, incluso agredir a las mujeres que no están de acuerdo con ese proyecto totalitario.

 

 

Una Ingeniería Social Que Genera Opresión, Violencia E Injusticia

 

Resulta alarmante comprobar hasta qué punto estas aberrantes tesis están siendo asumidas por sociedades como la nuestra, desatando la violencia contra el discrepante, la violencia contra los niños por nacer y la violencia en el seno de la familia. En este sentido, tampoco es casualidad que las leyes basadas en la ideología de género invisibilicen la violencia doméstica que sufren hombres y niños varones, y que la mera palabra de una mujer baste para detener a su pareja masculina, dando pie a la presentación de denuncias falsas y a la utilización de esta ley perversa como un método de chantaje. Recordemos que en los siete primeros años de su aplicación, los Juzgados de Violencia sobre la Mujer recibieron 1.034.613 denuncias, RESULTANDO EXCULPADOS 826.616 DENUNCIADOS, EL 79,89%. Se trata de la única ley, además, en la que el sexo es un factor a tener en cuenta en el caso de valorar si una denuncia merece ser considerada o si el culpable es reo de un delito (en el caso del varón) o de una falta (si es mujer), EN UNA DIRECTA VIOLACIÓN DE LA IGUALDAD ANTE LA LEY Y DEL DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA QUE PROCLAMA LA CONSTITUCIÓN. Y a estas agresiones contra derechos fundamentales, igual que pasa con la más brutal de todas -el aborto, que implica violar el derecho a vivir-, ya ni siquiera se oponen los políticos que votan estas leyes, ya sea por complejo, por tibieza o por miedo a ser blanco de las iras de personas violentas como las que agredieron a unas mujeres por discrepar. Con esta ingeniería social promovida por el feminismo de género no estamos consiguiendo una sociedad más libre e igualitaria, sino más opresiva, violenta e injusta. Y ya va siendo hora de decirlo alto y claro.

 

 

Conclusión

 

Lo que falta observar aquí es LA MANO QUE MECE LA CUNA. Y no me refiero a la humana. Cuando miramos y descubrimos la línea por donde pasan las cosas, vemos a un Marx siendo el "sembrador" de ciertas semillas que él ni siquiera vio germinar, y si ampliamos nuestra visión, deberemos admitir que acá NO HAY UN PLAN HUMANO, SINO UNO ULTRA-HUMANO, PORQUE TRASCIENDE A LAS EFÍMERAS GENERACIONES HUMANAS. Este plan sólo puede provenir de alguien que está más allá de estas cortas vidas, pero que las utiliza para su manifestación final, y ha venido trabajando para implementar en la sociedad lo que comienza como "ciencia ficción", literatura fantástica, utopías (utopías para ellos, distopías para el resto del mundo), vanas filosofías y en general, pensamientos de hombres y mujeres que han sido frustrados y castrados de a poco, en la medida en que sus padres, generación después de generación, ha ido cediendo a su carne, vendiéndose más y más al sistema satánico. Hoy vemos los claros resultados de las intenciones malignas del Enemigo, la completa distinción de la raza humana. Y lo conseguiría, si no fuera por la mano misericordiosa de Yahweh que, a su tiempo, lo detendrá y lo lanzará al abismo.

 

El movimiento feminista, SEA MODERADO O SEA FANÁTICO, así como todo movimiento racista, partidista, sectario, ES CONTRARIO A LA Torah, y no podemos adherir a ninguna de sus formas. El orden de las cosas lo ha decretado el Padre y es parte del castigo por la transgresión cometida por Adam y Javá, lo entienda el mundo o no. El problema es de los que se creen libres, y peor aún, que esa imaginaria libertad les da el permiso de odiar y de matar.

 

 

FUENTES:

Actuall

Contando Estrelas

Libertad Digital

 

bottom of page