Todos los programas psicológicos y psiquiátricos para niños se basan en la creencia de que los "expertos" en salud mental saben todo lo relacionado con la mente y los fenómenos mentales, conocen una mejor manera de vivir, un mejor sistema de valores y saben cómo mejorar la vida de los niños a un nivel que supera la comprensión y la capacidad no sólo de sus padres, sino de toda la sociedad.
La realidad es que todos los programas de salud mental infantiles están diseñados para controlar la vida de los niños hacia objetivos ideológicos específicos a costa no sólo de la cordura y bienestar de los niños, sino también la de sus padres y de la sociedad misma.
Como dice el Dr. Thomas Szasz, profesor emérito de psiquiatría:
"Durante mucho tiempo he opinado que el psiquiatra infantil es uno de los enemigos más peligrosos no sólo de los niños, sino también de los adultos que se preocupan por las dos cosas más preciosas y vulnerables en la vida: los niños y la libertad".
Los Peligros de la Autoestima
En vez de guiar a los niños hacia logros genuinos, de modo que sepan que son competentes y capaces y por lo tanto estén adecuadamente orgullosos de sí mismos, el concepto psiquiátrico de la "autoestima" le dice al niño que ha logrado algo, ya sea que lo haya logrado o no. Según esta perspectiva, se debe proteger al niño del fracaso o de cualquier conciencia de fracaso para así preservar su frágil sentido de sí mismo.
El profesor de sociología, Frank Furedi, afirmo:
"Según muchos educadores líderes, el reto que enfrentan las escuelas es el elevar la autoestima de los niños". Sin embargo, "no hay siquiera una evidencia de que tales "soluciones" funcionen... parece que no hay ningún intento para medir y tomar responsabilidad por los recursos gastados en esfuerzos para subir la autoestima de la gente y "darle poder’. Lo que hace el enfoque terapéutico es fomentar una actitud de sentimentalismo, en la que todo el mundo está siempre estresado, intimidado o traumatizado".
El Educador Alan Larson dice:
"Los niños a quienes se les dice que han logrado algo cuando no es así desprecian absolutamente al adulto. Creen que son absolutamente estúpidos. Y cuando toda su vida es así, llegan a sentir apatía ante ella, porque todo el mundo está loco. Se sienten mal por ocultar la verdad (el hecho de que en realidad no lo lograron) y se retiran del área lo que produce una total separación entre el niño y el tema de la educación, ya que es una mentira. Y los niños lo saben, lo único que produce autoestima es la confianza y la producción".
Clasificación de la "Depresión" Los psiquiatras y psicólogos aconsejan que el estado cada vez más decadente de nuestra juventud justifica la clasificación "obligatoria y generalizada de la conducta" o de "enfermedades mentales". Con esta licencia para inspeccionar a cada niño desde el nivel pre-escolar hasta la universidad, fraudulentamente afirman que pueden identificar a quienes están "en riesgo" de volverse inestables, antisociales e incluso violentos.
Beverly Eakman advierte:
"El término "clasificar" adquiere un nuevo significado cuando los niños, y por extensión, sus familias, están siendo evaluados buscando supuestos "indicadores" de trastornos psicológicos... y los resultados de tales análisis se introducen en sistemas electrónicos de transferencia con referencias cruzadas".
En otras palabras, una vez que la industria de salud mental ha "evaluado" al niño, esa información estará permanentemente en sus registros escolares y médicos.
El programa TeenScreen® (Clasificación Juvenil) de los Estados Unidos asegura que la identificación y el "tratamiento" de niños "en riesgo" puede impedir suicidios.
Pero un informe de Nevada del 2003 señala que el 31% de los estudiantes que han sido clasificados "están en terapia; el 9% está viendo a un psiquiatra y está utilizando medicamentos, y el 1% ya ha intentado suicidarse".
Panamá, Guam y Canadá también utilizan el TeenScreen.
Las encuestas sobre la "salud" que usa este programa hace a los estudiantes preguntas como, "¿Ha habido alguna ocasión en que nada era divertido para ti y simplemente no estabas interesado en nada?". "¿Ha habido alguna ocasión en que sentiste que no podías hacer nada bien o que no eras tan atractivo o inteligente como otros?"62 Si hay suficientes preguntas marcadas, el siguiente cuestionario llamado "Programa de entrevista de diagnóstico para niños" (DISC), deliberadamente verifica 18 trastornos psiquiátricos.
Entonces se envía al niño con un psicólogo o psiquiatra y, por lo general, se le recetan drogas.
Joseph Glennmullen de la Facultad de Medicina de Harvard dice que el cuestionario que se utilizaba para diagnosticar la depresión "puede parecer científico", pero "cuando uno examina las preguntas que se hacen y las escalas que se usan, se da cuenta de que son medidas completamente subjetivas".
El Dr. Julian Whitaker, un respetado médico estadounidense y fundador del Centro de Bienestar Whitaker, cuenta esta historia:
"Hice un test (de depresión), llamado el Instrumento de Evaluación Zung, en el website de Prozac. Se contestan 20 frases con una de las siguientes frases: no con frecuencia, a veces, a menudo, o siempre. Las preguntas incluyen, "me siento descorazonado, desanimado, y triste’, "tengo problemas para dormir durante la noche’, "como la misma cantidad que antes" "tengo problemas de estreñimiento’. "Tengo tanta claridad mental como antes’. "Estoy más irritable que de costumbre’, "me es fácil tomar decisiones".
(Como se puede ver, algunas de estas preguntas son confusas, si no irracionales).
"Yo seleccioné "algunas veces" para cada frase, como lo haría una persona normal y cuerda. Mi resultado fue 50, y me aconsejaron que le mostrara este test a mi médico y le "pidiera una evaluación para depresión’".
No es sorprendente que obtener la aprobación de los padres a través de las escuelas haya sido un problema. Una carta informativa dice:
"Como muchos de nuestros compañeros saben, lograr que se firmen los impresos de consentimiento para participar en el Programa TeenScreen no es una tarea sencilla. Insistimos en que los sitios sean creativos respecto al primer paso del programa; por ejemplo, que creen incentivos únicos que llamen la atención de los estudiantes, como la renta de películas o cupones para comida rápida".
Otros incentivos incluyen 5 dólares en efectivo, certificados para regalos, comprobantes para la entrega de comida, fiestas con pizza, lapiceros y ofrecimientos de crédito académico adicional para los estudiantes que regresen las formas firmadas por sus padres al final de la semana escolar.
"La clasificación por depresión" en la comunidad en general ha tenido influencia en los 60 millones de prescripciones para antidepresivos que se escribieron en los Estados Unidos; aproximadamente el 10 % de la población americana, incluyendo 1.5 millones de niños. La campaña "Vence la depresión" de Inglaterra tuvo como resultado "un incremento considerable en las prescripciones de antidepresivos hechas por médicos generales". Como se tratará más adelante, estas drogas causan o aumentan el comportamiento violento y suicida. Por lo tanto, la "clasificación para adolescentes" y otros programas de "clasificación de la depresión" son una causa potencial de grandes incrementos en el índice de suicidios juveniles, cuando se prescriben drogas a los niños que supuestamente están "en riesgo".
En el 2001, un proyecto de ley de Minnesota que hubiera ordenado que se hiciera la clasificación de salud mental en las escuelas públicas fue derrotado. Hablando de su testimonio contra el proyecto de ley, el psicólogo Bill Harley declaró: "Yo pregunté a los miembros como ellos se sentirían con respecto a una clasificación (de políticos) para toda la legislatura, sobre trastornos de salud mental junto con una intervención temprana.
La legislatura les pagaría a quienes hicieran la clasificación para que proporcionaran una extensa terapia, si se encontraba que existía un problema potencial en cualquiera de ellos. Y, desde luego, los resultados de la clasificación estarían disponibles a un gran número de personas, junto con el plan terapéutico y su buena disposición de cooperar con el plan.
"Entonces, mencioné que yo podría identificar fácilmente en cada legislador una predisposición emocional que posiblemente crearía problemas para ellos en el futuro, y podía diseñar un plan de tratamiento muy largo como intervención temprana.... La clasificación y la intervención temprana parecen una gran idea hasta que usted resulta ser el que debe ser clasificado. Entonces es mucho más fácil ver los problemas de este enfoque".
Se Debilita la Moral, se Crea Promiscuidad
Una fuente de la tensión para los padres de familia en la educación actual es la cantidad de programas de educación sexual y el tipo de atención que se les da. Son obligatorios en las escuelas de muchos países, la mayoría comienzan con niños de 12 años de edad, aunque en algunos países, la educación sexual empieza en el jardín de niños.
¿Quién puede cuestionar los méritos de la educación sexual en algún momento de la vida de un niño? Las preguntas legítimas que los padres pueden hacer son: ¿En qué punto?, ¿Quién se encargará de darla? y ¿cómo? Sin embargo, la psiquiatría y la psicología han impuesto las respuestas mientras progresivamente privan a los padres de su derecho a participar en la educación sexual.
Un polémico programa británico de educación sexual conocido como "Una Pausa" se usa en aproximadamente 150 escuelas secundarias.
Lynda Brine, profesora de destrezas científicas avanzadas, que escribe en el Times Educational Supplement (Suplemento Educativo de los tiempos), dijo el que el programa al que ella asistió no hizo a los niños conscientes de que las relaciones sexuales de personas menores de 16 años de edad son ilegales. Ella también expresó preocupación por la forma en que se esperaba que los profesores respondieran "a preguntas frecuentes".
Brine escribió: "Entre los ejemplos, está una muchacha de 14 años que preguntó: ¿A qué sabe el semen? ... Yo me pregunto por qué los chicos de esta edad preguntan tales cosas... Un curso como éste da a los niños información que ellos no saben o no deberían saber".
En Mainz, Alemania, el Ministerio de Salud produjo un folleto llamado, "Hablemos sobre el sexo" en el cual un joven hace la pregunta:
"¿Cuánto tiempo debería estar junta una pareja antes de empezar relaciones íntimas?". La respuesta que se da: "No hay ninguna regla, nada a lo que estés obligado. Haz lo que te gusta y cuando quieras hacerlo. Tus emociones (sentimientos) son los que cuenta".
Un informe alemán de 1993 llamado: "Perversion statt Aufklärung" (Perversión en Lugar de las Aves y las Abejas), expuso cuántos millones de marcos alemanes se han gastado en un Centro de Ayuda al SIDA que proporcionaba pornografía y propaganda sexualmente estimulantes para que los profesores impartan clases de educación sexual. Nada menos que un lavado de cerebro; el programa para niños de 12 años de edad y mayores le pide al niño que saque una tarjeta en la cual se da un tema para discutir abiertamente en grupo. Algunos temas incluyen: "¿Alguna vez has visto una película pornográfica?". (Existen múltiples respuestas para escoger, desde pensar que es estúpido hasta sentirse excitado por ella). "¿Has toqueteado a alguien en un coche?". "¿Qué tan importante es la sexualidad en tu vida?".
En una lección impartida a escala nacional en los Estados Unidos, conocida como "Debate Sobre la Pornografía", se pide a los estudiantes investigar y debatir los pros y los contras de la pornografía y de la ley relacionada con "limitar o ampliar los derechos de la Primera Enmienda (libertad de expresión)".
En el 2003, una madre de familia, Denise Walker, de Minnesota testificó ante la legislatura del Estado que las escuelas deberían exigir que se enseñe abstinencia a los estudiantes como parte de la educación sexual:
"Mi vida fue un infierno viviente como el resultado de un programa escolar que básicamente decía: "Haz lo que quieras, pero usa un condón".
Jennifer Beecher, estudiante del último año de preparatoria que testificó sobre el mismo tema dijo que las enfermedades transmitidas por el sexo y el embarazo de adolescentes son un problema en su escuela y que no se da mucha atención a la abstinencia en los salones de clase.
"Realmente no le asignan tiempo... Básicamente nos enseñan a tener sexo seguro".
Kay Fradenecks, una alumna de clarificación de valores, explicó sus devastadores efectos:
"A consecuencia de las enseñanzas que recibí como estudiante, comencé a abusar de las drogas y me hice sexualmente promiscua. Me embaracé dos veces, y dos veces aborté a mis bebés; los efectos de esto siguen siendo evidentes en mi hoy en día. Se aplaudió... mi decisión de abortar y se me animó a compartir mi experiencia con mis compañeros".
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