¿Cómo se sentiría si supiera que se está implementando una tecnología no probada en todo Estados Unidos sin supervisión gubernamental, sin transparencia, sin aportes públicos, sin regulaciones y sin estudios a largo plazo sobre la salud y los impactos ambientales? ¿Cómo se sentiría si supiera que están desplegando sensores para ser instalados en todo, desde ropa, electrodomésticos, materiales de construcción, automóviles, cosméticos, juguetes, computadoras, muebles, etc., convirtiendo nuestro mundo en una Internet Globalizada?
¿No sería genial? ¿Vivir en una realidad virtual donde cada objeto y cada ser vivo está conectado a una red global inalámbrica? Permitiendo que cada cosa que hagamos sea completamente monitoreada y controlada, recolectando cada bit de información sobre nuestras vidas a medida que avanzamos en nuestro día... En última instancia, toda esta información se venderá (y se pirateará) a corporaciones, naciones y diversas agencias del alfabeto para que sean analizadas, sintetizadas y puestas a disposición de cualquiera que haga lo que quiera, ya que esta nueva frecuencia de onda milimétrica no probada, conocida como 5G , actualmente se está desplegando silenciosamente en todo el mundo: estamos bajo el radar.
Mientras tanto, la industria inalámbrica está impulsando esto tan rápidamente que está ignorando la Apelación de los científicos internacionales de la FEM ante las Naciones Unidas (esto para cerrar un poco la boca enorme y mentirosa de los que aseguran que los "negacionistas del 5G" son todos conspiranoicos desinformantes e ignorantes, aunque ya sabemos lo que el poder detrás de estas cosas hace con los que se le oponen, basta ver la guerra contra los científicos anti-vax). Al 22 de marzo de 2017, el llamamiento ha recibido 225 firmas de 41 naciones "ante las Naciones Unidas, solicitando a la ONU y a todos sus estados miembros del mundo, alentando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a ejercer un liderazgo sólido para fomentar el desarrollo de Pautas EMF más protectoras sobre los riesgos para la salud, particularmente los riesgos para los niños y el desarrollo fetal. Al no tomar medidas, es quien no cumple con su función como una agencia de salud pública internacional preeminente”. Esta es solo una de las razones por las que siento que tenemos que frenar el expansionismo de la red inalámbrica / G5.
Nuestra salud está en riesgo, mientras que nuestros representantes estatales están permitiendo que estos perpetradores corporativos continúen con su despliegue de tecnologías, mientras que la mayoría de los estadounidenses no tienen idea de lo que está a punto de ser elevado a nuestra biosfera.
Tenemos que entender que cuanto más alta sea la calificación G, como en 1G, 2G, 3G, etc., más tóxica es esta tecnología.
Ahora estamos entrando en un territorio desconocido conocido como 5G. La exposición a microondas y EMF en el nivel 4G ya ha disminuido la salud general de los Estados Unidos.
Bajo el plan 5G actual, cada pulgada cuadrada de América será bañada y cubierta por microondas penetrantes e irradiantes como nunca antes. Será imposible escapar de esto. Imposible.
Si usted es un ambientalista, no se engañe: esta tecnología es la antítesis de "verde". No se debe confiar en cualquier "ambientalista" u organización ambiental que diga lo contrario.
Sólo el daño causado a las abejas es monumental. Los estudios ya han demostrado el impacto en las colonias de abejas con tecnología mucho más antigua y menos tóxica. Solo puedo imaginar lo que la red 5G y sus 2 millones de "celdas" adicionales instaladas en todo nuestro país van a hacer con nuestra industria alimentaria si las abejas desaparecen.
Lynne Wycherley escribe en La polución inalámbrica "fuera de control" de The Ecologist como una carrera corporativa para 5G Gears Up, "Todavía se está descubriendo la exquisita electrofisiología de la vida. Investigadores de la Universidad de Bristol informaron en mayo que los pelos de las abejas son altamente sensibles a los delicados CEM de las flores. En ensayos controlados en Suiza, las abejas reaccionaron a las señales de los teléfonos móviles con una "canalización" aguda: una señal para abandonar una colmena.
Otros estudios muestran que las mitocondrias, las pequeñas casas de poder en nuestras células, están en riesgo por nuestros nuevos CEM. Y que incluso el ADN, en su delicada estructura de antena, puede ser sensible a la frecuencia. No se conocen las implicaciones ecológicas a largo plazo de nuestra nueva radiación antropogénica. Pero estudios revisados por pares que revelan daños a aves, renacuajos, árboles, otras plantas, insectos, roedores y ganado, ofrecen pistas.
Esta es una tecnología que se viene desarrollando desde hace casi 60 años. Y si bien hay una gran cantidad de estudios, incluidos los estudios financiados por el gobierno que demuestran el aumento del riesgo de cáncer y tumores cerebrales, también hay investigaciones financiadas por la industria que expulsan información contradictoria y estos son mitos peligrosos que continúan propagándose en la medios de propiedad corporativa.
Aún más alarmante es la Ley de Telecomunicaciones de 1996 que prohíbe a cualquier gobierno local tomar una decisión basada en los impactos negativos para la salud de la industria inalámbrica. En otras palabras, esta es una orden de 20 años de antigüedad que se colocó sobre el pueblo estadounidense antes de que tuvieran alguna idea de cómo podría verse una red inalámbrica ampliada y amplificada.
Mientras tanto, los líderes de todo el mundo toman los efectos dañinos mucho más en serio, como "Suiza, Italia, Francia, Austria, Luxemburgo, Bulgaria, Polonia, Hungría, Israel, Rusia y China han establecido límites de exposición de RF de 100 a 10,000 veces menos que los ESTADOS UNIDOS. Reconocen que puede haber efectos biológicos no térmicos de la radiación inalámbrica. En última instancia, estas naciones están asumiendo el principio de precaución que dice que "si una acción o política tiene un riesgo sospechoso de causar daños al público o al medio ambiente, en general. la falta de consenso científico (que la acción o la política no es perjudicial), la carga de la prueba de que no es perjudicial recae sobre quienes toman esa acción".
Durante más de 50 años, científicos y expertos de la industria han sabido que estas radiaciones de radiofrecuencia moduladas por pulsos de microondas día a día son muy tóxicas; particularmente a mujeres embarazadas y niños, y aún así nuestros líderes permiten que la industria de las telecomunicaciones continúe su expansión, completamente desenfrenada; eviscerando las mismas protecciones que impidieron que la industria nos arruinara en primer lugar.
Podemos esperar, en el futuro, que nuestra salud seguirá estando cada vez más comprometida, manifestándose de muchas maneras diferentes; La sensibilidad EMS es acumulativa. Con el tiempo, se acumula en nuestros cuerpos, lo que hace que las personas tengan grandes dificultades para protegerse de la más simple de las colas al tiempo que muestran mala salud en innumerables formas.
Hay pruebas suficientes y estudios suficientes que deberían hacer que el público en general y nuestros líderes estadounidenses hagan una gran pausa antes de implementar esta tecnología en todos los vecindarios de los Estados Unidos.
Esto, literalmente, se ha convertido en una industria desenfrenada y no regulada que, una vez implementada completamente, se convertirá en una jaula planetaria inalámbrica. Es con esta tecnología que sus proponentes tienen la intención de monitorear y controlar todo a la vez que comprometen nuestra salud y la biosfera que nos rodea. Lo siento si esto suena Orwelliano, pero eso es porque lo es.
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