
De acuerdo al autor y profesor emérito de psiquiatría internacionalmente reconocido Thomas Szasz, "La mayoría de las personas de la tercera edad se pueden cuidar a sí mismos, tanto económica como físicamente, por lo menos por un tiempo... Sin embargo con el avance implacable de la edad estos atributos gradualmente se erosionan. Si se mantiene alerta, puede deprimirse y decirse algo como esto: "Nadie me necesita ya. No soy útil para otros. Ni siquiera puedo cuidarme a mí mismo. No valgo nada. Estaría mejor muerto".
El Dr. Stanley Jacobson, PH. D., escribió que "la depresión" entre las personas mayores es actualmente un "tema intenso" en el mundo de la salud mental:
"Si el anciano no está triste pero se queja demasiado de malestares menores, o se imagina una enfermedad cuando no puede encontrársele alguna, los expertos dicen que están deprimidos y necesitan ayuda profesional. Y si el anciano no está triste o hipocondríaco pero tiene problemas relacionados con el apetito, el sueño, la energía, los expertos dicen que están clínicamente deprimidos y necesitan ayuda profesional".
El Dr. Stanley Jacobson dice que "los expertos" están equivocados.
"LA VEJEZ EN SÍ MISMA ES UNA RAZÓN PARA ESTAR TRISTE SI UNO SE QUEDA PENSANDO EN ELLO, Y DE TODOS MODOS ES UN ASUNTO DE VIDA O MUERTE CON EL QUE HAY QUE LUCHAR".
"Cuando todos los doctores estén conscientes de las reacciones que producen las drogas en los ancianos, los especialistas se quedarán sin negocio", dijo el doctor australiano Lefroy. Además los hospitales normales deberían convertirse en el primer centro de atención para ancianos, de la misma manera que están ahí para los demás, no los deben cuidar en las residencias de ancianos que son frecuentemente administrados para obtener beneficio y no tienen estándares aceptables, especialmente cuando tienen como base el modelo psiquiátrico.
Todo tratamiento psiquiátrico no es más que un asalto criminal a la salud mental de nuestros seres mayores. Ellos merecen y necesitan que les protejamos contra tal abuso.
La Necesidad de Atención Médica Adecuada Estudios médicos han demostrado una y otra vez que para muchos pacientes, lo que parece ser un problema mental, en realidad es causado por una enfermedad o condición física.
No quiere decir "desbalance químico" o una "enfermedad basada en el cerebro".
Tampoco significa que una enfermedad mental es física. Lo que sí quiere decir es que los problemas médicos normales pueden afectar el comportamiento y la apariencia física.
Gary Oberg, médico, ex-presidente de la Academia Americana de Medicina Ambiental, dice: "las toxinas, como los químicos en la comida y el agua del grifo, el monóxido carbónico, los vapores de diesel, los solventes, los atomizadores de aerosol y los químicos industriales son capaces de producir síntomas de disfunción cerebral que pueden conducir a un diagnóstico impreciso de la enfermedad de Alzheimer o de demencia senil".
El ex-psiquiatra William H. Philpott, ahora especialista en alergias nutricionales del cerebro informó: "los síntomas que resultan de las deficiencias de la vitamina B12 son falta de concentración hasta depresión profunda, agitación severa y alucinaciones. La evidencia mostró que ciertos nutrientes tenían la capacidad de detener reacciones neuróticas y psicóticas y que los resultados podían ser inmediatos".
De acuerdo a un grupo de salud mental: "Cuando una persona permanece deprimida a pesar de los esfuerzos normales para remediar el problema, se debe considerar una fuente física de la depresión". Ellos mismos enlistan un número de fuentes físicas posibles incluyendo: deficiencias nutricionales, falta de ejercicio, problema de tiroides, función adrenal deficiente, desórdenes hormonales, hipoglicemia, alergias alimenticias, metales pesados, perturbaciones del sueño, infecciones, problemas cardíacos, enfermedades pulmonares, diabetes, dolor crónico, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, derrame cerebral, enfermedad hepática e inclusive las mismas drogas psiquiátricas.
Varias enfermedades imitan casi idénticamente los síntomas de la así llamada esquizofrenia. El Doctor A. A. Reid hace una lista de 21 condiciones, empezando con una cada vez más común: "la psicosis temporal generada por drogas tipo anfetamina". El Doctor Reids explicó que la psicosis inducida por drogas aparece como psicosis completa con delirios de persecución y alucinaciones, "usualmente no se le puede distinguir de una esquizofrenia paranoica aguda".
En 1998, la Junta Social Sueca citó varios casos de acciones disciplinarias contra psiquiatras, incluyendo uno en la que un paciente se quejaba de dolores de cabeza, mareos y de tambalearse al caminar. El paciente se había quejado de tener estos síntomas con el personal psiquiátrico durante mucho tiempo, antes de que un examen médico revelara que tenía un tumor cerebral.
El Doctor Thomas Dorman, un internista y miembro del Colegio Real de Médicos del Reino Unido y de Canadá aconsejó:
"... por favor recuerden que la gente sufre de enfermedades orgánicas. Los clínicos deben ante todo recordar que el estrés emocional asociado con una enfermedad crónica o una condición dolorosa puede alterar el temperamento del paciente. En mi práctica me he encontrado con innumerables personas con dolor crónico de la espalda que fueron etiquetados como neuróticos. Una afirmación típica de estos pobres pacientes es: "Pensé que en realidad me estaba volviendo loco". Con "frecuencia", dijo, el problema ha sido "simplemente un problema de ligamentos en la espalda que no se había diagnosticado".
Un examen médico apropiado, realizado por especialistas en diagnóstico no psiquiátrico, es un paso preliminar vital en la demarcación del camino a la recuperación para cualquier individuo mentalmente perturbado.
Entonces, se deben dirigir fondos hacia aquellas instituciones de salud mental que tengan una dotación completa de equipo de diagnóstico y médicos competentes (no doctores psiquiatras). De esta manera, al encontrar la condición física subyacente se podría eliminar más del 40% de las admisiones psiquiátricas.
Lo mínimo que merecen nuestros ciudadanos de la tercera edad es poder gozar sus años dorados, con la certeza de que no serán sacados de sus casas, encarcelados, en condiciones similares a las de una prisión, drogados hasta volverse estúpidos y brutalmente shockeados con electrodos pegados a sus cabezas. Volverlos inactivos e insensatos mediante drogas poderosas que alteran la mente y ECT además de los efectos secundarios horribles y peligrosos, es un asalto imperdonable a nuestros ancianos.
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