W.I.T.C.H.,
La Conspiración De Las Brujas Feministas
La Felguera, una pequeña editorial especialista en rescatar historias atípicas o que nunca antes fueron contadas, ha reeditado recientemente el libro W.I.T.C.H: La Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno (Women's International Terrorist Conspiracy from Hell). Tras este satánico nombre se escondía un colectivo de mujeres que desde 1968 hasta 1970 hicieron feminismo de guerrilla en diferentes puntos de Estados Unidos. No tuvieron una organización centralizada, ya que cada grupo se formó de manera independiente inspirándose en las ideas y las acciones del grupo anterior. Su estética no pasaba desapercibida: largas capas negras y caras desfiguradas por un maquillaje diabólico, las W.I.T.C.H eran a fin de cuentas, brujas del siglo XX. Sus armas eran la acción directa, el boicot, las manifestaciones y, por supuesto, los hechizos y aquelarres.
Las W.I.T.C.H nacieron durante la Segunda Ola de Feminismo por una división del colectivo New York Radical Women en dos grupos diferenciados. Las W.I.T.C.H estaban interesadas en un feminismo social y político, de acción directa, un feminismo de guerrilla: sus apariciones públicas estaban a medio camino entre la protesta y la performance artística. Fueron pioneras en la unión de texto e imagen con la intención de salir en la prensa y así viralizar su mensaje. ¿Cómo? Actuando como brujas, lanzando maldiciones delante de la bolsa de Wall Street o mediante aquelarres públicos. Creando una imagen potente y diferenciada, conseguían mayor atención de la prensa. Pero no debemos olvidar el contenido por potente y artístico que fuera el continente:
"W.I.T.C.H. significa romper el concepto de mujer como criatura biológica y sexualmente definida. Implica la destrucción del fetichismo de la pasividad", rezaba uno de sus manifiestos, presentados públicamente como "hechizos".
Susan Wildburg, de W.I.T.C.H., escribió al respecto que "contemplaban cómo se repetían los viejos esquemas machistas, la misma ideología patriarcal que habían sufrido ellas mismas, sus propias madres y las madres de sus madres. Las viejas organizaciones no les servían; los viejos grupos radicales estaban agotados. Esa construcción de la nueva sociedad, que parecía ser obra exclusiva de los hombres, excluía los derechos de las mujeres y planteaba la lucha siempre en términos femeninos y nunca feministas. El debate del machismo dentro de la izquierda resultaba incómodo y áspero para muchos militantes, incluso ingrato. Nadie quería hablar de ello. La lucha feminista se proyectaba como una ausencia, una lucha contra el espejismo idealista de los hombres de izquierda condescendientes con sus mujeres".
De esta forma, en plena combustión política, las mujeres reabrían un nuevo paradigma, el feminista, que si bien procedía de la tradición de las sufragista, se mantenía al margen de las principales reivindicaciones.
Aparecieron multitud de grupos exclusivamente de mujeres que reflexionaban sobre su papel en la revolución social y donde eran ellas mismas quienes proponían y deliberaban sobre la problemática de género en la estructura social desde un punto de vista genuinamente de mujer.
De entre los distintos grupos feministas de finales de los sesenta apareció W.I.T.C.H., Conspiración Internacional de las Mujeres del Infierno, quizá uno de los más seductores y singulares de todos ellos.
Tenían la teoría y contaban con la experiencia como militantes de grupos mixtos, pero faltaba completar el grupo con una metafísica. Fue así como Robin Morgan, una de las principales fundadoras, terminó de darle forma cuando en una de sus reuniones dijo: "Mirad, tenéis un análisis político, pero no tenéis una cosmología. Sé lo suficiente para comenzar esto. El resto nos lo tenemos que inventar".
W.I.T.C.H. Comunicados y Hechizos. La Felguera Editores, 2015
Las Nuevas Herejes
Las miembros de W.I.T.C.H. se auto-declararon brujas, y envolvieron su discurso de un universo esotérico que resucitaba el lado oscuro que había llevado a miles de mujeres a la hoguera. Del pasado se trajeron el relato de todas las mujeres asesinadas por el poder eclesiástico. Inventaron un mundo literario alrededor de un proyecto de acción directa donde conjuros y hechizos se convirtieron en las armas de guerra para acabar con el enemigo. Se abría un firmamento literario que recogía toda la iconografía de la historia de las brujas para asaltar la calle como un espacio público de acción. Su estética facilitó su crecimiento, y al poco tiempo habían contagiado a multitud de grupos de otras ciudades.
"Somos Brujas. Somos mujeres.
Somos liberación. Somos nosotras"
Fue en el Gem Spa de Nueva York, el día de Halloween, donde se dieron a conocer. Frente a la presencia de periodistas de diferentes medios de comunicación se agruparon dentro de un círculo dibujado en el suelo para protestar por el juicio a los 8 de Chicago. Fue cuando juntas pronunciaron su hechizo fundacional:
"En el sagrado y Más poderoso Nombre de W.I.T.C.H., Conspiración Terrorista Internacional de Mujeres del Infierno. Nosotras, Hermanas Brujas del único verdadero Subsuelo, anunciamos nuestra presencia y comenzamos nuestro hechizo".
¿Por qué brujas?
Porque La Rebelión Es Como El Pecado De La Brujería
(Citando Shemuel Alef 15:23)
MANIFIESTO
W.I.T.C.H. ES UN TODO DE TODAS LAS MUJERES. Es teatro, magia de la revolución, terror, alegría, flores de ajo, hechizos. Es la conciencia de que las brujas y las gitanas fueron las primeras guerrilleras y luchadoras de la resistencia contra la opresión -especialmente la opresión contra las mujeres- a través de la historia. Las brujas siempre han sido mujeres que se han atrevido a ser geniales, valientes y regresivas, inteligentes, inconformistas, exploradoras, curiosas, independientes, liberadas sexualmente, revolucionarias.
Esto posiblemente explica por qué nueve millones de ellas fueron quemadas. Las brujas han sido las primeras cabezas pensantes. Las primeras practicantes del control de la natalidad y abortistas, las primeras alquimistas (convierte todo lo inservible en oro y devaluarás toda la idea del dinero). No reconocían la superioridad de ningún hombre, siendo los vestigios vivientes de la más vieja de las culturas, aquella en la que hombres y mujeres tenían igualdad de derechos en una sociedad verdaderamente cooperadora, antes de que la represión mortífera a nivel sexual, económico y espiritual de la Sociedad Fálica Imperialista tomase el mando y comenzase a destruir la naturaleza y la sociedad humana.
W.I.T.C.H. vive y ríe en cada mujer. Es la parte libre de cada una de nosotras, bajo las sonrisas tímidas, la aprobación ante la absurda dominación masculina, el maquillaje o la ropa asfixiante para la piel que nuestra sociedad enferma nos exige llevar. No hay una casi W.I.T.C.H.. Si eres una mujer y te atreves a mirar dentro de ti, eres una bruja. Crea tus propias normas. Eres libre y hermosa. Puedes ser invisible o visible acerca de cómo elijas dar a conocer tu cara de bruja. Puedes crear tu propio grupo de hermanas brujas (trece es un número acogedor para un grupo) y hacer tus propias acciones.
Todo lo represivo, lo orientado únicamente a los hombres, lo codicioso, lo puritano, lo autoritario, esos son tus objetivos. Tus armas son el teatro, la sátira, las explosiones, la magia, las hierbas, la música, los disfraces, las cámaras, las máscaras, los cánticos, las pegatinas, las plantillas y la pintura, las películas, las panderetas, los ladrillos, las escobas, las armas, las muñecas de vudú, los gatos, las velas, las campanillas, la tiza, los trozos de uña, los cócteles molotov, los círculos venenosos, las mechas, las grabadoras, el incienso y tu propia y hermosa imaginación sin límites. Tu poder procede de tu propio ser como mujer, y se activa al trabajar conjuntamente con tus hermanas. El poder del Grupo es más que la suma de sus miembros individuales, porque es todas juntas.
Tienes el compromiso de liberar a nuestros hermanos de la opresión y de los roles sexuales estereotipados (tanto si les gusta como si no) al igual que a nosotras mismas. Te vuelves bruja al decir en alto soy una bruja tres veces y al pensar en ello. Te vuelves bruja siendo mujer, no dócil, enfadada, alegre e inmortal".
Directas A La Calle
En Chicago rociaron con uñas y mechones de pelo el Departamento de Sociología de la Universidad de Chicago tras el despido de una profesora feminista. Protestaron ardientemente frente a la subida de las tarifas de la misma universidad. Boicotearon la Convención del Partido Demócrata de 1968 en Chicago con la aparición de una de sus militantes portando desnuda una cabeza de cerdo en una bandeja. Realizaron exorcismos públicos y boicotearon concursos de mises, quemaban sujetadores y se negaban a ser fotografiadas con hombres. Ruedas de prensa incendiarias con los medios de comunicación, conjuros y hechizos públicos contra personas y organizaciones involucradas en la industria de la guerra de Vietnam. Participaron en la protesta realizada ante la bolsa de Nueva York bajo el lema "Wall Street is War Street", donde lanzaron un hechizo con el propósito de hundir la bolsa (paradójicamente ese día la bolsa de NY cerraba con pérdidas, lo mismo que el día siguiente). Y poco después, en ese mismo año, efectuaban otro hechizo público contra la empresa United Fruit Company, una empresa vinculada a regímenes dictatoriales en el tercer mundo.
Pese a la corta duración del grupo, las W.I.T.C.H han sido precursoras de movimientos feministas como las Guerrilla Girls, las Femen o las Pussy Riot.
"Las rusas Pussy Riot, de forma intencionada o no, tienen muchos puntos en común con las W.I.T.C.H", dicen desde Sangre Fucsia. "El uso del "disfraz", la puesta en escena de la performance o la importancia ritual de la palabra son centrales en ambos colectivos. Lo que promulgan las Riot igual que las brujas, es que la feminidad puede y debe ser fuerte. Ese movimiento, al igual que las W.I.T.C.H., celebra de forma lúdica que una cosa es ser femenina y otra feminista, pero que ambas no se excluyen. Además, recuperando la conexión entre música y poesía, nos hace volver de nuevo al poder de la palabra, ese es el tipo de "magia" que nos interesa".
Resulta impresionante cómo perciben cosas, las intuyen, pero no consiguen razonarlas. NO ES UNA COINCIDENCIA. Es una continuación desde donde lo dejaron. Realmente hay brujas (y brujos) REALES metidas en el medio, levantando HECHIZOS REALES, pero la gente, hoy como ayer, prefiere cerrar los ojos para no ver.
De La Caza De Brujas A La Reivindicación Feminista
Activistas, guerrilleras, feministas y ¿brujas? La elección de esta estética no es algo casual, a finales de los 60, grupos feministas como el Movimiento de Liberación de la Mujer comenzaban a identificarse con este arquetipo, antaño maldito, que podía llegar a explicar la posición de la mujer en la sociedad durante los siglos venideros.
Rescatar la figura de la bruja y el genocidio cometido durante más de dos siglos contra las mujeres por resistirse al poder de la Iglesia y el Estado (la famosa caza de brujas) pasó a ser reivindicación feminista: “Somos condenadas por asesinato si se planea un aborto. Por vergüenza si no tenemos un hombre. Por conspiración si luchamos por nuestros derechos y quemadas en la hoguera si nos levantamos para luchar” era otro de los famosos manifiestos de las W.I.T.C.H.
“Fue en las hogueras y las salas de tortura donde se construyeron los principios burgueses de feminidad y domesticidad que tan útiles le son, hoy por hoy, a nuestra sociedad” – dicen las Sangre Fucsia. Las muertes en la hoguera fueron lecciones para las supervivientes, como apunta Federici en su libro, mujeres que por temor a ser consideradas brujas adoptaron un nuevo rol sumiso, obediente, pasivo y doméstico en el que el deseo sexual era sinónimo de vergüenza y culpa.
“La figura de la bruja funciona a la hora de construir el mundo como arquetipo de la mala mujer, ya sea bruja, puta, mala madre, rebelde o sabia”, continúan las Sangre Fucsia. “Pero esta mujer mala siempre será consciente de su sexualidad y consciente de la importancia y necesidad de la hermandad con las otras mujeres”, añaden.
A lo largo de la historia y a través de las narraciones que construyen nuestro imaginario, la bruja ha simbolizado una maldad primigenia, la de mujer pecadora, la que hace del mal camino una forma de vida y vive al margen de la ley patriarcal: “Es la outsider, por eso son tan admiradas en el feminismo” – apuntan las Sangre Fucsia – “Las brujas son conscientes de que para ser fuertes es necesario tejer redes con otras mujeres, en ese sentido desvelan el secreto para resistir a lo largo de la historia”
Moon Church: 'Brujas' Contemporáneas
Este concepto de unión entre mujeres para compartir experiencias y fortalecerse como grupo e individualmente es lo que inspiró a Moon Church, un colectivo fundado en Brooklyn en 2013 que bebe del legado de las W.I.T.C.H: “Antes de fundar Moon Church, muchas de nosotras participamos en una clase llamada Goddes Circle en un centro de Brooklyn, allí conocimos la importancia de la hermandad y del empoderamiento femenino, la vulnerabilidad y la sanación colectiva. En cada sesión, cada una de nosotras tenía un momento para hablar y compartir sus experiencias”, nos cuentan Moon Church vía email.
Moon Church se creó originariamente como un espacio físico en el que las mujeres pudieran reunirse, sentirse libres y a la vez protegidas. Un lugar donde encontrar la conexión con mujeres afines, compartir sabiduría y practicar rituales:
“Buscamos crear una existencia más creativa, compasiva, consciente y considerada con el mundo que nos rodea”. El grupo creció con rapidez y hoy en día, además de en Brooklyn, se encuentra también en Los Ángeles: “Nos hemos inspirado en un largo número de voces feministas y de colectivos, W.I.T.C.H es claramente uno de ellos”, nos cuentan desde Moon Church. “Consideramos que somos parte de un largo linaje de activistas feministas y nos apasiona seguir este legado. Creemos en la importancia de la reunión de mujeres que se sienten identificadas entre sí y de esa magia que sucede cuando empiezan a compartirse experiencias dentro de ese contexto”.
Las W.I.T.C.H creían en la importancia de la hermandad femenina, al igual que Moon Church, no eran excluyentes y cualquier mujer podía unirse al movimiento: “Si eres mujer y te atreves a mirar dentro de ti, eres bruja”, era otro de sus manifiestos. La filosofía de Moon Church es similar: “Consideramos que cuando un grupo de mujeres conecta entre sí de una manera tan íntima y libre, el mundo es un lugar mucho más amable. Siempre nos hemos sentido identificadas con la figura de la bruja, especialmente con el aquelarre como representación de una unión de mujeres. La bruja siempre ha sido sinónimo de poder y fuerza, mujeres que vivían fuera de la norma, buscando la sabiduría dentro de ellas y compartiéndola con sus hermanas en lugar de permitir que el patriarcado decidiese su estilo de vida y sus creencias”
Todavía queda largo recorrido, grupos como Moon Church recuerdan que el legado de las W.I.T.C.H no ha caído en el olvido y que esa figura durante años maltratada que fue la bruja, sigue inspirando a mujeres que luchan por un verdadero cambio social:
"¿Cómo no reivindicar a la bruja como aquella mujer que puede ir a todas partes, que busca justicia histórica?, se preguntan las Sangre Fucsia. “La indomable, aquella que no se rinde. Una feminista”.
EL HECHIZO W.I.T.C.H.
Doble, burbuja, guerra y escombros.
Cuando te enredas con mujeres te metes en líos.
Somos condenadas por asesinato si se plantea un aborto.
Condenadas por vergüenza si no tenemos un hombre.
Condenadas por conspiración si luchamos por nuestros derechos.
Y quemadas en la hoguera cuando nos levantamos para luchar.
Doble, burbuja, guerra y escombros.
Cuando te enredas con una mujer estarás en líos.
Maldecimos tu imperio para poder hacerlo caer.
Cuando te enfrentas a una de nosotras ¡te enfrentas a todas!
Pasa la palabra hermana
No se equivoquen los que creen que son muy inteligentes porque ignoran el mundo de lo oculto. Ese mundo no se va, aunque cierren sus ojos, y los está devorando. Esto no es un juego, esto no es un disfraz de carnaval. Para pasar desapercibidos, necesitaron crear un mundo donde nadie los notara, y la gente ya no los distingue de sí mismos. Hoy las brujas y los brujos pasean por las calles lanzando maldiciones (hoy, como ayer) porque esta sigue siendo la misma antigua guerra.
"A la hechicera no dejarás que viva".
Shemot 22:18
FUENTES: