Los defensores de la bioingeniería y la modificación genética de los cultivos insisten en que estos cambios mejoran la agricultura, hacen que los cultivos sean más resistentes a los patógenos, les dan una vida útil más larga y mejoran sus perfiles nutricionales. Incluso llegan a decir que la modificación genética es el futuro de la agricultura y garantizará la estabilidad de los alimentos para las generaciones venideras.
La mayoría de estas modificaciones implican cambiar la estructura de los cultivos para permitirles tolerar la pulverización con herbicidas e insecticidas. Más de 180 millones de hectáreas de cultivos modificados genéticamente (GM) se cultivan actualmente en todo el mundo, el 80 por ciento de los cuales se han modificado para tolerar la aplicación de herbicidas a base de glifosato como el Roundup de Monsanto.
El Roundup Ready 2, o NK603, es un tipo de maíz diseñado genéticamente para resistir la fumigación con Roundup, y es vendido comercialmente en los Estados Unidos desde 2001. Pruebas muy vagas y superficiales de alimentos y cultivos GM por las autoridades reguladoras de los Estados Unidos encontraron este tipo de maíz transgénico es "sustancialmente equivalente" a los tipos de maíz reales, no modificados. Sin embargo, las pruebas más profundas realizadas por investigadores en otras partes del mundo han revelado enormes diferencias entre el maíz NK603 y el maíz no GM.
Un estudio revisado por pares publicado en la revista Scientific Reports, realizado por investigadores del King's College de Londres, encontró que "NK603 y su control isogénico no son sustancialmente equivalentes".
Este estudio plantea serias dudas sobre los efectos a largo plazo del consumo de NK603 en la salud humana.
Cientos de diferencias encontradas entre NK603 y maíz no GM
Al comentar sobre los hallazgos del estudio, Natural Health 365 señaló:
Los investigadores encontraron diferencias compositivas claras y profundas en el maíz OGM, lo que demuestra que no es en absoluto equivalente en el nivel molecular a las variedades no OGM. Un total de 91 moléculas pequeñas bioquímicas (metabolitos) y 117 proteínas se encontraron alteradas en el maíz NK603. Estas alteraciones fueron causadas en gran medida por un desequilibrio en la utilización de la energía, así como por el daño del estrés oxidativo dentro de las células.
El maíz orgánico es un ponche nutricional
Además de presentar riesgos para la salud a largo plazo para los seres humanos, también se ha encontrado que el maíz modificado genéticamente se encuentra empobrecido nutricionalmente en comparación con sus homólogos no transgénicos. Como se informó anteriormente por Natural News, el maíz no modificado genéticamente contiene cantidades significativamente más altas de minerales esenciales como el manganeso, zinc, cobre, magnesio, calcio y hierro que las variedades GM. También se ha encontrado que el suelo en el que se planta este maíz es mucho más rico en minerales esenciales que el suelo agotado por la pulverización de glifosato tóxico.
Un informe de De Sell Seed Company con sede en Ontario, Canadá, concluyó que el maíz transgénico es nutricionalmente deficiente y totalmente inadecuado para el consumo humano.
Puede ser difícil en algunas áreas obtener maíz que no sea GM, pero el esfuerzo vale la pena, como lo demuestran estudios como estos. Y, por supuesto, el maíz es solo un ejemplo de cómo la modificación genética altera dramáticamente (y potencialmente de manera desastrosa) altera los alimentos que comemos. Siempre es mejor elegir productos orgánicos no OGM siempre que sea posible.
Commenti