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Los Siete Peores Ingredientes en los Alimentos Procesados


Miles de aditivos alimentarios son añadidos a los alimentos estadounidenses, pero los siete peores ingredientes incluyen al jarabe de maíz de alta fructosa, grasas trans sintéticas, saborizantes artificiales, glutamato monosódico (MSG), colorantes artificiales, endulzantes artificiales y conservadores


Más de 3,000 aditivos alimentarios - conservadores, saborizantes, colorantes y otros ingredientes- son añadidos a los alimentos en Estados Unidos y esta es una de las razones clave por la que recomiendo evitar el consumo de la mayoría de los alimentos procesados que los contienen.

Aunque muchos nutriólogos bien intencionados le enseñarán la importancia de leer las etiquetas de los alimentos, la forma más sencilla de comer sanamente es basando su alimentación en alimentos que no necesiten una etiqueta en absoluto… ¿Cuándo fue la última vez que vio una lista de ingredientes en la carne proveniente de animales alimentados con pastura o en un racimo de brócoli?

Sin embargo, existen grandes probabilidades de que usted consuma algunos alimentos procesados, de ser este el caso, leer la etiqueta tiene un valor incalculable. Literalmente existen miles de "banderas rojas" que puede buscar al leer las etiquetas de los alimentos que come, pero muchos se esconden en ellas.


Andrea Donsky, fundadora de NaturallySavvy.com, hizo un trabajo fantástico al resaltar los siete ingredientes. Ella se refiere a ellos como los "Siete Temibles."1 Si ve uno de estos nombres en una etiqueta de alimentos, regréselo de donde lo tomó, si valora su salud, no querrá poner estos ingredientes en su cuerpo. Echémosle un vistazo a cada uno a detalle:


1. Endulzantes Artificiales


Los experimentos han encontrado que el sabor dulce, independientemente del contenido calórico, aumenta su apetito y se ha demostrado que consumir endulzantes artificiales causa un aumento de peso aún mayor que el causado por consumir azúcar. Se ha encontrado que el aspartame tiene el efecto más dañino, pero el mismo caso es el de otros endulzantes artificiales, tales como el acesulfame de potasio, la sucralosa y la sacarina.


Sin embargo, el aumento de peso es tan sólo el principio de por qué debería evitar el consumo de endulzantes artificiales. El aspartame, por ejemplo, es una neurotoxina de sabor dulce. Como resultado de su estructura artificial, su cuerpo procesa los aminoácidos encontrados en el aspartame de manera completamente diferente a los aminoácidos encontrados en un pedazo de carne o de pescado.


Los aminoácidos en el aspartame literalmente atacan sus células, incluso cruzan la barrera hematoencefálica para atacar a las células cerebrales, creando una sobre estimulación tóxica llamada excitotoxicidad, similar a la del MSG.


Además, la enfermedad intestinal inflamatoria podría ser causada o empeorada por el consumo regular del popular endulzante artificial Splenda (sucralosa), ya que inactiva las enzimas digestivas y altera la función de la barrera intestinal.2


Investigaciones previas también encontraron que la sucralosa puede destruir más del 50 por ciento de su flora intestinal benéfica.3 Aunque ciertamente el azúcar regular tampoco es una buena opción, no me cabe la menor duda de que los endulzantes artificiales pueden ser aún peores para su salud que el azúcar e incluso que la fructosa.



2. Grasas Trans Sintéticas


Son comunes en los alimentos que contienen aceite vegetal parcialmente hidrogenado, algunos ejemplos son las galletas, papas fritas, la mayoría de los productos horneados del supermercado y cualquier otro alimento frito, sólo por mencionar algunos. Las grasas trans sintéticas son conocidas por promover la inflamación, que es el sello distintivo de la mayoría de las enfermedades agudas y/o crónicas.


Por ejemplo, en un estudio realizado en el 2010, las mujeres posmenopáusicas que consumieron grasas trans sintéticas casi todos los días tuvieron una incidencia 30 por ciento mayor de derrame cerebral isquémico.4 Las grasas trans sintéticas también han sido relacionadas con:


Cáncer: Interfieren con las enzimas en su cuerpo que son utilizadas para combatir el cáncer.

Diabetes: Interfieren con los receptores de insulina en las membranas celulares.

Función inmunológica baja: Reduce la respuesta inmunológica.

Problemas reproductivos: Interfieren con las enzimas necesarias para producir hormonas sexuales.

Enfermedades cardíacas

Su consumo de grasas trans debería ser lo más bajo posible, no se ha establecido un "límite máximo seguro" porque simplemente no lo hay.



3. Saborizantes Artificiales


Lo que es particularmente alarmante cuando ve una palabra como "saborizante artificial" en la etiqueta de ingredientes es que no existe forma de saber lo que realmente significa. Podría significar que contiene un aditivo artificial o que contiene una mezcla de cientos de aditivos. Por ejemplo, el saborizante artificial de fresa puede contener cerca de 50 ingredientes químicos.5


O tomemos el saborizante artificial llamado diacetil, que por lo general es utilizado como saborizante de mantequilla en las palomitas de microondas. Las investigaciones demuestran que el diacetil tiene propiedades que son altamente dañinas para la salud cerebral y que podría causar el desarrollo del Alzheimer. Los potenciadores de sabor transgénicos también pueden estar enlistados bajo el término saborizantes artificiales (o saborizantes naturales) en la etiqueta.



4. Glutamato Monosódico (MSG)


Este potenciador de sabor muchas veces es relacionado con la comida china, pero en realidad se encuentra en un sinnúmero de productos procesados que van desde comidas congeladas, aderezos para ensalada hasta chips y carnes. El MSG es una excitotoxina, lo que significa que excita en exceso sus células hasta el punto de dañarlas o matarlas, causando una disfunción cerebral y daño en diversos grados- y potencialmente desencadenar o empeorar problemas de aprendizaje, Alzheimer, Parkinson, Lou Gehrig, entre otras enfermedades.


Parte del problema se debe a que el ácido glutámico (MSG es aproximadamente 78 por ciento libre de ácido glutámico) es el mismo neurotransmisor que su cerebro, sistema nervioso, ojos, páncreas y otros órganos, utilizan para iniciar ciertos procesos en su cuerpo. Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos sigue afirmando que el consumo de MSG en los alimentos no causa estas enfermedades, muchos expertos afirman todo lo contrario.



5. Colorantes Artificiales


Cada año, los fabricantes de alimentos añaden unas 15 millones de libras de colorantes artificiales en los alimentos estadounidenses- y esa cantidad sólo incluye a ocho variedades diferentes.6 A partir de Julio del 2010, la mayoría de los alimentos en la Unión Europea que contenían colorantes artificiales fueron etiquetados con un mensaje advirtiendo que "podría tener efectos adversos en la actividad y atención en niños." El gobierno británico también pidió a los fabricantes de alimentos que eliminaran la mayoría de los colorantes artificiales en el 2009 debido a problemas de salud.


Nueve de los colorantes alimentarios que actualmente están aprobados para su uso en los Estados Unidos están relacionados con problemas de salud que van desde el cáncer e hiperactividad hasta reacciones alérgicas- y estos resultados fueron de estudios realizados por la misma industria química.7 Por ejemplo, el colorante rojo #40, que es el colorante más utilizado, podría acelerar la aparición de tumores en el sistema inmunológico de ratones, mientras que también puede desencadenar la hiperactividad en los niños.


El azul #2 utilizado en dulces, bebidas, alimento para mascotas y más, estuvo relacionado con tumores cerebrales. Y el amarillo #5 utilizado en productos horneados, dulces, cereal y más, podría no sólo estar contaminado con muchas sustancias causantes de cáncer, sino que también está relacionado con la hiperactividad, hipersensibilidad y otros efectos en el comportamiento de los niños.



6. Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (JMAF)


A menudo se afirma que el JMAF no es peor que el azúcar, pero este no es el caso. Porque el jarabe de maíz de alta fructosa contiene monosacáridos de fructosa y glucosa, no puede ser considerado biológicamente equivalente a la sacarosa (azúcar), que tiene un enlace glicosídico que une la fructosa con la glucosa y que ralentiza su descomposición en el cuerpo.


La fructosa se metaboliza principalmente en el hígado, porque su hígado es el único órgano que tiene el transporte para ello. Dado a que la fructosa es transportada al hígado y si usted lleva el tipo de alimentación estilo occidental que contiene mucha fructosa, esta termina dañando su hígado de la misma forma en la que lo daña el alcohol y otras toxinas. Y al igual que el alcohol, la fructosa se metaboliza directamente en grasa - se almacena en las células de grasa, lo que causa un malfuncionamiento mitocondrial, obesidad y enfermedades relacionadas con la obesidad.


Mientras más fructosa o JMAF contenga un alimento y mayor sea el total de fructosa que consume, peor será para su salud. Como recomendación estándar, le aconsejo mantener su consumo TOTAL de fructosa por debajo de los 25 gramos al día. En el caso de la mayoría de las personas también sería bueno limitar el consumo de fructosa de las frutas a 15 gramos o menos, ya que prácticamente tiene garantizado consumir más fructosa de fuentes "ocultas" si usted toma otras bebidas además de agua y consume alimentos procesados.


Quince gramos de fructosa no es mucho- representa dos plátanos, un tercio de taza de pasas o dos dátiles medjool. Recuerde, el promedio de azúcar que contiene una lata de soda de 12 onzas es de 40 gramos, al menos la mitad de esta cantidad es fructosa, así que una sola lata de soda excedería la recomendación de consumo diario.



7. Conservantes


Los conservantes alargan la vida útil de sus alimentos, aumentando las ganancias de los fabricantes- a expensas de usted, dado a que la mayoría de los conservantes están relacionados con problemas de salud como el cáncer, reacciones alérgicas y más. El hidroxianisol butilado (BHA) y el hidroxitolueno butilado (BHT) son conservantes que afectan el sistema neurológico en su cerebro, alteran el comportamiento y tienen el potencial de causar cáncer. El terbutilhidroquiniona (TBHQ) es un conservante químico tan mortal que consumir tan sólo cinco gramos puede matarlo.


Se ha descubierto que el conservante llamado benzoato de sodio- encontrado en muchas sodas, jugos de frutas, aderezos para ensalada- hace que los niños se vuelvan más distraídos e hiperactivos. El nitrato de sodio, un conservador utilizado comúnmente en hot-dogs, embutidos y tocino, ha sido relacionado con tasas más altas de cáncer colorrectal, estomacal y pancrático. Y la lista sigue y sigue…




FUENTE: Dr Mercola




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