Durante miles de años, las culturas de todo el mundo han reconocido y utilizado los increíbles beneficios curativos del ajo y las cebollas. Ahora, un estudio realizado por investigadores de Nanjing, China, publicado en la revista Nutrition and Metabolism, encontró que los aceites en el ajo y las cebollas tienen propiedades contra la obesidad que pueden contrarrestar los efectos de una dieta alta en grasas en ratas, y por lo tanto es probable que también en humanos: sobre el peso corporal, los perfiles lipídicos séricos y el peso del tejido adiposo.
Menos aumento de peso = mejor salud
Para extraer los aceites necesarios para el estudio, se picaron dientes de ajo frescos y bulbos de cebolla, se sumergieron en agua destilada y luego se sometieron a hidrodestilación en equipos de prueba de aceites esenciales durante varias horas. Los aceites esenciales obtenidos se deshidrataron y se almacenaron en la oscuridad a temperatura ambiente. Los investigadores utilizaron 96 ratas Sprague-Dawley, divididas en ocho grupos, para el estudio:
Los resultados revelaron que las ganancias de peso corporal de las ratas en los grupos con HFD fueron significativamente más altas que en el grupo de NC, y las ganancias de peso en los grupos de aceite de ajo y de cebolla se normalizaron o fueron menores que en el grupo de NC (Tabla 2).
Este no es el primer estudio que confirma que las cebollas pueden combatir los efectos de una dieta alta en grasas. Un estudio publicado en la revista BMC Complementary and Alternative Medicine también encontró que la cebolla galesa (Allium fistulosum) combate los efectos adversos de dicha dieta.
Los grupos de HFD que se complementaron con los tratamientos con extracto de cebolla galesa experimentaron una reducción drástica del peso corporal, de grasa y del hígado, así como la acumulación de grasa en comparación con los ratones que recibieron la dieta alta en grasas y no recibieron los suplementos.
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