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Grasas Vs. Carbohidratos - Mayores Cantidades de Grasa Alimenticia Mejoran la Salud

Foto del escritor: Anunciadora de SionAnunciadora de Sion


La mayoría de nosotros consumimos demasiado azúcar y muy pocas grasas saludables. Muchos otros también consumen bastante proteína, lo que incluso podría ser más peligroso en algunos aspectos de salud que una alimentación rica en carbohidratos. Por desgracia, la idea de que la glucosa es el combustible preferido del cuerpo, se ha arraigado bastante por décadas.


Esta recomendación errónea ha sido una gran promotora de nuestra obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y epidemias de cáncer, en gran medida debido a que una alimentación baja en grasas y rica en carbohidratos evita la función mitocondrial saludable.



Grasas Contra Carbohidratos


Muchos países tienen un problema grave de obesidad, incluidos los Estados Unidos, y la mayoría de ellos no sufren de sobrepeso por falta de deseo o esfuerzos para adelgazar.


Es sólo que sus opciones alimenticias les impiden lograr sus objetivos, y las recomendaciones convencionales para perder de peso son incorrectas en aspectos esenciales que evitan aún más el éxito a largo plazo, incluso si se siguen paso a paso.


Contar calorías, consumir pocas grasas y hacer más ejercicio no es la respuesta. Si lo fuera, dos tercios de la población de los Estados Unidos no tendría sobrepeso, y la mitad no padecería pre-diabetes, diabetes u otra enfermedad crónica.



Las Normas Alimentarias Actuales son Esencialmente Erróneas.

Las normas actuales (que promueven una alimentación baja en grasas y rica en carbohidratos) han sido manipuladas y corrompidas por las industrias de alimentos y bebidas con el fin de obtener ganancias comerciales, y están basadas en teorías científicas erróneas.



Una Alimentación Rica en Grasas Mejora la Salud Metabólica


Mientras que su cuerpo puede utilizar tanto carbohidratos como grasas como combustible y necesita ambos, éstos no son iguales en términos de valor y beneficios. De hecho, la grasa es un combustible preferible.


Cuando el cuerpo es capaz de quemar grasa como combustible, el hígado crea grasas solubles en agua llamadas cetonas que queman de forma mucho más efectiva que los carbohidratos, esto crea mucho menos especies reactivas de oxígeno y radicales libres secundarios que pueden dañar a las membranas celulares, mitocondriales y proteínas así como al ADN.


Las cetonas también imitan las propiedades de prolongación del periodo de vida, de la restricción calórica (ayuno), que mejoran el metabolismo de la glucosa y reducen la inflamación. Disminuyen la inflamación porque son inhibidores de HDAC (histona deacetilasa).


Parte del problema de llevar una alimentación rica en carbohidratos es que cuando el cuerpo quema glucosa como su principal combustible, inhibe su capacidad para acceder a la grasa corporal y quemarla.


Con un suministro de carbohidratos siempre presente, el hígado reduce todo su proceso de quema de grasas. Cuando tanto las grasas como los carbohidratos están disponibles, el cuerpo también utilizará los carbohidratos primero.


Otro problema en particular es una alimentación rica en fructosa refinada porque la fructosa activa la enzima fructoquinasa, que a su vez activa otra enzima que hace que las células acumulen grasa.


Otro factor que promueve que su cuerpo siga quemando azúcar como su principal combustible es casi nunca saltarse las comidas, ya que saltarse comidas reduce las enzimas que se utilizan y quema la grasa almacenada.


Cuando ayuna de manera intermitente, su hígado se queda sin glucógeno, lo cual lo obliga a utilizar el glucógeno que está almacenado en sus células de grasa.


Como ya pudo darse cuenta, todos estos procesos ayudan a explicar porqué es tan difícil bajar de peso cuando consume muchos carbohidratos, en especial si come varias veces al día —incluso si está haciendo mucho ejercicio. Por fortuna, la respuesta para esta situación es simple.


Para salir de este ciclo metabólico dañino y acelerar el motor de quema de grasas de su cuerpo, necesita consumir más grasas saludables, limitar los carbohidratos netos y lo ideal sería practicar el ayuno intermitente.



Grasas Saludables


Para quemar la grasa corporal de manera efectiva, es posible que necesite que entre el 50 y el 85 % de sus calorías diarias provengan de grasas monosaturadas y saturadas beneficiosas, que incluyen lo siguiente:


  • Aceitunas y aceite de oliva (asegúrese de que esté certificado por terceros, ya que el 80 % de los aceites de oliva están adulterados con aceites vegetales. También evite cocinar con aceite de oliva. Utilícelo frío)

  • Cocos y aceite de coco (excelente para cocinar ya que puede soportar temperaturas más altas sin oxidarse)

  • Mantequilla de leche proveniente de vacas alimentadas con pastura

  • Frutos secos sin procesar, como las macadamias y pacanas

  • Semillas como el sésamo negro, comino, semillas de calabaza y cáñamo

  • Aguacates

  • Carne de animales alimentados con pastura

  • Ghee (mantequilla clarificada)

  • Mantequilla de cacao cruda

  • Yemas de huevo orgánico

  • Grasas omega-3 de origen animal como pequeños pescados grasos como sardinas y anchoas


Cualquier grasa que se encuentre en los alimentos de forma natural —ya sea animal o vegetal— es saludable. Lejos de ser perjudicial para la salud y obstruir sus arterias, la grasa saturada que se encuentra en los productos de origen animal y el aceite de coco:


  • Aumenta su número de partículas LDL grandes y esponjosas, que no están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas

  • Aumenta sus niveles de HDL, que se asocia con menor riesgo de enfermedades cardíacas. Esto también compensa cualquier aumento en los niveles de LDL

  • No causa enfermedades cardíacas, como lo aclara un gran número de investigaciones.

  • Sirve como un "combustible limpio" para su cerebro y mitocondrias al producir radicales libres mucho menos dañinos que los azúcares y los carbohidratos sin fibra



Grasas Dañinas


A pesar de todos sus defectos, la hipótesis de Keys de que la grasa promovía las enfermedades del corazón no era del todo errónea. Simplemente no era lo suficiente específica. Las grasas problemáticas son todas las hechas por el hombre.


Las grasas nocivas que contribuyen a las enfermedades del corazón son las grasas trans y los aceites vegetales poliinsaturados altamente refinados.


El primero actúa como un pro-oxidante, mientras que el último es alto en omega-6 dañado y produce productos tóxicos de oxidación como aldehídos cíclicos cuando se calienta. Los aceites vegetales promueven el colesterol oxidado, que se vuelve destructivo al entrar en las partículas de LDL.


Además, cuando las grasas omega-6 poliinsaturadas se consumen en grandes cantidades no pueden ser quemadas como combustible. En cambio, se incorporan a las membranas celulares y mitocondriales. Aquí, se vuelven muy susceptibles al daño oxidativo, lo que a la larga daña su mecanismo metabólico.


Los efectos que tienen en el cerebro e intestinos son de particular importancia. En resumen, estos aceites promueven la inflamación intestinal, interrumpen el flujo sanguíneo en las arterias del cerebro, consumen los antioxidantes del cerebro, atacan la estructura celular del nervio y perjudican el desarrollo cerebral a través de efectos mutagénicos en el ADN y la alteración de la expresión epigenética.


Los aceites vegetales hechos de cultivos transgénicos tienen riesgos para la salud adicionales gracias a la presencia de residuos de herbicidas tóxicos como el Roundup.



Efectos Reales de una Alimentación baja en carbohidratos y rica en grasas


No se puede hacer nada peor que seguir las recomendaciones actuales. Al contrario, una dieta rica en grasas saludables, baja en carbohidratos netos y cantidades moderadas de proteína es la solución que muchos han estado buscando porque resuelve más de un problema.


No sólo ayuda a eliminar el exceso de grasa corporal, sino que mejora el metabolismo, aumenta los niveles de energía, reduce la inflamación, promueve una salud óptima y extiende la longevidad de diferentes maneras. Como recomendación general para optimizar su sistema de quema de grasas:


  • Limite sus carbohidratos netos (carbohidratos totales menos fibra) hasta un máximo de entre 30 y 40 gramos diarios. Puede consumir la cantidad de vegetales ricos en fibra que desee. Son carbohidratos, y sin embargo, al ser ricos en fibra, por lo general son muy bajos en carbohidratos netos

  • Limite la proteína a un máximo de 1 gramo de proteína por kilogramo de masa corporal magra

  • Aumente las grasas saludables a entre el 50 % y el 85 % de sus calorías diarias

  • El ayuno intermitente facilitará y acelerará este proceso. Una vez que haya recuperado su capacidad para quemar, (asumiendo que sigue comiendo bien), sólo necesitará practicar el ayuno intermitente como base de mantenimiento.



FUENTE: Dr Mercola




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