La Confesión Verbal 1
Porque con el corazón se cree para obtener justificación, y con la boca se hace confesión para alcanzar salvación. Romaniyim/Romanos 10:10
Los temores de un hombre vienen a ser una trampa para él, pero el que confía en Yahweh será salvaguardado. Mishlei/Proverbios 29:25
Por tanto, a todo el que me reconozca delante de la gente, yo también lo reconoceré delante de mi Padre que está en el cielo. Y a cualquiera que me niegue delante de la gente, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo. MattiYah/Mateo 10:32-33
Tan pronto como una persona cree en Mashiaj, debe confesar al Mashiaj delante de los hombres. Supongamos que una mujer da a luz a un hijo. ¿Qué pensaríamos si el niño todavía no habla a la edad de uno, dos o tres años? ¿Le sería posible a esa persona comenzar a contar, "uno, dos, tres, cuatro", a los treinta años de edad y aprender a decir "papá" y "mamá" a los cincuenta años? Por supuesto que no. Si una persona no habla desde su infancia y si no ha podido decir "papá" o "mamá" cuando era joven, probablemente tampoco podrá hacerlo por el resto de su vida. De la misma manera, si un recién convertido no confiesa al Mashiaj ante los demás inmediatamente después de haber creído en Él, no lo hará por el resto de su vida. Si no pudo hablar de Él cuando era joven, probablemente tampoco lo hará cuando sea mayor.
Muchos han sido creyentes por diez o veinte años y todavía siguen mudos. Esto se debe a que no abrieron sus bocas en la primera o segunda semana de su vida creyente. Ellos continuarán siendo mudos hasta que mueran. Confesar a nuestro Mashiaj es una práctica que debe iniciarse en el momento en que uno cree. Si usted abre su boca el día en que creyó en Mashiaj, el camino a la confesión estará abierto para usted. Si una persona no confiesa al Mashiaj en las primeras semanas, los primeros meses, o los primeros años de su vida creyente, lo más probable es que no lo hará el resto de su vida. Por lo tanto, tan pronto como una persona cree en Mashiaj, debe esforzarse por hablar de Él a otros, aunque le sea difícil y no le agrade hacerlo. Debe hablar a sus familiares y amigos. Si no aprende a hablar de Mashiaj a los demás, me temo que a los ojos de Elohim, será considerado un mudo por el resto de su vida. No queremos que los creyentes sean mudos. Por esta razón desde el primer momento debemos aprender a abrir nuestra boca. Si una persona no lo hace al principio, mucho menos lo hará más tarde. A menos que Elohim les conceda especial misericordia, o haya algún avivamiento, estas personas jamás abrirán sus bocas. Si no confiesan desde un principio, les será muy difícil hacerlo más tarde. El recién converso debe buscar la oportunidad de confesar al Mashiaj ante los hombres, porque tal confesión es muy importante y de mucho provecho.
Con la boca se confiesa para salvación
En Romaniyim/Romanos 10:10 leímos: "Porque con el corazón se cree para obtener justificación, y con la boca se hace confesión para alcanzar salvación".
Con el corazón uno cree para justicia ante Elohim, y con la boca uno confiesa para salvación ante todos los seres vivos que nos contemplan, y eso incluye a los malajim y a los demonios. Si alguien ha creído en su corazón, lo ha hecho ante Elohim, nadie más lo puede ver. Si ha creído sinceramente, ha sido justificado ante Elohim, pero si sólo cree en su corazón y no lo confiesa con su boca, nadie sabrá que esa persona ha sido salva, y la gente seguirá considerándola un incrédulo, porque no verán ninguna diferencia. Por esta razón, las Escrituras recalca que, además de creer con el corazón, es necesario también confesar con la boca. Debemos confesar con nuestra boca.
Todo nuevo creyente debe buscar oportunidades para confesar al Mashiaj a sus compañeros de clase y de trabajo, a sus amigos, a sus familiares y a todos aquellos con quienes tenga contacto. Tan pronto se presente la oportunidad, les debe decir: "¡He creído en Yahshua ha Mashiaj!". Cuanto más pronto ellos abran la boca para declarar esto, mejor, porque una vez que lo hagan, los demás reconocerán que han creído en Yahshua ha Mashiaj. De esta manera, también se librarán de la compañía de los incrédulos.
He visto que muchas personas están indecisas con respecto a aceptar al Mashiaj, pero una vez que se levantan y proclaman: "¡Creo en Yahshua ha Mashiaj!", se sienten más seguros. Lo peor que le puede suceder a un creyente es quedarse con la boca cerrada. Si habla, habrá dado un paso hacia adelante y se sentirá más seguro. Muchos creyentes dudan al principio, pero tan pronto proclaman: "Yo creo", adquieren seguridad.
La confesión nos evita problemas
Es de gran beneficio confesar con la boca después de creer con el corazón en Mashiaj, porque esto nos evitará muchos problemas en el futuro.
Supongamos que usted no abre su boca, y no dice: "He decidido seguir al Yahshua ha Mashiaj y ya le pertenezco a Él". Los demás lo seguirán considerando igual que ellos. Así que cuando ellos pecan o se involucran en concupiscencias, siguen pensando que usted es como ellos. Usted sabe en su corazón que es creyente y que no está bien andar con ellos, pero no les rechaza por complacerlos. Al principio inventa pretextos para no aceptar sus invitaciones, pero ellos continúan presionándole y usted tiene que pensar en una nueva excusa o quizás dos para no ir con ellos. ¿Por qué no decirles desde un principio que usted es creyente? Todo lo que tiene que hacer es confesar una o dos veces para que dejen de molestarlo.
Si usted no confiesa con su boca, es decir, si sigue siendo un creyente en secreto, tendrá más dificultades que los que son creyentes abiertamente, ya que las tentaciones que experimentará serán mucho más fuertes que las que experimentan los otros creyentes que confiesan al Mashiaj. Estará atado por los afectos humanos, y las relaciones antiguas le afectarán mucho más, ya que no siempre podrá excusarse diciendo que tiene dolor de cabeza, o que está ocupado. Como no puede usar las mismas excusas una y otra vez, es mejor declarar desde el primer día: "He creído en Yahshua ha Mashiaj y lo he recibido en mi corazón". Una vez que usted haga saber esto a sus compañeros de clase y de trabajo, a sus amigos y familiares, ellos sabrán que usted no es como ellos, y eso le ahorrará muchos problemas; de lo contrario, usted se encontrará con muchos obstáculos. Confesar al Mashiaj evita muchas contrariedades.
No confesar al Mashiaj hará que su conciencia lo acuse
Existe un problema muy serio para la persona que no confiesa al Mashiaj con su boca. Muchos creyentes de Mashiaj tuvieron esta experiencia cuando Él estuvo en la tierra.
Los judíos rechazaron al Yahshua ha Mashiaj y se le opusieron con vehemencia:
Sus padres dijeron esto porque tenían miedo de los yahuditas, porque ya los yahuditas habían acordado que si alguno confesaba que Yahshúa era el Mashíaj, lo expulsarían de la sinagoga. Yahanan/Juan 9:22
En el capítulo 12 de este mismo libro, las Escrituras dicen:
Sin embargo, aún de entre los dirigentes, muchos creyeron en él, pero por causa de los fariseos no lo confesaban, para que no los expulsaran de la sinagoga. Yahanan/Juan 12:42
¿Cree que estas personas tenían paz en sus corazones? Quizás se habrían sentido incómodos si hubiesen confesado al Yahshua ha Mashiaj, pero ciertamente sufrían una incomodidad aún mayor al no confesarlo.
La sinagoga judía es un cuadro del mundo religioso (la religión es cosa muerta) que se opone al Mashiaj. El mundo religioso siempre critica a Yahshua ha Mashiaj y siempre lo considera un verdadero problema. El mundo religioso siempre habla en contra de Mashiaj. Al estar en tal lugar, ¿podría usted escuchar a esta gente y, aun así, pretender ser como uno de ellos? Fingir no sólo es doloroso, sino que también es muy difícil, ya que se requiere mucho más esfuerzo para controlarse y refrenarse. ¿Acaso no habría algo en su interior que desearía proclamar: "¡Este hombre es mi Salvador y yo creo en Él!", o "¡Este hombre me puede librar de mis pecados y aunque usted no crea en Él, yo sí creo en Él!"?. ¿No hay acaso algo dentro de todo creyente verdadero que desea proclamar esto a los cuatro vientos?
¿Va a obligarse a estar callado simplemente porque desea el respeto y la posición que los hombres le dan? Muchos de esos creyentes secretos finalmente se habrán pronunciado y habrán sido expulsados. Otros no lo habrán hecho, y se perdieron a sí mismos por complacer a hombres. Si hubieran confesado al Mashiaj se habrían sentido mucho mejor. Si usted no fuera un creyente verdadero, seguramente le daría igual confesar al Mashiaj o no. Pero, debido a que usted es un creyente genuino, su conciencia lo acusaría si pretendiese simpatizar con quienes se oponen al Mashiaj.
No hay nada más doloroso que no confesar al Mashiaj ante los hombres. Este es el mayor de los sufrimientos. A mí no me gustaría estar en el lugar de aquellos gobernantes judíos, porque el sufrimiento que ellos experimentaron fue muy grande. Si usted no es creyente, no tiene nada que decir, pero si usted ha creído, lo mejor que puede hacer y lo que es más fácil y gozoso es salirse de la sinagoga.
Quizás le parezca que hay demasiados obstáculos para hacer esto, pero las experiencias pasadas nos indican que estos obstáculos serán cada vez mayores, y que su corazón sufrirá más si no opta por este camino.
Supongamos que usted oye una calumnia contra sus padres y escucha callado sin hacer nada, o peor aún, pretende estar de acuerdo con ello. Si usted hace tal cosa, ¿qué clase de persona es usted? Nuestro Mashiaj dio Su vida para salvarnos. Si no decimos nada de Mashiaj a quien nosotros adoramos y servimos ¿a qué grado de cobardía hemos llegado? Debemos ser osados y proclamar: "¡Yo pertenezco al Mashiaj!".
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