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El Testimonio del Creyente 2

Actualizado: 31 dic 2018



La Confesión Verbal 2


Cuando una persona ha creído en Mashiaj, no debe mantener este hecho en secreto, sino que tiene que confesar con su boca a Yahshua. Confesar al Mashiaj con nuestra boca es de suma importancia. Pero algunas personas cometen muchos errores sólo para evitarse la confrontación con amigos, familiares o el mundo en general.



Intentar reemplazar la confesión con un buen comportamiento


Muchos creyentes nuevos son influenciados por las enseñanzas tradicionales y piensan que portarse bien es más importante para un creyente que confesar con sus labios. Piensan que un cambio en lo que uno dice no es tan importante como un cambio en lo que uno hace. Debemos desechar este concepto, el cual es totalmente erróneo. Con esto no estamos diciendo que no sea necesario cambiar nuestra conducta, porque si nuestra conducta no cambia, nuestra confesión es en balde. PERO CAMBIAR NUESTRA MANERA DE OBRAR SIN CONFESAR CON NUESTRA BOCA ES IGUALMENTE VANO. Un cambio de conducta jamás podría reemplazar la confesión, porque aun cuando nuestra conducta haya cambiado, aún sigue siendo necesario confesar públicamente al Mashiaj.


El nuevo creyente debe aprovechar la primera oportunidad que se le presente de hablar a los demás sobre su fe en Yahshua ha Mashiaj. Si usted no confiesa con la boca, hará que se formen conjeturas sobre usted y se especule sobre su comportamiento. Se dirán muchas cosas acerca de usted, pero no mencionarán al Yahshua ha Mashiaj; de esta manera, ESTARÁ ROBÁNDOLE LA GLORIA DE SU CAMBIO. Así que es mejor que les diga por qué ha habido tal cambio en su conducta, ya que una buena conducta jamás reemplazará la confesión verbal. Es importante tener una buena conducta, pero también lo es confesar con nuestra boca. Por lo tanto, usted debe confesar: "Yahshua es mi Mashiaj y deseo servirle". Estas palabras deben salir de su boca, aunque su conducta sea muy buena.


Hemos oído a mucha gente decir que no hay necesidad de decir nada si se tiene una buena conducta. Recuerden que nadie se molestará en criticar a aquellos que dicen esto, aun cuando su conducta no haya sido tan buena, pero si dice que es creyente, inmediatamente los demás lo criticarán y lo censurarán cuando cometa la menor falta. Así que aquellos que dicen que es suficiente con manifestar una buena conducta y que no es necesario confesar con la boca, en realidad están dándose una excusa para portarse mal. Dejan una puerta abierta para escapar de las críticas. No crean que es suficiente tener un cambio de conducta; es absolutamente indispensable confesar con la boca.



El temor de no perseverar hasta el final


Algunas personas piensan de esta manera: "Si confieso verbalmente y luego no persevero en mi convicción creyente, ¿no será esto motivo de burla? Supongamos que después de tres o cinco años he fracasado como creyente, ¿qué debo hacer entonces? Es mejor no decir nada ahora y esperar que pasen algunos años hasta que esté seguro". Podemos decirles a estas personas que si no confiesan su fe por temor de caer o fracasar, sin duda alguna fracasarán. Estas personas han abierto una puerta trasera procurando evitar la puerta principal. ES DECIR, YA HAN HECHO LOS PREPARATIVOS NECESARIOS PARA PODER DESDECIRSE DE SU PROPIA CONFESIÓN DE FE. Estas personas quieren esperar a sentirse seguras antes de confesar. Y como para creer necesitamos FE, podemos poner en duda la sinceridad de su arrepentimiento. Esta persona está demostrando falta de fe. Podemos estar seguros que tales personas fracasarán. Es mejor declarar resueltamente: "¡Yo soy de Mashiaj!". Si usted cierra la puerta trasera, le será mucho más difícil retroceder o desviarse y tendrá más posibilidades de avanzar que de retroceder. De hecho, esta es la única manera en la que usted podrá avanzar.


Si usted espera mejorar su comportamiento antes de decidirse a confesar al Mashiaj delante de los demás, su boca jamás se abrirá; estará mudo para siempre aunque llegue a manifestar una buena conducta. Si usted no abre su boca desde un principio, más tarde le será mucho más difícil. Si usted confiesa verbalmente su fe, la posibilidad de tener una buena conducta se incrementará, pero si espera confesar hasta que su conducta mejore, perderá no sólo la oportunidad de abrir su boca, sino también la de tener una buena conducta.


Es reconfortante saber que Elohim no sólo nos redime, sino que también nos guarda. ¿Con qué podemos comparar la redención? La redención es la adquisición de algo. Pero, ¿qué significa entonces guardar? Guardar es retener lo adquirido. ¿Quién en este mundo compra cierto artículo pensando que lo va a tirar? Yahweh salva a personas por todo el mundo, pero no las salva para tirarlas. Él quiere resguardar lo que ha salvado. Puesto que Yahweh nos salvó, Él nos guardará. Puesto que Yahweh nos redimió, Él nos guardará hasta aquel día. Elohim nos ama tanto que envió a Su Hijo para redimirnos. Si Él no hubiera tenido la intención de guardarnos, no habría pagado tan alto precio. El plan y propósito de Elohim es salvaguardarnos. Así que no tengan temor de levantarse y declarar: "¡Creo en Mashiaj!". Posiblemente se pregunte: "¿Qué pasará si cometo una falta a los pocos días?". No se preocupe. Yahshua será responsable de eso, así que mejor levántese y diga: "¡Yo pertenezco a Elohim!". Entréguese a Él. Yahweh sabe que usted necesita apoyo, cuidado y protección. Podemos afirmar con certeza que Elohim resguarda la salvación del hombre. Esto hará que la redención esté llena de significado para nosotros.



El temor del hombre


Algunas personas no se atreven a confesar al Mashiaj públicamente porque tienen temor de los hombres. Son muchos los que honestamente pueden decir que verdaderamente están dispuestos a ponerse de pie y confesar al Mashiaj públicamente y sin ninguna reserva, pero en cuanto ven el rostro de los demás, sienten temor. Al ver el rostro de sus padres o de sus amigos, los sobrecoge la timidez que les impide hablar. Es aquí donde muchas personas tropiezan, porque sienten temor de los hombres y no se atreven a abrir su boca. Algunas personas son tímidas por naturaleza, no sólo en cuanto a confesar al Mashiaj, sino también en otras cosas. Pedirles que hablen sobre su fe equivale a pedirles que sacrifiquen su vida. Ellos sencillamente no se atreven a abrir sus bocas.


No obstante, esta clase de persona debe prestar oído a lo que Elohim dice al respecto. Mishlei/Proverbios 29:25 dice: "El temor del hombre será una trampa". Si usted siente temor de ver a los demás, caerá en una "trampa", porque su temor se convertirá en una trampa para usted. Es decir, su temor se convierte en su propia trampa. Cada vez que su corazón siente temor de los hombres, usted se está enredando en su propio lazo, en el cual caerá porque éste ha sido creado por su propio temor. Posiblemente la persona a la que usted teme, esté dispuesta a escucharle, y aun si no quisiera oírle, posiblemente ella no sea tan terrible como usted se imagina.


Los creyentes que tengan temor de los hombres fracasarán. Recuerde que si teme a alguien, posiblemente él también le tema a usted. Si no abrimos la boca por temor, tal vez estemos haciendo que la otra persona se pierda. Si seguimos a Elohim, no hay razón para temer. Aquel que tema a los hombres, no podrá ser un buen creyente ni podrá servir al Mashiaj. El creyente debe confesar al Mashiaj ante sus familiares y amigos, en privado y en público. Debemos hacer esto desde un principio.


Es inevitable que un nuevo creyente sienta vergüenza cuando confiesa públicamente su fe; pero debe vencer tal sentimiento. Es cierto que el mundo se avergüenza de alguien que se ha hecho creyente, pero nosotros tenemos que superar tal sentimiento.


¿Cómo podemos superar esta sensación de vergüenza? Tenemos que enfrentarnos a tal sentimiento desde dos ángulos diferentes: Por un lado, tenemos que darnos cuenta que cuando Yahshua ha Mashiaj fue crucificado, Él llevó nuestros pecados y también nuestra vergüenza. Cuando Mashiaj llevó nuestros pecados, Él sufrió una gran humillación. Así pues, a los ojos de Elohim, nosotros también debemos estar dispuestos a sufrir semejante humillación de parte de los hombres. La humillación que hemos de sufrir delante de los hombres, jamás podrá compararse con la humillación que nuestro Mashiaj sufrió por nosotros en el madero. Por lo tanto, no nos debe sorprender si somos humillados; debemos entender que pertenecemos al Mashiaj.


El Mashiaj dijo: "Por tanto, a todo el que me reconozca delante de la gente, yo también lo reconoceré delante de mi Padre que está en el cielo". Agradecemos al Mashiaj porque si lo confesamos a Él hoy, en aquel día Él también nos confesará a nosotros. Pero Él también dijo: "Pero a cualquiera que me niegue delante de los hombres, Yo también le negaré delante de Mi Padre que está en los cielos" (pasuk 33).


¡Qué contraste! Todo lo que tenemos que hacer es confesar que Mashiaj excelente, el distinguido entre millares, es el Hijo de Elohim, y entonces Él nos confesará delante del Padre celestial y de los ángeles de Elohim. Si usted piensa que es difícil confesar a tan glorioso Mashiaj delante de los hombres, Mashiaj también tendrá dificultad en confesar delante de Su Padre a una persona como usted cuando Él retorne en la gloria del Padre. No debemos evitar confesar al Mashiaj por temor a los hombres. Si hoy es difícil para nosotros confesar a Yahshua ha Mashiaj, cuando Él regrese le será difícil confesarnos ante Su Padre y ante todos los ángeles gloriosos. ¡Éste es un asunto muy serio!


En realidad, no es difícil confesar al Mashiaj, especialmente si comparamos nuestra confesión con la Suya. Es muy difícil que Él nos confiese a nosotros porque somos los hijos pródigos que recién regresamos a casa, y no hay nada bueno en nosotros, pero Él nos confesará delante de Su Padre en el futuro.


Quiera Elohim que desde el principio los recién convertidos no se avergüencen de confesar al Mashiaj. Jamás seamos creyentes secretos.





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