...y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por medio de la fe que es en el Mashíaj Yahshúa. Toda Escritura es inspirada por Yahweh y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Elohim sea maduro, enteramente capacitado para toda buena obra. Timotio Bet/2 Timoteo 3:15-17
Felices los que observan sus decretos, los que lo buscan de todo corazón. No han hecho lo malo, sino que han seguido Sus caminos. Tú has mandado que se guarden diligentemente tus preceptos. Quisiera que fueran firmes mis caminos en guardar tus leyes; entonces no quedaría yo avergonzado cuando me fije en todos tus mandamientos. Te alabaré con corazón sincero a medida que aprendo tus reglas. Guardaré tus leyes; no me abandones por completo. ¿Cómo podrá un joven mantener puro su camino? -aferrándose a tu palabra. Te he buscado con todo mi corazón; no dejes que me aparte de tus mandamientos En mi corazón atesoro tu palabra; para no pecar contra ti (...) Meditaré en tus preceptos y mantendré mis ojos en tus caminos (...) Lámpara es a mis pies tu palabra, una luz a mi camino (...) Tu palabra es sumamente pura, y tu servidor la ama (...) Mis ojos están abiertos antes de las vigilias de la noche, para que pueda meditar en Tus mandatos. Tehilim/Salmos 119:9-11,15,105,140,148
La Importancia De Leer Las Escrituras
Todos los creyentes deben leer las Escrituras porque "Toda Escritura es inspirada por Yahweh y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia" (Timotio Bet/2 Timoteo 3:16). Las Escrituras nos muestran las muchas cosas que Elohim ha hecho por nosotros y cómo Él ha guiado a los hombres en el pasado. Si queremos conocer las riquezas de Elohim, lo vasto de Su provisión para nosotros, y si queremos conocer paso a paso cómo Elohim guía a los hombres, tenemos que leer las Escrituras.
Hoy en día, cuando Elohim habla personalmente a los hombres, se basa en lo que Él dijo en el pasado. Es rara la ocasión en la que Él nos dice algo que no lo haya dicho antes en las Escrituras. Aun si alguien ha avanzado mucho en su caminar espiritual, LA REVELACIÓN QUE RECIBA DE ELOHIM SE BASARÁ EN LO QUE ELOHIM MISMO YA HA HABLADO EN LAS ESCRITURAS, en una comprensión más cabal y profunda de las verdades antiguamente reveladas. Por lo tanto, lo que Elohim enuncia hoy es simplemente una repetición de Su Palabra. SI UNA PERSONA NO CONOCE LO QUE ELOHIM HA DICHO EN EL PASADO, LE SERÁ DIFÍCIL EN EL PRESENTE RECIBIR REVELACIÓN DE PARTE DE ELOHIM DEBIDO A QUE CARECE DEL FUNDAMENTO PARA QUE ELOHIM LE HABLE.
Más aún, si Elohim desea hablar a los demás por medio de nosotros, Él lo hará basándose en lo que Él ya había hablado en el pasado. Si no sabemos qué es lo que Elohim dijo en el pasado, Él no podrá hablar a los demás por medio de nosotros, y seremos inútiles a los ojos de Elohim.
Esta es la razón por la cual necesitamos que la palabra de Elohim habite en nosotros ricamente. Si Su palabra habita ricamente en nosotros, conoceremos bien Su manera de actuar en el pasado y oiremos lo que Él dice hoy. Sólo entonces podrá Elohim usarnos a nosotros para hablar a los demás.
Las Escrituras son un gran libro, una obra monumental. Si dedicáramos toda nuestra vida al estudio de las Escrituras, percibiríamos apenas una parte de sus riquezas. Por ende, le será imposible a una persona entender las Escrituras si no le dedica un tiempo para estudiarla. Todo creyente que recién empieza en la vida creyente debe esforzarse al máximo por laborar en la Palabra de Elohim para que cuando crezca pueda recibir la nutrición que ella proporciona y también abastecer a otros con las riquezas de la Palabra.
Todo aquel que quiera conocer a Elohim debe estudiar Su Palabra con seriedad, y todos los creyentes deben comprender la importancia de leer las Escrituras desde el comienzo mismo de su vida creyente.
Principios Básicos Con Respecto A La Lectura De Las Escrituras
Existen cuatro principios básicos que debemos tener presente al leer las Escrituras; ellos son:
1) Descubrir los hechos
2) Memorizar y recitar el texto
3) Analizar, clasificar y comparar
4) Recibir la iluminación de Elohim.
Debemos seguir esta secuencia cuando leamos las Escrituras. No podemos saltar del tercer punto al primero ni viceversa. En primer lugar, descubrimos los hechos que constan en las Escrituras. En segundo lugar, memorizamos tales hechos. Puede parecer tedioso y aburrido para muchos, pero realmente no se puede escapar del ESQUEMA SISTEMÁTICO de estudio, sobre todo al comienzo, cuando los creyentes son nuevos y no conocen nada de las Escrituras. Al estudiar y memorizar la Palabra de Elohim tenemos que hacerlo con precisión y exactitud, y siempre recurriendo a una versión basada en una traducción fiel a los originales. No podemos darnos el lujo de dejar o ignorar ninguna sección de ella, también por muy aburrido que pueda resultarnos. Las cosas que hoy no nos dicen nada, MAÑANA TENDRÁN SENTIDO PORQUE LAS RECORDAREMOS. En tercer lugar, debemos analizar, clasificar y comparar los hechos. Después de analizar con exactitud los hechos, y de haberlos clasificado y comparado debidamente, estaremos en la posición adecuada para avanzar al cuarto paso, que consiste en recibir la iluminación de Elohim.
Las Escrituras contienen muchos hechos o realidades de índole espiritual. Si los ojos internos están cerrados, no podremos ver tales hechos; pero cuando descubrimos los hechos bíblicos, la mitad de la luz contenida en la Palabra de Elohim estará a nuestra disposición. La iluminación de Elohim no es otra cosa que Su resplandor sobre los hechos que constan en Su Palabra. Identificar tales hechos es la mitad de nuestra labor requerida al leer las Escrituras y debe ser lo primero que debemos hacer al estudiarla, para poder "llevar" al Ruaj nuestro material previamente masticado, a fin de que Él nos ayude a digerirlo con una completa y profunda nutrición para nuestros ruajim.
Por ejemplo, hay ciertas cosas que las Escrituras mencionan en ciertos pasajes, mientras que las ignoran en otros. En cierto pasaje se expresa una cosa, mientras que en otro pasaje se lo saltea. El mismo término puede aparecer de una forma en un lugar y de otra en un lugar diferente. La misma palabra aparece en plural en ciertos casos, y en otros, en su forma singular. En algunos pasajes, las Escrituras recalca el título del Mashíaj, mientras que en otros hace hincapié en el nombre de Yahshua. La cronología se menciona en algunos lugares, pero en otros se deja de lado por completo. Todos estos son hechos.
Una persona que lee con esmero las Escrituras es, sin duda, cuidadosa ante Elohim. No puede ser descuidada ni torpe, ya que ni una jota ni una tilde de la Palabra de Elohim puede ser alterada. Lo que dice la Palabra de Elohim, así ha de ser. En el momento mismo en que la Palabra de Elohim se abre a nosotros, debiéramos poder determinar cuál es el énfasis en dicho pasaje. Muchas personas son descuidadas, y oyen y leen la Palabra sin prestar mucha atención; por ende, no identifican qué es lo que la Palabra de Elohim enfatiza, ni comprenden las profundidades de la misma. Por eso es muy importante disciplinarnos a seguir un esquema, a fin de acostumbrarnos a ver las cosas que el Ruaj desea mostrarnos. Sólo entonces recibiremos la luz de Elohim. Y de este modo, seremos abastecidos y podremos abastecer a otros, seremos nutridos y podremos nutrir a los demás.
Es así como se leen y estudian las Escrituras. Estos son los cuatro principios que usamos al leer las Escrituras. No podemos pasar por alto ninguno de ellos.
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