Yahweh le habló a Mosheh y Aharón y les dijo: "Esta es la ley ritual que ha mandado Yahweh: Da instrucciones al pueblo yisraelita de que te traigan una vaca roja sin tacha, en la que no haya defecto, y a la que no le hayan puesto yugo. Se la darás a Elazar el sacerdote. La sacarán del campamento y la inmolarán en su presencia. Elazar el sacerdote tomará un poco de su sangre con su dedo y la rociará siete veces hacia el frente de la Carpa de Reunión. Quemarán la vaca ante su vista –su cuero, su carne, y su sangre se quemarán, incluso su estiércol– y el sacerdote tomará madera de cedro, hisopo, y tela escarlata, y las echará al fuego que consume a la vaca. El sacerdote lavará sus vestidos y bañará su cuerpo en agua; después de eso el sacerdote podrá volver a entrar en el campamento, pero estará impuro hasta la tarde. El que realizó la quema lavará también sus vestidos en agua, bañará su cuerpo en agua, y estará impuro hasta la tarde. Un hombre que esté puro recogerá las cenizas de la vaca y las depositará fuera del campamento en un lugar puro, se guardará para el agua de purificación para la comunidad yisraelita. Es para purificación. El que recoja las cenizas de la vaca lavará también sus ropas y estará impuro hasta la tarde. Esta será una ley permanente para los yisraelitas y para los extranjeros que residen entre ustedes (...) Se purificará con ella en el tercer día y en el séptimo día, y entonces quedará puro. Todo el que toque un cadáver, el cuerpo de una persona que ha muerto, y no se purifique, contamina la Morada de Yahweh; tal persona será eliminada de Yisrael. Siendo que no se lo salpicó con el agua de la purificación, permanece impuro; su impureza está aún sobre él (...) Se tomará para la persona impura un poco de las ceniza del fuego de purificación, y se le añadirá agua fresca en una vasija. Una persona que esté pura tomará hisopo, lo sumergirá en agua, y rociará la carpa y todas las vasijas y las personas que estaban allí, o el que tocó los huesos o la persona que mataron o que murió naturalmente, o el sepulcro. La persona pura rociará a la persona impura en el tercer día y en el séptimo día, purificándolo así para el séptimo día. Ella lavará entonces sus ropas y se bañará en agua, y al atardecer quedará limpia. Bamidbar/Números 19:1-10,12-13,17-19
El Tipo De Las Cenizas De La Vaca Roja
Bamidbar/Números 19 es un capítulo muy peculiar en la Tanak, pues allí se menciona una vaca roja, la cual hace referencia a algo muy especial. EL SACRIFICIO DE ESTA VACA NO SATISFACÍA LA NECESIDAD DEL MOMENTO, SINO UNA NECESIDAD FUTURA.
Esto también es muy significativo.
Fíjense que en este caso no se ofreció un toro, sino una vaca. En las Escrituras el género es muy significativo. Por ejemplo, el género masculino denota lo relativo al testimonio de la verdad, y el género femenino denota lo relativo a la experiencia de la vida. Al leer las Escrituras, debemos estar familiarizados con este principio. Por ejemplo, Avraham denota la justificación por fe, mientras que Sara hace referencia a la obediencia. La justificación por fe es algo objetivo, pues tiene que ver con la verdad y el testimonio, mientras que la obediencia es subjetiva; tiene que ver con la vida y la experiencia. En las Escrituras, abundan personajes femeninos que simbolizan a la congregación de creyentes, debido a que la congregación de creyentes, por estar estrechamente vinculada a la obra del Mashíaj en el hombre, concierne a nuestra experiencia subjetiva. En este pasaje, en lugar de un toro se usa una vaca, porque esta representa otro aspecto de la obra del Mashíaj: Su obra en relación con el hombre. Así pues, EL USO DE LA VACA ROJA EN ESTE PASAJE HACE ALUSIÓN A LA OBRA DE ELOHIM DESDE LA PERSPECTIVA SUBJETIVA, NO LA OBJETIVA.
¿Qué hacían con la vaca roja? Ella era degollada, y su sangre era llevada y rociada siete veces en la parte delantera del tabernáculo de reunión. En otras palabras, la sangre era ofrecida a Elohim, pues la obra de la sangre siempre es para satisfacer a Elohim. Así pues, la sangre de la vaca roja era rociada siete veces a la entrada del tabernáculo de reunión, lo cual significa que era para Elohim y para la redención del pecado.
Ahora bien, después de haber sido degollada fuera del campamento, la vaca era incinerada. La piel, la carne, la sangre restante y hasta el estiércol, todo era quemado; es decir, la vaca era incinerada en su totalidad. Mientras era quemada, el sacerdote añadía al fuego madera de cedro, hisopo y tela escarlata.
El cedro es el árbol más elevado mencionado en las Escrituras, y el hisopo es un arbusto bajo. En Melajim Alef/1 Reyes 4:33 se nos dice que Salomón disertó sobre todos los árboles, "desde el cedro... hasta el hisopo". Así pues, al hablar del cedro y el hisopo se denota la totalidad de los árboles, con lo cual se hace referencia al mundo entero. ¿Y qué representa el color escarlata? La palabra escarlata también se puede traducir "grana". En YeshaYah/Isaías 1:18 dice: "Aunque sus pecados sean como la grana, pueden volverse blancos como la nieve". Por tanto, el color escarlata representa, en este caso, nuestros pecados. Quemar juntos el cedro, el hisopo y la escarlata indica que los pecados del mundo entero, en su totalidad, fueron puestos sobre la vaca roja cuando ésta fue ofrecida a Elohim. Vemos aquí una representación fidedigna del madero. Yahshua ha Mashíaj se ofreció a Sí mismo a Elohim. Él abrazó todos nuestros pecados. Todos estaban allí, desde los más graves hasta los más triviales, tanto los pecados pasados como los pecados presentes y futuros, tanto aquellos pecados de los cuales el hombre ha tomado conciencia y para los cuales busca el perdón, como los pecados de los cuales no ha tomado conciencia todavía, y los futuros que aún no hemos cometido, lamentablemente. TODOS LOS PECADOS FUERON PUESTOS SOBRE LA VACA ROJA Y TODOS ELLOS FUERON QUEMADOS JUNTO CON ELLA.
¿Qué se hacía después que todo había sido consumido por el fuego? Bamidbar/Números 19:9 dice: "Un hombre que esté puro recogerá las cenizas de la vaca y las depositará fuera del campamento en un lugar puro, se guardará para el agua de purificación para la comunidad yisraelita. Es para purificación". ¿Qué significa esto? Esto es precisamente lo que hace que este sacrificio de la vaca roja sea tan especial. Después de quemar la madera de cedro, el hisopo y la escarlata junto con la vaca, se recogían las cenizas y se guardaban en un lugar limpio. Más tarde, si alguno de los israelitas tocaba algo inmundo y se contaminaba delante de Elohim, una persona limpia mezclaba el agua de purificación con las cenizas y las rociaba sobre la persona contaminada, quitando así la inmundicia. En otras palabras, las cenizas eran usadas para quitar inmundicias. Estas cenizas estaban preparadas para el futuro, eran destinadas a quitar las impurezas en un tiempo futuro.
CUANDO UN ISRAELITA OFRECÍA UN TORO O UN CORDERO COMO OFRENDA POR EL PECADO, LO HACÍA PORQUE SABÍA QUE HABÍA PECADO. PERO EN EL CASO DE LA TERNERA ROJA, ESTA ERA INCINERADA POR RAZONES DIFERENTES; ELLA ERA OFRECIDA NO POR LOS PECADOS PASADOS, SINO COMO PROVISIÓN PARA LA INMUNDICIA FUTURA. ASÍ PUES, LA VACA ROJA ERA CONSUMIDA POR EL FUEGO, NO PARA LIMPIAR PECADOS PASADOS, SINO CON MIRAS A QUITAR LA INMUNDICIA QUE PUDIERA DETECTARSE EN EL FUTURO.
Esto nos muestra otro aspecto de la obra realizada por Yahshua ha Mashíaj. En este aspecto, la obra realizada por Yahshua ha Mashíaj es semejante a la obra que era realizada por las cenizas de la vaca roja. Las cenizas representan la eficacia de la redención que efectuó Yahshua ha Mashíaj. Estas cenizas incluyen los pecados de todo el mundo, e incluyen, además, la sangre provista para quitar dichos pecados. Así pues, cuando una persona se contaminaba o tocaba alguna cosa inmunda, no se necesitaba matar otra vaca roja para ofrecerla a Elohim. Únicamente se debía tomar las cenizas de la vaca que ya había sido ofrecida, mezclarlas con agua, y rociar dicha mezcla sobre el cuerpo de la persona inmunda. ESTO QUIERE DECIR QUE NO ES NECESARIO QUE EL MASHÍAJ HAGA NADA NUEVAMENTE. Su redención ya ha logrado todo lo que era necesario lograr. Así, Él ha hecho provisión para toda inmundicia futura y los pecados futuros. Todo lo necesario ha sido plenamente logrado por medio de Su redención.
¿Qué representan las cenizas? En las Escrituras, las cenizas denotan que algo ha alcanzado su estado final. Ya sea que se trate de un toro o un cordero, después que es quemado, su estado final será cenizas. Así pues, las cenizas son muy estables. Las cenizas no pueden corromperse y convertirse en algo distinto; ellas son incorruptibles e indestructibles. Las cenizas, pues, representan aquello que ha alcanzado su estado final.
Las cenizas de la vaca roja representan la eficacia eterna e inmutable de la redención del Mashíaj. La redención que nuestro Mashíaj logró en beneficio nuestro es sumamente firme y estable. Las cenizas de la vaca roja representan la redención que el Mashíaj proveyó para nosotros, la cual podemos aplicar hoy en día, en cualquier momento. Si un creyente comete el error de enredarse, incidentalmente, en algo inmundo y se contamina, no necesita pedirle al Mashíaj que vuelva a morir por él. Únicamente necesita confiar en la eficacia eterna e incorruptible de las cenizas y rociar su cuerpo con el agua de vida, y será limpio. En otras palabras, las cenizas de la vaca roja indican que la obra del madero, consumada en el pasado, es susceptible de ser aplicada hoy, y se encuentra a nuestra disposición en cualquier momento. Además, el madero es eficaz para satisfacer toda necesidad que pudiéramos tener en el futuro. Estas cenizas son específicamente para ser usadas en el futuro. Se requiere de una sola vaca roja, la cual deberá ser consumida por el fuego una sola vez, pues sus cenizas bastan para abarcar toda la existencia de una persona. ¡Gracias al Mashíaj porque Su redención es suficiente para toda nuestra vida y porque Su muerte quitó todos nuestros pecados!
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