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Restitución, Arrepentimiento y Restauración 05



Después de haber creído en el Mashíaj, debemos cultivar el hábito de confesar nuestras faltas y efectuar la restitución correspondiente. Si hemos ofendido a alguien o hemos cometido alguna injusticia en perjuicio de otra persona, debemos aprender a admitir nuestra falta delante de dicha persona y a compensarla por los perjuicios que le hayamos causado, o sea, debemos efectuar restitución. Por un lado, debemos confesar ante Elohim, y por otro, debemos reconocer nuestras faltas ante los hombres y efectuar la debida reparación. Si no confesamos ante Elohim, ni pedimos perdón o efectuamos restitución al hombre, nuestra conciencia rápidamente se hará insensible. Una vez que nuestra conciencia haya perdido su sensibilidad, se habrá generado un problema serio y fundamental, a saber: que la luz de Elohim difícilmente podrá resplandecer en nuestro ser. Por ello, uno tiene que cultivar el hábito de confesar y de efectuar restitución a fin de mantener una conciencia sensible y aguda delante del Mashíaj.


¿Cuándo fue la última vez que usted pidió perdón a otra persona? Si ha transcurrido un período muy prolongado, entonces es probable que su conciencia se haya hecho insensible. Por lo regular, ofendemos los demás. Si después de haber ofendido a alguien uno no siente remordimiento alguno, ese es un indicio de que su conciencia sufre alguna enfermedad o deficiencia. El tiempo transcurrido desde su última confesión debe indicarle si existe un problema entre usted y Elohim. Si ha transcurrido un largo período, obviamente usted carece de luz en su ruaj. Si ese tiempo es breve, es decir, si recientemente ha confesado alguna falta, ello prueba que su conciencia continúa sensible. A fin de vivir bajo la luz de Elohim, necesitamos que nuestra conciencia permanezca sensible, y para ello, es necesario que condenemos el pecado continuamente. Necesitamos confesar nuestras faltas ante Elohim y también ante los hombres, y debemos efectuar la restitución apropiada.


Si hemos ofendido a Elohim, y la ofensa no afecta específicamente a otras personas, entonces no es necesario confesar ante los hombres. Evitemos caer en excesos. Si al haber ofendido a Elohim, un hermano no ha ofendido a otras personas, entonces sólo necesitará confesar su pecado ante Elohim; no hay ninguna necesidad de que confiese ante los hombres. Espero que tengamos en cuenta este principio.


¿Qué clase de pecados ofenden a nuestro prójimo? ¿Cuál es la manera apropiada de pedir perdón a otros por haberlos ofendido? ¿Cómo debemos compensarlos por haber hecho tratos injustos? Si queremos estar claros al respecto, debemos estudiar detenidamente dos pasajes de las Escrituras.



La Ofrenda Por Los Pecados


La ofrenda por los pecados tiene dos aspectos: uno se revela en Vayikra/Levítico 5 y el otro en 6. El capítulo 5 nos dice que debemos confesar nuestros varios pecados ante Elohim, y ofrecer sacrificios por el perdón de los mismos. El capítulo 6 nos dice que si hemos causado perjuicio a otra persona, no es suficiente ofrecer sacrificio a Elohim, sino que, además, debemos efectuar la debida restitución a la persona que hemos agraviado. ASÍ PUES, EL SEXTO CAPÍTULO DE VAYIKRA/LEVÍTICO NOS DICE QUE SIEMPRE QUE HEMOS CAUSADO ALGÚN PERJUICIO MATERIAL A OTRA PERSONA, DEBEMOS RESOLVER DICHO ASUNTO ANTE LOS HOMBRES. Por supuesto, también debemos confesar ante Elohim y pedirle Su perdón; pero eso no es suficiente. No podemos pedirle a Elohim que nos perdone en representación de aquellos a quienes hemos perjudicado.


¿Cómo debemos resolver este asunto delante de los hombres? Consideremos la ofrenda por los pecados descrita en Vayikra/Levítico 6.



Algunos pecados son transgresiones contra los hombres


Yahweh le habló a Mosheh, diciendo: Cuando una persona peque y cometa una ofensa contra Yahweh al tratar engañosamente con su prójimo en asunto de un depósito o una promesa, o al robar, o al defraudar a su prójimo, o al encontrar algo perdido y mentir sobre ello; si jura falsamente concerniente a cualquiera de las diversas cosas que uno puede hacer y pecar en ello– cuando uno haya pecado así y, al darse cuenta de su culpa, devuelva lo que obtuvo mediante robo o fraude, o el depósito que se le confió, o el objeto perdido que encontró, o cualquier otra cosa en la que haya jurado falsamente, pagará la cantidad principal y le añadirá la quinta parte. Se la pagará a su dueño cuando se dé cuenta de su culpa. Luego traerá al sacerdote, como su sanción para Yahweh, un carnero sin tacha del rebaño, o el equivalente, como ofrenda por la culpa. El sacerdote hará expiación en su favor delante de Yahweh, y será perdonado por cualquier cosa que haya hecho para hacerse culpable. Vayikra/Levítico 6:1-7

Una persona que haya ofendido a alguien o le haya causado perjuicio material, tiene la obligación de arreglar cuentas con los hombres antes de poder ser perdonado. De lo contrario, no podrá ser perdonado.


En este pasaje bíblico podemos distinguir hasta seis clases de transgresiones en contra de los hombres:


1) Engañar al prójimo con respecto a un depósito que nos fuera encomendado: Esto se refiere a engañar al propietario con respecto a bienes que él nos confió y procurar así retener las porciones buenas y costosas mientras que devolvemos las de inferior calidad. Esto es mentir, y es un pecado delante de Elohim. No debemos mentir con respecto a lo que nos haya sido encomendado, sino que debemos resguardarlo con toda fidelidad. Los hijos de Elohim deben guardar fielmente lo que se les confíe. Si no podemos guardar algo, no lo debemos aceptar. Una vez que lo aceptemos, debemos hacer lo posible por guardarlo. Si a causa de nuestra negligencia algo le llega a suceder, habremos transgredido contra el hombre.


2) Engañar al prójimo con respecto a lo dejado en nuestras manos: Esto se refiere a defraudar al prójimo en cuestiones de negocios, o a mentir en transacciones comerciales, o a lograr ganancias por medios deshonestos, o a valerse de maniobras legales o comerciales para apropiarnos de lo que legítimamente pertenece a nuestro prójimo. Delante del Mashíaj, ello constituye pecado y debe ser severamente condenado.


3) Robar al prójimo: Aunque tal vez esto no suceda entre santos, de todos modos debemos mencionarlo. Nadie debe adquirir nada por medios ilícitos. Cualquiera que procure hurtar las posesiones de otros valiéndose de su posición privilegiada, de su autoridad o su poderío, comete pecado.


4) Explotar al prójimo: Constituye pecado aprovecharse de otras personas, valiéndonos para ello de la posición o el poder que tengamos. A los ojos de Elohim, Sus hijos jamás deberían hacer tal cosa. Esta clase de conducta debe ser eliminada.


5) Encontrar un objeto perdido y mentir al respecto: Los nuevos creyentes deben prestar especial atención a este asunto. Muchas personas han mentido sobre las cosas que otros han perdido. Hacer desaparecer algo, reducir la cantidad o reemplazar algo bueno con algo malo equivale a mentir. Uno encuentra cierto objeto y niega haberlo encontrado, o encuentra cierta cantidad y afirma que halló menos, o habiendo encontrado algo en buen estado, afirma que está descompuesto o que no sirve. Todo ello es mentir. Otros pierden algo y usted se aprovecha de ellos; usted los despoja buscando obtener alguna ganancia o beneficio a costa de ellos; esto también es pecado. Un creyente no debe adueñarse de las posesiones de otros. Si usted recogió algo por equivocación, debe guardarlo bien y devolvérselo al dueño. Nunca declare que un objeto que encuentra es suyo. No es correcto quedarse con artículos perdidos, pero es peor hurtar los bienes de otros por medios ilícitos. No es correcto adueñarse de las posesiones de otros por medio de cualquier método injusto. Un creyente no debe hacer ninguna cosa que le reporte beneficios a expensas de otros.


6) Jurar en falso: Constituye pecado jurar en falso con respecto a cualquier cosa material. Usted sabe algo, y sin embargo, dice que no lo sabe. Ha visto algo, pero lo niega. Algo está allí, pero dice que no hay nada. Todo el que jura en falso peca.


"Por cualquier cosa que haya hecho para hacerse culpable". Esto se refiere a todas aquellas transgresiones que causan perjuicio material a otras personas. Los hijos de Elohim deben aprender esta lección y recordarla siempre: no deben apropiarse de lo que pertenece a otros. Jamás debemos usurpar aquello que pertenece a otro. Todo el que jure falsamente con respecto a cualquiera de los asuntos que acabamos de mencionar, habrá transgredido en contra de otras personas, y ha pecado.


Hermanos y hermanas, si hay algo deshonesto en cualquier cosa que hagan, si han adquirido algo a expensas de otros, o si han obtenido algo por uno de estos seis medios, han pecado. Deben eliminar estos pecados por completo.






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