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Terminar con el pasado 1



De modo que si alguno está en el Mashíaj, es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron; ahora todo se ha hecho nuevo. Qorintiyim Bet/2 Corintios 5:17
Pues, por la inmersión quedamos sepultados con él en la muerte, para que así como al Mashíaj lo resucitó de entre los muertos el poder del Padre, así también nosotros iniciemos una vida nueva. Romaniyim/Romanos 6:4

Después de ser salvo, uno debe poner fin a su vieja manera de vivir y a sus viejas costumbres. Antes de ser salva, una persona es pecadora por naturaleza y vive en pecado; es también una persona de la vieja creación y se comporta como tal. Pero ahora, después de haber sido salva, ha llegado a ser una persona de la nueva creación, cuya vida es la vida de la nueva creación; como tal, deberá tener un nuevo comienzo y, espontáneamente, llevar una nueva vida.


En el Kitbé HaKodesh/Antiguo Testamento, una vez que los hijos de Yisrael fueron salvos mediante la Pascua, dejaron inmediatamente Mitzrayim/Egipto, abandonando la manera de vivir egipcia y poniendo fin a todo lo relacionado con ella. Desde aquel día, la vida que llevaron era nueva, la manera en que se condujeron era nueva, y todo lo que hicieron era nuevo. ASÍ PUES, ELLOS LE PUSIERON FIN A SUS VIEJAS COSTUMBRES Y A SU VIEJA MANERA DE VIVIR. Esto tipifica claramente lo que significa terminar con el pasado.


Aunque en las Escrituras no encontramos enseñanzas que directa y específicamente se ocupen de este tema, sí vemos las cosas que Yahweh hizo con los antiguos israelitas, y sabemos bien que


Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros... Qorintiyim Alef/1 Corintios 10:6

En primer lugar, terminar con nuestro pasado no es un requisito que debamos cumplir para ser salvos, por cuanto la salvación provista por Elohim es perfecta y completa. No importa cuán graves o devastadores hayan sido nuestros pecados, todos ellos han sido cubiertos por la sangre preciosa del Adón. Esta salvación no requiere que nosotros le añadamos algo o hagamos algo al respecto para obtener el perdón de Elohim. El perdón que Elohim nos da, está basado en la preciosa sangre del Adón Yahshua y es el resultado de nuestro arrepentimiento y fe.


Pero si disfrutamos de la salvación divina, la vida de Elohim hará que nuestras inclinaciones y preferencias e incluso nuestros sentimientos con respecto al mundo, sean cambiados. Incluso nuestras preferencias con respecto a la manera de satisfacer nuestras necesidades diarias, tales como comer y vestir, cambiarán.


Por lo tanto, espontáneamente le damos fin a nuestra vieja manera de vivir, o sea, damos fin a aquellas costumbres que veníamos arrastrando hasta el presente y no permitimos que éstas persistan. Esto viene a ser fruto del disfrute de nuestra salvación. Por consiguiente, si nosotros, los que hemos sido salvos, deseamos tener una vida creyente mejor, andar apropiadamente en el camino del Adón y dar testimonio de Él, es necesario que pongamos fin a nuestro pasado.


En segundo lugar, darle fin al pasado no responde a las exigencias de normas externas, sino al mover interno del Ruaj. Las religiones del mundo se basan en sus numerosos códigos religiosos, y sus seguidores viven y se conducen en conformidad con esas normas. Pero la salvación que el Adón nos brinda no es así. La salvación del Adón, por medio de la regeneración del Ruaj haKodesh, nos da una vida nueva.


Debido a que tenemos una vida nueva, la vida divina, ahora podemos vivir y conducirnos en la presencia de Elohim al basarnos en el sentir de la vida divina y en la operación del Ruaj en nosotros. Por consiguiente, terminamos con nuestro pasado teniendo como base el mover del Ruaj. Así, el Ruaj opera en una persona regenerada y le comunica el sentir de que tiene que poner fin a ciertos asuntos de su pasado, ya que éstos son incompatibles con la vida nueva de uno que ha creído en Mashiaj. Todavía más, terminar con el pasado no constituye un precepto de la asamblea de creyentes, PERO SI NO LO HACEMOS, SEGUIREMOS CARGANDO CON LAS COSTUMBRES DEL VIEJO HOMBRE Y NUNCA SOMETEREMOS NUESTRA ALMA. La vida que hemos obtenido es santa, y para que el Ruaj se mueva y opere en nuestro ser, necesitamos devolver al alma a su justo lugar. Por lo tanto, el Ruaj, sin duda alguna, exigirá que nosotros, poseedores de la vida kadosh, eliminemos todo ídolo y todo lo relacionado con ídolos, que nos deshagamos de todo lo demoníaco e inmundo, que devolvamos lo que debemos, y que demos fin a nuestra vieja manera de vivir.


Así pues, nuestra responsabilidad consiste en dejarnos conducir por el Ruaj y permitir que El se mueva libremente en nuestro ser.


Para ampliar, ver la Serie CUERPO, ALMA Y RUAJ.





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